La experiencia productiva y organizativa de la mujeres de los cículos de amigas y compañeras.

La experiencia productiva y organizativa de las mujeres

de los círculos de amigas y compañeras

Langue, Valle, Honduras

Sistematización

Publicado por:

Bischöfliches Hilfswerk Misereor e.V.: Mozartstrasse 9, 52064 Aachen, Alemania Dirección postal: Postfach 101545, 52015 Aachen, Alemania Teléfono +49-(0)241-442-0 correo electrónico: [email protected] | [email protected] Página web: www.misereor.de (en Alemania) www.misereor.org (internacional)

Fundación simiente: Colonia El Hogar, Bloque R7, Casa 3201, Teléfono: (504) 2239-0479 Correo electrónico: [email protected] Página web: www.fundacionsimiente.org

Redacción del documento: iVannia ayales Cruz, consultora en género, actualmente trabaja para CoopeSolidar R. L. (San José, Costa Rica) y también ha colaborado, entre otros, con Hivos, RUTA-FIDA, la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) y ONU-HÁBITAT.

JaVier Morales ValVerde, asesor de Misereor para Centroamérica y México, tiene una amplia experiencia en el tema de planificación, monitoreo y evaluación de proyectos sociales, y ha apoyado a diversas agencias de cooperación y organizaciones.

Revisión filológica: María Laura Sessa

Diseño e impresión: COMUNICA–Honduras

Tiraje: 500 ejemplares

Impreso y hecho en Honduras

Derechos de autor: no están permitidas citas de este documento. Su uso y reproducción requieren de previa autorización.

Contenido

Introducción 5

Acerca de Fundación Simiente 7

Algunos datos sobre el municipio de Langue 9

Una idea innovadora de trabajo con las mujeres 11Los círculos de amigas y compañeras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12

El trabajo productivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18

Las juntas comunitarias y las redes zonales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21

Aspectos relevantes y comunes en la experiencia de los círculos 25Acceso a tecnologías . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25

El pase de cadena . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26

El ahorro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27

Otros aspectos importantes de la experiencia 29La incorporación de los hombres . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29

El diagnóstico de los medios de vida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31

Sobre la estructura y el equipo técnico de Simiente. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32

Sobre la sostenibilidad futura del proceso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35

Lecciones aprendidas: ¿cuáles han sido los aspectos claves del proceso? 37Compromiso con la cotidianidad de las personas que participan . . . . . . . . . . . . . 37

Una organización sencilla, flexible y autónoma para la toma de decisiones . . . . . . 37

Seguimiento a las iniciativas productivas y al desarrollo personal y organizativo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38

Fortalecimiento de valores en el proceso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38

La organización de apoyo es coherente con lo que predica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39

Anexos 41Anexo 1 | Actividades principales para llevar a cabo la sistematización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41

Anexo 2 | Temas y herramientas del diagnóstico a través de medios de vida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42

Anexo 3 | Lista de mujeres participantes en las comunidades de Aguacatal y Las Olivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43

Anexo 4 | Ubicación del departamento de Valle . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45

Anexo 5 | Esquemas hechos por las participantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46

5Fundación Simiente

Introducción

L a Fundación Simiente tiene 10 años de trabajo con comunidades ubicadas en la

zona sur de Honduras (ver mapa en la sección de anexos). Su trabajo ha estado

relacionado con la agricultura sostenible y se caracteriza, entre otros aspectos, por

ser inclusivo de las mujeres de estas comunidades (más de lo que es común en la mayor

parte de experiencias similares en los países centroamericanos)1, lo cual es importante

pues una incorporación activa y equitativa de las mujeres constituye uno de los desafíos

más importantes para las propuestas de desarrollo rural en América Latina.

Por esa razón, se consideró relevante la sistematización del proceso cuyo objetivo principal

ha sido que la Fundación Simiente cuente con una experiencia documentada y sistema-

tizada que le permita identificar, con mayor precisión, los principales aspectos que han

contribuido a sus éxitos, así como los obstáculos más importantes que se han presentado.

También se espera que este trabajo aporte mayor información y elementos de análisis

respecto a la temática del enfoque de género dentro de las propuestas de desarrollo rural.

Por lo indicado, el énfasis de esta sistematización está en la incorporación de las muje-

res campesinas en procesos de desarrollo, en general; y en los aspectos organizativos

y agroecológicos, en lo específico, intentando responder una pregunta relevante: ¿qué

factores claves pueden facilitar y propiciar una mayor incorporación, activa y equitativa,

de las mujeres en los procesos de desarrollo rural?

Desde esa perspectiva, aunque hubiera sido interesante haber profundizado en ciertos

puntos, por ejemplo, en el rendimiento productivo o la rentabilidad económica de los

cultivos agroecológicos, esa tarea supera los alcances de este documento y quedará para

futuros trabajos.

La aplicación de la metodología de los círculos de amigas y compañeras es el punto

focal de la experiencia; por lo tanto, los ejes principales de esta sistematización son los

siguientes: (i) los círculos: valor que han tenido para las mujeres y efectos en sus relaciones

comunitarias y familiares; (ii) formas de organización de las actividades; (iii) importancia,

1 La incorporación de los y las jóvenes también es mayor que lo usual en este tipo de proyectos.

6 Fundación Simiente

para las mujeres, de los aspectos productivos trabajados por los círculos; (iv) relevancia

de los aspectos privados y personales de las mujeres en la organización y funcionamiento

de los círculos.

Para recopilar la información se programaron reuniones con los grupos de mujeres, en

las comunidades de Aguacatal y Las Olivas; así mismo se tuvo contacto con las juntas co-

munitarias y con redes de mujeres. También se revisó la documentación existente acerca

de estos grupos y de la experiencia de trabajo de Simiente en general. Hubo entrevistas

con el equipo técnico de la Fundación Simiente con sede en Tegucigalpa, lo mismo que

con el equipo asignado a Langue y Goascorán.

Se agradece a todas las personas de la comunidad que participaron y a los equipos téc-

nicos por compartir sus saberes y conocimientos.


Acerca de Fundación Simiente

L as personas que iniciaron la Fundación Simiente habían tenido una experiencia

conjunta de trabajo en otra institución de desarrollo, en donde sentían que una

de las principales dificultades enfrentadas tenía relación con la limitante de no

poder llevar a cabo un trabajo más centrado en las mujeres.

Una de las fundadoras de Simiente expresó:

“nosotras queríamos cambiar el actor princi-

pal, privilegiando la participación de las muje-

res, el enfoque de género y la equidad”.

Después del proceso de constitución, los y las

integrantes de Simiente se dedicaron a anali-

zar las posibilidades que tenían para trabajar

en diferentes regiones del país. Y, luego de

un análisis detallado, decidieron iniciar un

esfuerzo en la zona sur de Honduras, donde

confluirían una serie de condiciones:

● Un territorio con altos niveles de pobreza y

vulnerabilidad en sus recursos ambientales,

y condiciones climáticas muy adversas.

● Una zona geográfica de alta migración, sobre todo masculina, por lo que las mujeres

asumen en forma plena la mayor parte de los impactos económicos y sociales.

● Un territorio donde ha habido poco apoyo de la cooperación internacional (lo que

implica que no se iban a duplicar esfuerzos con otras organizaciones), y débil presencia

de las instituciones estatales.

Queríamos construir en la institución lo que

queríamos promover en las comunidades,

decisiones colectivas, compromisos, equidad.

Equipo de Simiente.

En Fundación Simiente teníamos la

oportunidad de ser creativas, innovar y

sustentar el trabajo. Toda la propuesta

organizativa se ha ido construyendo en una

espiral: probando, ensayando, sustentando.

Veníamos con el compromiso de trabajar

con mujeres, la persona más vulnerable de la

familia y apoyar en el fortalecimiento de sus

capacidades. Equipo de Simiente.


Algunos datos sobre el municipio de Langue 2

E l municipio de Langue, departamento de Valle, presenta condiciones de vulne-

rabilidad social, ambiental y alimentaria, con una estación seca de ocho meses,

registrando un ciclo de sequías e inundaciones recurrentes y con vías de comuni-

cación en mal estado e intransitables durante la época lluviosa. El municipio de Langue

enfrenta dos grandes problemas: la migración, que tiene que ver con la falta de fuentes

de trabajo, y la condición climatológica.

Los datos socioeconómicos del municipio de Langue son preocupantes. Por ejemplo, los

datos tomados del Informe sobre Desarrollo Humano Honduras 2006 así lo demuestran:

● Niños y niñas menores de 5 años de edad con desnutrición por peso: 68.0% (en compa-

ración, este dato es del 51% en el departamento de Francisco Morazán, que es donde

se encuentra Tegucigalpa, la capital del país).

● En Langue el índice de pobreza humana es de 45.7% , mientras que el índice de pobreza

del departamento de Francisco Morazán es de 27.1%.

● El porcentaje de población que no tiene acceso a agua de buena calidad es de 58.4%.

● La tasa de analfabetismo es de 31.1%.

● Su índice de desarrollo humano es de 0.628, mientras que en Francisco Morazán es

de 0.732.

Por otra parte, la inseguridad alimentaria que vive la población es alta, debido al tamaño

de las parcelas ubicadas en las laderas, la marginalidad de la tierra y la poca o escasa

agua que se dispone para uso humano, para los cultivos y animales. Las actividades para

la subsistencia se orientan hacia la producción de granos básicos para el autoconsumo

(especialmente maíz, maicillo y frijoles), ganadería en pequeña escala con vacunos, aves

y cabras.

2 Esta información ha sido tomada del documento interno de Simiente “Los municipios de Langue y Curaren”, 2009.


Una idea innovadora de trabajo con las mujeres

S ituándonos en el año 2003, aunque las familias campesinas de las comunidades de

Langue habían sido parte de una iniciativa previa de desarrollo3, puede afirmarse

que, a esa fecha y en términos generales, el apoyo activo hacia el desarrollo de

estas comunidades había sido mínimo.

Por eso cuando Fundación Simiente se presenta en las primeras comunidades de Langue

(la mayor parte de ellas escogidas tomando en cuenta las sugerencias de su alcalde), hay

una mezcla de interés y recelo por parte de la población. En ese ambiente, no era fácil

plantear la propuesta que, además, privilegiaba el protagonismo de las mujeres. Ésta se

fue presentando paulatina y cuidadosamente, pues se sabía que el apoyo de los hombres

era clave para que la idea pudiera nacer y desarrollarse.

Esta apuesta privilegiada por las mujeres parte

de una idea guía esencial para el trabajo de

Simiente.

Como ya se mencionó antes, un factor que

respaldaba fuertemente la propuesta de pro-

tagonismo femenino de Simiente, era la alta

migración masculina en la zona, que había

dejado un panorama dominante de mujeres

solas asumiendo la jefatura de los hogares.

3 El Proyecto Mejoramiento del Uso y Productividad de la Tierra–LUPE financiado por la AID y ejecutado por el Gobierno hondureño.

Si queremos pagar la deuda histórica de

subordinación de las mujeres, y triple

jornada, no podemos empezar a trabajar

paralelamente con los hombres.

Tenemos que darle un fortalecimiento

a las mujeres que han quedado rezagadas,

mientras los hombres han tenido mayor

oportunidad de acceso a los recursos…

a ellos les llegará su tiempo para trabajar la

masculinidad, pero la estrategia es empoderar

primero a las mujeres.

Equipo Simiente.


Los círculos de amigas y compañerasLuego de conseguir el beneplácito para la propuesta de Simiente, a través de reuniones

comunitarias en las que se presentó y discutió dicha propuesta, el siguiente reto fue

acercar a las mujeres y generar su interés en organizarse.

Este proceso se inició en las comunidades de El Aguacatal, Isletas y Las Olivas, las tres

sugeridas por el Alcalde de ese momento.

Simiente realizó un primer sondeo sobre las condiciones, necesidades y potenciales

intereses; y, luego, convocó a las comunidades a una reunión para dar a conocer su pro-

puesta de trabajo.

Las comunidades estuvieron de acuerdo con esa propuesta y aceptaron iniciar un trabajo,

para el cual se seleccionaron a las primeras familias (selección realizada por las propias

comunidades), valorando, sobre todo, criterios de compromiso e interés de las familias y

la necesidad de cada una de ellas.

A partir de lo anterior se elabora un convenio entre la Fundación Simiente y la comuni-

dad, en el que se establecen los compromisos y obligaciones de cada parte, así como

ciertas características respecto al apoyo que se brindará, por ejemplo se establece que la

fundación “no proporcionará, ni venderá, ni prestará insumos químicos para actividades

agrícolas o pecuarias”4.

En otros aspectos, el convenio establece, explícitamente, que se iniciará el trabajo “con

las mujeres de la comunidad, siendo incorporados los hombres y el resto de la familia

durante el proceso”5.

La primera tarea que acometieron las mujeres fue la conformación de los llamados círculos

de amigas y compañeras, que es la unidad organizativa básica del proceso.

Los círculos son grupos pequeños de personas (no más de diez), las cuáles se reunirán

con cierta periodicidad para llevar a cabo una serie de actividades en forma conjunta.

Son la propias mujeres quiénes deciden cuáles serán parte de su círculo y, usualmente,

buscan a sus amigas y familiares de la comunidad (de ahí el nombre de amigas y com-

pañeras).

Se les motiva a reunirse con personas cercanas a ellas y de su confianza, pues es funda-

mental que se sientan cómodas en este espacio y, además, porque se tenía claro que el

círculo no debía limitarse a ser solamente una instancia organizativa sino también un

espacio en el que las mujeres compartan otros aspectos de su vida cotidiana.

4 Formato del “Convenio entre la Fundación Simiente y Comunidad”, página 1.

5 Formato del “Convenio entre la Fundación Simiente y Comunidad”, página 2.


Cuando se habla del trabajo con las mujeres, rescatar su subjetividad es un elemento

fundamental para Simiente, pues las mujeres integran más fácilmente sus problemas

personales y familiares con su trabajo organizativo y productivo. Así, es común que se

tengan que resolver conflictos de la vida cotidiana de las mujeres, y es importante que

las mujeres cuenten con herramientas para el manejo de esos conflictos.

Cada grupo comenzó a organizarse, y una de sus primeras actividades fue buscar un

un nombre propio6 para el círculo, como forma de profundizar la identificación de las

mujeres con su espacio.

Luego cada círculo define los principales valores que van a regir su trabajo como por

ejemplo, responsabilidad, compañerismo, confianza, respeto, entre otros. El tema de los

valores es fundamental en esta etapa inicial para resaltar la idea que los círculos no solo

se forman para llenar intereses o suplir necesidades, sino también para propiciar cambios

importantes en la vida de las participantes y en sus familias, o sea para promover también

el cumplimiento de ciertos valores positivos entre ellas.

6 Tales como: Dios es Amor, Nueva Luz, Nueva Esperanza, Las Samaritanas, Héroes por la Fe, entre otros. Es usual que muchos de esos nombres tengan una referencia clara a los aspectos espirituales que también son una faceta importante del proceso.


En el siguiente paso, cada grupo define una estructura interna mínima, nombrando a

una coordinadora, una promotora, una secretaria y una tesorera. Además, adoptan un

reglamento sencillo para regular el funcionamiento del círculo, el que cada cual puede

adaptar a sus condiciones y circunstancias (por ejemplo, no hay un plazo predeterminado

para ejercer los cargos sino que eso queda a la libre decisión del grupo).

● la coordinadora es la persona responsable de velar porque las integrantes del círculo

realicen el trabajo propuesto, fortalezcan la organización, se preocupen por su desa-

rrollo individual y cumplan con las metas propuestas.

● la promotora es la encargada de recibir las capacitaciones en el tema productivo, pero

también en otros aspectos igualmente relevantes: “nos hemos capacitado en derechos

de las mujeres y en agricultura” (Elsa Marina Maldonado, Círculo Nuevo Amanecer). Pos-

teriormente comparte conocimientos y metodologías con sus compañeras, y las apoya

para la puesta en práctica. En otras palabras es quien asiste a las capacitaciones, se

apropia del conocimiento técnico por medio de una metodología sencilla y amigable,

y multiplica esos conocimientos.

● la secretaria es la responsable de anotar la asistencia y los aspectos que se discuten

cada vez que el círculo se reúne.

● la tesorera es quien ayuda con el registro de ahorros.

Esta estructura interna es simple y flexible, permite a la mayoría de quienes integran el

círculo ir asumiendo algún papel relevante de liderazgo.

Los círculos desarrollan capacitación en diversos temas, sobre todo en derechos de las

mujeres, acciones productivas y aspectos organizativos y administrativos; y desarrollan

iniciativas relacionadas con estos temas, tales como el trabajo en la parcela, el pase de

cadena y el desarrollo de algunas microempresas.

El trabajo en cuánto a los derechos de la mujer tiene el fin de mejorar la autoestima de

las integrantes de los círculos y que éstas generen conciencia y defiendan su derecho a la

participación, a la organización, y a ser parte de las decisiones productivas y económicas

en las familias7.

Como resultado de lo anterior, las mujeres participan más en las actividades y asumen

responsabilidades organizativas. Han generado apoyos de cuido en los que participan

los hombres, además las responsabilidades productivas y domésticas se comparten más

entre los hombres y mujeres de la casa.

7 Entre los temas de capacitación y sensibilización están género y liderazgo, género y desarrollo, dere-chos humanos, las leyes que protegen a las mujeres (Ley contra la Violencia Doméstica, el Código de Familia), la construcción de identidades (quién soy, qué tengo, qué hago, qué es sexo-género, doble y triple jornada, trabajo productivo, trabajo reproductivo), realidad local y nacional. Así mismo, los dere-chos económicos, la salud, el derecho a organizarse y vivir sin violencia; y el derecho a la educación y capacitación.


En estos resultados influyen las mejoras en la

autoestima, que generan nuevas destrezas y

mayor confianza en las mujeres propiciadas

por sus nuevas condiciones organizativas y

productivas. Los cambios generan diferencias

en las condiciones objetivas en sus vidas, por

ejemplo, contar con mayores ingresos propios.

A un nivel más general, el trabajo de “derechos” se ha comenzado a expresar en la inci-

dencia que se hace para reivindicar demandas colectivas de las mujeres, cuya expresión

más concreta ha sido el logro de obtener un puesto en el mercado y la apertura de una

oficina de la mujer en el municipio.

Se intenta llevar a cabo un enfoque integral, es decir que no solo prevalezcan los em-

prendimientos económicos o solo las capacitaciones organizativas. Simiente estima que,

para que la estrategia organizativa y la estrategia económica sean efectivas, deben ser

complementarias entre sí y avanzar paulatinamente. Por ejemplo, si se llevan a cabo

mejoras en la producción de las parcelas sin haber profundizado el sentido comunitario

de la organización, se podría caer en actitudes individualistas por parte de las personas

que participan en los círculos, o si esas mejoras productivas no tienen como asidero un

aumento en la autoestima de las mujeres, podría darse el riesgo de que sus compañeros

terminen apropiándose de los ingresos extra de las mujeres, lo cual potencialmente

provocaría en las mujeres mayor frustración y decepción.

Dentro de esa integralidad, un factor relevante es la visión cristiana8 que tienen los cír-

culos. El componente espiritual es un elemento integrante del trabajo, y las reflexiones

generadas sirven como complemento y orientación general al trabajo del círculo.

Un ejemplo que suelen dar en Simiente para ilustrar lo anterior, es cómo la reflexión bí-

blica sobre los talentos puede ayudar a ubicar a las mujeres respecto a la prudencia y la

paciencia que deben tener a la hora de planificar y emprender el trabajo y las diferentes

iniciativas derivadas de éste.

La gente de la Fundación expresa que “la estrategia organizativa es la columna vertebral

de Simiente”. Es decir, la estrategia parte de las mujeres como actoras que deben visibili-

zarse en el escenario rural y procurar que ellas mismas logren valorar lo que son capaces

de hacer y crecer como sujetas políticas y de derechos.

8 Simiente es una institución de inspiración cristiana.

Las mujeres aprenden a ser líderes en

grupitos pequeños y en un ambiente de

confianza que les permite ejercitar sin presión

sus cualidades y talentos para el trabajo

organizativo. Equipo Simiente.


¿Por qué esta propuesta organizativa ha motivado la participación de las mujeres?

● La estructura de los círculos es sencilla y estos círculos son conformados por las mujeres

según su propio criterio, lo cual facilita la participación. Los círculos constituyen grupos

que, de cierta manera, “formalizan” un poco los vínculos informales, entre amigas, que

ya las mujeres tienen en las comunidades.

● Cada círculo define, por sí mismo, las prioridades de interés y cuentan con el apoyo

de Fundación Simiente, dentro de ciertos límites, para atender necesidades que son

importantes para ellas.

● En suma, es una estrategia organizativa cómoda para las mujeres que les sirve, en primer

lugar, para “salir de la casa” y, además, para aprender cosas y mejorar las condiciones de

vida de las familias. Como los círculos son pequeños, es más sencillo tomar en cuenta

las necesidades de cada persona y propiciar que cada mujer asuma, paulatinamente,

algún tipo de posición de liderazgo.

Influye también que, desde el inicio, Simiente intenta cultivar una relación cercana y

personal con las mujeres: visitándolas en sus casas, permaneciendo en las comunidades

la mayor parte del tiempo, conociendo sus necesidades e inquietudes de primera mano

y compartiendo sus problemas familiares y personales.

Al inicio este proceso no fue fácil, porque mu-

chos esposos y compañeros ponían resistencias

e impedían de alguna forma que las mujeres

asistieran.

Con el paso del tiempo la situación ha cambiado,

sobre todo con aquellas mujeres que tienen va-

rios años de ser parte de los círculos. Ellas cuentan

cada vez más con el apoyo de sus compañeros o

esposos. Un aspecto útil ha sido la información

que se da a toda la familia con respecto a las acti-

vidades en las que están involucradas las mujeres,

y el hecho de que los hombres no se sientan ex-

cluidos, sino con la libertad de optar por su pre-

sencia en el círculo; o involucrarse desde otros

espacios en la familia y en la parcela.

En las comunidades más antiguas, la mayor parte de las mujeres están integradas en los

círculos, las que no lo están usualmente es debido a ciertas condiciones objetivas par-

ticulares: las mujeres de la tercera edad, mujeres con muchos niños y niñas pequeñas o

familias que tienen mejores condiciones económicas, por ejemplo, reciben remesas del

exterior y no están interesadas.

Yo recuerdo una vez que una señora,

estando en un taller, se levantó y dijo

‘yo no puedo acompañarlas más, tengo

que regresar’ y se puso a llorar. Nosotras

hablamos con ella, y nos contó que su

esposo la dejó ir pero con la condición de

que regresara al medio día. Se le dijo que

no importaba que se fuera, que ya ella

había dado un importante paso asistiendo,

y que esto precisamente se trataba de un

camino donde los avances podían ser lentos

y que iba a contar con el apoyo de todas las

compañeras de los círculos y del equipo de

Simiente. Equipo Técnico Simiente.


Yo he visto que mi esposo ya no es el mismo, ahora entiende lo que soy capaz

de hacer y me respeta más. Lo importante es que mis hijos también están viendo estos

cambios. Dalva Raquel Santos, Grupo Nuevo Amanecer.

Antes nos ateníamos al esposo, y ahora no.

María de los Angeles Bonilla, Círculo Héroes por la Fe.

Lo importante de este proyecto es que liberó a las mujeres, ahora ellas pueden salir

y participar de capacitaciones y visitas a otros países. Antes nosotros no las dejábamos

salir porque había mucho machismo. Ahora hemos cambiado, y hasta trapeamos,

ayudamos en la cocina, y sabemos que eso no nos hace menos hombres.

Eulalio Gómez, esposo de una mujer participante en un círculo.


Nosotras en los círculos hemos sembrado tomate, chile, culantro, árboles

maderables, yuca, camote, zapallos, guineos, maíz, jilotes, aguacate, pipianes.

Algunas tenemos banco de semillas y nos estamos preparando para un proyecto

de frijoles que rescata la producción y las semillas criollas.

También hemos aprendido de la crianza de gallinas, cabros, vacas.

Dalva Raquel Santos, Círculo Nuevo Amanecer.

El trabajo productivoUn eje central del trabajo de los círculos de mujeres es la agroecología.

En el trabajo agroecológico, cada integrante de los círculos inicia dibujando un croquis

real de su parcela, y otro de la situación ideal a corto y mediano plazo, con una proyección

de 5 a 8 años. Cada dibujo de parcela se analiza; y luego se plantea una propuesta, la

cual se revisa sistemáticamente para ir viendo cambios, y acercarse a la imagen objetivo.

Esta primera tarea contribuye a que las mujeres se apropien más de sus parcelas, y a la

vez ayuda a una mayor integración familiar pues se motiva a las mujeres para que hagan

estos diseños de parcela en compañía de los demás miembros de su familia.


A partir de este “plan de parcela” se definen prioridades y se establecen las capacitaciones

requeridas por los círculos, las cuáles se han centrado en la conservación de suelos, los

trazos de curvas a nivel y la consideración de los niveles de humedad.

Los temas de capacitación en la gestión productiva son muchos y variados, algunos de los

más importantes son: conceptos de agroecología, fitotecnia, abonos orgánicos, cultivos

protegidos, manejo postcosecha, gestión de recursos naturales, diseño y construcción

de tecnología de manejo de agua, zootecnia, etc.

Existe claridad en que como mujeres se han

beneficiado individual y colectivamente de las

capacitaciones, del conocimiento y de la organi-

zación que les permite salir adelante y mejorar

la calidad de vida.

En general, en las parcelas es notoria la diversi-

ficación de los cultivos, cada productora tiene

en su parcela, como mínimo, cuatro cultivos

diferentes, lo que ha contribuido a una mayor

variedad y calidad en la alimentación. Los princi-

pales cultivos que se han introducido son: cebolla, chile dulce, zanahoria, pepino, culantro,

yuca, camote, jícama, flor de Jamaica, tomate y papaya; también se tiene producción de

maíz, ayote, pataste, remolacha, sandía, plátano y cebollín.

Anteriormente, las familias tenían que comprar muchos de estos cultivos en el mercado

de Langue.

En cuanto a los niveles de producción, se ha logrado obtener la siguiente información

respecto a una parcela promedio, 400 metros cuadrados, con sistema de riego:

especie Producción Área de siembra Tareas × productora

número de productoras

Camote 565 libras 1200 m2 50

Yuca 443 libras 800 m2 40

Tomate 160.5 libras 400 m2 25

Frijol gandul 23 libras 200 m2 25

Chile dulce 97 libras 250 m2 30

Ayote 133 ayotes 1200 m2 50

Jamaica 42 libras 1200 m2 15

Culantro 67 mazos 200 m2 30

Antes de que viniera Simiente yo no tenía

una parcela como la tengo ahora con

culantro, chile, tomate, maderables.

Lo que he logrado tener me beneficia a mí

y va a favorecer a otras compañeras que

también participan en los círculos y que

podrán beneficiarse. Suyapa Santos,

Círculo La Acacias.


Los datos reflejan una mejora importante en cuanto a la cantidad y diversidad de la pro-

ducción; sin embargo, la carencia de una línea de base detallada por familia, o al menos

de una muestra representativa del conjunto de las familias, impide determinar con mayor

precisión la magnitud del cambio generado. Aun así podemos mencionar que la mayoría

de productos que hoy cultivan en cada círculo, han sido promovidos por el trabajo de

intervención de la Fundación Simiente, ya que la producción agrícola en esta región se

destinaba más a la siembra de maíz y frijoles.

En cuanto a la transformación de productos, las iniciativas que hay son aún incipientes:

se elabora jabón, que es el rescate de un producto ancestral con mucha demanda en las

comunidades; y se hacen mermeladas (producto difícil de comercializar por lo caro del

envase).

En el área de comercialización, las mujeres no tenían la práctica de vender y la han ido

adquiriendo paulatinamente. Cada comunidad ha asumido con responsabilidad el día que

le corresponde estar en el mercado, y hay una buena comunicación entre las mujeres de

las comunidades para tener producto para venta.

Según el testimonio de las propias mujeres, los productos más rentables y de fácil venta

son el culantro, el tomate, la jícama, el camote, la yuca y el elote.

Este ejercicio de compra y venta ha permitido que las mujeres acumulen mayor experien-

cia en aspectos productivos como apreciar mejor la calidad de los cultivos; y de venta y

negociación como formas de pesar el grano, definir precios, etc.

Además de los mercados locales, se ha iniciado la comercialización en pequeña escala

de jícama, un tubérculo que tiene mercado en la frontera con El Salvador, relativamente

cerca de las comunidades.

Otro tema importante tiene que ver con la compra y venta de granos, las mujeres se

están organizando para comprar y almacenar un porcentaje de la producción local que

posteriormente se pondrá a la venta para que la población compre en tiempo de escasez.

Además, algunas mujeres son proveedoras de material vegetativo como yuca, camote,

semilla de jícama, zacate King grass y camerún y semilla de zacate andropogon. Algunos

círculos son proveedores de pie de cría de aves y cabras tanto a Simiente como a otras

organizaciones de la zona.

Los círculos también han incursionado en el establecimiento de microempresas (a partir

de sus ahorros) en rubros como botiquines veterinarios, venta de árboles frutales o ma-

derables, tiendas de consumo y otros; hay, por lo menos, unas veinte de estas empresas

que pueden considerarse exitosas pues generan una ganancia relevante y constante

para las mujeres.


Un aspecto importante a tomar en cuenta es que hacer agroecología con hombres y mu-

jeres es diferente; el abordaje, las metodologías y la valoración de lo que se hace deben

ser diferentes; solo para citar un ejemplo, a las mujeres les resulta mucho más difícil asistir

a las actividades de intercambio, y para las que tienen hijos pequeños es casi imposible,

entonces se deben buscar alternativas metodológicas diferentes.

Las juntas comunitarias y las redes zonalesLuego de que varios círculos tenían algún camino andado, en el año 2006 se pensó en

crear un espacio en el que todos los círculos tuvieran representación, con el fin de hacer

confluir y coordinar las experiencias, así nace la primer junta comunitaria.

De todos los círculos ubicados en una misma comunidad, cada uno elige una representan-

te para conformar esta junta, cuyo principal propósito es que se conozcan las iniciativas,

problemas y posibilidades de apoyo entre círculos.

Las representantes de las Juntas Comunitarias son las responsables de velar que la visión

organizativa de las mujeres, en ese nivel, se vaya construyendo alrededor de sus necesi-

dades estratégicas.


En este nivel adquiere especial relevancia la capacitación sobre ciudadanía, derechos,

identidad, realidad, entre otros; perfilándose algunas mujeres que tienen capacidades de

liderazgo y conducción. Un instrumento de apoyo para la junta es el reglamento que rige

las responsabilidades de las socias y los mecanismos de control interno en la organización.

Una vez que las representantes de los círculos son elegidas, se procede a nombrar los

cargos. Para organizar la junta comunitaria se propone una estructura de cinco a siete

cargos e elegir: presidenta, vicepresidenta, secretaria, tesorera, fiscal, vocal 1, vocal 2.

Como la experiencia de las juntas resultó positiva

y dado el gran crecimiento de los círculos (en la

actualidad funcionan aproximadamente 125 círcu-

los en 63 comunidades9, involucrando a unas 1408

familias), en el año 2007 se pensó en conformar

una red zonal, como un espacio común para la

organización comunitaria de las mujeres en cierta

zona. A raíz de lo anterior, en ese año se conformó

la primera red en Concepción de María.

La red se compone con las delegadas de las juntas comunitarias, una por cada junta.

Además de convertirse en un espacio en el que confluyen las necesidades e intereses de

las mujeres, a este espacio se le ve un potencial particular para incidencia política y, de

hecho, ya ha comenzado a rendir frutos10, o sea las redes se organizan con la intención

primordial de que ayuden en la definición de una agenda política que destaque las de-

mandas de las mujeres en el municipio.

Actualmente, están conformadas ocho redes, cada red zonal se reúne cada dos meses y

cuenta con un plan básico de trabajo.

Hasta ahora ha sido común que en este nivel se inicien procesos de interrelación con

otras instancias del municipio como la alcaldía y organizaciones de la sociedad civil. Como

resultado de ese proceso, las redes de Langue forman parte también del Frente Amplio

de Organizaciones Comunitarias de Langue, que es una instancia común de diversas

organizaciones sociales del municipio.

9 En las comunidades donde se inicia el trabajo, hay un 80% de familias involucradas y en las comunida-des donde recién se ha iniciado el trabajo se ha incorporado un 50% de las familias aproximadamente.

10 La red de Concepción de María logró convencer al alcalde de Langue para que les cediera dos puestos en el mercado “Nunca se nos olvidará la lucha que dimos todas frente a la Alcaldía porque no se nos que-ría dar la oportunidad de tener un puesto en el mercado. Fuimos con pancartas y carteles, nos sentíamos fuertes y hasta la policía nos acompañó. El alcalde no nos quería atender, pero como a las dos horas salió, se disculpó y nos dio la oportunidad. Ahora tenemos dos puestos en el mercado. Primero nos daba mucha vergüenza vender, pero poco a poco fuimos teniendo confianza y vimos que nos iba muy bien” (mujer integrante de la red). Mientras que la red de Curarén incidió positivamente para que se estableciera una Oficina de la Mujer en su municipio.

Cada círculo nombrará una de sus

miembros para que forme parte de la

junta. Esa compañera tiene que tener

deseo de servir, interés en aprender más

sobre la organización y como se manejan

los recursos que llegan a los círculos y a

las familias. Equipo de Simiente.


Un hecho adicional a destacar es que cada círculo

da un aporte monetario de un lempira mensual

(cinco centavos de dólar) a la Junta Comunitaria, y

la misma cantidad para la Red a la que pertenecen,

para cubrir los gastos mínimos de operación de

esas instancias. Esto es importante por el esfuerzo

que implica sostener esos espacios a partir de los

propios recursos de las mujeres involucradas y no

solo con la búsqueda de recursos externos.

A pesar de todo lo indicado, es esencial señalar

que el esfuerzo de organización y funcionamiento

de la mayoría de las redes es aún, relativamente,

reciente, por lo que se trata de un esfuerzo que

todavía está dando sus primeros pasos.

Las redes están constituidas por aldeas

y territorios. Es importante que las

autoridades del municipio las visibilicen y

que la alcaldía pueda responderles.

Que miren desde lo productivo, desde la

salud. Equipo Técnico de Simiente.

El hecho de que abrieran una Oficina

de la Mujer fue muy importante.

Las municipalidades deben ver su tarea

más allá de las calles y la basura.

Tiene que ver con lo que también

necesitamos las mujeres. Dalva Raquel

Alvarado, Círculo Nuevo Amanecer.

Lo que quiere nuestra Red es contar con una Oficina de la Mujer en la Alcaldía

que se preocupe por nuestras necesidades. Además nos gustaría tener una

personería jurídica que nos permita ser más fuertes y sostenibles. En el futuro

tenemos que preocuparnos por el problema del agua que nos afecta como mujeres

y como familias, sobre todo en época de sequía, pensando en pozos y en la

conservación del agua… y tener más proyectos para el futuro.

María Inés Martínez, miembra de un círculo.


Aspectos relevantes y comunes en la experiencia de los círculos

S entadas las bases organizativas y productivas de los círculos, cada grupo sigue

desarrollando un trabajo planificado (a inicio de cada año, una de las tareas prin-

cipales de cada círculo es elaborar un plan de trabajo, al cual se va dando segui-

miento en cada reunión).

A partir de esa planificación, cada grupo desarrolla su propio perfil de trabajo. Sin em-

bargo, existen varios temas comunes en el trabajo de los círculos. Los más importantes

son los siguientes:

● Acceso a tecnologías

● El pase de cadena

● El ahorro

Acceso a tecnologíasAdemás de la producción, e inicialmente por gestión de Simiente, las mujeres tienen

acceso a otras tecnologías que se han ido incorporando a la parcela como filtros de agua,

fogones mejorados, sistemas para riego y mejoramiento de la vivienda, entre otros.

En la mayoría de estas tecnologías, las familias siempre deben cubrir una parte del costo

(por ejemplo, en los ecofogones y filtros de agua, las personas deben financiar el 20%

del costo total, a un año plazo). Esto para no reforzar visiones asistencialistas, sino otras

más proactivas que rescatan el aporte y el esfuerzo de las personas que se benefician

con estas tecnologías.

Las tecnologías se han ido convirtiendo en un mecanismo de estímulo muy importante

para las mujeres y los círculos, pues son vistos como un medio importante para el me-

joramiento en la vida de las familias. Obviamente, este es un tema que debe manejarse


con cuidado para no “abrumar” a la gente con tecnologías, y para evitar que algunas

personas vean la posibilidad de recibir apoyo como el estímulo principal para incorpo-

rarse al proceso.

El pase de cadena El pase de cadena11 consiste en que si una mujer recibe un beneficio específico, como

un cerdo por ejemplo, ella se compromete a reproducirlo y luego “devolver” otro cerdo,

el cual se le pasa a otra mujer, por lo general de su mismo círculo para que lo aproveche

primero, y lo reintegre de la misma manera. Si en el círculo hay varias personas interesadas,

se realiza una rifa y las demás esperarán otro turno

Es, por tanto, una opción que ha abierto a

las mujeres posibilidades de beneficiarse y

compartir. Lo ven como una forma intere-

sante de mejorar su parcela.

Con esta modalidad, las mujeres de los cír-

culos que cumplan con requisitos básicos y

condiciones pueden recibir cerdos, gallinas,

cabras o vacas, lo que les ayuda a mejorar

sus condiciones de vida y también les da la

satisfacción de ayudar a sus compañeras y

ser solidarias; retribuir lo que recibieron y

aprovecharon.

11 Esta es una metodología aplicada, en su idea original, y difundida por Heifer, agencia de cooperación con sede en los Estados Unidos.

A mí me da una gran felicidad saber que yo

recibí 10 gallinas y un gallo, y que ahora tengo

la posibilidad de quedarme con lo que me

dieron, y hacer feliz a otra compañera con

esas gallinas. Así todas vamos teniendo los

beneficios que nos ayudan a nosotras y a

nuestras familias. En las reuniones de juntas

podemos darnos cuenta de quiénes pueden

hacer el pase de cadena, y cuáles compañeras

están preparadas para recibirlo. Mujer integrante

del Círculo de Nueva Luz.

A mí me costó mucho llegar

a tener el pase de cadena,

pero esperé mi turno y ya

tengo la vaca que quería.

Ahora tengo que esperar

la cría para cumplir con

mi pase, y seguir adelante

esperando otros animales

que me ayuden con la

alimentación de la familia.

Mujer integrante de un círculo

de El Aguacatal.


El ahorroCon el fin de capitalizar y fortalecerse como grupo, el tema del ahorro es fundamental

en los círculos pues permite ir creando un fondo colectivo que ayude a la independencia

y sostenibilidad futura de cada grupo, y de la estructura organizativa de las mujeres en

general.

Funciona de la siguiente manera: cada mujer hace un aporte, semanalmente o cada dos

semanas, basándose en el reglamento de cada círculo, y de acuerdo con sus posibilidades,

desde un lempira (unos cinco centavos de dólar, aproximadamente) en adelante.

Este fondo colectivo les permite desarrollar actividades diversas, desde préstamos perso-

nales hasta botiquines veterinarios (especie de tiendas para la venta de insumos), compra

de semillas, etc. Si la compañera del círculo se retira, se lleva un registro que permite

devolverle su ahorro.

Cada una de nosotras ahorra lo que pueda. Si se va por alguna razón, el

círculo le devuelve sus ahorros, pero la idea es hacer un fondo que nos permita

invertir. Por ejemplo, nosotras montamos con el ahorro un botiquín donde

vendemos medicinas para los animales. La gente nos busca porque estamos

cerca y tenemos buenos precios. Les vendemos de una vez la jeringa con el

medicamento y hasta podemos ofrecer el servicio de inyectar a los animales.

Ha sido muy motivador para nosotras. Hemos aprendido a sacar cuentas,

y volvemos a invertir las ganancias. Hay algunas que tienen miniferreterías.

María Inés Martínez, miembra de un círculo.

En otras oportunidades le hemos podido prestar dinero a otras mujeres en

emergencias, a un bajo interés, y procurando ganar todas, pero más que eso

beneficiarnos del ahorro que hemos hecho poco a poco.

Confesora Vanegas, miembra de un círculo.

Promovemos el ahorro en nuestra organización y tenemos establecidas

microempresas como: graneros, tiendas de consumo, tiendas de ropa, botiquín de

medicina para animales, productos transformados de leche, farmacias populares,

fabricas de rosquillas, compra y venta de aves, embasado de frutas y verduras,

jabón natural, confituras, bloques nutricionales, abono bocachi, panadería,

taller de sastrería, fábrica de especies aromáticas.

Plan estratégico de la Red de Concepción de María.


En todo lo antes descrito, se intenta no perder el carácter solidario de la experiencia de los

círculos. Por ejemplo, una de las mujeres, por enfermedad de su esposo, tuvo que vender

la vaca que había recibido, e interrumpir el “pase de cadena”. Las otras mujeres estaban

muy molestas, y le exigían cumplir con el reglamento. No obstante, para la compañera era

imposible obtener el dinero y vivía una situación

difícil en su familia, por lo que se propició una

reflexión sobre lo acontecido, y el grupo encontró

una solución flexible para apoyarla económica y

emocionalmente.

Además, siempre es claro que lo más importante,

sin restar importancia a las mejoras económicas,

es el crecimiento de las mujeres (la mayoría ape-

nas con primaria incompleta).

Para nosotras las mujeres lo más

importante han sido los conocimientos y

las capacitaciones en diferentes formas.

Nos han gustado mucho. Algunas

compañeras han ido a capacitaciones e

intercambios a otros países como Costa

Rica, Guatemala, Nicaragua y dentro del

mismo Honduras. Elsa Marina Maldonado,

Círculo Nuevo Amanecer.


Otros aspectos importantes de la experiencia

La incorporación de los hombresA pesar de que los círculos, explícitamente, buscan fomentar el mayor protagonismo de

las mujeres, tal como ya se ha descrito, se ha intentado que esto no implique, necesaria-

mente, una exclusión de los hombres.

Cuando el proceso inició se consideró la opinión de los hombres pues, en ese momento,

también se busca convencerlos sobre los aspectos positivos potenciales de la experiencia

y contar con su “aval”, o al menos no con su oposición frontal.

Además, siempre ha sido fundamental tener informadas a las familias sobre las activida-

des principales que llevan a cabo los círculos y pedir el apoyo de los hombres cuando

eso se considera importante, por ejemplo, cuando las mujeres van de gira para conocer

experiencias en otras comunidades fuera de Langue (dentro o fuera del país), se le ha

solicitado a algunos señores muy respetados por la comunidad que acompañen al grupo

de mujeres y evitar así cualquier recelo de parte de sus esposos y compañeros.

Los hombres y los jóvenes también han apoyado actividades específicas relacionadas

con los círculos, por ejemplo, apoyar la instalación y mantenimiento de algunas de las

tecnologías.

Los hombres incluso están invitados a formar parte de algún círculo si así lo quieren y,

aunque esto es difícil en la práctica pues ellos ven a los círculos como un espacio feme-

nino, algunos pocos lo han hecho, sobre todo los que están en condiciones especiales

de vulnerabilidad (hombres solos jefes de hogar, ancianos).

También se les invita a actividades de capacitación productiva y de sensibilización de

género.

En la actualidad, el equipo técnico de Simiente tiene la iniciativa de llevar a cabo un

proceso de capacitación en masculinidad, que estaría dirigido en primera instancia para


el propio equipo y que luego puede ser un insumo para que diseñen espacios de sensi-

bilización con los hombres de las comunidades.

Además, desde hace algunos años ha surgido una organización mixta: la Asociación de

Productores de Frijoles.

Esta iniciativa nació como parte del proyecto “Impulsando la soberanía alimentaria, una

forma de resistir a las manifestaciones de la globalización”, apoyado por Misereor.

Todas las comunidades que son parte de la asociación están organizadas en una junta

comunitaria, siguiendo el modelo de la organización de mujeres.

Si bien son las mujeres las principales actoras de las acciones,

los hombres vulnerables pueden participar en los círculos y los que quisieran…

nunca se les ha cerrado la puerta. Han participado ciertos hombres que indirectamente

quieren tener un beneficio a través de las mujeres; los que llegan

por allí, al tiempo van cambiando sus actitudes y ven la importancia de un trabajo

más solidario en la parcela y en la casa. A ellos se les invita a los talleres de género

para calar también en el cambio de actitudes. Equipo de Simiente.


El diagnóstico de los medios de vidaEl equipo técnico considera que este es un paso fundamental antes de trabajar en un

territorio, ya que este diagnóstico participativo permite un primer contacto con la po-

blación y un análisis crítico de la situación que se desea cambiar (ver el anexo “Temas e

instrumentos de los Medios de Vida”).

Esta es una metodología creada por el Banco Mundial y que Simiente conoció durante

un trabajo que hicieron para otra institución.

El diagnóstico de medios incluye tres aspectos principales:

● La historia y características generales de la comunidad

● El análisis sobre la pobreza en la comunidad

● El levantamiento de la información sobre los activos físicos, financieros, naturales,

humanos y sociales con que cuenta la comunidad.

De todo lo anterior, se recopilan datos de la comunidad respecto a: antecedentes histó-

ricos, ubicación geográfica, tipo de caminos, el número total de viviendas y de familias,

acceso a educación, salud, agua, actividades principales de recreación y religiosas, medios

de comunicación presentes en la zona, principales cultivos de las familias, otras fuentes de

ingresos, insumos agrícolas utilizados, otros servicios presentes en la comunidad (como

pulperías, albañiles, peluqueros, etc.), condiciones de tenencia de la tierra, organizaciones

existentes, etc.

Se intenta hacer una valoración cronológica (como eran antes y como han ido evolucio-

nando con el tiempo) de algunos temas, tales como los recursos naturales, la situación

económica y social y el desarrollo de las organizaciones e instituciones a nivel local.

Con el análisis de pobreza se busca tener una idea aproximada de los grupos socioeco-

nómicos principales presentes en la comunidad (cuántos son los más pobres y cuántos

los que tienen mejores condiciones económicas), también se caracteriza cada uno de

estos grupos (por ejemplo, cuántas vacas o extensión de tierra tienen las familias de la

comunidad que cuentan con mayores recursos). Además se analizan cuáles son las causas

principales que generan más o menos pobreza en la comunidad.

Respecto a los activos con que cuenta la comunidad, lo que se hace es una reflexión

sobre lo que se tiene (por ejemplo, ¿cuáles son las fuentes principales de ingresos que

tienen las familias o qué recursos naturales y físicos tienen las familias, principalmente?).

La última parte de este diagnóstico se relaciona con un análisis comunitario respecto a

cómo podrían afectar el contexto y las políticas o instituciones a los medios principales

de vida que tienen las familias.


La parte final del diagnóstico de los medios de vida tiene que ver con la identificación de

ciertos hallazgos claves, por ejemplo, las carencias que se tienen respecto a la comercia-

lización o el potencial productivo respecto a los árboles frutales.

Como se nota, este es un diagnóstico muy completo, tanto en términos de la recolección

de la información más importante sobre la comunidad como de algunos aspectos analí-

ticos relacionados con las causas de la situación actual de las familias.

Para todo lo anterior, se utilizan una serie de técnicas tales como entrevistas, lluvias de

ideas, ranking de riqueza y de problemas, etc.

Sobre la estructura y el equipo técnico de SimienteEl equipo de Simiente cuenta con una directora ejecutiva, una profesional en aspectos

sociales y de género; una profesional en aspectos agroecológicos; y un equipo técnico,

de 31 personas12, que está en las zonas de trabajo; así como promotores y promotoras

comunitarias que aportan a las experiencias en curso. Ante el aumento de la demanda

de atención en las comunidades, el equipo técnico se ha ido ampliando con la idea de

que apoye sistemáticamente la planificación y gestión de los círculos; así como en el

fortalecimiento de capacidades.

Es importante señalar que, intencionalmente, Simiente ha tratado de que este equipo

sea mixto (conformado por una proporción similar de hombres y mujeres), pues ven

este factor como un elemento clave para impulsar el trabajo con enfoque de género (lo

que se pregona con las comunidades debe practicarse a lo interno de la institución). Por

ejemplo, el hecho de que hayan mujeres en el equipo técnico dando acompañamiento

a los aspectos productivos sirve como referente de que las mujeres pueden desempeñar

actividades ligadas a la producción, veterinaria, construcción de vivienda, y otras funciones

generalmente atribuidas a los hombres.

En esa misma línea, otro hecho significativo, de cara a las mujeres de las comunidades,

es que varias mujeres ocupan varios de las posiciones más importantes de dirección y

coordinación a lo interno de Fundación Simiente.

12 La Fundación Simiente cuenta con un personal de 31 personas (trece personas en Langue, dos en Ara-mecina, seis en Curarén y el resto en Tegucigalpa); lo cual representa un crecimiento muy importante, pues hace tan solo algunos años eran solo nueve personas. Tienen oficinas en estos cuatro sitios, las de Aramecina y Curarén son bastante pequeñas.


A continuación se presenta el organigrama institucional:

Asamblea

Junta Directiva

Dirección EjecutivaConsejo Administrativo

Desarrollo Local

• Programa San Marcos de Curarén

• Programa Langue

• Programa Aramecina

• Programa Goascorán

Contabilidad Venta de servicios

Proyectos especiales

Auditor interno

Los hombres, que forman parte del equipo técnico, también saben que deben servir de

“modelo” al demostrar el respeto por la opinión y participación de las mujeres y apertura

para el trabajo con ellas en aspectos productivos y organizativos, pues en la Fundación

es clave practicar a lo interno lo que se predica.

Es importante recordar que, en la estrategia de apoyo a los círculos, para Simiente es

fundamental generar empatía entre su personal técnico y las mujeres, por lo que este

personal debe ser sensible a las necesidades y condiciones de vida de las familias, de-

mostrar un gusto sincero en acompañarlas.

Por esa misma razón, el personal de Simiente tiene una presencia constante en las comu-

nidades, lo cual se facilita con las oficinas que tiene en ellas. El equipo valora la presencia

constante y afirma que no tenía mucho sentido intentar apoyar este trabajo solo a “control

remoto” desde la oficina ubicada en Tegucigalpa.

Simiente ha reforzado este punto incorporando a su equipo técnico personas de las co-

munidades, jóvenes que han podido ampliar sus posibilidades de estudio.


No hay una receta y las estrategias se van construyendo en el camino para el trabajo

de equidad. En el equipo técnico los hombres han recibido capacitación para

trabajar desde un enfoque de género. Son muchachos jóvenes que tienen mayor

apertura a enfoques de género, y las resistencias no son muchas. Hay cuestionarios

iniciales a la capacitación para indagar sus actitudes iniciales al tema. Es muy

importante el respeto a las compañeras y a las hijas, cualquier rumor puede afectar

al proyecto. Se han incorporado personas jóvenes de las mismas comunidades

que conocen los códigos, la cultura, el lenguaje. Equipo de Simiente.


Sobre la sostenibilidad futura del procesoAunque la Fundación Simiente no tiene estrategias de salida definidas, sí hay una dismi-

nución paulatina del tiempo y grado de acompañamiento requerido por los diferentes

círculos y juntas comunitarias.

En cuanto a los círculos ya constituidos, mu-

chos de ellos funcionan por sí mismos y el apo-

yo de Simiente se limita a temas o informacio-

nes puntuales. Esto es muy diferente en los

círculos nuevos que sí requieren una presencia

mucho más constante de los técnicos.

En una perspectiva de sostenibilidad, el hecho

principal que se busca es la consolidación de

las juntas comunitarias y de las redes de mu-

jeres, pues estas instancias deberían llegar a

desarrollar capacidades suficientes para apo-

yar directamente los diferentes círculos.

Dentro de esa perspectiva, se podría decir que aun se está en proceso, algunas redes y

juntas han avanzado mucho más y cada vez tienen un funcionamiento más autónomo;

no obstante, aún queda por trabajar bastante en esa dirección, sobre todo en cuanto al

tema de la incidencia y la generación de alianzas.

… la idea es que no sea Simiente la miembro

de las coordinaciones con otras experiencias

sino las propias redes de mujeres; pero esos

espacios y la agroecología como tal son

espacios masculinos bien fuertes, entonces

tendrán que llegar también mujeres fuertes,

tanto en lo productivo como en género, que

enfrenten las dificultades de esos espacios

masculinos: desvalorización de su trabajo,

bromas de mal gusto, abordajes “románticos”,

etcétera. Norma Mejía, directora de Simiente.


Lecciones aprendidas: ¿cuáles han sido los aspectos claves del proceso?

Compromiso con la cotidianidad de las personas que participan Si generar empatía siempre ayuda a reforzar los vínculos entre las personas, este pa-

rece un factor clave para las mujeres, quiénes valoran mucho la interrelación entre lo

privado y lo público, lo personal y lo grupal. Por esto se espera que los círculos sean

espacios abiertos a la escucha, a las necesidades de las personas que participan, sin crear

dependencia o pensar que los problemas se resuelven desde afuera. Al contrario, se

trata de involucrar, motivar y problematizar para la búsqueda de sus propias soluciones.

Una organización sencilla, flexible y autónoma para la toma de decisiones Como su propio nombre lo indica, los círculos pretenden ser un espacio organizado en-

tre amigas, con objetivos claros pero sin reglas demasiado estrictas, se ha tenido mucho

cuidado de no caer en las propuestas típicas de una sola organización local de mujeres,

con demasiados formalismos y que da mucho espacio a las más activas, pero invisibiliza

a las que no lo son tanto.

Además, se van construyendo diferentes niveles organizativos con pausa y paulatinamen-

te, no se fuerza a las mujeres a asumir otros niveles de articulación “quemando etapas”.

Las mujeres definen, por sí mismas, buena parte de la dinámica y horarios de sus reuniones

y actividades, se reúnen de acuerdo a su propia calendarización de fechas, compartiendo

y rotando sus lugares de reunión en las casas de las compañeras del círculo.


En la mayoría de las reuniones la presencia de Simiente no es imprescindible, en otras

oportunidades Simiente procura hacer visitas a cada círculo cuando lo requieran, o en

calendarización de una visita cada tres meses, para mantenerse informada de los avances

y obstáculos.

Seguimiento a las iniciativas productivas y al desarrollo personal y organizativoEl equipo a lo interno es exigente en el seguimiento a los avances y obstáculos en las

iniciativas productivas y tecnológicas. Las mujeres que participan están conscientes de

la importancia del monitoreo de sus proyectos a través de las juntas y de las redes. A la

par del seguimiento que realiza Simiente prevalece un fuerte compromiso por parte del

equipo técnico, respetando los horarios, las convocatorias y procurando llegar hasta los

rincones más alejados donde viven las mujeres.

Otro elemento significativo es el equilibrio que se intenta hacer entre el desarrollo personal

de las mujeres involucradas y el mejoramiento de sus condiciones materiales, lo último es

trascendental para motivar a las familias y “atraer”, a partir del “efecto demostrativo”, a otras

personas, pero lo primero es lo que da la verdadera solidez y sostenibilidad al proceso.

En ese sentido, ha sido fundamental apostar a la organización de las mujeres, pero a su

vez a brindarles conocimientos y alternativas agroecológicas, tecnológicas y productivas

para mejorar su calidad de vida. La organización se sostiene en dichos pilares y en la idea

de que las mismas mujeres son las llamadas a transmitir los conocimientos adquiridos

desde su lenguaje, sus marcos referenciales, sus esquemas para el análisis y las buenas

prácticas productivas y culturales que es importante incentivar. El proceso les permite

compartir aprendizajes, ejercer el liderazgo, avanzar en la actitud de ahorro y de valores

como la solidaridad y el manejo de conflictos.

Fortalecimiento de valores en el proceso Se promueven los valores de la solidaridad, el respeto, la paciencia. Este mismo marco

de valores permite manejar de una forma asertiva los conflictos, apostando al diálogo y

a las soluciones que favorecen el espíritu colectivo.

Por ejemplo, siempre hay un período previo para la organización y capacitación de las

mujeres antes de recibir “apoyos concretos” (para mejorar la parcela, por ejemplo), se

promueve, entonces la paciencia, la reflexión y la importancia de un ritmo pausado y

adecuado a cada persona.


En esta perspectiva, también ha sido relevante la importancia que Simiente le da a un

tema que es trascendental para las mujeres de las comunidades: el compromiso cristiano,

que hace que los círculos, sin tener un carácter religioso, tengan muy presentes los valores

espirituales en su trabajo.

La organización de apoyo es coherente con lo que predicaEsto es particularmente cierto respecto a tres temas fundamentales:

● La conformación mixta del equipo técnico, incluyendo una participación activa de

las mujeres del equipo en puestos de dirección y en temas que, tradicionalmente, se

considerarían masculinos, como los aspectos técnico-productivos.

● La presencia constante y permanente del equipo en las comunidades, éste no es un

grupo de personas que llega de vez en cuando a las comunidades y mantiene una

“distancia” entre el personal y la gente.

● La incorporación, paulatina y muy meditada pero creciente, de personas de las comuni-

dades al equipo técnico, que no solo ayuda a la superación en las familias campesinas,

en particular de las y los jóvenes, sino también a llevar en forma clara y presencial la

visión de los y las beneficiarias a las discusiones y reflexiones del equipo técnico.

algunos retos que pueden señalarse son los siguientes:

1. Fortalecer la organización y la gestión

En algunos casos aun deben mejorarse la definición de los objetivos, valores y roles dentro

de los círculos y en los otros niveles organizativos.

Dentro de esa perspectiva, un reto particularmente fuerte está en las juntas comunitarias

y, sobre todo, en las redes zonales, pues muchas de ellas apenas dan sus primeros pasos.

El trabajo de incidencia es incipiente y queda aun bastante por hacer para fortalecer la

capacidad de gestión de las mujeres, lo que es primordial para reforzar la sostenibilidad

futura de su organización.

Un tema que también preocupa a las mujeres es no contar con una organización legali-

zada, pues para ellas esto ayudaría para la generación de fondos y para la autonomía13.

13 Este es un tema que ha provocado discusión, por un lado puede ser interesante la apuesta a la legali-zación en términos de gestión de recursos y legitimación de las organizaciones (para algunas mujeres, esto es muy importante); pero por otro se corre el riesgo de caer en formalismos que le hagan perder a la organización parte de su flexibilidad y dinamismo actuales.


2. estrategias hacia la autonomía y sostenibilidad

Complementario con lo anterior, Simiente no ha definido, en forma explícita, las estrategias

de salida de los círculos, o sea en qué momento éstos pueden seguir trabajando, comple-

tamente, por sí solos sin ningún tipo de apoyo o seguimiento por parte de la Fundación.

En algunos casos se ha visto como, de forma natural, un círculo apoya la constitución de

otro; lo cual sería un proceso deseable (aunque no, necesariamente, posible en todas

las circunstancias), pero esto también tiene que reflexionarse de manera más profunda.

También se debe analizar cómo evitar que algunas personas se acerquen solo por las

expectativas que generan las tecnologías o los pases de cadena, o sea, solo con la inten-

ción de recibir “algo”, esto para evitar crear, aunque sea indirectamente, dependencias

o falsas expectactivas.

3. una visión territorial más acotada y estratégica

Simiente corre cierto riesgo por el éxito de su propuesta metodológica de trabajo con

las mujeres, pues la demanda de nuevas comunidades y municipios ha crecido mucho

durante los últimos años, lo que podría generar cierta dispersión geográfica en su traba-

jo (varios municipios, muchas comunidades diferentes), con los problemas de tiempo y

costo que esto supone.

4. el trabajo con los hombres campesinos

¿Llegará pronto el momento en que se pueda y quiera trabajar más con grupos mixtos?,

¿será conveniente y necesario?, ¿se ocupa/ocupará generar una propuesta metodológica

específica y diferenciada para trabajar con los hombres? El trabajo que se ha hecho con

grupos mixtos, hasta ahora, ha sido positivo, sin embargo, esto ha sido así gracias a un

primer trabajo diferenciado con las mujeres, por lo que es posible pensar en un mayor

trabajo, a futuro, con los hombres, pero siempre con el cuidado de que sea un proceso

paulatino y que no genere problemas respecto a lo que se hace con las mujeres. Esto

también implicaría, para la Fundación, profundizar más en el tema de la masculinidad.

Anexo 1 | Actividades principales para llevar a cabo

la sistematización

Anexo 2 | Temas y herramientas del diagnóstico a través

de medios de vida

Anexo 3 | Lista de mujeres participantes en las comunidades

de Aguacatal y Las Olivas

Anexo 4 | Ubicación del departamento de Valle

Anexo 5 | Esquemas hechos por las participantes

Anexos


Anexo 1 | Actividades principales para llevar a cabo la sistematización Para la realización de esta sistematización, se llevaron a cabo los siguientes pasos prin-

cipales:

● Se elaboró una primera propuesta sobre cómo llevar a cabo la sistematización y cuáles

serían los elementos más relevantes que debía incluir.

● Se realizó una exhaustiva revisión de más de diez documentos relacionados con la

experiencia de trabajo de las mujeres, así como sobre Fundación Simiente en términos

más generales.

● Se llevaron a cabo diversas reuniones y entrevistas, tanto a nivel individual como co-

lectivo, con mujeres de círculos de las comunidades de Aguacatal y Las Olivas. Por lo

mismo, se tuvo contacto con personas integrantes de las juntas comunitarias de esas

dos comunidades.

● También se desarrollaron varias reuniones y entrevistas con el personal de Fundación

Simiente, tanto con las personas que tienen su sede principal en la oficina de Teguci-

galpa, como con quiénes están en la oficina que Simiente tiene en Langue.

● Se realizó un encuentro que contó con la participación de mujeres representantes de

cuatro redes zonales: Tamayo, San Marcos, San Francisco y Concepción de María.


Anexo 2 | Temas y herramientas del diagnóstico a través de medios de vida Métodos utilizados (detalle de las herramientas utilizadas para realizar los análisis de

pobreza, de medios de vida, prioridades, oportunidades y metas de la comunidad).

Temas Sub temas Herramientas utilizadas

Historia y característi-cas de la comunidad

Antecedentes históricos Perfil histórico

Cronología de situación ambiente, político, orga-nización

Extensión de la po-breza en la comuni-dad

Proporción de las unidades fami-liares por grupo socioeconómico

Ranking de riqueza

Características de las unidades familiares

Ranking de bienestar

Quiénes son los grupos vulne-rables

Ranking de bienestar

Tendencias de la po-breza en la comuni-dad

Las cosas están mejorando o em-peorando, ¿porqué?

Lluvia de ideas

Sostenibilidad de los medios de vida

Tendencias y estacionali-dades

Análisis de los medios de vida

Activos de los medios de vida Ranking de riqueza

Cómo las políticas e instituciones afectan los medios de vida de la gente

Prioridades y oportu-nidades de la comu-nidad

Metas y prioridades de la comu-nidad

Entrevista semiestructu-rada

Oportunidades para el desarro-llo de la comunidad

Ranking de problemas


Anexo 3 | Lista de mujeres participantes en las comunidades de Aguacatal y Las Olivas Círculos nuevo amanecer, las acacias, 5 estrellas, las samaritanas, Héroes por la Fe de la comunidad del aguacatal

Dalva Raquel Alvarado Mildonia Alvarado

María de Jesús Ortiz Cirila González Alvarado

Cristina López Amada Certz Castro

Elvia Josefina R. Suyapa Santos

María Colomba Chávez Elsa Marina Maldonado

Gloria Ondina Rodríguez María Celia Maldonado

Paula Ávila Yeny Leonor Santos

Ana María Gómez Gloria Ester Ortiz

Sebastiana Santos María de los Ángeles Bonilla

Círculos dios es amor, nueva luz y nueva esperanza, de la comunidad de las olivas

Noemí Brizuela Eugenia Chávez

Adriana Ortiz Siriaca Brizuela

Eulalio Gómez Domitila Gómez

Argentina Godínez Catalina Godínez

Elia Cruz Solroli Chávez Nieto

María de la Cruz Chávez Confesora Vanegas

Rosa Delia Villalta Brígida Martínez

María Inés Martínez Maura Nieto

Gregoria Nieto Oneyda Gómez


Honduras

Caridad

Aramecina

Alianza

NacaomeGoascorán

Amapala

San Lorenzo

Langue

San Fco.de Coray

Departamento de Valle

Anexo 4 | Ubicación del departamento de Valle


Anexo 5 | Esquemas hechos por las participantes

La experiencia productiva y organizativa de la mujeres de los cículos de amigas y compañeras.

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