El Circulo de Viena Ed. Taurus 1986.Kraft, Victor

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COBRE el Círculo de Viena ha escrito Bertrand ^  Russell: «La escuela es adm irab le po r su decisión de hacer filosofía científicamente, por su inflexible amor a la verdad y por su trabajo técnico en lógica, sintaxis y semántica». Sus pun tos de pa rtid a está n en el campo de la física (Planck), en el de las ciencias exactas, en el de la nueva lógica (Russell) y en el de la filosofía del lenguaje (Wittgenstein). ct or K ra ft  ta u r u s

Transcript of El Circulo de Viena Ed. Taurus 1986.Kraft, Victor

  • COBRE el Crculo de Viena ha escrito Bertrand ^ Russell: La escuela es admirable por su decisin de hacer filosofa cientficamente, por su inflexible amor a la verdad y por su trabajo tcnico en lgica, sintaxis y semntica. Sus puntos de partida estn en el campo de la fsica (Planck), en el de las ciencias exactas, en el de la nueva lgica (Russell) y en el de la filosofa del lenguaje (Wittgenstein).

    Vctor Kraft

    taurus

  • VI CTOR KRAFT

    EL C I R C U L O DE V I E N A

    Versin espaola de FRANCISCO GRACIA

    taurus

  • Ttulo original: Der Wiener Kreis Springer Verlag, Viena

    Primera edicin: 1966 Reimpresiones: 1977, 1986

    1966 T aurus Ediciones, S. A. Prncipe de Vergara, 81. 28006 Madrid

    ISBN: 84-306-1045-6 Depsito legal: M. 4.098-1986

    PRINTED IN SPAIN

  • P R O L O G O

    El Crculo de Viena fue (junto con la Sociedad de Filosofa emprica, de Berln) el punto de partida de un movimiento filosfico internacional que ha producido una renovacin y reforma del positivismo y el empirismo. El neopositivismo se encuentra hoy en el primer plano filosfico, sobre todo en los pases anglosajones y escandinavos. Ha de ser considerado como el fenmeno filosfico ms importante y serio del intervalo entre ambas guerras. Sin embargo, es precisamente en el rea cultural alemana donde la obra del Crculo de Viena ha sido rechazada, en la medida en que ha sido conocida. Y este conocimiento era y es muy insuficiente, extendindose slo a los comienzos. A este respecto es significativo que Gerh. Lehmann en su historia de la Filosofa alemana actual, aparecida en 1943, trate slo a Camap e incluso de ste no tenga en cuenta ms que los primeros escritos: su tesis doctoral, un tratado sobre Eigentliche und Uneigenttiche Begriffe de 1927, Der logische Aufbau der Welt y los Scheinprobteme, de 1928, y el Grundriss der Logistik de 1929, sin considerar ninguno de sus escritos posteriores tan importantes. Adems, los trabajos citados por l son juzgados errneamente, ya que no compren-

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  • de lo esencial. Tambin Del Negro, cuya Historia de la Filosofa alemana de la actualidad se publico slo un ao antes, caracteriza todava como la obra fundamental de la direccin, Der logische Aufbau der Welt de Carnap. Los numerosos e importantes escritos aparecidos posteriormente, los estudios de los ocho volmenes de Erkenntnis, la Logische Syntax der Sprache de Carnap, los Gesammelte Aufsatze de Schlick, con los que acaban el desarrollo y los progresos del Crculo de Viena, no han sido tenido en consideracin. Ellos y el movimiento entero fueron dejados de lado y reprimidos por la orientacin espiritual del nacionalsocialismo. Tambin en la nueva visin de conjunto de la Filosofa europea de la actualidad (1947) de Bochenski, obra por lo dems valiosa, se presenta al neopositivismo y al Crculo de Viena desde luego bastante mejor que en los estudios anteriores mencionados, pero en forma no del todo satisfactoria y muy brevemente. (Hay traduccin castellana de esta ltima obra: Fondo de Cultura Econmica, Breviarios, nm. 16. Mxico, 1949 y siguientes.)

    Son sobre todo las exposiciones extranjeras las que se ocupan detenidamente del Crculo de Viena. En primera lnea est la gran monografa de J. R. Weinberg An examination of Lgical Positivism, Londres, 1936 *, muy bien documentada, que, sin embargo, trata fundamentalmente la primera etapa, dependiente de Wittgens- tein. El Crculo de Viena ha sido objeto posteriormente de una detenida consideracin en la acertada exposicin del neopositivismo de G. H. von Wright Den logiska Empirismen, Helsingfors, 1943, pero debido a estar escrita en sueco no ha adquirido mucha difusin. Las

    1 Hay traduccin espaola: Examen del positivismo lgico. Traduccin de J. L. Fernndez de Castillejo. Aguilar, Madrid, 1959. (N. del T.).

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  • restantes exposiciones extranjeras proceden en parte de los primeros tiempos del Crculo de Viena, como el extraordinario trabajo de Kaila Der logische Neupo- sitivismus, que apareci ya en 1930, y el informe de Petzall, entonces exacto, pero ampliamente superado luego, Der logische Positivismus de 1931 y su crtica de las proposiciones protocolaras Zum Methodenpro- blem der Erkenntrtisforschung de 1935. Parte de ellas son visiones de conjunto muy breves, como la de Voui- llemin La logique de la science et l'cle de Vienne, 1935, y la de C. W. Morris Logical Positivista, Pragmatista aad Scieatific Empiricism, 1937. (Por desgracia no he podido conseguir, a pesar de mis esfuerzos, el estudio de Blumberg y Feigl.) Entre las exposiciones extranjeras de las doctrinas del Crculo de Viena hay que mencionar tambin el libro de Ayer: Laaguage, Truth and Lope (1938, 2? ed. 1946). (Versin castellana:: Leaguaje, verdad y lgica. Editorial Universitaria de Buenos Aires (EUDEBA).)

    Por ello me ha parecido indicado exponer de modo sinttico los trabajos filosficos del Crculo de Viena, sus problemas y resultados; no slo para que con ello no se pierdan en el olvido, sino sobre todo para presentar de este modo las ideas fundamentales de este movimiento a la filosofa alemana de nuestro tiempo, filosofa que slo las conoce en forma insuficiente.

    El Crculo de Viena pertenece al pasado, al menos en Viena. Su trabajo, en el que yo mismo particip, ha terminado. Por ello mi exposicin llega slo hasta su dispora en 1938. Tampoco hubiese sido posible lograr, durante el aislamiento del extranjero ocasionado por la segunda guerra mundial, un conocimiento suficiente de la literatura aparecida desde entonces en otros pases y producida por antiguos miembros del Crculo de Viena o relacionada con ellos. Por tanto, no ha sido posible

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  • referirse a ella, con excepcin de las nuevas obras de Carnap.

    No hay que perder de vista al juzgarlo, que el trabajo del Crculo de Viena no concluy, sino que fue interrumpido bruscamente cuando se hallaba en su plenitud. Ms de una simplificacin excesiva, mucho radicalismo se explican como un planteamiento inicial. Igual que variaron reiteradamente las opiniones en el Crculo de Viena, del mismo modo que Carnap ha superado despus la unilateralidad de la consideracin puramente sintctica, tambin en el Crculo de Viena se hubiese llegado a soluciones ms maduras, si se hubiese podido seguir trabajando. Si se quisiesen sacar formulaciones y consecuencias extremas, se podra presentar sus resultados a una luz totalmente distinta de lo que sigue. Pero con ello se habra hecho injusticia a su obra. Su gran significado positivo es indudable. De ningn modo podra defender por completo' las opiniones del Crculo de Viena; he aadido incluso una crtica en algunos puntos importantes. Pero el Circulo de Viena se preocup por poner en claro con profundidad y amplitud lo fundamental del conocimiento y demostr un grado de claridad y rigor lgico que no se encuentra en la filosofa alemana de la ltima generacin. Incluso quienes se hallen en una posicin distinta de la del Crculo de Viena pueden aprender tambin mucho de l.

    Viena, marzo de 950. V. Kraft

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  • PRIMERA PARTE

    LA HISTORIA DEL CIRCULO DE VIENA'

    Desde 1895 hubo en la Universidad de Viena una ctedra de filosofa de las ciencias inductivas, que fue creada para Emst Mach, quien la ocup hasta 1901. Despus se encarg de ella L. Boltzmann (de 1902 a 1906). Ms tarde la obtuvo el original Adolf Sthr. Haba con ello en Viena una larga tradicin de una filosofa em- pirista que se ocupaba principalmente de las ciencias naturales. Ya antes se haban impuesto en cierto sentido tendencias empiristas a travs de Franz Brentano. Theodor Gomperz y Jodl haban defendido una filosofa antimetafsica. En 1922 fue nombrado Moritz Schlick para desempear la ctedra de filosofa de las ciencias inductivas. Igual que sus predecesores, haban llegado a la filosofa desde la fsica. Haba hecho su tesis doctoral con Planck sobre la reflexin de la luz en un medio no homogneo, y fue el primero en valorar filosficamente la teora de la relatividad en su obra Raum und Zeit in der gegenwartigen Physik (1917). Tena relaciones personales con los hombres ms importantes dentro de las ciencias exactas, tales como Planck, Einstein, y Hilbert. Pero a diferencia de sus predece-

    > Cfr. Wissenschaftiiche Weltauffassung. Der Wiener Kreis. Viena, 1929. Neurath: Den logiska Empirismen och wiener krctsen. 1936. (Theoria, vol. II, p. 72 s.).

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  • sores, no slo de Boltzmann, sino tambin de Mach, tena un profundo conocimiento de la filosofa.

    Pronto se form en Viena, alrededor de Schlick, un crculo no slo de alumnos, sino tambin de estudiosos interesados en la filosofa. Lo constituan los ms adelantados de sus discpulos entre los que Fr. Waismann tena un lugar destacado, pero tambin doctores como O. Neurath, E. Zilsel, H. Feigl, B. v. Jubos, H. Nei- der, algunos de sus colegas, los profesores R. Camap, V. Kraft, F. Kaufmann, y no slo filsofos puros, sino tambin matemticos con intereses filosficos: el catedrtico H. Hahn y los profesores Menger, Radako- vic y Gdel. Esta composicin trajo consigo un nivel desacostumbradamente alto. La orientacin matemtica tambin Camap, Waismann, Zilsel, Neurath y Kaufmann tenan una formacin matemtica fortaleci la tendencia hacia el rigor y la pureza lgicos. En breves informes y largas discusiones se debatan cuestiones lgicas y gnoseolgicas, mediante lo cual y gracias a la preparacin y el pensamiento independiente de los miembros ms importantes2 particularmente Schlick, Camap, Neurath, Waismann, Hahn, Zilsel se consiguieron abundantes resultados. Era un trabajo intelectual de construccin conjunta, no la aceptacin de las tesis de un maestro. Schlick no marcaba en modo alguno la pauta. De Wittgenstein partieron influjos profundos, aunque l mismo no estuvo nunca presente. Fueron transmitidos por Schlick y Waismann, quienes se hallaban en contacto con l, que entonces estaba en Viena. De este modo llegaron mucho ms all de su Tractatus logicophilosophicus *. De este trabajo con

    * Vase una bibliografa de los participantes en Wissenschaftl. Weitauffassung. 1929. Tambin en Erkenntnis, vol. I, p. 315 y ss., y en Einheitswissemchaft, cuaderno 1, p. 30; cuad. 3, p. 21-22.

    * Ver, p., ej., la constatacin expresa {le Schlick en el ensayo Meaning and Verification (Cesammelte Aufstzc, p. 340), de que debe su caracterizacin del significado a conversaciones sostenidas con Wittgenstein, que influyeron profundamente sus

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  • junto se deriv un progreso tan rpido como el que nicamente se produce en las ciencias especiales. Por tanto, resulta natural que tal desarrollo tuviese' como consecuencia varios cambios y que ms de una concepcin inicial demasiado simplista fuese superada ms pronto o ms tarde.

    En 1929 Schlick fue llamado a Bonn, pero renunci despus de algunas vacilaciones. En la primavera y el verano del mismo ao march como profesor invitado a la Universidad de Stanford en California. En esta poca, la amenaza de la prdida primero y la larga ausencia de Schlick despus, hicieron tomar conciencia a los miembros de este crculo de que constituan una comunidad espiritual de cuo especial, un grupo filosfico peculiar. El congreso de la Sociedad alemana de Fsica y de la Asociacin de matemticos alemanes, que tuvo lugar en Praga a mediados de septiembre del mismo ao, proporcion la ocasin exterior de intervenir all como un grupo autnomo, que, junto con la Sociedad de Filosofa emprica de Berln, a la que pertenecan Fr. Kraus, H. Reichenbach, A. Herzberg, A. v. Parseval, W. Dubislav, K. Grelling, organiz simultneamente un congreso sobre gnoseologa de las ciencias exactas. Al mismo tiempo se public un pequeo escrito programtico Wissenschaftliche Weltauffassung. Der Wiener Kreis, realizado por Carnap, Hahn y Neurath, que expona brevemente el origen y los miembros, la actitud y los fines de esta sociedad de trabajo. Estaba dedicado a Schlick y le fue entregado a su vuelta a Viena en octubre de 1929 en seal de agradecimiento y de alegra por su permanencia en Viena, como se deca expresamente en el prefacio. El Crculo de Viena entraba as en la .vida pblica.

    Esto se manifest tambin en que el Crculo consigui su propio rgano de publicacin al hacerse cargo

    propias consideraciones sobre la materia. Difcilmente puedo exagerar mi deuda respecto de este filsofo.

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  • Camap y Reichenbach en 1930 de los Armalen der Phi- losophie, que continuaron bajo el ttulo de Erkenntnis. El Crculo encontr una posibilidad ulterior de publicacin en los pequeos escritos Veroffentlichungen des Vereines Ernst Mach, editados por la asociacin Ernst Mach, que haba sido fundada en 1928 por varios miembros del Crculo con la tendencia de la popularizacin *; y adems, en la serie Einheitswissenschaft, editada por Neurath, 1934.

    El Crculo de Viena se dio a conocer rpidamente en medios cada vez ms amplios. En septiembre de 1930 volvi a organizar junto con el grupo berlins de filosofa emprica un congreso de gnoseologa de las ciencias exactas, en el que se trataron los problemas fundamentales de la matemtica y de la mecnica cuntica*, congreso que se celebr junto con la Asamblea de fsicos y matemticos alemanes en Konigsberg.

    La designacin de Carnap en 1931 como profesor extraordinario de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Praga signific una sensible prdida para el Crculo de Viena, pero Carnap form con el catedrtico de fsica Philipp Frank una lial del Crculo de Viena en Praga. Ambos grupos entraron en relacin con pensadores extranjeros orientados en el mismo sentido: con Jorgensen, catedrtico de Filosofa en Copenhague, con Rougier, entonces catedrtico en Besangon y El Cairo, con Morris, catedrtico en Chicago, con Miss Stebbing, catedrtico en Londres, etctera. Se estableci tambin contacto personal con las

    * Una tendencia poltica, tal como la que Neurath intent introducir a veces en las publicaciones y como la que reproch Dingler al Crculo de Viena en el prlogo de sus Grundlagen der Geometrie (1933), no tena nada que ver con los esfuerzos del Crculo de Viena, que eran puramente filosficos. Reichen- bahc la rechaz (Erkenntnis, vol. 4, p. 75 s.) y tambin el profesor Schlick la rechaz expresamente ante m.

    3 Un informe sobre l en Erkenntnis, vol. 2, p. 86 s.

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  • escuelas logsticas de Vrsovia y Lemberg*. De aqu surgi un congreso internacional de Filosofa cientfica, que fue preparado en 1934 por Rougier, Reichenbach, Carnap, Frank y Neurath en una conferencia previa en Praga y que tuvo lugar en Pars en septiembre de 1935 en las aulas de la SobornaT. Fue promovido por el Gobierno francs y por Institutos cientficos internacionales de Pars; Russell y Enriques pronunciaron discursos de apertura; participaron aproximadamente 170 miembros de ms de 20 pases, viniendo de Alemania, aparte del grupo de Berln, solamente el catedrtico Scholz de Mnster. Constituy un gran xito. La orientacin del Crculo de Viena, que encontr todava una fuerte resistencia en el Congreso de Praga de 1929, fue ahora ampliamente reconocida. Enriques y el general Vouillemin advirtieron del peligro del dogmatismo y de un nuevo escolasticismo, Morris sobre la unilateralidad y Reichenbach sobre el peligro de aplicar precipitadamente a algo el calificativo de metafsica; algunos participantes formularon objeciones contra concepciones aisladas. A propuesta de Carnap se nombr un comit para la unificacin internacional del simbolismo lgico y en primer lugar de la terminologa alemana; ef Congreso se declar tambin dispuesto a promover y cola- 6 7

    6 Una bibliografa de estas escuelas en Erkenntnis, vol. 5, p. 199 s.

    7 Informe sobre la conferencia previa de Praga: Einheit der Wissenschaft, 1934. Informe sobre el primer congreso en Pars: Philosophie scientifique, Pars, 1935 y Actes du Congris intern a r de philosophie scientifique. (Actualits identifiques et industrielles, nm. 378-395, Pars, 1936). Informe sobre ambos congresos en Erkenntnis. vol. 5, p. 1 s., p. 377 s. Para este congreso aparecieron como introducciones: Vouillemin, La logique de la Science et l'cole de Vienne. y Neurath, Le dveloppement du cercle de Vienne et l'avenir de Vempirisme logique; ambas en Pars, 1935.

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  • borar en la Enciclopedia internacional de la ciencia unificada, propuesta por Neurath*.

    Al ao siguiente, en julio de 1936, tuvo lugar un segundo Congreso internacional para la unidad de la ciencia en Copenhague, que estuvo dedicado especialmente al problema causal, sobre todo en relacin con la fsica y la biologa cunticas". Participaron unos cien miembros, provenientes de la mayora de los pases europeos, siendo particularmente grande el nmero de los americanos; N. Bohr pronunci la primera conferencia. En el discurso de apertura Jorgensen puso de relieve que la iniciativa de este Congreso y de los anteriores haba partido del Crculo de Viena y que era ste el que haba desarrollado las ideas fundamentales del nuevo movimiento filosfico. Al ao siguiente, en julio de 1937, se volvi a celebrar en Pars y en la Sorbona el tercer Congreso para la unidad de la ciencia, que sirvi para las discusiones de la proyectada Enclopedia10. Y de nuevo un ao despus, en julio de 1938, se organiz un cuarto Congreso para la Unidad de la Ciencia en Cambridge, en el que se trat del lenguaje cientfico11. G. E. Moore pronunci el discurso de apertura, siendo tambin esta vez internacional la concurrencia. El ltimo de tales Congresos tuvo lugar en septiembre de 1939 en Amrica, en Cambridge, Mas- sachusetts. La guerra seal entonces el fin. Fue un ascenso fulminante. El Crculo de Viena se haba convertido as en un movimiento filosfico internacional: el neopositivismo o neoempirismo.

    Pero mientras tanto el Crculo de Viena haba sufrido dolorosas prdidas. Feigl obtuvo en 1931 una c

    * Aparecida ya en parte como Encyclopedia of Unified Science, Chicago, 1938 s.

    * Informe en Erkenntnis, vol. 6, p. 275 s., y Das Kausalpro- blem, Leipzig y Copenhague, 1937.

    10 Informe en Zur Enzykiopadie der Einheitswissenschaft, La Haya, 1938.

    11 Informe en Erkenntnis, vol. 7, p. 153 s.

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  • tedra en la Universidad de Iowa, de donde pas posteriormente a la Universidad de Minnesota. En 1934 muri inesperadamente el profesor Hahn. Camap march en 1936 a Amrica, nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Harvard, y acept un nombramiento en la Universidad de Chicago 12. Y en el mismo ao recibi el Crculo el golpe ms fuerte: el profesor Schlick fue muerto a tiros en la Universidad por un antiguo discpulo, un psicpata con mana persecutoria. Fue una prdida irreparable que Schlick fuese arrebatado de este modo al trabajo fecundo y se truncase su evolucin, pues dej mucho material incompleto e inacabado. Cesaron las reuniones del Crculo y ste se disolvi por completo en 1938 despus de la anexin violenta de Austria a Alemania. Sus miembros se dispersaron en todas direcciones. Waismann y Neurath marcharon a Inglaterra, donde Waismann fue profesor universitario primero en Cambridge y luego en Oxford, y donde muri Neurath en 1946; Zilsel y Kaufmann se fueron a Norteamrica, donde Zilsel muri en 1943; Menger y Gdel haban aceptado ya anteriormente invitaciones para ir all. Erkenntnis se traslad en 1938 de Leipzig a La Haya, donde tom el ttulo The Journal of Unified Science (.Erkenntnis) en el volumen 8, pero a causa de la guerra hubo que suspender su publicacin en 1940. Se prohibi la compra de las obras del Crculo de Viena por razones polticas, ya que entre sus miembros haba algunos judos y porque la actividad de la Asociacin Ernst Mach se consideraba disolvente.

    En Viena ya no haba Crculo de Viena. Pero su orientacin se defenda ahora en el extranjero, donde haba ganado cada vez ms terreno, sobre todo en los Estados Unidos, donde exista ya una orientacin se

    12 Por tanto, Camap no emigr a Amrica, como lo interpreta G. Lehmann en Die deutsche Philosophie der Gegen- wart, 1943, p. 293.

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  • mejante con Morris, Langford, Lewis, Bridgman, Na- gelu, donde Reichenbach y R. v. Mises encontraron sitio y donde ahora Camap en Chicago y Feigl en Minnesota continan el trabajo. En Inglaterra, donde vive Russell como antepasado de todo el movimiento, el Crculo de Viena se contina por Waismann en Oxford y por Ayer y, en lo esencial, tambin por Pop- p er1* bis) en la Universidad de Londres, donde tambin Miss Stebbing (f 1943) defendi una tendencia semejante u . Una continuacin muy notable de su labor la encontr el Crculo de Viena en Finlandia, con Kaila, quien, como Ayer, particip personalmente de vez en cuando en los ltimos tiempos del Crculo, y con G. H. v. Wright, que fue su discpulo y luego su colega en la Universidad de Helsinki y actualmente es catedrtico en Cambridge. Por supuesto, los que entonces pertenecieron al Crculo de Viena no han permanecido en la antigua posicin, sino qu han continuado avanzando y en parte la han superado.

    Con el Crculo de Viena estn vinculados tambin el profesor Jorgensen, de Copenhague, y el profesor Drr, de Zrich; en Francia, el profesor Rougier, el general Vouillemin, M. Bol, etc. Hubo igualmente relaciones con el Crculo de Viena/ all donde se profesase la misma tendencia, al menos en parte; as con la escuela empirista de Upsala y el profesor Tegen de Lund1*, con las escuelas logsticas de Gottingen y Mnster y 11 * 13 14 15

    11 Que tiene su expresin en la revista Philosophy of Science,Baltimore, 1930 s., y en el Journal of Symbolic Logic.

    13 bis El Dr. Popper no particip en los ltimos tiempos del Crculo de Viena, pero estuvo en contacto personal con varios miembros (Camap, Feigl, Kraft). El Dr. H. A. Lindemann, miembro del Crculo, volvi a Buenos Aires, donde haba vivido anteriormente y donde contina escribiendo.

    El Dr. Tscha Hung, que particip tambin en el Crculo de Viena, es ahora profesor en la Universidad Wuhan, Wuchang, China.

    14 A la que serva la revista Analysis, Oxford, 1933 s.15 Que se expresa en la revista Theoria, Lund, 1935 a.

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  • con las efe Varsovia y Lemberg ,8, si bien ambas fueron disueltas por la guerra igual que el Crculo de Viena.

    Slo en Alemania no encontr difusin la orientacin del Crculo de Viena. Mientras Russell, por ejemplo, emite sobre ella un juicio de gran aprecio17 e incluso personas alejadas no han desconocido su significacin 1S, en Alemania ha sido rechazada de modo despectivo y decidido, en la medida en que ha sido tomada en consideracin **.

    16 Con la revista Studia Philosophica, Lemberg. 1934-38. De las revistas extranjeras citadas, el autor no ha podido disponer ms que de Theoria.

    17 Russell, Logical Positivista, 1946 (Polemic, vol. I). P. 7: El Circulo de Viena, que proporcion un raro ejemplo de colaboracin fecunda entre filsofos, es caracterizado, igual que la escuela de Varsovia, como del ms alto nivel. La escuela es admirable por su decisin de hacer filosofa cientficamente, por su inflexible amor a la verdad y por su trabajo tcnico en lgica, sintaxis y semntica. Pero, siendo tan grandes los mritos de la escuela, tienen una cierta estrechez y una cierta ceguera frente a algunos problemas de considerable importancia, como respecto de la psicologa, etc., (p. 12).

    18 Asi Weinberg, An Examination of Logical Positivism, 1936, p. 294, dice despus de una crtica: Las investigaciones de lgica, matemticas y de la esencia de los sistemis cientficos realizadas por los positivistas lgicos son a pesar de esto de la mayor importancia. Parece justificado afirmar que estos estudios nos han proporcionado la visin ms clara hasta hoy de la lgica y de los sistemas cientficos y es aqu donde hay que ver el mrito ms evidente del positivismo lgico. Y Petzall, Der logische Positivismus, 1931 (Giiteborgs Hogskolas Ars- skrift. 37), p. 36: Las objeciones aqui formuladas no nos impiden creer que una revisin del lenguaje cientfico, tal como la que intenta el Crculo de Viena para la concepcin cientfica del mundo, sera de un valor extraordinariamente alto.

    18 As por Heimsoeth en el Lehrbuch der Geschichte der Philosophie de Windelband, publicado nuevamente por l, 1935, p. 574 (trad. espaola: Manual de Historia de la Filosofa, Ed. Ateneo, Mxico, 1960, p. 599): El hombre, el espritu, la historia son considerados desde una pretensin metdica y cognoscitiva fijada de antemano y supuestamente libre de todo dogma onto- lgico y, en ltimo trmino, son ignorados en lo esencial. Y por

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  • Schlick discuti las acusaciones contra el Crculo de Viena en su ensayo Lcole de Vienne et la philosophie traditionelle30: Se reprocha frecuentemente a la escuela de Viena el que no est compuesta por filsofos, sino por enemigos de la filosofa. Las doctrinas de esta escuela, se dice, no contribuyen en nada al desarrollo ni al progreso de la filosofa, sino ms bien a su disolucin. Pero slo puede hablarase as si se equipara la filosofa con la metafsica. Y la negacin de la metafsica es claro que no fue inventada por el Crculo de Viena31. Las comprensivas palabras que tiene Schlick en el mismo ensayo para con la filosofa histrica son un testimonio de que el reproche de menosprecio de la filosofa no es exacto33: Los 'anti-metafsicos' son injustos muchas veces con la fiosofa tradicional al declarar que es simplemente una coleccin de pseudo- problemas. Yo pienso, por el contrario, que tenemos pleno derecho a estar orgullosos de que nuestros pen- somientos sean el resultado de un largo desarrollo histrico del espritu humano. Frente a los sistemas del pasado mostraremos una comprensin histrica; sus dogmas ya no nos alteran; podemos admirar con la conciencia tranquila las pocas grandiosas de una humanidad que en la bsqueda y en la equivocacin de-

    Del Negro en Die deutsche Philosophie der Gegenwart, 1942, p. 8: El neopositivisino emprendi la lucha ms violenta no slo contra la metafsica, sino contra todo esfuerzo filosfico en general. Intenta dar a sus afirmaciones la apariencia de exactitud insuperable mediante la vestidura logstica. La novedad respecto a Mach se halla en el fondo solamente en el campo del formalismo. Y por Gerh. Lehmann en Die deutsche Philosophie der Gegenwart, 1943, que slo trata de Camap (ver posteriormente la cita en la p. 119) y tambin por Bochenski. Euro- paische Philosophie der Gegenwart, 1948, p. 62 s. Slo el juicio de E. v. Aster, Die Philosophie der Gegenwart, 1935, p. 177 s., constituye una excepcin.

    24 Gesammelte Aufsdtze, 1938, p. 390.* tbid., p. 391.22 Ibid., p. 394.

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  • muestra una voluntad profunda para la verdad. No debe juzgarse la posicin del Circulo de Viena respecto de la filosofa tradicional solamente por las manifestaciones de los radicales. Es indudable que quien vea en la filosofa la confesin de una sabidura personal sobre el mundo y la vida, de una interpretacin subjetiva sobre ellos, o quien busque en ella la construccin especulativa de un principio oculto e inexpermen- table del mundo o la poesa conceptual de una novela csmica, ste no podr considerar a la filosofa tal como la entiende el Crculo de Viena ms que como una degeneracin. Pues en este sentido, la filosofa excluye todo lo que no puede obtenerse por la va cientfica. Pero slo entonces se puede superar la diversidad y variabilidad subjetiva y slo entonces se puede pretender lograr generalidad y resultados duraderos.

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  • SEGUNDA PARTE

    LA LABOR DEL CIRCULO DE VIENA

    Debido a su composicin, el Crculo de Viena no estaba dominado por concepciones tan uniformes como las de un mero crculo de discpulos que aceptase simplemente las opiniones del maestro, pues al menos sus miembros ms importantes eran pensadores independientes. Haba una orientacin radical, representada sobre todo por Neurath, qe actu por eso muchas veces como estmulo y a veces indujo a error, orientacin a la que se adherieron frecuentemente Hahn y tambin Carnap, y una ms moderada a la que perteneca Schlick. Haba toda clase de diferencias de detalles, algunas de las cuales se aluden en el ensayo de Schlick L'cole de Vienne...1. Tampoco era unnime la posicin frente a las tesis de Wittgenstein ni lo era en la teora de la probabilidad. Pero se estaba de acuerdo en lo fundamental.

    Exista una orientacin fundamental comn: la cien- tifcidad de la filosofa. Las rigurosas exigencias del pensamiento cientfico han de valer tambin para la

    1 Vase, p. ej.. la polmica de Schlick contra el radicalismo de Neurath en lo relativo a la filosofa, en el estudio L'cole de Vienne et la philosophie traditionelle, 1937, (Gesammelte Aufsdtze, p. 391, 392, 395); y la polmica de Neurath contra la constatacin de Schlick en Radikaler Physikalismus u. "Wirkliche Welt. (Erkenntrds, vol. 4, 1934, p. 346 s.).

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  • filosofa. La claridad unvoca, el rigor lgico y la fun damentacin suficiente son imprescindibles en ella, como lo son en las restantes ciencias. Las afirmaciones dogmticas y las especulaciones incontroladas, tan extendidas todava hoy en la filosofa, no deben presentarse en ella. Con ello venia dada tambin la oposicin contra toda metafsica dogmtico-especulativa. La metafsica haba de ser eliminada por completo. Esta era la razn de que el Crculo de Viena estuviese vinculado con el positivismo.

    Pero por encima de esta actitud general haba tambin una amplia coincidencia en las concepciones fundamentales. As en el empirismo, tal como era defendido por Russell principalmente, y en la repulsa del apriorismo unida a l. En este sentido, no puede haber juicios sintticos a priori. Los enunciados sobre hechos slo pueden valer en virtud de la experiencia. Una comunidad todava ms estrecha en cuanto a los fundamentos la proporcionaba la nueva lgica, tal como la haban desarrollado Whitehead y Russell haca ms de diez aos. La filosofa del lenguaje desarrollada por Ludwig Wittgenstein en su Tractatus logico-phitosophi- cus, 1922 *, partiendo de la obra de Russell y Whitehead, constitua otro punto de partida comn. En la discusin de sus pensamientos, en la que stos fueron perfeccionados, transformados y en parte superados, se despleg una gran parte del trabajo del Crculo de Viena.

    De acuerdo con esto, el inters se diriga en primer trmino hacia cuestiones lgicas, de teora del conocimiento y de filosofa del lenguaje, pero tambin se trataron cuestiones relativas a una imagen cientfica del mundo. Debido a esta amplia coincidencia no hubo

    3 Publicado primero como I.ogisch-philosophische Abhand- lung en los Annalen der Naturphilosophie, ao 1921. (Versin espaola de E. Tierno Galvn; Madrid, 19S7.)

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  • necesidad de realizar previamente la larga y penosa tarea de ponerse de acuerdo sobre los fundamentos de la discusin y se pudo entrar directamente a las cuestiones especiales. Esta fue la razn de la desacostumbrada fecundidad de esta comunidad de trabajo.

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  • A. EL LOGICISMO

    I. LOGICA Y MATEMATICA

    La nueva lgica tena un significado especial para el Crculo de Viena, cosa que se pone de manifiesto en las designaciones que se han dado al Crculo de Viena: neopositivismo logstico o empirismo lgico l.

    Desde la segunda mitad del siglo xix la lgica experiment una transformacin y una ampliacin que la colocaron lejos de la lgica tradicional. Aquello en lo que se diferencia la nueva lgica de la antigua1 2 consiste, por una parte, en la utilizacin de smbolos en la logstica, por analoga con las matemticas, y por otra, en una ampliacin de la lgica con un campo completamente nuevo: las relaciones y las funciones preposicionales, es decir, proposiciones con lugares vacos que se designan mediante variables, aparte del campo de las propiedades, que era el nico considerado hasta ahora. La reconstruccin material de la lgica parti

    1 Vase posteriormente pp. 35-36.2 Vase para esto Carnap, Die alte und die neue Logik,

    Erkermtnis, vol. 1, 1930/31, p. 12 ss.; K. Menger, Die alte u. die neue Logik, 1933, en Krise u. Neuaufbau in den exakten Wis- senschaften, fascculo 1; Jorgensen, A treatise on Formal Lope, vol. I, 1931. (El artculo de Carnap est recogido en la obra El positivismo tgico, compilada por A. J. Ayer. Versin espaola publicada en Mxico, en 1965, por Fondo de Cultiva Econmica.)

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  • de los matemticos, a los que les resultaba insuficiente la lgica tradicional para la elaboracin rigurosa de la matemtica. Las proposiciones matemticas no con- cuerdan con el esquema del juicio de la lgica clsica: sujeto-cpula-predicado, ya que expresan relaciones. Los enunciados que atribuyen un predicado a un sujeto son slo idneos para propiedades, para clases. Las relaciones, que consisten en la conexin de dos o ms miembros, no pueden expresarse adecuadamente de este modo. Y las series, tan importantes en matemticas, slo pueden construirse mediante relaciones (irreversibles transitivas). Por tanto, haba que desarrollar una teora lgica de las relaciones. Al realizar la construccin lgica de la matemtica surgieron tambin dificultades lgicas al producirse antinomias que en parte eran de carcter lgico general, razn por la cual resultaba tambin necesaria una reforma de la lgica. La nueva forma de la lgica encontr su realizacin amplia y definitiva en la gran obra Principia mathema- tica de Russell y Whitehead, vol. I-III, 1910-13, 2 edicin, 1925-7. La nueva lgica es cultivada y proseguida no slo por los discpulos de Russell (Wittgenstein, Ramsay), sino tambin por las escuelas logsticas polacas de Varsovia, Lemberg y Cracovia, y tambin por Hilbert y sus discpulos, por H. Scholz en Mnster y K. Drr en Zrch, por Jrgensen en Copenhague, Kaila en Helsinki, y en los Estados Unidos.

    La nueva lgica, la logstica, es muy superior a la lgica tradicional, tanto material como formalmente. No slo est incrementada con mbitos esenciales, sino que los antiguos estn tambin concebidos de un modo ms riguroso y sistemtico. Y con el simbolismo se ha creado una forma de exposicin mediante la cual se fijan los conceptos y enunciados y las reglas de su conexin con precisin matemtica. De este modo se hace posible un puro operar formal sin tener en cuenta el contenido, un clculo con conceptos y enunciados. Mediante esto se logra una claridad y un rigor que

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  • estn excluidos al utilizar el lenguaje natural. Se evitan los equvocos, se descubren los supuestos inadvertidos, se garantizan el rigor y la consecuncia. Verdad es que la utilizacin de la logstica tiene unos lmites sensibles en el hecho de que sus frmulas se hacen muy pronto demasiado complicadas. Sera prcticamente imposible dar a toda deduccin la forma de una inferencia completa en el clculo lgico, es decir, analizarla en pasos concretos de tal tipo que cada paso sea la utilizacin de una de las reglas de transformacin del clculo, incluida la definicin. Una reflexin usual de un par de segudos requerira entonces das enteros. Pero lo esencial es que esta resolucin es tericamente posible y tambin lo es prcticamente para una pequea parte del proceso. De este modo, cualquier punto crtico puede ser colocado bajo la lupa lgica. Si varias personas quieren ponerse de acuerdo sobre la correccin formal de una inferencia dada, pueden dejar de lado todas las diferencias de opinin sobre cuestiones materiales o cuestiones de interpretacin. Slo tienen que investigar si la serie de frmulas dada cumple las reglas formales del clculo*.

    Partiendo del sistema de la nueva lgica, se deriva la matemtica por Russell y Whitehead en los Principia mathematica. Slo con los conceptos lgicos primitivos y en virtud de los principios lgicos, con la adicin de dos nuevos, el axioma de infinitud y el axioma de eleccin, se constituyen los conceptos primitivos matemticos, los nmeros, naturales y ampliados, y los conceptos del anlisis y de la teora de conjuntos. Se desarrolla as la matemtica como una rama de la lgica y, en consecuencia, lo qu es vlido para la lgica, es vlido tambin para la matemtica.

    La nueva lgica y su relacin con la matemtica tu-

    * Camap, Foundations of Logic and Mathematics, 1939. (International Encyclopedia of Unified Science, vol. I, nm. 3.)

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  • vieron un significado decisivo en la actitud filosfica del Circulo de Viena. Consigui as la comprensin adecuada de la peculiaridad de la lgica y de la matemtica, comprensin que hasta entonces le haba faltado al empirismo. Este haba credo, en la formulacin clsica de J. St. Mili y Spencer que todava tiene defensores4, que tena que fundamentar tambin la matemtica y la lgica en la experiencia. Estas son solamente sus generalizaciones supremas, las leyes del ser y del pensar, completamente abstractas y formalizadas. De este modo, contendran tambin leyes naturales, con lo que seran inductivas y, por tanto, refutables por la experiencia!

    Esta concepcin es completamente insostenible. Si las proposiciones matemticas y la experiencia no coinciden, a nadie se le ocurre considerar refutadas las proposiciones matemticas y corregirlas de acuerdo con la experiencia. Ms bien consideramos los teoremas como ms seguros que nuestras cuentas y mediciones, pues si stas salen de otro modo, pensamos que las mediciones no son sucientemente exactas y que las cuentas estn equivocadas. Esto demuestra que la matemtica no descansa en la experiencia, sino que tiene validez de un modo completamente autnomo. Por su parte, la lgica puede inferirse de la experiencia en una medida igualmente escasa, pues est ya presupuesta en toda experiencia metdica. Por tanto, la lgica no podra modificarse nunca por nuevas experiencias. Lgica y matemtica pueden reducirse genticamente a experiencias, es decir, a conjuntos de vivencias; stas habrn proporcionado el estmulo para su formacin; pero al hacerlo se han construido sistemas completamente autnomos, independientes por completo de la

    4 P. ej., Bross y Bowdery, A realistic criticism o a contem- porary philosophy of logic, 1939 (Philosophy of Science, ved. 6, p. 105 s.); sobre ello, V. Kraft, Logik u. Erfahmng, 1946 (The a, vol. 12, p. 205 s.).

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  • experiencia en su validez. Valen a priori, siempre que con esto no se entienda ms que independiente de la experiencia. Esto no puede pasarse por alto.

    Comprender esto signific hasta entonces una objecin decisiva contra el empirismo, que se haca insostenible para quien pensase as. La salida del dilema: abandono del empirismo o interpretacin errnea de la lgica y de la matemtica, fue el Crculo de Viena el primero en sealarla*: la lgica y la matemtica no enuncian nada sobre la realidad experimentable. La lgica no contiene ningn conocimiento, no proporciona los principios del ser, sino los fundamentos del orden de los pensamientos. Las relaciones lgicas son relaciones meramente mentales; no existen como relaciones fcticas dentro de la realidad, sino slo como relaciones dentro del sistema de representacin. Por ejemplo, las clases no son nada real, sino que son la reunin en el pensamiento. Y a la negacin no le corresponde tampoco en el mundo circundante un hecho peculiar que se halle junto al positivo. Puesto que las relaciones lgicas son puramente formales, pueden comprobarse con completa independencia del significado especial de las frases, del hecho concreto. Por tanto, no pueden enunciar absolutamente nada sobre el ser. Lo que contiene la lgica son los principios de la ordenacin dentro de la representacin simblica. En el pensamiento formulado verbalmente se coordinan a los objetos y a sus relaciones smbolos y conjuntos de smbolos. Estas coordinaciones no son unvocas, de tal modo que a cada objeto y a cada relacin le corres- 1

    1 Sobre esto, Hahn, Logik, Mathematik u. Naturerkennen, 1933 (Einheitswissenschaft, fase. 2) y en Erkenntnis, vol. 1 (1930- 1931), p. 97 s., vol. 2 (1931), p. 135 s. Que la lgica y la matemtica no enuncian nada sobre el mundo, siendo reglas de transformacin y relaciones internas del simbolismo, es cosa que se remonta a Wittgenstein. (Parte del trabajo de Hahn mencionado en esta nota est recogido en el libro El positivismo lgico, citado en pg. 27, nota 2.)

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  • ponda slo un smbolo y viceversa, sino no uniformes, de tal modo que al mismo objeto le corresponden varios smbolos o complejos de smbolos, pero no a la inversa. Es posible, pues, transformar entre s los complejos de smbolos que designen todos el mismo objeto o el mismo hecho. Lo que la lgica contiene son las reglas de tales transformaciones. Como lgica pura, formula leyes dentro del simbolismo nicamente, no leyes del mundo de la experiencia. El conocido principio lgico lo que es vlido para todas las cosas, es vlido tambin para cada una en particular se limita a describir el mismo hecho mediante dos simbolizaciones diferentes, a saber, mediante todas y cada una en particular. Pero no es una propiedad del mundo que lo que vale para todas las cosas sea vlido tambin para cada una de ellas8.

    Puesto que la matemtica puede s.er derivada de la lgica, participa de su carcter. Tampoco la matemtica enuncia ningn hecho. Los nmeros no significan en pura matemtica, sin tener en cuenta su aplicacin, objetos del mundo de la experiencia y la geometra no describe el espacio real, pues hay varias geometras mutuamente excluyentes. No puede decidirse de antemano cul de ellas es vlida en el mundo de la experiencia. Se desarrollan, pues, por s, con independencia de si son vlidas all o no. Tampoco se ocupan de objetos empricos, sino de creaciones ideales, tales como el punto inextenso, etc. Una igualdad como el conocido ejemplo de Kant 7 + 5 = 12 no se refiere a ningn hecho real, proporcionando solamente una transformacin de los grupos de unidades en un grupo nico segn las reglas del clculo. Ni estas unidades son cosas de la realidad ni las reglas del clculo son sus leyes naturales, sino que en los nmeros se renen clases de elementos posibles cualesquiera y las reglas del clculo son las reglas de transformacin de tales clases en

    Hahn en Erkenntnis, vol. 2, 1931, p. 137.

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  • otras, reglas que han sido establecidas por Dosotros Con ello slo se agrupan de otro modo las mismas unidades. Se permanece, pues, por completo dentro del sistema de representacin, dentro de un orden puramente ideal8.

    Entendidas de este modo, la lgica y la matemtica no presentan ya ninguna dificultad por su validez a prio- t. Puede aceptarse sin ms tal validez porque no se refiere en modo alguno a la experiencia, sino a la representacin simblica. Las proposiciones de la lgica y de la matemtica no pueden tomarse como conocimientos de la realidad, sino slo como modos de transformacin dentro del simbolismo, a los cuales corresponde o debe corresponder siempre en la realidad uno y el mismo hecho. Su validez apriorstica descansa en decisiones que slo se extienden al campo de la simbolizacin y por eso pueden alcanzar validez objetiva, ya que no establecen ninguna regularidad del mundo de la experiencia, sino slo las de la representacin.

    Las proposiciones de la matemtica no son sintticas, como pensaban Kant y Mili, sino analticas; puede saberse que son verdaderas (o falsas) en virtud nicamente de las definiciones de los conceptos de que estn formadas; contienen meras tautologas, como llama Wittgenstein a las proposiciones que puede saberse que son verdaderas slo por su forma lgica. El carcter analtico de la matemtica resulta ya con toda claridad de su estructuracin en sistemas deductivos, tal como se ha realizado desde la segunda mitad del siglo xix. Su validez apriorstica se explica por su carcter analtico. La matemtica se refiere solamente a la conexin 1

    1 Cuando Schlick (Gesammelte Aufsatze, p. 145 y 222) lo expresa diciendo que la matemtica slo tiene que ver con la combinacin de signos, lo que estos signos designan son precisamente grupos de unidades, o ms exactamente: clases de clases (o conjuntos).

    Sobre esto tambin V. Kraft, Mathematik, Logik u. Er- fahrung, 1947.

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  • de pensamiento, no a la realidad experiencial. No se necesita, por tanto, buscar una razn de la validez de los juicios sintticos a priori ni recurrir para ello a la razn pura ni a la intuicin pura, ni a la intuicin o la evidencia, ni a la experiencia. Las relaciones analticas son relaciones lgicas, no relaciones empricas, y las relaciones lgicas son nicamente relaciones dentro de un sistema de representacin. La validez independiente de la lgica se comprende por el hecho de que no contiene los principios del mundo, sino los del pensamiento sobre el mundo. Se hace as justicia sin dificultad a la autonoma de la lgica y de la matemtica frente a la experiencia.

    Es claro que el Crculo de Viena no fue el primero en descubrir la validez autnoma de la lgica y de la matemtica; la idea es antiqusima. Tambin se encontr ya con el conocimiento del carcter analtico de la matemtica. Couturat lo expuso detalladamente* y ya antes lo haba defendido Brentano>0. Pero los filsofos que reconocieron antes que l el carcter apriorstico de la lgica y de la matemtica, defendieron tambin usualmente un apriorismo y un racionalismo dogmticos para el conocimiento de la realidad. Por su parte, el empirismo desconoci su. carcter apriorstico. Slo el Crculo de Viena supo unir este conocimiento con el empirismo. Es esta una solucin de extraordinaria significacin11. El empirismo experimenta con ello una correccin fundamental. Su anterior pretensin de derivar y fundamentar todo conocimiento y toda ciencia en la experiencia queda abandonada. El empirismo se

    * Couturat, Les principes des mathmatiques, 1905. Die Prin- zipien der Mathematik, 1908.

    10 Brentano, Versuch iiber die Erkenntnis. Publicado por Kastil. 1925.

    11 Schlick designa la comprensin de la esencia de la lgica, de su relacin con la realidad y la experiencia como el progreso ms importante de la filosofa (Gesammelte Aufsatze, P- 223).

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  • limita al conocimiento de hechos. Todos los juicios sintticos no pueden tener validez ms que en virtud de la experiencia; no hay para ellos ningn otro fundamento de validez. Este ncleo del empirismo es el que se conserva. El reconocimiento de la validez apriors- tica de la lgica y la matemtica, por el contrario, no tiene como consecuencia ningn racionalismo en el conocimiento de hechos, pues ninguna de ambas enuncia nada sobre hechos. Con ello se realiza una reforma trascendental del empirismo, slo mediante la cual queda establecido sobre fundamentos sostenibles. En cierto aspecto, de este modo se conserva el dualismo de racionalismo y empirismo; hay dos clases fundamentales de enunciados: la de los que valen con independencia de la experiencia y con necesidad; son vlidos nicamente en virtud de la lgica; son siempre proposiciones analticas, pero que no enuncian nada sobre hechos y hay enunciados sobre hechos, proposiciones sintticas, que slo valen en virtud de la experiencia, refutables. Pero no se trata de ningn dualismo absoluto, como anteriormente. El conocimiento racional no abre a otro mundo distinto del emprico; no es ningn racionalismo metafsico. La lgica misma puede volver a ser introducida en el mbito emprico considerndola pragmticamente como un tipo determinado de comportamiento metdico12 *.

    Esta limitacin del empirismo se expresa en la designacin de la orientacin del Crculo de Viena como empirismo lgicou. A su favor se declararon tambin sus miembros ms importantes, como Schlick14

    12 Vase Morris, Ch. W., The Relation of the Forma] and Empirical Sciences within Scientifie Empiricism, 1935 (Erkennt- nis, vol. 5, p. 6 s.).

    J* As G. H. v. Wright, Den logiska empirismen, Helsing- fors, 1943.

    14 Gesammelte Aufsatze. p. 342: Preferira llamarle empirismo consistente.

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  • y Carnap ,s. Este objet contra la denominacin de positivismo lgicol#, o tambin neopositivismo1T, con la que suele designarse esta orientacin, que sugiere una dependencia demasiado estrecha respecto del antiguo positivismo, especialmente del de Comte y Machls. Pero una objecin completamente anloga podra hacerse tambin contra la designacin como empirismo. La diferencia frente al antiguo empirismo no es aqu menos significativa. Sin embargo, con el positivismo histrico tiene en comn el Crculo de Viena la atribucin de todo conocimiento positivo a las ciencias particulares y la de la filosofa a la teora de la ciencia 1#.

    II. EL ANALISIS LOGICO DEL LENGUAJE

    La nueva lgica se desarroll para la elaboracin terica de la matemtica; en el Crculo de Viena se convirti en el instrumento de la teora de la ciencia en general. En cuanto lgica aplicada, frente a la lgica pura, dio precisin al mtodo de las investigaciones filosficas *. El modo y manera de sus investigaciones

    Testability and Meaning, p. 422: Tal vez sea adecuada la designacin de 'empirismo cientfico'.

    IS As Morris, Logical Positivism, Pragmatism and Scientifit Empiricism, 1937. Der logische Positivismos, 1931. Weinberg, An Examination of Logical Positivism, 1936. Blumberg y Feigl, Logical Positivism, 1931 (Journal of Philosophy, 28).

    11 Kaila, Der logische Neopositivismus, 1931; tambin en Aster, Die Philosophie der Gegenwart-, 1935.

    18 Testability and Meaning, p. 422. Weinberg (loe. cit., p. 2 s.) hace una investigacin ms

    detallada de la preparacin histrica del neopositivismo. (Versin espaola, p. 17 s.)

    > Sobre esto. Carnap, Die Aufgabe der Wissenschaftslogik, 1934 (Einheitswissenschaft, fase. 3); Carnap, Von der Erkennt- nistheorie zur Wissenschaftslogik (Actes du Congrs infernal.

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  • le vena determinando al Crculo de Viena por la exigencia de la cientificidad de la filosofa. Dos eran principalmente los grupos de problemas de que se ocupaba: el anlisis del conocimiento y los fundamentos tericos de la matemtica sobre todo, pero tambin los de las ciencias naturales y los de la psicologa y de la sociologa.

    La teora del conocimiento era hasta entonces normalmente una confusa mezcla de investigaciones psicolgicas y lgicas, y tambin lo fue inicialmente en varios trabajos del Crculo de Viena mismo. Las investigaciones psicolgicas pertenecen al conocimiento de hechos y, por tanto, han de realizarse con los mtodos de la ciencia emprica, razn por la que se separan de la teora del conocimiento. Esta slo puede consistir en el anlisis lgico del conocimiento, en la lgica de la ciencia, como se la design en el Crculo de Viena por razones de claridad.

    Los fundamentos y los conceptos fundamentales de las ciencias particulares se refieren al espacio y el tiempo, a la causalidad y el determinismo, etc. Por ello no puede tratarse de un anlisis emprico de estos conceptos, pues tal anlisis es asunto de las ciencias particulares, sino nicamente de un anlisis lgico. Las contestaciones a las preguntas que conciernen a los hechos pertenecen a una ciencia particular; no son, pues, preguntas filosficas. Las preguntas de la filosofa slo pueden ser las que se hacen acerca de la estructura lgica del conocimiento cientfico.

    Investigar el conocimiento cientfico en su estructura lgica significa investigar cmo se relacionan entre s sus conceptos y enunciados, cmo unos conceptos estn incluidos en otros, cmo los enunciados pueden

    de philosophie scientifique. Parts, 1935. I. Phitosophie scientif que et Empirisme togique. 19361; Carnap, Die Methode der logische Anaiyse (Actes du Se Congris intem. de Phitos., 1936, p. 142 s.); Waismann, Was ist logische Anaiyse? (Erkenntnis, vol. 8, 1939-40, p. 265 s.).

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  • inferirse unos de otros, y cuestiones semejantes. En tales investigaciones, en el anlisis lgico de los conceptos, proposiciones, demostraciones, hiptesis y teoras de la ciencia consiste la tarea de la teora del conocimiento y de la filosofa en general. Slo aqu tiene su campo propio. Con ello queda determinada por su objeto, su tarea y su mtodo. Y este campo es ms amplio que el de la teora del conocimiento usual. Contiene preguntas del tipo de2: tienen el mismo significado dos conceptos C, y Cz definidos de modo distinto? Tienen el mismo significado las dos proposiciones distintas P, y P_? Se deduce la proposicin Pa de la proposicin P, de modo puramente lgico? O en virtud de una ley natural? Es o no compatible la teora T, con la teora Tz? Si son compatibles, est contenida T en T, o excede T2 a T,? Y si sucede esto ltimo, mediante qu elementos? O con ejemplos concretos: el principio de la constancia de la velocidad de la luz en la teora de la relatividad, es una estipulacin o una frase sobre hechos?, contiene la teora general de la relatividad una contradiccin lgica? Cul es el sentido de las proposiciones probabilita- rias? Y puesto que la ciencia presupone el conocimiento cotidiano, usual, en su base experimental, la lgica de la ciencia equivale al anlisis lgico del conocimiento en general.

    El conocimiento se expresa en formulaciones lingsticas. Slo mediante ellas se fija y objetiva su contenido intelectual, adquiere una forma fija y duradera y se hace comunicable. Pero el lenguaje no tiene simplemente la funcin de la comunicacin, no se limita a servir a la comprensin intersubjetiva, sino que es ya indispensable de un modo puramente solipsista como medio de representacin. Sin el lenguaje no podra desarrollarse y dominarse la pluralidad de los conceptos y de los contenidos enunciativos. El lenguaje cons-

    2 Camap, Die Aufgabe der Wissenschaftslogik, 1934, p. 6.

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  • tituye por as decirlo el cuerpo del conocimiento. Slo con su ayuda puede elaborarse ste. El anlisis lgico del conocimiento cientfico ha de realizarse, por tanto, sobre su formulacin lingstica. Si la investigacin de los hechos, es decir, de aquello que se representa mediante el lenguaje, corresponde a las ciencias particulares, el anlisis lgico se orienta hacia cmo se representan en el lenguaje los hechos mediante conceptos y enunciados. El anlisis del lenguaje constituye el campo propio de la lgica de la ciencia. El anlisis lgico de una expresin consiste en incardinarla en un determinado sistema lingstico, sistema que ha de estar jado mediante la indicacin de sus determinaciones esenciales*.

    Naturalmente, en este anlisis no se investiga el lenguaje en el sentido de la lingstica. No se trata de uno de los lenguajes utilizados realmente, sino de un lenguaje con una forma simplificada y perfeccionada. Es la estructura de un lenguaje en general, lo que se necesita en cualquier lenguaje para la expresin de los pensamientos. El lenguaje sirve, aparte de para la representacin, tambin para lo expresin de sentimientos y actitudes. El anlisis lgico slo tiene que ver con la representacin. No se considera el lenguaje ni psicolgica ni sociolgicamente, sino respecto de las condiciones de un sistema de representacin en general. Es esto lo que aqu quiere decirse con lenguaje.

    Lenguaje en este sentido es representacin de un campo de objetos mediante un sistema de signos, sobre todo mediante formas orales y escritas, pero tambin mediante gestos, como en el lenguaje de los sordomudos, mediante seales con banderas, etc. Los signos tienen un sigificado y precisamente por ello son signos y no meramente sonido o figura. Remiten fuera de ellos mismos, se refieren a contenidos conceptuales y

    * Camap, Die Methode der logischen Analyse (Actes du Se Congrs internet, de Philosophie Prague, 1934, 1936), p. 124 s.

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  • enunciativos, los representan. Por esta razn, una investigacin del lenguaje no representa todava una separacin de lo esencial, del contenido intelectual, pues en la estructura del lenguaje se muestra la estructura del pensamiento, por lo cual sta puede ser comprendida en aqulla. Y esta captacin ser tanto ms clara cuanto ms precisamente se formulen los pensamientos sobre el lenguaje. La significacin de la logstica para el anlisis del lenguaje consiste en este resultado. Es as como se justifica su aplicacin; no se limita a ser una mera vestidura.

    El lenguaje como sistema de signos puede considerarse bajo dos puntos de vista: por una parte, teniendo en cuenta que el lenguaje representa algo y lo que representa; por otra parte, desde el punto de vista del cmo, de qu modo representa algo. En el primer caso se trata del contenido significativo de los signos, de su funcin semntica; en el segundo, del modo de combinarse, de sus reglas sintcticas. El primero se ocupa tambin del vocabulario de un lenguaje; el segundo slo de su gramtica. Ambos son imprescindibles para l4.

    Pero a veces puede considerarse tambin un lenguaje sin tener en cuenta su funcin significativa, de un modo puramente exterior, atendiendo a la forma de sus signos y combinaciones de signos. Frente a la consideracin material aparece entonces la formal. Mediante ella se ponen de relieve sus propiedades estructurales formales, sobre las que se basa su funcin de representacin.

    Cuando se explica la construccin de un lenguaje, cuando se indican sus formas esenciales mediante defi

    4 Camap distingue ahora en una investigacin del lenguaje los puntos de vista pragmtico, semntico y sintctico. (Introduction to Semantics, 1942; vol. 2, 1947). (Versin espaola en preparacin por el Patronato de Publicaciones del Instituto Politcnico Nacional, de Mxico.)

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  • niciones y reglas, se est hablando sobre el lenguaje mismo. Saber si es siquiera posible hablar sobre el lenguaje y cmo es posible, es algo sobre lo que vari mucho de la opinin en el Crculo de Viena. El lenguaje mismo ocupa entonces el puesto que en los dems casos tienen los objetos sobre los que se hacen enunciados. Por tanto, se consideraba necesario, junto al lenguaje que se representa, otro segundo lenguaje por medio del cual pueda ser representado el primero, un metalenguaje. Pero para determinar la construccin del metalenguaje se necesita ahora un nuevo lenguaje y para hablar sobre ste, otro ms, y as hasta el infinito. En cambio, Wittgenstein declar imposible que se pudiesen hacer siquiera enunciados sobre el lenguaje . Lo formal del lenguaje no puede ser enunciado; se muestra meramente. Que las proposiciones se contradicen o que una resulta de otra, es algo que se muestra en su estructura lgica. Slo es posible mostrar la forma que es comn a ciertas proposicipnes. Pero si es imposible hacer enunciados sobre el lenguaje, entonces todo el anlisis lingstico no puede consistir ms que en pseudoproposiciones carentes de significado, que no pueden ser ms que medios prcticos para lograr claridad sobre el significado de las proposiciones verdaderas, como Wittgenstein dice de las proposiciones de su Tractatus mismo* *, pero no enunciados tericos. Nos hallamos entonces ante la paradjica tesis de que una teora del lenguaje no puede formularse en modo al- gupo con proposiciones signicativas.

    Pero Carnap elimin todas estas dificultades en su Logische Syntax der Sprache. Mostr que la construccin de un lenguaje puede representarse con la ayuda

    s Tractatus logico-philosophicus, 1922, p. 78. (Vers. esp., p. 81). Loe. cit., p. 188 (vers. esp., p. 191): Mis proposiciones son

    esclarecedoras en la medida en que quien me comprende se da cuenta al final de que carecen de significado.

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  • de este lenguaje mismo. El metalenguaje es entonces un lenguaje parcial del lenguaje investigado. (Ver posteriormente p. 77 s.) Con ello se coloc por primera vez todo el anlisis del lenguaje sobre un fundamento firme y se hizo posible por vez primera formular de un modo cientfico una estructura lgica general del lenguaje.

    1. An l isis ' semntico

    a) Significado, carencia de significado y metafsica

    Uno de los primeros esfuerzos del Crculo de Viena fue el de poner en claro la funcin significativa del lenguaje'. Indicar el significado de un signo quiere decir establecer una relacin simblica entre un signo, o sea, una clase de objetos, y un designado, esto es, un objeto o una clase de objetos (en su sentido ms amplio), de tal modo que el signo seale a lo designado y lo represente. Para ello hay que conocerlos a ambos, al signo y a lo significado, ha de poderse indicar cada uno de ellos. Por lo tanto, no puede establecerse ningn significado cuyo objeto no pueda indicarse de alguna manera. El significado de una palabra puede establecerse mediante una definicin, es decir, transcribindola mediante otras palabras cuyo significado ya est dado, de tal modo que la palabra en cuestin pueda ser sustituida por las otras. Pero puesto que esto no puede proseguirse indefinidamente, hay que llegar finalmente a palabras indefinibles, a conceptos primitivos, cuyo significado no puede establecerse ms que de la manera como se aprende un lenguaje en la prc- 1

    1 Sobre esto, Schlick, Meaning and Verification, 1936 (Ge- sammelte Aufsatze, p. 338 s.), frente a Lewis, Experience and vteaning, 1934 (The Philosophical Review, vol. 42).

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  • tica: mostrando lo que se designa con esa palabra, lo que cae bajo ese concepto. Esto no es siempre tan sencillo como en el caso de la palabra azul o caliente. Lo que hay que presentar para hacer comprensible el significado de palabras tales como accidente, porque, inmediato son situaciones complejas en las que se utilizan estas palabras. As, Einstein determin lo que significa simultneo en lugares alejados indicando un mtodo experimental para el establecimiento de esta simultaneidad. Indic con ello bajo qu circunstancias ha de utilizarse esta palabra. Estableci de este modo la gramtica de esta palabra, como dijo Wittgenstein, a quien se remonta este tipo de consideracin.

    En el caso de una proposicin, la locucin cmo se utiliza quiere decir: qu hecho se designa con ella, y esto significa lo mismo que: bajo qu circunstancias constituye un enunciado verdadero o falso. El significado de una proposicin se determina por el mtodo de su verificacin2. No se trata con ello, sin embargo, de la verificacin efectiva de una frase, sino slo de la posible, de la verificabilidad en principio, no de su verificacin de hecho. Esta slo es exigible para su verdad, pero no para su significado. El significado de una proposicin no puede obtenerse despus de que se la ha verificado, pues para poder efectuar la verificacin hay que saber ya bajo qu circunstancias es verdadera.

    Incluso respecto de la posibilidad de verificacin hay que distinguir todava entre verificabilidad emprica y lgica. Una verificacin es posible empricamente si sus condiciones no contradicen las leyes naturales. Una verificacin es posible lgicamente si la construccin de

    2 El origen de esta frmula est en Wittgenstein, cuyo Trac- tatas togico-philosophicus constituy el punto de partida de la concepcin del significado y la carencia de significado en el Crculo de Viena.

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  • la frase no contradice las reglas lgicas, si no contradice las reglas de aplicacin de sus palabras. El significado de una proposicin depende slo de su verifica- bilidad lgica, no de la emprica. El enunciado en la cara oculta de la luna hay una montaa de 3.000 metros de altura no podemos verificarlo, pero no por ello carece de significado, pues la imposibilidad de la verificacin es slo accidental, emprica, no de fondo, lgica. Igualmente, los enunciados de la fsica newto- niana sobre el movimiento absoluto no carecen de significado, porque esta fsica indica criterios para saber cundo estos enunciados son verdaderos o falsos. La posibilidad de verificacin fue no slo racional, sino tambin prctica en el experimento de Michelson. Por el contrario, una proposicin como hay un mundo en s, pero es completamente incognoscible carece de significado real; parece meramente que lo tiene porque las palabras aisladas hay, mundo y cognoscible tienen significado. Pero cuando se priva a este mundo de la cognoscibilidad, se hace imposible por principio determinar si existe tal mundo. De este modo se excluye lgicamente la verificacin, pues no pueden indicarse circunstancias de ningn tipo bajo las cuales resultase verdadera esta proposicin. Es cierto que tal proposicin suscita imgenes, tal vez tambin sentimientos, pero con ello no expresa ningn hecho, no tiene contenido terico alguno, pues es contradictoria en s, ya que afirma conocer al menos la existencia de este mundo a pesar de su incognoscibilidad. (No es necesario dar por supuesto que las proposiciones contradictorias tienen significado para poder conocer la contradiccin; antes bien, la contradiccin ha de inferirse ya de la mera forma sintctica de la proposicin.)

    Esta distincin de significado y carencia de significado ha de entenderse, por tanto, referida al contenido terico, es decir, representativo de las proposiciones. Carente de significado significa, pues, solamente: sin

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  • tal contenido, carente de significado terico, pero no sin sentido.

    Las definiciones descansan en ltima instanci en la mostracin de lo designado. Slo puede mostrarse lo que est presente de modo inmediato, es decir, slo lo perceptible. El significado posible de los enunciados queda vinculado de este modo a la experiencia, no puede sobrepasarla. A lo que no puede ser reducido a la experiencia no se le puede atribuir significado alguno. Es esta una consecuencia extremadamente importante, pues mediante ella se obtiene un criterio claro para la delimitacin entre el pensamiento cientfico y la metafsica11, criterio que preocup profundamente al Crculo de Viena desde el comienzo. Por metafsica se designa una pretensin de conocimiento no accesible a la ciencia emprica, de conocimiento que la sobrepasa. No puede indicarse ningn procedimiento de verificacin de sus proposiciones, no son reductibles a lo ex- perimentable. Por tanto, carecen de significado expre- sable. Son meras reuniones de palabras que aparentan ser proposiciones significativas; son meras pseudopro- posiciones. '

    Tales proposiciones pueden originarse de dos modos: el uno consiste en que contengan una palabra a la que no le corresponde ningn significado, que representa nicamente un pseudoconcepto; el otro consiste en reunir palabras con significado de un modo tal que contradiga las reglas de la gramtica lgica. Una palabra designa un pseudoconcepto cuando para ella no se cumplen las condiciones de la indicacin significativa, es decir, de acuerdo con lo dicho: cuando no pueden indicarse caractersticas empricas del objeto conceptual. Tales palabras son, por ejemplo, fundamento ori- *

    * Sobre esto, Camap, berwindung der Metaphysik durch logische Analyse der Sprache, 1931 (Erkenntnis, vol. 2, pgina 219 s.). (Recogido en El positivismo lgico, compilado por A. J. Ayer. Versin castellana. Fondo de Cultura Econmica, Mxico, 1965.)

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  • ginario (Urgrund), lo incondicional, lo absoluto ser-en-s, anonadar. Surge tambin un pseudocon cepto cuando, por ejemplo, se utiliza una palabra como nada como si fuese el nombre de un objeto, cuando la verdad es que ella no puede servir legtimamente ms que para la formulacin de una proposicin exis- tencial negativa. Por eso se obtienen pseudoproposicio- nes al querer hacer enunciados sobre este objeto nada.

    Son pseudoproposiciones aquellas proposiciones que no violan las reglas gramaticales en sentido filolgico y, por tanto, tienen la apariencia de proposiciones verdaderas. Por ejemplo, Csar es un nmero primo se parece a Csar es un general. Con ello se pone de manifiesto que la gramtica usual, la filolgica, es insuficiente. Su distincin de los tipos de palabras en substantivos, adjetivos, verbos, etc., necesita ser completada por distinciones ulteriores dentro de ellos en categoras sintcticas, de acuerdo con las clases designadas por tal tipo de palabras: cosas, propiedades de cosas o relaciones de cosas, nmeros, propiedades de nmeros o relaciones de nmeros, etc. Las propiedades numricas no pueden ser atribuidas a las cosas en virtud de su definicin. Por ello la proposicin Csar es un nmero primo no puede formularse en un lenguaje lgicamente correcto. En tal lenguaje no pueden construirse tampoco proposiciones metafsicas de tipo semejante.

    Es esta la razn por la que las pseudoproposiciones de la metafsica no son aptas en modo alguno para representar hechos, pero tienen una funcin completamente distinta: expresan un sentimiento vital; con ellas se manifiestan las actitudes sentimentales y volitivas frente al medio, a los otros hombres, a las tareas vitales. Por eso tiene la metafsica tal valor para tanta gente. El sentimiento vital puede encontrar tambin su expresin por la va de la creacin artstica. En esto la metafsica es anloga a la obra de arte. Pero en ella el sentimiento vital se expresa en un conjunto de pro

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  • posiciones que aparentemente se hallan relacionadas ligcamente entre s, en relaciones deductivas, y de este modo se aparenta un contenido terico.

    El significado de una proposicin consiste en aquello que en ella es verificable. Slo pueden ser verificados los enunciados sobre hechos de experiencia, razn por la que las proposiciones sobre algo que por principio es inexperimentable no tienen significado alguno. De este modo se dividen con precisin las proposiciones cientficas de las metafsicas, en cuanto proposiciones significativas y proposiciones carentes de significado, respectivamente. Pero con ello se abandona una concepcin del antiguo empirismo, que pensaba, como Hume, que la metafsica era imposible debido a la insolubilidad de sus cuestiones. Pero no hay cuestiones insolubles en el sentido de que sean incontestables por principio \ Es cierto que hay preguntas que pueden no ser contestables prcticamente debido a dificultades tcnicas, tal como la pregunta por la geografa de la otra cara de la luna, o por falta del conocimiento de los hechos correspondientes, como la pregunta: qu hizo Platn en su 50 cumpleaos? Las preguntas pueden ser incontestables por estas razones, bien de momento o tambin probablemente para siempre. Pero esto no quiere decir que no permitan por principio, esto es, lgicamente, una respuesta, pues pueden imaginarse sin ms las condiciones bajo las cuales las respuestas a tales preguntas seran enunciados verdaderos. Pero si esto no es posible, entonces la pregunta carece de significado. Y puesto que el significado de una proposicin viene determinado por su verificabilidad en principio, las preguntas se dividen en significativas y carentes de significado, dando un rodeo a travs de sus contestaciones. No puede haber cuestiones que sean incontestables por principio, ya que tales cuestiones no pue- *

    * Sobre esto, Schlick. Unanswerable Questions, 1935 (Ge- sammelte Aufsatze, p. 369 s.).

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  • den plantearse significativamente. Las cuestiones que tiene planteadas la filosofa desde sus comienzos o pueden ser presentadas significativamente mediante una formulacin cuidadosa o, en caso contrario, no se puede preguntar sobre ellas significativamente.

    Pero la determinacin del significado por medio de la verificabilidad tiene todava otra consecuencia. Slo las proposiciones empricas tienen significado, pues slo stas son verificables. Las proposiciones matemticas y lgicas, por el contrario, no tienen significado. Esta consecuencia se extrajo tambin en el Crculo de Viena, lo cual se comprende sin ms si se tiene presente que se identifica significado con contenido representativo. Las proposiciones matemticas y lgicas no dicen nada sobre hechos, no son conocimientos de este tipo, sino reglas. Las proposiciones matemticas son reglas para el uso de signos con lo cual se considera a la matemtica como un puro clculo y las proposiciones lgicas son reglas para la transformacin de unas proposiciones en otras \ Pero de este modo, las proposiciones de la lgica de la ciencia misma pertenecen tambin, como lgicas que son, a las vacas de contenido. Esta consecuencia radical de este concepto de significado la extrajo ya Wittgenstein. Mis proposiciones son esclarecedoras en la medida en que quien me comprende se da cuenta al final de que carecen de significado, cuando mediante ellas por ellas las haya supera- *

    * Cfr. Schlick, Gesammelte Aufsatze. p. 222: 5 + 7 = 12' no es en modo alguno una proposicin; es una regla que nos permite transformar una proposicin en la que entran los signos de 5 + 7 en una proposicin equivalente en la que entra el signo 12. Es una regla relativa al uso de signos. [En los dos ltimos casos, debe decir frmula en lugar de proposicin, para evitar una contradiccin con proposicin en la primera parte.] Las reglas aritmticas tienen carcter tautolgico; no expresan ningn conocimiento. Esto es tambin verdad respecto de todas las reglas lgicas.

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  • do*. Las proposiciones de la lgica de la ciencia son slo indicaciones que han de dirigir la mirada a lo que se muestra en el lenguaje mismo. En cuanto tales no tienen contenido terico.

    Pero esta caracterizacin del significado por la ve- rificabilidad experiment pronto una crtica radical. Petzall fue el primero en llamar la atencin sobre las insostenibles consecuencias de este concepto de significado T, luego Ingarden explic en el congreso de Praga de 1934 que de este modo las proposiciones meta- lgicas careceran de significado *, y luego tambin lo hizo Weinberg *. Lewis objet contra la exigencia de significado emprico que mediante ella el Crculo limitara la discusin filosfica de modo intolerable* 7 * * 10 11 12. Tambin Nagel u, Stace 13 y Reichenbach 13 hicieron objeciones. En el Crculo de Viena fue Neurath el primero que se volvi contra las declaraciones de carencia de significado. En su Logik der Forschung, de la que partieron muchos estmulos importantes, hizo valer Popper contra la determinacin entera del significado el hecho de que se trataba de una decisin arbitraria. No hay nada ms fcil que desenmascarar un problema como pseudoproblema carente de significado: slo se nece

    * Tractatus logico-philosophicus, p. 188 vers. esp., p. 191). Tambin Schlick utiliza con frecuencia (Gesammelte Aujsatze, p. 159, 166, 168, 170, 206) proposiciones por las que pide disculpas, ya que propiamente carecen de significado, hacindolo con el propsito de dirigir la atencin hacia un punto determinado.

    7 A. Petzall, Logistischer Positivismus, 1931, p. 34, 35 (Go- teborgs Hogskolas Arskrift, vol. 37).

    * Actes du huitime Congres internal. de Philosophie, 1936, p. 203 s.

    * Weinberg, An Examination oj Logical Positivism, 1936, pgina 195. (Vers. esp., p. 260.)

    10 Lewis, Experience and Meaning, 1934. (The Phiosophical Review, vol. 42).

    11 Nagel, Verifiability, Truth and Verifcation, 1934 (The Journal of Philosophy, vol. 31).

    12 Stace, Metaphysics and Meaning, 1935 (Mind, vol. 44).13 Reichenbach, Wahrscheinlichkeitslehre, 1935.

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  • sita concebir el concepto de 'significado' de un modo suficientemente estricto, para que se pueda decir de todo problema incmodo que no se le puede encontrar 'significado' alguno; y al aceptarse como 'significativas' las cuestiones de la ciencia empirica nicamente, todo debate sobre el concepto de significado se convierte tambin en carente de significado: una vez entronizado, este dogma del significado est libre para siempre de todo ataque, es 'intangible y definitivo'14, como dice Wittgenstein en el prlogo de su libro. Carnap critic luego a fondo este concepto de significado y lo formul de nuevo en su tratado Testability and Mean- ingla, cuya importancia es fundamental en varios aspectos. Reconoce que la definicin del significado mediante la verificabilidad es demasiado estrecha, pues de acuerdo con ella careceran tambin de significado proposiciones a las que difcilmente se Ies puede negar significado. As, una proposicin analtica (p. ej., el ejemplo kantiano: todos los cuerpos son extensos) se volvera carente de significado al ser negada, pues se transforma entonces en contradictoria y las proposiciones contradictorias son inverificables por principio. A la inversa, una proposicin contradictoria carente de significado (p. ej., la altura total de la torre del Ayuntamiento de Viena es tanto 50 m. como 100 m.) se hara significativa mediante su negacin, al hacerse ve- rificable. Dos proposiciones sintticas, cada una de las cuales sea significativa, aunque sean incompatibles entre si (p. ej., la torre del Ayuntamiento de Viena mide en total 50 m. de altura y la torre del Ayuntamiento de Viena mide en total 100 m. de altura), unidas en una conyuncin originaran una proposicin carente de significado, ya que sera una contradiccin inverfica-

    14 Logik der Forschung, 1935 (Schriften tur wissenschaftl. Weltauffassung, vol. 9), p. 21. (Trad. esp. de V. Snchez de Za- vala, Madrid, 1962, p. 50.)

    18 Philosophy of Science, vol. 3, 4, 1936-7.

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  • ble. Con esto se pone de manifiesto que la definicin del significado mediante la verificabilidad no puede proporcionar un criterio suficiente para la distincin entre proposiciones significativas y carentes de significado.

    Se logra aclarar el concepto de significado mediante un anlisis detenido del lenguaje en lo que a su funcin semntica se refiere. Un sistema semntico, un sistema de representacin, consta de signos como elementos y de sus combinaciones. Los signos pueden ser palabras, o banderas, o golpes de tambor, o cualesquiera otros elementos. Hay sistemas semnticos, lenguajes, que constan slo de signos y combinaciones con una significacin establecida, fija, p. ej., los lenguajes de banderas o tambores. Los lenguajes animales contienen tambin nicamente seales para determinados tipos de hechos. En tales lenguajes slo pueden ser representados los hechos para los que han sido establecidas combinaciones determinadas de signos. Lo distintivo'del lenguaje humano respecto de los lenguajes animales consiste en que mediante la combinacin de signos es capaz de expresar un significado siempre nuevo, sin determinacin para el caso concreto; es decir, que puede representar con un nmero limitado de signos un nmero ilimitado de hechos, combinando los signos de modo siempre nuevo. Esto viene posibilitado por el hecho de que el significado de una combinacin de signos no descansa en una determinacin especial, sino que se obtiene de acuerdo con las reglas generales de la combinacin. Estas reglas estn consignadas en la gramtica de un lenguaje.

    En tal lenguaje, los signos se dividen en dos clases segn su sign ificado : signos descriptivos, que desig- 18

    18 Vase para esto: Carnap, Foundations of Logic and Ma- thematics, 1939. (International Enciclopedia of Unified Science, vol. I, nm 3.) Schachter, Prolegomena zu einer kritischen Grammatik, 1935. (Schriften zur wissenschaftl. Weltauffassung,

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  • nan cosas, propiedades, relaciones, y signos formativos o lgicos, que sirven para la conexin de los signos descriptivos en proposiciones y para la caracterizacin de sus condiciones de verdad. Los signos descriptivos son o nombres (de cosas) o designaciones de propiedades o relaciones predicados mondicos o polidicos. Los signos lgicos son o constantes como no, y, o, si-entonces, es, todo, o variables, que designan lugares vacos para la insercin de nombres, predicados o proposiciones.

    Mediante las reglas semnticas de formacin se determina cmo con tales signos pueden componerse sucesiones de signos que designen hechos, es decir, que sean enunciados. Dan por resultado la vinculacin de un nombre (de varios en el caso de una relacin) con un predicado, el enunciado negativo, la conyuncin, la disyuncin, la implicacin, el enunciado existencia! y el general. La forma ms sencilla de enunciado consiste en la vinculacin de nombres con un predicado; las otras formas tienen enunciados como componentes. Pertenecen tambin a las reglas de formacin aquellas que resultan de una teora lgica de los tipos, referentes a la posibilidad de vinculacin de clases de signos descriptivos. El significado de las constantes lgicas puede determinarse mediante las reglas de formacin indicando en general lo que designa una frase construida con una constante lgica. Por ejemplo, la vinculacin de un nombre S con un predicado P mediante es designa que la cosa designada por S muestra la propiedad o relacin designada por P ,T. O bien: no P designa la diferencia respecto de lo designado por P.

    Con ello estn dadas las condiciones mediante las cuales se determina el significado de una combinacin * 17

    vol. 10.) Schlick, Form and Content, 1932. (Gesammelte Auf- s'tze, p. 152 s.)

    17 Cfr. Camap, Foundations f Logic and Mathematics, pgina 11.

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  • de signos que constituya una proposicin. Estando establecido el significado tanto de los signos descriptivos como de los lgicos y estndolo tambin su vinculacin en proposiciones mediante las reglas de formacin, queda determinado de modo completo el significado de una combinacin de signos, de un enunciado. Consiste en aquello que es designado por la combinacin, de acuerdo con los significados establecidos de los signos y las reglas de formacin establecidas. Con otras palabras: el significado viene determinado simplemente por el vocabulario y la gramtica lgica! de un lenguaje l.

    Esta determinacin del significado se obtiene tambin, a decir verdad, partiendo de su definicin mediante la verificabilidad de una proposicin. Si se trata solamente de la posibilidad lgica de la verificacin, sta depende de las definiciones de las palabras de la proposicin y son entonces estas definiciones, junto con las reglas de formacin establecidas para la construccin de proposiciones, las que sirven para establecer el significado de la proposicin.

    Pero con esto resulta tambin claro que el que una proposicin sea significativa o no, depende de las reglas sintcticas y semnticas establecidas para un lenguaje. Un signo carece de significado cuando no se le ha coordenado nada mediante una asignacin; y una combinacin de signos es una pseudoproposicin cuando de acuerdo con las reglas semnticas o sintcticas establecidas no da lugar a ninguna coordinacin. Puesto que estas reglas pueden establecerse de modo diverso, una proposicin que carece de significado en un lenguaje puede ser significativa en otro lenguaje construido de otro modo. Una proposicin como el cielo re, toma- 18

    18 Schlick, que por lo dems definia el significado mediante la verificabilidad, se vio llevado tambin una vez a esta consecuencia (Gesammette Aufsatze, p. 157): El significado de una proposicin se obtiene por si mismo simplemente con que se conozcan el vocabulario y la gramtica del lenguaje.

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  • da literalmente, puede considerarse tan carente de significado como la proposicin la piedra est triste, si las reglas sintcticas excluyen la atribucin de predicados anmicos a la clase de lo inorgnico. Si, por el contrario, no sucede esto, representa una proposicin significativa que simplemente es falsa. Y si re no designa aqu, mediante un desplazamiento de significado, un estado anmico, sino la aptitud para producir un estado anmico (el de estar de buen humor), entonces es una proposicin significativa y verdadera. No puede decidirse sin ms, para una proposicin aislada, si tiene significado o carece de l, pues esto depende de la constitucin del lenguaje. El significado no es absoluto, sino meramente relativo a un sistema semntico y sintctico determinado.

    Vuelve a ser ste un conocimiento importante, pues con l cae la distincin, tan sencilla originariamente, entre conocimiento cientfico y metafsica. Ya no se puede eliminar a las proposiciones metafsicas simplemente como carentes de significado. Ms bien hay que conceder que puede erigirse tambin un sistema semntico en el que las proposiciones metafsicas sean significativas, cosa que los logsticos polacos sostuvieron desde el principio. Pero con ello la separacin entre metafsica y ciencia slo ha dejado de ser una separacin dictada por el lenguaje, ya que no hay solamente un nico lenguaje, sino una pluralidad de lenguajes posibles segn las distintas reglas semnticas y sintcticas. De entre estos lenguajes se destaca uno que viene determinado por las exigencias fundamentales del empirismo: aquel en el que 1. para el significado de los signos descriptivos se exige en ltimo trmino la mos- t rabil idad de aquello que se coordina a un signo, y concretamente su mostrabilidad en lo vivencialmente dado, y en el que 2. se exige de los enunciados sobre hechos que sean contrastables mediante la experiencia, lo que vuelve a querer decir en ltima instancia mediante la posibilidad de mostracin en lo vivencialmente dado.

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  • Mediante el establecimiento de estas condiciones se limita el significado de las palabras y los enunciados a lo experimentare, se le vincula a lo dado en las vivencias. En tal lenguaje, las proposiciones de la metafsica trascendente a la experiencia siguen siendo no significativas e inverificables y estn as escindidas claramente de los enunciados cientficos. El criterio de la delimitacin entre ambas no se obtiene de las condiciones del lenguaje, de cualquier lenguaje posible, pero se conserva en el lenguaje especial del empirismo

    b) Contenido y estructura

    Para la comprensin de la funcin significativa del lenguaje es esencial esclarecer lo que puede ser designado y comunicado mediante el lenguaje. Este problema se trat tambin detenidamente en el Crculo de Viena'. Lo que designan los componentes de la proposicin, las palabras, consiste en ltimo trmino en algo mostrable, o sea, en lo dado en la experiencia. Se trata, pues, de algo de tipo cualitativo, como las cualidades sensoriales o sentimentales o cualquier otro tipo de cualidades psquicas. Pero este contenido cualitativo es inaccesible a la comunicacin lingstica. No se puede participar a nadie un contenido cualitativo mediante palabras y proposiciones. Es una perogrullada que a un ciego no se le puede hacer comprender lo que es el color mediante palabras, ni tampoco lo que es nostalgia a uno que nunca haya salido de casa. Cuando describimos lo cualitativo, p. ej., el matiz de un color, lo hacemos indicando las relaciones en que se encuentra el contenido cualitativo con otros semejantes. Decimos, p. ej., * 1

    Vase tambin, posteriormente, p. 177 s.1 Sobre esto, Schlick, Form and Conten (Gesammelte Auf-

    satze, p. 151 s.), Positivismus u. Realismus (ibid., p. 17 s.). (Este ltimo trabajo est recogido en el libro El positivismo lgico, citado en la nota 3 de la pg. 27.)

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  • que es el color propio de un determinado tipo de cosas (rojo de teja o gris paloma), o que se parece a un color determinado de un atlas de color, o que es algo ms claro o ms oscuro o ms saturado que otro color determinado. Un contenido cualitativo se describe as mediante su posicin dentro de un conjunto, incardinn- dolo en l, mediante una estructura. Slo se le puede determinar por sus relaciones, slo implcitamente; el contenido cualitativo como tal no puede establecerse unvocamente. No es l mismo lo que se comunica mediante su designacin lingstica (azul, dulce), sino su posicin en un orden intersubjetivo.

    Esta es la razn de que no se pueda tampoco comprobar si dos personas que perciben el mismo objeto, p. ej., un elemento verde sobre fondo rojo, experimentan o no el mismo contenido cualitativo. Si alguien lo investiga con todos los medios de la psicologa experimental, nunca podr encontrar ms que las personas reaccionan del mismo (o de distinto) modo, que hacen enunciados coincidentes (o divergentes); es decir, slo puede comprobar que las cualidades que vive cada una de las personas se hallan en las mismas (o en distintas) relaciones con otras. Si esta investigacin arroja como resultado que una de ellas tiene una visin normal y la otra es ciega para el rojo y el verde, no se ha logrado conocer con ello el tipo de las cualidades mismas, sino slo que se hallan en relaciones diferentes. El contenido cualitativo como tal no puede ser controlado, pertenece a la esfera privada de cada uno y es inaccesible para cualquier otro*.

    2 En el fondo, es esta una idea antigua. Como indica H. Berg- mann (Zur Geschichte und Kritik der isomorphen Abbildung, en Actes da Congrs international de philosophie scientifique, VII, p. 67) sobre la base de una alusin de Kuntze (Erkenntnistheo re, p. 64), fue* manifestada ya por S. Maimn, quien en sus Streifereien, p. 100, partiendo de Leibniz (Nouveaux Essais, Livr. II, Chap. 9), observa que en la comunicacin se abandona lo material del sujeto y el predicado y se conserva slo lo for-

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  • Por tanto, Jo cualitativo no es comunicable, sino solamente experimentable. Y lo vivido o experimentado se limita siempre a uno mismo (salvo que hubiese una co-vivencia teleptica). Lo que puede ser comunicado es slo la posicin de lo cualitativo dentro de un orden. Slo en la medida en que se refieren a este orden, contienen las designaciones de lo cualitativo algo que pueda ser comn a todos; slo de este modo son intersubjetivas. Color designa intersubjetivamente algo vinculado a la funcin de los ojos, tono algo unido a la funcin del odo, sentimiento algo que tiene determinados sntomas expresivos. Esto es vlido tambin para la psicologa y no slo para la experimental, sino tambin para la introspectiva. Sus enunciados no pueden contener tampoco intersubjetivamente ms que relaciones de orden, estructuras.

    No slo las proposiciones de la ciencia, sino tambin todas las dems proposiciones intersubjetivas, incluso las de la poesa, no pueden comunicar nada ms que estructuras. Es cierto que para la poesa son esenciales las intuiciones y los sentimientos, o sea, contenidos cualitativos, pero la poesa no los comunica, sino que los provoca. Mediante lo que comunica hace surgir en el lector u oyente las intuiciones o sentimientos mismos. Y s