Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de...

50
.. 581.91 H85i ej. 1 A. v. HUMBOLDT :;.. P.41lA UNA 6 0 EOGRAFIA DE LAS PLANTAS

Transcript of Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de...

Page 1: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

..

581.91H85iej. 1

A. v. HUMBOLDT

:;..P.41lA UNA

60EOGRAFIA DE LAS PLANTAS

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 2: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

IDEASPARA UNA

GEOGRAFIA DE LAS PLANTASMAS

UN CUADRO DE LA NATURALEZA DE

LOS PAISES rrROPICALES

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 3: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

s-: :

IDEENZU EINER

GEOGRAPHIE DER PFLANZENNEBST

..EINEM NATURGEMALDEDER TROPENLANDER,

Auf Beobachtungen und Messungen gegrundet, wclche vom •otenGrade nordlicher bis zum •oten Grade südlicher Breite , in denJahren '799, .800,1801,180:1 und 1803 angestelltworden sind,

VON

AL. VON HUMBOLDT UND A. BONPLAND.

BEARBEITET UND HERAUSGEGEBENVON DEM ERSTERN.

MIT EINER KUPFERTAFEL.

TÜBINGEN, BEY F. G. COTTA.

PARIS, BEY F. SCHffiLL (aUE DES MACONS-SOftBONIIE, 1'1. '9)'

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 4: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

IDEASPARA UNA

GEOGRAFIA DE LAS PLANTASMAS

UN CUADRO DE LA NATURALEZA DE

LOS PAISES rrROPICALESbasado en las observaciones y mediciones que se realizaron entre losparalelos de 100 latitud norte hasta 100 latitud sur, durante los años de1799,1800,1801,1802 Y 1803.

POR

AL. VON HUMBOLDrr y A. BONPLAND.

ELABORADOS Y EDITADA POR EL PRIMERO

con un grabado en cobre

EDITADO DONDE F. G. COTTA EN TUBINGIA yF. SCMOELL (Rue des Macons-Sorbonne N.19

en PARIS, 1807)

JARDIN BOTANICO"JOSE CELESTINO MUTIS"

LITOGRAFIA ARCO1985

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 5: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

Traducción del Texto Alemán:Por: El Profesor Ernesto GuhlEdición patrocinada por: El JardínBotánico de Bogotá, José Celestino Mutis

ISBN 958-9045-17-0Impreso por Litografía Arco, Bogotá, Colombia. 1985Impreso en ColombiaPrinted in Colombia

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 6: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

:;9- l. i :f-J c. ¿; t,

/

I<,

J

Presentación

"Ideas para una Geografía de las Plantas más un cuadro de la natura-leza de los paises tropicales" conocida también como la "tercera dimen-sión de la flora ", es uno de los aportes más valiosos del sabio alemánAlejandro van Humboldt, puesto que en ella sienta las bases para eldesarrollo de una ciencia nueva: la biogeograf]«, El alcance de su conteni-do y el estilo claro y sencillo en que está escrita la han colocado comoobra clásica en Ciencias Naturales y por su validez en el momento actuales de obligada consulta para los naturalistas y los historiadores de laciencia de habla castellana. Por estas razones y por ser "la más colom-biana de la bibliografía Humboldtiana", es que el Jardín Botánicopublica hoy su texto total en español.

Sabio de formación excepcional fue Humboldt, hijo de la Europaculta de los siglos XVIII y XIX, discípulo de Willdenow y sus amigoslos cientificos más eminentes: "Laplace, Gay-Lussac , Saussure , Volta,Lavoisier, Ritter, Schelling y entre otros, el genial filósofo y poetaGoetbe, de quien dice le dio nuevos órganos para percibir el cosmos; ycomo se hallaba en plena madurez intelectual, sus consejos constituye-ron estímulo para el ávido viajero que quizá no alcanzaba a presentirque seda el descubridorcient ifico :x estética del Nuevo Mundo.

En efecto, emprendió et célebreviaje con su fiel amigo y compañeroel botánico francés Aimé Bonpland, quien tuvo bajo su responsabilidadla dificil tarea de determinación de las plantas.

Salieron de La Coruña en junio 5 de 1799 en el "Pizarra" y en julio,aproximándose a costas americanas, satisfizo uno de sus anhelos: nave-gar el Caribe viendo suspendida en el cielo la cruz del Sur: el 16 de esemes Llegaron a Cumaná en cuyas playas colectó la primera planta ameri-cana: la Avicennia tomentosa. Realizó su fantástico viaje al Orinoco,vio los raudales de Atures y Maipures y encontró en el Brazo Casi-quiare la unión de las dos grandes cuencas fluviales: Ormoco-Amazonas.Regresado a Cumaná, enrumbó hacia la Habana en diciembre de 1800y enderezó su proa al Nuevo Reino, llegando en marzo de 1801 a Carta-gena +nuestra ciudad amurallada=. ALU Humboldt trabó amistad conel arquitecto Domingo Esquiaqui, Gobernador de la plaza y encargadode realizar sus planos; pero constituyó su mayor sorpresa el encuentrocon la Expedición de Fidalgo, nombrado por la Corona para levantare! mapa hidráulico del puerto y su litoral. Se detuvo pocos días para verdesde el Cerro de la Popa el majestuoso espectáculo de la bahía deCalamari y observar a lo lejos la silueta de la Sierra Nevada de SantaMarta, como emergiendo del mar; descansó en Turbaco, que lo acogió

VII

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 7: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

con su clima tan benévolo; visitó los curiosos volcanes de lodo y conBonpland y don Luis de Rieux prosiguió a Arjona y de ahí a Mahatesy por el Dique al Magdalena para llegar a Mompós, donde 5 días des-pués con remeros negros inició el largo viaje de mes y medio para subira Honda. Esta calurosa, larga y fatigante travesía acuática rodeada dela espesa selva, la aprovechó para colmar de datos sus diarios y tambiénpara trazar el curso de nuestro padre-río. Llegado a Honda fue a Mari-quita e inició el ascenso por la vía Guaduas- Villeta-Sasaima-Facatatiuá-Fontibón, para arribar a Santa Fe en julio de 1801, cuyo paisaje y am-biente frío lo compensaron de las bochornosas semanas vividas en elrío. Hab ia gran expectativa en la capital por el arribo del sabio: Mutisle ofreció gran recibimiento y lo alojó en habitación cercana a la Casade la Botánica, lo cual era muy justo porque Humboldt había modifica-do sus planes de viajar por la vía de Panamá a Guayaquil a encontrarsecon el Capitán francés Baudin y hacer parte de su expedición alrededordel mundo, sólo por conocer a Mutis e informarse de las actividades dela Expedición Botánica. Grande fue la sorpresa del ilustre viajero alencontrarse con el venerable sabio español al frente de una empresa detal magnitud cient ifica , las láminas +de las cuales obsequió más decien- dibujadas con exquisito arte y fidelidad, las consideró como "lacolección iconográfica de plantas más importante del mundo" .Y lostrabajos que realizaban sus discipulos que no sólo comprendían botáni-ca sino zoología, astronomía y mineralogía como la simiente de laciencia neogranadina.

Con centro en Santa Fe, Humboldt se desplazó por la altiplanicie ha-cia Zipaquirá, Laguna de Guatavita, Salto de Tequendama, Soacha, loscerros de Monserrate y Guadalupe, localidades que estudió, fijó suspuntos astronómicos y se dedicó a planear su gran viaje a Quito. Encompañía de Bonpland salió por la vía de Fusagasugá y atravesandolos calientes planes del Tolima llegó a Ibagué y se enfrentó a los tramosmás difíciles pasando la actual Cajamarca, unas veces en mula y otrasa pie, porque rehusó el servicio de los cargueros indígenas. Atravesóla Cordillera Central por el camino real construido y trajinado por losindios, lleno de baches, precipicios y peligros, avanzando por los tupi-dos y bellísimos bosques del Quindio, donde se deslumbró con losestípites blancos y los follajes de la Ceroxylon quindiuense (palma decera) que parecía "un bosque sobre el bosque"; temiendo que perecie-ran las recuas de mulas y bueyes que llevaban sus instrumentos y colec-ciones, llegó el cansado viajero a la límpida quebrada de Baquía ySalento y continuó en dirección a Cartago y de ahí divisó nuestra

VIII

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 8: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

Cordillera Occidental; tres d ias más tarde siguió a Cali, Popayán, Pasto,donde lo esperaba en Nariño la nueva sorpresa de los altos Andes quecalificó como el "tibet americano". Dejó nuestro territorio y entró alEcuador, donde lo recibió ansioso en Ibarra nuestro sabio Caldas, quienya bab ia hecho muy serios trabajos "sobre la nivelación de las plantasque crecen en la vecindad del Ecuador" y que le aportó numerosos da-tos, asi como el sabio alemán lo enriqueció con más informaciones.De ab i Humboldt, Caldas y Bonpland siguieron a Quito, donde elprimero permaneció varios meses hospedado cómodamente en la man-sión del marqués de Selvalegre, don No Montúfar. Continuó su viajea Lima y a varias localidades peruanas, ansioso de conocer los restos delimperio incaico; llegó al Callao donde se embarcó para Guayaquil. Yaen el puerto ecuatoriano, a orillas del Guayas se dedicó a dibujar ydescribir el imponente perfil que dedicó a Mutis con estas palabras: "alsabio patriarca de los botánicos" y que le envió por intermedio del mar-qués de Selvalegre y de Caldas. Trabajó intensamente, porque ordenó,evaluó y sistematizó los datos que le permitieron entrar en una nuevadimensión de las ciencias naturales: la biogeografia, que consignadamás tarde en esta grandiosa obra.

Estos maravillosos recorridos para captar la "armenia de la naturale-za", le plantearon los interrogantes de qué leyes rigen el orden y distri-bución de los seres vivos en el planeta. Para conseguirlo y convertirseen el más importante explorador del mundo montano tropical, ya vimoscómo se sometió a las incomodidades de la época: viajó a lomo demulas por los ásperos y tortuosos caminos virreinales; soportó "lasnubes desesperantes de mosquitos", se alojó en las casas de los misione-ros, también en rancberias y conucos de los indios; compartió la mesacon ellos; navegó en sus frágiles y primitivas piraguas; los llevó como susremeros y muchas veces durmió a orillas de los esteros, con sus bogasnegros por quienes sent ia fraternidad humana, ya que consideraba laesclavitud como "el mayor de todos los males".

Su infatigable actividad coleccionando, midiendo, observando, dibu-jando, describiendo le permiten "tender el puente hacia la [isica de laatmósfera, buscando la distribución geográfica de las plantas sobre latierra, con arreglo a la distancia al Ecuador y a la elevación vertical dela localidad". Porque trató de unir ambos dominios, el [isico-quimicoy el biológico, interpretando la naturaleza "como un todo, movido yanimado por fuerzas interiores, naturales". Pero la radical novedad enla obra de Humboldt, afirma Carl Troll, y a la que debe gran parte de suvalor "reside en la clarividencia fisiognómica, en su talento ocular yenla visualización gráfica de los conocimientos adquiridos".

IX

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 9: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

Esta obra se centra y sintetiza en el corte vertical o sea la tridimensio-nalidad que realiza Humboldt de los sistemas montañosos de los conti-nentes americano y europeo, los cuales confronta básicamente en aspec-tos geográficos, climáticos y botánicos con una emocionada descrip-ción de la flora tropical que va desde las ardientes llanuras de bajaaltitud, ascendiendo los Andes, hasta alcanzar en la cumbre de lacordillera el manto blanco de los nevados.

La importancia de la figura y la obra del autor de Cosmos, en Colom-bia, se resume en las palabras del doctor E. Pérez-Arbeláez al afirmarque el viaje del sabio por la América equinoccial "se ha convertido en elCorpus Cientificum de las ciencias naturales y que todo estudio seriodebe iniciarse con esta obra". El mismo doctor Pérez-Arbeláez , quetanto estudió y valorizó la Expedición Botánica y sus figuras cenitales,Mutis y Caldas, comprendió que Humboldt más universal, le habíadado ámbito internacional a nuestra ciencia confinada en los Andes.Pero fue en este siglo cuando el naturalista colombiano los situó en suverdadera dimensión histórica.

La traducción de los textos la ha realizado con fidelidad, técnica ycasi devoción el profesor Ernesto Guhl, quien como un gran conocedorde nuestra geografía y traductor de obras importantes del alemán, dedi-có mucho tiempo a su versión tan compleja en las notas. El perfil fuereproducido con habilidad y exactitud por el estudiante de biología ydibujante David Rivera Ospina, los originales fueron revisados primeropor el biólogo César Escallón Estupiñán y por quien escribe estasnotas, y todos los textos y pruebas de imprenta los corrigió con esmeroel biólogo Gustavo Morales Lizcano. Garantía excepcional es que hayasido editado en la Litografía Arco con la intervención del doctor jaséRaúl Garc ia, bajo los ojos vigilantes del doctor Carlos Arturo TorresAcevedo. Agradecimiento muy especial debo rendir al señor AlcaldeMayor de Bogotá, doctor Hisnardo Ardila Díaz, quien logró el presu-puesto para editarla, y a los miembros de la junta Directiva del [ardinque acogieron con entusiasmo la iniciativa.

TERESA ARANGO BUENODirectora Jardín Botánico

x® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 10: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

Francisco J osé de Caldas

Enrique Pérez Arbeláez

J osé Celestino Mutis

XI

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 11: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

No tas In trod uctorias

La presente obra de A. von Humboldt -una de las primeras que pu-blicó a su regreso del viaje por la América Tropical- indica la importan-cia que le dio a ella. La titula "Ideas para una geografía de las plantas".

El acento está en la primera palabra del título: IDEAS. La recolec-ción y ordenación de los objetos es secundaria, ·en primer lugar está elpensar sobre el causalismo de los fenómenos y las consecuencias deéstos.

No obstante que el trabajo se refiere a países de habla castellana,pocas veces ha sido traducido y publicado en español y sólo una vezfue complementado con el indispensable "Cuadro de la Naturaleza delos países tropicales" en copia fiel y tamaño natural, (1). La primeratraducción la hizo Jorge Tadeo Lozano y fue publicada en el No. 16 del"Semanario del Nuevo Reino de Granada" con fecha 23 de abril de1809 por Francisco José de Caldas como editor de esta revista, que fuepor cierto la primera revista geográfica en Colombia.

Es célebre especialmente el famoso "prefacio" que dedicó Caldas aesta obra de Humboldt y que utilizamos aquí también como tal en lapresente traducción. Lo mismo que incluimos en ella las notas y obser-vaciones que hizo Caldas a la obra de Humboldt, publicadas como com-plemento de la traducción de Jorge Tadeo Lozano en el "Semanario".

Esta traducción se basa en un primer bosquejo que envió Humboldtdesde Guayaquil en 1803 a Mutis, acompañado también de un primerintento de la iconografía de la naturaleza de los países tropicales encolores (2).

En una carta de Caldas a Mutis, desde Quito y con fecha de abril 21de 1803, dice entre otras cosas " .... El señor Barón de Humboldt, quepartió ha dos meses de Guayaquil, remitió a manos del señor Marquésde Selva Alegre un cañón de lata, que contenía unas memorias sobre laGeografía de las plantas. Esto no sé por qué motivo lo retuvo en supoder mucho tiempo, y no me la entregó para su remisión por mi mano,según la voluntad del mismo Barón. Yo la he detenido quince días paratomar una copia y ha venido ahora acompañada de una frívola mía, casi

(1) F. J. de Caldas, Semanario de la Nueva Granada, miscelánea de Ciencias,Literatura, Artes e Industria. Publicada por una sociedad de patriotas grana-dinos bajo la dirección de Francisco José de Caldas. Nueva edición: Corregi-gida, aumentada con varios opúsculos inéditos de F. J. de Caldas. Anotada yadornada con su retrato y con el cuadro original de la Geografía de las plan-tas del Barón de Humboldt, París Librería Castellana, 2, Calle Saint-GermainDes·Pries, Lasserve Editor -1849.

(2) Historia del Arte Colombiano, Salvat Editores Colombiana, S. A. Bogotá1983. Reproduce en el Vol 1, pág. 16 el original de este croquis, se conser-va en el Museo Nacional de Bogotá.

XIII® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 12: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

en el mismo género, que espero la reciba usted con bondad ... el másreconocido de sus discípulos que besa su mano

Francisco J osé de Caldas"

Esta "frívola" reprodujo Eduardo Posada en su recopilación de las"Obras de Caldas" bajo el título de "Memoria sobre la nivelación de lasplantas que se cultivan en la vecindad del Ecuador", en el tomo IX dela "Biblioteca de Historia Nacional", pág. 85-95 en el año de 1912 enBogotá, y que incluimos como anexo a esta publicación.

La traducción de Jorge Tadeo Lozano de la obra de Humboldt enmención, publicada en el "Semanario" de Caldas en 1809, ha sido lamás conocida y reproducida.

Pero existe otra traducción bastante diferente de aquella que hizoJorge Tadeo Lozano. Sobre la existen cia de esta segunda me informóel doctor Eduardo del Hierro, un historiador inquieto, el mismo quienfue el alma de la traducción de la obra de Schumacher (1) con ocasióndel segundo centenario de la Real Expedición Botánica del Nuevo Rei-no de Granada y quien me suministró una copia de una traducción he-cha, orientada y dirigida por el coronel J. Acosta en París en 1849como parte de una reedición del "Semanario de la Nueva Granada" ycon el cuadro original de la Geografía de las Plantas del Barón de Hum-boldt.

El librero editor de la "Librería Castellana" en París, el señor Alase-rre escribe a manera de prólogo una "Advertencia del Lector" para estareedición del "Semanario", así: "Aquella obra literaria, de la que sólose imprimieron pocos ejemplares y que por lo mismo es hoy rarísima,ha añadido algunos otros escritos inéditos de Caldas, que es ciertamenteel más ilustre de sus contemporáneos en la Nueva Granada, y el sabiocuyo nombre se ha citado más a menudo en todos los libros de botá-nica y de historia natural relativos a América".

El mismo señor coronel Acosta, que me ha procurado el Semanarioy los manuscritos inéditos de Caldas, ha examinado también revisto ypurgado de muchos errores e incorrecciones el texto antiguo impreso yha añadido algunas notas y aclaraciones, que van firmadas con la inicialde su apellido. Consultando este sujeto al señor barón de Humboldtsobre la Geografía de las plantas, la cual aparece traducida en el Sema-nario por Don J. Tadeo Lozano, advirtió aquel sabio que su obra ha-bía sido totalmente modificada y mejorada posteriormente, y que val-

(1) H. A. Schumacher "Südamerikanische Studien, Drei l.ebens und Cultur-bilder: Mutis, Caldas, Codazzi 1760-1860"."Berlín 1884. En estas biogra-fías, especialmente la de Caldas, el autor se refiere frecuentemente a las rela-ciones entre Caldas y Humboldt.

XIV

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 13: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

dría más hacer una nueva traducción, de la que se encargó también elmismo señor Acosta, conservando solamente las primeras páginas de laspublicadas en el Semanario.

La Geografía de las Plantas y el Cuadro físico de las regiones equi-nocciales, portada magnífica de las obras del más célebre de los viajerosmodernos, que comprende los resultados principales que de su viaje aAmérica sacaron las ciencias, no habían sido hasta hoy publicadoscompletamente en castellano y creo que hago un servicio positivo impri-miéndolos en este idioma. Mas, como las ciencias no se detienen en sumarcha progresiva, algunos de estos resultados han sido modificados yreformados y otros confirmados por las investigaciones de un viajeromás moderno, Mr.]. B. Boussingault".

También el coronel Acosta hizo sus observaciones tanto sobre el tra-bajo de Humboldt, como suyas, en cuanto a la distribución de la vege-tación de la Nueva Granada, que anexamos a la presente publicaciónpara complementar la visión histórica sobre este tema en Colombia.

A su vez esta reedición parisiense del "Semanario" de 1849 sirviópara una reedición de ésta por parte del Ministerio de Educación deColombia en el año de 1942 en Bogotá, pero sin la "Advertencia delLector" francés y sin el "cuadro original de la Geografía de las Plan-tas". Este último lo redibujó para la presente edición David Rivera, unaventajado estudiante de biología de la Universidad Nacional con cariñoy comprensión.

En el año de 1942 la "Biblioteca Venezolana de Cultura", colección"viajes y naturaleza" publicó en cinco tomos "Viajes a las RegionesEquinocciales del Nuevo Mundo", en donde hace referencia =especial-mente en el primer tomo- a la obra aquí mencionada.

En el año de 1955 el Instituto Panamericano de Geografía e Histo-ria en México, publicó una reedición en facsímil del "Essai sur lageographie des plantes". Puede que existan otras publicaciones y tra-ducciones de la obra aquí en América, pero que son desconocidas pornosotros.

En la Revista de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, FÍsi-cas y Naturales, Vol. VIII, No. 29 de 1950, se publicaron, también sin elanexo del Cuadro de la Naturaleza de los Países Tropicales, y sin el pró-logo del mismo Humboldt, los capítulos tomados de la nueva edicióndel Semanario de la Nueva Granada publicado en París en 1849. La re-vista argumenta la publicación así: "Consideramos de grande importan-cia esta nueva publicación dentro de nuestra Revista, por cuanto el te-ma vuelve a tomar importancia con los estudios que actualmente seadelantan en el país sobre su clima y la distribución geográfica de lasplantas y animales". Desde entonces el problema de la protección de lanaturaleza se ha agudizado gravemen te, y es deber no olvidar las obrasclásicas sobre la naturaleza de Colombia.

La presente traducci6n se basa en la edición alemana publicada en

xv® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 14: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

1807 (1) y que fue vertida a este idioma por el mismo Humboldt, quienhabía escrito la versión original en francés y publicada en París en 1805.y en cuanto a la comprensión de la importancia de la obra para el

mundo universitario moderno tropical andino americano como visiónhistórica y guía futurista, la Directora del Jardín Botánico de Bogotá,doña Teresa Arango Bueno, hizo posible la publicación de esta nuevatraducción completa; más la inclusión en la misma de un ensayo de A.Meyer Habich sobre "La Filosofía de Alejandro von Humboldt" (2); yaque la esencia de las "Ideas para una Geografía de las Plantas ... " deHumboldt, está precisamente en la inquietud espiritual del porqué ypara qué, a lo cual responde la filosofía de la naturaleza, pero no elobjeto natural en sí. Este sólo es materia cruda, es empirismo, segúnel mismo Humboldt y sólo a través del pensar se produce la idea, seconvierten los hechos empíricos en ciencia que responde al porqué ypara qué.

Son las ideas que mueven el mundo. Y aquí está el valor, aún hoy endía y siempre, de este trabajo, que desde hace mucho tiempo estásuperado en su aspecto empírico-técnico, pero no así en sus ideas.

En esta traducción se respetó la escri tura de los nombres propiostal como los escribió Humboldt, aun cuando los aplicó de diferentes for-mas: Pico de Tenerife o Teneriffa , Gotthard o Sn Gothard, Teide oTeyde , Guatimala, Huyaquil (Guayaquil). De igual manera se respetaronotros términos como p.e. geognóstico, cuyo reemplazo por geológicosolo alteraría el estilo propio de Humboldt. Nombres supuestamentepoco conocidos en Colombia, como Pisang, se explican con una nota depie. Por ende este hombre es demasiado humano y generoso para dete-nerse en bagatelas de sentido común.

Ernesto Guhl

(1) Al. von Humboldt und A. Bonpland "Geographie der Pflanzen. Nebst einemNaturgemalde der Tropenlander, auf Beobachtungen und Messungen gegrün-det, welche vorn ioten Grade nordlicher bis zum ioten Grade südlicherBreite,inden Jahren 1799,1800,1801,1802 und 1803 angestellt wordensind, von Al. Von Humboldt und A. Bonpland. Bearbeitet und Herausge-geben von dem Erstern. Mit einer kupfertafel. tübingen, bey F. G. Cotta,París, Bey F. Schoell. 1807

(2) Adolf Meyer Abrich: "La Filosofia de Alejandro de Humboldt" en "Hum-boldt" revista para el mundo ibérico. Año 1. No. 4, ubersee Verlag, Ham-burgo 1960, pág. 56-64.

XVI

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 15: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

PREFACION DE F. J. DE CALDASa la traducción de la Geografía de las Plantas aparecido en el

Semanario en l.809

Es preciso no confundir esta obra sabia con ese montón de escritosque inundan la república de las letras, que no contienen sino ideas co-munes y trilladas, escritos miserables que perecen en el momento mis-mo de su nacimiento y que no dejan tras de sí sino el oprobio de susautores. La "Geografía de las Plantas", obra original, llena de observa-ciones importantes, de miras vastas y filosóficas, en un estilo digno dela majestad de su objeto, es un cuadro grandioso de los Andes equinoc-ciales. Las plantas, los animales, los meteoros, la agricultura de lospueblos del Ecuador, el hombre mismo, se presentan nivelados a losojos del filósofo. Ocho escalas puestas a los lados del inmenso Chimbo-raza, contienen todas las producciones de la naturaleza y del cultivo,con todos los fenómenos que presenta la atmósfera y el cielo bajo dela línea. Sobre un corte vertical de esta famosa montaña y de todo elcon tinente meridional de la América, están señalados el término de lanieve permanente, la región de la arena y de la esterilidad, la esfera delos musgos, de las gramas, de los arbustos, de los árboles y de las selvascolosales. Cada planta, cada ser organizado, ocupa aquí el lugar que leseñaló la naturaleza. ¡Cuántos objetos reunidos en un espacio tan cor-to! [Cuántas ideas, cuántos conocimientos se amontonan en este cua-dro verdaderamente filosófico!

Su autor, para darle más realce y contraste, ha puesto al lado delChimborazo la cima inflamada de Cotopaxi, la del Pico de Teyde, delMont-perdú, del Mont-Blanc, el pico de Orizaba, la del Etna y del Vesu-bio. Estos dos volcanes tan celebrados y tan famosos en la antigüedad,tan estudiados por los sabios del último siglo y tan temidos de los pue-blos que tienen la desgracia de existir en su vecindad, aparecen aquícomo unos pigmeos despreciables al lado de nuestras montañas. Lasciudades principales del Virreinato (Santa Fe, Quito, Popayán, Cuen-ca, Laja, jaen ), las minas de plata de Hualgayoc en el Perú, las deEuropa, la nieve perpetua a 510 de lati tud, la sal gema y los huesosfósiles de la llanura de Bogotá, las conchas petrificadas, el límite de lavegetación en Nueva España etc., adornan los contornos de este cortede la América del Sur.

La quina, este bello producto de los Andes, más precioso que el oro yque la plata que abrigan sus entrañas, y como ha dicho uno de nuestroscompatriotas más ilustrado (1), este árbol de la vida, ha merecido al

XVII

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 16: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

autor atenciones particulares. Señalando a cada planta un punto sobreel perfil del Chimborazo, la quina ocupa una zona de 1200 toesas dealtura perpendicular. A 1500 toesas tira una línea paralela al horizonteque constituye al término superior y a las 300 toesas otra que hace elinferior del género cinchona. De una sola ojeada conoce el observa-dor los lugares que producen estos árboles y aquellos de que se hallandesterrados.

Esta obra nos toca muy de cerca, son nuestras producciones, somosnosotros mismos los objetos de que trata. Merece, pues, un lugar distin-guido en nuestro Semanario, y que nuestros compatriotas la tengan ensu lengua propia. El autor la escribió en francés, en la ciudad de Guaya-quil, y la consagró al ilustre patriarca de los botánicos D. José Celes-tino Mutis. Este sabio mantuvo el original inédito hasta su muerte yahora se publica en una traducción fiel y conforme al manuscrito delautor.

El barón de Humboldt, rodeado de una vegetación abundante, detodos los animales que pueblan nuestros bosques, llevando su atenciónhacia los fósiles, a la forma y dirección de nuestras montañas, a los ríos,a los valles, a los meteoros, a la temperatura, a la geografía, a la astro-nomía, en una palabra, a cuanto le presentaba el cielo y la tierra, pasan-do con la rapidez que exigía su largo viaje, es preciso que se hayan esca-pado a su penetración muchos objetos, y que haya incurrido en algunasequivocaciones. Nosotros que hemos viajado dentro del virreinato, pororden y a expensas de la Real Expedición Botánica de Santa Fé y deD. José Ignacio Pamba (2), que hemos visitado muchos lugares que

(1) D. J osé Ignacio Pombo, del comercio de Cartagena, y hoy prior de este con-sulado, en un manuscrito intitulado: Noticias varias sobre las quinas ofici-nales, sus especies, virtudes, usos, comercio, acopios, su extracto y descrip-ción botánica. Esta obra, llena de erudición y de gusto, abraza cuanto sepuede desear sobre los plant íos, acopios, envases y comercio de esta precio-sa corteza. El autor la ha sabido embellecer -con reflexiones y con hechosque siempre se leerán con gusto y con aprovechamiento. iOjalá vea la luzpública cuanto antes! iOjalá se estudie y profundice por nuestros compa-triotas!

(2) Este ciudadano patriota y desinteresado apoyó con todas sus fuerzas mi viajea la provincia de Quito. Libros, instrumentos, recomendaciones, dinero, to-do cuanto pod ía esperar un hijo de un padre generoso, recib í yo de sumano. No se crea que solicité, ni que pedí estos bienes. Sin conocerme, sinhaberme escrito jamás, me llenó de beneficios. Con el placer más completode mi corazón le pago este tributo de mi reconocimiento.

XVIII

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 17: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

nos son comunes con Humboldt, en una palabra, que hemos seguido decerca los pasos de este viajero ilustre, con los mismos objetos y con la"Geografía de las Plantas" en la mano, parece que nos hallamos autori-zados (1) para advertir al público lo que hemos notado sobre esta pro-ducción interesante del mártir voluntario del galvanismo. No es pruritode escribir, no es la necia vanidad de exagerar los descuidos de loshombres grandes la que nos obliga a poner algunas notas. El amor a laverdad, el deseo de ilustrar algunos puntos de física y de historia natu-ral de nuestros países, son los motivos que nos mueven. Respetando lasluces, los vastos conocimientos y los grandes talentos de este VIajeroextraordinario, más respetamos la verdad.

FRANCISCO JOSE DE CALDAS

(1) Tanto más cuanto ha muchos años que reunimos materiales y observacionespara una obra intitulada Fitograf/a del Ecuador, trabajando sobre un planmás vasto y tal vez más útil al comercio, a la agricultura y a la medicina ve-getal. Como a Humboldt, la quina ha llamado toda nuestra atención. Bajan-do y subiendo los Andes en todos sentidos, desde los 40030' lat. S., hasta5025' lat. N., hemos podido fijar irrevocablemente los términos, no sólo delgénero cinchona como lo ha hecho el autor de esta obra, sino también los detodas las especies que lo constituyen. Las plantas que cultivamos, las que sir-ven en las artes ypara restablecer nuestra salud, son las que nos han mereci-do la preferencia. Humboldt se limita a las alturas, y nosotros, después deestablecer los términos precisos a que está reducida cada especie bajo delEcuador, nos atrevemos a señalar la latitud hasta donde extiende su existen-cia, y por decirlo así, a fijar los trópicos de todas las plantas que hemos suje-tado a nuestro examen. Establecemos principios y leyes generales sobre lageografía de la vegetación y creemos haber hecho dar un paso a esta ciencia,que por confesión de Humboldt, se halla todavía en la cuna. A pesar de losesfuerzos que hemos hecho para perfeccionar nuestra Fitografía, aún nosrestan que verificar muchas observaciones y un viaje a los Andes del Quin-dío. Si las circunstancias, si mi fortuna me lo permiten, si llego a completarmis conocimientos en este ramo importante de la botánica, los presentaréal público como un testimonio de amor que profeso a mi país y a mis con-ciudadanos.

XIX

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 18: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

Alexander von Humboldt

xx

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 19: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

IDEASPARA UNA

GEOGRAFIA DE LAS PLANTASMAS

UN CUADRO DE LA NATURALEZA DE

LOS PAISES 'rROPICALESbasado en las observaciones y mediciones que se realizaron entre losparalelos de 100 latitud norte hasta 100 latitud sur, durante los años de1799,1800,1801,1802 Y 1803.

POR

AL. VON HUMBOLDT y A. BONPLAND.

ELABORADOS Y EDITADA POR EL PRIMERO

con un grabado en cobre

EDITADO DONDE F. G. COTTA EN TUBINGIA yF. SCMOELL (Rue des Macons-Sorbonne N.19

en PARIS, 1807)

JARDlN BOTANICO"JOSE CELESTINO MUTIS"

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 20: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

Prólogo

Después de larga ausencia de Europa durante cinco años y de haberpermanecido en países, muchos de los cuales jamás fueron visitados pornaturalistas, tal vez este sea motivo suficiente para que me hubieraapresurado a hacer conocer una corta descripción de mi viaje. Me hubie-ra podido sentir lisonjeado de que este afán estuviera acorde con losdeseos del público, del cual una gran parte expresó tan vivo interéspor mi estado personal y el desarrollo de mis trabajos.

Pero pensé que era más importante para la ciencia dar primero unavisión general de los resultados principales sobre los fenómenos obser-vados por mí, que hablar de mí mismo y de las dificultades que tuveque vencer en aquellas regiones lejanas del mundo. Este cuadro de lanaturaleza es la obra que me atrevo a presentar en el momento actuala los físicos y cuyos detalles serán más desarrollados en mis trabajosposteriores.

En este cuadro de la naturaleza presento todos los fenómenos queofrece la superficie de nuestro planeta y la cubierta de aire que la en-vuelve. Los naturalistas que conocen el actual estado de nuestro saberempírico, especialmente aquel de la meteorología, no se van a asom-brar al ver tratados en tan pocas páginas tantos objetos. Si hubiera po-dido dedicar más tiempo a su elaboración, con seguridad la obra hubieraresultado aún más corta; ya que mis conceptos sólo pretenden presentarhechos concretos con base en cifras exactas.

Desde mi más temprana juventud he acumulado ideas para una obrade esta índole. El primer bosquejo para una geografía de las plantas lopresenté a mi amigo Georg Forster cuyo nombre nunca lo puedo men-cionar sin el más profundo sentimiento de gratitud. Luego del estudio dediferentes aspectos de las ciencias físico-matemáticas, me ofreció laposibilidad de ampliar mis ideas primarias al respecto. Pero ante todo, aél le debo el haber podido realizar mis viajes a los países tropicales queme suministraron los materiales para este trabajo. Escribí la mayor par-te de estas páginas al pie del Chimborazo, mirando los objetos que ibaa describir, rodeados de una naturaleza poderosa, pero benévola, noobstante sus diferencias internas. He pensado en dejar el título Ideas

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 21: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

para una geografia de las plantas; cualquiera otro título menos modes-to, hubiera destacado aún más mis deficiencias en éste mi primer ensa-yo, y así hubiera sido la benevolencia del público menos valiosa.

Fiel a las costumbres de la investigación empírica en el campo de lasciencias naturales a la cual he dedicado mi vida hasta hoy, procedo tam-bién en esta obra a presentar en forma ordenada los variados fenóme-nos, uno al lado del otro, en vez de explicar, profundizando en la natu-raleza de las cosas y sus interrelaciones internas. Esta confesión quemarca mi punto de vista bajo el cual espero que sea comentada, al mis-mo tiempo indica la probabilidad de que alguna vez será posible presen-tar un cuadro de la naturaleza de un modo diferente, a la vez másamplio y de un nivel más de tipo filosófico-natural. I

Esta posibilidad de la cual yo mismo tenía mis dudas antes de miregreso a Europa; es decir, una reducción de todos los fenómenos de lanaturaleza, de toda su actividad, de todas sus creaciones serían motivode discusiones de nunca acabar, en cuanto a las fuerzas básicas opuestasde la materia. Y creada como ensayo arraigado y atrevido por Schelling,uno de los pensadores más profundos de nuestro siglo. No del todoignorante del espíritu de su sistema estoy lejos de la opinión de que elestudio filosófico de la naturaleza, pueda hacer daño a la investigaciónempírica, y de que empíricos y filósofos naturales se tengan que recha-zar para siempre como polos opuestos. Pocos son los físicos que hanprotestado más que yo por las deficiencias de las teorías conocidas, ysus expresiones gráficas, y pocos son también los que expresaron suincredulidad referente a las diferencias específicas de los llamadoselementos básicos (Ensayos sobre las fibras irritadas de los músculos ynervios, T. I, pág. 376 Y 422; Tomo Il , pág. 34,40). Entonces quiénmás que yo podría participar con satisfacción y alegría Íntima en unsistema, el cual socavando la atomística y distanciándose de la concep-ción unilateral, también utilizada antaño por mí, de que toda diferenciade la materia se basa en la mera diferencia de las dimensiones espacialesy de su densidad, y que está lejos de la luminosidad sobre los organis-mos; del calor, del magnetismo y de la electricidad, fenómenos tan pocoaccesibles a las ciencias naturales hasta entonces, pero que permitendivulgar estos fenómenos.

El cuadro de la naturaleza, el cual estoy suministrando aquí, se basaen observaciones que he realizado en parte solo, y en parte en compañíadel señor Bonpland. Unidos por los lazos de una amistad íntima demuchos años, compartiendo las dificultades a las cuales está uno ex-pues'.:o en países de escasa cultura y bajo la influencia de climas malig-nos, hemos resuelto que todos los trabajos deban considerarse como

II

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 22: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

fruto de nuestra expedición y que, neven los nombres de nosotrosdos.

Durante la redacción de esta obra en París, necesitaba con frecuenciael consejo de hombres excelentes, con los cuales, por fortuna, estuvesiempre en estrecha comunicación. El señor Laplace, cuyo nombre nonecesita elogios míos, me otorgó su más cálida colaboración desde miregreso de Filadelfia, para elaborar mis observaciones en los trópicos.Ilustrando sobre lo que nos rodea con base en la abundancia de susconocimientos y de la fuerza de su ingenio, se ha convertido el tratode él para mí, en una influencia tan benéfica como vital, lo mismo paratodos los demás hombres jóvenes, a los cuales sacrifica con gusto susescasos ratos de ocio.

Las obligaciones de amistad me impulsan a ser no menos agradecidocon el señor Biot, miembro de la primera clase del Instituto Nacional.El, quien une la sagacidad del físico con la fuerza del matemático, meha sido muy útil en la elaboración de mis observaciones viajeras. Así,él mismo calculó las tablas para la Refracción Horizontal y la disminu-ción de la luz.

Varios hechos sobre la distribución de los árboles frutales, los tomédel excelente escrito del señor Sickler. Los señores Decandolle y Ra-mond me suministraron observaciones interesantes sobre el estado delas plantas en las montañas suizas yen los Pirineos. Otras informacioneslas debo a los escritos clásicos de mi amigo de muchos años y maestroWilldenow. Además no parecía inútil tener una visión retrospectiva dela "Zona templada y hacer una comparación en cuanto a la distribuciónentre las plantas de Europa y las de Suramérica.

El señor Delambre completó mi tabla de las alturas de las montañascon otras medidas propias de él, hasta ahora desconocidas. Una partede las mías las calculó el señor Prony, con base en la fórmula baromé-trica de Laplace. Con grande amabilidad este mismo señor realizó loscálculos de más de 400 mediciones.

En la actualidad me ocupo en la elaboración del tomo que va a conte-ner mis observaciones astronómicas; una parte de las mismas ya se en-tregó a la oficina de longitudes de París para su examen. Sería precipi-tado publicarlas antes de terminar el tomo astronómico de la obra, losmapas geográficos que he dibujado, o también la descripción del viajemismo; ya que la ubicación y altura de un lugar tiene sobre casi todoslos fenómenos físicos y psíquicos, una influencia más o menos grande.Me siento lisonjeado especialmente en cuanto a mis cálculos de longi-tudes que tuve oportunidad de realizar durante la penosa navegaciónsobre el Orinoco, el Casiquiare y el Río Negro, y que van a ser espe-

III

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 23: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

cialmente interesantes para ayudar a personas que conocen el deficienteestado de la geografía en e! interior de Suramérica. No obstante, laexacta descripción del Casiquiare que hizo el Padre Caulin, geógrafos delpresente sin embargo expresan nuevamente sus más grandes dudas sobrelas características de la comunicación de! Orinoco con e! río Amazo-nas. Pero como yo mismo trabajé en estas regiones con instrumentalastronómico espero que no me vayan a juzgar con amargura (1), cuan-do no encuentren en la naturaleza el curso de los ríos y montañas, talcomo lo indica el Mapa de la Cruz; porque éste es el destino más comúndel forastero; el de provocar desagrado cuando contradice los conceptostradicionales. Una vez terminada la publicación de mis observacionesastronómicas, como también de las mediciones barométricas y geodési-cas, se pueden presentar mis demás trabajos en forma continua y rápidaal público. y solamente después de la elaboración del material existen-te, me vaya ocupar en una nueva expedición, cuyo plan tengo esboza-do, y de la cual espero, va a suministrar gran claridad sobre los fenóme-nos magnéticos y meteorológicos más importantes.

No puedo hacer públicos los primeros resultados de mi viaje a los paí-ses tropicales, sin aprovechar esta oportunidad para expresar al gobiernoespañol, el tributo de mi más profundo y respetuoso agradecimiento,por haber tratado mi expedición durante cinco años con tan especialesconsideraciones y protección. Pude trabajar con una libertad que antesjamás se había concedido a una persona particular en una nación noble,en la cual se han conservado unas características propias bajo el empujede los acontecimientos; no he conocido en aquellas regiones lejanas casiningún otro obstáculo que aquellos con los cuales se enfrenta la natura-leza a los hombres.

De manera que el recuerdo de mi permanencia en el nuevo continen-te, siempre estará acompañado con los más vivos agradecimientos porel trato tan cariñoso que he recibido yo, de los habitantes de todas lasclases sociales en las colonias españolas en ambos hemisferios, comotambién en el Estado Libre de Norteamérica.

Roma, en el mes de julio de 1805

Al. van Humboldt

(1) Geographie moderne de Pinkerton, traduite par Walkenaer, Tomo VI, pág.174-177 .

IV

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 24: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

IDEASPARA UNA

GEOGRAFIA DE LAS PLANTAS

Las investigaciones de los naturalistas por lo general se limitan a obje-tos que por lo común abarcan sólo una muy pequeña parte de la botá-nica; se ocupan casi exclusivamente en la búsqueda de nuevas especies,con las descripciones de las formas externas de las mismas, y con suscaracterísticas, según las cuales la semejanza permite unirlas en clases ofamilias.

Estos estudios fisionómicos de las criaturas orgánicas son sin duda elfundamento más importante de todas las descripciones de la naturaleza.Sin esta base ni siquiera podrían prosperar; aquellas partes de la botáni-ca que tienen una influencia directa más o menos grande sobre el bie-nestar de la humanidad, como la investigación sobre las fuerzas curati-vas de las plantas, de su cultivo y sus usos técnicos. Tan deseable comoes que muchos botánicos se dediquen exclusivamente a estos estudiostan amplios, tanto más cuanto que esta concatenación de las formassea susceptible de un tratamiento filosófico. no es sin embargo menosimportante al elaborar la geografía de las plantas, una disciplina de lacual apenas existe el nombre, y que sin embargo contiene los más inte-resantes materiales para la historia de nuestro planeta.

Ella -la geografía de las plantas- las observa según la proporción desu distribución en los diferentes climas. Casi ilimitada, tal como el obje-to que investiga, descubre ante nuestros ojos el infinito manto vegetal,el cual, tejido más denso o abierto, ha puesto la naturaleza, fuente detoda la vida, sobre el desnudo planeta. Ella sigue a la vegetación desdelas alturas escasas en aire donde están los glaciares perpetuos hasta lasprofundidades del mar o al interior de las rocas, donde habitan en cue-vas subterráneas las criptógamas, que todavía son tan desconocidas comolos gusanos que ellas alimentan.

El borde superior de este manto vegetal se encuentra al igual como

1

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 25: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

el de la nieve perpetua, más alto o más bajo, de acuerdo con la latituddel lugar o de la inclinación de los rayos solares calientes. Pero ellími-te interior de la vegetación nos es totalmente desconocido, ya queobservaciones exactas sobre las plantas subterráneas en ambos hemisfe-rios, nos enseñan que el interior de la tierra está con vida en todas par-tes, donde gérmenes orgánicos, encontraron espacio para su desarrollo,y un líquido con oxígeno, para su alimentación. Aquellos riscos pen-dientes y congelados que se alzan muy por encima de las capas de nu-bes, están cubiertos por musgos y líquenes. Parecidos a estos son lascriptógamas que extienden una vez en multicolor y otra vez inmacula-damente blancas,.su textura blanda y fibrosa sobre las paredes de esta-lactitas en las cuevas subterráneas y sobre la madera húmeda de lossocavones en las minas. Así se acercan al parecer los límites periféricosde la vegetación, y producen formas cuyas estructuras simples son pocoestudiadas por los fisiólogos.

Pero la geografía de las plantas no solamente ordena éstas según ladiferencia de los climas y altura de las montañas, donde se encuentran;observa a éstas no únicamente según la cambiante presión atmosférica,de la temperatura, de la humedad ambiental y de la tensión eléctricabajo los cuales se desarrollan; ella, la geografía de las plantas, distingueentre las innumerables plantas del planeta, lo mismo que entre los ani-males, dos clases (1), las cuales en sus relaciones (es decir en sus formasde vida) se encuentran en lugares muy opuestos.

Algunas crecen solitarias y dispersas. Así en la zona templada enEuropa, Solanum dulcamara, Lycbnis dioica, Polygonum bistorta, An-tbericum 1iliago , Crataegus aria, Weissia paludosa, Polytricbum pilife-rurn, Fucus saccbannus, Clavaria pistillaris y Agaricus procerus, y asíbajo los círculos tropicales en el nuevo continente, Tbeopbrasta ameri-cana, Lysiantbus longifolius, Heuea, la mayoría de las especies Cincbo-na, Vallea stipularis, Anacardium caracoli, Quassia stmaruba, Spondiasmombin, Manettia reclinata, y Gentiana apbylla.

Otras plantas, unidas socialmente como las hormigas y las abejas.cu-bren extensas regiones donde excluyen todas las demás plantas dife-rentes a ellas. A éstas pertenecen el brezo (Erica oulgaris), la fresa (Fra-garia oesca), Vaccinium myrtillus, Polygonum aciculare, Cyperus [uscus,Aira canescens, Pinus syloestris, Sesuuium p ortulacastrum, Rbizopboramangle, Crot on argenteum, Convoluulus brasiliensis, Bratbys juniperina,Escallonia myrtilloides, Bromelia karatas, Spbagnum palustre, Polytri-

(1) Ya mencioné esta diferencia y llamé la atención sobre otros aspectos de lageografía de las plantas en mi flora Fribergensis (1703).

2

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 26: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

cbum commune, Fucus natans, Spbaeria digitata, Licben baematomma,Cladonia paschalis y Tbaelaepbora birsuta,

No obstante que enumeré entre estas plantas sociables algunas sura-mericanas, sinembargo su presencia en el conjunto es menos frecuenteen los países tropicales que en la zona templada, donde su abundanciaproduce una visión de la vegetación más monótona y menos pintores-ca (1).

Desde las orillas del Orinoco hasta las del río Amazonas y las delUcayali, en una llanura de más de 300 millas, está cubierta por undenso bosque ininterrumpido. Si no fuera por el obstáculo separador delos ríos, entonces los micos, que son casi los únicos habitantes de estassoledades, podrían pasar sin tocar la tierra, del hemisferio Norte al he-misferio Sur ,lanzándose de una rama a la otra del inmenso bosque. Peroestas interminables selvas no ofrecen alojo del explorador la visióncansona de las plantas sociables. Cada parte está adornada con formasdistintas. Aquí están estrechamente agrupadas las Psy cb otria, Mimosascon hojas parecidas de la Haya, y Melastoma siempre en flor, allá las ra-mas altas ocultan las Cesalpinias, árboles de la higuera envueltos por lavainilla, especies de Lecythis, y las Heveas abundantes en leche (2). Nin-guna planta ejerce aquí un dominio desplazante sobre las demás.

Muy distintas son las plantas en las tierras tropicales que limitan conNuevo-México y Louisiana. Entre las latitudes 170 y 220 Norte hay unaaltiplanicie de 2000 metros (6000 pies) sobre el nivel del mar, (los na-tivos la llaman a esta tierra Anabuac), densamente cubierta por robles yuna especie de abetos, parecido al Pinus strobus, Arboles de ámbar (3),Arbutus madronno y otras plantas sociables cubren los valles amables deXalapa en la vertiente oriental de la cordillera mexicana. Tanto el suelo,clima, plantas y formas, y en conjunto toda la fisionomía de la regiónadquiere aquí un carácter que parece pertenecer a la zona templada, yel cual en las mismas latitudes dentro de los círculos tropicales yen lamisma altura de las montañas no se observa en la América del Sur. Lacausa de este raro fenómeno quizás está principalmente en la figura del

(1) Nota del traductor: Ciertamente Humboldt no alcanzó a conocer detallada-mente todas las regiones fitogeográficas de los trópicos, y por los páramospasó demasiado rápido e impresionado por el tiempo reinante, por haberpodido observar el predominio de unas pocas plantas en grandes cantidades,produciendo una fisionomía paisajista uniforme, pero nada monótona ymuy variable durante el ciclo diurno de luz, y muy pintoresca también.

(2) Caucho, por absorción del ox ígeno atmosférico, expu Isado en leche.(3) N. de T. Liquidambar styracflua.

3

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 27: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

nuevo continente, que crece desproporcionadarnente de anchura haciael Polo Norte, lo cual, provoca que el clima de Anahuac se torne másfrío de lo que debería estar de acuerdo con su ubicación y altura. Asíes como plantas del Canadá se trasladaron lentamente hacia el Sur' yahora se observan cerca del círculo del Trópico de Cáncer, y en lasfaldas de los volcanes activos de México, los mismos abetos que soncaracterísticos de las fuentes de Gila y Missury.

En Europa la gran catástrofe del crecimiento de las aguas continenta-les que provocaron primero la apertura de los Dardanelos y más tardela ruptura de las columnas de Hércules, para excavar el ancho valle delmar Mediterráneo, ha sido adversa al paso de las plantas africanas. Sola-mente unas pocas plantas que se encuentran en Nápoles, en Sicilia yenel sur de Francia llegaron aquí, como tal vez los micos de Gibraltar,antes de estas rupturas. El frío en los pasos de las montañas pireneicasdemuestra que las plantas vinieron dire ctarnen te del Sur de la tierrade los bereberes y no desde el Suroeste a través de España. Durante lossiguientes milenios de años, el mar Mediterráneo, separador de los paí-ses, pero para la navegación y el tráfico, y cultura intelectul de la espe-cie humana tan importante, hIZO imposible la inmigración de plantas, ypor lo mismo contrasta la vegetación de la Europa del Sur con aquelladel bajo Egipto y de las costas del Atlántico del Norte. No es así la dis-tribución de las plantas entre el Canadá y el mismo istmo mexicano.Aquí ambos países parecen haber intercambiado mutuamente sus plan-tas, y las lomas que limitan el valle del Tenochtitlan están cubiertascasi con los mismos árboles que aquellas que crecen sobre el paralelode 450 latitud algo al norte de la Cordillera de las Grullas y el Salar deTipanogoa. Si unos artistas visitaran esta parte de la región tropicalamericana para estudiar el carácter de la vegetación, buscarían sinéxito el esplendor y la grande variedad de las plantas equinocciales.Encontrarían sobre el paralelo de los bosques de las Indias Occidenta-les robles y abetos, así como cipreses de dos fibras, bosques que ofre-cen la monoton ía cansona de las plantas sociales del Canadá, Asia delNorte y Europa.

Sería un trabajo interesan te el indicar en mapas botánicos especia-les las regiones de la tierra que ocupan estas integraciones sociales deplantas uniformes. Ellas se presentarían en largas fajas, que ocasionandoesterilidad, desplazan toda cultura y ora aparecen como landa, oracomo llanuras herbáceas infinitas (estepas, sabanas), ora como selvasimpenetrables, ofreciendo a las comunicaciones de la especie humana,obstáculos casi más grandes que las montañas y el mar. Así empiezala tierra de las landas con esta agrupación de la Erica vulgaris, Erica

4

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 28: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

tetralix de los Lichen icmadophila y Licben haematomma (líquenes),desde la punta septentrional de Jutlandia, que se extiende a través deHolstein y Lueneburg (1), hasta más allá del paralelo 520. Desde alláse orienta hacia el occidente, y alcanza a través de las llanuras graníti-cas de Munster y Breda, las costas del océano inglés. Desde hace muchossiglos dominan estas plantas en los países nórdicos. La industria de loshabitantes luchando contra este dominio absoluto de estas plantas, po-co es el espacio que les han ganado. Pero estos campos agrícolas reciénarados, esta conquista de la diligente aplicación, las únicas benéficas pa-ra la humanidad, forman islas de un verde fresco en las landas y yermas.Recuerdan ellos a aquellos oasis que guardan en sí el germen de la vidavegetal en los muertos desiertos de las arenas de Libia.

Un musgo, Sphagnum palustre, igualmente típico en los trópicos co-mo en los climas templados ocupaba antaño una considerable parte deAlemania. Los frecuentes pantanos de turba en las regiones bálticas y deAlemania Occidental, atestiguan la gran expansión que tuvo antaño aque-lla planta sociable: los pantanos más recientes deben su origen a doscriptógamas de pantano, el Sphagnum y Minium serpillifolium, mientrasque la turba de las formaciones más antiguas se formó de las acumula-ciones de ulvas marítimas (2) y especies de fucus con contenido desal y por lo mismo descansa frecuentemente sobre un lecho de pequeñasconchas marítimas. Debido a la destrucción de los bosques, los pueblosagrícolas disminuyeron la humedad del clima. Poco a poco los pantanosse secaron y el spbagnum 'que hizo inservibles a los nómadas de la viejaGermania grandes regiones de ella, fue desplazado por plantas útilespara el hombre.

No obstante que el fenómeno de que las plantas sociables pertenecencasi exclusivamente a la zona templada, también los países tropicalessuministran algunos ejemplos; el largo dorso de la cadena de los Andesen una altura de 3000 m.s.m. (casi 9300 pies), está cubierto de modouniforme por el Chite (Brathys juniperina) de flores amarillas, Chitirna-ni (Brathys ouata), jara va , una especie herbácea, emparentada con elPapporopborum, la Escallonia con hojas de forma de mirto, variasespecies de hierbas molinia y de la Tourrettia cuya médula nutritiva ladisputa, por necesidad, el indio alosa. En las ardientes llanuras entre

(1) Casi hasta los 52071 '.(2) N. de T. Ulva lactuca.

5

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 29: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

el Chinchipe y el río Amazonas crecen las sociables Croton con las ho-jas plateadas, más Godoya y las Bougainvillea cubierta con coloridasbrácteas. En las sabanas del bajo Orinoco crecen Kyllingia, y allá dondebrota un manantial, la palma moriche de tipo abanico y frutos de colorpurpúreo y de forma cónica. De la misma manera encontramos en elVirreinato de la Nueva Granada, entre Turbaco y Mahates, sobre elrío Magdalena, y sobre la vertiente occidental de los Andes +nevadosdel Quindío-, bosques ininterrumpidos de junco de bambú y Helico-nias, con hojas de formas de plátano. Pero estos grupos de plantas socia-bles siempre ocupan extensiones menores y también son menos frecuen-tes entre los círculos tropicales que en la zona templada y fría de laparte septentrional de la tierra.

Para opinar sobre la antigua continuidad entre continentes cercanos,se basa el geognosta en la parecida estructura de las costas, de los estra-tos y ubicación de los tipos de cordilleras, de las mismas razas humanasy de animales que las habitan, y de los mares costaneros poco profun-dos. La geografía de las plantas puede suministrar materiales no menosútiles para esta clase de investigaciones. Ella observa las plantas quetiene Asia-oriental en común con la California y México. Ella sugiere laprobabilidad de que América del Sur y Africa se separaron antes deldesarrollo de gérmenes orgánicos sobre la superficie terrestre y de queambos continentes con sus costas orientales y occidentales estuvieranunidos en dirección hacia el Polo Norte; guiado por ella -la geografíade las plantas- se puede penetrar en la oscuridad que envuelve el pasa-do de nuestro planeta para determinar. si después de las caóticas mareasde agua, las partes secas de la corteza terrestre estaban en muchoslugares ya un mismo tiempo cubiertas de diferentes especies de plantas,o de lo contrario (según los mitos muy antiguos de muchos pueblos)todos los gérmenes vegetales se desarrollaron en una sola región, desdedonde, por caminos difíciles de determinar, y afrontando diferentesclimas, se han expandido en todas las direcciones sobre el globo.

La geografía de las plantas investiga si se pueden encontrar entre lasinnumerables plantas de la tierra, y si se puede detectar entre ellas cier-tas formas primarias, y si se puede considerar o no las diferencias espe-cíficas como consecuencia de la degeneración o cambio, como desviaciónde un prototipo. Resuelve ella, o no, el problema tan discutido de siexisten plantas que pertenecen a todos los climas, todas las alturas y atodas las regiones de la tierra?

Si me atrevo a sacar conclusiones generales de lo que he visto enpequeñas partes de ambos hemisferios, entonces puedo suponer, quealgunas plantas criptógamas son las únicas, que produce la naturaleza en

6

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 30: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

todas partes (1). Dicranum scoparium, Poly tricbum commune, Verru-caria sanguinea y Verrucaria limitata Scopoli, crecen en todas las lati-tudes, tanto en Europa como bajo la línea equinoccial, sobre el lomo dealtas éordilleras como en la orilla del mar, en todas partes, pues, dondeencuentran sombra y humedad.

En la orilla del río Magdalena, entre Honda y la Aegyp tia ca , en unallanura donde el termómetro marca sin interrupción 250 a 280, encon-tramos al pie de la Ochroma (2) y del Macro cemum de hojas grandes,también mantos de musgos, tan estrechamente tejidos y de un verdetan fresco, tal como se observan en los bosques de Suecia y de Alema-nia del Norte. Si otros viajeros aseguran que los musgos y otras Criptó-gamas por lo general son escasos en la zona cálida, entonces la causade esta afirmación consiste en que ellos no han penetrado lo suficienteal interior de estas selvas, sino que únicamente visitaron costas secas oislas cultivadas. De los líquenes inclusive se encuentran muchos de unamisma especie en todas las latitudes de las zonas Norte y Sur. Parecencasi independientes de la. influencia del clima, como también del tipo decordillera sobre las cuales crecen, y de las cuales casi ninguna perteneceexclusivamente a una sola parte de la tierra.

Entre las plantas fanerogámicas no conozco ninguna cuyos órganossean suficientemente flexibles para adaptarse a todas las zonas y a to-das las alturas de un lugar. Equivocadamente se adjudicaron estas ca-racterísticas de flexibilidad a tres plantas, a la Alsme media, a la Fra-garia vesca, y al Solanum nigrum, pero esta flexibilidad sólo al hom-bre le es dada, y a algunos animales domésticos que lo rodean. Así nomás, las. fresas de Pensilvania y del Canadá ya son diferentes, a las de lashuertas europeas. De esta última creíamos nosotros -Bonpland y yo-haber encontrado algunas plantas en Surarnérica cuando cruzamos a piela cordillera nevada del Quind ío desde el valle del río Magdalena hasta elvalle del río Cauca. La indolente naturaleza de esta parte de la cadenade los Andes, la soledad de aquellos bosques de palma de cera, el olordel styrax y de las Passifloras arbóreas más la falta de cultura en lastierras adyacentes, parecen excluir la posibilidad de que los pájaros oquizá la mano del hombre hubiera casualmente regado estas semi-

(1) También el señor Schwarz encontró musgos europeos Fumaria hvgrometrica,Dícranum g/aucum y Bryum serpi/lifolium en las montañas azules de Jamai-ca cuyas alturas llegan a dos mil doscientos dieciséis metros (1138 Toesas).

(2) N. de T. Balso.

7

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 31: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

llas (1). ¿Pero fue en verdad la =Fragarta vesca- la que encontramos?La flor, si la hubiéramos visto, no nos mostraría diferencias entre laFragaria andina y europea, ya que como tantas otras especies de estegénero, se diferencian entre si por variedades muy pequeñas. Variasplantas alemanas y suecas que se creía haber visto sobre riscos granÍti-cos en la Tierra del Fuego, Islas de los Estados y sobre las costas delEstrecho de Magallanes, resultaron una vez examinadas sus caracterís-ticas por Decandolle,Willdenow (2) y Desfontaines, como especies aná-logas, pero diferentes de las europeas.

Me es permitido afirmar con optimismo que durante los cuatro añosen que herboricé en la América del Sur en ambos hemisferios, jamásvi una planta silvestre de origen europeo en el nuevo continente. Demuchas plantas, por ejemplo Alsine media, Solanum nigrum, Soncbusoleraceus, Apium graveolens y Portulacd oleracea, únicamente se puedeafirmar que estas plantas, como los pueblos de la raza caucasiana, estándispersos sobre considerables extensiones de las regiones septentriona-les de la tierra. Si ellas también existen en los países meridionales, don-de hasta la fecha no se han encontrado, es una pregunta que tampocohoy se puede contestar. Hasta el presente los naturalistas han penetradotan poco en el interior de los continentes africanos, suramericanos yneo-holandeses, que poco es lo que podemos lisonjeamos de conocercompletamente la flora de estos países, mientras que en Europa se des-cubren todavía diariamente, plantas parecidas y hierbas aún no descritas,yen la tan visitada Pensilvania hasta árboles (3), desconocidos o ape-nas descubiertos, de manera que es aconsejable abstenerse en este puntode todos los reclamos apod ícticos, ya que de lo contrario el botánicocaería en el mismo mal de muchos geognostas, que construyen todo elcuerpo terrestre con base en el modelo de la loma (4) más cercana.

Para poder hablar definitivamente sobre el gran problema de lasmigraciones de los vegetales, la geografía de las plantas penetra al inte-rior de la tierra para consultar allí los testigos monumentales del pasa-do, como madera petrificada, huellas de plantas, estratos de turba,

(1) Por recomendación de Mutis fueron tra ídas desde España, semillas de fresasde la Nueva Granada en la segunda mitad del siglo XVIII.

(2) Véase la parte excelentemente desarrollada. Historia de las plantas, en laobra de Willdenow: Conocimientos básicos de las hierbas (Grundr. derKraeuterkund) 1802, pág. 504.

(3) Den Olnussbaum, Pyrolaria, Michaux.(4) El Brocken, el Montmartre, el Vesubio, el Penk de Derbyshire, el Saleve y

Heinberg.

8

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 32: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

carbón mineral, otros estratos sedimentarios y antiguos aluviones.Toscuales fueron la tumba de la vegetación primaria de nuestro planeta.Sorprendida encuentra ella frutas del sur de la India, troncos de palma,helechos arbóreos, hojas de banano y el bambú. de los países tropicalesenterrados en estratos del frío norte de la tierra. Ella, la geografía delas plantas, investiga si estas plantas de los climas cálidos como tambiénlos colmillos de los elefantes y esqueletos de tapires, cocodrilos y didel-fos que recientemente encontramos en Europa, fueron arrastrados por lafuerza de las corrientes marinas durante el tiempo de la inundación gene-ral de la tierra, desde las zonas ecuatoriales, y depositadas en las zonastempladas, o si alguna vez estos climas nórdicos de hoy produjeronantaño en sus tierras estas mismas plantas de plátanos, y elefantes, coco-drilos y bambusas arbóreas en otros climas (1).

La tranquilidad y el orden en los cuales se descubren aquellos pro-ductos, frecuentemente estratificado en un orden familiar, parecen seropuestos a la tesis primera, y por razones astronómicas a la segunda.Pero quizás son posibles grandes cambios climáticos sin violentos cam-bios en la posición del eje terrestre, y sin buscar explicaciones en otrasperturbaciones, las cuales parecen poco probables dada la situaciónactual de la astronomía física.

Si todos los fenómenos geognósticos comprueban que la corteza denuestro planeta no fue hasta tardíamente compacta, y si se puede dedu-cir con base en la naturaleza y ubicación de los tipos distintos de cordi-lleras, que la formación y él endurecimiento de las rocas no se reali-zaron a. un rnismo tiempo sobre toda la superficie de la tierra; entoncesse comprende cómo durante el cambio de la materia del estado líquidoal compacto y cómo durante el endurecimiento y la colocación delas cordilleras alrededor de un núcleo común, fue liberada una inmen-sa cantidad de materia de calor, y cómo esta liberación local, por lomenos durante algún tiempo, pudo elevar la temperatura de algunasregiones, independientemente de la altura del sol. ¿Pero un aumentotemporal de temperatura tendría la duración necesaria que requeriríala naturaleza para crear los fenómenos explicados?

Los cambios en la intensidad de la fuerza de la luz de algunas estre-llas que se han observado duran te varios siglos, favorecen la hipótesisde que el sol, que constituye el epicentro de nuestro sistema, tambiénpuede estar sujeto a modificaciones similares de tiempo en tiempo.¿Habría sido posible que una intensidad aumentada de los rayos solares

(1) Véase la intel igente disertación de Steffen en la Revista para tisice especu-lativa de Schelling.

9

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 33: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

hubiera antaño distribuido calor tropical sobre los países cercanos alPolo Norte?

Aquellos cambios que transforman las regiones tropicales en desier-tos y hacen vivible la Laponia para las plantas tropicales, elefantes ycocodrilos, éson periódicos o son ellos los efectos de las perturbacionespasajeras en nuestro sistema planetario?

Todas estas investigaciones conectan la geografía de las plantas con lageognosia. Regar luz sobre la más antigua historia de' la Tierra, ofrece ala fantasía del hombre un amplio campo todavía aún desconocido.

Las plantas, tan parecidas a Los animales en cuanto a la sensibilidadde los órganos, y de las fuerzas provocadoras de la naturaleza, sin em-bargo se distinguen considerablemente de los animales por la época desus migraciones. Ellos, los animales, poco móviles en su temprana juven-tud, sólo abandonan su tierra de origen cuando Se han vuelto adultos;éstas, enraizadas en el suelo después de su desarrollo, empiezan su viajetodavía en el grano de semilla, parecido como al huevo, y es despachadapor medio de corona de plumas, fuelle del aire, arranque de alas y cade-nas elásticas (Elater e Catenula de la Morchantina) por el aire y el agua.Los vientos del otoño, las corrientes marina.s y las aves favorecen estasmigraciones; pero su influencia por más grande que sea desaparece fren-te a la influencia que ejerce el hombre en cuanto a la distribución de lasplan tas sobre la superficie terrestre.

Cuando el nómada, desplazado por la manada que la sigue llevadohasta el brazo del mar, o que fuera obligado por otros obstáculos natu-rales insalvables a terminar por fin su vida errante, entonces empezaríaen seguida a concentrar alrededor de sí algunas plantas y animales quele fueran útiles para su alimentación y vestimenta. Estas son las prime-ras huellas de la agricultura. En tre los pueblos nórdicos se realiza lenta-mente este paso desde el estado de cacería hacia el cultivo de las plan-tas; más temprano se efectúa este proceso del asentamiento en tre [ospueblos del trópico. En este mundo selvático rico en ríos, entre el Ori-naco y el Marañón, la abundante vegetación dificulta al salvaje el ali-mentarse exclusivamente de la cacería. La profundidad de los ríos y lafuerza de su corriente más las inundaciones, lo sanguinario del cocodri-lo y la culebra de tigre (Boa) determinan que la pesca sea tan difícilcomo peligrosa. La naturaleza obliga aquí al hombre al cultivo de lasplan ras: obligado por la necesidad reúne unos vástagos de plátano,Cartea papaya, jatropba y Arum alimenticios, alrededor de su ran-cho. Este campo agrícola, si es permitido llamar así la reunión de algu-nas plantas, reemplaza al indio, por muchos meses, lo que le niegan lacaza y la pesca y los árboles frutales silvestres de la selva. Asf modifi-

10

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 34: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

can el clima y el suelo, más que su origen, la ubicación y las costumbresde los salvajes. Ellos determinan la diferencia entre los pueblos pastoresde los beduinos y los pelayos en los bosques de robles de la Grecia Anti-gua, así como con los cazadores nómadas sobre el Mississipi.

Algunas plantas que son objeto de las horti y agricultura acompaña-ron a las especies humanas migratorias desde los siglos más lejanos deuna región a otra de la tierra. Así siguió en Europa la vida los griegos,los cereales a los romanos, el algodón a los árabes. En el nuevo conti-nente los Tultecos, viniendo de países nórdicos desconocidos y aprove-chando para la invasión la corriente Gila, expandieron el maíz sobreMéxico y las regiones meridionales. La papa y la quinoa se encuentranen todas partes donde los habitantes de la montaña del viejo "Koridi-namarca" (1) habían pasado. De las migraciones de estas plantas comes-tibles no cabe duda, pero su primera y verdadera patria sigue siendoun enigma, lo mismo que la patria de las diferentes razas humanas, queya encontramos en las más lejanas épocas sobre toda la tierra, las cualescantan los mitos más antiguos de los pueblos. Al sur y oriente del marCaspio, sobre las orillas del Oxus, y en los valles de Curdistan cuyasmontañas están cubiertas por las nieves perpetuas, se encuentran abun-dan tes arbustos de limones, granadas y árboles de peras y cerezas.

Todas las frutas que adornan nuestros jardines, allá parecen desarro-llarse silvestres. Yo digo parecen, ya que si esta fue su patria primaria,o aqu í fueron alguna vez cultivadas y luego tomaron nuevamente el es-tado primitivo, queda más que dudoso, ya que en esta región, desdetiempos antiquísimos, reina la cultura de la especie humana, y por lomismo también la horticultura.

Pero por lo menos la historia nos enseña que aquellas campiñasfértiles entre el Eufrates y el Hindú, entre el Mar Caspio y el GolfoPérsico suministraron a Europa los más valiosos productos vegetales.

Persia nos suministró el árbol de la nuez y los melocotones; Arme-nia (el naikia de hoy) los albaricoques; Asia Menor el árbol de la ce-reza dulce y la castaña; Siria nos regaló el higuero, la granada y losárboles de olivo y morera. En los tiempos de Catón, los romanos noconocieron ni cerezas dulces, ni melocotones, ni árboles de morera.Pero Hesíodo y Homero ya mencionaron el olivo, que se cultivó enGrecia y en las islas del Mar Egeo. Bajo Tarquina el antiguo no existióni un solo palo de estas plantas, ni en Italia ni en España y tampoco enAfrica. Bajo el consulado de Apio Claudia el aceite era todavía muy

(1) Das K6nigreich Neu-Granada.

11

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 35: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

caro en Roma; pero en los tiempos de Plinio, el olivo ya era cultivadoen Francia y España.

La vid que cultivamos ahora, parece que era extraña en Europa. Ellacrece silvestre en las costas del Mar Caspio, en Armenia y Karamama.Desde el Asia se pasó a Grecia y desde allí a Sicilia. Los Foceaos lleva-ron la vid a Francia meridional, y los romanos la cultivaron en las orillasde los ríos Rhin y Danubio. También las especies de Vitis que se en-cuentran silvestres en Nuevo México y Canadá y los cuales dieron elnombre de Vinland a la parte de América descubierta por los Vikingos,son diferentes, específicamente, de la especie Vitis oin ifera, hoy exten-dida a Pensilvania, México, Perú y Chile.

Un árbol de cereza, cargado de frutas maduras, adornó el triunfo deLuciolo. Fue entonces cuando por primera vez los habitantes de Italiaconocieron este producto asiático, traído por el dictador desde el Pon-to donde tuvo una victoria sobre Mitrídates. Y ya un siglo más tardela cereza era común en Francia, Inglaterra y Alemania (1).

Así cambia el hombre de acuerdo con sus deseos la distribución natu-ral de las plantas, y reúne alrededor de él los productos de los climasmás lejanos. En las Indias Orientales y Occidentales, en las plantacionesde los europeos, ofrece un espacio estrecho a un mismo tiempo el cafédel Yemen, la caña de azúcar de la China, el índigo de Africa y muchasotras plantas que pertenecen a ambos hemisferios. Una visión que estodavía más interesante, cuando despierta en la fantasía del observad,"los recuerdos de una cadena. de maravillosos acontecimientos que harealizado el género humano a través de mares y tierras por todas las re-giones de la tierra.

Aun cuando la incansable y activa diligencia de los pueblos agrícolasha logrado arrancar un número de plantas útiles de su tierra de origeny las ha obligado a habitar todos los climas y todas las alturas de lasmontañas, no obstante de la larga servidumbre, su forma no ha cambia-do. La papa, que se cultiva en Chile en 3500 metros de altura (casi 11000pies) lleva las mismas flores que aquella que se ha transplantado a lasllanuras de Siberia. La cebada que alimentó los caballos de Atridas, erasin duda la misma que hoy en día todavía estamos cosechando. Alparecer todas las plantas y animales que habitan actualmente la superfi-cie de la tierra, durante muchos milenios, no han cambiado sus formascaracterísticas. El Ibis, el cual se encuentra entre las numerosas culebras

(1) Algunos botán ices sostienen que la pequeña variedad de Prunus avium existesilvestre en Alemania. De las ciruelas y peras los romanos trajeron desdeSiria solamente las más grandes y bonitas.

12® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 36: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

e insectos en las catacumbas egipcias y cuya edad es probablementemayor que la de las mismas pirámides, aquel ibis es idéntico al que estápescando en la actualidad en las orillas pantanosas del río Nilo (1).Estas coincidencias, esta identidad de las formas, comprueban que losesqueletos de animales gigantescos y también las maravillosas formas delas plantas que tiene encerrada la tierra en su interior, no se deben con-siderar como degeneraciones las especies actualmente existentes, sinoque más bien permiten suponer un estado de nuestro planeta que eradiferente al actual orden de las cosas, y también demasiado antiguo paraque aparezcan en los mitos del género humano, surgido tal vez muchomas tarde para que pudieran ocuparse de éstos.

Como la agricultura determina el dominio de plantas extrañas e inmi-gradas sobre las autóctonas, estas últimas van siendo poco a poco con-centradas sobre un espacio estrecho. Así que la cultura hace uniformela visión del mundo europeo y esta uniformidad está opuesta a los de-seos del pintor paisajista, como también del botánico que investiga enel campo. Por fortuna para ambos este mal aparente se limita a solouna pequeña parte de la zona templada en la cual la densidad de pobla-ción y la formación moral del hombre han aumentado más. En el mundotropical la fuerza humana es demasiado débil, para poder vencer a lavegetación, la cual cubre ante nuestros ojos el suelo, y -nada deja sincubrir, menos el océano y los ríos.

La tierra del origen primario de aquellas plantas que al parecer acom-pañan al género humano desde su más temprana infancia, está enterradaen la oscuridad del pasado lo mismo que la patria de los animales do-mésticos. Nosotros no sabemos de dónde vinieron aquellas especies dehierbas en cuyas semillas ricas en harinas, se basa principalmente laalimentación de todos los pueblos caucásicos y mongólicos. Nosotrosno conocemos la tierra de origen de los cereales, del trigo, de la cebada,de la avena y del centeno. Esta última especie herbácea parece que nisiquiera fue cultivada todavía por los romanos. Ciertamente buscan an-tiguos mitos griegos el origen del trigo en las llanuras de Enna en Sici-lia, y viajeros aseguran haber visto crecer silvestre la cebada en el nortede Asia, sobre la orilla del río Samara (2) que desemboca en el Valga,el espelta en Persia (1) cerca de Hamadan y el centeno sobre Creta; pe-ro estos hechos necesitan una investigación exacta, ya que es muy fácilconfundir las plantas autóctonas con las foráneas que lograron huir del

(1) Ambos se encuentran en el Museo de Historia Natural en París, expuestos elLino al lado del otro.

(2) En el Kaptsachak asiático) en la región de Orenburg,

13® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 37: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

cuidado y dominio del hombre y recobraron así su antigua libertad enlos bosques. También las plantas que constituyen la base de la riquezade todos los habitantes de la zona cálida, plátano, árboles de melón, pal-ma de coco, jatropha y maíz, no se han encontrado creciendo jamás enninguna parte en un estado primario. Ciertamente observé varios troncosde plátano en las selvas sobre el Casiquiare y Tuamin í lejos de las habita-ciones humanas, pero sin embargo se las llevó quizás hacia allá el salvajede estas regiones, que es desconfiado, serio y de mentalidad oscura,quien busca lugares aislados para desarrollar sus cultivos, de acuerdocon costumbres infantiles. Los abandona y los cambia por otros lugaresy de los troncos de plátano, abandonados y vueltos al estado primitivo,lo mismo los árboles de melón (2) que parecen así de pronto comoproductos del suelo y que sobre él se entremezclan con las plantas dellugar. De la misma manera nunca he podido saber dónde, en el continen-te nuevo crece la papa en estado silvestre; ya que esta planta benéfi cacuyo cultivo es la base de la existencia para la población de las tierrasestériles del Norte de Europa, no se ha encontrado en estado natural yno cultivado, ni en Norteamérica, ni tampoco en la cadena de los Andesde la Nueva Granada, de Quito, Perú, Chile y Chiquitos; no obstanteque los españoles dieron a varias altiplanicies de la cordillera el nombreengañoso de Párarno de las Papas.

Por medio de investigaciones de esta clase y otras semejantes, la geo-grafía de las plantas aclara así el origen de la agricultura, cuyos objeti-vos son tan diferentes como el origen de los pueblos, su dedicación altrabajo y el clima bajo el cual viven. Es también parte de esta disciplinala observación sobre la influencia que ejercen la alimentación más omenos excitante sobre la energía del carácter; además observacionessobre extensos viajes marítimos y guerras por medio de los cuales na-ciones lejanas tratan de adueñarse o extender y divulgar productosvegetales. De este modo las plantas interfieren en la historia moral ypolítica del hombre: si ciertamente la historia de los objetos naturalessólo se puede considerar como t;tna descripción de la naturaleza, no esmenos cierto según la definición de un pensador profundo (3) los mis-

(1) O escauda, una variedad de trigo. Sobre una montaña, a cuatro días de cami-no desde Hamadan, encontró Michaux el spelt silvestre. El supone que Tri-ticum hybernum y Triticutn aestivum en Persia también se encontrarían al-guna vez en estado silvestre.

(2) Me refiero a Carica papaya; ya que creo que he visto con frecuencia en suestado natural a Carica posoposa.

(3) Schelling "Sistemas del Idealismo trascendental", pág. 413.

14

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 38: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

mas cambios de la naturaleza adquieren un carácter legítimamente his-tórico, si ejercen influencia sobre los acontecimientos humanos.

Todos estos aspectos de por sí ya son suficientes para describir lasamplias dimensiones de esta disciplina, la cual denominamos con el n.omuy acertado nombre de Geograft'a dé las plantas. Pero el hombre, quetiene sentido para la belleza de la naturaleza, se alegra al encontrar enella también la solución de tantos problemas morales y estéticos. ¿Cuálfue la influencia que tuvo la distribución de las plantas sobre lasuperfi-cie terrestre, y la distribución de la misma, sobre la fantasía y el sentidoartístico de los pueblos? ¿En qué consiste el carácter de la vegetación deeste o aquel país? ¿Qué es lo que modifica el ambiente alegre o severoque provoca el mundo vegetal en el observador? Estas observaciones sontanto más interesantes ya que están relacionadas con aquellos medíosmisteriosos, que provocan el efecto de la pin tura paisajista y hasta enparte el efecto de la misma poesía. Vista la naturaleza en lo grande, lamirada sobre cuerpos y lugares permite un goce que es básicamente dife-rente de aquel que produce la disección de un cuerpo orgánico y el estu-dio de su admirable estructura. Aquí incita lo individual, el afán de apren-der, allá la influencia del conjunto sobre la fantasía. iCuán diferente sonlos sentimientos que despierta el verde fresco de las praderas y aquel delas sombras oscuras de los abetos? eCuán diferentes son los bosques delas zonas templadas y aquellos de los países tropicales, en los cuales losesbeltos troncos de las palmas tienen formas semejantes a una arcada decolumnas, muy por encima de las hyrneneas con su denso follaje? ¿y ladiferencia de los sentimien tos que se experimentan en la naturaleza soncausados por el tamaño del conjunto, de la belleza absoluta, o por elcontraste, en las agrupaciones de las formas de las Plantas? ¿En quéconsiste la preferencia artística-pintoresca de la vegetación de los tró-picos? ¿Cuáles diferencias fisionómicas se observan entre plantas africa-nas y aquellas de la América del Sur? centre las plantas de los Alpes yde las Cordilleras Andinas y aquellas de los Pirineos o de las Cordillerasde Habesh?

Entre la cantidad casi innumerable de vegetales que cubren la super-ficie de la Tierra, se reconocen, observándola con debida atención, algu-nas formas básicas, a las cuales se pueden atribuir probablemente todaslas demás y las cuales forman igualmente tantas familias o grupos. Yome limito aquí a indicar las características de las mismas, cuyo estudiodebe ser especialmente importante para el pintor paisajista.1) Formas de las Bananas: Plantas scitamineas, Musa, Heliconia Stre-

litzia. Un tronco carnudo, alto y de tipo herbáceo foliar, hastacrespo, formado de delicadas laminillas de color blanco plateadas,

15® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 39: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

hasta matizadas de negro. Hojas anchas, brillosas como seda y ra-yadas transversalmente, del tipo de liliáceas, de las cuales las másjóvenes de un verde amarillento son enrolladas y crecen vertical-mente mientras que las más viejas, destrozadas por el viento, cuel-gan como la corona de las palmas, con las puntas hacia abajo; losfrutos de color amarillo oro están concentrados en racimos comolas uvas.

2) Formas de las palmas: Un tronco alto, no ramificado anillado y ha-cia el centro frecuentemente engrosado y espinoso, sobre el cualse levanta majestuosamente una corona compuesta de hojas pinna-das o en forma de abanico. Al final del tronco por lo general uncáliz de dos partes del cual sale la pan ícula.

3) Formas de los helechos arbóreos: Parecidas a las palmas, pero eltronco es menos alto y esbelto, de color casi negro y agrietado,con hojas delicadas y oblicuamente dirigidas, de color verde claro,en el borde con en talladuras, casi del tipo de las hojas de col. Notiene cáliz.

4) Formas de Aloe: Agave, Aloe, Yucca, algunas euforbiáceas, Pou-rretia, hojas duras de un verde azulejo, lisas y terminadas en puntasagudas. Flores airas, tallos, que surgen del centro y a veces se sub-dividen en forma de candelabro, algunas especies desarrollan la co-rona radial sobre ramas desnudas en forma culebresca.

5) Formas de Poto (1): Arum, Potbos, Dracontium, hojas grandes ybrillantes, frecuentemente de forma aguda de flecha y perforada;tallos generalmente largos, trepadores, color verde claro y floresgruesas y alargadas. La inflorescencia arranca de la vaina blancuzca.

6) Forma de las comieras. Todas las Folia acerosa, Pinus, Taxus, Cu-pressus, algunas protéaceas y aun la banksia (2), especies de eri-cáceas y las mimosas no pinnadas (por una monstruosidad genéri-ca?) neo-holandesas, limitan con las dos formas de los pinos. La co-rona de pronto piramidal como en el caso de la larix o ciprés; depronto extendiéndose en forma de paraguas corno el Pinus pinea.

7) Forma de las Orqu ideas: Epidendrum, Serapias, Orchis. Con hojassimples carnudas y de color verde claro con flores, multicolores

(1) Esta denominación -no así la forma biológica- a la cual se refiere el autor,está en la actualidad fuera de uso. Pothos = su rafz es latina: Potus = bebi-da. Hace referencia a plantas que necesitan abundantes cantidades de agua.Ejemplo: los anturios (Aráceas - familia del anturio y de las hojas del cora-zón), véase: E. Pérez Arbeláez. Plantas Utiles de Colombia pág. 192. N. T.

(2) N. de T. Proteaceae.

16

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 40: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

y de maravillosas formas; frecuentemente parasiticas, son el ma-yor adorno de la vegetación en los trópicos.

8) Forma de las Mimosas: Mimosa, Gleditschia, Tamarindus, Porlie-ria. Todas con hojas finamente pinnadas a través de las cuales pe-netra agradablemente el azul del cielo. Con copas muy amplias,pero frecuentemente aplastadas como los paraguas. _

9) Forma de Malvas: Sterculia, Hibiscus, Ochroma, Cavanillesia (FlorPer). Arboles de tronco grueso con hojas grandes generalmente flo-jas (foliis lobatis) y maravillosos árboles de columnas (Columnife-rae de Linne).

10) Forma de bejuco: Lianas, Vitis, Paullinia, Clematis. Mutisia. Sonplantas con troncos leñosos quebrados y frecuentemente con hojascompuestas. Las flores predominantemente en forma de racimos ypanícula.

11) Forma de Lilias: Pancratium, Fritillaria, Iris. Son plantas sin tron-cos, con hojas largas, simples, de verde claro, suavemente rayadas,frecuentemente rectas, verticales, de forma de sable y de doblelínea, con delicadas y vistosas flores, envainadas unas (Spathaceaede Linne), otras libres (Coronariae de Linne ).

12) Forma de Cactus: La Cerei. De varios lados y bordes carnosos, ca-rente de follaje, frecuentemente espinoso, creciendo en parte co-mo columna yen parte ramificado como candelabro, con flores devistosos colores que brotan de la masa aparentemente sin vida.

13) Forma de Casuarina. Casuarina, Equisetum. Plantas sin follaje, deestructura externa simple, con tallos blandos, delgados, ramifica-dos, rayados a lo largo.

14) Forma de hierba y junco.15) Forma de musgos16) Formas de liquenes de hojas17) Forma de los hongos.

Los grupos fisionómicos se diferencian muchas veces de aquellos quelos botánicos establecen en sus llamados sistemas naturales.

Estos determinan exclusivamente las grandes dimensiones, mientrasque aquéllos determinan el carácter de la vegetación y consecuentemen-te la impresión que produce la visión de las plantas y su agrupación enla mente del observador.

La clasificación botánica propiamente dicha se basa por el contrarioen las más pequeñas, pero más importantes partes de la fecundación,que por lo general no llaman la atención al observador común. Sin dudasería una excelente tarea, digna de un culto artista la de estudiar y pre-sentar fielmente la fisonomía de aquellos grupos de plantas, que no

17® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 41: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

encuentran expresión ni en los idiomas más ricos, pero no a través delibros o invernaderos, sino en la naturaleza misma, en su propia patria.Altísimas palmas que agitan sus poderosas hojas fibrosas sobre unmatorral de plantas de heliconia y plátano; troncos de cactus Que se le-vantan e!1 forma de movimiento de culebra, rodeados de plantas. de liliá-ceas en flor; un helecho arbóreo rodeado por robles mexicanos: iquéclase de objetos tan pintorescos para el pincel de un artista con sen ti-min to l

El carácter típico de la vegetación de una zona se basa en la bellezade las formas individuales, o el contraste, que resulta de la agrupaciónnatural de la misma, en la dimensión de sus masas orgánicas y de la in-tensidad de su color verde. Muchas figuras y por cierto las más hermosasson aquellas de las palmas, las plantas de los bananos y aquellas de loshelechos arbóreos y gramíneas, que faltan del todo en las regiones nórdi-cas de la Tierra. Otras, por ejemplo del follaje pinnados, son aquí muyescasas y menos delicadas. El número de las plantas arbóreas es menor, sucopa menos alta y de escaso follaje, raramente adornadas con grandes yespléndidas flores, como sucede en los países tropicales. Sólo en estospaíses la naturaleza creadora se deleitó al reunir las formas de todas lasplantas. Aun las coníferas, que a primera vista aparecen ausentes no so-lamente se encuentran sobre el alto dorso de los Andes, sino en los mis-mos valles más cálidos de Xalapa, y aqu Í y allá (1) en la cercan ía deLoja.

Bajo la línea equinoccial por lo general la fisionomía de la vegetacióntiene más altura, majestad y variedad, que en la zona templada. El brillode la' cera allá es más bonito, el tejido del parénquima más abierto ynuevo y a la vez jugoso; árboles colosales lucen állá permanentementecon flores más grandes, olorosas y multicolores, mientras que dondenosotros hay pequeños arbustos, troncos viejos carbonizados por la luz,están cubiertos con el follaje fresco de las Paullinias con potos y orquí-deas, cuya flor muchas veces copia la figura (2) del colibrí, al cual ofre-ce su ITÚe!.

(1) Abetos, Ciprés y Juniperus son tres géneros que se encuentran en cantidadesen la zona tropical septentrional, p.e. en la Nueva España; mientras que en lazona meridional, tropical, en la zona de la Cordillera igualmente fría, sonmuy raros. En la alta cordillera de Andes de Santa Fe, Popayán y Quito noencontré otra con ífera que unos troncos de la especie Cupressus, en los bos-ques del Quind ío y cerca de Loja.

(2) Los indios toman con frecuencia de esta figura parecida al pájaro de la Epi-dendera los nombres espec íficos.

18

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 42: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

Pero en contraste, los trópicos carecen casi totalmente del color ver-de tan suave de las amplias praderas y campos. Sus habitantes no cono-cen el seatimiento de bienestar que se experimenta en la primavera conel despertar y rápido desarrollo de la vida vegetal. La naturaleza tan pre-visiva ha dado a cada región sus propias ventajas. La fibra vegetal, unavez tejida más densamente, otra vez más abierta, vasos amplios y bro-tando la savia o tempranamente estrechados endureciéndose y convir-tiéndose en una masa arbórea; mayor o menor intensidad del color,según el proceso de oxidación, el cual incita los rayos de luz; estas yotras situaciones similares determinan el carácter local de la vegetaciónen cada región.

La gran altura a la cual se eleva la superficie terrestre por encima delas regiones de las nubes bajo la línea equinoccial, permite a los habi-tantes de esta tierra el singular espectáculo,de que estén rodeados ade-más de bananos y palmas, también por formas vegetales, que se creamuchas veces y que sólo pertenecen a los climas europeos y del nortede Asia. Los ardientes valles de las cordilleras de los Andes están ador-nados con heliconia y mimosas de hojas finamente pinnadas. Másarriba crecen helechos arbóreos y la planta cuya corteza contiene elmedicamento benéfico contra la fiebre. En esta región de clima tan sua-ve la Cinchona va más arriba y se desarrollan también los robles, abetos,Cipreses berberis, arbustos de moras, alisos y una cantidad de plantas alas cuales solemos; aplicar una fisonomía nórdica. Así pues el habitantede los trópicos goza de la visión de todas las formas vegetales. La tierrale revela en su con jun to de una vez todas sus tan variables creaciones, lomismo que el firmamento estrellado no le oculta nada de polo a polo,ninguno de sus brillantes mundos.

Los pueblos de Europa no pueden gozar de esta ventaja. Muchasplantas le serán desconocidas para siempre. Las plantas enfermizas,que nuestro lujo o también el deseo del saber las encierra en invernade-ros, sólo nos recuerdan lo que nos está vedado: nos ofrecen un cuadrodesfigurado e incompleto de la magnificencia de la vegetación de lostrópicos. Pero en la riqueza de la cultura y del idioma y en la fanta-sía de los poetas y artistas encuentran los europeos una compensa-ción satisfactoria. El milagro de las artes imitadoras los lleva a las re-giones más lejanas de la tierra. Aquellos cuyos sentimientos son sensi-bles para estos milagros y cuyos espíritus sean suficientemente cultos, pa-ra comprender la naturaleza en todas sus manifestaciones, aquél se crea,ciertamente, aún en la región mis monótona, su propio mundo interior;él se adueña de lo que el atrevimiento del naturalista, atravesando maresy aires, descubre sobre los picos glaciares o en las cuevas del interior de

19

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 43: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

la tierra. Aquí hemos llegado al punto donde las culturas de los pueblosy la ciencia, sin duda influyen sobre la felicidad individual. Gracias aella vivimos a un mismo tiempo tanto en el siglo pasado como en el pre-sente. Concentrando alrededor de nosotros lo que ha producido el inge-nio del hombre en la tierra más lejana del planeta, podemos estar almismo tiempo cercanos a todos. Ciertamente el conocimiento del juegointerno y misterioso de las fuerzas de la naturaleza, nos permite en mu-chos casos el atrevimiento de sacar conclusiones para el futuro y dedeterminar de antemano la repetición de grandes acontecimientos. Asínos produce el conocimiento y visión del organismo del mundo, ungoce espiritual, una libertad interior que aun bajo los golpes del destinono puede ser destruida por ninguna fuerza exterior.

20

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 44: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

CUADRO DE LA NA1'URALEZA

DE LOS

PAISES rrROPICALES

Según observaciones y mediciones que se realiza-ron entre los 100 de latitud norte y 100 de latitudsur, durante los años de 1799 hasta 1803.

Cuando se asciende del nivel del mar a las cumbres de las altas cor-dilleras, cambia poco a poco la fisonomía de la superficie y los fenó-menos físicos del círculo atmosférico. La vegetación de la llanura sepierde bajo las plantas alpinas de variada formación. A los árbolesaltos de los bosques siguen arbustos bajos con ramas torcidas; a éstossiguen hierbas olorosas, cuya superficie suavemente lanuda está ocu-pada por tubos de succión articulada. Más arriba, _enalturas con escasoaire, crecen en sociedad los pajonales y luego con las praderas o pajona-les monótonos, linda la región de las plantas criptógamas. Especies delíquenes están enterradas aquí solitariamente bajo la nieve perpetua,e indican el límite superior de las creaciones orgánicas. Con esta visión'del manto vegetal cambian también las formas de los animales. Distin-tos son los que viven en los altos y umbrosos bosques de las llanurasbajas, otros en las llanuras herbáceas de los Alpes, a las cuales perpetua-mente riega la nieve que se derrite, abundante en oxígeno (1).

Aún la roca, la masa no orgánica del cuerpo terrestre, cambia sunaturaleza, mientras más se eleva por encima de la superficie del mar.Frecuentemente se encuentran las tardías formaciones que cubren el gra-nito sólo hasta cierta altura, y la cumbre está compuesta de la misma ro-ca primaria, sobre la cual al parecer descansan todas las demás especies

(1) Sur l'enelyse et l'eir etmosphérique, par Humboldt et GayLussac, p. 34. Elaire que se desarrolla hirviendo el agua obtenida de la nieve, es más rico enox ígeno que el aire atmosférico, pero no que el aire del agua lluvia y de losríos.

21

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 45: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

de cordilleras; por lo menos, hasta la profundidad que han alcanzado apenetrar los hombres hasta el presente. Frecuentemente, aún sobre elmismo alto dorso de la cordillera, está el granito escondido bajo nuevasformaciones. En rocas elevadas cuatro mil metros sobre el actual niveldel mar (2053 toesas), se encierra un mundo de conchas pelágicas ycorales petrificados. Cúpulas basálticas perlita, obsidiana y rocas porf i-ricas pizarrosas de formas grotescas, se encuentran aquí y allá dispersassobre la cumbre de la Cordillera. Su existencia presenta a la geognós-tica problemas difíciles para resolver. Pero no solamente las plantas,los animales y las rocas; aún el mismo círculo atmosférico, la mezclade líquidos en estado gaseoso que envuelven la tierra y cuyo límitesuperior nos es desconocido, aún esta misma envoltura atmosférica,ofrece diferencias llamativas, según y como se vaya uno alejando de lasllanuras bajas. El calor y la presión disminuyen mientras que la sequíay la tensión eléctrica aumentan. El color auzl del cielo se torna másprofundo y oscuro mientras más se gana en altura. La altura del lugar deubicación modifica a un mismo tiempo la disminución del peso, elgrado de calor del agua hirviendo, la in ten sidad de los rayos solares y surefracción. Aun tan inmensamente pequeña comparada con el diámetrode la tierra, como es la dimensión cortÍsima al alejarnos del epicentro delesferoide: sin embargo esta distancia ya es suficien te para transportarnosal ambiente de una nueva creación y hacemos experimentar diferenciasmayores en los productos naturales y en el clima, de lo que pudieraofrecernos un cambio considerable entre latitudes geográficas.

Estas diferencias son ciertamen te propias de todas las zonas donde lanaturaleza ha formado altas cadenas mon tañosas , sin embargo estánmenos destacadas en las regiones templadas, que bajo el Ecuador dondeel lomo de las cordilleras se eleva de cinco hasta seis mil metros (2565hasta 3078 toesas) sobre la superficie del océano y donde cada alturatiene su propia e inmodificable temperatura. Ciertamente se encuentranen la cercanía del Polo Norte montañas cuya altura puede ser poco me-nor que la de los colosos montañosos del reino de Quito, y cuya existen-cia parece a primera vista desfavorable a la creencia de que la rotación denuestro planeta tuvo influencia en la concentración de las masas monta-ñosas en los trópicos. El monte Elías sobre la costa Nor-este de NorteAmérica sobre 60021' latitud norte se eleva a una altura de 5441 metros(2792 toesas), el Pico de Buen Tiempo -Mount Fairweather+ 4663m. alcanza allá la misma altura de 4448 metros (2504 toesas). En nues-tras latitudes medias sobre 450 el Mont-Blanc tiene 4750 metros(2440 toesas) y yo creo que se debe considerar como el pico más altodel viejo continente, hasta cuando no sean medidas las montañas de

22

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 46: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

Pue-Koachim (1) (quiere decir la tierra nevada septentrional, Tibet) ylas cordilleras nor-occidentales de la China, las cuales, según los mitos,son más altas que el Chimborazo.

Pero sobre los 450 y 470, latitud norte en la zona templada, baja ellímite inferior de la nieve perpetua, que al mismo tiempo es tambiéncasi el límite de toda la vida orgánica, hasta los 2530 metros (1300 toe-sas). Para poder desarrollar aquí la naturaleza, la abundancia de las dife-rentes formas de los animales y de las plantas y la diversidad de los fe-nómenos meteorológicos, le queda en nuestras regiones templadas sobrelas vertientes de las montañas apenas la mitad del espacio, que ofrecenlos trópicos, en donde en las cordilleras la vegetación apenas desapare-ce a una altura de 4790 metros (2460 toesas). En las cordilleras de lasregiones nórdicas, durante el verano la dirección oblicua de los rayossolares, más la desigual duración del día (2) hace subir de tal manerala temperatura del círculo atmosférico, que la diferencia del calor en lallanura y en la altura de 1500 metros (750 toesas) frecuentemente esinsensible: por lo mismo se encuentran muchas plantas que crecen alpie de nuestros Alpes también sobre las cumbres de los mismos; lasnoches frías del otoño no destruyen su organización. A la misma dis-minución de temperatura también estarían expuestas estas plantasunos meses más tarde en la llanura baja. Algunas plantas de montaña delos Pirineos y de la Cordillera Nevada del Sur de España (Sierra Nevadade Granada) inmigran hasta muy abajo en los valles de ésta. Allá encuen-tran su calor, el cual también hubieran experimentado aun por tiempomás corto, en lugares más altos.

Pero bajo los círculos tropicales en contraste, en una altura verti--cal de 4800 metros (2400 toesas) sobre sus vastas tierras montañosas,que se extienden desde la aglomeración de plátanos en la llanura a niveldel mar hasta la nieve perpetua, siguen los diferen tes di mas como estratosel uno sobre el otro. En cualquier altura el calor del aire sólo experi-menta cambios sin ninguna importancia. El peso de la atmósfera, sucarga eléctrica, su humedad, todo está sujeto a cambios regulares yperiódicos, cuyas leyes no modificables son más fáciles de descubrir,ya que todos estos fenómenos no son tan complicados y son menosocultos en sus perturbaciones. De esta situación se deduce que en los

(1) Relación del viaje por Caletas, Sutil y Mexicana en el año 1792 para recono-cer el Estrecho de Fuca (por Don Dionisio Caleano y Don Cayetano Valdés)pág. 122.

(2) N. de T. Sol sobre el horizonte.

23

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 47: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

trópicos, cada altura tiene sus propias condiciones y que estas condi-ciones determinan una tan gran variedad de formas orgánicas, dondeen los Andes peruanos, por ejemplo, una vertiente de 1000 metrosofrece una mayor variedad de productos naturales, que una superficiecuatro veces más grande en la zona templada.

Yo me atreví a bosquejar un cuadro físico de los países equinoccia-les. He intentado ordenar todos los fenómenos que abarca la superficieterrestre y del círculo atmosférico desde las costas del océano Pacíficohasta las cumbres de la Cordillera.

Este mismo cuadro abarca:Vegetación;Animales;Situación geognóstica;Agricultura;Calor del aire;Límite de la nieve perpetua;Tensión eléctrica de la atmósfera;Disminución de la gravitación;Densidad del aire;Intensidad del color azul del cielo;Debilitamiento de la luz a su paso por los estratos del aire;Quiebra o refracción de los rayos sobre el horizonte y el grado decalor de la ebullición del agua en las diferentes alturas sobre el niveldel mar.Para poder comparar los fenómenos de los países tropicales con aque-

llos de la zona templada, se deben tomar en cuenta todavía otras situa-ciones, como por ejemplo:

Altura de las montañas en diferentes regiones del mundo, más lasdistancias bajo las cuales serían visibles sin la quiebra terrestre de losrayos (refracción).

Este cuadro de la naturaleza abarca, pues, todos los fenómenos de loscuales me he ocupado durante mi expedición durante cinco años en lospaíses tropicales. Contiene los resultados principales de mis trabajos,los cuales vaya desarrollar más detalladamente en los tomos que publi-caré más adelante. Una descripción de la naturaleza así de esta manera,de los climas ardientes, no me parece solamente interesante en sí, parael físico empírico, sino que me estoy líson jeando al pensar que podríavolverse especialmente instructiva y fértil por las ideas que podría des-pertar en los espíritus de aquellos que tuvieran sentido para las cienciasnaturales generales y que busquen las interrelaciones de las fuerzas. Enel gran entrelazamiento de causas y consecuencias, nunca se debe ana-

24

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 48: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

lizar ningún misterio aisladamente. El equilibrio, que reina dentro delas perturbaciones de los elementos aparentemente opuestos entre sí,éste equilibrio es el resultado del juego libre de las fuerzas dinámicas; yuna visión completa del objeto final de todos los estudios físicos, sólopuede lograrse no descuidando ninguna fuerza, ninguna creación deformas, y así preparando un campo amplio y promisorio para la [iloso-[ia de la naturaleza.

Si tengo la esperanza por un lado de que mi cuadro de la naturalezapueda despertar ideas no sospechadas en aquellos que no temen el es-fuerzo de estudiar la ordenación de muchos hechos; creo también porotro lado, que mi ensayo sería capaz de activar la fuerza de la imagina-ción y suministrar a ésta un goce que resulta de la observación de unanaturaleza tan maravillosamente grande, muchas veces espantosa, perosimpre benévola. Esta abundancia de las formas orgánicas, distribuidaspor familias sobre la áspera vertiente de la cordillea, este paso del vigo-roso crecimiento de los bosques de las palmas y de las heliconias, rebo-santes de la savia vital, hacia la vegetación escasa de los pajonales siem-pre cubiertos por las nevadas; estas formas de animales y plantas deter-minados en cada altura de las mon tañas por el clima y la presión atmos-férica; este manto brillante de la nieve el cual fija al organismo fronterasno franqueables, pero este límite está opuesto bajo el Ecuador unos2200 metros (1100 toesas) más arriba que en la zona templada; el fuegosubterráneo alimentado por fuerzas y materias desconocidas, de prontoirrumpe en pequeñas llamas como en el Vesubio , de pronto en volcanescinco veces más altos como en la cumbre cónica del Cotopaxi , aquellasconchas marinas que admira el habitante de las montañas muchos milesde metros por encima del nivel del mar y las cuales le recuerdan lascatástrofes del mundo antiguo, y por fin aquellas solitarias regionesatmosféricas hacia las cuales induce al aeronauta (1) el valor atrevido yel noble deseo del saber; todos estos objetos que están reunidos en el"Cuadro de la naturaleza", sin duda son capaces de ocupar en formamúltiple la fantasía y formar en ella nuevos conceptos y conclusiones.Visto de este modo, podría provocar a un mismo tiempo una descrip-ción de la naturaleza de los trópicos, el deseo del saber y la fuerza de laimaginación, e incitar, aun aquellas para el estudio de la física, a loscuales hasta entonces había sido cerrado este manantial del rico goceintelectual.

En cuanto estoy desarrollando estas ideas no hablo tanto del trabajo

(1) El ensayo del señor Gay-Lussac en septiembre de 1804.

25

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 49: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

que ofrezco en esta obra, sino más bien de las probabilidades del desa-rrollo que veo posible para un cuadro de la naturaleza de los paísesequinocciales. El presente ensayo necesita de la benevolencia del públi-co, y esto mucho más si se consideran las ocupaciones heterogénicasbajo las cuales fue elaborado. Si los nuevos ensayos, para los cuales meestoy preparando y que requieren ambiente y tranquilidad, puedenrealizarse, entonces espero poder dar a este "cuadro de la naturaleza"una mayor integridad; ya que los mapas botánicos van a tener el destinode las llamadas geográficas y acercándose a la perfección lentamente,con base en el aumento del número de observaciones y medicionesexactas.

El primer bosquejo de este trabajo lo desarrollé sobre la costa delmar del sur, en el puerto de Guayaquil en el mes de febrero de 1803,cuando regresé de Lima, preparando mi navegación hacia Acapulco.En seguida envié una copia de este bosquejo al señor Mutis en Santa Fede Bogotá. Este excelente botánico con el cual he vivido en las relacio-nes más amistosas, hubiera sido capaz, más que cualquier otra persona,de corregir mis observaciones y ampliarlas con las suyas propias. Duran-te 40 años ha viajado este científico por el reino de la Nueva Granada,examinando las plantas tropicales en todas las alturas, en las secas yarenosas llanuras de Cartagena, sobre las bellas orillas del río Magdalena,así como sobre las lomas de Turbaco donde la Gustavia augusta, la Nec-tandra sanguinea y los troncos enormes del Anacardium caracolí, for-man una densa espesura. Durante muchos años vivió el señor Mutis enlas altas llanuras de la Cordillera de Pamplona y Mariquita, otros, alpie de la vertiente oriental de la Cordillera Central, cerca de la pequeñaciudad de Ibagué, un lugar que también a mí me es inolvidable por suaire suave, abundante vegetación y por laspintorescas vertientes de lasmontañas. Ningún otro botánico tuvo más oportunidades de hacer im-portantes observaciones sobre la geografía de las plantas, ya que duran-te la recolección de éstas siempre efectuó mediciones altimétricas yque ha escalado muchas veces las altas cumbres de las cordilleras; cum-bres sobre las cuales la Escallonia myrtilloides, Wintera granatensis,y la siempre floreciente Befaria, la rosa de los alpes del mundo tropical,cubre la roca desnuda.

También el señor Haenke, quien acompañó al desgraciado AlessandroMalaspina en su navegación, debe tener muchos materiales para un tra-bajo como el mío. Durante diez años ya, recorre con afán incansablela cordillera andina de Cochabamba, un ramal, que une las cordillerasde Potosí con las montañas del Brasil. Observaciones no menos impor-tantes para la geografía de las plantas recolectaron seguramente los se-

26

® Biblioteca Nacional de Colombia

Page 50: Humboldt and Bonpland - Ideas Para Una Geografía de Las Plantas Más Un Cuadro de La Naturaleza de Los Países Tropicales

ñores Sesse y Mocíño, los cuales acaban de regresar a Europa desde laNueva España, cargados con tesoros vegetales. Ellos trabajaron en supaís donde la vegetación se eleva de las costas ardientes de Vera-Cruz yYucatán hasta la nieve perpetua de los volcanes, el Sitlaltepetl (pico deOrizaba) y al Popocatepetl, Pero desgraciadamente mi estadía en Méxicoy en los Estados Libres de América del Norte, me impidieron entrar encon tacto con estos sabios botánicos y aprovechar sus consejos en la ela-boración del cuadro de la naturaleza.

El dibujo el cual yo mismo bosquejé en Guayaquil, fue continuadoen París por un gran artista, el señor Schoenberger. Para dar a este tra-bajo aquella perfección indispensable para ser grabado en cobre, dio elseñor Turpin los últimos toques. Pero un cuadro que está sujeto a lasescalas laterales que lleva en su marco, para apreciar el perfil que repre-senta, no puede lograr de por sí una gran expresión artística-pintoresca;porque todo lo que exige exactitud geométrica es contrario a este efec-to. Se pensaba que la vegetación sólo debería aparecer como masa y porlo mismo, como en los planos militares, apenas indicada. Pero sin em-bargo he creído que no podría permitir destacar en la llanura (al mismotiempo como primer plano), la espesura de los plátanos con sus hojassuaves y los troncos altos de las palmas más concretamente. Se ve luegocómo los plantíos de plátano y las palmas de abanico se pierden lenta-mente entre árboles de follaje pequeño; éstos a su vez en un rastrojomás pequeño todavía y el rastrojo por fin se pierde en los pajonales. Lashierbas llegan hasta donde la no compacta cubierta del suelo, cada vezmás delgada, se extiende sobre las cumbres. Los musgos distribuidos enformas de islas sobre las rocas pendientes, líquenes de hojarasca y Pso-rias multicolores determinan en forma tenue el manto superior de la ve-getación. Seguramente hubiera sido de mejor gusto para el conjunto delcuadro, si no se hubiera escrito ningún número, ni ninguna observaciónalrededor de los contornos de los Andes. Pero en esta presentación geo-gráfica se pretendía presentar a un mismo tiempo dos condiciones, fre-cuentemente excluyentes entre sí: exactitud y efecto pintoresco. Has-ta dónde lo hemos logrado, lo resolverá el público.

El cuadro de la naturaleza de los países tropicales abarca todos losfenómenos físicos, que ofrece la superficie de la tierra y el círculoatmosférico desde 100 de latitud norte hasta 100 latitud sur. Las for-mas de las plantas y de los animales, y en especial los fenómenos me-teorológicos adquieren en la parte del Nuevo Mundo desde el paralelo10 hasta la latitud de 230, un carácter en nada parecido al de la regiónecuatorial, de manera que no hubiera sido correcto extender a éste has-ta los círculos tropicales. Según las mediciones que he hecho en el

27® Biblioteca Nacional de Colombia