Medicina Antroposofica

100
Otto Wolff LA MEDICINA DE ORIENTACIÓN ANTROPOSÓFICA Y SUS MEDICAMENTOS Antroposophisch orientierte Medizin und ihre Digitalización y Arreglos BIBLIOTECA UPASIKA “Colección Antroposofía” Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos 2 CONTENIDO Prefacio, página 3. La Situación Actual de la Medicina, página 4. Enfermedad y Curación, página 7. La Naturaleza de la Curación, página 11. Los Distintos Métodos para Hallar Sustancias Curativas, página 13. 1. Medicina Popular y Naturista. 2. Quimioterapia. 3. Homeopatía. 4. Medicamentos de la Medicina de Orientación Antroposófica. Nuevos Caminos en la Preparación de los Medicamentos, página 25. Muérdago y Cáncer, página 29. Medicamentos Típicos, página 34. Terapia con Metales, página 38.

Transcript of Medicina Antroposofica

Page 1: Medicina Antroposofica

Otto Wolff

LA MEDICINA DE ORIENTACIÓN

ANTROPOSÓFICA Y SUS

MEDICAMENTOS

Antroposophisch orientierte Medizin und ihre

Digitalización y Arreglos

BIBLIOTECA UPASIKA

“Colección Antroposofía”

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

2

CONTENIDO

Prefacio, página 3.

La Situación Actual de la Medicina, página 4.

Enfermedad y Curación, página 7.

La Naturaleza de la Curación, página 11.

Los Distintos Métodos para Hallar Sustancias Curativas, página 13.

1. Medicina Popular y Naturista.

2. Quimioterapia.

3. Homeopatía.

4. Medicamentos de la Medicina de Orientación Antroposófica.

Nuevos Caminos en la Preparación de los Medicamentos, página 25.

Muérdago y Cáncer, página 29.

Medicamentos Típicos, página 34.

Terapia con Metales, página 38.

Consideraciones sobre la Situación Terapéutica, página 44.

¿Cómo se Logra la Curación?, página 47.

Perspectivas, página 51.

Page 2: Medicina Antroposofica

Referencias Bibliográficas, página 53.

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

3

PREFACIO

En los últimos siglos la medicina ha sido influenciada y dominada cada

vez más por las ciencias naturales. La atención del médico se fue desviando

paulatinamente del ser humano y el entorno que lo condiciona, centrándose en

el estrecho tubo del microscopio. Lo que originalmente se consideraba como

eucrasia o discrasia de los humores ha sido reducido a reacciones químicas en

probetas. Se ha perdido la imagen del ser humano. El individuo enfermo ya no

es considerado como ser anímico espiritual. Se lo evalúa en base a los

hallazgos de la física y la química y se lo trata como objeto que debe ser

reparado. Reconocemos plenamente que en esto se ha alcanzado una

perfección admirable. Pero a pesar de que los recursos de la medicina se han

ido mecanizando, electronizando y complicando cada vez más, los seres

humanos están cada vez más enfermos.

Aquellos profesionales representantes de esta medicina que han

conservado una visión clara y un libre discernimiento y cuyos criterios no

están totalmente sumergidos en la mecánica de esta medicina presuntamente

científica, comprueban y expresan que la misma medicina se encuentra

enferma. A menudo se trata de gente joven, estudiantes, de medicina o

médicos jóvenes que han superado la etapa de fascinación irradiada por la

medicina actual y que buscan una salida de la fijación unilateral de la

medicina. Buscan una concepción del ser humano, que les permita reconocer

al individuo sano, al enfermo y al agobiado por su destino. Desde comienzos

de este siglo existe una ciencia que brinda esa imagen del ser humano: la

antroposofía creada por Rudolf Steiner.

Page 3: Medicina Antroposofica

En el presente trabajo se exponen en forma clara y concisa los

fundamentos del arte de curar surgido de la antroposofía. La información

suministrada muestra que la medicina de orientación antroposófica no se

contrapone a una ciencia genuina, sino que constituye una ampliación de la

medicina enseñada y practicada en la actualidad. El lector de este trabajo es

incentivado a estudiar la obra de Rudolf Steiner, con lo cual el escrito cumple

su cometido de la mejor manera.

Dr. Friedrich Lorenz

Departamento Médico. Universidad Libre de Ciencias Espirituales

Goetheanum, Dornach (Suiza)

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

4

LA SITUACIÓN ACTUAL DE LA MEDICINA

El enfermo que hoy en día va a consultar al médico, espera obtener un

pronto alivio de sus dolencias, porque está convencido de que prácticamente

“existe algo” contra todas las enfermedades, como por ejemplo gotas para el

corazón, comprimidos que calman los dolores y otros “para los nervios”;

espera que el médico subsane el “desperfecto” de la misma manera como él

hace reparar Su automóvil.

Efectivamente vivimos en una época que dispone de medicamentos tan

eficaces, que hubieran resultado inimaginables treinta años atrás. Contrarrestar

inflamaciones, tranquilizar estados de excitación, controlar las infecciones,

calmar dolores y dominar complicaciones mortales son resultados casi seguros

de la farmacología moderna. Hasta él individuo al que le hayan extirpado

ambos riñones puede seguir viviendo, ya que existen riñones artificiales. El

diabético, gracias a la insulina, puede llevar una vida (casi) normal, etc.

Constantemente se crean nuevos medicamentos de efecto más rápido, más

Page 4: Medicina Antroposofica

intenso y prolongado. Todo esto da la impresión, no solamente entre los legos,

de que así como ciertas enfermedades han sido erradicadas definitivamente, y

otras se controlan fácilmente, también será posible solucionar, dentro de pocos

decenios, los problemas aún pendientes.

Sin lugar a dudas, la medicina actual ha logrado numerosos éxitos en su

lucha contra las enfermedades; sin embargo, hay que ver claramente en qué se

basan dichos éxitos. Hacer un riñón artificial ha sido responsabilidad de la

técnica; desarrollar y fabricar productos medicinales eficientes, un logro de la

investigación química; para construir nuevos aparatos medicinales se han

aplicado leyes de la física. Vale decir que gran parte del progreso de la

medicina se debe, no tanto al arte y la habilidad del médico mismo, sino más

bien a resultados de las ciencias naturales: la tecnología, la química y la física.

Naturalmente hemos de aprovechar los resultados de las distintas disciplinas

de la ciencia natural; pero la medicina, cada vez más, se ha subordinado a

ellas, perdiendo y negando así su propia esencia. El que sufre las

consecuencias de esta evolución, por - o a pesar de - los éxitos obtenidos en el

campo de la medicina, es el enfermo, es decir el ser humano, al que ya no se

considera en su integridad; esto por otra parte tampoco sería posible,

meramente desde el punto de vista de las ciencias naturales.

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

5

Es obvio que, como resultado de esta evolución, el hombre ya no es

capaz de adoptar una actitud interior frente a su enfermedad, o de comprender

el sentido de ella, de modo que la considera tan sólo un problema técnico, un

desperfecto que ha surgido sin su participación y que de igual manera debe ser

reparado por el médico sin la colaboración del paciente. Esto es muy

comprensible, ya que la medicina actual también califica a la enfermedad

Page 5: Medicina Antroposofica

como “error metabólico”, como “mando defectuoso” o “autorregulación

bloqueada”, etc. Pero nadie se pregunta quién es el que comete el error de

coordinación.

La medicina de nuestros días está unilateralmente orientada hacia las

ciencias naturales. Las facultades específicas del médico, su “ojo clínico”, su

intuición en el diagnóstico, la comprensión de la individualidad del enfermo,

de su destino, su constitución, etc. se toman mucho menos en consideración

que el diagnóstico obtenido a través de costosos aparatos. Naturalmente,

ningún médico rechazará los refinados recursos que se le brindan para el

diagnóstico. No obstante, hay que ver claramente que éstos sólo debieran

tomarse como un elemento más que acompañe las facultades médicas antes

mencionadas, pero que no las sustituya. Allí radica, actualmente, la desviación

unilateral dentro de la medicina, con la opinión formada de que el aspecto

científico-natural de la medicina es el único valedero para la investigación y

evaluación. Además la medicina actual se basa en una concepción estrecha y

parcial del mundo, incapaz de comprender la totalidad del ser humano.

La investigación psicosomática realiza grandes esfuerzos a fin de

evidenciar la importancia de la vida anímica en los procesos patológicos, pero,

debido al predominio de conceptos provenientes de las ciencias naturales, a lo

sumo se llega, por ejemplo, a que la psicoterapia opere paralelamente a la

medicina interna; esto también es una expresión de la especialización.

Así se evidencia cada vez más una desproporción dentro de la evolución

de la medicina. Por un lado se ha logrado aumentar la expectativa de vida del

ser humano; sin embargo, se comprenderá fácilmente que esto ha de llegar a

sus límites. Por otro lado, la prolongación de la vida no va acompañada de un

mejor estado de salud; por el contrario, es un hecho indiscutible que el hombre

en general está cada vez más enfermo. Lo confirman por ejemplo el evidente

Page 6: Medicina Antroposofica

debilitamiento progresivo de la constitución física de los niños en edad

escolar, el aumento generalizado de las patologías del tejido de sostén, la

debilidad de los tejidos conjuntivos, con sus secuelas, los daños en la columna

vertebral, el constante aumento de las cifras relativas a casi todas las

enfermedades crónicas o degenerativas, sin dejar de mencionar el continuo

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

6

incremento del consumo de medicamentos, etc. Todo esto obliga a poner en

duda la meta fundamental del camino emprendido. Frecuentemente la

aplicación de los medicamentos no responde a un objetivo de curación real,

sino que tiende a obtener un rápido efecto visible, sin tener en cuenta la

conveniencia y, con ello, el sentido de un síntoma patológico.

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

7

ENFERMEDAD Y CURACIÓN

La enfermedad afecta al ser humano en su totalidad. Un efecto corporal

puede producirle dolores, esto es, una vivencia anímica; a la inversa un shock

psíquico, un susto, puede producir reacciones físicas, e incluso conducir a la

muerte. Estas reacciones que por ser agudas son fácilmente visibles, también

tienen lugar en afecciones de menor intensidad, pero de mayor incidencia. Es

cierto que actualmente se reconocen influencias psíquicas que conducen a

enfermedades corporales y viceversa; pero estos conocimientos no bastan para

captar en su totalidad el problema “enfermedad” y su significado para el ser

humano. La medicina de nuestro tiempo se basa en las ciencias naturales, pero

la enfermedad no es un problema de estas ciencias. Por lo tanto es

comprensible que aún no se hayan solucionado estos problemas esenciales.

“Si bien la medicina actual se basa en los cuadros clínicos, ella no ha sido

Page 7: Medicina Antroposofica

capaz de dar una definición satisfactoria y generalizada acerca de qué es

realmente la enfermedad y qué es lo que ha de considerarse como tal”. (1).

El concepto de enfermedad y el problema del significado de un síntoma

patológico no son especulaciones teóricas, sino que tienen una eminente

importancia práctica. Según el extenso conocimiento antropológico que forma

la base de la imagen antroposófica del ser humano, existen dos grandes grupos

de enfermedades polarmente opuestos, vale decir que se mantienen

recíprocamente en equilibrio. Por un lado están las enfermedades

inflamatorias (altamente febriles) y por el otro lado, las enfermedades

escleróticas, a las que también pertenecen el cáncer y la diabetes. Por ser

polarmente opuestos, estos dos grupos también pueden neutralizarse

mutuamente, encontrándose en un permanente interjuego, a modo de balanza.

El descenso de un lado de la misma, puede estar condicionado por un

sobrepeso en ese mismo lado, pero también por falta de contrapeso en el lado

opuesto. Así también, una enfermedad o un síntoma recién se comprenderá

correctamente si se analiza la irregularidad correspondiente bajo el aspecto del

antagonismo. Empero, el hombre moderno está acostumbrado a pensar en

forma lineal, es decir, de tal modo que un hecho va surgiendo y evolucionando

a partir de otro, y que las diferentes etapas y ramificaciones ya no tienen, para

él, ningún contacto entre sí.

El enfoque polar, tal como ya había sido enfáticamente apoyado por

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

8

Goethe, significa que de un origen se han desarrollado dos formas opuestas,

las que sólo son comprensibles en su conjunto, es decir, que una no podría

existir ni interpretarse sin la otra. Lo mismo puede decirse con respecto a las

referidas tendencias polares en las enfermedades inflamatorias y escleróticas.

Page 8: Medicina Antroposofica

Vamos a dar un ejemplo aclaratorio.

El hecho de que las inflamaciones y los tumores estén relacionados ya

ha sido constatado en el pasado por muchos investigadores, (2) llegándose casi

siempre a la conclusión de que existe cierto antagonismo, es decir, que los dos

polos se contraponen. Se ha comprobado que raras veces se nota la tendencia a

inflamaciones en las personas con cáncer, y que tales enfermos presentan

cierta inmunidad contra determinadas enfermedades infecciosas. Sobre todo se

observó que en los contados casos de curación espontánea de cáncer, ésta se

produjo después de una enfermedad altamente febril.

Si la correlación entre los estados de inflamación y cáncer ya se conoce

desde hace tiempo, sin que esto haya tenido consecuencias prácticas, ello se

debe, por un lado, a la falta del concepto de polaridad que permitiría la plena

comprensión de este fenómeno; por otra parte, no se le da la debida

importancia a la fiebre como factor integrante de la inflamación. Según las

investigaciones del premio Nóbel francés Lwoff, a la inmunidad contra una

infección virósica depende mucho más de la temperatura del organismo que

de las reacciones humorales o celulares. Los estudios realizados al respecto

demostraron que en casos de virosis la administración de antipiréticos resulta

sumamente inadecuada, ya que el descenso de la temperatura lleva a una

mayor multiplicación de los virus, a un aumento de las lesiones y a una mayor

mortalidad. Estas investigaciones confirman, en forma experimental, la

veracidad de la teoría de la polaridad antes mencionada, sin que por ello tales

resultados se hayan tomado en cuento para la práctica.

El citado enfoque polar del acontecer patogenético puede conducir a

conclusiones fecundas paca la patología y la terapéutica, como así también a

la noción de que la salud no radica en la ausencia de tendencias inflamatorias

o escleróticas del organismo, sino en un equilibrio entre estas dos fuerzas

Page 9: Medicina Antroposofica

polares.

A través del concepto de la relación salud-enfermedad, se reconoce que

hay dos grupos polares de enfermedades que hasta cierto grado pueden

compensarse mutuamente, es decir que una enfermedad puede curar la otra:

esta comprobación quizá pueda resultar algo chocante, teniendo en cuenta el

esfuerzo que realiza el ser humano para evitar todo tipo de enfermedades. Con

todo, no se trata de fenómenos totalmente desconocidos. El sabio griego

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

9

Parménides exclamó: “Dadme una sustancia para producir fiebre, y yo curaré

cualquier enfermedad”. Ciertamente hoy en día podemos provocar fiebre, pero

sin poder curar con ello todas las enfermedades. De todos modos, la referida

sentencia encierra una sabiduría con respecto a la fuerza curativa de la fiebre,

que si bien ha sido redescubierta en nuestros tiempos, aún no se reconoce en

su pleno significado.

En tal sentido ha de interpretarse el hecho de que en los pocos casos de

curación espontánea del cáncer, es decir sin la intervención del médico, esa

curación se debió a la aparición de una enfermedad altamente febril (erisipela,

en la mayoría de los casos).

Lo expuesto también significa que la represión de una enfermedad

puede favorecer el desarrollo de otra. Lo que de ello resulta es de gran

importancia, puesto que en ciertas circunstancias implica la posibilidad de

evitar una enfermedad grave mediante otra mucho más leve (por ejemplo

aplicando una vacuna, lo que en cierto modo equivale a una “pequeña

enfermedad”). También puede darse el caso contrario, o sea que al reprimir

una enfermedad leve se favorezca la aparición de otra más grave. Hoy en día

se utilizan todas las posibilidades terapéuticas factibles, sin tener en cuenta

Page 10: Medicina Antroposofica

que, bajo ciertas condiciones, una enfermedad aguda e innocua puede ser un

intento del organismo de evitar una grave dolencia crónica, e incluso una

afección mortal. Naturalmente habrá que lomar en consideración el tipo de

enfermedad de que se trata en cada caso. Este es un campo amplío que reviste

gran significación. A veces un “inexplicable” aumento de determinadas

enfermedades podría comprenderse y solucionarse mejor mediante el estudio

de otras enfermedades.

Otra consecuencia que surge de este concepto fundamental sobre la

salud y la enfermedad, es que las mencionadas tendencias a la inflamación y la

esclerosis son condiciones inmanentes a la organización humana, y que, sin

estas tendencias el hombre no podría vivir sanamente. La tendencia de

endurecimiento es tan necesaria como la de disolución. Sin los procesos de

endurecimiento el hombre no tendría huesos ni dientes. Por otra parte, si en el

organismo humano no hubiera disoluciones, relacionadas con la posibilidad de

inflamaciones, éste no podría crecer ni regenerar sus tejidos, ya que no sería

capaz de eliminar las sustancias “viejas”; el hombre estaría constantemente

enfermo a causa de los “residuos”.

Otro aspecto que se deduce de lo expuesto consiste en que la capacidad

de enfermarse pertenece a la esencia misma del hombre; e incluso puede

significarle una importante ayuda. Vemos pues, que la enfermedad adquiere

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

10

un significado que hoy en día básicamente se le niega. La enfermedad

constituye el extremo de una tendencia imprescindible dentro del organismo

humano, tendencia que tiene el significado y la misión de conducir al hombre

a la comprensión de sí mismo, y así posibilitarle su existencia humana en un

sentido más alto. “Si no pudiéramos enfermarnos, tampoco seríamos seres

Page 11: Medicina Antroposofica

espirituales. Lo somos por tener en nosotros la posibilidad de enfermarnos. Lo

que debe darse siempre en el pensar, sentir y querer, en la enfermedad se

manifiesta de una manera anormal”. (R. Steiner).

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

11

LA NATURALEZA DE LA CURACIÓN

Todos hemos observado alguna vez el proceso más simple de curación.

Supongamos que la epidermis haya sido lesionada y que presente un corte. Se

procede a unir los bordes de la lesión, y después de algunos días veremos que

éstos se han “pegado” en cierta forma y luego ya quedarán firmemente unidos;

la herida cicatriza y se restablece la unidad del tejido. En principio ocurre lo

mismo en el caso de una fractura. El hueso ha sido quebrado y por lo tanto la

enfermedad, igual que en el caso anterior, consiste en una división o

separación. La curación en ambos casos se basa en el restablecimiento del

orden orgánico, en una nueva conexión de lo que había sido separado. Esta

unión es más firme que antes de la lesión, lo que es muy significativo.

Tal curación se produce “por sí sola”, sin intervención externa, ya que

coser una herida o aplicar un yeso sólo crea condiciones favorables, pero no

produce la curación propiamente dicha. No obstante, nada sería más absurdo

que pensar que este proceso tan complicado y eficaz se efectúa por sí sólo y

sin ser dirigido. Antes bien en nuestro organismo ha de haber un principio

superior e invisible que rige sabiamente los procesos en cuestión.

Indudablemente todo guarda relación con las fuerzas de crecimiento, pero

también las trasciende; pues, si bien es cierto que tanto la epidermis, por una

parte, como el hueso, por la otra, tienen que volver a unirse en función de las

fuerzas de crecimiento, hay que admitir que crecimiento por sí solo no

equivale a curación. “Aquí actúa el médico interno”, según palabras de

Page 12: Medicina Antroposofica

Paracelso. Es cierto que se sigue hablando de “fuerzas de autocuración”, pero

sin tener una clara noción de tal concepto.

¿De dónde obtiene cada una de las células la información sobre cuándo

detener el crecimiento?. Es que cada una de ellas ha de ser considerada no

como aislada de las demás, sino como parte integrante e instrumento de todo

el organismo.

En última instancia la curación se basa en un principio vital que actúa

en todo el organismo y que, en el curso del crecimiento va transformando al

conjunto de células no diferenciadas en un organismo bien ordenado; el

proceso de curación forma parte de las fuerzas vitales y de crecimiento que

actúan en todo ser viviente. En la ciencia espiritual antroposófica este

principio suprasensible de organización se denomina cuerpo etéreo o cuerpo

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

12

vital. La vida es de naturaleza suprasensible. Vemos sus manifestaciones, pero

no su verdadera esencia. Carecemos de órganos físicos capaces de percibir

estos procesos vitales, como tampoco los poseemos para la percepción de las

fuerzas de electricidad y magnetismo, que pertenecen al dominio de lo

infrasensible.

Antiguamente se conocía exactamente la diferencia entre la función

curativa del organismo y la tarea del médico, y se decía: “Medicus curat,

natura sanat", vale decir, el médico ayuda a crear las condiciones propicias,

“cura”, pero la naturaleza es la que “sana”. (En algunos idiomas modernos ya

no es posible expresar esta sutil e importante diferencia de las dos palabras,

tan clara y precisa en latín).

Pero ¿Cómo es posible influir sobre estos procesos curativos?. Desde

tiempos muy remotos el ser humano lo ha hecho o tratado de hacer en la

Page 13: Medicina Antroposofica

medida en que su concepto de la vida humana lo permitía.

¿Qué posibilidades existen para saber si una planta o una sustancia tiene

la capacidad de ejercer un efecto curativo y cuáles de sus propiedades

aseguran ese efecto?.

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

13

LOS DISTINTOS MÉTODOS PARA HALLAR

SUSTANCIAS CURATIVAS

Tanto históricamente como por la finalidad y el método podemos hablar

de cuatro maneras distintas de búsqueda de sustancias curativas.

1. Medicina popular y naturista:

En tiempos antiguos todos los pueblos recurrían al uso metódico de

hierbas medicinales para determinadas dolencias. ¿Cómo llegaban aquellos

hombres a descubrir las relaciones y afinidades entre la planta y la enfermedad

respectiva?. Hoy se piensa que simplemente acertaron al azar. Si así hubiera

sido ¡cuánto más fácil sería ahora detectar semejantes vínculos, desde que se

dispone de diagnósticos y métodos de investigación mucho más exactos!. Sin

embargo, justamente los ensayos con los remedios modernos muestran las

dificultades para reconocer realmente aquellas relaciones. No obstante, no se

puede dudar de que las plantas poseen las fuerzas curativas que se les asignan.

Hasta en nuestros días muchos medicamentos (por ejemplo para enfermedades

cardíacas) se elaboran mediante plantas que desde hace siglos se vienen

empleando con idéntico fin, tales como Digitalis, Crataegus, Convallaria

Majalis, etc.; sólo que en la actualidad se suelen extraer las llamadas

sustancias activas que se enriquecen, concentran y estandarizan. El ser

humano de tiempos pasados también conocía todas las plantas de efecto

estimulante, o sea, las que contienen cafeína; más tarde no se logró encontrar

Page 14: Medicina Antroposofica

una sola planta mediante análisis químico que contuviera cafeína, sin que tal

propiedad no haya sido conocida ya anteriormente por la sabiduría popular.

Igualmente desde hace varios siglos se conocen casi todos los vegetales

estupefacientes; y sería absurdo pensar que todo ha sido encontrado

meramente “probando”.

Indudablemente las “curanderas” del pasado ignoraban por completo

todo lo referente a métodos exactos de análisis químico; en cambio poseían un

estado de conciencia muy distinto: el encontrarse ante plantas de propiedades

curativas les causaba una sensación similar a la que se experimenta por la

enfermedad correspondiente; vivenciaban en forma inmediata la esencia de la

planta, y con ello su poder curativo. Esto es comparable al instinto de los

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

14

animales que generalmente no comen las plantas tóxicas, e incluso, al

enfermarse, saben encontrar las plantas curativas adecuadas. En su estado de

conciencia opaca e instintiva, perciben la esencia de los vegetales, y ésta les

resulta repulsiva o atrayente. En el pasado existieron muchas personas con

tales capacidades, pero éstas se perdieron a medida que surgía en la época

moderna la conciencia más clara y más exacta, si bien la percepción antigua

siguió conservándose en casos aislados. Actualmente, en cuanto a la medicina

naturista, sólo puede hablarse de un método que se practica por tradición.

En el pasado se preparaba una “esencia” con el fin de “encerrar” la

sustancia activa de una planta medicinal; así se la denominaba por contener el

“ser” del vegetal. Hoy por esencia se entiende simple y abstractamente un

extracto alcohólico. Naturalmente en tiempos pasados también se usaban

sustancias tóxicas, pero se sabía exactamente que lo decisivo reside en la

dosificación y que la adecuada aplicación de los “Venenos” es tarea del

Page 15: Medicina Antroposofica

médico.

2. Quimioterapia:

Con el avance de la química también se buscó analizar las

“componentes” de los vegetales y reproducirlas sintéticamente y modificarlas.

Ante todo, se comenzó a analizar el efecto de las sustancias sintéticas,

anteriormente desconocidas. Debido a que, por supuesto, se ignoraba su

efecto, tanto en los seres humanos como en los animales, fue necesario

probarlas primero en experimentos en animales y, cuando se lograba

aminorar la fiebre o la presión sanguínea con una sustancia, seguir

transformándola luego hasta hacerla relativamente tolerable por el ser

humano. Siendo imposible - aún en la actualidad - predecir por la fórmula

química de una sustancia, todas sus propiedades activas, tampoco resulta

factible conocer de antemano los efectos imprevistos sobre el ser humano, que

no se producen en el animal o sólo se dan en determinadas especies. Esto no

es cuestión de la exactitud del análisis o del experimento, sino que es

inherente al procedimiento. Valga de ejemplo el resultado catastrófico del

Contergan. Esta sustancia (la Talidomida) había sido debidamente examinada

a través de experimentos en animales antes de ser aplicada en el ser humano.

A pesar de ello, en el hombre se produjeron malformaciones que sólo más

tarde pudieron constatarse también en ciertos animales.

Para las sustancias sintéticas, la mayoría de las cuales no existen en la

naturaleza, no hay, aparte del experimento en animales, otro sistema para

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

15

determinar sus efectos primarios o colaterales. De todos modos, puesto que

indudablemente existen diferencias esenciales entre el hombre y el animal,

resulta problemático y limitadamente factible valerse de los resultados

Page 16: Medicina Antroposofica

obtenidos por el experimento en animales para su aplicación en el hombre.

Ante todo, únicamente pueden constatarse determinados efectos, pero de esta

manera no es posible llegar a una afirmación concreta con respecto a la

curación.

3. Homeopatía:

Alrededor del año 1790 el médico Samuel Hahnemann (1755-1843)

desarrolló un procedimiento para hallar sustancias terapéuticas que más tarde

se conoció como homeopatía. El principio del “similia similibus curentur”

(lo semejante se cura por lo semejante) se basa en que determinadas

sustancias, como por ejemplo un extracto vegetal, provocan en el organismo

humano determinados fenómenos correlativos, los guales se parecen a ciertos

cuadros patológicos. En el caso de una enfermedad, se pueden administrar

entonces pequeñas dosis, altamente diluidas, de la sustancia que en el

organismo sano produciría aquel fenómeno, y con ello se logrará la curación.

Es por esta razón que en la homeopatía el cuadro patológico y el remedio a

emplear son idénticos. Para el profesional experto, esto significa que el

diagnóstico le da a la vez la terapia; a partir dé los síntomas, sabe que ellos

corresponden a un determinado medicamento. No obstante, esta terapia no es,

de modo alguno, una terapia sintomática, sino el método contrario, puesto que

detrás de los síntomas percibe la irregularidad como un todo, sin detenerse en

aquéllos. El síntoma no es el punto de ataque, sino simplemente el leitmotiv.

El término homeopatía actualmente se emplea en general con respecto a

los medicamentos que se elaboran según el procedimiento de dinamización

(ver esquema más adelante). Sin embargo, el principio de la similitud como

fundamento esencial de la homeopatía forma también la base de muchas otras

medidas terapéuticas. Así, por ejemplo, con el fin de provocar una mejor

circulación sanguínea en una pierna, es dable colocar un lazo en ella durante

Page 17: Medicina Antroposofica

algún tiempo; al soltarlo por reacción se producirá una irrigación sanguínea

más pronunciada que antes. Este procedimiento se debe a August Bier,

conocido cirujano y vivaz promotor de la homeopatía, quien, dicho sea de

paso, tenía plena conciencia del carácter homeopático de la citada medida.

En el fondo igualmente pertenecen a la práctica homeopática la

estimuloterapia, como asimismo muchas medidas tomadas en procura de una

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

16

reacción del individuo, las cuales implican pequeños esfuerzos adicionales,

con la finalidad de activar al organismo, o sea, fortalecerlo al tener que

sobreponerse a tales exigencias.

El remedio “acertado” es de igual naturaleza que el cuadro patológico,

lo que significa que al organismo justamente se le administra su dolencia

transformada en medicamento. Si se le diera éste en forma masiva, la

enfermedad empeoraría; en cambio en forma dinamizada, adecuadamente

preparada, es apto para curar. Lo que se emplea, ya no es la sustancia como

tal, sino una fuerza activa. De esta manera el organismo “aprende” a dominar

la enfermedad, al sobreponerse a lo que justamente equivale a las fuerzas

faltantes.

Hahnemann pudo hacer su descubrimiento después de suministrarse a sí

mismo, sin estar enfermo, corteza de quina, la que le hacía sentir frío en los

pies y en las yemas de los dedos, además de taquicardia, palpitaciones

cardíacas y decaimiento general. Como él conocía muy bien tal estado,

equivalente a las manifestaciones de la fiebre intermitente, llegó a la

conclusión de que el medicamento provoca el estado que sino aparece con la

enfermedad. Por consiguiente, para combatir una enfermedad habría que

aplicar la sustancia que tiene la propiedad de provocar un estado exactamente

Page 18: Medicina Antroposofica

igual, transformándola debidamente. Esto significa que se debe buscarla

relación existente entre enfermedad y sustancia, lo que en la homeopatía se

logra mediante el ensayo en que se administra el medicamento al individuo

sano.

De esta manera, en el curso de casi 200 años, se investigaron las

propiedades curativas de cientos y cientos de vegetales, minerales y sustancias

animales tóxicas.

Este procedimiento para hallar sustancias curativas es uno de los

artificios de la homeopatía; el otro consiste en el método de procesarlas. Si el

medicamento que corresponde a determinada enfermedad - o sea la sustancia

que produce aquel estado patológico - se aplicara en forma concentrada, ello

conduciría a empeorar la enfermedad.

El secreto de la homeopatía consiste en saber administrar justamente el

medicamento que es capaz de provocar las manifestaciones de la enfermedad

respectiva, pero no en forma sustancial masiva, sino preparado especialmente,

“dinamizado”.

¿Cómo se realiza ese proceso?. Dicho de otro modo: ¿Cómo se

transforma en medicamento esa sustancia?.

El procedimiento para preparar la sustancia o materia prima, por

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

17

ejemplo un mineral como el azufre, un extracto vegetal, como la Belladonna,

o una sustancia animal tóxica, fue llamado “dinamización” (o potenciación)

por Hahnemann. Consiste en una dilución lograda agitando o triturando una

parte de la sustancia con nueve partes del “medio” - agua, alcohol o lactosa -.

Una parte de la mezcla obtenida se vuelve a diluir en nueve partes del medio,

y así sucesivamente. Quiere decir que la sustancia se diluye repetidas veces en

Page 19: Medicina Antroposofica

proporción 1:10, y el resultado será la dinamización decimal que se califica

mediante la sigla DI, D2, D3, etc.

A la D1 corresponde pues la concentración del 10 %.

D2 1 %.

D3 0,1 %.

D4 0,01 %.

etc.

Si para una parte de la sustancia se emplean 99 partes del medio,

resultará una dilución de 1:100, lo cual se llama dinamización centesimal y se

designa con la sigla C (en Francia se acostumbra usar potencias C, en

Alemania se da preferencias a las potencias D).

A Hahnemann, siendo médico con amplios conocimientos en las

ciencias naturales, no le cabía duda de que lo decisivo reside, no en la

“dilución”, sino en la “dinamizacion”; y por esta razón habla de fuerzas

dinámicas que influyen preponderantemente sobre el principio vital... “La

medicina homeopática desarrolla especialmente las fuerzas curativas

espirituales, inmanentes a la sustancia primaria”. Lo decisivo no radica pues

en las muy pocas moléculas de la materia prima que eventualmente aún

pueden hallarse en la preparación, sino en que la materia, por medio de esa

dinamizacion, cada vez más elevada, se sutilice y se transforme finalmente en

fuerza curativa de índole enteramente espiritual”. (3).

En el texto original se nota la dificultad con que tropieza Hahnemann

para expresar estas ideas; no obstante, resulta claro, que la cantidad

insignificante de sustancia primaria que aún pueda hallarse en la alta

dinamizacion nada tiene que ver con la eficacia del remedio. Evidentemente, a

Hahnemann le falta el concepto adecuado para describir correctamente lo que

había encontrado. Se trata de fuerzas que actúan en el medicamento, no de

Page 20: Medicina Antroposofica

sustancias; él habla de “fuerzas de índole espiritual”, vale decir que no son,

directamente, espíritu, pero tampoco sustancia. Al hecho de liberar el espíritu

lo llama “dinamizacion”, término que se podría interpretar como desarrollo de

fuerzas.

Hahnemann estaba convencido de que lo decisivo no reside en la

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

18

“dilución”, sino que ésta es solamente el medio para alcanzar el fin: Todos los

días se oye decir que los medicamentos homeopáticos no son sino diluciones,

cuando en realidad son lo contrario, esto es, transformación de las sustancias

naturales y manifestación, revelación de las fuerzas curativas específicas,

inmanentes y ocultas dentro de su naturaleza íntima, lo que se obtiene

mediante agitación y trituración, agregándose un medio meramente

secundario y no medicinal; la sal común (cloruro de sodio) por ejemplo

desaparece en la dilución con agua, sin transformarse jamás en “medicamento

de sal común”; sin embargo se eleva a su poder maravilloso mediante nuestra

dinamización cuidadosamente preparada”. (4).

Hahnemann describe el efecto en los siguientes términos: “No son los

átomos físicos de estos remedios altamente dinamizados...” sino... “una fuerza

curativa específica de la sustancia primaria puesta al descubierto... que ejerce

su efecto dinámico sobre todo el organismo, e incluso es tanto más eficaz

cuanto más libre e inmaterial ha devenido a través de la dinamizacion”. (5).

Resulta pues que el medicamento homeopático no actúa directamente

en sentido de una reacción molecular química, sino “de un modo espiritual”;

influye sobre el principio vital en aquella región que gobierna las reacciones

materiales. Dicho de otra manera: apela al organismo para que éste vivifique

las fuerzas afectadas por la enfermedad. El medicamento homeopático no

Page 21: Medicina Antroposofica

sustituye las reacciones corporales, como se intenta hacer mediante el método

quimioterapéutico, sino que actúa sobre todo el organismo, quiere decir que a

éste no se lo pasa por alto, sino que se lo incluye en el proceso curativo.

Existen ya muchísimos resultados de experimentos que comprueban

irrefutablemente la eficacia de las sustancias altamente dinamizadas según el

principio homeopático, no solamente en la medicina, sino también en el

crecimiento de plantas como asimismo en experimentos con animales,

realizados según métodos estadísticos.

De la gran cantidad de trabajos experimentales existentes cabe citar dos

que satisfacen plenamente las exigencias de la investigación moderna:

Pelikan (6) examinó el efecto del nitrato de plata dinamizado sobre el

desarrollo de semillas de trigo. Durante cinco días dejó crecer semillas de

trigo no seleccionadas, sumergidas en una solución dinamizada, en pequeñas

placas con 50 semillas cada una, colocadas sobre mesas giratorias y sometidas

a las condiciones más equilibradas posibles (temperatura, luz, etc.). Se

realizaron más de 40 series de experimentos semanales, siendo en total 240 las

pruebas de crecimiento analizadas. Con ellas se obtuvo una curva de

crecimiento típica con máximos y mínimos. Las diferencias se certificaron con

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

19

un margen del 1 % (probabilidad de azar) con relación al control con agua.

Figura 1: Relación del crecimiento medio de trigo en germinación con las

dinamizaciones del nitrato de plata.

Figura 2: Iguales condiciones de ensayo que en la Figura 1, pero con nitrato

de plomo dinamizado.

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

20

Page 22: Medicina Antroposofica

De las curvas precedentes resulta un ducto típico que depende de la

sustancia dinamizada inicial (plata o plomo).

Con estos experimentos al mismo tiempo se analizaron otras cuestiones

tales como:

“¿Se modifica el efecto de la dinamización “en virtud de la

filtración”?”.

“¿Los resultados obtenidos dependen por ejemplo del año o de la época

del año?”.

1. La influencia de la filtración no tiene significado para la efectividad

de la dinamización.

2. La época en que se realiza el experimento (época del año y año)

tampoco tiene influencia.

Lo decisivo es el tipo de curva, que siempre vuelve a predominar y que

es determinado específicamente por las sustancias iniciales.

Pelikan (7) también examinó experimentalmente la posibilidad de

determinar una diferencia entre una dilución y una dinamización. Con la

metodología descripta analizó distintas series de dinamización decimal (1:10),

así como dinamizaciones centesimales (1:100) y dinamizaciones en la relación

1:5, 1:7 y 1:30.

Figura 3: El mismo esquema del experimento precedente con nitrato de

plomo dinamizado, pero con distintos ritmos de dilución (1:5; 1:7; 1:10; 1:30;

1:100) ordenados por grados de dinamización; ritmo uniforme en función de

la dinamización.

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

21

Lógicamente para cada paso de dinamización se pueden calcular

fácilmente la concentración y la dilución de la sustancia inicial.

Page 23: Medicina Antroposofica

Teóricamente por ejemplo una dilución C2 corresponde a una D4, y en

consecuencia una C15 a una D30, etc. Si dependiera de esto, las curvas de

crecimiento obtenidas deberían expresar el tipo de dilución. Pero no es así.

Todas las curvas de dinamización (ver más abajo) muestran el mismo tipo

básico que corresponde al grado de dinamización y no a la dilución.

Con ello también queda pues confirmado experimentalmente que el

parámetro real es la dinamización y no la dilución. Lo que importa es el

número de pasos de dinamización y no el resto sobrante, la “concentración” o

“densidad de la sustancia inicial”.

4. Medicamentos de la medicina de orientación antroposófica:

Un nuevo concepto para la creación de medicamentos, totalmente

independiente de los tres métodos precedentes, es el introducido por Rudolf

Steiner. Se basa en la imagen amplia del ser humano que resulta de la

investigación científico-espiritual de la Antroposofía.

Una de las nociones fundamentales de la ciencia espiritual

antroposófica nos revela que el hombre y la naturaleza pasaron por una

evolución común, claramente visible, y que por tal razón existe un parentesco

esencial y reconocible entre el ser humano y los reinos de la naturaleza. En el

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

22

curso de la evolución conducente a la existencia humana, el antecesor del

hombre ha desprendido de sí mismo, paso a paso, los reinos de la naturaleza.

El conocimiento de este hecho pertenece al patrimonio más remoto de la

humanidad, como lo evidencian las mitologías de todos los pueblos, y como

también lo encontramos en los conceptos de Goethe, Oken, Carus y otros. Por

la investigación de Rudolf Steiner se fundamentó este conocimiento de una

manera moderna. Podemos estudiar la esencia de un vegetal, un animal o un

Page 24: Medicina Antroposofica

mineral del mismo modo que la de un ser humano, procediendo de tal manera

que a través de sus manifestaciones, cualidades, etc. penetramos hasta el

contenido espiritual subyacente en todo acontecer material. No existe ninguna

materia y mucho menos sustancia viva sin espiritualidad intrínseca; ésta a su

vez se halla diferenciada exactamente del mismo modo como la materia.

“Hemos de ir más allá del mero probar y experimentar que se practican

para conocer las propiedades curativas de una sustancia o de una preparación.

Hay que comprender al organismo humano según las condiciones del

equilibrio de sus órganos, y hay que comprender la naturaleza según las

fuerzas inmanentes del crecimiento y la desintegración. Así, el arte de curar

será algo que se basa en la comprensión y donde se emplea un medicamento

no simplemente porque la estadística nos dice que en tantos y tantos casos ha

sido eficaz, sino que la comprensión del ser humano y de la naturaleza nos

enseña cómo, en el caso particular, será posible transformar el fenómeno

natural dentro de una sustancia natural en fuerza curativa para el órgano

humano con respecto a las fuerzas anabólicas y catabólicas”. (R. Steiner) (8).

Si estudiamos la naturaleza de esta manera, se nos revelarán relaciones

entre determinados vegetales, minerales o metales, por una parte, y órganos y

procesos humanos, por la otra: podemos preguntar, por ejemplo ¿Cómo se

explica que de un óvulo surjan órganos tan distintos?. Es que la diferenciación

se basa en impulsos diferentes, fuerzas activas suprasensibles que también se

reconocen en la naturaleza.

Son fuerzas que actúan en la esfera de la vida y que se denominan

fuerzas formativas etéreas; tienen afinidad con las fuerzas “de índole

espiritual” de Hahnemann. Cuando obran en el ser humano, se va formando un

órgano, cuando actúan en la naturaleza, surge un vegetal, un metal, un

mineral. Ciertas relaciones eran conocidas en tiempos remotos y hasta la edad

Page 25: Medicina Antroposofica

media: así, por ejemplo, la vinculación entre el oro y el corazón, entre el

hierro y la vesícula biliar, pero también entre vegetales y órganos humanos,

como la existente entre diente de león e hígado, etc. Estos conocimientos se

han perdido, y sólo volverán a encontrarse de una manera nueva. Las

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

23

relaciones encuentran su explicación en la historia de la evolución, ya que los

órganos y las plantas o sustancias correlacionadas se formaron en la misma

época. Si bien el hombre se ha emancipado de la naturaleza debido al proceso

necesario de individualización, mantiene, sin embargo, su parentesco con ella

en condiciones bien visibles; como microcosmos es una reproducción del

macrocosmos.

En virtud del conocimiento de las fuerzas etéreas de la naturaleza y la

relación correspondiente entre los procesos del cuerpo y los de la naturaleza, o

bien, entre órganos humanos y sustancias externas, es posible obtener efectos

de éstas sobre aquéllos. De la misma manera es posible estimular los procesos

vitales o curativos dentro del mismo organismo. En un órgano enfermo

pueden activarse los procesos etéreos formativos mediante las fuerzas activas

de la naturaleza, como por ejemplo las de una planta. Se sobreentiende que, al

hablar de tales relaciones entre la naturaleza y el ser humano, solamente se

hace referencia a sustancias naturales; las sintéticas, si bien pueden ejercer un

efecto muy intenso, no guardan aquella íntima relación, aquel parentesco con

un organismo, con el ser humano. Es por esta razón que sus efectos,

principalmente en cuanto a su amplitud (efectos secundarios) y profundidad

(efectos tardíos), no pueden preestablecerse, sino únicamente constatarse a

posteriori; por la misma razón sólo es posible determinar sus efectos por

medio del experimento en animales. Sin embargo, los resultados de tales

Page 26: Medicina Antroposofica

experimentos no son, en principio, aplicables al hombre, sino cuando más en

relación con ciertos síntomas.

Los medicamentos que corresponden a la relación entre la naturaleza y

el hombre activan procesos fundamentales del organismo humano o de

determinados órganos; actúan, no contra una inflamación, ciertas bacterias,

etc., sino que influyen sobre un órgano, o bien sobre la totalidad del

organismo en cuanto a su función arquetípica. Un efecto semejante no resulta

comprensible si se mira exclusivamente el órgano aislado, sino que surge de la

consideración de todo el organismo.

Del mismo modo tampoco se comprenderá realmente el efecto de un

vegetal a través de una “sustancia activa” elaborada, quizás, en forma

complicada, sino únicamente a través de la aproximación a la esencia de ese

vegetal, esencia que por cierto encuentra su expresión hasta en la misma

sustancia.

La planta en sí es una unidad, un organismo; cada célula y cada parte de

la sustancia han sido formadas por este organismo y lo representan. Una

sustancia aislada ya no puede ser expresión de la totalidad, de lo esencial de

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

24

una planta, pero sí lo puede ser un extracto correctamente elaborado, una

“esencia” que aún contiene la naturaleza como tal, como ya se explicara

anteriormente.

Empero, un medicamento tampoco se obtiene mediante la simple

adición de dos o más sustancias diferentes, pues es mucho más que la suma de

sustancias activas; es, en cambio, un organismo, una obra de arte; el

farmacéutico lo debe conservar tal como la naturaleza lo ha creado, pero

también puede completarlo mediante medidas apropiadas. En su preparación

Page 27: Medicina Antroposofica

hay que partir de la unidad orgánica, no de las “componentes”.

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

25

NUEVOS CAMINOS EN LA PREPARACIÓN

DE LOS MEDICAMENTOS

A los procedimientos farmacéuticos conocidos en la actualidad, como

por ejemplo la extracción, la decocción, etc., se suman diversos métodos

destinados a liberar las sustancias primarias (minerales, vegetales, órganos o

sustancias, animales tóxicas), hacer utilizables sus fuerzas y acercarlas a los

procesos del organismo humano. Los procedimientos que sólo cuentan con los

procesos materiales de la “concentración” o “aislación de sustancias activas”

pueden complementarse mediante métodos que se orientan hacia la dinámica y

las fuerzas activas de un vegetal.

Desde tiempos antiguos se utilizan distintos niveles de calor para liberar

las fuerzas curativas de los vegetales. Así por ejemplo resultará favorable una

extracción en frío (maceración) cuando se trata de plantas frescas; las raíces

secas y las cortezas, en cambio, requieren la decocción. Pero lo importante no

son solamente las sustancias que “componen” la planta y el “rendimiento” a

obtener, sino que, según la manera de hacer la preparación, se logrará el efecto

específico correspondiente a los sistemas de órganos del ser humano. Esto se

consigue principalmente mediante procesos térmicos más pronunciados, tales

como el tostar, incinerar y carbonizar. En realidad se trata de procesos

alquímicos sólo comprensibles si se tienen en cuenta los fundamentos

trascendentes. La ceniza, por ejemplo, no es simplemente una combinación de

distintas sales, sino un conjunto de sustancias que han pasado por un

determinado proceso. La respiración constituye el proceso correlativo en el

organismo humano; en ella tiene lugar algo parecido a una combustión; y es

Page 28: Medicina Antroposofica

por ello que mediante preparaciones cinéreas se puede actuar sobre los

procesos respectivos en el organismo humano, principalmente el sistema

respiratorio y los pulmones.

De tal manera los distintos procesos térmicos permiten emplear

adecuadamente las preparaciones vegetales con relación a las funciones

orgánicas correspondientes.

Uno de los procedimientos farmacéuticos basados en indicaciones dadas

por Rudolf Steiner consiste en la transformación de un mineral o de un metal a

través de cultivos de plantas. En ellos se emplean abonos de sales de los

respectivos metales y más tarde se procede a transformar en abono la planta de

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

26

tal cultivo. Así no sólo se logra activar los metales, esto es acercarlos a los

procesos vitales, sino que ello también permite emplearlos como “metales

vegetabilizados” para los órganos que guardan relación con la planta

respectiva. Entre las especialidades de esta índole figuran: Urtica dioica Ferro

culta, Cichorium Stanno cultum, etc. La selección de las plantas a usar

también se sujeta a su relación específica con el metal respectivo.

La ortiga contiene un porcentaje relativamente grande de hierro; pero

esto no es lo decisivo. Mucho más importante es la función que tiene que

cumplir la sustancia dentro de la planta. Podría tratarse, por ejemplo, de un

sedimento, o sea de sustancia agregada, sin valor alguno para el metabolismo

o para el uso terapéutico. Para averiguarlo se requiere un estudio de la esencia

de la planta en Cuestión. Entonces se verá que la ortiga efectivamente tiene la

capacidad de valerse del hierro de una manera particularmente “hábil”: no

sólo lo incorpora sustancialmente, sino que lo lleva a un estado apropiado a

sus impulsos, ya que es una planta totalmente modelada por la naturaleza del

Page 29: Medicina Antroposofica

hierro; así se explica su carácter ardiente y agresivo, expresión del impulso

marcial Marte-Hierro (ver párrafo sobre “Terapia con metales”, más adelante).

El hierro cumple muchísimas funciones en el organismo humano; una

de ellas se refiere a la parte anabólica o formativa: para activarla se puede

emplear el preparado Urtica dioica Ferro culta. Sabido es que las distintas

sales de hierro dan resultados muy diversos: cuanto más activo y transformado

se halla el hierro, tanto más fácil lo asimila el organismo. No se trata

simplemente del hierro como sustancia, sino ante todo de la capacidad del

organismo de valerse de él. En este sentido, la ortiga es de gran ayuda. Si ha

sido cultivada con el agregado de hierro, precisamente se estimula en el

organismo humano la capacidad de asimilarlo. Lo que importa, pues, no es el

suministro material del hierro, sino el estímulo, la dinámica en el empleo de la

sustancia.

Pero también el proceso formativo de la vesícula biliar depende en gran

parte del hierro. Pues bien - ¿Cómo se le puede “ordenar” al hierro que no se

oriente hacia la función anabólica, sino hacia el proceso biliar?. Esto se logra

mediante la planta medicinal, la cual, a su vez, se vincula con la bilis, como

por ejemplo el Chelidonium (celidonia mayor). Cultivándola adecuadamente

con empleo del hierro, la fuerza de éste se orientará hacia el proceso formativo

de la vesícula biliar. La especialidad medicinal respectiva es Chelidonium

Ferro cultum.

El proceso formativo del hígado depende de un modo peculiar de las

fuerzas del estaño, si bien éstas pueden actuar de diversas maneras. También

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

27

en este caso es posible dirigirlas mediante una planta medicinal: es el diente

de león, que tiene gran influencia sobre aquel proceso; y el efecto será más

Page 30: Medicina Antroposofica

favorable si en el cultivo de esta planta se emplea el estaño. La especialidad

medicinal correspondiente es Taraxacum Stanno cultum.

Sobre la etapa “posterior” de los procesos hepáticos se puede influir

mediante la achicoria, cuyo ciclo vegetativo, a diferencia del ciclo del diente

de león, culmina hacia el otoño; sus flores en vez de amarillas, son azules.

Tales “signos” tienen su importancia, pero es cuestión de desarrollar las

facultades para saber interpretarlos. Juzgar por analogía, diciendo por ejemplo,

que las hojas en forma de corazón son lo indicado para el corazón y las

reniformes para los riñones, etc., sólo evidenciaría una absoluta falta de

discernimiento. Antes bien, se trata de guiarse por esos fenómenos a fin de

formarse una imagen de la naturaleza de la planta en cuestión y de encontrar

su relación con el organismo humano. De esta manera, empleando la

especialidad medicinal respectiva - Cichorium Stanno cultum - es posible

estimular, no tanto las fuerzas anabólicas, sino más bien el proceso de

secreción hepática.

En muchos casos, aunque no siempre, la medicina de orientación

antroposófica suele emplear la dinamización en sentido de lo indicado por

Hahnemann. El hecho de que esta última no se emplea en la farmacéutica

corriente de nuestros días, se explica porque se suele pensar en términos de la

química, lo que no permite comprender la eficacia de métodos diferentes.

Si la medicina actual rechaza el empleo de los medicamentos

elaborados por alta dinamización, los cuales, eventualmente no contienen ni

una molécula de la sustancia primaria, lo hace debido al prejuicio de que algo

que no sea sustancia material no puede producir efecto alguno. Es que el

concepto actual de sustancia no permite comprender el fenómeno de la

dinamización porque no ve la relación concreta entre el espíritu y la materia.

Si bien se justifica que el hombre moderno quiera comprender lo que hace, su

Page 31: Medicina Antroposofica

modo de actuar no debería limitarse por las posibilidades individuales de

comprensión. Antes bien el hombre moderno, principalmente el investigador,

debería formarse sus conceptos en concordancia con la realidad.

Por medio de experiencias relativamente sencillas es posible

convencerse del resultado, a veces sorprendente, de remedios de alta

dinamización. Semejantes resultados, perdurables en la mayoría de los casos,

vale decir de curación efectiva, no se pueden lograr mediante ningún otro

medicamento o procedimiento. Es un aspecto trágico de la medicina actual

que ella, en forma consciente y total, rechaza la aplicación de estos

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

28

medicamentos - en detrimento del enfermo.

Sin duda es absolutamente necesario que estos remedios se empleen

según la indicación correcta; de otro modo no darán ningún resultado, lo que,

en el fondo, es válido para todos los medicamentos. El efecto será tanto más

evidente, como asimismo más rápido, cuanto más exacta sea la relación

correspondiente. El organismo será entonces directamente receptivo o

específicamente sensitivo para con el medicamento. Pero en ello también

reside la dificultad de la correcta aplicación, la que deberá hacerse en

concordancia con el cuadro terapéutico homeopático o la imagen esencial que

se obtiene a través del estudio científico-espiritual. Naturalmente, si un

medicamento de relación específica con el organismo femenino,

especialmente durante el climaterio, se “prueba” (como se ha hecho) (9) en

hombres jóvenes, es fácil “demostrar” su ineficacia. Esta “prueba” bastante

parcial de un medicamento homeopático muestra el prejuicio con que se tocan

estos problemas, en la creencia de que todo puede juzgarse desde el propio

punto de vista; pero en realidad se trata de un grotesco desacierto de un

Page 32: Medicina Antroposofica

investigador calificado en su propia especialidad.

La medicina de orientación antroposófica conduce a una ampliación del

arte de curar con inclusión de todo lo ya existente y empleándolo en base al

conocimiento de su relación con el ser humano pero también renunciando

conscientemente a esto o aquello, precisamente debido al mismo

conocimiento. Empero, la indicación y la aplicación de un remedio se dan, no

por la similitud del efecto de la sustancia con el cuadro patológico, como en la

homeopatía, sino en base a la imagen esencial que resulta del estudio de la

sustancia y del vegetal, así como del proceso patológico.

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

29

MUÉRDAGO Y CÁNCER

La indicación de Rudolf Steiner de que el muérdago es el remedio

contra la enfermedad del cáncer, se origina en el conocimiento de la relación

entre el vegetal y un proceso patológico, y fue dada proponiendo determinadas

preparaciones y modos de aplicación. Desde entonces muchos médicos,

partiendo de esta base, vienen trabajando en el desarrollo de un medicamento

contra el cáncer. El Iscador® es la más conocida de las especialidades

medicinales de esta índole. Sobre estos trabajos ya existen importantes

experiencias experimentales y clínicas. (10).

Puesto que este tratamiento ha encontrado mucha aceptación, daremos a

continuación una breve descripción de sus principios con el fin de facilitar la

comprensión del modo de actuar del referido medicamento.

Podría parecer insólito pensar que una pequeña planta como el

muérdago sea realmente de utilidad positiva en el tratamiento de una dolencia

tan grave como lo es el cáncer. Preguntemos ante todo: ¿En qué consiste el

“cáncer”?. Sabemos que se trata de una proliferación local de células. En un

Page 33: Medicina Antroposofica

momento dado, que escapa a la observación, una célula, en vez de dividirse en

dos células “normales”, da lugar a un tipo de células de crecimiento “salvaje”,

descontrolado. Estas células nuevas crecen, no solamente más rápido, sino

también sin respetar los contornos de los órganos o del organismo como tal; y

si no se produce una intervención, el tumor sigue creciendo y perjudica al

organismo que se debilita cada vez más, invadido y envenenado por el

carcinoma y sus metástasis, y finalmente sucumbe. Es muy natural que se trate

de extirpar el tumor o de combatir esas células por medio de irradiación o

quimioterapia (los llamados citostáticos). Todas estas intervenciones son

necesarias y justificables; sin embargo tienen una enorme gravitación. Es por

esta razón que hay que evaluar las consecuencias positivas y negativas que

inevitablemente resultan de estos procedimientos, pues tanto los rayos como

las sustancias que se acostumbra utilizar, tienen que tener necesariamente un

efecto destructivo, pues eso es lo que se pretende. Pero ¿Cómo se explica que

una planta que ni siquiera tiene propiedades muy tóxicas, sea tan o más eficaz

que esos procedimientos?. Esto parece inadmisible, principalmente para los

especialistas.

El efecto que produce el muérdago es, efectivamente, muy distinto al de

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

30

las medidas a que nos referimos más arriba. Para comprenderlo en primer

lugar es preciso familiarizarse con las peculiaridades de este vegetal.

El muérdago tiene propiedades que nos pueden hacer comprender el

porqué de su eficacia: es un semi-parásito, vale decir que, si bien produce

clorofila, no es capaz de vivir sobre la tierra como otras plantas, sino que vive

a expensas del árbol al cual se fija (principalmente álamos, manzanos, pinos;

en cambio, no se da bien en hayas y cerezos, a pesar de que la manzana y la

Page 34: Medicina Antroposofica

cereza tienen cierto parentesco).

La siguiente particularidad es muy típica: toda planta superior orienta

sus raíces hacia el centro de nuestro planeta y va creciendo hacia el sol. No así

el muérdago, cuyos tallos y hojas no marcan ningún crecimiento en dirección

al sol; en cambio forman un arbusto redondo que se extiende sin respetar la

relación tierra-sol. Ambos lados de la hoja son idénticos, en contraste con las

plantas superiores. La hoja no es caduca sino siempreviva, quiere decir que el

muérdago no observa el ritmo de las estaciones del año. Estas y muchas otras

cualidades nos dicen que es una planta que no guarda ninguna relación con el

espacio y el tiempo, ni tampoco con la tierra.

En cambio evidencia una relación bien definida con la luz. La gran

mayoría de las plantas tienen que germinar en la oscuridad; hay algunas que

pueden germinar a pesar de la presencia de luz, pero el muérdago necesita luz

para germinar. Si otras hojas comúnmente devienen amarillentas cuando les

falta luz, no así la hoja del muérdago; y hasta la clorofila que sólo se forma a

la luz, se halla incluso en los acodos (que son las “raíces” del muérdago, que

penetran en las ramas leñosas del árbol, donde reina la oscuridad).

Además el muérdago está íntimamente relacionado con el agua. Se

desarrolla muy bien en árboles que se hallan ubicados sobre venas de agua o al

borde de arroyos. Sus hojas evaporan seis veces más agua que las hojas del

árbol huésped.

Un estudio más profundo del muérdago permitiría formarse una imagen

más exacta aún de su naturaleza; sin embargo las pocas cualidades

características aquí mencionadas ya conducen a la siguiente conclusión: el

muérdago no guarda relación alguna con la tierra y rehuye todo cuanto se

vincule con fuerzas típicamente terrestres; además posee una marcada afinidad

con el elemento acuoso. Pero esto no significa que absorbe agua y que se

Page 35: Medicina Antroposofica

vuelve acuoso como el tomate, sino que posee la capacidad de transmutar el

agua a través de un proceso vital. Esta capacidad la tiene por su relación con la

luz; y la luz es, precisamente, el elemento intensamente activo en la

estructuración. Esto se evidencia, por ejemplo, en las formas tan definidas de

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

31

las plantas de alta montaña, en contraste con el crecimiento exuberante e

informe típico de la falta de luz.

Pero ¿Qué relación tiene todo esto con el cáncer?. El crecimiento sano y

sus formas deben ser constantemente guiados y dominados. Sin duda el tumor

canceroso tiene vida (en realidad tiene un exceso de vida); sin embargo, su

crecimiento hace ver que no está suficientemente organizado y formado, lo

que significa que el cáncer es sustancia viva extraña. Su crecimiento está

alterado y vive a expensas del organismo. Las fuerzas formativas de este

último son demasiado débiles como para dominar y refrenar el crecimiento.

Empero, estas fuerzas formativas no provienen de la célula sino de la totalidad

del organismo y lógicamente no es posible encontrarlas si se insiste en

buscarlas en la célula.

A este respecto la importancia del organismo, su capacidad de

defenderse, la posibilidad de reconocer vida extraña, etc. recién se

comenzaron a estudiar en los últimos años. La inmunología ahora está

centrando su atención especialmente en el problema del cáncer; y se ha

descubierto que el organismo de los enfermos de cáncer está “ciego” en

cuanto a esta vida extraña y que no posee fuerzas suficientes para defenderse

contra ella. Esto conduce a una nueva posibilidad de tratamiento del cáncer: el

fortalecimiento de las defensas, lo que actualmente constituye un programa de

investigación mundial cuyos primeros resultados ya se están aplicando en la

Page 36: Medicina Antroposofica

práctica, mientras que hasta hace pocos años, el bisturí y los rayos se

consideraban las únicas armas para luchar contra el cáncer.

Ahora bien, en el muérdago hállanse combinados dos principios activos:

en él se encontraron por medio de nuevos experimentos, sustancias de

extraordinario efecto citostático, esto es, sustancias que en los cultivos de

células destruyen las células cancerosas o bien impiden su multiplicación

mucho más intensamente de lo que lo hacen las sustancias químicas

habituales. De estas últimas sabemos que tienen el inconveniente de paralizar

las defensas del organismo. En cambio, la peculiaridad de las sustancias del

muérdago consiste en que ellas, a pesar de su alta efectividad contra las

células cancerosas, estimulan todo el sistema inmunológico del organismo, de

lo cual existen pruebas experimentales. (10).

Lo extraordinario del muérdago es que no sólo actúa eficazmente sobre

las células cancerosas, sino que estimula las defensas de todo el organismo, es

decir que combate la dolencia del cáncer. Por lo general se dice que los dos

principios no son compatibles entre sí. Efectivamente hasta ahora no se

conoce ninguna sustancia, aparte del muérdago, que reúna en sí ambos

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

32

principios activos: tiene un efecto citostático, es decir inhibidor de las células

cancerosas, como asimismo un efecto imunoestimulante, es decir que ayuda al

organismo entero a combatir esa vida “falsa”.

Esta característica exclusiva del muérdago debiera llamar la atención de

los investigadores oncólogos de todo el mundo, puesto que aquí se abre un

camino transitable sin los serios inconvenientes de la destrucción pura.

Mientras tanto una larga práctica ha demostrado que efectivamente es

posible estimular las defensas de todo el organismo a través del muérdago.

Page 37: Medicina Antroposofica

Muchos trabajos clínicos confirman que la terapia con muérdago es un

tratamiento exento de los daños que se producen por los citostáticos usuales.

En un alto porcentaje de los casos tratados con muérdago se logra prolongar la

vida por más tiempo; con frecuencia se puede retardar el crecimiento del

tumor e incluso detenerlo y a veces también se obtiene una involución del

crecimiento tumoral. (10).

Sobre todo es posible, mediante la aplicación profiláctica, contrarrestar

la formación de tumores o, en el postoperatorio, evitar la aparición de

metástasis. Con todo, la investigación en este campo no está concluida, ni

tampoco agotadas todas las posibilidades de su aplicación.

En vista de que la enfermedad del cáncer influye sobre todo el ser

humano, aún el mejor y más efectivo medicamento, por sí solo, no basta para

combatirla. Prácticamente esto es extensible a todas las enfermedades crónicas

y las de efecto profundo. Para un tratamiento intensivo y para lograr un

cambio general, resulta imprescindible poner cuidado en la alimentación, en el

modo de vida, en actividades compensadoras, y principalmente en la terapia

artística, etc.

El arte es un factor fundamental para el sano y armonioso

desenvolvimiento del ser humano en su totalidad. La actividad artística “no es

cual un aditamento de lujo, sino una condición imprescindible para una vida

digna del ser humano; algo a través de lo cual el individuo recién se

transforma en ser humano completo y a través de lo cual la civilización

humana recién adquiere su sentido cabal”. (R. Steiner).

Rudolf Steiner ha dado impulsos decisivos para la aplicación

terapéutica del arte; así surgió una nueva rama de actividad profesional: la

terapia artística, que incluye pintura, dibujo, artes plásticas, música, recitación

y euritmia. De la euritmia - un nuevo arte del movimiento creado por Rudolf

Page 38: Medicina Antroposofica

Steiner - surgió la euritmia terapéutica, que tiene amplia aplicabilidad como

estímulo de la curación. La conformación del cuerpo humano, incluso en

cuanto a la sustancia, se produce de acuerdo con sus funciones y se basa en la

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

33

misma fuerza formativa creadora que también originó los sonidos. Los

movimientos eurítmico-terapéuticos repercuten en los procesos vitales de los

órganos y sus funciones.

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

34

MEDICAMENTOS TÍPICOS

Los medicamentos para enfermedades típicas están basados en efectos

terapéuticos totalmente nuevos. Tales remedios, como por ejemplo

Cardiodoron, Hepatodoron, Biodoron (Denominaciones comerciales usadas

por Weleda AG de Alemania y Suiza), se deben a las indicaciones de Rudolf

Steiner. Exteriormente podrían parecerse a mezclas, pero no lo son. En su

elaboración se utilizan vegetales o también minerales que se relacionan entre

sí y que son integrados en una unidad por medio de un procedimiento

farmacéutico especial. Por lo tanto, no se trata de combinaciones o mezclas a

las cuales se puedan agregar sustancias. Están basados en una concepción que

no parte de determinadas enfermedades sino de procesos fundamentales en el

organismo o en los distintos órganos. Por consiguiente, no combaten la

enfermedad en forma estrechamente circunscripta, sino que actúan sobre

grupos de enfermedades típicas de un determinado órgano, favoreciendo sus

funciones arquetípicamente. En tales medicamentos, un cierto antagonismo de

plantas o minerales es equilibrado por medio de un proceso farmacéutico y

condensado en una unidad superior.

Page 39: Medicina Antroposofica

Algunos ejemplos pueden ilustrar al respecto:

Un resultado esencial de la investigación científico-espiritual de Rudolf

Steiner reside en la idea de la estructuración ternaria del organismo humano.

Este nuevo concepto contempla un polo neuro-sensorial (sistema nervioso y

sentidos) y un polo opuesto metabólico-motriz (metabolismo y extremidades)

y como mediador entre ambos un sistema rítmico (circulación y respiración).

Se trata de una contemplación de índole dinámica, fundamental para la

comprensión de lo que son la salud y la enfermedad del ser humano. Cuando

se altera esta dinámica del organismo, cuando por ejemplo los procesos

metabólicos predominan de tal manera que se imponen al sistema neurosensorial,

se puede producir migraña. A través de una contemplación de la

naturaleza fecundada por la antroposofía se podrá descubrir una afinidad

orgánica entre el cuarzo (ácido silícico natural) y el sistema neuro-sensorial

por un lado, y el azufre y el sistema metabólico por el otro. Entre ambos

sistemas actúa como mediador el sistema rítmico, cuyo representante puede

ser reconocido en el hierro, lo cual también se manifiesta por el contenido de

hierro en la sangre, e incluso por todo el metabolismo del hierro. Por medio de

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

35

una preparación farmacéutica adecuada se obtendrá de estas tres sustancias

naturales, un medicamento (el Biodoron) exactamente orientado hacia los

citados procesos. No es, de manera alguna, simplemente un analgésico, ni

influye directamente sobre el sistema vascular, sino sobre la dinámica, en la

cual se originan los fenómenos patológicos. Es decir que no busca el éxito

superficial atacando el órgano en sí, sino los procesos en que realmente se

origina la enfermedad.

El hígado es el principal órgano del acontecer vital (cuerpo etéreo), ya

Page 40: Medicina Antroposofica

que en él se cumplen casi todos los procesos vitales mediante el metabolismo

de las proteínas, las grasas o los hidratos de carbono. En muchos idiomas la

terminología refleja la relación existente entre hígado y vida (Leben - Leber;

life - liver). Esto también significa que el hígado es el órgano con el mayor

carácter vegetal, propiedad que se puede constatar en muchos fenómenos del

metabolismo. En las plantas - y sobre todo en las hojas - se reconocerá el

crecimiento típico del hígado. Existe una planta que en forma especialmente

hábil “sabe” procesar el azúcar, que es de tanta importancia en el metabolismo

hepático: la vid. Por tal razón se emplean las hojas de vid agregándoles,

mediante una preparación apropiada, otras hojas que transmiten dicha función:

las hojas de la frutilla silvestre. En sus frutos la frutilla silvestre evidencia una

tendencia bien distinta a la de la vid, dirigida más bien a la proteína y su

impulso formativo. En el medicamento Hepatodoron se materializa la

combinación de hojas de frutilla y de vid. Se trata pues de un remedio que

vuelve a activar la forma arquetípica de la función hepática.

Sabido es que para comprender la función cardíaca no basta considerar

el corazón en forma aislada, puesto que forma una unidad con la circulación

sanguínea. No obstante, por causas prácticas y evidentes, se hace una clara

distinción entre medicamentos para el corazón y otros para la circulación, con

notable variación dentro de cada categoría. Con todo, es conveniente

considerar el principio que abarca al corazón y la circulación sanguínea como

una totalidad. Cuando ambos actúan conjunta y armónicamente, habrá una

función óptima; se evita sobrecargar la circulación, y el corazón se adapta

perfectamente a las condiciones dadas. El hecho de que hoy en día el corazón

sea considerado como motor y bomba para el movimiento sanguíneo, sin que

se aprecie debidamente la función independiente de la circulación, impide la

comprensión de los referidos procesos y posibilidades. Si uno se basa en

Page 41: Medicina Antroposofica

cambio en una noción más amplia del corazón y de la circulación,

comprenderá que la prímula (Prímula officinalis) y el cardo borriquero

(Onopordon acanthum) constituyen dos plantas antagónicas cuya relación

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

36

con la circulación sanguínea y con la función cardíaca se revela ante un

estudio más profundo. Esas dos plantas conjuntamente con el beleño

(Hyoscyamus) forman una unidad. El medicamento correspondiente

(Cardiodoron) no ha sido creado para una determinada enfermedad del

corazón, ni como remedio para la circulación, sino que abarca todas las

funciones cardiovasculares. Es una “sustancia curativa”, porque normaliza las

funciones de los órganos enfermos.

En forma análoga existen medicamentos para muchos órganos o

funciones basados en la misma concepción: el “nuevo” principio de estos

medicamentos radica en que ellos han de aplicarse, no contra una determinada

enfermedad o síntoma, sino para un órgano o una función. Lo que se busca no

es suprimir, quitar o bloquear, sino apelar a la función fundamental y las

fuerzas formativas propias de los respectivos órganos. Así se explica qué estos

medicamentos “típicos” señalen un camino que abre nuevas posibilidades para

el tratamiento y para la profilaxis, activando las fuerzas curativas del

organismo.

Rudolf Steiner señaló como misión para el futuro, la de “trabajar en

concordancia con la naturaleza en desarrollo, no con la naturaleza concluida”.

El individuo de concepción actual tendrá dificultad en comprenderlo, puesto

que está acostumbrado a referirse únicamente a sustancias, y no a procesos,

particularmente del ámbito de lo viviente, a los cuales trata de explicar como

reacciones físicas y químicas.

Page 42: Medicina Antroposofica

Toda sustancia, todo elemento activo que se aísla de una planta, se

convierte en objeto terminado que ya no obedece a las leyes de la planta viva,

pero que constituye el resultado de sus fuerzas activas. La utilización de estas

sustancias es, sin duda, necesaria y justificada. Pero el nuevo camino conduce

más allá de lo practicado hasta ahora; busca el reconocimiento de las fuerzas

que actúan en la planta y que llevan a la formación de la sustancia. Pero no

utiliza la sustancia material como tal, sino las fuerzas activas. Con el fin de

llegar a conocerlas es preciso que “el médico se entregue al examen de la

naturaleza”, como lo exigía Paracelso. Discípulos de Rudolf Steiner ya dieron

los primeros pasos en dirección a esas posibilidades del porvenir, como lo

muestra por ejemplo la preparación de los “medicamentos según el modelo de

plantas medicinales”. Entre otros, el Solutio Ferri comp., constituye una

imitación de los procesos vegetales de la ortiga (Urtica dioica), y el Solutio

Siliceae comp., de los de la cola de caballo (Equisetum arvense), etc.

Otra indicación de Rudolf Steiner, que hasta cierto grado ya se ha

llevado a la práctica, se refiere al aprovechamiento de fuerzas cósmicas en la

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

37

preparación de remedios. Por medio del estudio de las fuerzas que actúan en el

crecimiento y la estructuración de la planta, es posible valerse de ellas, de un

modo especial, a través de un tratamiento rítmico del zumo vegetal.

Se emplearon procedimientos especiales que, mediante procesos

rítmicos, permiten hacer influir sobre los zumos las fuerzas formativas

cósmicas, con lo cual se logra aumentar las cualidades terapéuticas. Estos

medicamentos se denominan preparaciones Rh.

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

38

Page 43: Medicina Antroposofica

TERAPIA CON METALES

Una rama esencial de la medicina científico-espiritual consiste en el

empleo terapéutico de siete metales, a saber: plomo, estaño, hierro, oro, cobre,

mercurio y plata. Su aplicación resulta del conocimiento de la existencia de un

parentesco entre cada uno de esos metales y los respectivos órganos y

procesos del organismo humano, parentesco que se explica por el origen

cósmico (más exactamente planetario) del metal y del órgano, o bien del

proceso. Nombres como Mercurio (con el cual se designa al planeta como

asimismo al metal que le corresponde) revelan la intuición profunda de los

antiguos acerca de tales relaciones. También la denominación de saturnismo

para la intoxicación con plomo, o agua de Saturno para el acetato de plomo,

atestiguan que en tiempos pasados se vivenciaba cómo las influencias de los

astros son prácticamente idénticas a las de determinados metales, y éstas a los

respectivos procesos del organismo humano. Rudolf Steiner brindó una

descripción adecuada a la conciencia moderna, de los vínculos entre planetas y

órganos o procesos en el organismo humano. De ella se derivan las siguientes

correlaciones:

Planeta Metal Órgano humano

Saturno Plomo Bazo

Júpiter Estaño Hígado

Marte Hierro Vesícula Biliar

Sol Oro Corazón

Venus Cobre Riñón

Mercurio Mercurio Pulmón

Luna Plata Cerebro

Estas correlaciones han quedado evidenciadas por experimentos y

trabajos muy extensos (11). La aplicación terapéutica de estos metales se

Page 44: Medicina Antroposofica

practica de acuerdo con las correlaciones enunciadas. Pero hay que hacer notar

que, además de la relación con los órganos, existen afinidades de los metales

con determinadas funciones o procesos que abarcan todo el organismo

humano (12).

Podría parecer extraño que sustancias como el plomo y la plata puedan

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

39

tener tanta importancia en el organismo humano, en vista de que sólo se las

encuentra en cantidades insignificantes. Únicamente el hierro y el cobre tienen

relevancia como sustancias del organismo humano. Sin embargo, lo decisivo

reside en la dinámica específica, la fuerza activa dentro de la sustancia. Por

ejemplo, es fácil comprobar que la sustancia y los efectos peculiares del hierro

se, vinculan inseparablemente con ciertos procesos corporales y anímicoespirituales.

Algunos metales o elementos únicamente ejercen efectos dinámicos y

energéticos; otros, como el hierro y el cobre, obran en su calidad de sustancia;

no obstante, se trata de matices que se confunden entre sí. Para el empleo

terapéutico de estos metales raramente será necesario usar dosis materiales,

sino que en la mayoría de los casos se transformará el metal respectivo a fin

de obtener un efecto dinámico, lo que se consigue mediante la dinamización

homeopática, o también por el método que conduce al metal vegetabilizado.

Sólo así se logra el efecto procesal que se requiere.

Si se observa sin prejuicio la naturaleza humana (hasta cierto grado se

puede decir lo mismo del animal), se podrá verificar que hay procesos que

conducen a la formación de nueva sustancia viva, lo que ocurre

principalmente durante el crecimiento; pero al mismo tiempo existe también el

proceso opuesto que consiste en la constante eliminación de sustancias que se

apartan del contexto vital y se tornan materia mineral muerta. Esta dualidad se

Page 45: Medicina Antroposofica

presenta, por ejemplo, en la osificación y la odontogonia. Aquel proceso

conduce a la vida, crea sustancia viva; éste, en cambio, conduce de lo viviente

a lo muerto y crea sustancia mineral. Estos dos procesos opuestos,

genuinamente polares, se cumplen incesantemente en el organismo humano; el

primero, por supuesto, predomina durante la juventud, y el segundo en la

vejez, conduciendo finalmente a la muerte.

Estos dos procesos son la expresión de los efectos antagónicos de la

plata y el plomo.

Así cómo la luna, vista desde la tierra, es el planeta más cercano, así

también la plata, el metal de la luna, actúa dinámicamente sobre los procesos

que trascienden en forma más inmediata las leyes de lo terrestre; esto es, sobre

los procesos vitales, los que en principio son de origen cósmico. El hecho de

que esos procesos tengan una esfera de influencia determinada, depende de la

naturaleza de la plata. Es por tal motivo que la vivificación y la regeneración

o, en un sentido más amplio, los procesos anabólicos, se hallan sometidos a la

plata. Esto no se refiere sólo a la función de los órganos de generación como

tales, cuya relación con la luna se evidencia en el ciclo menstrual, sino a toda

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

40

formación de nuevos tejidos.

Empero, los procesos vitales sólo pueden desarrollarse en el ámbito de

lo acuoso, jamás en lo sólido y cristalino. Por esta razón, el efecto de la plata

es casi idéntico con la capacidad del organismo de dominar correctamente los

procesos acuosos. Por lo demás, las relaciones extrahumanas de la luna con la

economía hídrica de la tierra son ampliamente conocidas (p. e. el ritmo de las

mareas).

La formación orgánica relacionada con la plata y la luna es el cerebro.

Page 46: Medicina Antroposofica

Este completa su evolución antes que ningún otro órgano, por lo que

realmente es el más antiguo de todos. Precisamente por el hecho de que, en el

curso de la evolución, las fuerzas formativas se han retirado de modo

relativamente precoz y completo, dicho órgano ha quedado casi totalmente

muerto y ejerce una función reflectora que también es típica para el obrar de la

plata. Esa función posibilita la percepción. La vivificación y regeneración,

como áreas de influencia polarmente opuestas, y por otra parte la

estructuración del cerebro, son típicas para el proceso de la plata.

El plomo se opone a la plata, no solamente en cuanto a sus propiedades

físicas y químicas, sino también con respecto a sus funciones específicas en el

organismo humano. El plomo produce una delimitación de la vida. Por efecto

de este metal las sustancias vivas pasan al estado sólido-mineral.

Simultáneamente se liberan las fuerzas etéreas que actuaban en la sustancia

viva, transformándose en fundamento para los procesos espirituales. En base a

una antigua sabiduría se hablaba de Saturno - planeta correspondiente al

plomo - como origen de las fuerzas de muerte. De ahí resulta el esqueleto

humano como símbolo de la muerte. Con todo, el ser humano tiene la

posibilidad de disponer libremente de su espíritu, gracias al proceso de muerte

que actúa en su organismo, que necesariamente hace que lo viviente se

solidifique y mineralice.

Si sólo actuaran los dos procesos referidos en el ser humano, éste no

haría más que oscilar entre la vida y la muerte; no tendría, en cambio, base

alguna para su actuar anímico. Para ello es necesario elevar ambos procesos a

un nivel superior.

Las sustancias “vivificadas” por el proceso de la plata, deben ponerse al

servicio del organismo entero para no adquirir vida propia: deben conducirse

hacia una función superior. El proceso que hace posible esto es idéntico con el

Page 47: Medicina Antroposofica

mercurio. Desde tiempos antiguos se le atribuyen al mercurio fuerzas

mediadoras y unificadoras. Mercurio, el mensajero de los dioses, media entre

el cielo y la tierra, entre las entidades espirituales superiores y el hombre, pero

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

41

también entre ámbitos diferentes entre sí. En tal sentido, se nos presenta aquí

un principio primordial de la curación, ya que muchas enfermedades se deben

a la falta de conciliación de condiciones opuestas: en un lugar sobra algo en

forma de sustancia o proceso, que falta en otro lado. Esto puede dar origen a

congestiones; la función del mercurio consiste en descongestionar y abrir

nuevos caminos. Esta es también la razón por la cual en la antigüedad

Mercurio era el dios de los comerciantes cuya misión era servir de

intermediarios para trasladar lo que abundaba en un lugar a otro donde

escaseara. En un sentido superior esto efectivamente es un acto de curación,

por lo cual Mercurio también era el dios de los médicos.

El órgano que se forma con las fuerzas del mercurio es el pulmón, que

en la inspiración y la expiración transmite las fuerzas vivificantes y

aniquilantes. Este fenómeno de la respiración, típicamente humano-animal,

constituye la base de una vida anímica superior que trasciende la vida

biológica vegetativa.

Mientras el proceso del plomo domina la delimitación entre lo viviente

y lo muerto, mineral, el estaño junto con el mercurio se sitúa en un nivel más

elevado que el efecto de la polaridad plomo-plata. Por consiguiente el área de

influencia del estaño no es el estado sólido o incluso mineral, sino los estados

semi-sólidos, típicos de las sustancias orgánicas. Sabemos que las sales de una

solución pueden cristalizarse, o sea, pasar del estado líquido al sólido, sin que

se produzcan estados intermedios ni una transición gradual. En el ámbito

Page 48: Medicina Antroposofica

orgánico, en cambio, hay toda clase de estados semi-sólidos, como los de la

miel, los geles, los cartílagos, etc. Un cristal de sal no es sólo el resultado de

las fuerzas de muerte, sino que evidencia fuerzas de la sustancia que conducen

a la cristalización; incluso la forma del cristal nos dice, en la mayoría de los

casos, de qué sustancia se trata. En contraste con esto, el estado semi-líquido

es susceptible de ser influenciado por otras fuerzas que no provienen de las

propiedades de la sustancia. La estructuración plástica del material orgánico se

produce por las fuerzas del estaño.

El hígado, que es el órgano que se forma por las fuerzas del estaño,

tiene por ejemplo una consistencia típica del estado semi-sólido; también

guarda relación con el dominio del agua, por lo que el proceso del estaño

abarca asimismo la economía hídrica, pero de una manera totalmente distinta a

la descripta con referencia al proceso del mercurio.

Por las fuerzas de la tercera polaridad, o sea cobre-hierro, lo alcanzado

por los procesos precedentes así como la sustancia creada por los mismos son

conducidos a la madurez y el desarrollo.

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

42

El cobre pertenece a los factores anabólicos del metabolismo. Pero su

importancia no reside en la creación de sustancia viva - lo que es la función de

la plata - sino en su “maduración” a fin de que la materia resulte animada y

que el espíritu pueda servirse de ella. La sustancia vivificada por el hígado,

pero “sólo vitalizada”, ha de transformarse de tal manera que pueda acoger

impulsos anímicos y espirituales, lo que se realiza por la actividad del sistema

renal. El riñón es el órgano que corresponde al cobre. A través del proceso del

cobre, que actúa por intermedio del sistema renal, la sustancia viva “madura”

y se torna sensitiva. Gracias a ello el ser humano puede albergar en sí un

Page 49: Medicina Antroposofica

cuerpo anímico.

De los siete metales, la importancia fisiológica del hierro es la más

conocida, dado que en el organismo humano el hierro se presenta en

considerable cantidad, incluso en forma material; existen, sin embargo,

diversos estados y sitios de influencia. Y es precisamente su efecto que se

extiende ininterrumpidamente desde las influencias puramente dinámicas

hasta lo sustancial, que nos hace ver la importancia del hierro para el ser

humano. Es el metal de encarnación propiamente dicho, lo cual significa que

establece la unión necesaria del espíritu y el alma con el cuerpo: posibilita la

aparición del espíritu humano sobre la tierra.

El proceso del hierro le confiere al hombre la capacidad de actuar, el

coraje y dinamismo. El órgano que corresponde a estos procesos, y también al

hierro y al planeta Marte, es la vesícula biliar, con lo cual se hace referencia a

la secreción biliar a partir del hígado.

Las tres polaridades anteriormente citadas son resumidas e

intensificadas en el oro, que es el metal más universal; reúne en sí muchas

propiedades de los otros seis metales.

El oro forma el centro de las polaridades, del mismo modo como el sol

se halla en el centro del sistema planetario, o como el corazón es el punto

central de todo el ser humano y el órgano en que los más diversos procesos y

polaridades encuentran su equilibrio. Es por ello que se justifica el sentimiento

espontáneo que atribuye tanto valor al oro. Es el metal que abarca

armónicamente las polaridades más extremas. Como metal verdaderamente

digno de los reyes, es el símbolo de la senda evolutiva del individuo y de la

humanidad.

Estos siete metales constituyen la unidad del microcosmos del ser

humano, que es un reflejo del macrocosmos, lo que también es verificable en

Page 50: Medicina Antroposofica

forma real.

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

43

ORO

Armonía

COBRE

Animación

HIERRO

Actividad

MERCURIO

Mediación

ESTAÑO

Dominación

PLATA

Vida

PLOMO

Muerte

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

44

CONSIDERACIONES SOBRE

LA SITUACIÓN TERAPÉUTICA

Los medicamentos altamente efectivos que hoy en día tiene a su

disposición el médico e incluso el enfermo (ya que en parte los consigue

libremente) se emplean “a ciencia cierta” para eliminar o aliviar dolores,

inflamaciones, estreñimientos, acidez estomacal, angustias, etc. En la mayoría

de los casos actúan rápidamente, pero sin resultado duradero, por lo cual

muchos pacientes los toman permanentemente. Estos medicamentos no curan

Page 51: Medicina Antroposofica

la enfermedad. En realidad simplemente combaten el síntoma, por lo que se

habla de un efecto sintomático. Cuando se trata de indisposiciones pasajeras o

trastornos de poca importancia, no hay razón para oponerse a su aplicación;

pero el paciente frecuentemente se habitúa a tomar tales remedios y cree no

poder arreglarse sin ellos, o bien no quiere o no puede dejarlos.

Muchas veces no es fácil saber si un medicamento combate el síntoma o

si realmente ataca las causas. Los analgésicos casi siempre tienen efecto

sintomático, ya que el dolor no es la enfermedad sino simplemente un síntoma

de ella.

En lo referente a otros medicamentos, como por ejemplo los

antibióticos, la decisión depende del concepto que se tiene de la naturaleza de

la enfermedad: si se opina que las bacterias son la causa de la enfermedad, el

efecto es causal; en cambio, si se las considera como síntoma de la

enfermedad, el efecto es sintomático.

Al respecto se podría objetar que ésta es una cuestión teórica y que lo

principal reside en que el paciente sea curado. Sin embargo, con eso no se toca

la realidad. Si las bacterias son la causa de la enfermedad, el individuo estará

restablecido al eliminarlas; en cambio, si se considera que las bacterias no son

la causa, sino qua ésta hay que buscarla en el organismo, resultará que la

eliminación de aquéllas no conduce a la curación. Efectivamente se evidencia

cada vez más que el problema enfermedad no es idéntico con bacterias, y que

la eliminación de éstas de ninguna manera significa salud. En el fondo un

tratamiento con antibióticos no se orienta hacia el ser humano, sino hacia las

bacterias que se intenta destruir o cuyo crecimiento se trata de impedir en un

sentido ideal, sin influir sobre el organismo. Es por ello que los efectos se

controlan con respecto a las bacterias y su grado de sensibilidad y no con

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

Page 52: Medicina Antroposofica

45

respecto al organismo. Los antibióticos se emplean sin tener en cuenta de qué

enfermedad se trata, de modo que se llega a tratar con el mismo medicamento

la pulmonía, la cistitis o un absceso en los pies, quiere decir, las más diversas

enfermedades. Lo único que se toma en cuenta para su aplicación es el agente

patógeno. Se entiende que se combaten enfermedades distintas con un único

medicamento, siempre que se conozcan la existencia y la naturaleza de las

bacterias en cuestión.

Además de los citados también existen medicamentos de otros efectos.

Si, por ejemplo, alguien presenta escasez de ácido gástrico, parece muy

natural suministrarle lo que le falta con el fin de restablecer condiciones

“normales”. Si en personas de cierta edad se produce una debilidad de la

función glandular, se recurre al suministro de extractos de esas mismas

glándulas, o bien al empleo de preparados sintéticos. Los tratamientos con

hormonas revisten iguales características. En todos estos casos se habla de

terapia sustitutiva. Naturalmente este método a veces puede ser necesario,

incluso para salvar la vida del paciente. En los diabéticos tenemos un ejemplo

de ello: por la administración de insulina que proviene del páncreas - faltante

en tales personas - se logra normalizar el metabolismo en tal medida, que es

casi igual al del hombre sano. En una crisis amenazadora para la vida (el

llamado coma diabético) por medio del suministro de esas hormonas se

consigue vencer rápidamente un estado que, de otro modo, muy

probablemente provocaría el deceso. No obstante, aún la administración más

acertada de insulina no basta para curar al diabético; prácticamente depende

de este medicamento durante el resto de su vida.

Mediante los resultados descriptos de los medicamentos sintomáticos o

mediante la terapia sustitutiva ciertamente es posible evitar la muerte y hacer

Page 53: Medicina Antroposofica

desaparecer o suprimir muchos fenómenos patológicos, pero no se puede

lograr directamente la curación. En este contexto cabe considerar el hecho de

que el ser humano de nuestros días goza, por cierto, de una vida más larga que

antes, pero que se enferma más frecuentemente y por períodos más

prolongados. A esto ya nos hemos referido en el primer capítulo de este

trabajo. En la actualidad existen muchísimas personas que deben tomar

medicamentos durante muchos meses o años de su vida para poder trabajar e

incluso para poder vivir. Ni siquiera se puede decir que esas personas tengan

buena salud, aunque parezcan tenerla.

Muchas de las impactantes intervenciones de la medicina actual se

deben al empleo de los medicamentos antes mencionados, y esto ha causado la

impresión de que ella ha llegado a un punto culminante de su evolución. Se

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

46

sobreentiende que la misión del arte de curar consiste en conservar la vida del

hombre y mitigar los dolores y las aflicciones; pero la tarea más noble del

médico es, con todo, la de curar al ser humano.

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

47

¿CÓMO SE LOGRA LA CURACIÓN?

Para la descripción y calificación de las enfermedades se parte

actualmente de hechos anátomo-patológicos, quiere decir que se toma como

base la alteración corporal. En la mayoría de los casos no se busca la causa

que ha conducido a tal estado de cosas. Este enfoque de la enfermedad

concuerda con la mentalidad de nuestra época. Durante mucho tiempo se

consideró a las irregularidades linfáticas como origen de las enfermedades

(patología humoral). Al respecto se puede dar un paso más y preguntar qué

Page 54: Medicina Antroposofica

alteraciones de las fuerzas del organismo originan la modificación de los

humores, o de las células. La antroposofía permite describir concretamente las

fuerzas en que se basan los procesos vitales (cuerpo etéreo) como asimismo

aquéllas que se hallan en relación con el alma humana (cuerpo astral);

permite, además, estudiar la influencia del espíritu (el yo del ser humano),

incluso sobre las sustancias del organismo. Así es posible reconocer

perturbaciones patológicas, aunque se manifiesten de diversas maneras, y

tratarlas con un determinado medicamento. En base a las ideas científicoespirituales

que hemos esbozado podemos encontrar, por ejemplo, que una

persona sufre una alteración del proceso del estaño, lo que puede manifestarse

tanto en una afección hepática como asimismo en una deficiente formación

cartilaginosa, y ésta puede dar origen a determinada artropatía. La influencia

de este tipo de proceso de un metal también puede revelarse en irregularidades

de la constitución física del ser humano y hasta en la estructura del

pensamiento, lo que permite proceder con la terapia correspondiente.

Lo propio puede decirse con referencia al proceso de otros metales o

minerales. Para comprender cómo actúan, se debe estudiar la naturaleza de

cada sustancia, del mismo modo como para comprender el efecto de los

antibióticos, es necesario adquirir conocimientos acerca de las bacterias, según

se explicó anteriormente. Así resultará comprensible porqué una determinada

sustancia puede ejercer su efecto sobre cosas tan dispares como lo son un

hígado enfermo, una afección articular e incluso la naturaleza misma de una

persona, tal como lo hemos expuesto con respecto a la función del estaño.

Debido al concepto fundamental tan diferente es imposible comparar

los “éxitos” de la quimioterapia con la terapéutica a que nos referimos, puesto

que tanto el concepto de la enfermedad como la finalidad del tratamiento son

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

Page 55: Medicina Antroposofica

48

totalmente distintos. Se trata de una diferencia decisiva entre la sustitución de

las reacciones del organismo y la estimulación de éste para que pueda (volver

a) aprender a producirlas o a adquirir las fuerzas para dominar él mismo a las

bacterias. En el primero de los casos el ser humano es dejado casi totalmente

de lado; en el otro él es el centro a que se dirigen los esfuerzos del médico. Si

se releva al organismo de ocuparse él mismo de la enfermedad, ésta deja de

ayudar al ser humano en su desarrollo, y él queda separado de su enfermedad.

Con ello ya se toca el problema del destino humano, que está

profundamente vinculado con la enfermedad. Es uno de los principales logros

de la ciencia espiritual el haber puesto al descubierto la relación de la

enfermedad y el destino con la individualidad del ser humano; pero esto

involucra la necesidad de reconocer no sólo la existencia posterior sino

también la existencia previa, o sea, la reencarnación de la entidad espiritual

del hombre. En última instancia, la tendencia o capacidad de enfermarse es,

además, un problema espiritual que no es posible solucionar, ni a nivel de la

ciencia natural, ni a través del estudio del alma solamente.

El enfoque terapéutico actual es entusiasta en virtud del rápido e intenso

efecto de muchos medicamentos, los cuales le sirven de punto de apoyo. Pero

no toma en consideración las reacciones del organismo, ni tampoco la

conveniencia de su modo de proceder. En muchos casos, tanto el médico

como el paciente se dejan impresionar por resultados del momento, sin tener

presente las consecuencias que puede acarrear, por ejemplo, el hecho de

suprimir un estado patológico. Teniendo un concepto más amplio de

enfermedad se puede reconocer, por ejemplo, que la fiebre así como otras

reacciones inflamatorias, no sólo pueden implicar un peligro para el hombre,

sino que también constituyen un factor que le ayuda en su evolución y que

Page 56: Medicina Antroposofica

incluso puede transformar toda la constitución y sentar disposiciones

patológicas que quizá recién se manifiesten mucho más tarde. La polaridad

anteriormente mencionada de inflamación y esclerosis permite interpretar

correctamente dichas correlaciones. La enfermedad significa - como ya se ha

expuesto - separación, desunión, pero ante todo falta de equilibrio. Este es el

origen de toda enfermedad, a pesar de que a veces no se manifiesta

abiertamente. La misión del médico consiste en poner al descubierto las

condiciones alteradas y restablecer el orden. Sin embargo, no se habrá logrado

curar al paciente, sino cuando éste sea capaz de dominar él mismo los

procesos que habían conducido a un exceso o a una deficiencia. Pues a través

de la enfermedad él ha “aprendido” algo; se ha convertido en otro hombre,

visible o invisiblemente. Tal cambio no se produce jamás sin la participación

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

49

activa del paciente. En este sentido, a una persona se le puede dar un

tratamiento”, sin su propio esfuerzo e incluso contra su voluntad, pero no se la

puede curar realmente de esa manera.

La mayoría de las medidas terapéuticas actuales se orientan hacia

efectos y éxitos de poca duración, y es por esto que la medicina de nuestros

días tiene sus mayores posibilidades en el tratamiento de las enfermedades

agudas. En cambio, según Jores, “el enfermo crónico representa el problema

sin solución de la medicina actual”. (1).

Gran parte de las, enfermedades crónicas se derivan de enfermedades

agudas no curadas realmente, sino suprimidas momentáneamente; este es el

caso ante todo de las enfermedades inflamatorias crónicas. Otro gran

porcentaje de enfermedades crónicas se debe a la supresión rutinaria de toda

dolencia febril, procedimiento que altera totalmente el equilibrio de las

Page 57: Medicina Antroposofica

tendencias patológicas a que nos hemos referido anteriormente.

Los medicamentos son para el médico el medio indispensable para

lograr la curación, pues ellos ayudan al paciente a superar la crisis de la

enfermedad. No obstante, muchos remedios sólo suprimen las dificultades o

actúan en lugar del mismo organismo: hacen bajar la presión sanguínea o la

fiebre, destruyen las bacterias, etc.; pero el medicamento tiene la misión de

“indicar” al paciente cómo se produce la reacción sana, sin ejercer coerción.

Por consiguiente, no dice nada sobre la eficacia del medicamento el hecho de

cuan rápida o intensamente puede hacer bajar la fiebre o eliminar otro

síntoma. Naturalmente esto puede ser conveniente e incluso necesario para el

organismo; sin embargo, es mucho más importante darle al cuerpo la

posibilidad de saber dominar él mismo las reacciones, de captar el estado

general de modo tal que ya no sea “necesario” ese aumento de temperatura.

Esto es posible por medio del medicamento adecuado. Los narcóticos

habituales son infalibles, siempre que se empleen en dosis suficientemente

altas, independientemente de la causa del insomnio. Pero la enfermedad de la

falta de sueño, como tal, queda sin tratar. En cambio, el remedio adecuado le

“enseña” al paciente la manera de poder dormir, pero para ello es

imprescindible conocer las causas del insomnio. Por ende los remedios han de

ser tan diversos como las causas.

La cualidad de todo medicamento consiste en que se adecué al paciente

en todo su ser de cuerpo, alma y espíritu y que capacite al organismo para

restablecer él mismo la armonía. La curación ha de realizarse en la esfera de la

vida y del alma, y está antepuesta a todo acontecer material: son las mismas

fuerzas creadoras las que obran para curar. En este sentido podemos

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

50

Page 58: Medicina Antroposofica

comprender las palabras del filósofo griego Herófilo de que los medicamentos

son “las manos de los dioses”. Curar, significa restablecer la forma divina

arquetípica del ser humano, y los medicamentos son los instrumentos para

lograrlo. Se entiende que el empleo de tales medicamentos sólo se hará en

forma adecuada, si se toma como base la imagen del ser humano, tal como la

hemos expuesto. A tal efecto hay que emprender el camino que conduce al

conocimiento de la naturaleza del vegetal, del animal y del hombre; pero no se

trata simplemente de adquirir conocimientos materiales exteriores, sino de

desarrollar facultades especiales y con ello familiarizarse con las leyes de los

mundos superiores (13). De ninguna manera se trata de rechazar o

menospreciar los recursos del médico moderno, sino de usarlos como

instrumentos a la par de otros conocimientos y posibilidades. De esta manera

será posible convertir la medicina actual, orientada preponderantemente hacia

las ciencias naturales, en arte de curar.

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

51

PERSPECTIVAS

Lo que nuestro tiempo exige no puede ser simplemente la creación de

medicamentos de efecto cada vez más intenso y más rápido, sino la

comprensión amplia del proceso patológico como base para buscar el

verdadero modo de curar. La medicina ampliada por la antroposofía da la

posibilidad de lograrlo.

La medicina de orientación antroposófica no rechaza, de manera alguna,

los logros de la medicina moderna, sino que los complementa, superando su

criterio unilateral.

“No se trata de una oposición a la medicina que trabaja con los

reconocidos métodos científicos de nuestro tiempo, cuyos principios

Page 59: Medicina Antroposofica

aceptamos plenamente; consideramos que no debiera utilizar lo que aportamos

al arte de curar sino aquél que verdaderamente puede ser médico en el sentido

de esos principios. No obstante, agregamos a los conocimientos asequibles por

medio de los métodos científicos reconocidos actualmente, nuevos

conocimientos obtenidos mediante otros métodos, lo que nos obliga a trasladar

esta concepción más amplia del universo y del ser humano a un arte

terapéutico igualmente ampliado.

Puesto que no negamos la medicina oficialmente reconocida, ella

tampoco podrá, en el fondo, oponer reparo a lo que nosotros sostenemos. Sólo

podría rechazar de antemano nuestros esfuerzos quien no solamente exigiera

aceptación de su propia ciencia, sino que además pretendiera que no se debe

exponer ningún conocimiento que trasciende al suyo. (14).

A fines de la segunda década de nuestro siglo hubo médicos que

manifestaron vivo interés por la ampliación de la terapéutica basada en los

conocimientos de la ciencia espiritual. En 1920 Rudolf Steiner pronunció, para

esos médicos, las conferencias del Primer Curso sobre Medicina, al que le

siguieron otros más. En 1921 la doctora Ita Wegman fundó el Instituto

Clínico-Terapéutico de Arlesheim, cerca de Basilea (Suiza). Anexo a esta

clínica, que ahora lleva el nombre de su fundadora (Ita Wegman Klinik),

existió un laboratorio encargado de preparar los respectivos medicamentos

específicos. También en Stuttgart (Alemania Federal), donde se fundó otra

clínica antroposófica, se desarrollaron y elaboraron nuevos medicamentos.

Más tarde ambos laboratorios se fusionaron para formar la WELEDA AG con

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

52

casa matriz en Arlesheim y filiales y representantes en casi todos los países de

Occidente.

Page 60: Medicina Antroposofica

Ahora en todo el mundo hay médicos que trabajan en el sentido de esta

nueva terapéutica. Además existen cuatro clínicas en Alemania, dos en Suiza,

una en Holanda y una en Brasil, como asimismo un seminario en Arlesheim

(Suiza) donde se dictan anualmente dos cursos trimestrales de introducción

para médicos. En otros lugares se organizan regularmente cursos y jornadas

con el fin de exponer y promover los fundamentos y la práctica de la medicina

de orientación antroposófica.

Desde la muerte de Rudolf Steiner en 1925 las condiciones de la época,

como así también la situación en el campo de la medicina se han agravado

cada vez más, en el sentido de la concepción unilateral del ser humano,

ignorando o descuidando su naturaleza espiritual. No obstante, la situación

actual exige terminantemente que el hombre “estudie las fuerzas de la

naturaleza y del espíritu no sólo teóricamente, sino de modo tal que aprenda a

servirse de ellas, partiendo del conocimiento espiritual, con el fin de forjar la

vida en sus estados de salud y enfermedad. Con los progresos de la

civilización la vida humana se complicará cada vez más. Hoy en día ya se

nota, en el fondo de muchas almas, la añoranza de encontrar lo que las

capacite para hacer frente a la creciente complicación de la vida. La

antroposofía quiere, ante todo, responder a esa añoranza. Se podrá ver que

ella, frente a lo destructivo de la vida actual, se ofrece para colaborar

sinceramente en lo constructivo, en el crecimiento y la prosperidad de la

civilización - pero no con frases huecas, sino activamente, en la faz práctica de

la vida -. Quiere conducir a una cognición de tal naturaleza que los

conocimientos puedan verterse en la vida; y en todas las exigencias de la vida

quiere ofrecer conocimientos aptos para prestar la ayuda necesaria”. (8).

La antroposofía de Rudolf Steiner da la imagen espiritual del ser

humano, de la cual resulta un concepto de la enfermedad que abarca la

Page 61: Medicina Antroposofica

totalidad del individuo. Sólo si tal concepto comprende concretamente el

espíritu, el alma y la vida, será posible llegar a una medicina humanizada.

Los medicamentos necesarios para ello sólo cumplirán su cometido si

responden a la naturaleza del ser humano.

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

53

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Jores, Arthur: Die Medizin in der Krise unserer Zeit. Berna 1961.

Ver también: Kienle, Gerhard: Arzneimittelsicherheit und Gesellschaft.

Stuttgart 1974. (En este libro se trata detalladamente el tema del

concepto de enfermedad y su enfoque unilateral en la actualidad).

2. Para una visión general y una orientación bibliográfica sobre estos

temas ver: Husemann/Wolff: Das Bild des Menschen als Grundlage der

Heilkunst, tomo II: Zur Pathologie und Therapie, nueva edición de la

primera parte, pág. 138 ff. Verlag Freies Geistesleben, Stuttgart 1974.

3. Hahnemann, Samuel: Organon der Heilkunst, pár. 270.

4. Idem… nota del pár. 269, en letra cursiva en el original.

5. Idem… par. 11, nota.

6. Pelikan, Wilhelm y Georg Unger: Die Wirkung potenzierter

Substanzen. Philosophisch-Antroposophischer. Verlag, Dornach 1965,

Stuttgart 1971.

Pelikan, Wilhelm en: Evolution und Heilmittel. Publicación de Weleda.

7. Pelikan, Wilhelm en: Potenzierte Heilmittel. Verlag Freies

Geistesleben, Korrespondenzblätter für Arzte 79/1971, pág. 94 ff.

8. Steiner, Rudolf: Was kann die Heilkunst durch eine

geisteswissenschaftliche Betrachtung gewinnen?. Rudolf-Steiner-

Verlag, Dornach 1958.

Page 62: Medicina Antroposofica

9. Martini, citado en Stiegele, Alfons: Homöopathische Arzneimittellehre,

pág. 37, Hippokrates-Verlag Marquardt & Cie., Stuttgart 1949.

10. Una compilación de estos trabajos puede ser hallada en: Wolff, Otto:

Die Mistel in der Krebsbehandlung. Verlag Vittorio Klostermann,

Frankfurt 1975.

11. Kolisko, Lilli: Sternenwirken in Erdenstoffen. Stuttgart 1927, 1929,

1932.

Faussurier, André: La Nature et le Langage des Formes. Supplément

au Bulletin Nr. 2/1970 de l’Association européenne d’agriculture et

d’hygiéne biologiques “Nature et Progrés”.

Fyfe, Agnes: Die Signatur des Mondes im Pflanzenreich. Verlag Freies

Geistesleben, Stuttgart 1967.

Idem…: Die Signatur Merkurs im Pflanzenreich. Verlag Freies

Otto Wolf – La Medicina de Orientación Antroposófica y sus Medicamentos

54

Geistesleben, Stuttgart 1973.

Pelikan, Wilhelm: Sieben Metalle. Philosophisch-Antroposophischer

Verlag, Dornach 1968.

12. Un análisis mes detallado se puede hallar en:

Wolff, Otto: Therapie mit Metallen. En: Evolution und Heilmittel,

Número especial de Weleda Korrespondenzblätter für Arzte 79/1971,

pág. 118 ff.

Husemann/Wolff: Das Bild des Menschen als Grundlage der Heilkunst.

Tomo II/primera parte: Zur Pathologie und Therapie. Verlag Freies

Geistesleben, Stuttgart 1974.

13. En este contexto cabe mencionar las obras fundaméntalos de Rudolf

Steiner (Rudolf-Steiner Verlag, Dornach):

Page 63: Medicina Antroposofica

Philosophie der Freiheit (1894).

Wie erlangt man Erkenntnisse der höheren Welten? (1904).

Die Geheimwissenschaft im Umriss (1910).

Praktische Ausbildung des Denkens (conferencia del 18.1.1909).

14. Steiner, Rudolf / Wegman, Ita: Grundlegendes fur eine Erweiterung

der Heilkunst nach geisteswissetischaftlichen Erkenntnissen (1925).

Rudolf-Steiner-Verlag, Dornach 1972.