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    342 PARTE IV. SOCIALlSMO Y DEMOCRAClAservido como prototipo para los aurores de esa leona. Puede ser tarn-bien el caso de sociedades qL'! no son p r ir n ir iv a s, siempre que no estenderr.asiado diferenciadas y no alberguen problemas graves. Suiza es elrnejor ejernplo. Hay tan pOCGpor qu e disputar en un mundo de cam-pesinos que, a 'excepcion de los hG14iJes y los bancos, no conticne nin-guna gran industria capitalism, y cuyos problemas politicos son tansimples y tan estabres que es de esperar que los comprenda y este deacuerdo en cuanto a elias una abrurnadora mayoria. Pero si podemosconcluir que en tales casas 12. teoria clasica se aproxima a Ia realidad,tenemos que afiadir inrnediatamente que esto es as! no porque des-criba un mecanisme eficaz de decision politica, sino tan solo porqueno bay grandes decisiones que tomar. Finalrnente, puede invocarse nue-varnente el caso de los Estados Unidos a fin de mostrar que la teoriaclasica parece a veces concordat con los hechos, incluso en una socie-dad grande y altamente diferenciada y en la que hay gran des preble-mas que resolver, siempre que circunstancias favorable, neutralicen laponzona de estes problemas. Hasta Ia entrada de este pais en 13Primer a Guerra Mundial la opinion publica se ocupaba principalmentede los negocios de exploracion de las posibilidades econornicas de supropio medic. ~as esios r~("jQt:: no fnf'

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    ~ ~ ,I1 ;1,. I 144 PARTE IV. SOC1ALlSMO Y DEMOCRACiA

    delllOC'fiilico, tanto en la verosimilitud de sus supuestos como en lavol idcz de sus proposiciones.

    \ I~ rt primer lugar. esta concepcion nos proporciona un criterio ra-/D1I;\blcmente eficiente, mediante el cual poder distinguir de los dernas ~., los gobiemos dernocraticosrYa hernos vista que ls . . teoda clasica111'1';";;\ con dificultades en esta esfera, porque tlllll.Q Is YQ!uotqd comQ[.] bj~n del !lueblo pueden ~r. ~Lyjdos X 10 han side en muchosf"l'IIIPlo$ __bj~-1i!!L~..!L,Q.",Jll;:.iO( r m r gQ.~1!..."i!fJc;n!:c de mocraticos con arreglo a cualquier uso aceptado eni'.le !

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    346 N.RTE IV. SOCLUISMO Y DEMOCRAClA CAPiTULO XXII. OTRA TEORiA DE LA DEMOCRAC1A 347I, rni litar, no excluye ciertos casos que son sorprendentemente analogosa los fen6rnenos economicos a los que ponemos Ia etiqueta de com-petencia "desleal" 0 "fraudulenta" 0 de restr iccion de 1a competencia.Y no podernos excluirlos, porque, si 10 hicieramos, nos quedariamosreducidos a una dernocracia ideal completamente ajena a la real idad,>Entre este caso ideal, que no existe, y los cases en que toda corn-pctencia con el leader establecido en el poder es impedida par la fuer-

    7:1, hay una serie continua de variacion es, dentro de Ja cual se pasadd metoda de gobierno democratico hasta eJ autocratico por pasosiuiperceptibles. Pew si Jo que queremos no es filosofar, sino com-j ncnder, 'tenernos que reeonocer que las democracias son como debensec El valor de nuestro criterio no se perjudica seriamente por ladivcrsidad de especies de democracia,,~, EB_(m_iglQJJJ~ nuestra teoria par= aclarar la~l:k~cl,Qll"q.1J.ee~.li'C;_lJ.!.r_UademQ:

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    PARTE IV. SOClALlSMO Y DEMOCRACIA CAPITULO XXII. OTRA TEORiA DE LA DEMOCRACIA 349\oiu ~h:'Difjr.:a enton~ sjmJ;ll~IlIe que las riendas del gobierno de-L>clI:'\;L~IlJreg_;JdilSa los individuos 0 eQuioos que disponen de unIIJILlYO, c lcc tQ [aL, .mas""pod( ' ;I .OS (Lq.1 , l e~"h~s"~em..iis."qlt~J;IlJran~...k..9.m::.J 'C1CIK. l l ! . Y eslo,_..!! :iU v"z , par~ 3segmar 1a permaJ)encia del sis-tcwa Jcmay.~_dl:,l1lm_QI;UaJ.Qgica ""QeLlIl;St09..Q_gl' -mQ:l;:[~1if; si bienIuuh i.unos condenarlo basandonos en razones ajenas a esta logica.

    los dernas casos el sufragio del electorado no crea directamente ungobierno, sino un 6rgano interrnedio, que en 10 sucesivo ilamaremosparlamentc," al cual transmite Ia funci6n de crear gobierno. Pudieraparecer facil explicar Ia adopci6n 0 mas bien Ia evolucion de este sis-tema tanto por razones historicas como por razones de conveniencia.e igualmente las dist intas iormas que ha adoptado en los diferentessistemas sociales. Pero Ja delegacion parlarnentaria no es una cons-truccion 16gica; es un producto natura! cuyos sutiles matices y resul-tados escapan por cornpleto a las teorias oficiales y rnucho mas a Jaslegales..:C6mo erea un gobierno un parlarnento? El metoda mas sencilloes elegirlo 0, de una manera mas realists, elegir al primer rninistroy despues votar la Iista de ministros que este presente, Este metodorara vcz se usa.!" Pew pone de rnanifiesto la naturaleza del proce-dimiento mejor que todos los dermis, Ademas, los otros metodos pue-den reducirse todos al misrno, porque el hombre que llega a primerministro es, en todos los cas os norrnales, el unico a quien-elegiria elparlarnento. La manera como efectivamente es designado 'para el car-go -por un rnonarca, como en Inglaterra; por un Presidenre, comoen Francia, 0 por un organismo 0 cornision especial, co'm~"eii"el Es-tado Libre de Prusia en el periodo de Weimar':_ es simplernente unacuestion de forma,

    1:

    ~ - - , . - -1I~ DEL PR , : ~ ~ :l l .ihicndo csbozado nuestra teoria en la secci6n precedente varnos

    , .11 11 1, 1 ; 1 contrastarla con algunos de los rasgos mas irnportantes deI" ,'.tlltl'lura y del funcionamiento del mecanisme poJ~ti~o.de 10 ; paisesdr, no se sigue de aqui que siernpre sera.f' - " r r-] L

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    350 PARTE IV. SOClALlSMO Y DEMOCltAClA CAPITULO XXII. OTItA TEORiA DE LA DEMOCItAClA 351La practica inglesa clasica es esta: despues de unas eleccionesgenerales el partido triunfante dispone normalmente. de una mayoriade asientos en el pariamento y de esta forma esta en situaci6n delanzar un voto de desconfianza contra todos, menos contra su leader,que de esta manera negativa es designado "por el Pariamento" paraejercer el caudillaje nacional. Recibe su comision del monarca --enun "besamanos't-s- y presenta al mismo su Iista de ministros, de laeual forma parte la Iista de ministros del gabinete, En esta incluye,en primer lugar, algunos veteranos del partido, que red ben 10 que

    pudiera Ilarnarse un cargo honorifico; en segundo lugar, los dirigen-tes de segunda fila, los hombres con quienes cuenta para la polemicshabitual en el parlamento, y que deben su encnmbramiento , en parte,a su valor politico positive y, en parte, a su valor como elementosde perturbacion potenciales; en tercer lugar, los hombres que se estanclcvando, a quienes invita al circulo magico del cargo a fin de "ex-traer los cerebros de la ganga" y, a veces, en cuarto lugar, unos pacoshombres a los que considera especialmente calificados para desernpe-n.ir ciertos puestos." Perc, repito, en todos los casos normales estaIIIactica tiende a producir el mismo resultado que dana la elecciondd Primer Ministro per el parlamento, El lector vera tarnbien quealii donde, como en Inglaterra, el Primer Ministro tiene el poder q ; ; : ~ '; ;0~~ :: .'~,' - " , . ; " < , e : :c; "

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    352 PARTE N. SOCIALISMO Y DEMOCRACIA CAPiTULO XXIl. OTRA TEORfA DE LA DEMOCRACIA 353tos distintos que no deben ser 'confundidos, y que en cada caso sernezclan en distintas proporciones, cuya dosificacion determina el ca-racter del gobierno de cada Primer Ministro singular. Segan esteejernplo, el Primer Ministro llcga al cargo como jefe de su partidoen el parlamento, Sin embargo, tan. pronto como se instala en el po-der se convierte, en un' cierto sentido, en eI leader de! parlamento,directamente de la Camara de que es miembro e indirectamente tam-b)cn de Ia otra. Esto es alga mas que un euiemismo oficial, masr .unbicn que el reconocimiento del poder parlamentario inherente aIcargo de Primer Ministro sobre su propio partido. Adquiere igual-mente influencia sobre IDSdernas partidos, asf como sabre sus rniem-hros individuales, 0 bien excita su antipatia, y estas acciones y reac-cioncs son susceptibles de rnodificar grandemente sus probabilidadesde exito. En e! case Iimite, cuyo rnejor ejemplo es e l de Sir RobertPeel, puede ejercer coaccion sabre su propio partido apoyandose enotro. Finairnente, aunque en todos los casos normales sera. tam bien Ja.rbcza de su partido en el pais, el ejemplar bien desarrollado del.t "specie Primer Ministro tendra una situacion en el pais distintaci t ' la que adquiere automaticamente por la jefatura de la organiza-, ion de partido. Dirigira la opinion del partido de una manera creadora

    < Lindole fOflIl

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    J')4 PARTE IV. SOCIALISMO Y DEMOCRACiA CAPiTULO XXII. OTRA TEORfA DE LA DEMOCRACIA 355I'arlamento y del Primer Ministro, Este designa sus miembros me-,Ui.UlIe un nombramiento, como hemos visto, y_~~.cleccion, ~ro tambien inflJ1~,.Jobr~ el)'!. Considerado desde el puntotI, vista del partido, es una asarnblea de subleaders que refleja masII JlWnDSsu propia estrucrura, Desde el punta de vista del Primer Mi-111',110 es una asarnblea no solo de carnaradas de armas, sino de horn-I'rr', de partido que tienen que tener en consideracion sus propiosIIllrlC''oCS y perspectivas, un parlarnento en miniatura, Para llevar a, , , I > , , la cornbinacion y para que funcione es necesario que los rni-1II',IIm del gat.inete en perspectiva esten dispuestos -no necesaria-1mIIle por un arnor entusiasta-s- a servir bajoMr. X y que Mr. X",1.11.)01';1 su programa a fin de que sus colegas en el gabinete no'_,' '.1("111;'11 tcntados con dernasiada frecuencia a "reconsiderar su po-''', ",,,", como dice la fraseolozia oficial. 0 a hacer una huelza dewl,lcllIi;L A11lh~X".ill:IDJ;L'1L."gQQkm.Q_S..g.;! 'I _ J . I " 1 1 1 1 1 1 1 ' 0 ( 1 adrninisrra ..Pues aunque todo acto del parlamento, a, " 'I" ({," .i- L,s resoluciones y declaraciones politicas, es "ley" en

    " '1 ,1 . . 1 '> ;' " ,1 1. hay rnuchas leyes que deben ser consider adas como1 11 .0 1" 1. , , . . Iuunistrat ivas. El presupuesto constituye el ejempio mas1"'I',,'L,"lr ';" elaboracion es una funci6n adrninistrariva. No obs-,,,,,,,', '" I"" lvt ados Unidos es elaborado por el Congreso. Pero aun,11.111.1" ' " C ' . r claborado por el rninistro de Hacienda con la ,apro-'"1,,1 I. H'/,,!: --,unlO" bajo Guillem.o III es un buen candidaio para el primertill" " 11-;=\.fir d reinado de Ia Reina Ana en adelantz solo ba y cuestiones det~.,;. '1Iij"'l,jIHII.I;( en las que pueda haberun desacuerdo acerca d:. sll existenciaH Itllt, iHllltllll'"'lln

    baci6n del gabinete, como en Inglaterra, el parlamento tiene que vo-tarlo y en virtud de este voto se convierte en' tina ley. "No refutaesto nuestra teoria?Cuando dos ejercitos operan urro contra otro, sus r;~ovimientos res-pectivos se centran siernpre en objetivos particulares que estan deter-rninados par sus situaciones estrategicas a tacticas. Pueden luchar poruna extension particular .de terrene 0 por una colina particular. Peroel interes que presenta conquistar aquella extension de terrene 0 aque-lla colina tiene que derivarse del fin estrategico 0 tactico que consisteen batir al enemigo. Seria, evidentemente, absurdo intentar derivarlode cualesquiera propiedades extrarnilitares que pudiera tener ese terrenoo esa celina. De un modo sernejante el fin primero y principal decada partido politico es prevalecer sobre los dermis a fin de conseguirel poder 0 de permanecer en el. Lo mismo que la conquista del trozode terre no 0 de Ia colina la decision de las controversias politicas es,desde el punto de vista del politico, no el fin, sino solamente In ma-teria prima de la activldad parlamentaria. Como los politicos disparanpalabras en vez de balas, y como estas palabras se dirigen inevita-blemente hacia los problemas puestos a debate, la finalidad real de Iaactividad parlamentaria puede no resultar siempre tan clara comola de la actividad militar. Pero 10 esencial de ambos juegos es la vic-toria sobre el adversario."Fundamentalmente, pues, la producd6n corriente de decisiones par-larnentarias sobre cuestiones nacionales constiruye precisarnente el m e -todo par el que el parlamento mantiene 0 se niega a mantener a ungobierno en el poder 0 por el que el parlamenro acepta 0 rechaza elcaudillaje del Primer Ministro." Con las excepciones que pronto se

    ,. A veces los politicos surgen de entre .Ias nieblas f,raseo16gicas: Paracitar un ejernplo al Que no pueda oponerse runguna objecion por mouvo defrivolidad citarernos l a [rase de un politico de la lalla de Sir Robert Peel , quienca..racteriz6 la naturaleza de su oficio cuando dijo, despues de su victoria par-larnentaria sobre cl gobierno \ V h . . i g ell el debate sabre la politica de este ult imoen Jamaica: "Jamaica era un buen caballo para arrancar." El l ector deberiameditar sobre oslo. .20 Esto 1:5 aplicable per supuesto, a la pr act ica parlarnentaria francesaanterior a Vichy y a la pract ica i tal iaaa anterior al f'ascismo, exactarnente igualque a la practica inglesa, Sin embargo, puede caber la duda en el caso de losEstados Unidos, donde la derrota de Ja Administracion eo una cuesuon irnpor-tante no lleva consigo la dimision d~1 Presidente, Pero esto so debe simple-mente al becho de que la Constitucion, que est" inspirada en Una leona polit icadiferente , no permiie que ]a practica .parlame!,nana se desarrolle con arregloa su logica. Perc, de becbo, esta 16pca no cera de afirmarse por complete.Las derrotas en cuestiones de importancia, aunque no pueden desplazar alPresidente, debilitaran tanto su prestigio COmo _para. desalojarJo de su posicionde caudillajc. Por el memento esto crea una Sltuacl6n aoormal, Pero ya ganeo pierda Ia eleccion presidencial siguiente eJ conflicto se resuelve cntonces deuna rnanera que- DO difiere fund.uneota]menle de Ja .m:a.oera como trata unacuesti6n semejanle un Primer Ministro ingJes cuaodo dlS~hc el Parlamonlo.

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    PARTE IV. SOCIALlSMOY DEMOCRACIA CAPiTULO XX!!. OTRA TEORiA DE LA DEMOCRACIJ. 357

    %1 , E~ relacion c~on esto puede rnencionarse otro ejernplo muy significativodo I. tecrnca 101;1=: Un proye.c;t0 de ley Importante no prospera, par 10 general,p no prosperaca 51 la ~ayon3 que 1 .0 apoyaba se reduce, en segunda lee-rut a, ~ ~na.:lfr.~ muy baja, Baa. p~actlca equivale, en primer lunar, a adrnitiruna lim,n.aclon rrnportante !3 ! px:nc!pi? mayoritario, ! a l como s~ aplica ef e c-uvamc nte en. las de~cc!aclas .. b~en dlngtd!ls; no sena correcro decir que enIIn~ democ~~~l~ Ia mH i (_ ) na , es ta . srernpre obligadaa rendirse. Perc h2 Y un segun-do punta. Si bien la mJn~>na no srernpre esta oblig ada a somererse a la mayoriac u la ccntroversra especial que .se debate practicarnenre esta siernpr e obligada" '-OmeICT'-

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    358como la polftica democratica sjrve a este fi n 50621 tenemo~ 'lYS p;ar-t i, !. -d .e ._ J .2 ._ l ll c ba d ~ i a cD~:,et~I'lQia pJ r el peder ~' las a e n , J ~. .] I J , S h a . , c le Je . .S()mpet('![](;-!appr~1 '.R 9 . ~ r 'ppli.ul;Q_ S " l esto no fuera asf seria irnposible a partidos diferellies

    v. lin. eoestion que no se b~ acornetido nunc. p,>Dslituye el ejernplo tipicode 10\ prcblernas co la pnmera CJas_e,.,Las razones trprcas por las que gobierno\_ u n ~~~n!"te _potco . = J at de Ia OPOSJOOQ pueden conveni r tacir..a.mente C5 dejar..II P;LZ !-,n.prob.c:na., a pesar d~ tener concrencra de su alcance, son las diricul-I~ldc.... teen ..ca s p-ara 5U tratamiemo y el ternor de que ca usa r a . . dificultadesklo(-;Jk",_

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    360 PARTE IV. SOC . ....L1SMO, j(DEMOCRACIAadoptar eI misrno programa exactarnente 0casi exactarnente. No obs-mntc, esto sucede, como todo d. mundo sabe, Los partidos y los agen-tes electorales de partido son simplementeJa re-spuesta al _hecho deque la rnasa e l e c t o r a l es incapaz de otraaccicn qu~:a estampida yrepresentan un wtento de regular la competencia politica de una ~a-ncra exactamente similar a las practicascorrespondientes de los asocra-dos, de comerciantes.. . La psicotecnia de la direccion de un par-tido y la propaganda de partido, las consign as y J;~ rnarchas musi~~lesno son simples accesorios, Son elementos esenciales de la politica.'('ambien 10 -es el "boss" (cacique) politico.

    23CONCLUSION

    1 . ALGUNAS IMPLICACIONES DEL ANAL ISIS PRECEDHITELa teoria del caudillaje competitive nos ha proporcionado una

    interpretaci6n satisfactoria de los hechos que acaecen en el curse delproceso democratico. La utilizaremos, por tanto en nuestro intenrode desentrafiar Ja .relacicn entre la dernocracia y un orden de cosassocialista. Como se ha expuesto anteriorrnente, los socialistas no selimitan a afirrnar su compatibilidad; pretenden igualrnente que la de-rnocracia implica el socialismo y que no puede haber dernocraciaverdadera, excepto en el socia1ismo. De otra parte, el lector no pue-de dejar de estar farniliarizado con algunos planfletos, al rnenos, delos muchos que se han publicado en los Estados Unidos durante losultirnos afios, destinados a demostrar que una econornia planificada,por no hablar del socialisrno plenarnente desarrollado, es cornpleta-mente incompatible con la dernocracia. Ambos puntos de vista son,por supuesto, Iaciles de cornprender si se tiene en cuenta la basepsicologica de esta controversia y del deseo natural de ambas partesde asegurarse el apoyo de un pueblo cuya gran rnayoria cree fervien-temente en la dernocracia, Pero suponed que nos preguntamos: ;,D6n-de esta la verdad?

    Nuestro analisis, en esta y en las partes precedentes de e s t e libro,nos da Iacilmente la respuesta, ~,_5.Ql;;iaj i s m Q , taJ r C l . ! lJ . O . J .o _ h e m . Q s . ."def .i.ni.Q.Q.~Ja,.de.mQctacia,.. ..ta1,.co.mo~Ja hemos ..rlefinid.o.~",llQ~,ha)!.,..I .Ula

    _ L ~.D ~ ~,e. ti. 'l , ; ,~ ~ 1. __ yru L j;\g lt,d .I

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    36 2 CAPiTULO XXll!. CONCLUSI6NPARTE IV. SOCLJJ.1SMOY DEMOCRACL .... 363cion con un regimen capitalista, nos queda todavia mucho par expli-car. En particular, tenernos que tratarde forrnular las condiciones bajola~ cuales puede esperarse que resulte satisfactorio el metoda demo-crritico. Esto se hara en la serundasecci6n de este capirulo, Ahoravarnos a considerar algunas 0; las'. irriplicaciones de nuet;,!ro analisisdd proceso democratico.Ante todo, con arreglo al criterio que hernos adoptado, la demo-cracia no signifies ill puede significar que el pueblo gobierna efec-t ivamente, en ninguno de los seatidos evidentes de las expresiones "puc-illo" y "gobernar". ,.J,,;LJ;!~J>::racjL~ifjca ta,g s610,gue el )2ueqIoiil:uc,. .l < L Q l 1 Q r n m i ll a , d _ . . J i e . _ a c ; . j : rt ; i; . L .Q . . x e c b . < l , u l. J :. .t o ; ; . l l o m h . r e L q . l . t e . . .. . h < l J L . o r

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    PARTE IV. SOCIALISMO Y DEMOCRACIA

    cl metodo democratico elabora la legislaci6n y Ia administracion comosubproducto de Ia lucha por la conquista del poder.Irnaginernos, por ejemplo, la situacion de un Primer Ministro.Cuando los gobiernos son tan inestables como 10 han sido en Francia.

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    366 PARTE IV~ SOCIALISMO Y DEMOCRACIA CAPITULO XXIII. CONCLUSI6N 367rnocraticos. Abrirse ~ohasta una posicion rectora, por ejemplo,en una cone, puede absorber tanta energia y tergiversar tantas opi-niones propias acerca de !as cuestiones de actualidad como en la luchademocratica, aunque e~t::desgaste 0 tergiversacion no se manifiestetan abiertamente, Esto equivale a decir que los intentos de aprecia-'ci6n cornparativa de los sistemas de gobierno deben tener en cuentarnuchos otros . factores, adem a s de los principios institucionalesirnpJicados. .,.,:"/ ,'.,.Adernas, alguno derosotros responders a los criticos que 10 quequeremos exactamente v e s un nivel inferior de eficiencia en el go-bierno. No querernos, ciertarnente, ser objeto de Ia eficiencia dicta-torial, simples peones de un gran juego. Una cosa como el Gasp/anpuede ser ahara imposible en los Estados Unidos. lPero no pruebaesto precisamente que so analogon hipotetico en los Estados Unidosviolaria, como el Gasp/em. ruso, tanto el espiriru como la estrucruraorganica de la federacion americana?Finalmente, puede hacerse algo para reducir la presion sabre loshombres que ejercen el caudillaje mediante formulas institucionalesapwpiadas. El sistema americana, por ejemplo, se muestra ventajosoen este punto. El "primer ministro" americano tiene, indudablernente,que tener puestcs los ojos en su tablero de ajedrez politico. Pero nonecesita sentirse responsable por cada medida singular. Y, al no tenerasiento en el Congreso, esta exento, al menos, de Ia Iatiga fisica quecsro supondria, Tiene todas las oportunidades que necesita para cuidarx u vigor.En tercer lugar, nuestro analisis del capitulo precedente pone derelieve el problema de Ja calidad de los hombres que el metoda de-mocratico selecciona para los puestos de caudillaje. Apenas rrecesitarccordarse el conocido argnmento que se invoca en este orden deideas contra la democracia, a saber: el metodo democratico crea po-l it icos profesionales, a los que convierte despues en adrninistradores y"hombres de Estado" aficionados. Como les faltan todos los CODO-cimientos neeesarios para la soluci6n de los problemas con que secnfrentan Ies llaman "jueces sin saber derecho y diplornaticos sin fran-ces", para usar Ia frase de Lord Macaulay, que arruinan la burocra-cia y desalientan a sus mejores elementos. Hay otro punta, peor aun.aparte de todas las -cuestiones de cornpetencia y experiencia en, lacspecialidad: las cualidades de inteligcncia y caracrer que hacen unbucn candida to no son necesariarnente las que hace n un buen adrni-nistrador y una seJecci6n organizada por medic del exito en las urnaspuede eliminar a hombres que tendrian exito en la direccion de losnegocios del pais. Y .aun cuando los productos de esta seleccion reosultaran un exito en el poder estes exitos personales podnan ser muy

    bien fracas os para 1a nacion. El politico que es buen tactico puedesobrevivir con exito a cualquier numero de fracasos administrativos.E J reconocirniento de los elementos de verdad inherentes a estascriticas tiene que aternperarse de nuevo por, el reconocimiento de cir-eunstancias atenuantes. En especial la causa de la dernocracia no pue-de sino ganar en una consideraci6n de las alternativas; cualquiera quesea el ambiente social no hay sistema de selecci6n ~n Ia posibJeexcepci6n del capitalismo de competencia- que se base exclusiva-mente en la capacidad de prestacion ni que elija a nadie de la rnaneraQue elize un entrenador el caballo Que ha de correr en el.Derby; r a c k . Aunque en grades distintos, t~dos los sistemas premian tarn-bien a otras cualidades, cualidades que son a menu do hostiles a laprestacion. Pero tal vez podemos ir mas a l l a de esto. No es comple-tamente cierto que, en el caso medic, el exito politico no signifiquenada para un hombre, asl que el politico sea mas que un 'aficionado.Hay una cosa muy importante que conoce profesionalmerite, a saber:eJ trato de los hombres. Y, por regla general, al menos, la capacidadpara ganar una posicion de caudillaje politico esta asociada a ciertogrado de energia personal y tambien a otras aptitudes que puedenprestar buenos servicios en el taller de un primer ministro. Hay, des-pues de todo, muchas rocas, en la corriente que Ileva a los politicosa la magistrarura nacional, que no son completamente ineficaces paraobstaculizar el acceso al poder al "engrefdo" 0' al "charlatan".En tales condiciones no podemos esperar que una argumentaci6ngeneral, en una u otra direcci6n, conduzca a una conclusion precisa,Es mucho m a s curioso y significative comprobar que las pruebas ex-perimentales no son en modo alguno mas concluyerrtes, al menos aprirnera vista. No hay nada mas facil que compilar una Iista impre-sionante de fracasos del metodo democratico, especiulmente-si inclui-mos no s610 los casos en que hubo un derrumbamiento efectivo 0 undesconcierto nacional, sino tambien aquellos en que la nacion llevouna vida saludable y prospera, la prestacion realizada en el sectorpolitico ha sido claramente inferior a la normal en comparacion conIa prestacion de los dernas sectores. Perc tan facil como esto es pre-sentar en favor del politico una prueba tal vez no menos impresio-nante. Para citar un ejemplo destacado: es cieno que en !a antigiie-dad las zuerras no eran tan tecnicas como han llegado a ser mastarde. N; obstante, podria pensarse que la aptitud para conseguirun exito en la guerra tern a incluso entonces muy poco que ver con laaptitud para hacerse elegir para un cargo politico. Todos los generalesrornanos de la era renublicana fueron, sin embargo, politicos, y todosellos obruvieron su man do militar directamente por los cargos elec-tivos qu

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    I(,X PARTE N. SOC1AL!SMO YDEMOCRAClAI -r- (If r 5 desastres se debieron a esto, Pero, en conjunto, estes soldadosI'"lilicos sc comportaron notablemente bien.

    (,I'm que es esto asi? Solamente baber UDa respuesta a esta1"l"r,lIl)ta.

    ( , , n. CONDICIONES PARA EL ExrrO DEL METOOO DEMOCRATICO:;i lII! Iisico observa que el rnismo mecanisme funciona de un modo

    d,i

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    370 PARTE IV. SOCt-l.LlSMO Y DEMO

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    372 PARTE IV. SOCIALISMO Y DEMOCRACIA CAPiTULO XXIH. CONCLUSI6N 373fin de conceder los poderes necesarios y de instituir el organisrno alque se encomiendan estes poderes y m as alla de los contactos impli-cades en el papel de supervisor'general que corresponde a! gobierno.Es cierto, por supuesto, que.esta. supervision puede degenerar enuna influencia perniciosa. Ep(){1er del politico para designer el per-sona! de los organism os publicos nopoJiticos, si se ernplea de unarnanera descarada en favor de sus parciales, bastara a rnenudo por sf

    ., m~' ,0 para corrornperlo. Pero esto no afec ta al principio en cucsti6n.' ') .~..Corao.uercera ...condicion ..eLgpb.ier.uo......d~.Q:C..r:i.ti.co, en la sociedadin ustrial rnoderna, cjfQe. p- .Q~,JQ~,,~~J:Y.Lc;i~.9.1%..l!11;t.9.Jl..LQCraciabielL..,capac:jtn.sigo est a expresion en 01 lenguajepopular. En todo caso est. solucion es la UDIC. realista,

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    11 4 PARTE IV. SOc:,.u.JSMO Y DEMOCRACIAI , . , 1" democrarico cornprendera e! lector que esto. imElica bastante:'IIL,urdwilcj6U vgluntaria.Ell cs~jal,lQS, ..wJi~.u:;;).._eLWiLlruILflnlQ~~_que resistir .I aI , 11l"ci6n_.de ..derribac.n.pcner.sa ...l l rl . ,.ap .u; rQ . .,al,.gobie:mQ,.,gj._Q

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    376 PARTE Pi. SOC!ALlSMO Y DEMOCRACIAtualidades, un poder que le hace para todos los efectos un dictador en elsentido romano, no obstante las grandes diferencias que existen. tontoen la construcci6n iuridica como en los detalles practices. Si el mono-polio se lirnita efectivam!nte bien a un periodo deterrninado (como eraoriginariamente en Roma) 0 bien a la duraci6n de un caso de ernergenciatemporal clararnente deterrninado, la aplicacion del principio dernocra-tico del caudillaje de cornpetencia queda sirnplemenre suspendida. Siel rnonopolio no sc limita temporalmente ni juridicarnente ni de hecho.-~y si no se lirnita en el tiempo tendera, por supuesto, a hacerse ilirni-tado en todo 10 demis--. el principia dernocrarico queda derogado, ytcnernos el caso de la dictadura en el senti do en que se erniende ellnuestros dias."

    III. LA DEMOCRACIA EN EL ORDEN SOCIALIST!.J . AI exponer nuestras conclusiones es preferible comenzar con

    h rdacign existente entre 1a democracia y el orden capitaJista.La ideolozia de la dernocracia, tal como se refleja en la teoria