Internet und Politik in Lateinamerika: Einleitung und ... · las condiciones de contexto se dieron...

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Roman Herzog / Bert Hoffmann / Markus Schulz Internet und Politik in Lateinamerika: Einleitung und Vergleichende Betrachtung Teilband I von: Roman Herzog / Bert Hoffmann / Markus Schulz Internet und Politik in Lateinamerika. Regulierung und Nutzung der Neuen Informations- und Kommunikationstechnologien im Kontext der politischen und wirtschaftlichen Transformationen Vervuert Verlag · Frankfurt am Main 2002

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Roman Herzog / Bert Hoffmann / Markus Schulz

Internet und Politik in Lateinamerika:

Einleitung und Vergleichende Betrachtung

Teilband I von:

Roman Herzog / Bert Hoffmann / Markus Schulz

Internet und Politik in Lateinamerika. Regulierung und Nutzung der Neuen Informations- und Kommunikationstechnologien im Kontext der politischen und wirtschaftlichen Transformationen

Vervuert Verlag · Frankfurt am Main 2002

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Internet y política en América Latina: Consideraciones comparativas La expansión, regulación y uso de las NTIC se llevan a cabo de una manera diferente en los distintos países del mundo. Ya la comparación del desarollo de las NTIC en México, Argentina, Perú, Costa Rica y Cuba, los cinco países investigados en el presente trabajo, revela un ancho espectro de las posibles formas de desarrollo y rechaza la tesis de una dinámica de desarrollo global y unilineal. Como se explicó en la introducción, América Latina ocupa un lugar medio en la comparación mundial de la expansión de Internet. Recién al analizar más detalladamente cada uno de los países se manifiesta la marcada influencia de los diferentes actores sociales y de las estructuras políticas y económicas nacionales estatales. Las simples relaciones causales sostenidas por los modelos deterministas tecnológicos o socioestructurales resultaron insu-ficientes, tal como lo demostraron los análisis al respecto. La formación social de las NTIC es más bien el resultado de la respectiva relación de intercambio entre las estructuras históricas formadas, las constelaciones político-económicas y el compromiso de los actores individuales. Las estructuras dentro de las cuales se negocia la formación de las NTIC, no son de ninguna manera estáticas, sino que se someten a procesos específicos de cambio. Estas estructuras cambiantes a través del tiempo ofrecen a los actores en diferentes momentos, diversos campos de acción y posibilidades de imposición. El hecho de que a la creatividad de los actores y las complejidad de las constelaciones sociales nacientes de los procesos contingentes les conviene una influencia que no debe suprimir, se demuestra justamente en la comparación de las diferentes vías de desarrollo, regulación y uso de las NTIC. La comparación de los países seleccionados, presentada en el presente tomo, permite mostrar de una manera clara las relaciones de intercambio entre los diferentes actores y las diversas condiciones de fondo económicas y políticas nacionales. Aunque las condiciones de contexto se dieron de una manera no linear y siguieron un proceso de transformación distinto, el contexto global de las estructuras de comercio con-centradas al final de la Guerra Fría, la presión internacional que llevó a la libera-lización económica, la relevancia del pensamiento democrático y de los derechos humanos, así como el visible acelerado boom del desarrollo mundial de las NTIC que se dio en el curso de la década de los 90, es igual para todos los países seleccionados. En los siguientes párrafos presentamos desde una perspectiva comparativa los aspectos centrales del desarrollo de las NTIC en cada uno de los países, concluyendo con la formulación de doce tesis del análisis político de las NTIC en América Latina. Política de telecomunicaciones En todos los estudios de países se manifiesta claramente en qué medida las „nuevas“ tecnologías se basan en las „viejas“ infraestructuras y tecnologías. En este sentido, para la expansión de las NTIC es en primer lugar de especial relevancia la infra-estructura de telecomunicaciones. En casi toda Latinoamérica cambian radicalmente la situación del mercado, las relaciones de propiedad y las estructuras empresariales. Si antes el monopolio estatal de telecomunicaciones era la norma, a partir de los años 80, ocurre una extensa liberalización y privatización del sector en 25 países del continente

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americano. Sin embargo, no encontramos un cuadro homogéneo, ya que el proceso de apertura se dio de una manera distinta según el país. La manera y forma de la realización resulta de la relación recíproca entre la destreza y la fuerza de imposición de los actores participantes y de los contextos políticos y económicos circundantes, específicos y cambiantes en el tiempo. Las regulaciones resultantes en el transcurso de las privatizaciones en América Latina y el desarrollo y problemas derivados de éstas, no pueden ser aquí analizados completamente. A continuación se profundizará únicamente en los aspectos aquí relevantes en relación al desarrollo de las NTIC. En Argentina, Perú y México las empresas de telecomunicaciones pasaron de ser monopolios estatales a monopolios o bien oligopolios privados. La falta de compe-tencia representa así uno de los problemas centrales. Sobre todo en Argentina se llevaron a cabo grandes aumentos tarifarios, que repercutieron directamente en los altos costos de uso de las NTIC. En todos los países se diagnostica una mejora cuantitativa de la provisión, como consecuencia de la privatización. No obstante, la aún deficiente calidad de las conexiones y de los servicios que ofrecen las empresas privadas representan a menudo un problema e incluso a veces un obstáculo de desarrollo. La regulación se llevó a cabo en los tres países de manera sumamente diferente. Argentina marcó como primer país en 1990, un estándar, calificado posteriormente y desde muchos ángulos, como negativo. Las empresas estatales se cedieron bajo condiciones extremadamente inconvenientes, a las empresas de oferta privadas se les garantizó con diez años de hecho un monopolio por un lapso demasiado largo y el proceso de regulación se desarrolló de una manera extremadamente corrupta y clientelista. Como consecuencia surgió una fuerte distorsión de la competencia en el mercado nacional que tuvo consecuencias directamente negativas en la extensión de las NTIC. Sobre todo el hecho de que el marco regulativo se estableció posterior y no anteriormente a la privatización, resultó ser un déficit particular, que pudo ser solamente parcialmente compensado en el año 2001. Perú conforma, por lo menos con respecto a la formulación de la regulación, el modelo contrario. El marco básico regulativo se definió en dos años, antes de la privatización de 1994. Por medio de la introducción de un fondo de telecomu-nicaciones para regiones marginadas y de estructuras débiles en el interior del país, se integró desde sus principios, una especie de compensación, cuyos costos fueron cubiertos en un 100% por las empresas ofertantes privadas. No obstante, a pesar de existir en Perú una regulación mejor formulada, ésta estuvo limitada en la práctica por las condiciones estructurales del sistema. Aquí también, la corrupción y el clientelismo condujeron, dentro del marco del régimen autoritario, a un socavamiento del marco de regulación institucional, que tuvo directas consecuencias negativas para el desarrollo de las NTIC. El mismo fue parcialmente compensado en el transcurso de los crecientes conflictos por las interconexiones de las empresas, las estructuras de precios y de telefonía vía Internet (VoIP), surgidos entre los ofertantes monopólicos privados y la competencia ya existente así como la nueva. Aquí, el organismo de regulación fue sin embargo, bloqueado parcialmente por el régimen, pero bajo la presión externa dio la impresión de contar ampliamente con capacidad de acción. El modelo peruano demuestra en contraste con el argentino, que una regulación de tendencia deficitaria no solamente puede ser influenciada por la intervención de los actores económicos, sino también que

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las consecuencias negativas de la lógica empresarial pueden ser contrarrestadas a través de ciertas medidas políticas a fin de cumplir funciones sociales. La articulación de intereses de grupos sociales fue de suma importancia en la creación de la presión para imponer esta política. En México, el monopolio de telecomunicaciones estatal fue entre 1990 y 1994 paulatinamente privatizado, con la condición que la mayoría de los votos permaneciera en manos mexicanas y que la consecutiva ampliación de la red telefónica en las regiones rurales se llevase a cabo según un plan de tiempo determinado. La decisiva mayoría de votos, del 51%, fue en 1990 cedida, a través de un muy criticado procedimiento de acción urgente, por el entonces presidente Salinas, a un consorcio liderado por el multimillonario mexicano Slim Helú. Tradicionalmente, el Estado consideraba el sector de las telecomunicaciones más bien como una fuente de ingresos, hecho que cambió poco antes de la privatización, cuando se comenzaron repentina-mente a realizar grandes inversiones. Al consorcio privatizado se le garantizó hasta 1996 un monopolio en el sector de telecomunicaciones a larga distancia y hasta 2026 un monopolio en el sector de telefonía fija local. El sindicato de los trabajadores de la compañía telefónica recibió en 1995 en total un 1,4% de las acciones para sus socios. A partir de la privatización, la infraestructura de telefonía mexicana siguió siendo ampliada y mejorada, pero dentro de la misma, varían extremadamente las disparidades regionales entre los respectivos estados y las diferencias campo-ciudad se han marcado mucho más. Hubiera sido necesario otra forma de regulación para una ampliación más equilibrada de la infraestructura telefónica. Costa Rica representa el caso opuesto. Frente a los antecedentes del tradicionalmente fuerte rol del Estado en la economía nacional, aquí se inició tarde en comparación, una vasta iniciativa para la liberalización del sector de telecomunica-ciones. En el año 2000 se aprobó una ley para la apertura gradual, la que fue apoyada por los dos partidos dominantes. Sin embargo, la amplia protesta contra esta medida obligó al gobierno y al parlamento al retiramiento de la ley. El monopolio de teleco-municaciones estatal no solamente se mantuvo, sino que resurgió fortalecido de las discusiones, ya que después de la fracasada apertura, la modernización de las empresas monopólicas y de sus infraestructuras se convirtieron en prioridad para el gobierno. La importancia de la resistencia social se dio también a causa de los efectos demostrativos negativos de la privatización de telecomunicaciones en otro países centro- y latino-americanos. En los mismos países subieron las tarifas de los servicios utilizados por la mayor parte de la población y los mecanismos de compensación y regulación pronosticados en el papel no fueron llevados a la práctica. Junto a la pérdida substancial de confianza en la clase política, por parte de la población, se formó un fuerte movimiento social contra la iniciativa de liberalización, el cual – condicionado por las particularidades del sistema político costarricense – podría ser sumamente exitoso. Costa Rica se convertiría considerablemente en un „deviant case”, en el cual bajo la conservación del monopolio estatal, se podrían esperar todavía vastos procesos de modernización tecnológicos, así como condiciones parciales de liberalización, por ejemplo mediante la asignación de licencias. De esta manera se llegarían a soluciones intermedias graduales, que dentro de la dicotomía dominante „monopolio estatal versus liberalización” no han sido casi discutidas. En Cuba se presenta el caso de distinta manera. Por una parte, se constata un enorme retraso tecnológico, ya que por una parte, el sector de telecomunicaciones no

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gozó de ninguna prioridad económica dentro del modelo socialista estatal y por otra parte, debido a la crisis económica existencial de los años 90, no se liberaron fuentes de inversión para este sector. Esto comenzó a cambiar recién a mediados de esta década, cuando se pudo por un lado, superar el punto más bajo de la crisis, y por otro a raíz de la conversión del monopolio estatal en una „joint-venture” con una empresa internacional de telecomunicaciones permitió que fluyera capital externo en este sector. A partir de esto, son visibles el salto inversionista y el proceso de moder-nización, el cual, sin embargo, está marcado mucho menos por el cálculo empresarial que por propósitos políticos del gobierno socialista. De esta manera, la conexión telefónica no es, tanto antes como ahora, un bien adquirible a cambio de dinero, sino que es un bien otorgado por las instancias oficiales a los solicitantes, según el mérito social. Además está prohibido el acceso privado a Internet para el usuario individual. La administración de la infraestructura de las NTIC (Domain Name System) En el Perú, se pudo establecer una exitosa administración de la infraestructura nacional de las NTIC, dentro del marco de un modelo autorregulador bajo administración social, en interacción con la política y la economía. No existen conflictos en torno a la administración, aunque el régimen de Fujimori, al igual que las empresas de teleco-municaciones declararon al principio interés en obtener la administración del DNS. Debido a la progresista práctica administrativa de prevención de conflictos, con respecto a las discusiones en torno a los nombre de dominio y el establecimiento de un mecanismo de arbitraje alternativo, el país alcanza un rol de pionero en América Latina. En México el DNS es desde sus inicios administrado por un organismo no gubernamental, al cual pertenecen informáticos técnicamente competentes. En el curso de las discusiones en torno a los nombres comerciales y de marca, la organización es expuesta a la presión del Estado y de las grandes empresas. En Argentina, se gestiona la administración del DNS, a partir del cambio de gobierno en 1999, de una manera tendencialmente conflictiva. Debido a que ésta se da por medio de los organismos estatales, nace no solamente una independencia deficiente, sino que el control se convierte en la pelota de juego de los intereses personales y políticos de partido. La práctica establecida de administración demuestra graves deficiencias y no está al nivel de las exigencias actuales, en lo que respecta a regulación y prevención de conflictos. En Costa Rica se lleva a cabo la concesión y administración de los nombres de dominio por medio del Network Information Center (NIC), afiliado a la Academia Nacional de la Ciencia. Organizatoriamente partenece a la Universidad de Costa Rica, debido a que en el momento del establecimiento, solamente ahí se contaban con las competencias técnicas y personales necesarias. Aun después del cambio del director del NIC, después de muchos años, al departamento del Ministerio de Ciencia en el año 2000, parece ser que la independencia de la institución a cualquier afiliación política no ha sido amenazada. En Cuba se desarrolla la concesión de dominios de manera estatal centralizada. No existe una discusión pública sobre conflictos en torno a la repartición de nombres. El NIC nacional, denominado CUBA-NIC, es el encargado de la administración de dominios, forma parte de la empresa estatal CITMATEL. Es digno de atención el hecho, que de esta manera, no se encuentre bajo la jurisdicción del recientemente inaugurado Ministerio de Informática y Comunicación, sino bajo el Ministerio de

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Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. Los nombres con la terminación „cu” pueden ser adjudicados únicamente a instituciones y entidades permitidas por el Estado que tengan su sitio en Cuba. Requisitos de uso (Educación/IT-Literacy) En todos los países investigados existen parcialmente déficits substanciales en torno a la garantía político-educativa de los requisitos de uso de las NTIC, para todos los grupos de la sociedad. Sin embargo, se reconocen llamativas diferencias en los países. Así, en Argentina se llevó adelante una reforma educativa, que apostó en primer lugar a una privatización de la educación, y que solamente en proyectos puntuales, condujo a medidas para el mejoramiento de la educación y la creación de una „IT-Literacy” para la población en general. Como resultado para el año 2001 los requisitos de uso apenas son disfrutados por las clases con ingresos más elevados. Tampoco bajo el régimen de De la Rúa, se pueden reconocer esfuerzos sistemáticos orientados a equilibrar este déficit. Tampoco en México se efectuaron, hasta la toma de posesión del presidente Fox, ningún tipo de esfuerzo estatal para la difusión de condiciones político-educativas. Es cuestión de esperar, de qué manera se llevarán los planes de conectar a la Red a todos los colegios que cuenten con más de 400 alumnos. En Perú, los planes estatales para la integración de las NTIC a la educación escolar, no pudieron ser, hasta el 2001, llevados a cabo de manera sistemática ni en la envergadura planeada, debido al blo-queo del gobierno fujimorista. Se espera que los extensos planes desarrollados en el Ministerio de Educación sean forzadamente puestos en práctica bajo el gobierno de Toledo. No obstante, podría nacer una cultura del uso, a razón de la fuerte extensión del uso de las NTIC en los medios informales y en las clases sociales bajas, que se desarrolló a partir del modelo de uso adaptado de las NTIC construido por la Red Científica Peruana (RCP), y que en lo sucesivo permitirían llegar conocimientos básicos de computación y educación, ampliamente hasta a las clases más despri-vilegiadas. En Costa Rica las condiciones iniciales son considerablemente mejores, ya que el sistema educativo está muy por encima del nivel de la mayoría de países latino-americanos. También se comenzó tempranamente con programas estatales y semiesta-tales de integración de las NTIC a la educación escolar. Esto ha contado en los últimos años con un apoyo masivo, ya que se considera que en el, en comparación, alto nivel de educación del país radica una de las ventajas comparativas más decisivas para el desarrollo nacional. La adquisición de una gran fábrica de producción del productor de chips INTEL, ha elevado las expectativas que las inversiones en medidas educativas, dentro del marco de la estrategia de desarrollo basada en producción de alta tecno-logía, serán económicamente recompensadas en el futuro. A pesar de estas tendencias positivas, no debe ser ignorado el hecho de que en Costa Rica existe una gran parte de la población, que tanto antes como ahora, no cuentan con los conocimientos informáticos necesarios como para utilizar las NTIC por sí mismos. También en Cuba se puede basarse en una extensa ampliación del sistema educa-tivo, el cual aseguraría una alfabetización casi completa de la población en el uso de las NTIC. Sin embargo, la baja densidad de alcance de las computadoras conlleva a que fuera de los establecimientos computarizados o instituciones académicas los conocimientos informáticos estén poco extendidos. Esto se de especialmente porque

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aspectos centrales de las NTIC, como el acceso al World Wide Web, están sujetos a una restricción de uso, cargada de una enorme motivación política. Sobre todo, a partir del año 2000, se hace evidente un cambio de la tendencia de que el gobierno impulsa una expansión de las nuevas tecnologías, controlada estatalmente. Tanto en las escuelas, así como por medio de la reactivación de los ya existentes „Clubes Juveniles de Computación”, que están bajo la órbita de la Unión de Juventudes Comunistas, se ha comenzado una ofensiva educativa para el uso de las nuevas tecnologías. Los análisis de los estudios por países han demostrado, que programas concretos sostenidos dentro del marco estatal o de ONGs, pueden tener una función muy importante para crear los requisitos de uso en el sector de la educación. Pero los mismos no compensan un sistema escolar equipado con recursos y que tenga un buen funcionamiento, ni una institución pública apta funcionalmente o una estructura social. El efecto de un „programa de Internet” específico depende en gran medida, de la posibilidad de construir éste en base al entorno así existente. Iniciativas para la expansión de las NTIC Junto a las limitaciones de uso inmateriales, las materiales, es decir, el acceso a computadoras con conexión de Internet, representa en los países latinoamericanos uno de los principales obstáculos en la expansión de las NTIC. Además la pregunta del sentido y de la relevancia práctica del uso constituye una barrera adicional. En Argentina, a partir de 1999, los amplios programas planeados para la facilita-ción de lugares públicos de uso habían sido, a pesar de su efecto externo sumamente propagandístico, totalmente vaciados en su sentido, a través de la corrupción sin par, y de hecho, nunca fueron puestos en práctica. En lo sucesivo, no solamente no existen casi lugares de acceso comunitario público además de pocos lugares de acceso comunitario sostenidos por la economía privada, sino que el uso de las NTIC ha sufrido una fuerte desacreditación dentro de grandes partes de la comunidad pública interesada. Así, en Argentina existe para el año 2001, de hecho, un uso individual del 100%, lo que ha conllevado a una integración unilateral en el uso de las NTIC, dentro de la clase económica alta. También en México se concentra el acceso de las NTIC en las clases económicas altas. Hasta el año 2000, faltaban amplias medidas estatales que impulsaran un uso masivo social de las NTIC. Las pocas iniciativas para el uso colectivo fracasaron sobre todo en el sector rural, debido a la falta de recursos de inversión y a la deficiente infraestructura. El plan anunciado en el año 2000, por el reciente presidente Fox, denominado „e-México”, se puso como meta una expansión completa de las NTIC, lo cual debe ser evaluado en el futuro próximo. Hasta ahora falta un discurso social, más alla de los aportes de un pequeño número de intelectuales comprometidos. En Perú, la falta de compromiso estatal pudo ser ampliamente compensada por las actividades de los actores de la sociedad y de la economía informal. Así hoy en día se puede hablar de una relativamente alta extensión de uso a todas las clases. El modelo de uso comunitario adaptado, establecido a partir de 1994, por la RCP en base a la economía privada, conforma desde hace 1996 ya un ejemplo referencial internacional de la extensión de las NTIC en los países del sur. Esto ha conducido a que en Perú exista para el año 2001 un 75% de uso colectivo de las NTIC. En Costa Rica existe una serie de programas conducido estatalmente, así como también por ONGs, que tienen como meta una generalización del acceso activo a las

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NTIC para todos los ciudadanos. De esta manera, el presupuesto nacional financia la iniciativa „costarricense.com” que da a cada ciudadano la posibilidad de acceso a una dirección de e-mail gratuita, e incluye el uso, durante un tiempo limitado, de acceso gratuito a los terminales informáticos del correo y de administraciones públicas locales. A pesar de que los planes están parcialmente más avanzados que la prácticas de los mismo, se puede concluir que por medio de estas estructuras públicas se está realizando una expansión efectiva del acceso, especialmente si se toma en cuenta que los accesos son complementados por el alto número de cafés de Internet privados (para los cuales el Estado también ha desplegado medidas de fomento determinadas). Pero el caso de Costa Rica demuestra también, que las iniciativas con una enorme publicidad internacional, como es el caso del frecuentemente denominado proyecto modelo del container-de alta tecnología del programa de „LINCOS”, tienen en su concentración en la técnica mucho menos relevancia social que propósitos que son mucho menos espectaculares, pero que se aplican a las estructuras ya existentes, y que están mejor integradas a las prácticas que tiene hoy en día la población. En Cuba, la extensión de las NTIC ha sido por mucho tiempo vista más como un riesgo político que como una meta, ya que el Internet amenazaría con un socavamiento del monopolio estatal de medios de comunicación. Esto condujo en los años 90 a una política extremadamente restrictiva, que desarrolló intranets cerrados, por ejemplo en el sector de salud, pero que limitó específicamente el uso vasto de las NTIC, como es el acceso al World Wide Web, a un pequeño círculo del alto establishment político, económico y académico. Entre tanto, esta posición ha cambiado. El gobierno ha lanzado un gran programa para la „informatización de la sociedad” y aspira a una extensión del uso del Internet y el E-mail. Sín embargo el control de los nuevos medios posee todavía una importancia central. En lo sucesivo, los accesos privados de Internet seguirán siendo prohibidos, la extensión del uso se da exclusivamente dentro de los establecimientos estatales o empresas. Según los planes, se piensan implementar para el uso privado terminales de acceso público en las oficinas postales del país. Lo que resulta aún poco claro, es si a los „Clubes Juveniles de Computación”, que están bajo la tutela de la Unión de Juventudes Comunistas, aparte de su trabajo educativo, se les otorgue también el carácter de centros de acceso semipúblicos. En relación a la relevancia práctica del uso de las NTIC han nacido notables iniciativas sobre todo en Perú y Costa Rica. En Costa Rica es sobre todo la Fundación Acceso que bajo el lema de „Uso con Sentido” ha promocionado aplicaciones prácticas de uso, con las cuales el Internet puede contribuir al fortalecimiento de los actores de la sociedad civil. En Perú se desarrollaron, dentro del marco del establecido modelo de acceso, numerosas formas de aplicación, especialmente a través de organismos sociales pertenecients al RCP, que tienen hasta el día de hoy un ejemplo sin igual. Además, han dirigido el discurso sobre el significado de las NTIC para el desarrollo de los países del sur y para la superación de los problemas estructurales existentes. La marcada acentuación del uso práctico en el Perú ha traído frutos a partir de mediados de los años 90, en prácticas como la comercialización por Internet de papas de los agricultores, hasta numerosas aplicaciones del comercio electrónico, que van desde el sector de las PYMEs hasta la alternativa de realización de transferencias financieras. Es de recalcar, sin embargo, que según opiniones de los expertos del RCP, las aplica-ciones concretas y las formas de uso solamente pueden ser elaboradas sobre las bases de la realidad específica de cada país.

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Continuamente se ha formulado la pregunta, si la política, economía o sociedad tiene la responsabilidad de la expansión de las NTIC. Los casos de Costa Rica y Perú demuestran, que los tres grupos de actores se pueden complementar de una manera razonable. En América Latina, en todo caso, el modelo del norte basado en el uso individual representa una posibilidad en los próximos años solamente para una minoría, en contraste con los lugares de acceso colectivos que tienen una relevancia central. Sin embargo, considerando la gran relevancia que tienen las redes sociales y familiares en América Latina, el efecto indirecto multiplicador del uso individual no debería ser subestimado. La simple existencia de un único terminal de acceso en una comunidad rural o en un barrio urbano pobre puede significar una enorme ventaja. La pieza central de la extensión de las NTIC para la mayoría poblacional de Latino-américa radica sin embargo, en las formas de uso colectivas – sin que esta argumen-tación quiera favorecer un punto de vista paternalista, según cual la extensión del acceso individual esté reservado per se a las naciones más ricas del norte. Además, se debe de tomar en cuenta que el uso colectivo que está insertado en las estructuras de poder estatales o no-estatales, puede ser siempre utilizadas para el control social. Por ejemplo, para llamar a la página principal de los zapatistas en el México rural de mediados de los 90, era necesario tener, junto a las condiciones de acceso materiales e inmateriales, cierto grado de privacidad de acceso e independencia de las estructuras de poder locales. Y justamente el caso cubano demuestra cómo la argumentación sobre lugares de acceso comunitarios puede ser utilizada como legitimación para prohibir las NTIC, debido al uso de contenidos políticos poco deseados. Así como los actores de los diferentes sectores se pueden complementar en la creación de los lugares de acceso, de la misma manera los lugares de uso individuales y colectivos pueden complementarse y justamente en combinación pueden llegar a formar un modelo de conexión adecuado en América Latina. Para una aplicación exitosa de las NTIC tienen una posición sumamente destacada la relevancia práctica y el sentido real. El acceso técnico únicamente – y esto sale a la luz en los ejemplos por países – no trae ningún tipo de efecto social emancipatorio o consecuencias de desarrollo positivas. También aquí se requieren las actividades de los actores de todos los sectores. Costes de uso Junto a los gastos para el hardware, que se pueden reducir en el caso de formas de uso colectivas, los altos costos de uso y de acceso de las NTIC, que se derivan de las tarifas de las empresas de telecomunicaciones e ISPs, representan en todos los países investigados una de las barreras más decisivas de la expansión. Hasta en Perú, donde las tarifas no han aumentado en los últimos años, sino disminuido y hoy en día han alcanzado uno de los niveles más bajos de la región, el uso de las NTIC representa un lujo económico. Es de considerar, que dentro de este contexto y con los antecedentes de la renovación técnica, el „acceso” no representa una medida fija, sino que se diferencia mucho más entre los precios, así como también la calidad del acceso. Si bien los accesos de banda ancha, que cuentan con un servicio al cliente y asesoría técnica, permiten frecuentemente un uso sin complicaciones y para las circunstancias actuales un acceso rápido, en América Latina la realidad consiste para la masa de usuarios, en un acceso cualitativamente inferior y más lento. De esta manera, los costos del uso aumentan más todavía, evaluando su resultado concreto final, por

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ejemplo al navegar. También se ha calmado hasta el momento el entusiasmo inicial sobre las posibilidades puntuales encontradas para el acceso de Internet gratuito, des-pués de que los usuarios han sido decepcionados frecuentemente por las deficiencias de servicio, la inestabilidad y las lentas conexiones de los ISPs gratuitos. Comercio electrónico En todos los países investigados se ha enfatizado, desde distintos lados, la (supuesta) destacada relevancia del comercio electrónico y se pretende una enorme tasa de crecimiento. Las cifras deben ser observadas en todos los lugares con mucha cautela. Hasta ahora el comercio electrónico en los países es de una relevancia mínima y casi inexistente, quedándose muy por detrás de las expectativas originales. El desarrollo electrónico de los negocios se encuentra aún en su fase de construcción. Se puede reconocer que los sectores del turismo, transferencias financieras, transacciones entre empresas (el llamado comercio B2B), así como la realización y asignación de contratos por parte del Estado, podrían formar una base para una amplia dinámica. En Perú, el sector informal goza desde 1997, de una posición destacada dentro del comercio electrónico y representa así una inesperada pero llamativa excepción. En Costa Rica, México y Perú está ganando importancia, sobre todo en el sector de turismo, y está atrayendo inversiones. Esto vale también para Cuba, pero en dimensiones limitadas. Pero también para los sectores económicos de divisas, así como para el comercio interno entre las oficinas públicas, los planes cubanos apuestan a una entrada del comercio B2B. También la regulación del comercio electrónico se encuentra en los países investigados en su fase de construcción.. Ùnicamente en Perú se presenta ya en el año 2001 una legislación relativamente completa con respecto al comercio electrónico y los temas vinculados a éste – como la protección de datos, la protección al usuario, etc. En México hasta abril de 2002 se consideraban suficientes para las NTIC las leyes comerciales existentes. Esta legislación fue cambiada debido a la creciente presión de intereses económicos, siguiendo en lo esencial las propuestas de UNCITRAL. Fue reconocida así la firma digital y la validez de los contratos concertados de manera digital, y se adaptó en ciertos puntos el derecho penal, la protección al usuario y la legislación sobre publicidad. En Costa Rica, Argentina y Cuba se están elaborando leyes sobre firma digital y la validez de los contratos comerciales electrónicos, habién-dose incluso presentado proyectos de ley al Parlamento, pero hasta setiemtre de 2001 no se había aprobado todavía ninguno. Estrategias nacionales de desarrollo En Costa Rica es donde más claramente se observa una estrategia nacional de desarrollo basada en el desarrollo de las NTIC. A mediados de los 90, bajo la Presidencia de Figueres, actual Comisario Especial de las Naciones Unidas para tecnologías de información y comunicación, se colocó la creación de Hi-Tech-Cluster en el centro de una nueva estrategia nacional de desarrollo. Esto se fortaleció aún más con la adquisición de una planta de producción del fabricante de chips Intel, cuyas exportaciones ascienden a no menos del 38% del total de exportaciones, posicionando a Costa Rica a nivel internacional como plaza de Hi-Tech. Ligado a esto está el intento de vincular más fuertemente la filial del consorcio de chips con el resto de la economía, para lograr efectos dinámicos de acoplamiento de desarrollo. Paralelamente

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surge un sector nacional de software que presenta una cantidad de éxitos considerables. Las iniciativas estatales para la expansión del uso de las NTIC son también un intento de evitar un dualismo económico duradero, en el cual estos nuevos sectores hi-tech sigan siendo islas de modernidad y cuyo efecto dinamizante sobre toda la sociedad permanezca bajo. Al igual que el caso de Costa Rica, la economía informal de Perú se destaca por un desarrollo dinámico e importante basado en las técnicas de información. En el marco de la expansión de las NTIC en las clases no privilegiadas se pudo establecer en Perú un segmento económico relevante en el medio informal que podría ser utilizado provechosamente para una estrategia nacional de desarrollo en el sector formal. Al mismo tiempo la política gubernamental amenaza obstruir los planteos ya surgidos, mediante la aplicación de medidas represivas en lugar de medidas de fomento contra la „economía informal” y su componente ilegal la „piratería de software”,. En Cuba el potencial del personal técnico y el nivel de educación realtivamente alto del país constituyen un punto de partida para utilizar de forma estratégica para el desarrollo a los sectores económicos basados en las NTIC. A pesar de las limitaciones debidas a la escasez de divisas del país, se han lanzado una cantidad de iniciativas. La producción de software y de multimedia pudo aumentar considerablemente el volumen de exportación del país. Sin embargo, los planes de desarrollo en parte ambiciosos siguen chocando con grandes restricciones políticas que surgen tanto de la necesidad de control de un sistema de partido único con monopolio estatal de los medios, como también de la permanente constelación de Guerra Fría entre EEUU y Cuba. En Argentina se observa claramente el rechazo conciente a una estrategia de desarrollo basada en el uso de las NTIC. Aunque algunas pocas empresas nacionales de Software podrían constituir el centro de un área de crecimiento, su relevancia práctica es desechable, no existiendo prácticamente un fomento por parte de la política. Así se constata desde comienzos de 2001 una emigración de empresas del sector de las NTIC hacia la cercana ciudad de Montevideo. Las escasas inversiones en las áreas de investigación y desarrollo constituyen en Argentina, al igual que en México y Perú, un obstáculo decisivo para un desarrollo más dinámico. Desde el año 2000 se ven en México los primeros planes para enfrentar estos déficits. La nueva Administración Fox ha comenzado a fortalecer el sector económico de IT a través del fomento de la formación en informática. El mercado de los contenidos es considerado en todos los países como estra-tégicamente relevante debido a la importancia del idioma español dentro del „mundo de Internet”. Después del inglés, el español es el idioma más utilizado en la red. Especialmente en México, país que cuenta con Televisa, el consorcio más grande de medios de comunicación de habla hispana, tanto las empresas públicas como privadas identificaron la posibilidad económica que representa la producción de contenidos de NTIC en español y específicos de cada país. Con esto se logra conquistar partici-paciones de mercado en América Latina, España y en la población hispana de EEUU. En Cuba se fomenta intensamente la presencia en la red de instituciones oficiales y de medios de comunicación, considerándolos como producciones de contenido político para presentar, según el discurso del gobierno, la visión „auténtica” de la revolución cubana en oposición a las informaciones falsas de los medios internacionales. Aparte de las presentaciones de los gobiernos y de innumerables instituciones y organizaciones nacionales, no se encuentra en ningún país una política realmente

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activa de fomento de los contenidos de las NTIC. En Perú se pudieron no obstante, establecer actores económicos y sociales privados como productores de contenido de facto dentro de la región. Se debe también tener en cuenta que una parte considerable de los contenidos de lengua hispana del año 2001 no se produjeron en América Latina, sino en EEUU y en España (CNN en español, El País etc.). La relativa homogeneidad y el tamaño de Hispanoamérica ha llevado a que en los últimos años las empresas transnacionales de contenidos hayan desarrollado estrategias regionales específicas. Aquí se observa que las empresas desarrollan en parte estrategias diseñadas especial-mente para los diferentes países, ya que las particularidades idiomáticas y culturales son, a pesar de la homogeneidad, decisivas para el éxito comercial. Estos ofertantes aventajan a las empresas locales no solo a causa de sus recursos financieros, sino también debido al nombre de la marca y a su posición internacional de mercado, pudiendo así limitar las posibilidades de desarrollo nacionales de esa rama. Uso político de las NTIC Los gobiernos de los países analizados en este libro cuentan con una autopresentación en Internet más o menos amplia, así como con ofertas de servicios estándards usando las NTIC. También se realizó ya en todos los países la interconexión de las institu-ciones gubernamentales fundamentales, aunque varía mucho la intensidad de uso y el volumen de los contenidos. En lo esencial se han desarrollado completamente los com-ponentes de la presentación y difusión de información. En Perú y México hay enfo-ques muy avanzados para el uso de internet para trámites administrativos como por ejemplo, el pago de impuestos, formularios, solicitud de documentos etc. Las NTIC se han convertido hoy para los gobiernos en una identificación necesaria de una presunta modernidad. En este sentido limitado el „gobierno digital” constituye una realidad. Aunque la mejora del acceso a la información en América Latina tiene relavancia en sí misma, teniendo en cuenta la débil política de difusión, debe constatarse que la democracia digital es en todos los países todavía una visión de futuro, a pesar de la gran importancia que se le da en el discurso político. No se ha constatado hasta el momento la creación de mecanismos políticos para mayores posibilidades de participación y de control. La aplicación interactiva para aumentar la transparencia y la participación siguen faltando en países como Argentina y Perú donde las posibilidades técnicas correspondientes son desarrolladas localmente por ONGs y por científicos. Existe una enorme discrepancia entre la retórica del aumento de la transparencia y de la participación y la realidad. A través de la difusión de información se sugiere transparencia pero no se la crea. Si bien existen algunos elementos aislados para el uso de las NTIC en el área de control y transparencia, éstos son apenas empleados. Por el contrario, en Perú (1995, 2000) y en México (1998) se han utilizado las NTIC para la manipulación electoral. Aunque es cierto que ya había fraude electoral antes del empleo de las computadoras, con la utilización de las nuevas tecnologías en las elecciones se necesitan nuevas y comprobables formas de control. Algunas ONGs como Poder Ciudadano en Argentina, Alianza Cívica en México y Transaprencia en Perú han desarrollado formas de uso y modelos de control que son también aplicables en otros países. Estas formas de progresistas de utilización surgieron en todos los casos en el ámbito social y no en el políticopartidario. Ya se ha señalado que en Cuba se le otorga un gran significado político a la presencia en la red de los medios oficiales, por lo que el concepto „presentación

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exterior” no es en este caso lo suficientemente amplia. Las páginas del gobierno tienen poca importancia en la comunicación con la población de la isla a causa de la poca expansión de Internet. Pero Internet cumple una gran función para la oposición en la isla. Los periodistas opositores que publican sus artículos críticos del gobierno en el exterior vía Internet han recibido una considerable revalorización internacional. En el propio país su efecto directo es reducido ya que sus publicaciones en la red casi no pueden ser leídas en la isla. El EZLN tiene sin lugar a dudas un papel pionero en el uso político de las NTIC en México. Los zapatistas y su movimiento simpatizante nacional y transnacional for-mado en el correr del levantamiento, utilizan las NTIC para la difusión de información no censurada, para el intercambio de ideas entre los diferentes grupos e individuos y para la movilización de la opinión pública.El gobierno mexicano central no pudo competir en los primeros años del levantamiento con el movimiento zapatista en Internet. Pero el gobierno se recuperó, creó su propia página web y la hizo diseñar por expertos en RP con gran perfeccionismo técnico. Este caso muestra claramente que no se deben sobrevalorar las posibilidades de autopresentación en Internet de los actores de la sociedad civil, y que los actores que disponen de mayores recursos están por lo tanto mejor equipados, pudiendo así lograr un mejor efecto. Se le otorga al uso de las NTIC por parte del movimiento zapatista un papel de efecto ejemplar que el gobierno y la administración siguieron recién más tarde. La relación política-economía-sociedad en el transcurso del desarrollo Se debe acentuar que la expansión de Internet y de las NTIC ocurrió antes que las organizaciones internacionales y los gobiernos nacionales incorporasen el tema en su discurso. Desde finales de los años 80 fueron científicos y grupos sociales en la mayo-ría de los países latinoamericanos los que emplearon las nuevas herramientas en su trabajo para mejorar la comunicación y el intercambio de información. Ellos demos-traron concretamente cómo y para qué las nuevas tecnologías podrían ser una ganan-cia, señalando además desde el comienzo los peligros que podrían surgir (Holder-ness/Zavriew 1995). La amplia opinión pública y las instituciones decisiorias recién se ocuparon realmente del tema con el surgimiento del uso comercial de las NTIC. En Perú, México y Costa Rica la ciencia y las ONGS fueron en los comienzos del desarrollo de las NTIC los grupos de usuarios más importantes, siendo los iniciadores de su expansión. En el transcurso de la comercialización, a mediados de los 90, la importancia de estos grupos fue superada por el área económica, aunque el uso social sigue teniendo una gran importacia. En Argentina, por el contrario, las NTIC se difun-dieron ampliamente en la sociedad recién después de la dominacia económica. En Cuba fueron además de los círculos científicos, las fuerzas en el aparato partidario y estatal dedicadas a planteos tecnológicos, el motor del desarrollo de las NTIC. No se puede afimar hasta el momento que haya una predominancia del uso comercial. Los gobiernos fueron en todos los países analizados los rezagados en la aplicación de las NTIC. Vigilancia, controles y protección de datos Se encuentran en todos los países analizados, con la excepción de Costa Rica, formas represivas de uso de las NTIC con diferentes grados de magnitud. En la Cuba socia-lista el rechazo a un pluralismo liberal está directamente consagrado en la Constitución

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que fija el monopolio estatal sobre los medios de comunicación. En la práctica se legitima el uso restrictivo de las NTIC sobre todo por la confrontación con EEUU, considerando automáticamente toda oposición interna como una prolongación del brazo del rival externo. Esta postura se ve confirmada con la política estadounidense que realmente aspira a que un uso amplio de los nuevos medios conduzca a un socavamiento interno del gobierno socialista. Paralelamente surgieron de la Guerra Fría con EEUU y de los partidarios de la línea dura del exilio cubano una cantidad de otras amenazas, desde hackers individuales hasta cuestiones militares, que no son en absoluto solo invento de la propaganda del régimen cubano. Como consecuencia de estos factores, el uso de Internet y del correo electrónico en Cuba están explícitamente sujetos al control político. Está prohibido el acceso privado, los usuarios de institu-ciones públicas deben firmar una declaración de compromiso de no buscar ni difundir contenidos „anticubanos” (entiéndase opositores al gobierno). En caso de que se tenga acceso no solo a redes internas cerradas, sino a la Worl Wide Web, los controles se efectúan primordialmente a través de la falta de privacidad del lugar de acceso (en el trabajo, en la Universidad etc.) o mediante la comprobación en la memoria proxy de las páginas web visitadas o de los contenidos de los emails (lo que resulta posible debido al carácter estatal de los proveedores existentes en el país). Sin embargo, el monopolio estatal de la información se vuelve en Cuba más poroso a causa de las NTIC, lo que es tolerado en cierto marco por el Estado ya que no constituyen realmente un medio masivo de comunicación. Al final de cuentas lo que es decisivo en la represión estatal no es el acceso a información crítica al gobierno, sino el paso de la información a la acción crítica al gobierno. Bajo el gobierno de Fujimori en Perú se produjo un uso sistemático estatalmente organizado de las NTIC para la vigilancia, el control y la intimidación de la población, que incluyó también medidas represivas directas. Aunque recién se tuvo conocimiento del alcance y de la sistemática de estas prácticas después del cambio de gobierno, ya desde mediados de los 90 se evidenciaron numerosas facetas del aparato de vigilancia que fueron denunciadas públicamente por la oposición. Estas prácticas tuvieron como consecuencia la formación de un comportamiento social también de los no usuarios caracterizado por el cálculo de la amenaza de un control permanente. La vigilancia sirvió no solo para ejercer una influencia directa sobre los adversarios políticos, sino también, en el marco de un mecanismo profiláctico de control, como pretexto contra una gran parte de la población. La unificación al gobierno de los medios tradicionales llevó por el otro lado a que actores individuales y agrupaciones de la sociedad utilizaran las NTIC en el marco de un intercambio político de opinión y de acción política, estableciendo un espacio libre que ya no había en la sociedad no virtual. Esta utilización fue por cierto controlada por el gobierno, pero a la vez también tolerada. Si bien el uso de las NTIC seguramente no impulsó a Fujimori a la fuga, constituyó no obstante un aspecto relevante de la organización de la protesta y resistencia política que se le opuso al régimen sobre todo después de 1999. Las NTIC resultaron indispensables en Perú ya desde un momento temprano especialmente para la difusión hacia el exterior de información no controlada y no censurada. A pesar de la fuerte ingerencia de parte del Estado, existe en Perú una de las pocas legislaciones progresistas en América Latina respecto a la protección de datos. Sin embargo, esta regulación formal no ha mostrado hasta el momento ninguna repercusión práctica.

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Argentina es un ejemplo sobresaliente a nivel mundial de una amplia vigilancia privatizada de la política, la economía y la sociedad. Esta vigilancia no está central ni sistemáticamente organizada, con excepción del servicio secreto, pero es relativamente amplia. Algunas de sus prácticas han tomado formas absurdas, como por ejemplo el caso de empresas de seguridad contratadas por el nuevo gobierno para controlar dispositivos de vigilancia en los edificios públicos que instalaron simultáneamente nuevos aparatos de escucha por encargo de terceros y sin el conocimiento de las autoridades. La opinión pública muestra una amplia indiferencia ante tales graves transgresiones. La vigilancia es en Argentina una cotidianidad relativamente aceptada. La protección contra la vigilancia y el abuso de datos está en Argentina privatizada como consecuencia de la falta de una legislación sobre la protección de datos y es llevada a cabo por servicios privados de seguridad. El control privado y la protección privada constituyen así un mecanismo que se perpetua y apoya mutuamente. La vigilancia y la protección de datos no son en México un tema relevante en la discusión política, lo que por cierto no significa que no haya transgresiones. ONGs mexicanas críticas al gobierno temen ser espiadas en Internet de la misma manera que antes mediante medios convencionales. Criminalidad informática y seguridad de datos En todos los países analizados se registran casos dispersos de criminalidad informática, como ser el uso impropio de tarjetas de crédito, Data Mining, el ingreso no autorizado a redes etc. Aunque en Cuba no se hacen públicos los casos de criminalidad infor-mática, éstos constituyen un problema. Los casos registrados por la fuerzas de seguridad del Ministerio del Interior van desde acceso no autorizado, robo de claves hasta enriquecimiento personal y acciones de sabotaje con motivos políticos. Un caso especial es el uso criminal sistemático de las NTIC por parte del gobierno de Fujimori en Perú para el control y manipulación de las elecciones. El uso criminal juega un papel de diversa importancia en el discurso. Se puede constatar que especialmente del uso económico provienen las exigencias a los gobiernos para garantizar seguridad. La necesidad de regulación presentada al gobierno condujo hasta ahora, solo en México y paradójicamente en Perú, a la formulación de leyes que definen explicítamente la criminalidad informática e introducen grados para su castigo. El proceso de regulación Las autoridades de regulación resultantes de los procesos de privatización en Argentina, Perú y México son formalmente – y en cierta medida también en la práctica – políticamente autónomas y están separadas también de las empresas telefónicas. No obstante, se manifestó una limitación en el margen de maniobra de las autoridades en puntos decisivos, estando finalmente subordinadas a la influencia del Presidente. Así se pudo imponer una influencia clientelística de los nuevas empresas privadas en el sector de telecomunicaciones. Esto ocurrió en Argentina en mayor medida y de una manera más directa que en Perú. También en México hay en la práctica numerosos indicios de una influencia unilateral de empresas interesadas sobre las estructuras reguladoras establecidas. ONGs y voces críticas no están casi representadas en el proceso político formal. La división de competencias de la regulación no está clara en muchos puntos ni dentro del gobierno ni en la opinión pública en Perú, Argentina y Costa Rica. Las

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atribuciones y competencias de las diferentes autoridades se superponen o no se cubren en una medida suficiente. Formalmente solo en Argentina están previstos elementos participativos dentro del proceso de regulación, pero no se pusieron en práctica. En lugar de eso, mecanismos como las audiencias públicas se convirtieron en foros fictivamente democráticos casi sin repercusiones concretas sobre la regulación del sector. Los actores nacionales sociales y económicos privados no ejercen en Argentina una influencia significativa en el diseño de las NTIC. Solo en Costa Rica y sobre todo en Perú los actores sociales nacionales y económicos privados influyen significativamente en la formulación de la política, cosntituyendo un contrapeso de los intereses de las empresas transnacionales. En Perú se constata la más amplia partici-pación, pese a que no estaba formalmente prevista y a pesar de las condiciones dictatoriales del régimen. Esto trajo como consecuencia el establecimiento de un marco regulativo ejemplar en América Latina en el área de las NTIC. En Cuba no fue creada una nueva autoridad reguladora después de la trans-formación del monopolio estatal de telecomunicaciones en un joint-venture con capital extranjero. La competencia para la estructura tarifaria, para la manera inversiones etc. recae en el Ministerio de Comunicación, el que debe negociar estas atribuciones con la empresa extranjera participante del joint-venture, STET (Italia). Es digno de mencionar que el Estado cubano rescindió el primer joint-venture con el grupo mexicano Domos porque esta empresa no invirtió en la medida esperada en la modernización de la infraestructura. En Costa Rica no hay hasta el momento una autoridad reguladora específica para el sector de las telecomunicaciones o de las NTIC. Este sector depende del organismo regulador general de servicios públicos ARESEP creado en 1996, el cual se ocupa también del agua, electricidad, transporte público etc. El proyecto para la liberaliza-ción del actual monopolio estatal de las telecomunicaciones preveía también la crea-ción de un nuevo organismo regulador, lo que resultó nulo con el fracaso de la ley de liberalización. Influencia de actores y programas externos Se constata una fuerte inducción del exterior en la expansión y diseño de las NTIC en Argentina, Costa Rica y Perú. Mientras que en Argentina fueron especialmente el ITU, la empresa Microsoft y científicos de asociaciones regionales (Clacso) los que impul-saron y propagaron las NTIC, en Costa Rica el desarrollo de las NTIC en su fase inicial fue fomentado por programas de la OEA, del BID, UNDP y donaciones de fabricantes de hard y software interesados. La cercanía geográfica con EEUU y las estrechas relaciones entre las instituciones científicas mexicanas y estadounidenses fueron en México decisivas para la temprana instalación de redes nacionales y conexiones a Internet. También para el uso temprano de las NTIC en el sector no científico de la sociedad civil fueron importantes los contactos con ONGs del Silicon Valley de California. Esto se manifiesta claramente en el caso del levantamiento zapatista, donde fue imprescindible la cooperación con estructuras de la sociedad civil en el extranjero. Los grupos de solidaridad de EEUU y Canadá fueron en Cuba importantes para la conexión internacional del país a las NTIC. También el RCP peruano participó como asesor en la isla. Gracias al papel central del RCP, Perú representa el caso diferente de un desarrollo de las NTIC ampliamente autóctono. El RCP desarrolló un modelo de

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uso propio que tuvo una fuerte difusión y también influyó intensamente en la formulación de la regulación del sector, la cual tuvo por su lado un efecto exterior. En esto se observa, tanto en el discurso como en el desarrollo de proyectos, una influencia directa en los conceptos y programas del ITU y del Banco Mundial. Se debe por cierto señalar que esta influencia no provino directamente del RCP. Fueron más bien las instituciones que tomaron las estructuras fundamentales de los proyectos del RCP, aunque sin ponerlos en práctica de forma coherente. El modelo de las Cábinas Públicas del RCP se convirtió simultáneamente en un producto de exportación, recibiendo solicitudes tanto de países latinoamericanos como también africanos. LA ONG influyó también en la cooperación sur-sur en el marco de actividades de redes transnacionales (APC, LACNIC etc.). La importancia de las NTIC Las NTIC y sus implicaciones tuvieron en Argentina hasta el año 2001 una relevancia práctica puntual y muy reducida tanto en el área social como también en cuanto a su uso económico y político. Sin embargo, a nivel de la instrumentalización retórica las NTIC tienen en el país una importancia destacada. Los programas establecidos para la integración del país en la „sociedad de la información” no fueron puestos en práctica, lo que no contrarrestó su efecto propagandístico como proyecto modelo internacional-mente postulado. En Perú se dio exactamente lo contrario que en Argentina. Desde mediados de los 90 las NTIC, tanto en lo que respecta a su diseño como a su expansión y formas de uso, son un tema sumamente importante en la sociedad, la economía y en partes de la política. A comienzos de los 90 un actor social, el RCP, desarrolló un modelo de difusión adaptado a la realidad del país. Esto trajo como consecuencia una dinámica que le otorga a las NTIC no solo una gran relevancia en todas las áreas, sino que también condujo a una de las regulaciones hasta ahora más amplias de toda la región. El sector económico informal tiene una importancia especial, en cuyo marco se expandió velozmente el modelo de acceso colectivo de Cábinas Públicas. En Cuba las NTIC no fueron un tema destacado hasta mediados de los 90 debido a la profunda crisis económica y social del país. Existe una considerable demanda acumulada y desde 1997 se observa una priorización de esta área. Las NTIC fueron declaradas como un sector clave para las perspectivas nacionales de desarrollo. Este cambio en la manera de abordar el tema se manifestó claramente con la creación del Ministerio de Comunicación e Informática. Una cantidad de programas ambiciosos para la „informatización de la sociedad” entraron en los planes nacionales de desarrollo. Justamente en un área como las NTIC donde las exigencias del desarrollo económico entran en conflicto con la necesidad de control del Estado, hay que mantenerse a la expectativa si realmente de llevarán a cabo los planes. En el correr de los 90 Costa Rica perdió su papel pionero tecnológico en América Central debido en parte a la falta de capacidad de innovación y de inversión de la empresa monopólica estatal de telecomunicaciones. Como se tenía como objetivo la apertura del mercado, el gobierno admitió la subcapitalización del ICE. A la vez, a través de la espectacular adquisición de Intel, las NTIC se convirtieron en un factor económico de suma importancia. Para la nueva estrategia de desarrollo proclamada, el gobierno se apoya en los High-Tech-Cluster, esperando efectos dinámicos hacia el resto de la economía. Tras el

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fracaso de la iniciativa de liberalización en el año 2000, el monopolio estatal entró en un proceso de recuperación tecnológica. Después del „Big Push” de la adquisición de Intel es obvia la demanda de emprender la expansión social de las NTIC. A partir de 1988 la telecomunicación en México fue declarada verbalmente como un pilar del desarrollo. Pero el reconocimiento de la importancia de las NTIC comenzó a manifestarse en círculos gubernamentales recién a partir de mediados de los 90. Un cambio por lo menos a nivel discursivo se evidencia con la toma de posesión del Presidente Fox electo en el año 2000. Fox incluyó a las NTIC en sus temas de la campaña electoral. Como Gobernador tenía la reputación de impulsar una activa política de las NTIC, elogiando incluso el empleo de las NTIC por parte de los zapatistas. Fox planea lograr una mejora de la infraestructura de las telecomuni-caciones y una expansión completa de las NTIC. Para ello aspira a una fuerte partici-pación de la economía privada en las inversiones necesarias. Recién en los próximos años se podrá comprobar en qué medida se pondrán en práctica las ideas ambiciosas para un „e-México”. Internet y política en América Latína: doce tesis concluyentes 1. La reflexión preponderante de las NTIC realizada a vuelo de pájaro y vinculada al término „globalización” nubla la visión para reconocer que mediante procesos y medidas elaboradas en el ámbito nacional se abren caminos que determinan conside-rablemente el desarrollo de las NTIC en una sociedad y muestran diferentes efectos. La diversidad de los desarrollos depende de las condiciones socio-estructurales específicas, de los contextos económicos y políticos respectivos y de las transfor-maciones allí ocurridas, pero también radica en la acción de los actores, lo que muchas veces se subestima. Solamente se puede dar un desarrollo dinámico e integrativo social, si los actores suficientemente poderosos de los sectores político, económico o social reconocen el uso estratégico de las NTIC y lo impulsan en consecuencia. Por medio de ideas y medidas encauzadas se pueden superar considerablemente las barreras estructurales, como por ejemplo el bajo nivel educativo o los bajos ingresos. Por otro lado, las condiciones positivas iniciales pueden ser desaprovechadas, descar-tándose un desarrollo coherente en caso que se detuviese una política o un bloqueo recíproco de los actores impidiesen el intento de conseguir dicho desarrollo. 2. No existe una relación linear entre el grado de democratización de un sistema político o el grado de liberalización económica y el desarrollo de las NTIC. De la misma manera, tampoco se puede deducir simplemente la intensidad del desarrollo de las NTIC de variables socio-estructurales como son el Producto Interno Bruto o el Índice de Desarrollo Humano. Ninguna de las suposiciones, ya sean basadas en las pesimistas teorías de la dependencia o en las optimistas teorías de la modernización, pueden ser convincentes, si sostienen relaciones unilineales directas y aspiran una generalización. Sin duda, se encuentran en una serie de aspectos congruencias entre las variables de contextos y las manifestaciones específicas del desarrollo de las NTIC. Sin embargo, existe por un lado un abanico de manifestaciones y de alternativas de comportamiento, dentro de los respectivos contextos, lo que muchas veces se subes-tima. Por otro lado se pueden observar tendencias paradójicas o simplemente contra-rias, que siguen desarrollos contingentes. Esto lo demuestra muy claramente el caso peruano, en donde, a pesar de las condiciones socio-estructurales adversas y un

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régimen político poco liberal, se observó uno de los desarrollos de las NTIC más dinámicos y socialmente más integrales del continente. 3. La discusión científica social sobre las NTIC recién llega a ser fértil, si se renuncia a dogmas generalizadores o tecno-deterministas. Un acercamiento empírico se revela como más ventajoso, ya que permite concebir la forma de articulación específica entre las variables estructurales, las condiciones del contexto y las prácticas de los actores concretos. En este sentido, se recalca la demanda formulada por Wilson (1997) con respecto a la necesidad de estudios empíricos al nivel nacional y análisis comparativos. Además de estudios al nivel nacional, se pueden esperar nuevos resultados de inves-tigaciones comparativas que orientan su foco a nivel local, interregional y sectorial. Justamente por la relevancia crucial del contexto social, una creciente atención por parte de las ciencias sociales podría otorgarle un uso práctico para una aplicación más efectiva de las NTIC. Pero la ciencia debe tener en cuenta también que las tecnologías recién introducidas, como son las NTIC, poseen consecuencias que solamente se pueden determinar ex-post en su dimensión entera. 4. La ola privatizadora en el sector de las telecomunicaciones desencadenó sólo en parte una libre competencia. En Latinoamérica monopolios privados u oligopolios entraron mayoritariamente a ocupar el lugar de los monopolios estatales. También en el sector de las NTIC se constatan fuertes procesos de concentración. Sin embargo, ningún Estado se escapa totalmente de las obligaciones sociales, de nivelar las disparidades sociales y geográficas en la extensión de las NTIC. Los organismos de regulación, nacidos de la privatización, no ofrecen por sí solos ninguna garantía satisfactoria. Se deberían garantizar formas encauzadas de control social, por ejemplo por medio de la obligación de hacer transparentes las decisiones y los procesos administrativos, mediante la implementación de gremios independientes de vigilancia, administraciones de defensa de la población, etc. y una efectiva participación ciuda-dana en estas instituciones. Las mismas deberían estar aseguradas tanto económica como institucionalmente de tal manera, que puedan reaccionar adecuadamente frente a los actuales y futuros retos de los desarrollos tecnológicos. Al mismo tiempo, la sociedad es convocada a acercarse a la temática, así como a formar asociaciones de consumidores y organizaciones „watchdog” alrededor de las NTIC. 5. Si bien durante mucho tiempo los monopolios de telecomunicación fueron utilizados por los Estados latinoamericanos como fuentes rendidoras de ingresos, el significado estratégico de las NTIC para el desarrollo económico requiere hoy en día una inversión de estas subvenciones. Por medio de un cálculo económico empresarial, como es predominante en las empresas privadas que ofrecen servicios de telecomunicaciones, no es posible implantar una competitividad adecuada. Èsta requiere mayormente un rol activo por parte del Estado. La conservación de un monopolio estatal, como es en el caso de Costa Rica, no significa necesariamente un inevitable bloqueo de desarrollo. Sobre todo, porque formas mixtas, como son la repartición de concesiones o privatizaciones parciales, pueden alcanzar una competitividad más efectiva y efectos dinámicos. 6. El acceso técnico a las NTIC es una condición necesaria, pero no suficiente, para un uso relevante para el desarrollo. La integración de las NTIC en una sociedad no puede suceder de una manera uniforme, sino que necesita de modelos específicos, nacionales y locales, que estén ligados a las estructuras sociales existentes. La elaboración de la relevancia práctica del uso de las NTIC en conjunto con y en base a la realidad social

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de la población es decisiva. Los programas de fomento o proyectos de desarrollo pueden solamente llegar a tener éxito, si se apoyan en estructuras estatales o sociales funcionalmente aptas, como son en la educación, en ONGs o en la administración estatal. Donde no exista esto, pueden surgir efectos contraproductivos. 7. En América Latina, el modelo de uso individual del norte, es solamente practicable para una minoría de la población. Para una difusión social más equitativa de las NTIC, no se podrá prescindir en las futuras décadas de formas colectivas de uso. Dentro de la misma, se debe tomar en cuenta asegurar una diversidad de las formas de acceso, así como un suficiente grado de independencia de las instancias estatales o de grupos de poder particulares. Incluso podrían complementarse de una manera conveniente estructuras públicas, sociales y privadas. 8. En el discurso del desarrollo, la superación de la brecha digital entre norte y sur ha avanzado a ser un consenso mundial, para el cual han sido creados una serie de programas y proyectos internacionales, así como instituciones nacionales. Estos esfuerzos hacia una „integración digital” están caracterizados sin embargo, por una perspectiva estática. La modernidad tecnológica es, al fin y al cabo, también un bien „posicional”. Siempre y cuando los impulsos del desarrollo tecnológico radiquen en alcanzar ventajas de competitividad frente a otras empresas o naciones, se mantendrá necesariamente una continua reproducción de la fisura digital, aún en niveles tecnológicos cada vez más avancados. El discurso, que proclama la integración del „Tercer Mundo”, forma al fin y al cabo, parte de un modelo de desarrollo, en el cual dicha unión no puede realizarse al mismo tiempo y en el mismo grado para todos. 9. En algunos sectores las NTIC ofrecen realmente a los países del Tercer Mundo una oportunidad de dar un salto al desarrollo („leap-frogging”). No obstante, „triunfos” del desarrollo solamente pueden tener efectos más amplios y a largo plazo, si disponen de un marco organizacional y financiero que les permita un desarrollo continuado, así como una inclusión en el campo social y tecnológico. En caso contrario, se llega a „islas de modernización” puntuales, que confirman el cuadro del „Primer Mundo” dentro un „Tercer Mundo”, algo que no conduce a un desarrollo social igualitario y sostenible de la sociedad en general. 10. No se deben formular declaraciones globales sobre el efecto de las NTIC en los contextos económicos nacionales respectivos, sino que se deben tener en cuenta las fuertes diferencias de contenido. Las innovaciones tecnológicas pueden por cierto erosionar estructuras económicas existentes (como por ejemplo cuando se evita usar las empresas nacionales de telecomunicaciones y se utilizan comunicaciones tele-fónicas vía Internet), pero esto no confirma la ampliamente difundida argumentación que las NTIC ocasionan o fuerzan medidas de ajuste de liberalización económica. 11. La forma de funcionamiento decentral de las NTIC ofrece nuevas maneras de interconexión social que van en parte más allá de las fronteras del espacio y de las estructuras de poder existentes. Al mismo tiempo, en el curso de la comercialización de las NTIC, se están desencadenando procesos y formando barreras estructurales que contrarrestan los espacios de libre acción logrados. 12. Los efectos democratizadores, comunmente adscritos a las NTIC, no deberían de ser sobreestimados y de ninguna manera ser entendidos como automatismos. El cambio político no es únicamente el resultado consecuente de crecientes posibilidades de comunicación e información, sino que es determinado por las actuaciones concretas de actores que muchas veces implican riesgos personales grandes. En ciertas

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circunstancias, las NTIC han llegado, sin lugar a dudas, a cumplir importantes funciones y a abrir nuevos espacios de acción, pero eso no significa que ellas puedan inducir por sí mismas un cambio político. Al mismo tiempo, las NTIC pueden contribuir a reforzar las estructuras de poder y ser utilizadas para fines represivos lo que nuevamente constituye desafíos para la defensa de los derechos de los ciudadanos y el funcionamiento de los mecanismos democráticos.

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