La tinaja de Diógenes. Nacho Zubelzu

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Catálogo de la exposición de Nacho Zubelzu en la Biblioteca Central de Cantabria. Comisaria Mónica Álvarez Careaga.

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A Pilar, que comparte mi tinaja

GOBIERNO DE CANTABRIA

Presidente Miguel Ángel Revilla Roiz

Consejero de Educación, Cultura y DeporteRamón Ruíz Ruíz

Directora General de CulturaMarina Bolado Mantecón

Colaboran

AgradecimientosPedro DíazJoaquín Solanas

EXPOSICIÓN Y CATÁLOGO

ComisariadoMónica Álvarez Careaga

DiseñoCarmen Quijano

TextosMónica Álvarez CareagaGuillermo Balbona

TraducciónBabel Traducciones

VideoMaría Zubelzu

FotografíasRaúl LucioAxel Mzen

Comunicación Pilar Lorenzo

Transporte y montajeMobibox

Montaje audiovisualAvanza IT

EnmarcadoCritsmol

ImpresiónJ. Martínez

Depósito legalSA 580-2015

BIBLIOTECA CENTRAL DE CANTABRIA. SANTANDER

7 AGOSTO 15 OCTUBRE 2015

MóNICA ÁLVAREz CAREAGA

RAMóN RUÍz RUÍz

ZUBELZU Y LA FINITUD DEL MUNDO

PRESENTACIóN PRESENTATION7

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GUILLERMO BALBONAUN NóMADA DE RAíZ Y vUELO

OBRAS WORKS

ENGLISH TEXTS

CURRICULUM vITAE

íNDICE INDEX

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ABRAXAS GROSSuLARIATA, 2015Tinta, pluma, lápiz conté y lepidópteros sobre papel

Ink, pen, pencil and Lepidoptera on paper65 x 100 cm

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RAmÓN Ruíz RuízConsejero de Educación, Cultura y Deporte

El patio de la Biblioteca Central de Cantabria acoge una completa e interesante exposición individual del artista reinosano Nacho zubelzu (1966) que sintetiza su trabajo de los últimos años.

Bajo el sugerente título “La tinaja de Diógenes”, zubelzu nos propone un viaje donde la naturaleza y las personas se erigen como ejes para una reflexión sobre los contex-tos tanto físicos como culturales, en los que se desarro-lla la vida humana en la actualidad.

Una amplia muestra donde el artista nos ofrece sus úl-timos trabajos creativos que revelan la madurez de su lenguaje, fruto de sus experiencias viajeras que en los últimos años le han llevado a conocer otras realidades y culturas, que se plasman en la variedad de temática y técnicas.

La exposición está integrada por más de un centenar de trabajos, entre dibujos, esculturas, instalaciones y videos, a los que incorpora una colección de objetos cotidianos de diversas partes del mundo, adquiridos por el artista en sus viajes.

Este catálogo que hoy presentamos quiere ser un testi-go fiel de esta exposición, una de las propuestas cultu-rales y artísticas más destacadas del verano.

RAmÓN Ruíz RuízRegional Minister of Education, Culture, and Sports

The patio of the Cantabrian Central Library is currently holding a complete and interesting individual exhibi-tion of Nacho Zubelzu (the artist from Reinosa born in 1966), which is a synthesis of his work in recent years.

With the thought-provoking title of “The tub of Dioge-nes”, Zubelzu suggests to us a journey on which nature and people set themselves up as axes for a reflection on both physical and cultural contexts in which human life is played out nowadays.

In this wide range of exhibits the artist presents his most recent creative work to reveal the maturity of his language. This is the result of his travel experiences that have latterly led him to get to know other cultures and situations, which manifest themselves in the variety of his themes and techniques.

The exhibition consists of over a hundred pieces of work including drawings, sculptures, installations, and videos together with a collection of everyday objects from all corners of the world that have been acquired by the ar-tist on his travels.

This catalogue which we now present aims to be a faithful representation of this exhibition, which is one of the most outstanding cultural and artistic proposals of the summer.

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La tinaja que servía de habitación a Diógenes de Sínope (412 – 323 a. C.) en Atenas da título a la exposición que este catálogo acompaña. Es una referencia a la aspiración defendida por los filósofos de la escuela cínica a la autosufi-ciencia. Vivir en una tinaja es reducir los límites de lo individual al máximo, de modo que esta austeridad desemboque en una vida satisfactoria.

El trabajo del artista Nacho zubelzu (1966) es una reflexión sobre la finitud del mundo y sobre el contexto físico y cultural en el que se desarrollan las vidas humanas. Creador con mucha experiencia viajera y un amplio trabajo sobre la naturaleza y la cultura rural, zubelzu nos propone en esta ocasión revisitar la noción de cosmopolitismo, cuyo origen también se atribuye a Diógenes. Un ideal que reúne a todos los hombres y mujeres, miembros de una comunidad mundial de carácter moral, una visión que acepta el cambio y la legitimidad de la diferencia y pone en cuestión la validez de las tradiciones y costumbres adquiridas.

zubelzu alberga la creencia de que el arte es algo íntimamente relacionado con la vida, basado en la observación, la visión, la empatía, la memoria y la in-terpretación. En su obra encontramos ecos de filosofía, antropología y arqueo-logía. Su propuesta puede tildarse de culturalista, en el sentido de que aspira a captar una esencia de lo humano, que procede de su temprano interés por las particularidades de otros pueblos y por los oficios tradicionales. Su deleite en el aspecto manual del trabajo creativo y su relación estrecha con la cons-trucción física de la obra están en el origen de sus investigaciones artísticas.

Más de un centenar de trabajos, entre dibujos, esculturas, instalaciones y el video inédito Límite, viaje, tinaja, 2015, integran la exposición, incorporando también una selección de objetos cotidianos de diversas partes del mundo.

La obra de Nacho zubelzu ofrece resultados muy plurales que obedecen a las distintas intenciones que la generan. Técnicamente es igualmente variada, yen-do desde el dibujo sobre papel a la escultura con materiales frágiles y efímeros y otros más duraderos, pasando por el video y la instalación. Su temática es amplia, desde los recuerdos autobiográficos vinculados a la economía rural de la comarca cántabra de Campoo donde reside, hasta propuestas herméticas en las que los elementos figurativos se usan como símbolos abstractos.

Utilizando algunas de las técnicas y soportes que le son característicos, tales como pintura acrílica sobre acetato, resina de poliéster o textiles cosidos, Na-cho zubelzu interpreta plástica y espacialmente la idea de límite. En las series

MóNICA ÁLVAREz CAREAGA

ZUBELZU Y LA FINITUD DEL MUNDO

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pictóricas e instalaciones de lenguaje escultórico, el límite se invoca como refu-gio personal o como un confín del pensamiento que puede ensancharse tanto como se desee, en un viaje permanente al conocimiento del Otro.

Entre ellas, la serie Estacas, 2013-2015, compuesta por veinte dibujos de tinta sobre papel que zubelzu ha creado después de arrancar postes de madera de lugares como Arlés (Francia), las Gargantas del Todra (Marruecos), Janjanbureh (Gambia) o la isla de Skye (Escocia).

El límite es protagonista en la instalación Ágora, 2015 creada, al igual que las piezas que integran la serie Muros, 2015, con cajas de cartón y envases pro-cedentes de numerosos países, recogidos por el artista durante meses como elocuentes productos de consumo, desde azucarados zumos de frutas a tristes envases de medicinas.

La importancia de la vida material se manifiesta en otra obra de gran for-mato que habla sobre el límite, en este caso lo que parece un cerramiento agrícola: Valla de vida detenida, 2015 donde se muestra al gran especialista en trampantojo que es Nacho zubelzu, el poder cautivador de sus alusiones semánticas, de sus ficciones. Sus obras en madera son en realidad delicados dibujos en plumilla que reproducen virtuosamente los surcos y vetas de las fibras de madera.

La materia es claramente simbólica en la instalación Busco un hombre, 2015 compuesta por 76 pequeñas piezas antropomórficas de plomo instaladas so-bre el muro. El plomo es una sustancia tóxica que remite al control del cuerpo y al conocimiento de sus límites. En este caso, iluminado por algunos destellos dorados que sugieren la presencia de verdad y belleza. Un nuevo homenaje a la figura de Diógenes, a su reclamación de honestidad en la vida pública, tan vigente en nuestra época como en la Atenas de la Antigüedad.

Otra celebración del individuo aparece en los dibujos de tinta, aceite de lino, betún y pan de oro de las series Retratos, 2015 y Oro parece, 2015 en donde el artista muestra los rostros de personas de todo el planeta. Rostros deshu-manizados y mascaras, que podrían parecer muñecos o sombras. Sin embargo, zubelzu solo pinta retratos de personas reales, que luego simplifica o borra parcialmente buscando lo que tienen de común con el resto de los seres hu-manos. Son retratos innominados, en ocasiones de niños y niñas encantadores, cuya alegría se representa con un toque de pan de oro, una pequeña joya que se funde con el personaje, que simboliza su valor.

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Si la tragedia individual puede ser emblema poderoso de la tragedia colectiva, el tratamiento formal de estos retratos: tamaño, tonalidad, pincelada y acaba-do persigue un efecto de neutralidad antirretórico, perfectamente logrado en las seis pinturas tituladas Bípedo implume, 2015. Fueron creadas a partir de la insatisfactoria definición de hombre que Platón propuso a Diógenes: un ani-mal que camina sobre dos patas y no tiene plumas. Podemos recordar ahora que son abundantes las ramas del conocimiento: metafísica, teología, biología, psicología, sociología, lingüística, neurología, etc que intentaron encontrar la característica esencial que distingue lo humano: la razón, la libertad, la volun-tad, la consciencia, la certeza de la muerte, el lenguaje, la cultura, la memoria, las relaciones sociales, el juego, el trabajo…

El homenaje al trabajo aparece de un modo especial en la obra de zubelzu. En La memoria del viaje, 2014–2015, la realidad, otra vez, se transforma en arte. Los útiles que nos permiten domeñar a los animales, cultivar las plantas y aprovechar los productos derivados de estas actividades reciben su reco-nocimiento. zubelzu representa de un modo elíptico, intelectualizado, la vida cotidiana, el trabajo que transforma la naturaleza circundante, que despierta la inteligencia dormida y permite subsistir a una persona y a los suyos. La vara de pastor del niño masái, el peine de telar de una mujer marroquí, la maza para tallar madera de un artesano gambiano son presentados al modo de las series tipológicas o funcionales de los museos etnográficos. Son los vestigios de nuestra vida material. Los bienes que poseemos y utilizamos acaban con-virtiéndose en parte de nosotros mismos.

zubelzu interioriza las distintas narrativas populares para la creación de un mundo chamánico personal, un mundo de imágenes y no de objetos, que se refiere siempre al estatus poético de las cosas, a la diferencia entre la luz y las tinieblas. En sus pinturas, las imágenes aparecen de forma inversa, desde de-trás del metacrilato transparente, enfatizando una cierta magia de la creación, donde intervienen las ideas de descubrimiento y revelación.

Estas obras pretenden sorprender al espectador, contradiciendo su tendencia a leerlas de un modo formalista. Funcionan por medio de la fascinación de la presencia inmediata, explotando las posibilidades de la sorpresa y el misterio. El placer mismo de la creación, subversivo, extraño, desestabilizador, carente de funcionalidad practica, es un trabajo de tipo poético, de adquisición de un cono-cimiento ontológico. Crear para conocer. Conocer para ser. El acento está en la satisfacción existencial ante la cual toda complacencia circunstancial se diluye.

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«Nuestro destino nunca es un lugar, sino una nueva forma de ver las cosas» Henry Miller

«El tiempo ha ido dejando sobre la cicatriz/su polvorienta arcilla, y es que, incluso/cuando uno ama a alguien, sobreviene el olvido».Joan Margarit

Tiene algo de renacentista artesano, de artista multidisciplinar.

Un eufemismo redundante para quien hace de todo objeto, material, paisaje, un campo minado creativo en el que transformar la inmediatez en materia prima para alumbrar caminos, reinvenciones, sendas, señales. La naturaleza le impone por raíz un mandamiento de prioridad y deslumbramiento. Y el hombre, lo fugaz, el tiempo, la revelación, es el vuelo que suma sus múltiples itinerarios. Desde los noventa, Nacho zubelzu no ha dejado de inquietar –que en su caso suele ser sinónimo de búsqueda, de interacción, de tacto y de con-moción– cuando materiales, ideas y entorno se alían cómplices al margen de imposiciones, plazos y territorios acotados.

El reinosano experimenta pero sin afectaciones ni artificios; se enroca en una permanente huida hacia adelante llevándose consigo riesgo, vértigo y ese lu-gar en el mundo que lleva adherido en su trashumante peregrinación de hier-ba, tierra y hombre. Casi toda su trayectoria es un intento de mancharse de vida y vivir manchado de tinta, barro, alambre, terciopelo, metacrilato, pétalos, huesos, papel, plástico... zubelzu esculpe la pintura y pinta los materiales y, de vez en cuando, viaja sin prisa contando ovejas y dibujando pájaros para dotar de serena contemplación tanta mirada contaminada sobre el mundo. El creador se pasea por la fragilidad y precariedad del hombre, entre el rito y el mito, sin perder nunca de vista lo antropológico que subyace en el imaginario y la memoria, el deseo y la utopía.

Es un artista eco-egologista que explora e indaga en el entorno en tiempos inanes de copia, en un presente de mundos virtuales. Es un artista de redes con textura de lana y madera que navega por cañadas, se muta en pastor de renos y se sumerge en la fauna africana como un voyeur primitivo, para convertirse en viajero de la memoria, antropólogo de la estética rural, compositor en papel

GUILLERMO BALBONA

UN NóMADA DE RAíZ Y vUELO

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siempre en tránsito. Lo suyo es rebaño y paisaje, cartografía humana y topo-grafía blanca, mientras el otro, la otredad, la geografía ajena gira alrededor de una aventura creativa, sensorial, que apela a los sentidos y a la capacidad, muchas veces olvidada, de descubrir.

Artífice de un caleidoscopio sobre la naturaleza, el particular cuaderno de campo de Nacho zubelzu (Reinosa, 1966) es fruto de la observación y la sensi-bilidad hacia el entorno. Un álbum, a modo de habitación propia, que desde los años noventa con mayor potencia y diversidad persigue interiorizar la belleza de los elementos naturales y plasmarlos de forma plástica en forma de pintu-ras, fotografías, esculturas, composiciones e instalaciones de gran formato y hasta pequeñas ilustraciones.

Premio de Artes Plásticas al Mejor Artista Cántabro, (“La Memoria Blanca”) elabora códigos, construye vocabularios, dibuja escrituras, del MAS_ a la Bi-blioteca Central, del Centro Cultural Caja Cantabria (“Fresa y Nata”), al Castillo de Argüeso.... en un estado de renovación que elude lo acomodaticio, sacude y agita la reiteración y disecciona lo formal. El enfrentamiento entre espacios ex-teriores e interiores, dualidad y simetrías, objetos duros y blandos, lo artificial y lo natural, siempre entre la figuración y la abstracción, es una incansable y ob-sesiva manifestación de nuevas perspectivas. La plumilla, el dibujo, la pintura y la escultura. Las maderas (Los escalones de Albers), lo irónico y lo conceptual, el trampantojo como diálogo provocador con el espectador.

El juego de contrarios es una de sus señas de identidad: la sutileza y el des-garro, lo delicado y lo rugoso, la naturaleza vegetal y animal. La metáfora y lo icónico como flechas que deslumbran o dañan la infancia y abren heridas en el paso del tiempo, sin espacios limitadores, entre lo natural y lo sintético.

Ha dibujado con una segadora en un campo de hierba, se ha dejado mecer por la zoología y la botánica, se ha inclinado al lado naturalista y ha establecido danzas y coreografías con los vegetales y sus formas. El propio zubelzu se ha definido postulándose como un «constructor primitivo que perpetúa la tradi-ción inmemorial y genética acumulada, con un poder primario y transformador en mi mano». Todo es resultado de itinerarios por culturas ancestrales, entre la manualidad y la manipulación, la observación y la manufactura artesana apoyada en técnicas arcaicas de construcción y ensamblaje.

Lo suyo es tejido y piel, ciclos artísticos nunca imperecederos, donde la tempo-ralidad, la provisionalidad revelan la vida y su tempo. Pero el hecho diferencial

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de zubelzu reside en que tras la acumulación, la inquietud, la diversidad de materiales, el cambio de escenarios, la imposición de lo natural no impiden la coherencia de su discurso. El tiempo y la representación, lo fugaz y lo real construyen una particular convivencia de deseos y rechazos en la que afloran la ética, el mestizaje, la exploración y un constante elogio del proceso creativo. «Quiero crear ambientes en los que el espectador se adentre con los sentidos», ha dicho en ocasiones.

zubelzu, desde las primeras a las últimas obras, al margen del soporte y el material elegido, incluso el destino de su obra o pieza, aboga por «abordar la naturaleza y reavivar los sentidos y emociones bajo una mirada efímera, crear ambientes en los que el espectador se adentre con los cinco sentidos en un juego de pesos y dimensiones».

Es obligado referir su ubicación en una generación de artistas reinosanos (Chelo Matesanz, José Luis Vicario, Pedro Carrera, José Aja) instalados en el panorama artístico nacional con intensidad y empuje al margen de las dife-rencias de ambición y proyección. Estética y poética, más allá de localismos y facilonas posturas cosmopolitas, se aúnan en este contexto en el que zubelzu se ha subrayado a través de su profundo equilibrio entre lo material y natural y la relación entre objetos y espacios. Al cabo, la grandiosidad de la naturaleza simplificada en secuencias orgánicas, blancos imposibles, texturas engañosas, paisajes de gotas, radiografías insólitas.

Su “Tubab”, su “Tinaja de Diógenes”, sus simpáticos e irónicos emoticampoos, sus acciones en la comarca remiten a un canto a la creatividad, a las formas y lo ancestral, en busca de la esencia de las cosas. Un tránsito de sensaciones que el artista fija en el dibujo plural de las tintas sobre geografías del mundo, en la mutua interacción de lo endeble y sólido, entre límites y muros, en la necesidad de expandirse, de descubrir al otro, en la representación antropomórfica, en el rostro plural y el retrato diverso como un grafiti primigenio y fundacional.

Un instante detenido entre el ritual y el mito, entre el clasicismo y la moderni-dad que siempre regresa al hombre, a la raíz y al vuelo, al trazo primario. «Es-toy tapando recuerdos y la pintura me come la existencia», confiesa zubelzu.

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16BuSCO uN HOmBRE, 2015

76 figuras de plomo y pan de oro y luz76 lead and gold figures and light

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18 TRAS LOS LímITES, 2015Pluma y tinta sobre tela y plásticoPen and ink on canvas and plastic

130 x 150 cm

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COLmENA, SEmILLERO, LA vIDA, 2015Madera y plomo Wood and lead

51,5 x 43 cm

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TODO LímITE, 2015Madera, tela elastómera, acetato, pluma y tinta

Wood, elastomeric material, acetate, pen and ink60 x 120 cm

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ESTACAS EN LA NIEvE, 2015Acrílico sobre metacrilato y aluminio

Acrylic on methacrylate and aluminum40 x 40 cm

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GANCHO, 2015Acrílico sobre acetato

Acrylic on acetate40 x 50 cm

mAS ALLÁ, 2015Madera quemada y metacrilato

Burn wood and methacrylate

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CICLO DE vIDA II, 2015Pluma, tinta sobre papel, lápiz conté y coleóptero sobre papel

Pen, ink on paper, pencil and beetle on paper45 x 43 cm

CICLO DE vIDA I, 2015Pluma, tinta, lápiz conté e himenópteros sobre papelPen, ink on paper, pencil and Hymenoptera on paper

60 x 150 cm

26 mÁS LímITES, 2014-2015Pluma y tinta sobre papel y billetes de Marruecos, Reino Unido,

Gambia, Kenia, Egipto, India, Rusia y Estados UnidosPen and ink on paper and bills of Morocco, UK, Gambia, Kenya, Egypt,

India, Russia and the United States6 piezas / works 57,5 x 7,5 cm. 1 pieza / work 56 x 7 cm

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vALLA DE vIDA DETENIDA, 2015Pluma y tintas sobre papel Canson y cartón / Pen and ink on Canson paper and cardboard

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SIN TíTuLO 2015Skay, hilo y bastidor

Skay, thread and frame73 x 73 x 7 cm

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FIGuRAS, 2014-2015Tintas y pan de oro sobre papel de esbozo / Ink and gold leaf on sketch paper

4 obras / works 58 x 42 cm

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FIGuRAS, 2014-2015Tintas y pan de oro sobre papel de esbozo / Ink and gold leaf on sketch paper

4 obras / works 58 x 42 cm

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ÁGORA, 2015Cajas de cartón de varios países, poliéster, silicona y pinturaCartons of various countries, polyester, silicone and painting

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LímITE, vIAjE, TINAjA, 2015Video 4’. Realización / Filmmaking: María zubelzu

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SERIE muROS. jANjANBuRé (GAmBIA), 2015Cajas de cartón de varios países, poliéster, silicona y pinturaCartons of various countries, polyester, silicone and painting

127 x 121 x 14 cm

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SERIE muROS. SEREkuNDA (GAmBIA), 2015Cajas de cartón de varios países, poliéster, silicona y pinturaCartons of various countries, polyester, silicone and painting

126 x 116 x 24 cm

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SERIE muROS. NAkuRu (kENIA), 2015Cajas de cartón de varios países, poliéster, silicona y pinturaCartons of various countries, polyester, silicone and painting

52 x 75 x 10 cm

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SERIE muROS. CHEFCHAuEN (mARRuECOS), 2015Cajas de cartón de varios países, poliéster, silicona y pinturaCartons of various countries, polyester, silicone and painting

61 x 67 x 10 cm

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NAIROBI, 2015Pluma, tinta y purpurina sobre poliéster

Pen, ink and glitter on polyester28,5 x 21,5 cm

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APuNTES DE kENIA, 2015Pluma y tinta sobre poliéster y acrílico

Pen and ink on polyester and acrylic4 obras / works 28,5 x 21,5 cm

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BíPEDO ImPLumE I 2015Acrílico sobre metacrilato / Acrylic on methacrylate

200 x 140 cm

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BíPEDO ImPLumE II 2015Acrílico sobre metacrilato / Acrylic on methacrylate

200 x 140 cm

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BíPEDO ImPLumE III, 2015Acrílico sobre metacrilato / Acrylic on methacrylate

200 x 140 cm

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BíPEDO ImPLumE Iv, 2015Acrílico sobre metacrilato / Acrylic on methacrylate

200 x 140 cm

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BíPEDO ImPLumE v, 2015Acrílico sobre metacrilato / Acrylic on methacrylate

200 x 140 cm

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BíPEDO ImPLumE vI, 2015Acrílico sobre metacrilato / Acrylic on methacrylate

200 x 140 cm

52 SERIE ORO PARECE,2015Aceite de lino, betún y pan de oro sobre papel

Linseed oil, bitumen and gold leaf on paper16 obras / works 24 x 18 cm

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GANCHO, 2015Acrílico sobre acetato

Acrylic on acetate40 x 50 cm

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SIN TíTuLO, 2014Acrílico sobre acetato

Acrylic on acetate4 obras / works 40 x 50 cm

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CAMPANO. LA SERENA, BADAJOz

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SERIE mEmORIA DEL vIAjE, 2014-2015Acrílico sobre acetato / Acrylic on acetate

70 x 100 cm cada uno / each one

zURRóN DE PASTOR DE PICOS DE EUROPA. PRIORO, LEóN HORNILLO PARA EL Té. BATOKUNKUN, GAMBIA

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SOPORTE PARE EL CAFé EN LA TRASHUMANCIA. AYLLóN, SEGOVIA HERRADURA DE BURRO. EL ATLAS, MARRUECOS

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BADAJO DE CENCERRO. LA LOMBA, CAMPOO DE SUSO, CANTABRIA PORRA DE ARREAR GANADO TRASHUMANTE. ANDúJAR, JAéN

SERIE mEmORIA DEL vIAjE, 2014-2015Acrílico sobre acetato / Acrylic on acetate

70 x 100 cm cada uno / each one

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PALO PARA BELDAR CACAHUETES. MAKASUTO, GAMBIA MAzA PARA TALLAR MADERA. ENDABA, GAMBIA

SERIE mEmORIA DEL vIAjE, 2014-2015Acrílico sobre acetato / Acrylic on acetate70 x 100 cm cada uno / each one

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64SOmBRAS, 2014

Tinta y aceite de lino sobre papel de esbozoInk and linseed oil on sketch paper

3 obras / works 28,5 x 21,5 cm

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RETRATOS, 2014-2015Tinta sobre papel de esbozo / Ink on sketch paper

20 obras / works 28,5 x 21,5 cm

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BAVIERAALEMANIA

ISLA SKYEESCOCIA

PROVENzAFRANCIA

AIGUAS MORTSFRANCIA

CIREzOSCANTABRIA

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IFRANEMARRUECOS

DOLOMITASITALIA

ABEJARSORIA

ALAEJOSVALLADOLID

GUADARRAMAMADRID

SERIE ESTACAS, 2014-2016Pluma y tinta sobre papel / Pen and ink on paper

102 x 33,5 cada una / each one

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MARAKENIA

BARRAGAMBIA

LOISLEóN

CAMEROSLA RIOJA

LA PROVENzAFRANCIA

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GARGANTA DEL zIz MARRUECOS

BATOKUNKUMGAMBIA

TODRAMARRUECOS

MONTE DOBRATORRELAVEGA

ARLéSFRANCIA

SERIE ESTACAS, 2014-2016Pluma y tinta sobre papel / Pen and ink on paper

102 x 33,5 cada una / each one

74 BOCARÓN, 2013Pluma y tinta sobre tela y bastidores

Pen and ink on canvas and frames150 x 150 cm

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ZUBELZU. ON THE WORLD’S FINITE NATURE

MóNICA ÁLVAREz CAREAGA

The large earthenware jar or “tub” that was home to Diogenes of Sinope (412-323 B.C.) in Athens provides the title to the exhibition featured in this catalogue. It is a reference to the aspiration defended by philosophers of the cynical school to self-sufficiency. Living in a tub is reducing what is individual to the limit in such a way that this austerity leads to a satisfactory life.

The work of the artist Nacho Zubelzu (born in 1966) is a reflection on the world’s finite nature and on the cul-tural and physical context in which human lives are pla-yed out. A widely-travelled creator who has produced a great deal of work on nature and rural culture, this time Zubelzu proposes a new look at the notion of cosmopo-litism, the origin of which is also attributed to Diogenes. This ideal brings together all men and women as mem-bers of a moral world community, a vision that accepts change and the legitimacy of difference and questions the validity of acquired traditions and customs.

Zubelzu believes that art is intimately linked to life based on observation, vision, empathy, memory, and in-terpretation. In his work we find echoes of philosophy, anthropology, and archaeology. His proposal may be branded culturalist in the sense that it aims to capture the essence of what is human; this derives from his early inter-est in the peculiarities of other peoples and in traditional trades. His delight in the manual aspect of creative work and his close relationship with the physical construction of his work constitute the origin of his artistic research.

Over one hundred pieces of work including drawings, sculptures, installations, and the unpublished video Limit, journey, tub, 2015, make up the exhibition together with a selection of everyday objects from all corners of the world.

The work of Nacho Zubelzu gives highly plural re-sults in keeping with the various intentions which ge-nerate it. Technically it is equally varied, ranging from

drawings on paper to sculpture with fragile and ephe-meral materials and also with more durable ones to vi-deos and installations. Its themes are wide and range from autobiographical memories linked to the rural economy of the Cantabrian district of Campoo where he lives to hermetic proposals in which figurative ele-ments are used as abstract symbols.

With the use of some of the techniques and me-diums that are characteristic of his work such as acrylic paint on acetate, polyester resin, or sewn textiles, Nacho Zubelzu interprets the idea of the limit both plastically and spatially. In the pictorial series and installations of sculptural language, the limit is invoked as a personal refuge or as a boundary to thought that can be wide-ned as far is desired in a permanent journey towards knowledge of the Other.

These include the series Stakes, 2013- 2015, which consists of twenty pen and ink drawings that Zubelzu has created after uprooting wooden posts in places such as Arlés (France), the Todra Gorge (Morocco), Jan-janbureh (Gambia), or the Isle of Skye (Scotland).

The limit plays a leading role in the installation Main square, 2015, which in common with the exhibits ma-king up the series Walls, 2015 was created with card-board boxes and containers from numerous different countries that the artist collected for months as elo-quent consumer products from sugary fruit juices to sad medicine containers.

The importance of material life is shown in another large-format work that speaks of the limit, in this case what appears to be an agricultural enclosure: Fence of life standing still, 2015, which shows how Nacho Zubelzu is a master at sleight of hand and reveals the captivating power of his semantic allusions, of his fic-tions. His works in wood are actually delicate pen and ink drawings that virtuously reproduce the furrows and grains of wood fibres.

Matter is clearly symbolic in the installation I’m loo-king for a man, 2015, which consists of 76 small anthro-pomorphic pieces of lead installed on the wall. Lead is

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a toxic substance that refers to control of the body and knowledge of its limits. In this case it is lit up by some golden flashes that suggest the presence of truth and beauty. This is a new tribute to the figure of Diogenes and to his call for honesty in public life, which is as valid in our own time as it was in the Athens of antiquity.

Another celebration of the individual appears in the drawings using ink, linseed oil, shoe polish, and gold leaf of the series Portraits, 2015 and It looks like gold, 2015 in which the artist shows faces of people from all over the globe. Dehumanised faces and masks, which may appear to be dolls or shadows. However, Zubelzu only paints portraits of real people, which he then sim-plifies or partially erases searching for what they have in common with the remainder of human beings. They are unnominated portraits, sometimes of charming chil-dren whose delight is represented by a touch of gold leaf, a small jewel that merges with the character and symbolises its value.

If individual tragedy can be a powerful emblem of collective tragedy, the formal treatment of these por-traits (size, tonality, brushstrokes, and finish) seeks an effect of anti-rhetorical neutrality that had been per-fectly achieved in the six paintings entitled Featherless biped, 2015. They were created from the unsatisfactory definition of man that Plato proposed to Diogenes: an animal that walks on two legs and has no feathers. We can now recall that many branches of knowledge (me-taphysics, theology, biology, psychology, sociology, lin-guistics, neurology, etc.) attempted to discover the es-sential characteristic of humans: reason, freedom, will, conscience, the certainty of death, language, culture, memory, social relations, play, work …

The tribute to Work appears in Zubelzu’s works in a special way. In The memory of the journey, 2014-2015, once more reality becomes art. The tools that allow us to tame animals, grow plants, and make use of the products deriving from these activities obtain their recognition. Zubelzu represents in an elliptical and intellectualised manner daily life, i.e. the work that

transforms the surrounding nature, which awakens dormant intelligence and allows a person and his/her family to survive. The shepherd’s staff of a Maasai boy, the reed of the loom of a Moroccan woman, and the club for carving wood of a Gambian craftsman are pre-sented in the manner of the typological or functional series of ethnographical museums. They are the vesti-ges of our material life. The assets that we possess and use end up becoming a part of ourselves.

Zubelzu interiorises the various popular narratives for the creation of a personal shaman world, a world of images and not of objects, which always refers to the poetical status of things, to the difference between light and darkness. In his paintings the images appear inversely from behind the transparent methacrylate, stressing a certain magic of the creation in which the ideas of discovery and revelation intervene.

These works aim to surprise the spectator, contra-dicting his/her tendency to interpret them in a formalist manner. They operate by means of the fascination of im-mediate presence, exploiting the possibilities of surprise and mystery. The very pleasure of creation, subversive, strange, destabilising, and lacking practical functionality, is a poetic kind of work, of the acquisition of ontological knowledge. Creating to get to know. Knowing to be. The emphasis lies in the existential satisfaction before which any circumstantial indulgence is diluted.

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A NOMAD OF ROOT AND FLIGHT

GUILLERMO BALBONA

“One’s destination is never a place but rather a new way of looking at things” Henry Miller

Time has gradually left on the scar/its dusty clay, because even/when one loves someone oblivion occurs.Joan Margarit

He has something of the Renaissance artisan, of the multidisciplinary artist.

A redundant euphemism for someone who makes of any object, material, or landscape a creative minefield in which to transform immediacy into raw material so as to shed light on roads, reinventions, paths, and signals. Nature imposes on him as a root a commandment of priority and confusion. And man, what is fleeting, time, a revelation, is the flight that brings together his multiple itineraries. Since the 1990s Nacho Zubelzu has been con-tinuously active (which for him tends to reflect a quest, an interaction, a touch, and an upheaval), when mate-rials, ideas, and the surroundings become allies beyond impositions, deadlines, and enclosed territories.

The man from Reinosa experiments but without affectation or artifice; he persists in a permanent forward flight involving risk, frenzy, and that place in the world that is inherent to his migrating pilgrimage of grass, land, and man. Almost the whole of his deve-lopment is an attempt to stain himself with life and to live stained with ink, mud, wire, velvet, methacrylate, petals, bones, paper, plastic... Zubelzu sculptures the painting and paints the materials, and from time to time travels unhurried counting sheep and drawing birds to endow with serene contemplation so many tainted glances on the world. The creator moves through the

fragility and precariousness of man, between rites and legends, without ever losing sight of the anthropologi-cal aspect that lies beneath in imagination and memory, desire, and utopia.

He is an eco-egological artist who explores and in-quires into the environment in inane times of imitation in a present of virtual worlds. He is an artist of networks with the texture of wool and wood who navigates on drovers’ roads, mutates into a shepherd of reindeer, and immerses himself in the African fauna like a primitive voyeur to become a traveller of memory, an anthropo-logist of rural aesthetics, a composer on paper who is always in transit. His thing is the flock and the lands-cape, human cartography, and blank topography, while the other, otherness, is unrelated geography that re-volves around a creative and sensory adventure which appeals to the senses and to the often overlooked ca-pacity of discovery.

The creator of a kaleidoscope on nature, the private field notebook of Nacho Zubelzu (Reinosa, 1966) is the result of his observation and awareness of his surroun-dings. An album, by way of a room of his own, which since the 1990s with growing power and diversity has been seeking to internalise the beauty of natural ele-ments and shape them in a plastic manner in the form of paintings, photographs, sculptures, compositions, and large-format installations and even small illustrations.

A winner of the Plastic Arts Prize for the Best Canta-brian Artist (’La Memoria Blanca’ - The Blank Memory), he draws up codes, builds vocabularies, draws writings, of the Modern Art Museum of Santander and Cantabria (MAS) to the Central Library, of the Caja Cantabria Cul-tural Centre (’Fresa y Nata’ - Strawberries and Cream), to the Argüeso Castle.... in a state of renovation that avoi-ds what is obliging, shakes and stirs up reiteration, and dissects formality. The confrontation between inside and outside spaces, duality and symmetries, hard and soft objects, and what is artificial and what is natural, always between imagination and abstraction, is a tireless and obsessive manifestation of new perspectives. Pen and

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ink, drawing, painting, and sculpture. The wood (“Los escalones de Albers” - The steps of Albers), what is ironic and what is conceptual, sleight of hand as a provocative dialogue with the spectator.

The play of opposites is one of his distinguishing marks: subtlety and brazenness, what is delicate and what is rough, the plant and animal kingdoms. The metaphor and what is iconic as arrows that dazzle or damage childhood and open wounds in the passage of time, without limiting spaces, between what is natural and what is synthetic.

He has drawn with a harvester in a field of grass, he has allowed himself to be soothed by zoology and bo-tany, he has tended towards the side of nature, and has established dances and choreography with plants and their shapes. Zubelzu has defined himself as a “primiti-ve builder who perpetuates immemorial tradition and accumulated genetics, with a primary transforming power in my hand”. Everything is the result of itine-raries owing to ancestral cultures, between manuality and manipulation, and observation and artisan manu-facture supported by archaic techniques of construc-tion and assembly.

His field is tissue and skin, never eternal artistic cy-cles, in which temporariness and provisionalness reveal life and his times. But the differential fact of Zubelzu lies in the fact that after the accumulation, the activity, the diversity of materials, the changing of scenes, and the imposition of what is natural do not prevent the cohe-rence of his discourse. Time and representation and what is fleeting and what is real build a private coexistence of desires and rejections in which ethics, miscegenation, exploration, and a constant praise of the creative pro-cess emerge. “I want to create atmospheres which the spectator penetrates with the senses”, he has said on occasion.

From his earliest to his latest works, beyond the medium and the material chosen, even the destiny of his work or exhibit, Zubelzu advocates “approaching nature and reviving senses and emotions with a flee-

ting glance, creating atmospheres that the spectator penetrates with the five senses in a game of weights and dimensions”.

We cannot but refer to him as part of a generation of artists from Reinosa (Chelo Matesanz, José Luis Vica-rio, Pedro Carrera, José Aja) established on the Spanish artistic scene with intensity and drive and foreign to differences in ambition and dissemination. Aesthetics and poetics, beyond localisms and trite cosmopolitan positions, come together in this context in which Zube-lzu has strengthened himself through his profound ba-lance between what is material and what is natural and the relation between objects and spaces. In the end the grandiosity of nature is simplified into organic sequen-ces, impossible targets, misleading textures, landsca-pes of drops, and unusual X-rays.

His ‘Tubab’, his ‘tinaja de Diógenes’ (tub of Dioge-nes), his amusing and ironic huge physical emoticons or emoticampoos, and his local activities refer to a song to creativity, to forms, and to what is ancestral in a quest for the essence of things. A passage of sensa-tions that the artist fixes in the plural drawing of inks on geographies of the world, in the mutual interaction between what is feeble and what is solid, between li-mits and walls, in the need to expand, to discover the other, in anthropomorphic representation, in the plural face and the diverse portrait as primitive and founda-tional graffiti.

An instant frozen between ritual and legend, bet-ween classicism and modernity, that always returns to man, to the root and the flight, to the primitive trace. “I am concealing memories and painting eats up my existence”, Zubelzu confesses.

81REINOSA, 1966

NACHO ZUBELZU

EXPOSICIONES INDIvIDuALES SOLO EXHIBITIONS

2014 Trashumancias, Galería Robayera, Miengo, Cantabria. *Tubab, Palacete del Embarcadero, Santander.Sombras de vida, Galería Estela Docal, Artesantander.

2013 Trashumancias, Asociación Trashumancia y Naturaleza,Pabellón Villanueva Jardín Botánico de MadridTrashumancias, Galería Guillermina Caicoya, Artesantander.

2012 Maderable, Suano, Cantabria.

2008 De montañas mágicas, Castillo de Argüeso, Argüeso, Cantabria.2007 Fresa y nata, Obra social Caja Cantabria, Santander. *Maderable, Centro Cultural Caja Burgos, Burgos.

2006 Diputación Provincial Guadalajara. 

2005 La memoria blanca, Sala Exposiciones Náutica, Gobierno de Cantabria, Santander. *Mercado del Este, Santander.Hospital Marqués de Valdecilla, Santander.

2003Desde las montañas, Galería Evelio Gayubo, Valladolid.

2002 Un orden, Galería Pilar Mulet, Madrid. *

2001 Galería Didáctica, San Vicente de la Barquera, Cantabria. *

2000 El puente de la visión, Museo de Bellas Artes, Santander. *Museo Jesús Otero, Santillana del Mar, Cantabria. *

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1999 La Casona, Reinosa, Cantabria.

1998 Casa de Cultura Llanes, Asturias.

1996 Maderable, Asamblea Regional de Cantabria, Santander. *

 

EXPOSICIONES COLECTIvAS (Selección desde 2000) GROUP EXHIBITIONS (Selected from 2000)

2015 El claro en el bosque, Ministerio Asuntos Exteriores Gobierno de España y Gobierno de Cantabria, La Vidriera, Maliaño, Cantabria y Castillo de Argüeso, Argüeso, Cantabria. *

2014 El claro en el bosque, Ministerio Asuntos Exteriores Gobierno de España y Gobierno de Cantabria, Art Beijing, Pekín e Instituto Cervantes, Tokio. *

2010 Galería Guillermina Caicoya, Artesantander. *

Otra forma de contar, Colección Obra Social Caja Cantabria, Castillo de Argüeso, Cantabria.

2007 Galería Siboney, Artesantander. *

2006 Barakarte, Instalación, CIS, Baracaldo, Vizcaya.

Gregorio Prieto, Caja Madrid. Madrid.

2005 Jardín de formas, Ayuntamiento de Piélagos.

Jardín de los Bustamante, Renedo de Piélagos, Cantabria.

2003 Celestino Cuevas Way, Galería Siboney, Santander. * Itinerante Premio Caja España Escultura León, Burgos, Valladolid y Palencia.

2002 V Bienal de Pintura Ciudad de Albacete, Exposición Internacional de Artes Plásticas Valdepeñas, Ciudad Real.

2001 Generación 2001, Caja Madrid Itinerante, Seleccionado Pintura. *X Certamen Pintura Iberdrola, Diputación de Badajoz.

2000 Generación 2000, Caja Madrid, Real Jardín Botánico Madrid. Itinerante Barcelona, Sevilla, Valencia y Valladolid, Seleccionado Pintura y Escultura. *Mil dimensiones. Santillana del Mar y Comillas, Cantabria. *IX Bienal de Oviedo. Museo de Bellas Artes. Oviedo, AsturiasMiradas simultáneas. Museo de Bellas Artes Santander y Sala Luz Norte, Santander. *

PREmIOS Y BECAS (Selección) AWARDS AND GRANTS (Selected)

2014 Finalista Premios Goya al mejor Corto Documental.

2011 Primer Premio Cabuérniga de Investigación sobre Culturas Rurales, Cabezón de la Sal, Cantabria.

2005 Segundo Premio Antonio del Rincón. Diputación Provincial de Guadalajara.

2004 Premio Artes Plásticas “Mejor Artista Cántabro”. Gobierno de Cantabria. Primer Premio Dibujo Antonio Revelles, Colmenar Viejo.

2003 Finalista II Bienal Internacional de Dibujo Josep Amat, Sant Feliu de Guixols, Girona.

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2002 Mención de Honor Premio Caja España Pintura.

2001 Primer premio del II Certamen de Pintura Lino Casimiro Iborra, Santoña, Cantabria.Mención de Honor, Certamen de Pintura “Gutiérrez Solana”, Gobierno Cantabria.

1999 Beca de Artes Plásticas, Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria.Tercer Premio de Escultura “Jesús Otero”, Consejería de Cultura, Gobierno Cantabria.   Primer Premio XII Concurso de Pintura “Casimiro Sainz”, Reinosa, Cantabria.

1998 Mención de Honor XXI Concurso de Pintura “Casimiro Sainz”, Reinosa, Cantabria.

1994 Primer Accésit Premio Antonio López, Tomelloso, Ciudad Real. Primer Premio de Dibujo Antonio del Rincón, Diputación Provincial, Guadalajara.

1991Primer Premio de Pintura y de Escultura, Reinosa, Cantabria.

EXPERIENCIA DOCENTE / TEACHING EXPERIENCE

2014El cuaderno de viaje, Dibujando en Gambia, Naturalmente Viajes.2012El dibujo naturalista y el cuaderno de Campo: deAltamira a Doñana, Universidad Internacional Menéndez Pelayo, UIMP, Sevilla.

2010

El dibujo naturalista y el cuaderno de Campo: de Altamira a la Magdalena, Universidad Internacional Menéndez Pelayo, UIMP, Santander.

2009La ilustración del Cuaderno de Campo. Facultad de Educación, Universidad de Cantabria.

PERFORmANCES Y víDEOS PERFORMANCES AND VIDEOS

2014Rodolfo Montero y Nano Montero, La Cueva Encendida, Palamont Pictures.Trashumancia, Documental.Tubab, Documental en Gambia.

2013 Performance Yo no soy. Exposición Berlín20:09 PM. Rául Lucio. Casyc Up, SantanderPerformance Bienal de Rabel. Castillo de Argüeso. Argüeso, Cantabria.

2012 Tránsito, Performance Alto Campoo, Cantabria.

(*) Catálogo / Catalogue

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La tinaja que servía de habitación a Diógenes de Síno-pe (412 – 323 a. C.) en Atenas da título a la exposición que este catálogo acompaña. Es una referencia a la as-piración defendida por los filósofos de la escuela cínica a la autosuficiencia. Vivir en una tinaja es reducir los límites de lo individual al máximo, de modo que esta austeridad desemboque en una vida satisfactoria. El trabajo del artista Nacho zubelzu (1966) es una re-flexión sobre la finitud del mundo y sobre el contexto físico y cultural en el que se desarrollan las vidas huma-nas. Creador con mucha experiencia viajera y un am-plio trabajo sobre la naturaleza y la cultura rural, zube-lzu nos propone en esta ocasión revisitar la noción de cosmopolitismo, cuyo origen también se atribuye a Diógenes. Un ideal que reúne a todos los hombres y mujeres, miembros de una comunidad mundial de ca-rácter moral, una visión que acepta el cambio y la legi-timidad de la diferencia y pone en cuestión la validez de las tradiciones y costumbres adquiridas. zubelzu alberga la creencia de que el arte es algo ín-timamente relacionado con la vida, basado en la ob-servación, la visión, la empatía, la memoria y la inter-pretación. En su obra encontramos ecos de filosofía, antropología y arqueología. Su propuesta puede tildar-se de culturalista, en el sentido de que aspira a captar una esencia de lo humano, que procede de su tempra-no interés por las particularidades de otros pueblos y por los oficios tradicionales. Su deleite en el aspecto manual del trabajo creativo y su relación estrecha con la construcción física de la obra están en el origen de sus investigaciones artísticas.Más de un centenar de trabajos, entre dibujos, escultu-ras, instalaciones y el video inédito Límite, viaje, tina-ja, 2015, integran la exposición, incorporando también una selección de objetos cotidianos de diversas partes del mundo.La obra de Nacho zubelzu ofrece resultados muy plu-rales que obedecen a las distintas intenciones que la generan. Técnicamente es igualmente variada, yendo desde el dibujo sobre papel a la escultura con materiales

frágiles y efímeros y otros más duraderos, pasando por el video y la instalación. Su temática es amplia, desde los recuerdos autobiográficos vinculados a la economía rural de la comarca cántabra de Campoo donde reside, hasta propuestas herméticas en las que los elementos figurativos se usan como símbolos abstractos.Utilizando algunas de las técnicas y soportes que le son característicos, tales como pintura acrílica sobre acetato, resina de poliéster o textiles cosidos, Nacho zubelzu interpreta plástica y espacialmente la idea de límite. En las series pictóricas e instalaciones de len-guaje escultórico, el límite se invoca como refugio per-sonal o como un confín del pensamiento que puede ensancharse tanto como se desee, en un viaje perma-nente al conocimiento del Otro. Entre ellas, la serie Estacas, 2013- 2015, compuesta por veinte dibujos de tinta sobre papel que zubelzu ha creado después de arrancar postes de madera de lugares como Arlés (Francia), las Gargantas del Todra (Marruecos), Janjamburé (Gambia) o la isla de Skype (Escocia).El límite es protagonista en la instalación Ágora, 2015 creada, al igual que las piezas que integran la serie Mu-ros, 2015, con cajas de cartón y envases procedentes de numeroso países, recogidos por el artista durante meses como elocuentes productos de consumo, desde azucara-dos zumos de frutas a tristes envases de medicinas. La importancia de la vida material se manifiesta en otra obra de gran formato que habla sobre el límite, en este caso lo que parece un cerramiento agrícola: Valla de vida detenida, 2015 donde se muestra al gran especia-lista en trampantojo que es Nacho zubelzu, el poder cautivador de sus alusiones semánticas, de sus ficcio-nes. Sus obras en madera son en realidad delicados dibujos en plumilla que reproducen virtuosamente los surcos y vetas de las fibras de madera. La materia es claramente simbólica en la instalación Busco un hombre, 2015 compuesta por 76 pequeñas piezas antropomórficas de plomo instaladas sobre el muro. El plomo es una sustancia tóxica que remite al

MóNICA ÁLVAREz CAREAGA

NACHO ZUBELZU Y LA TINAjA DE DIóGENES