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periodicoelindependiente @independientesv [email protected] 2264-8656 Del 28 de mayo al 3 de junio de 2020 EDICIÓN 919 Precio:$0.25 MULTIMEDIA EL INDEPENDIENTE SAN SALVADOR, EL SALVADOR www.elindependiente.com.sv E-mail: [email protected] Página 2 SUMISOS DIGITALES DE LOS CIUDADANOS MEDIÁTICOS A LOS MONITORIZADOS DE LOS CIUDADANOS MEDIÁTICOS A LOS MONITORIZADOS "Hay un lugar donde hubo dere- chos y ahora perplejidad: el de los ciudadanos en el capitalismo global y electrónico. ¿A quién le importamos los ciudadanos? Nuestras opiniones y comporta- mientos, capturados por algorit- mos, quedan subordinados a cor- poraciones globalizadas. El espa- cio público se vuelve opaco y lejano. La desciudadanización se radicaliza, mientras algunos secto- res se reinventan y ganan batallas parciales”. Néstor Raúl García Canclini

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Del 28 de mayo al 3 de junio de 2020EDICIÓN 919

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Página 2

SUMISOS DIGITALESDE LOS CIUDADANOS MEDIÁTICOS A LOS MONITORIZADOSDE LOS CIUDADANOS MEDIÁTICOS A LOS MONITORIZADOS

"Hay un lugar donde hubo dere-chos y ahora perplejidad: el de los ciudadanos en el capitalismo global y electrónico. ¿A quién le importamos los ciudadanos?

Nuestras opiniones y comporta-mientos, capturados por algorit-mos, quedan subordinados a cor-poraciones globalizadas. El espa-cio público se vuelve opaco y lejano. La desciudadanización se radicaliza, mientras algunos secto-res se reinventan y ganan batallas parciales”.

Néstor Raúl García Canclini

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éstor Raúl García Canclini escribió recientemente su libro: "Ciudadanos reempla-

zados por algoritmos" y en estos tiempos en donde la tecnología nos ha superado, es urgente, válido y muy necesario entender realmente lo que está pasando. En El Salvador sólo presencia-mos las grandes trifulcas cibernéticas en redes sociales, desde lo más sublime a lo más perverso y odioso. ¿Pero qué es lo que está pasando en este ámbito? Es necesario reflexio-nar sobre ello con los más autorizados en estos temas. En esta oportunidad ofrecemos framentos del libro mencionado y la oportunidad que usted pueda leerlo completo en nuestro sitio web: http://www.elindependiente.sv/

Dice el maestro Canclini que: "Hay un lugar donde hubo derechos y ahora perplejidad: el de los ciudadanos en el capita-lismo global y electrónico. ¿A quién le importamos los ciuda-danos? Muchos partidos y sindicatos parecen reducirse a cúpulas que se distribuyen prebendas. Desde la expansión de la videopolítica, la televisión canaliza quejas y críticas sociales a los gobernantes tratándonos como espectadores. Las redes prometen horizontali-dad y participación, pero suelen generar movimientos de alta intensidad y corta duración".

"Nuestras opiniones y compor-tamientos, capturados por algoritmos, quedan subordina-dos a corporaciones globaliza-das. El espacio público se vuelve opaco y lejano. La desciudadanización se radicali-za, mientras algunos sectores se reinventan y ganan batallas parciales: por los derechos humanos, por la equidad de género, contra la destrucción ecológica, etc. Pero los usos neoliberales de las tecnologías mantienen y ahondan las desigualdades crónicas del capitalismo. ¿Qué alternativas tenemos ante esta desposesión? ¿Disidencias, hackeos? ¿Cuál es el lugar del voto, esa relación entre Estado y sociedad repro-gramada por las tecnologías y el mercado, cuyo valor es cuestio-nado por movimientos sociales independientes?", sostiene García Canclini.

A continuación fragmentos de su libro "Ciudadanos reempla-zados por algoritmos":

De los ciudadanos mediáticos a los monitorizados

Ciertas formas clásicas de ser ciudadano fueron deshabilitadas

por el poder mediático. Necesi-tamos recorrer brevemente esta etapa para luego evaluar en qué grado la sustracción –o reinven-ción– de poderes de la ciudada-nía es atribuible a las redes sociodigitales. A quienes nos formamos en la segunda mitad del siglo __ el liberalismo nos contó que la ciudadanía era algo que se tenía y se ejercía por pertenecer a una comunidad que habitaba un territorio. Haber nacido en Argentina, Brasil o Francia daba derechos de habitar y circular por esos países, educarse, trabajar y relacionarse con los demás ciudadanos y con los extranjeros de acuerdo con leyes naciona-les. Se suponía que esos dere-chos eran garantizados por gobiernos, partidos políticos y sindicatos, en los que se podían disputar los cambios necesarios. Esa idea de la ciudadanía como ejercicio universal para partici-par en la gestión de los bienes comunes ha sido cuestionada por la exclusión de las comuni-dades indígenas o su asimila-ción forzada y los lugares restringidos para quienes podían ser ciudadanos, notoriamente las mujeres que no votaban en la mayoría de los países hasta mediados del siglo __ y aún en el actual reciben sitios mínimos (Álvarez 2019). A estas de_ciencias graves se añadieron en los países latinoamericanos frecuentes golpes militares que cancelaban la vida democrática (aunque se vivía como interrup-ciones luego de las cuales podíamos imaginarnos de nuevo como ciudadanos).

En las últimas décadas dejaron de repetirse los golpes, pero otros procesos fueron quitando convicción al liberalismo político y su visión de la democracia. Los responsables de gobernar, incapaces de asegurar los derechos (y a menudo cómplices de fuerzas ilegales que los vulneran) desactivan la participación política que los impugna. En las zonas más violentas y descon-troladas, despliegan acciones militares que anulan derechos humanos y agreden violenta-mente a las redes ciudadanas que los de_enden. Distorsionan los métodos democráticos, como las elecciones y los recursos judiciales (el Brasil de Bolsonaro o el chavismo en Venezuela) y militarizan zonas de la vida social.

Videopolítica: ¿incluye, excluye o calma?

El avance de los medios tiene resultados divergentes para los ciudadanos: expande y a la vez neutraliza la participación

social. Cuando la televisión se convirtió en protagonista de la comunicación y desplazó a la prensa, creó la videopolítica: los debates y la formación de la opinión pública pasaron de las plazas y las calles a las panta-llas. Los políticos se fueron alejando de sus votantes y los aparatos partidarios perdieron su poder mediador entre las demandas ciudadanas y los gobiernos. En Chile y Uruguay, donde los partidos mantienen capacidad de intermediación, preservan papeles signi_cativos en las disputas políticas; en Argentina, Colombia y otros países su fragilidad los volvió dependientes de los dispositivos mediáticos. En 1991 escribía Oscar Landi: “En términos generales, la videopolítica parece posibilitar el desarrollo de partidos de bajo tono ideoló-gico, de agregación pragmática, de reivindicaciones e intereses –lo que se conoce como ‘catch-all parties’– ya sea por transformación de los preexis-tentes o por la emergencia de otros nuevos sobre la base de la con_abilidad despertada por ciertos líderes o estéticas políticas” (Landi 1991, 5).

La estética está al servicio de una recon_guración sociocultu-ral: “un Presidente con buen contacto con la gente, amigo de artistas y deportistas, que es imitado por humanistas y él mismo imita diversas identida-des sociales, unido a la buena construcción de la agenda por ciertos comunicadores, constitu-yen entonces el juego central del verosímil cultural menemis-ta” (Ibid., 6).

Afectos, representaciones y simulacros siempre vinieron enlazados en las acciones de los gobernantes, también en las protestas escritas y los actos callejeros, pero se remodularon en la propaganda televisiva, las mesas de debate y los shows. ¿Qué importan en estos pactos afectivos y económicos de comunicadores y políticos las protestas sociales? Las marchas de manifestantes subsisten, aunque los medios suelen hablar de ellas casi únicamente cuando perturban la vida urbana o las actividades económicas más rentables.

Las reglas del espectáculo televisivo reconstruyeron el sentido de la política. El ciuda-dano telespectador está disponi-ble para el acontecimiento más que para el discurso: en vez de argumentos razonados o progra-mas partidarios espera indivi-duos excepcionales, confía en héroes que acaben con las prebendas de los funcionarios

(de Collor a Bolsonaro) o emblematicen la posible supera-ción del trabajador de sus privaciones de clase (Lula). El clásico estudio de Landi perci-bió en Brasil en los años ochenta esta remodelación de vínculos de con_anza entre ciudadanos y poder, cuando caían la credibilidad de los partidos y el protagonismo de la cultura letrada.

Pero acaso la teatralización, la ritualidad que exalta y solemni-za a individuos, líderes, incluso lo carnavalesco ¿no formaron parte durante siglos de la acción política? ¿Vamos a olvidar el poder del receptor ante la pantalla, que creció desde que la oferta televisiva se distribuye en canales abiertos y de paga, y que aun en los programas de _cción o parodia hacia los políticos discierne entre el goce por la puesta en escena y los hechos que lo afectan? Las descodi_caciones variadas en las lecturas de televidentes se amplían hoy con las pequeñas pantallas interactivas, los memes sarcásticos junto a las noticias que da un medio y las oportunidades de confrontarlas con otros. Sin embargo, ser espectadores activos o usuarios prosumidores no es sinónimo de ser ciudadanos. Para llegar a una visión más compleja de estos pactos entre medios, redes

y nuevas ecologías sociocultura-les, exploremos direcciones escondidas en las que las industrias culturales vienen recon_gurando la escena pública, los procedimientos de interpelación y las interacciones habilitadas –o canceladas– a las audiencias o usuarios. La posibilidad de quién y cómo puede llegar a los _ujos infor-máticos, comprenderlos y actuar respecto de ellos depende de cambios estructurales en las alianzas entre comunicadores, actores políticos y económicos; no sólo se deben considerar los recursos individuales para tener canales de pagos (hoy banda ancha y dispositivos con alta capacidad de conexión y aplicaciones), sino también se tienen que comprender los objetivos de nuevos actores comunicacionales, la dinámica de la concentración tecnodigital, quiénes y en qué áreas o circui-tos reúnen las condiciones para intervenir con e_cacia.

Los medios masivos convirtie-ron en sentido común global la tendencia neoliberal que trans_rió funciones clave de los Estados nacionales –gobernar la economía y las comunicaciones, gestionar lo que entra y sale de cada país– a organismos y corporaciones internacionales.

N

MÁS QUE PERIODISMO Entorno Del 28 de mayo al 3 de junio de 20202

CIUDADANOS REEMPLAZADOS POR ALGORITMOS

SUMISOS DIGITALES

Néstor Raúl García Canclini es un escritor, profesor, antropólogo y crítico cultural argentino. Desde 1976 reside en la ciudad de México. Tras doctorarse en Filosofía este connotado científico social se doctoró en la Universidad de París. Ejerció la docencia en la Universi-dad importantes universidades del mundo.

Lea este libro en:http://www.elindependiente.sv

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Editorial 3MÁS QUE PERIODISMODel 28 de mayo al 3 de junio de 2020

Así el africano mezclándose con soldados de Cortés acabó contagiándoles desatando un nexo epidemiológico infernal que llegaría hasta El Salvador en su camino hacia Suramérica. La mortandad entre indígenas por viruela se calcula en millo-nes.

En el 2020 Estados Unidos y Brasil son los países donde más casos de coronavirus19 hay en el continente. América se ha vuelto el epicentro de la pande-mia. En estos países sus presi-dentes tienen en común el haber minusvalorado la enfermedad pesar de haber tenido tanto del gobierno chino como de sus propias agencias de seguridad información temprana de lo que pasaba en Wuhan, China. De allí que ambos sean un buen ejem-plo para deducir que clase de racismo encontramos en el COVID19.

Una vez evidenciados como ignorantes por el impacto de la enfermedad Trump y Bolsonaro decidieron para no volverse más

impopulares privilegiar la libertad económica sobre la salud. Sabedores que los sectores donde se ha cebado desproporcionadamente la enfermedad son afroamericanos e hispanos y, cómo no, indíge-nas. ¿Bien podrían arriesgarse abanderar la reapertura econó-mica temprana para salvar su pellejo político?

La información es poder. Los muertos se reparten así: en NYC la mayor cuota la llevan hispa-nos, en otros estados de EE.UU. afroamericanos salvo Arizona, Utah o Nuevo México donde las principales víctimas son indios Navajos. En Brasil son también comunidades negras que han sufrido mayor cantidad de muertos.

¿Por qué? Porque si interpreta-mos el conocimiento, aunque se mantenga la cuarentena por su condición preexistente estas minorías están condenadas a morir. Las enfermedades crónicas que padecen estas comunidades como diabetes o

cardíacas las hacen más propen-sas a sufrir o morir por COVID19 que los blancos.

Y ¿por qué son más propensas unas personas de otras? Debido al sistema de vida que los empuja a comer grasas, azucares y sal (comida chatarra) en su dieta. También está el sistema económico: solo el 20% de trabajadores afroamericanos y 16% de hispanos podrían trabajar desde su casa. Teniendo empleos (negros e hispanos) menos calificados a la mayoría salir a trabajar para la comida y pagar alquiler no es una opción es obligatorio exponiéndose así a ser contagiados más rápida-mente. Este mismo sistema económico deja desprotegida la salud. No teniendo acceso a estos beneficios sociales son los que más mueren en EE.UU. ¿Y en Brasil? La explicación es corta y no es comunista: la desigualdad social que crea ciudadanos de segunda o tercera categoría así como la brecha entre ricos y pobres condena a morir a negros y amenaza a las

etnias indígenas brasileñas. Una medida reciente del gobierno Bolsonaro para ocultar la desigualdad médica elimina la raza de los informes de los contagiados o muertos por COVID19. ¿Debe entonces sorprendernos que Trump y Bolsonaro dos supremacistas blancos confesos (el virus chino llaman ambos al COVID19) relativicen la enfermedad y urjan volver a la actividad económica ya que después de todo los que mueren son negros o hispanos pobres? Juzgue usted.

Corolario: En la ley Transitoria de Emer-gencia y Regreso a la Actividad Laboral que aprobó la Asamblea Legislativa salvadoreña al amparo de ANEP y que el presidente Bukele dijo que vetaría se incorpora el derecho en caso de contraer COVID19 a poder ser ingresado -si se tienen recursos económicos- en hospitales privados. Aquí un

ejemplo de lo que escribíamos arriba: salvar ricos de ser mezclados con pobres en un sistema sanitario malo por haber sido expoliado por décadas por los partidos que las élites económicas financian. Hay un error en todo esto. Pensar que en la nueva normalidad pos pande-mia el sistema económico cambiara. No va cambiar nada. La pandemia ha dejado en evidencia que la economía actual no sirve para las mayorías pobres ni en EE.UU. Brasil o El Salvador y, visto lo visto, las elites de renta alta al grito de libertad ya demostraron que no darán un paso atrás en su lógica de sociabilizar perdidas y privatizar ganancias.El COVID19 no discrimina. Pero ha puesto en certidumbre que el sistema que se disfraza como libre empresa sí, ya que ante cualquier desgracia, dejará morir a los más pobres.

Por: Marvin Aguilar (Antropólogo salvadoreño)

Carolina Vásquez Araya

l tiempo transcurre y seguimos sumidos en una total incertidum-bre.

El confinamiento impuesto para controlar la peor pandemia de la historia moderna ha cercenado de tajo nuestras libertades esenciales, cercándonos con un muro de imposiciones surgidas desde centros de poder, los mismos que hace apenas unos meses eran objeto de fuertes manifestaciones de protesta a lo largo y ancho del planeta.

A decir verdad, el ataque de este virus desconocido y aparente-mente indestructible ha venido a crear un estado de impunidad muy conveniente para aquellos gobiernos que hasta no hace mucho vacilaban en la cuerda floja. Esto, sin embargo, no es nuevo; las tragedias y catástro-fes naturales o no, han servido siempre como excusa para facilitar el acceso a mecanismos extremos de poder político a

individuos y grupos cuyo desempeño, tarde o temprano, les hubiera costado la pérdida de autoridad.

Nuestra realidad se ha reducido de pronto a callar y obedecer, no importa cuán desatinadas sean las órdenes superiores dictadas e impuestas por medio del miedo y la represión. En la mayoría de nuestros países, a la población se la acorrala y reduce a una obediencia humillante mediante la fuerza de las armas, con ejércitos patrullando las calles y policía agrediendo sin compa-sión a los más pobres, premuni-dos de una autoridad capaz de transformar en delito actos tan elementales como la búsqueda de medios para sobrevivir. De modo inexplicable, el simple hecho de salir de casa es hoy un acto subversivo merecedor de un castigo ejemplar; y, aun cuando el confinamiento sea una medida acertada y necesaria para detener la pandemia, el modo de imponerlo ha significa-do, en muchos países, la aboli-

ción –mediante la violencia- de derechos garantizados por la Constitución y las leyes.

Callar y obedecer parece ser la consigna del momento. Por un razonamiento lógico (detener los contagios y evitar la pérdida de vidas humanas) se mantiene a la ciudadanía incapacitada para disentir y se la deja a merced del criterio de otros, quienes decidirán su vida y su futuro. En realidad, y fuera de toda lógica, los sectores más poderosos, es decir, esos “otros” que han atrapado el poder mediante la corrupción y el pillaje, han logrado el estatus soñado: tener a la sociedad en un puño.

Si hay algo más peligroso que un virus mortal, es el miedo y la desinformación, capaces de anular la capacidad de las personas para retomar las riendas de su libertad y decidir sobre su vida. Callar y obedecer es hoy y ha sido siempre una mordaza amarga impuesta a lo largo de la historia. Es un

precepto capaz de debilitar de golpe las bases de las democra-cias incipientes y largamente anheladas por los pueblos latinoamericanos, tras innume-rables golpes de Estado y atentados constantes contra los derechos humanos, políticos y económicos.

Callar y obedecer es lo que ha incapacitando a grandes sectores por medio de la explotación y la pobreza, impidiéndoles acceder al conocimiento y transforman-do las leyes en instrumentos propicios para obstaculizar su derecho a la participación ciudadana, activa y consciente.

Callar y obedecer es la anti democracia por excelencia y el virus la impone con todo su poder letal, amparándose en el miedo a la muerte, pero, sobre todo, en esa sensación de impotencia ante la capacidad de otros para apoderarse de nuestro destino. El silencio y la obediencia, después de todo, son producto de esa larga secuencia de abusos a los cuales estamos tan acostumbrados como para seguir eligiendo a lo peor de la oferta política para administrar nuestro presente y empeñar, con total descaro, nuestro futuro.

l cronista Bernal Díaz del Castillo en su Historia Verdadera de la Conquista de

la Nueva España (México) sostiene que la viruela fue lo que mató a las pobla-

ciones indígenas en nuestras tierras (la otra sería el sarampión) ayudando de

esta forma a la invasión española. Llegó en 1520 al continente, la trajo un

esclavo negro del barco de Pánfilo Narváez, que traía el encargo de capturar vivo o

muerto a Hernán Cortés.

ECOVID-19 UN VIRUS CHAUVINISTA

CALLAR Y OBEDECER

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4 MÁS QUE PERIODISMO Opinión Del 28 de mayo al 3 de junio de 2020

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SEMANARIO DE INFORMACIÓNY ANÁLISIS...

MÁS QUE PERIODISMO

PULSO INTER ÓRGANOS

Sergio Del Águila*

ntre el bombardeo de información sea declaraciones, entre-vistas, mensajes y campañas con

frecuencia se lee y se escucha de boca de funcionarios, técnicos y comunicadores, decir distanciamiento social, cuando en realidad lo que la pandemia del Covid-19 obliga es al distanciamiento físico, dejar dos metros frente al otro.

Pareciera sin importancia hacer apuntes sobre el uso del concep-to, pero en este caso cambiar el uno por el otro evidencia desde desconocimiento hasta una mala intencionalidad de tergiversar y abastraer, al distanciamiento social en su dimensión de categoría de las Ciencias Psicológicas.

La Psicología Social marxista define a la distancia social, que nada tiene que ver con la distancia geográfica o espacial, en el que el concepto distancia está vinculado con diferencias políticas, económicas, culturales y de diverso tipo, que se produ-cen entre grupos sociales de hombres y mujeres que interac-túan.

Según los estudios de un conjunto de autores, encabeza-dos por A. Leontiev y K.K. Platonov estas diferencias, son producto de la distancia social impuesta; se visualizan en el sistema de estereotipos sociales y cuanto más negativas son las

ideas de un grupo sobre otro, más intensa es la percepción de exclusión. El uso del término de distancia social ha devenido en la práctica y manejo como la distancia de clase que separa a personas, el refrán clásico “juntos pero no revueltos” –usado por algún vocero empresarial en marzo pasado– y otras conductas a manera de ejemplos, reflejan que se practica una permanente separación.

La más dramática es la exclu-sión económica, la distancia entre hombres y mujeres por su nivel a acceso al trabajo, a la riqueza y bienestar y, por lo tanto a las facilidades que solo disfrutan ciertos grupos con poder adquisitivo, pero que mantiene fuera a una inmensa mayoría como la que vive en Guatemala.

La pregunta es si hay intencio-nalidad en tergiversar el verda-dero sentido del concepto de distanciamiento social, sea latente o manifiesta, o si se trata de algún desconocimiento que –no porque se busque polarizar– sino porque pretenden hacer creer que no se vive en una sociedad antagónica, pero donde la clase burguesa pone la pauta para aumentar las distan-cia social.

La Psicología Social burguesa ha creado métodos para mante-ner y aumentar la distancia social entre grupos de seres humanos, aunque tengan intereses comunes, como por

ejemplo los sistemas de educa-ción en nuestro sistema capita-lista: la enseñanza formal es pública para pobres y privada para ricos, o capas medias con recursos. Los adinerados y ricos viven bien lejos de los barrios de trabajadores, tienes sus clubes exclusivos, etcétera.

Otra práctica para mantener y aumentar la distancia social está vinculada a la imposición de estereotipos sociales. En Guatemala, como en el conti-nente, la idiosincrasia popular ha estado impregnada por el pensamiento burgués que pinta a los oprimidos como perezo-sos, ignorantes, abusivos, “choleros”.

El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, de manera arbitraria, sin piedad, se ha apropiado para sí las dos palabras “distanciamiento social” y pone entre paréntesis “distanciamiento físico”, como si lo uno es lo otro. Claro que lo hace con fines prácticos y se refiere a la medida para desace-lerar los contagios por coronavi-rus a nivel local, nacional y mundial, es decir mantener un espacio entre personas.

Llama la atención el hecho de que se recomiende el no contac-to con grupos y evitar concen-traciones, más otras afirmacio-nes como que las personas se tengan que acostumbrar a convivir con el coronavirus por meses o años, lo cual nos obligará al aislamiento perma-

nente. Me suena a que buscan evitar que discuta el origen de los grandes problemas sociales como el distanciamiento social que provoca la sociedad.El pasado 15 de abril la Organi-zación Mundial de la Salud (OMS) hizo público que reco-mendaba que se usara distancia-miento físico porque el otro concepto puede implicar una sensación de desconexión de los seres queridos y en un momento en que estar físicamente aislado de los demás, puede afectar la salud mental-

“Hemos estado diciendo ‘distanciamiento físico’ porque es importante permanecer físicamente separados pero socialmente conectados”, dijo Maria Van Kerkhove, epidemió-loga de enfermedades infeccio-sas de la OMS, y agregó que las personas deben cuidar su salud mental y la de los seres queridos durante la pandemia.

“La organización quiere subra-yar cuán importante es que las personas se mantengan social-mente conectadas; no hay confinamiento de la risa, ni para hablar con la familia y encontrar formas de conectarse”, indicó la funcionaria.

La OMS dijo que mantenerse físicamente alejado de los demás es una de las formas más efectivas en este momento para combatir la propagación del virus. Sin embargo, hacerlo va en contra de los deseos de conexión y contacto físico de las personas y podría contribuir a sentimientos de ansiedad, soledad, miedo y dolor que podrían crear otra crisis: una de salud mental.

*Corresponsal de El Independiente en Guatemala.

Luis Arnoldo Colato Hernández*

l pasado jueves 21, la administra-ción Trump hizo público señala-miento contra el estado salvado-reño, denominándola “…irrespe-tuosa del estado de derecho…”

en razón de los continuos exabruptos que el ejecutivo salvadoreño comete, por lo que en no solo una ocasión el embajador estadou-nidense en el país habría realizado llamados al dialogo entre órganos.

Y es que a lo acertado de las medidas iniciales de contención aplicadas en el marco del COVID19, le siguen una serie de hechos que atentan flagrantemente contra del marco legal establecido, excusándose en la histórica corrupción imperante del aparato gubernativo, y valiéndose de ello para justificar las arbitrariedades que la administración comete de manera sistemáti-ca.

La negativa a repatriar a miles de salvado-reños varados en distintos países, a los que se les niega el ingreso al país es ejemplo de ello, careciendo sencillamente de opciones en sus locaciones, a pesar de que el decreto

de contención no impide su ingreso, o que en repetidas ocasiones la PDDH, la alta comisionada de DDHH de las UN, o HRW han reiterado sendos señalamientos por tales faltas al derecho constitutivo de los ciudadanos.

Otro crudo ejemplo es la suplantación reiterada de funciones de parte del ejecuti-vo hacia los otros órganos, entre los cuales destaca la extensión de la cuarentena, competencia de la asamblea en el actual escenario, y que en los términos que el ejecutivo arguye, le otorgan legalmente seguir gestionando los recursos financieros sin control ninguno de los demás elementos del estado – de los mismos recursos que asevera no poseer, y que sí detenta en el orden de los mil millones, de los que echara manos al iniciarse la respuesta del gobierno a la pandemia, y que durante su primera conferencia realizada en ésta administra-ción reconociera, quizás en un desliz, realizando una delación de su uso y que después señalara como “rendición”, sin serlo - , amenazando por extensión, que los tales provienen del presupuesto general de la nación, lo que derivará eventualmente en el impago de los salarios de los empleados

públicos, por llano agotamiento en la respuesta a la crisis sanitaria, cuando los recursos en cuestión provienen de una asignación legislativa. Aún peor es el hecho de que se hiciera público que algunos de los elementos del concejo de ministros deten-tan dos salarios del estado, a pesar de negarlo en reiteradas ocasiones, correspon-diendo por ello el reintegro de los mismos como la acción propia de la FGR para dilucidar los casos endilgados.

En fin, al alegar el ejecutivo que su interés es el bienestar general al tiempo que reprime la disensión (como lo hiciera por intermedio de la UMO con quienes protes-taron en un campo de detención por la pandemia durante 40 días sin resolverse su situación sanitaria, habiendo sido ordenada su liberación por parte de la sala de lo constitucional, sin hacerse efectivo), y justificando sus actos en la corrupción imperante en los demás órganos, sencilla-mente volverá más temprano que tarde inviable ésta gestión no dejando más opciones que lo ocurrido en otras latitudes: el Empeachment.

*Educador salvadoreño.

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DISTANCIAMIENTO FÍSICO, NO DISTANCIAMIENTO SOCIAL

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Tomás Lobo

on las 8:00 de la noche en la capital salvadore-ña, y desde las colonias de clase media-alta

emerge un retumbo de cacero-las, claxons, silbatos y algún que otro cohetazo, producido por un sector acomodado, pero hastiado de tanto encierro.

Por otro lado, en los barrios pobres y en los cantones perdi-dos entre el monte y el hambre, las cacerolas vacías tienen más resonancia, pero sus dueños no tienen fuerzas ni ánimos para hacer bulla.

Así, una parte de El Salvador protesta con una sinfonía nocturna que no dura más de cinco minutos, y la otra lanza el grito mudo de miles de familias que no pueden salir a la calle a buscar el sustento, y optaron por colgar telas blancas en sus puertas y ventanas, para dejar claro que en esa casa se pasa hambre. Y no solo de noche…

«En todo el mundo ha habido estas protestas, no es solamente en El Salvador donde se están expresando así», matizó la comisionada presidencial Carolina Recinos, al ser interro-gada sobre el tema. Recinos,

mano derecha del presidente Nayib Bukele para operaciones y emergencias, cree que se trata de una reacción natural y humana, que expresa la frustra-ción y el desespero luego de dos meses de cuarentena domiciliar, impuesta para impedir un contagio masivo del coronavi-rus.

«Yo creo que las protestas son una válvula [de escape], la gente expresa su cansancio, y si lo razonan bien, es un cansancio contra el coronavirus, porque el Gobierno lo único que está haciendo es aplicando medi-das», aseguró la funcionaria.

¿Qué desató los cacerolazos?

La moda de los cacerolazos comenzó hace dos semanas, después que fue aprobada una cuarentena domiciliar más severa.

Sin embargo, los días pasan, y quienes han cumplido discipli-nadamente las medidas de confinamiento y aislamiento social se desesperan, y ven con frustración cómo sube la cifra de contagios, y muchos se cuestionan si la crisis es enfren-tada de la mejor manera. Fruto del encierro ya comienzan a darse los casos de depresión,

ansiedad y expresiones de psicosis sobre las que advirtió el psicólogo salvadoreño Nicolás Guzmán en una charla con Sputnik en los albores de la pandemia.

«Este temor genera malestar, pero supone un estrés adicional para quienes tienen una situa-ción económica más vulnerable y no pueden salir a buscar el sustento», afirmó el especialista de la Clínica de Tratamiento Psicológico de San Salvador.

Razones hay para el susto: un reciente estudio de la Universi-dad Francisco Gavidia (UFG) reveló que el COVID-19 podría generar la pérdida de 95.000 y

110.000 empleos en el sector formal, que es apenas una quinta parte de la fuerza laboral activa del país.

La UFG estimó que la pobreza aumentaría entre 4,5 y 5,5 puntos porcentuales, y llegaría al 30% en los hogares salvado-reños, o sea, a unas 390.000 personas.

A su vez, la Organización Internacional del Trabajo alertó que la mitad de la población en edad laboral está en «riesgo» por la pandemia, en tanto la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador cifra en millones de dólares las pérdidas diarias.

El Gobierno se moviliza

La primera medida del Gobier-no para proteger a los sectores más vulnerables consistió en entregar un bono de 300 dólares mensuales, que generó a su vez un nuevo problema, por las aglomeraciones para cobrarlo.

Luego se decidió entregar canastas de frijoles, leche en polvo, azúcar y otras vituallas: un total de 3.4 millones de paquetes alimentarios en cuya repartición participan cerca de mil efectivos militares y cuadri-llas de empleado públicos.

La comisionada Recinos aseguró que ya la canasta llegó a la mitad de los 262 municipios de esta nación centroamericana, y el resto recibirá el apoyo durante esta semana, llegando —afirmó— hasta donde ningún gobierno anterior llegó.

Por lo pronto, los poderes Ejecutivo y Legislativopactaron una tregua e iniciaron pláticas para definir una eventual reapertura de la actividad económica, que podría darse entre el 6 y el 11 de junio próximo, si logra aplanarse la curva de contagio.

Fernán Camilo Álvarez Consuegra

a perdido la cuarentena, su significado médico-sanitario: es sólo pretexto político para justificar un mayor gasto sin control y, la mayor domina-

ción poblacional que conlleva la viola-ción masiva, de los Derechos Humanos, en El Salvador.

El Ejecutivo, insiste en llamar “Ley de emergencia…” a la discusión actual de la Asamblea Legislativa, que es la reapertu-ra económica; pretende justificar un gasto público sin control, que ha absorbi-do, toda la liquidez del Estado, poniendo en peligro los salarios de los empleados y, el funcionamiento de la estructura gubernamental. Desde la Asamblea Legislativa, se sabe que la Corte de Cuentas de la República, envió un informe sobre las irregularidades en el gasto público, resaltando lo entregado en efectivo.

También es punto de honor, quince días más de cuarentena “rigurosa”: como si la actual, no hubiese ya, causado estragos irreparables al país. Iniciará esta cuaren-tena, dice el Ejecutivo, luego que “los diputados se pongan de acuerdo en una

ley”, lo cual implica que la apertura económica, no será el 6 de junio, como se había anunciado y es imposible saber cuándo finalizaran las restricciones: el Ejecutivo necesita el mayor tiempo posible para su campaña de asistencia, llevada por medio de Nuevas Ideas.

El objetivo de la cuarentena, es la disolución por extinción las gremiales empresariales y sindicatos: al desapare-cer la actividad económica, desaparece el gremio o, se fragmenta. Los intereses del Ejecutivo son la creación de nuevos grupos, que satisfagan y avalen las políticas del Gobierno, mediante incenti-vos específicos, a los nuevos gremios y para ello, necesitan una reactivación económica controlada y “subsidiada desde el Ejecutivo” (BANDESAL) o la colegiación obligatoria.

Existe en esta lucha política, una viola-ción masiva de los Derechos Humanos que puede calificarse así:

1) La expatriación de 4,500 personas, y la negativa a su ingreso, es para justificar una campaña de terror al contagio, acciones que se convierten en xenófobas, al señalarlos como contagiados y, por lo tanto, sujetos a un trato desigual y lesivo

a sus Derechos Humanos.

2) La captura de 6,500 personas, por circular y suponer que están infectados, sin darles tratamiento adecuado o, realizar los respectivos análisis. Sus infecciones son debidas al hacinamiento a que han sido sometidos y, ser instru-mento o justificante, para mantener el control poblacional.

3) Inanición generalizada, para justificar la dominación del Gobierno, al suspen-der fuentes de trabajo y, prohibir el trabajo como fuente de sustento propio: cada casa con un manta blanco es prueba de ello.

4) El contagio en las cárceles ha sido planificado, dada la condicione de hacinamiento e higiene, provocado por la acción ilegal realizada por el Ejecutivo. Tal hacinamiento es generado como castigo colectivo, sin relación a la

conducta personal, sirviendo para escarmiento generalizado, y evitar futuras desobediencias civiles, aplicando “desobediencia” a quienes no obedezcan al Ejecutivo.

5) Impedir compras de medicinas a enfermos. Todo enfermo tiene derecho a comprar medicinas o alimentos especia-les, pero se ven impedidos de hacerlo, teniendo que esperar el día asignado, de lo contrario, no se les vente, negándoles el ingreso a las farmacias.

Las invitaciones a políticos, a “negociar” en Casa Presidencial, tienen un fin eminentemente propagandístico, pues mientras Casa Presidencial, se muestra conciliadora, sus troles escogen pasajes y manipulan las grabaciones, para mostrar lo contrario a las masas. El Ejecutivo, facilita la corrupción, al no respetar la independencia de poderes.

MÁS QUE PERIODISMOEntornoDel 28 de mayo al 3 de junio de 2020 5

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OLLAS Y BANDERAS BLANCAS: ASÍ PROTESTA EL SALVADOR EN TIEMPOS DE LA PANDEMIA

POLÍTICA Y DERECHOS HUMANOS

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MÁS QUE PERIODISMO6 Opinión Del 28 de mayo al 3 de junio de 2020

Róger Hernán Gutiérrez*

ay situaciones que son determinantes en este revoltijo de intereses sectarios, mezquinos, avaros y demás, sobre

manera a partir de la interesante reunión de toda la argolla oligárquica del país—es decir los dueños del mismo—con el presidente Bukele, a qué se llegó se desconocen los resulta-dos en tanto “sólo se cuenta el milagro pero no el santo que lo hizo”. Y esto en tanto las disputas que se sostienen están en diversos escenarios, el meollo es todavía más compli-cado para conocer a ciencia cierta lo que impulsó a dicha reunión, y su publicidad es muy difusa, es interesante que la argolla económica de este país que mueve los hilos de todo lo que pasa y deja de pasar en este país, haya participado en el evento en CAPRES.

Razones se marginan de todo este cuento—en un momento las disputas con el recién nombrado presidente de la conflictiva gremial empresarial, los cambios en la dirección preten-dían llenar las debilidades del anterior para llegar a los acuerdos políticos importantes

con la Presidencia de la Repú-blica, duró poco el asunto y el rebalse fue algo inmedia-to—desacreditado por las escaramuzas que consistieron en un discurso beligerante de la gremial, sin embargo ello también reflejó la descomposi-ción que existe en la dirección hegemónica del país. Una conducción del partido ARENA (oligárquico) que se cae a pedazos y no logra trascender al nivel de las circunstancias y convertirse en una efectiva oposición al capital emergente.

La gremial empresarial va siendo dominada por un capital similar de origen palestino—lo que está siendo evidenciado por los apellidos, pero sin embargo los nexos familiares que se tienen entre unos y otros sólo evidencia que algo está surgien-do y la pandemia es un buen motivo para un escenario y mover las piezas del ajedrez en beneficio de intereses económi-cos y del poder político. En la disputa ha quedado evidenciado que la presidencia de ANEP, sólo empezó a mostrarse y bastó para quedar proscrito de deter-minados espacios en las relacio-nes de poder. Tiene prohibicio-nes y hay todo un oleaje de bajarle los humos y dejarlo a un

nivel de poco valor en todo esto—claro que mucho es también publicidad, sin embar-go fue suficiente para que los tigres mayores salieran de sus cubiles y llegaran a rendir sus respetos al gobernante.

Todos sabemos que la riqueza es objeto de mucho encono por diversos grupos dominantes en la sociedad, a nadie se escapa que las disputas demuestran que la riqueza es un factor de poder para mantener el control de la pandemia; que las bajas y daños colaterales de todo este asunto, son siempre los sectores empo-brecidos por este capital que busca posicionarse ante la situación sanitaria que no le conviene que continúe. Los sectores políticos juegan un papel importante y han pretendi-do seguir la dirección del capital mandante como siempre y claramente a la hora de la discusión, se observan los posicionamientos; de allí el asunto de los entuertos jurídi-cos, y el desgaste de las organi-zaciones de siempre y nacientes pretendiendo dar un apoyo a la democracia formal que nos ha caracterizado en mucha de nuestra historia. 160 millonarios en El Salvador, son acumulado-res del 87% del producto interno

bruto y en cada período va creciendo la apropiación del pastel, la desigualdad que ha sido evidenciada en este asunto de la pandemia, están perpe-tuando la pobreza en el país, lo que conllevará a un mayor crecimiento de la población en sufrimiento. Las disputas entre el gobierno, las instituciones y el sector empresarial, están poniendo al país en mayores encrucijadas para poder impul-sar las medidas que vayan trabajando la desigualdad, y no se habla de una política fiscal clara que lleve una distribución más justa de los recursos económicos; el grupo convoca-do a CAPRES tiene una dispo-nibilidad de recursos importan-te, ese número de multimillona-rios en El Salvador, su fortuna conjunta alcanza más de 21,000 millones de dólares, lo que

equivale a más del 87% del producto interno bruto nacional. A nivel centroamericano, el panorama es similar, las rique-zas acumulan millones de dólares, lo que equivale al 80% de la producción de la región. Y millones de habitantes de la región sobreviven con ingresos menores de un dólar al día y sufren altos índices de subnutri-ción, con la pandemia eso será mucho mayor.

La desigualdad que va siendo el resultado mayor de la pandemia, sabemos que pone un freno a la prosperidad de la mayor parte de habitantes, y genera socieda-des polarizadas, duales y más violentas y deja sin oportunida-des a millones de personas con menos ingresos.

*Sindicalista salvadoreño

Fernán Camilo Álvarez Consuegra

a economía es fruto de la actividad humana, en la búsqueda continua del bienes-tar material: no es ente separa-do o, antagónico del ser

humano. Por medio del distanciamiento social, desde el punto de vista médico, se procura evitar el contagio, esto no ha sido efectivo, dada la naturaleza social del hombre: la vida actual depende de la interrelación humana. Nuestro Gobierno insiste en el cese de la actividad econó-mica, a costa del bienestar de la nación, provocando a corto plazo al retornar a la normalidad, una emigración superior a la que se ha venido dando, pudiera llegar a desestabilizar el área, al sumarse una emigración masiva, con intereses geopo-líticos, contrarios a Estados Unidos.

Rama de la economía, es la economía de bienestar, relacionada con la política, que trata de medir la eficiencia económica y el bienestar social, analizando el bienes-tar general, en términos de las activida-des económicas, de las personas que conforman una sociedad. La actividad individual, a la par de sus actividades económicas, es la unidad de medición: lo que genera el haber bienestar social, o Bien Común, como lo señala la Constitu-ción y, congruente con el Artículo 2 de la misma.

Al cesar toda función económica que, no sea enfocada a la producción dirigida, a criterio del Gobierno y encaminada al combate de la pandemia, la economía

adopta una forma de “guerra”, enfocando los recursos del Estado, hacia tal fin, como lo señala von Clausewitz, para la “preservación de la nación” y, lograr luego una recuperación; por compensa-ción de guerra, nuevos territorios, una posición geopolítica más ventajosa o, de dominio comercial, pero nada de eso sucederá en El Salvado: por el contrario, habrá destrucción económica y un retroceso a la época del conflicto armado, aunado a la amenaza y efectos

de una recesión mundial.

La caída de los bonos soberanos de El Salvador y, la imposibilidad para estruc-turar una nueva deuda, es gracias a los conflictos creados por el Gobierno, lo cual pone al país, en un riesgo mayor que el del resto de Centroamérica. La apertura gradual de la economía, dejará, por último, a quienes están en el nivel más bajo del estamento económico y, son quienes han sufrido la falta de

actividad económica. Las medidas dadas por el Gobierno, de no pagar ciertos servicios, alquileres y suspensión de plazos procesales, son medidas populis-tas que realmente no son efectivas, pues a la larga, éstos servicios tendrán que ser cancelados sin que se haya generado, para pagarlos. Una moratoria o condona-ción por ley, además de ser inconstitu-cional, generaría mayor caos económico.

La apertura gradual, ofrecida por Nayib Bukele, es violatoria de la Constitución, pues es contraria al Artículo 3, que asegura la igualdad en derechos y, no satisface económicamente a la totalidad del tejido social pues, aunque se ofrezca dinero o canastas de alimentas, hasta ahora, sólo se ha beneficiado al 28% de la población, siendo entregadas, con fines electorales.

Luego de dos meses de cuarentena, ya el 50% de empresas han quebrado y, esperar más tiempo, es evitar la recupe-ración de las restantes pequeña y media-na empresa que subsisten aún, esto generó ya un ingreso de cerca de 150,000 personas al sector informal, el cual es insostenible si ya supera el 70% de la actividad económica, pues en su mayoría son servicios, siendo potencia-les migrantes nuevos.

Todo indica que al finalizar las restric-ciones, aumentará el número de personas que buscarán emigrar, con “una esperan-za de mejor vida o de bienestar” a otros países. La esperanza siempre es el país de mayor prosperidad: Estados Unidos.

Y EL ASUNTO DE LA RIQUEZA EN TODO ESTO DE LA PANDEMIA

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LECONOMÍA DE BIENESTAR

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MÁS QUE PERIODISMODel 28 de mayo al 3 de junio de 2020 7Campo pagado

“QUE NADA NOS DETENGA”

Banco Agrícola con núa su campaña de engaño

Como se ha denunciado públicamente y ante las autoridades (Superintendencia del Sistema Financiero y Defensoría del Consumidor), Banco Agrícola ha con nuado con los cobros abusivos a los depositantes. Luego de la intervención del mismo Presidente de la Republica amenazándolos con sanciones por haber descontado a los salvadoreños que recibieron la ayuda del gobierno de USD$300.00, han iniciado una campaña de imagen en la cual buscan reducir el impacto que causo la no cia de los descuentos abusivos.

A esto se suma la no cia en las redes sociales sobre la inves gación por lavado de dinero que se ha solicitado a la Fiscalía General de la Republica, dado que Banco Agrícola es parte del conglomerado �nanciero de Bancolombia, en cuyo País de origen (Colombia) se han hecho inves gaciones por lavado de dinero, miles de millones de dólares en el sistema �nanciero de ese país.

La campaña ha sido masiva y contrasta con la realidad y pretende mostrar solidaridad con los salvadoreños, pero solo eso, pretende, ya que en la realidad, siguen siendo un banco que abusa de los depositantes, tal como lo demuestra la Superintendencia del Sistema Financiero en su página web, en donde Banco Agrícola aparece como uno lo de los más denunciados.

Lo que están haciendo es una burla al pueblo con su campaña y su encabezado “QUE NADA NOS DETENGA” es justamente una alusión descarada a lo que hacen.

Banco Agrícola está anunciado “bene�cios” para quienes reciben remesas familiares, supuestamente para apoyar y aparentar ser solidarios con las di�cultades que están pasando los salvadoreños, y así buscan atraer clientes y congraciarse con la opinión

publica luego de descubrirse y publicarse el robo que estaban haciendo del bono de $300.00 a los sectores más vulnerables y necesitados y nuevamente lo hicieron con el bono de USD$150.00 para los trabajadores de la salud. El Banco Agrícola ob ene millonarias u lidades cada año y este dinero sale del País y es enviado a Colombia afectando la economía salvadoreña.

Exhortamos a los salvadoreños a hacer sus denuncias ante las autoridades y en las redes sociales para detener los abusos del Banco Agrícola!!!

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Del 28 de mayo al 3 de junio de 2020

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Elio Masferrer Kan*

l proceso electoral en los Estados Unidos se aproxima y la confron-tación está claramente

definida entre dos candidatos que son las dos caras de la misma moneda. Trump se lanza a la reelección y Biden, el antiguo vicepresidente demócra-ta de Obama intenta de alguna manera una (re)elección. Ya disipada la alarma de la candi-datura de Sanders, un hombre antisistema, quien fue vencido por la burocracia del Partido Demócrata. En este campo la única novedad es que llevaría de vicepresidenta a una mujer.

En el bando republicano Trump probablemente repita con Mike Pence, un candidato conserva-dor que apoya la agenda antide-rechos (aborto, matrimonio igualitario, etc.). La estrategia de Trump no tiene mayores sorpresas, venció con el apoyo de los obreros industriales del “cinturón del óxido” que antes votaban por los demócratas. El apoyo de la influyente comuni-dad hispana conservadora, liderada por los cubanoamerica-nos, que le garantiza Florida y otros estados. Los capitales nacionales interesados en el fortalecimiento de las industrias locales y la mediatización de la competencia de las importacio-nes, preferentemente chinas, y el “cinturón de la Biblia”: los estados del centro de los Esta-dos Unidos donde son mayoría

las corrientes evangélicas fundamentalistas.

Teniendo en cuenta la estructura del sistema electoral, en 49 de los 52 estados de la Unión Americana, quien tiene mayoría se lleva todos los electores, esto ya sucedió, H. Clinton venció en voto popular, pero Trump tuvo más electores. La reelección de Trump está formalmente asegurada, aunque podría tener sus problemas. El problema está en llegar a las elecciones con resultados contundentes, pues las promesas fueron para ganar y puede ser que no le alcancen para reelegirse.

Los niveles de confrontación

verbal con Cuba y Venezuela han llegado a niveles muy intensos y si no hay novedades, como el derrocamiento de Maduro, puede ser que las bases hispanas y cubanoamericanas se sientan defraudadas. Las promesas a los obreros indus-triales van por buen camino y aparentemente se abrirá la producción “todo americano” en pocas semanas. El único detalle es la pandemia y si se garanti-zan las condiciones de salubri-dad adecuadas. Una vez que salga la producción a mercado hay otra pregunta, ¿quién las comprará?, con más de 30 millones de desocupados y la incertidumbre económica y laboral, lo que se ofrezca que no

sean alimentos corren un albur.

Más complejo está el “cinturón de la Biblia”, allí Trump se ha esmerado, envió al Secretario de Estado a Israel a darle personal-mente su apoyo a la anexión de nuevos territorios, sin embargo, sus dos aliados más importantes de la Región: Arabia Saudita y Jordania adelantaron que la rechazarán enérgicamente. Dice que todos los días dedica una hora a estudiar la Biblia con su Gabinete y ha ordenado la apertura inmediata de todos los templos, sinagogas y mezquitas, amenazando a los gobernadores (mayoritariamente demócratas) con destituirlos si desobedecen este mandato federal que

considera deriva de la Primer Enmienda sobre Libertad Religiosa. Esto es reclamado por los fundamentalistas religio-sos que están convencidos que el covid 19 no los atacará. La pregunta es que pasará si recrudece la pandemia y atacase a los asistentes a estos cultos. Una de las características del fundamentalismo es que ellos se consideran elegidos de Dios, y que este los protegerá en circunstancias difíciles, mientras que los pecadores pueden ser víctimas de la “ira de Dios”.

La pandemia afecta en los Estados Unidos a grandes concentraciones poblacionales, como la ciudad de Nueva York y por las propias condiciones sociales a hispanos, afroameri-canos, trabajadores indocumen-tados o que no tienen seguros que los protejan. Estos segmen-tos poblacionales no votan habitualmente por Tump. Pero si se desborda a los potenciales votantes republicanos ¿Qué pasaría?

La moneda está en el aire y esta vez el problema es que los votantes estadounidenses están convencidos que las promesas de campaña deben cumplirse y si no fuera así podrían castigar al incumplido. Pence se parece demasiado a Trump y se alejó el fantasma del antisistema Bernie Sanders.

*Doctor en antropología. ENAH INAH. México.

Manuel Alcántara*

Cómo no recordar esta vieja expre-sión! Tan anclada en nuestro más funesto acervo, tan parecida a aquel “usted no sabe con quién está

hablando”. Había distancia porque se sabía claramente quién estaba encima, reducirla era una actitud imposible. Se guardaba con la mirada, - “¿qué mira?”-; con la palabra, - “tráteme de usted”; con el gesto sumiso. También había distancia entre personas iguales: se pedía que existiera entre las jóvenes parejas en el paseo o en el baile –“¡que corra el aire!”-. El aprendizaje en la familia era consecuente con el complementario adoctrinamiento en la iglesia y en la escuela.

No era una cuestión de respeto, se trataba de educarse en que había que mantener una clara separación para que no hubiera equívoco acerca del lugar en el que uno no solamente estaba ubicado sino del que debía permanecer sin aspiración de cambio. Solo para el común, en el caso del paso por el matri-monio, los cuerpos podrían juntarse.

Luego las cosas fueron cambiando lentamente. El tuteo se impuso al menos en las formas, los cuerpos se acercaron y la denominada democratización social se extendió por doquier. La ingenua igual-dad traspasó los viejos convencionalis-mos y de pronto la modernidad estaba aquí.

Soy consciente de que juego con un dicho que descontextualizo. Hoy la distancia a guardar conlleva una dimen-sión diferente: profiláctica, urgente, necesaria. Se dice que temporal, aunque otros advierten que dejará secuelas en los comportamientos. Es extraña a la supuestamente añeja divisoria social, a la segregación como pauta de vida. A primera vista pareciera que se trata de una treta tramposa en mi argumento. No es eso. Son resabios pretéritos. Las palabras acumulan significados que son legados del tiempo. Tardamos en reaco-plarlas al presente, pero su pasado siempre permanece.

Sin quererlo, por los días en que estamos, surge el recuerdo de otra expresión, ¿infausta?: la de “malas

hierbas”. Aplicada a las que estropean el armónico perfil dibujado del jardín ideal, del parque racionalizado que repudia lo agreste, que rechaza lo que crece anóma-lo a la visión ordenada del jardinero o del público ilustrado exigente. Proyectos que requieren de manos diestras expur-gatorias que saben a conciencia qué herbaje eliminar o del siniestro herbicida que asola indiscriminadamente. Senten-cia tan propia, por otra parte, de épocas en las que lo que se quiere extirpar son aquellos elementos incómodos del orden social que por su especial dinamismo son ajenos a la norma. Las malas hierbas ignoran que deben guardar la distancia de aquellas que definen el sentido del

parterre. Es la cercanía que mantienen con las titulares, su promiscuidad a la hora de solapar el espacio perfectamente acotado, su desordenada atemporalidad, lo que define su carácter pernicioso. Ignorantes de su afán crecen sin límite año tras año, conscientes de que “hierba mala nunca muere”, para desazón del jardinero, como le ocurre al ingeniero social con el colectivo de los asociales, aquellos que se inmiscuyen donde no deben, que no reparan en que el lugar que les corresponde requiere guardar distancia.

*Politólogo. Universidad de Salamanca.España.

9Del 28 de mayo al 3 de junio de 2020 Más allá de las fronteras 9MÁS QUE PERIODISMO

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TRUMP, REELECCIÓN Y CUARENTENA

GUARDAR LA DISTANCIA

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10 MÁS QUE PERIODISMO Del 28 de mayo al 3 de junio de 2020Entorno

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11MÁS QUE PERIODISMODel 28 de mayo al 3 de junio de 2020

EL PAPA ANTE LA PANDEMIA Y POSPANDEMIA

LOS JESUITAS ELABORAN LA GUÍA DEFINITIVA PARA REFLEXIONAR SOBRE “LAUDATO SÍ” A LA LUZ DE LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

Carlos Ayala Ramírez*

n el actual contexto de crisis global sanitaria, el Papa Francisco ha divulgado al menos tres documentos que

recogen aspectos humanos y cristianos que no debemos pasar por alto, pues hacen pensar y replantear realidades fundamen-tales de la convivencia social, política, económica, cultural y ecológica de nuestro mundo. Una idea fuerza que atraviesa los textos es que una emergen-cia como la del covid-19 solo puede ser derrotada con los anticuerpos de la solidaridad, justicia y esperanza.

Echamos mano de documentos clave: la bendición Urbi et orbi (BUO), oración en tiempos de pandemia, divulgada el 27 de marzo; el mensaje pascual Urbi et orbi (MPUO) del 12 de abril; y la meditación titulada “Un plan para resucitar” (MPR), publicada en revista Vida Nueva el 17 de abril. Enunciamos siete rasgos de esos textos que, ciertamente, sitúan en la reali-dad, interpelan e inspiran.

Primero, el hecho social total y desolador. Hasta el 4 de mayo, las cifras oficiales hablaban de 170 países afectados (de 195 existentes); 4 mil millones de personas en cuarentena; más de 3 millones de contagiados; más de 250 mil muertos; y 1,250 millones en riesgo de perder el empleo a causa de la crisis mundial provocada por el coronavirus. Más allá de las frías cifras, el Papa visualiza el drama humano: “Densas tinieblas han cubierto nuestras plazas, calles y ciudades; se

fueron adueñando de nuestras vidas llenando todo de un silencio que ensordece y un vacío desolador que paraliza todo a su paso: se palpita en el aire, se siente en los gestos, lo dicen las miradas. Nos encontra-mos asustados y perdidos” (BUO).

Segundo, la pandemia desen-mascara nuestra vulnerabilidad. Francisco lo explica de manera gráfica: “Con [ella] se cayó el maquillaje de esos estereotipos con los que disfrazábamos nuestros egos siempre preten-ciosos de querer aparentar; y dejó al descubierto, una vez más, esa (bendita) pertenencia común de la que no podemos ni queremos evadirnos; esa pertenencia de hermanos” (BUO).

Tercero, ¿dónde está Dios en la pandemia? ¿Qué hace y qué no hace? Desde su mirada de fe, el papa nos comunica una imagen sana de Dios, contraria al Dios del miedo que suele ser difundi-da frente a este tipo de crisis. Cuando el papa habla de Dios en estas circunstancias, habla de un Dios que es aliado nuestro, no del virus: “En esta tierra desolada, el Señor se empeña en regenerar la belleza y hacer renacer la esperanza: ‘Mirad que realizo algo nuevo, ya está brotando, ¿no lo notan?’ (Is 43, 18b). Dios jamás abandona a su pueblo, está siempre junto a él, especialmente cuando el dolor se hace más presente” (MPR).

Cuarto, los mártires de la pandemia, es decir, las personas que por cuidar a los contamina-dos por el coronavirus sufren rechazo, agotamiento, contagio

y muerte. Frente a ellos, el papa tiene dos palabras: estima y gratitud:

Nuestras vidas están tejidas y sostenidas por personas comu-nes —corrientemente olvida-das— […] pero, sin lugar a dudas, están escribiendo hoy los acontecimientos decisivos de nuestra historia: médicos, enfermeros y enfermeras, encargados de reponer los productos en los supermercados, limpiadoras, cuidadoras, trans-portistas, fuerzas de seguridad, voluntarios, sacerdotes, religio-sas y tantos otros que compren-dieron que nadie se salva solo. (BUO.)

Quinto, ¿cómo revertir este mal? Mediante el otro “conta-gio” que se transmite de corazón a corazón: renaciendo la espe-ranza. Para Francisco, esto tiene implicaciones directas en las actitudes que podamos asumir en la vida personal, social o institucional. Por eso proclama:

Este no es el tiempo de la indiferencia, porque el mundo entero está sufriendo y tiene que estar unido para afrontar la pandemia… Este no es el tiempo del egoísmo, porque el desafío que enfrentamos nos une a todos y no hace acepción de personas… No es este el momento para seguir fabricando y vendiendo armas, gastando elevadas sumas de dinero que podrían usarse para cuidar personas y salvar vidas… Este no es tiempo del olvido. Que la crisis que estamos afrontando no nos haga dejar de lado a tantas otras situaciones de emergencia que llevan consigo el sufrimiento de muchas

personas. (MPUO.)

Sexto, después del coronavirus será necesario sembrar semillas de nueva civilización. La globalización de la indiferencia seguirá amenazando y tentando nuestro caminar. Por eso el obispo de Roma propone la implementación de un proyecto alternativo que dé consistencia al cambio buscado. Un proyecto que efectivamente “civilice”, que nos haga mejores seres humanos y mejores sociedades. Que tenga como principio y fundamento que las mayorías alcancen unos niveles de vida aptos para satisfacer dignamente sus necesidades básicas funda-mentales.

En esa línea, el papa afirma:

Ojalá [esa amenaza] nos encuentre con los anticuerpos necesarios de la justicia, la caridad y la solidaridad. No tengamos miedo a vivir la alternativa de la civilización del amor, que es “una civilización de la esperanza”: contra la angustia y el miedo, la tristeza y el desaliento, la pasividad y el cansancio. La civilización del amor se construye cotidiana-mente, ininterrumpidamente. Supone el esfuerzo comprometi-do de todos. Supone, por eso, una comprometida comunidad

de hermanos. (MPUO.)

Séptimo, con el coronavirus y después de él, hay preguntas que debemos retomar y cuyas respuestas no admiten dilación. El papa las deja sonando en la conciencia personal y colectiva, esperando un cambio de direc-ción:

¿Seremos capaces de actuar responsablemente frente al hambre que padecen tantos, sabiendo que hay alimentos para todos? ¿Seguiremos mirando para otro lado con un silencio cómplice ante esas guerras alimentadas por deseos de dominio y de poder? ¿Estare-mos dispuestos a cambiar los estilos de vida que sumergen a tantos en la pobreza, promo-viendo y animándonos a llevar una vida más austera y humana que posibilite un reparto equita-tivo de los recursos? ¿Adoptare-mos como comunidad interna-cional las medidas necesarias para frenar la devastación del medio ambiente o seguiremos negando la evidencia? (MPUO.)

*Profesor del Instituto Hispano de la Escuela Jesuitas de Teología, de la Universidad de Santa Clara, docente jubilado de la UCA y exdirector de Radio YSUCA.

a Compañía de Jesús en España distribuye la guía definitiva para reflexionar sobre ‘Laudato si” a la luz de san Ignacio de Loyola. Un

equipo de laicos y religiosos jesuitas de Valladolid han conectado los puntos claves de la encíclica del papa Francisco con aspectos “nucleares” de la espiritua-lidad ignaciana.

Bajo el título de ‘La conversión ecológi-ca’ consta de cuatro apartados: 1. El Evangelio de la Creación. 2. Raíz humana de la crisis ecológica. 3. Conver-tirse es ser atraído. 4. Conversión ¿hacia dónde y cómo?

“El documento nace con la intención de

conectar los puntos argumentales más importantes de la ‘encíclica verde’ con aspectos nucleares de la espiritualidad ignaciana y a la vez, con documentos clave de la Compañía de Jesús. Los cuadernos, escritos, no para ser leídos, sino para ser reflexionados, trabajados de forma personal o en comunidades, orados e integrados”, explican en un comunicado.

“Una propuesta inspiradoraLa propuesta es “inspiradora para aquellas personas ancladas en la espiri-tualidad de Ignacio de Loyola y de la Compañía de Jesús. Desde estos docu-mentos podrán descubrir todas aquellas conexiones con ‘Laudato si” e integrar de manera natural este excepcional texto

en los propios parámetros vividos. Ni es distinto ni es extraño a la espiritualidad ignaciana, ni a lo que las últimas congre-gaciones generales han marcado en sus líneas de fuerza”, agregan.

A la vez, quienes hayan ahondado en la encíclica “podrán descubrir su conexión

natural con una espiritualidad al servicio de la fe y de la justicia, que recorre la historia de la Iglesia de los últimos cinco siglos”.

De hecho, el propio papa Francisco “manifiesta en su propia persona esta integración entre su ser jesuita y por tanto alguien que se vive en esta espiri-tualidad y el texto precioso de la encícli-ca”, añaden.

Para el equipo ignaciano que ha redacta-do esta propuesta, “ni ‘Laudato si” es una ruptura con la espiritualidad honda de los Ejercicios Espirituales, ni estos se pueden entender plenamente en el siglo XXI sin tener presente lo que el Santo Padre nos anuncia en la encíclica”.

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Creencias

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12 MÁS QUE PERIODISMO Del 28 de mayo al 3 de junio de 2020Salud y Cultura

no de cada cuatro adolescentes en Europa comen dulces a diario, uno de cada 6 consume bebidas

azucaradas con la misma frecuencia y solo la mitad come fruta o verdura todos los días, según un estudio sobre los hábitos de los niños entre los 11 y 15 años publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Las tendencias registradas explican el incremento de adolescentes con sobrepeso y obesos, condiciones que actual-mente afectan al 20% de ellos.

Las conclusiones del estudio, elaborado en base a las respues-tas de más de 227.000 adoles-centes de 45 países de Europa y que cubre el periodo 2014-2018, indican que la salud emocional de este grupo de edad disminuye a medida que crecen.

Esto explica que uno de cada cuatro admita sentirse nervioso, irritable o con dificultades para dormir al menos una vez por semana, siendo las chicas las que tienen mayor riesgo de padecer estos trastornos.

“Es preocupante que los adoles-centes nos estén diciendo que no todo está bien con su bienestar mental y debemos tomar este mensaje en serio, puesto que la buena salud mental es una parte esencial para una adolescencia sana”, declaró Jo Inchley, coordinador del estudio durante la presentación de sus resulta-dos.

Una buena señal es que la mayoría de los participantes aseguran que les es fácil hablar con sus madres (85%) y padres (72%) de lo que les preocupa, lo que abre el camino para afrontar problemas en el seno de la familia, y dos tercios sienten

que sus padres les apoyan, aunque este porcentaje va disminuyendo con el paso de los años.

Entre las preocupaciones que el estudio pone de relieve están los comportamientos y consumos de riesgo, la inactividad física y el abuso de las tecnologías digitales, con el principal riesgo del ciberbullying, que afecta algo más a las niñas que a los niños (12 % y 14 %, respectiva-mente, afirmaron haber sido víctimas de ataques online en el último mes).

El sexo sin protección sigue siendo un factor de riesgo: un 25 por ciento entre los sexual-mente activos de 15 años dijo haber tenido relaciones sin protección.

Por otra parte, el informe indica que hubo un descenso del consumo de tabaco y de alcohol,

a pesar de lo cual las cifras siguen siendo preocupantes, pues uno de cada cinco menores de 15 años ha reconocido que ha estado borracho al menos dos veces.

Una parte no desdeñable, uno de cada cinco, afirmó hacer al menos una hora diaria de actividad física, pero en un tercio de país se ha registrado una disminución del tiempo que los adolescentes dedican al ejercicio físico.

Otro capítulo del estudio indica que un tercio de adolescentes se

comunica de forma digital con sus amigos a lo largo de todo el día, aunque su preferencia siga siendo la comunicación presen-cial: solo 1 de cada 10 prefería comunicarse online y 7%, consideraba que tiene síntomas de adicción a las redes sociales.

Aunque estos datos son anterio-res a la pandemia, la OMS cree que pueden ser utilizados para conocer más a los adolescentes y entender cómo pueden haber afectado a su salud el cierre de escuelas, la falta de ejercicio y las restricciones sociales y de movimiento.

HÁBITOS ALIMENTICIOS POCO SALUDABLES DE NIÑOS EXPLICAN AUMENTO DE ADOLESCENTES OBESOS

SALUD EMOCIONAL DECRECE

EL CEREBRO LO TRADUCE EN FELICIDAD

l origen de los helados se desconoce, aunque parece que la primera huella data de hace más de 3.000 años en

Oriente y que de ahí pasó a la India y, por último, a Grecia e Italia, desde donde se difundió al resto de Europa. Años más tarde llegó hasta Estados Unidos y, desde enton-ces, este país se convirtió en el número uno tanto en producción como en consumo. Mientras que los españoles comen una media de 6 litros de helado al año, los americanos superan los 24 litros por cabeza. Sin embargo, a pesar de las diferencias en cuanto a cantida-des de compra, sí es común el gusto por este producto. Más del 80% de la población a nivel mundial lo considera un guilty pleasure. Pero, ¿a qué se debe realmente esta preferencia?

La ciencia tiene la respuestaLos expertos afirman que este producto funciona como exorfi-nas en el sistema nervioso, estas son similares a las endorfinas, pero las obtenemos a través de

algunos alimentos. Ellas generan una sensación de bienestar en el cerebro y, además, contribuyen a modular el estrés y la ansiedad. Asimismo, un estudio del Instituto de Psiquiatría de Londres ha confirmado que cuando comemos helado se activan las zonas del cerebro asociadas al placer. Por ello, al sentirnos tan bien al comerlo, nuestro cerebro quiere más y se crea una adicción, que controla-da puede ser muy agradable. Otros estudios se remontan a muchos años atrás, cuando el ser humano era nómada y comía lo que cazaba o recolectaba. En esa etapa de la historia, los humanos asociaban los alimentos más dulces a gran ingesta calórica y fuente de energía, lo que signifi-

caba mayor probabilidad de supervivencia. Así, cuando ahora consumi-mos productos dulces, se activan las vías del cerebro relacionadas con la recompensa y el refuerzo. Lo que explicaría por qué las personas con ansiedad sienten cierto confort al comer helado. Además, los helados indus-triales suelen llevar bastante grasa y azúcar y cuando estos dos se mezclan en el equilibrio químico perfecto nuestro cerebro lo traduce en felicidad. Y no, no es producto de nuestra imaginación.

Opciones de helado más saludables Por suerte, las marcas cada vez están produciendo helados más sanos, con menos compo-nentes químicos y más produc-tos naturales. Porque, como afirman algunos médicos nutricionistas, como Magda Carlas: “Es un capricho que alimenta, lo importante es tomarlo de calidad, en dosis moderadas, mejor si es artesa-no”.

ES CASI SEGURO QUE TE GUSTA EL HELADO, PERO ¿SABES POR QUE?

¡QUE DOLOR!Yamila Berdaye

unque nos cueste creerlo, este lugar donde nos golpea-mos con facilidad se nombra hueso de la

risa y realmente no se trata de un hueso, sino de un punto del codo donde el nervio cubital –uno de los tres principales en el brazo, junto al radial y mediano– pasa muy cerca de la piel, tanto que queda desprotegido, sin esqueleto ni musculatura que lo cubran.

Se ubica por debajo del húmero en una zona que se conoce con el nombre de epicóndilo medial. Darse un golpe en esta parte del cuerpo a todas luces no es nada divertido porque sin nada que amortigüe el impacto, el nervio se aplasta contra el hueso.

Si el golpe es suave, provoca una extraña sensación, entre cosquillas y entumecimiento, pero si es fuerte y se recibe con el codo flexionado y todo el nervio a la intemperie notamos un dolor agudo que

llega al dedo meñique e incluso puede dejar el brazo paralizado durante unos instantes. A los nervios no les gusta que los compriman, pero cuando sucede, se produce un dolor intenso o entumecimiento.

Esta es la razón por la que se siente tanta molestia en esa zona. Sin embargo, el nervio cubital no solo proporciona sensación a la piel, también controla los pequeños múscu-los de la mano que permiten el movimiento de los dedos y los del antebrazo, que la muñeca se flexione y la mano se agarre. Él viaja desde el cuello a través del plexo braquial, o sea, alrededor de la axila y baja hacia la mano.

Estudio de la OMS basado en las respuestas de más de 227.000 adolescentes de 45 países de Europa indica que la salud emocio-nal del grupo de edad entre los 11 y 15 años disminuye a medida que crecen.

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Ciencia y Tecnología 13MÁS QUE PERIODISMODel 28 de mayo al 3 de junio de 2020

as firmas lanzaron su tecnología para notificar sobre casos de exposición al nuevo coronavirus.

Incluye la posibilidad de que autoridades de salud pública contacten a los usuarios expues-tos por medio de datos que estos decidan compartir.

Apple y Google lanzaron el miércoles sus herramientas de notificación de exposición a la COVID-19, junto con los cambios que ayudarán a las autoridades de salud pública a recopilar más información sobre quién tiene el virus.

Lo que las dos empresas líderes mundiales en sistemas operati-vos para móviles han creado es una interfaz de programación de aplicaciones (API) compatible para Android de Google e iOS de Apple, que pueda servir de base a gobiernos y responsables de la salud para lanzar sus propias aplicaciones de uso a nivel nacional.

Los usuarios que hayan descar-gado la aplicación para su región podrán actualizar su estado si dan positivo. Los sistemas iOS y Android notifi-

carán anónimamente a otros usuarios que hayan entrado en contacto con esa persona.

“La adopción del usuario es clave para el éxito, y creemos que estas fuertes protecciones de privacidad también son la mejor manera de alentar el uso de estas aplicaciones”, dijeron Apple y Google en un comuni-cado. “En las últimas semanas, nuestras dos compañías han trabajado juntas, llegando a científicos de salud pública, científicos, grupos de privacidad y líderes gubernamentales de todo el mundo para obtener su opinión y orientación”. Algunos

gobiernos han criticado el sistema porque no permite a las autoridades almacenar datos sobre quién tiene el virus y rastrear dónde se está propagan-do. En cambio, solo notifica a las personas si han estado expuestas. Esto también ha resaltado las deficiencias de privacidad de otros enfoques, que utilizan datos de ubicación y los almacenan en servidores del gobierno.

Aún así, Apple y Google enumeraron varios cambios en el sistema que realizaron después de recibir comentarios de los Centros para el Control y

la Prevención de Enfermedades de EE.UU., autoridades sanita-rias locales y docenas de otros expertos.

Un cambio permite a las autori-dades de salud pública contactar a los usuarios expuestos con en base en “una combinación de la API y los datos que los usuarios eligen voluntariamente ingresar a la aplicación”, dijeron las compañías. La API es la interfaz de programación de aplicacio-nes, el conjunto de herramientas de software que permite que estas nuevas aplicaciones de notificación de exposición se comuniquen con los sistemas operativos de Apple y Google.

Las aplicaciones de salud pública desean obtener informa-ción adicional de los usuarios que han estado expuestos y comunicarse con ellos. Enton-ces, Apple y Google están permitiendo la recopilación opcional de datos adicionales por estas aplicaciones, incluidos los códigos postales y los números de teléfono de los usuarios. Estos solo se compar-tirán si los usuarios dan permi-so. Cada autoridad de salud pública podrá establecer pará-metros para lo que cuenta como

una exposición, como cuánto tiempo pasó alguien cerca de otro usuario o qué tan cerca estuvieron. El software utiliza tecnología Bluetooth para permitir que los teléfonos se detecten entre sí.

El sistema está diseñado para funcionar con una aplicación por región, como un país o estado, para evitar la fragmenta-ción. Las compañías dijeron que varios estados de EE.UU. y 22 países han solicitado y recibido acceso al sistema. Alabama y Dakota del Norte dijeron que lo usarán.

Las herramientas se han incor-porado a través de la actualiza-ción iOS 13.5 para iPhone lanzada en los últimos cuatro años, mientras que los usuarios de teléfonos Android con Android 6.0 o posterior reciben el sistema a través de una descarga de Google Play.

La actualización de Apple también incluye otras caracterís-ticas diseñadas para la pande-mia, incluido el desbloqueo más rápido de Face ID para usuarios que usan tapabocas y mejoras para videollamadas FaceTime con múltiples participantes.

GOOGLE Y APPLE REVELAN MÁS PROPIEDADES DE HERRAMIENTA PARA RASTREAR CONTAGIOS

XIAOMI LANZA UN TELEVISOR INTELIGENTE: SU PRECIO TE SORPRENDERÁ

CREAN SUPERORDENADOR QUE CAMBIARÁ PARA SIEMPRE LA

INTELIGENCIA ARTIFICIALLa compañía tecnológica multinacional Microsoft anunció la creación de un nuevo y potente superordenador que se centrará en el desarrollo de la IA.

La máquina ha sido diseñada en colaboración con la organización sin fines de lucro OpenAI, cofundada por Elon Musk. Tiene por objeto promover y desarrollar inteligencia artificial amigable, está alojada en la nube Azure y tiene más de 285.000 núcleos de CPU (unidades centrales de procesa-miento). Además, cuenta con 10.000 GPUs (unidades de procesa-miento gráfico), cada una de las cuales tiene una conexión de 400 gigabits por segundo con su servidor.

"Lo emocionante de estos modelos es la amplitud de las cosas que permitirán hacer",

explicó el director técnico de Microsoft, Kevin Scott. El experto subrayó que el nuevo superordenador será capaz de hacer "un centenar de cosas emocionantes a la vez en el procesamiento del lenguaje natural y un centenar de cosas emocionantes en la visión artificial, y cuando comencemos a ver las combinaciones de estos dominios percepti-vos, vamos a tener nuevas aplicaciones que aún son difíciles de imaginar".

En 2019, Microsoft invirtió 1.000 millones de dólares en OpenAI, y este es el primer proyec-to conjunto de dos compañías.

uizá muchos piensen que Xiaomi solo se dedica a fabricar teléfonos, pero la empresa china es más versátil que eso. De

hecho, el gigante chino es uno de los líderes en ventas de televisores, y precisamente en esta línea llega Mi TV 43" o E43K, un televisor sorprendentemente barato.

El primer trimestre de 2020 se ha caracterizado por cifras bajas en lo que respecta a la venta de televiso-res, pero en el caso de Xiaomi ha ocurrido el fenómeno contrario: la empresa ha vendido hasta un 3% más que el mismo período del año pasado de sus smart TVs.

"Según la empresa de investigación All View Cloud ("AVC"), en el primer trimestre de 2020, los envíos de televisores de Xiaomi en China continental ocuparon el primer lugar por quinto trimestre consecu-tivo y sus envíos mundiales de televisores se clasificaron entre los cinco primeros", se puede leer en el balance que hace la empresa del primer trimestre de este año.

Dispuesto a mantenerse en la cresta de la ola, Xiaomi ha apostado por un televisor de 43 pulgadas a un precio muy bajo: 1.099 yuanes en

China, lo que en euros sería unos 141€, y en dólares, unos 154$. Es decir, poco menos de lo que costa-ría un smartphone, dependiendo de la marca y el país.

Xiaomi tiene actualmente otros modelos de 43 pulgadas como el E43X, E43C y E43A, todos con un precio de 1.199 yuanes, informa el medio Gizmochina. El nuevo modelo E43K es 100 yuanes más barato porque no incorpora Blue-tooth, y por eso, para controlar el televisor se necesita un mando a

distancia convencional con un transmisor de infrarrojos.

El talón de Aquiles del nuevo producto podría ser su resolución, que resulta relativamente baja. La nueva Mi TV está equipada con un gigabyte de RAM y ocho gigabytes de memoria constante, y también se conecta a redes Wi-Fi, puede utilizarse como pantalla inalámbri-ca para el proyector, desempeña la función de monitor para consolas de juegos y otros equipos, entre otras prestaciones.

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Leonardo Boff*

ay un hecho terrible que es el ataque sistémico que la naturaleza está realizando contra la

humanidad con un virus diminu-to e invisible está causando una grave preocupación y llevando a muchos miles de personas a la muerte. Frente a esta verdadera desgracia humana importante cuál es nuestra reacción a la pandemia? Cuál es la resonancia en nosotros de esta pandemia?. ¿Qué lección nos enseña? ¿Qué cosmología (visión de mundo) y qué tipo de ética (valores y principios) nos llevan a desarro-llar? Seguramente deberemos aprender todo lo que debería-mos haber aprendido antes y no aprendimos. Deberíamos haber aprendido que somos parte de la naturaleza y no sus “señores y dueños” (Descartes). Hay una conexión umbilical entre el ser humano y la naturaleza. Veni-mos del mismo polvo cósmico como todos los demás seres y somos el eslabón consciente de la cadena de la vida.

La erosión de la imagen del “pequeño dios en la tierra”El mito moderno de que somos “el pequeño dios” en la Tierra y que podemos disponer de ella a nuestro antojo porque es inerte y sin propósito ha sido destruido. Uno de los padres del método científico moderno, Francis Bacon, dijo que deberíamos tratar a la naturaleza como los esbirros de la inquisición trataban a sus víctimas, torturán-dolas hasta que entreguen todos sus secretos.

La pandemia, que más que una crisis es la exigencia de un cambio de cosmología ( de visión del mundo) y de la incorporación de una ética con nuevos valores, nos plantea esta pregunta: ¿realmente queremos evitar que la naturaleza nos envíe virus aún más letales que pueden diezmar incluso la especie humana? Esta sería una de las diez que desaparecen definitivamente cada día. ¿Queremos correr ese riesgo?

Inconsciencia generalizada del factor ecológicoYa en 1962, la bióloga y escrito-ra estadounidense Rachel Carson, autora de Primavera Silenciosa (Silent Spring), advirtió: “Es poco probable que las generaciones futuras toleren nuestra falta de preocupación prudente por la integridad del mundo natural que sustenta toda la vida… La pregunta es si alguna civilización puede continuar una guerra sin tregua contra la vida sin destruirse a sí misma y sin perder el derecho a ser llamada civilización “.

Parece una profecía de la situación que estamos viviendo a nivel planetario. Tenemos la impresión de que la mayoría de la humanidad e incluso los

líderes políticos no demuestran una conciencia suficiente de los peligros que enfrentamos con el calentamiento global, con la excesiva proximidad de nuestras ciudades y especialmente del agronegocio masivo que avanza sobre a la naturaleza virgen y a los bosques que están defores-tando. De esta manera destrui-mos los hábitats de millones de virus y bacterias que terminan siendo transferidos a los seres humanos. Según científicos serios, el coronavirus no habría venido a través de un murciéla-go del mercado de China, sino simplemente de la naturaleza.

En la mejor de las hipótesis, el coronavirus nos obligará a reinventarnos como humanidad y a remodelar de forma sosteni-ble e inclusiva la única Casa Común que tenemos. Si prevale-ciera lo que dominaba antes, exacerbado hasta el extremo, entonces podremos prepararnos para lo peor.

En el último párrafo de su libro La era de los extremos (1995) escribió Eric Hobsbawn: Una cosa está clara. Si la humanidad quiere tener un futuro reconoci-ble, no puede ser prolongando el pasado o el presente. Si trata-mos de construir el tercer milenio sobre esta base, fracasa-remos. El precio del fracaso, es decir, la alternativa al cambio de la sociedad es la oscuridad (p.506).

Esto significa que no podemos simplemente volver a la situa-ción anterior al coronavirus, ni siquiera podemos pensar en un regreso al pasado pre-iluminista como quiere el actual gobierno brasileño y otros de extrema derecha.

Post-pandemia: ¿lo nuevo o la radicalización de lo anterior?Hay muchos analistas que predicen que la post-pandemia podría significar una radicaliza-ción extrema de la situación anterior, un retorno al sistema de capital y al neoliberalismo, buscando dominar el mundo con el uso de la vigilancia digital (big data) sobre cada persona del planeta, algo que ya está en marcha en China y en Estados Unidos. Ahí entraríamos en la era de las tinieblas, con el riesgo, sugerido por Raquel Carson, en su famoso libro “La primavera silenciosa” de nuestra autodestrucción. De ahí la exigencia de una conversión ecológica radical, cuya centrali-dad debe ser ocupada por la Tierra, por la vida y por la civilización humana: una biocivilización.

Los posibles riesgos en el

post-covid-19No debemos sin embargo subestimar la fuerza de la violencia sistémica. Sigmund Freud, al contestar una carta de Albert Einstein de 1932 en la que le preguntaba si era posible superar la violencia y la guerra, dejaba una aporía. Respondió, considerando que no podía decir qué instinto podría prevalecer: si el instinto de muerte (thána-tos) o el instinto de vida (eros). Están siempre en tensión y no podemos estar seguros de cual triunfará al final. Terminaba resignado: “Hambrientos, pensamos en el molino que muele tan lentamente que podemos morir de hambre antes de recibir la harina”.

Hay una opinión nada optimista de uno de los más grandes intelectuales estadounidenses, crítico severo del sistema imperialista, Noam Chomsky, que dice: «El coronavirus es suficientemente grave, pero vale la pena recordar que se está acercando algo mucho más terrible, estamos corriendo hacia el desastre, hacia algo mucho peor que cualquier otra cosa que haya sucedido en la historia humana y Trump y sus lacayos están al frente de esto, en la carrera hacia el abismo. Hay dos amenazas inmensas que estamos encarando. Una es la creciente amenaza de la guerra nuclear, exacerbada por la tensión de los regímenes militares, y la otra, por supuesto, es el calentamien-to global. Las dos pueden resolverse, pero no hay mucho tiempo; el coronavirus es terrible y puede tener terribles consecuencias, pero será superado, mientras que las otras no lo serán. Si no resolvemos esto, estaremos condenados».

Chomsky ha afirmado que el presidente Trump está lo

suficientemente demente como para desatar una guerra nuclear, sin importarle lo que le pueda pasar a toda la humanidad.

No obstante esta visión dramáti-ca del prestigioso lingüista y pensador, nuestra esperanza es que si la humanidad corriera un grave peligro de destruirse realmente, prevalecerá el instinto de vida. Pero a condi-ción de que hayamos construido una forma diferente de habitar la Casa Común, sobre otras bases que no sean ni las del pasado ni las del presente.

¿Qué visión del mundo y qué valores incluir?Saber y tener conocimiento de los datos de la realidad no es todavía hacer. ¿Qué nos impulsa a actuar? ¿Qué visión del mundo (cosmología) y qué valores (ética) deberíamos incluir?

Se trata de “buscar un nuevo comienzo”. Se nos reta a reconstruir la “Tierra, nuestro hogar, que está viva con una comunidad de vida única”. Sería engañoso cubrir las heridas de la Tierra con venditas, pensando que podemos curarla. Tenemos que revitalizarla y rehacerla para que sea la Casa Común.

“Esto requiere un cambio de mente”. Un cambio de mente significa una nueva mirada sobre la Tierra, tal como la nueva cosmología y biología la presentan. Ella es un momento del proceso evolutivo que tiene ya 13.700 millones de años y la Tierra 4.300 millones de años. Después del big bang, todos los elementos físico-químicos se forjaron durante más de tres mil millones de años en el corazón de las grandes estrellas rojas. Al explotar, lanzaron en todas las direcciones estos elementos que

formaron la galaxia, las estrellas como el Sol, los planetas y la Tierra. Ella está viva con una vida que irrumpió hace 3.800 millones de años, un super-orga-nismo sistémico que se auto-or-ganiza y se auto-crea continua-mente. En un momento avanza-do de su complejidad, hace unos 8-10 millones de años, una parte de ella comenzó a sentir, pensar, amar y adorar. Surgió el ser humano, hombre y mujer. Él es Tierra consciente e inteligente, por eso se llama homo, hecho de humus.

Esta cosmovisión cambia nuestra concepción de la Tierra. La ONU, el 22 de abril de 2009, la reconoció oficialmente como la Madre Tierra porque genera y nos da todo. Por eso la Carta de la Tierra dice: “Respetar la Tierra y la vida en toda su diversidad y cuidar de la comunidad de la vida con comprensión, compasión y amor” (CT 1 y 2). La Tierra como suelo la podemos comprar y vender. A la Madre, sin embargo, no la compramos ni vendemos; la amamos y la veneramos. Tales actitudes deben ser transferidas a la Tierra, nuestra Madre. Esta es la nueva mente que tenemos que hacer nuestra.

“Requiere un cambio de cora-zón”. El corazón es la dimen-sión del sentimiento profundo (pathos), de la sensibilidad, el amor, la compasión y los valores que guían nuestra vida. Especialmente en el corazón se encuentra el cuidado, que es una forma amistosa y afectuosa de relacionarse con la naturaleza y sus seres. Tiene que ver con la razón sensible o cordial, con el cerebro límbico, que surgió hace 220 millones de años cuando los mamíferos irrumpieron en la evolución. Todos ellos, como el ser humano, tienen sentimien-tos, amor y cuidado a sus crías. Eso es el pathos, la capacidad de afectar y ser afectado, la dimen-sión más profunda del ser humano.

*Ecoteólogo brasileño.

14 MÁS QUE PERIODISMO Del 28 de mayo al 3 de junio de 2020

HOpinión

EL POST-COVID-19: ¿QUÉ COSMOLOGÍA Y QUÉ ÉTICA INCORPORAR?

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Francisco Parada Walsh

uando era niño escuchaba hablar del tiro de gracia que se le da al moribundo como un favor a su agónico momento después que el

pelotón de fusilamiento cumpliera la orden de acabar con el condenado. Jamás imaginé que esa acción tan inhumana se practicara hoy en día. Me entristece saber que en esta cuarentena se le han dado tiros de gracia no a personas moribundas sino completamente sanas, a una sociedad que venía golpeada y saqueada pero aún conservaba el buen ánimo para salir adelante y todo, por una decisión personal y antojadiza.

Los que vivimos la guerra civil entendemos que siempre en un enfrentamiento es el pobre quien saca la peor parte y ese tiro de gracia es dado con toda impunidad al pobre y a una olvidadiza y poca atenta clase media. Nunca imaginé ser testigo de un genocidio, nunca; estoy triste, muy triste de ver calles llenas de cadáveres de niños, mujeres, hom-bres, ancianas, personas con alguna discapacidad; a todos se les ejecutó en el nombre de la nada. No son los crematorios de Auschwitz sino las casas de cartón y de algunos elegan-tes vecindarios con sendas hipotecas a pagar donde muere mi gente, en hoteles encerrados, agonizando, gritando por ayuda.

Tiro de gracia. Sufro mucho porque conozco a centenares de personas que agonizan, tiene que haber otro tiro de desgracia para que ya no sufran. El Pinochini de América sobresale en los anales de la historia como un país violento, fratricida, cual hordas de bárbaros se matan entre sí; vale la pena traer a la memoria el genocidio de 1932, la guerra contra Honduras en 1969, la guerra civil que costó la vida de más de ochenta mil herma-nos, los miles de muertos por las pandillas que se estima sobrepasan los de la guerra civil ¿Qué aprendi-mos de tan duras lecciones de violen-cia?: ¡Nada, nada! y antes que termine este siglo rojo estamos viviendo otro genocidio, el del 2020 donde por las cunetas corre la sangre

azul y blanco; calles atestadas de cadáveres vivientes, esos pobres que vinieron a este mundo a sufrir, esos desdichados que su delito era vivir del ayer, siempre contra corriente como el salmón, arrechos, luchadores de la vida que poco a poco les inyectan la medicina amarga no en sus venas sino en su digno corazón; es un tiro de gracia para cualquier ápice de esperanza.

Desarmar una economía es fácil, revertir tal proceso es lo difícil, casi un imposible. No tener empatía ni solidaridad con el más necesitado dice mucho de lo mal que andamos como sociedad y podemos voltear la mirada hacia la vecina Costa Rica y ver cómo sale adelante, cómo enfren-ta tanto al virus y nos enseña que la economía de una sociedad es el motor de un país, acá, con la pandemia del miedo poco importa rematar al más pobre; empezarán los embargos, los desahucios, el hambre y la muerte serán cosas de días. Sin embargo nada parece importar, nada; enfermos que adolecen de patologías crónicas sin medicamentos, empleados cami-nando largas distancias para llegar a sus trabajos, niños cuyos padres ya perdieron sus trabajos confinados a una habitación.

Por favor amigo lector ¿Cómo se le llama al desprecio a la vida de mi prójimo?: Maldad pura, lamentable-mente lo que estamos viviendo no es una película o una pesadilla de la cual despertaré asustado pero todo fue un mal sueño y ya pasó, no, lo que se

vive y vivirá es una tragedia que día a día cobra más víctimas; conozco la pobrera rural y la urbana y hay un mundo de diferencia, acá en mi montaña siempre hay un alma bondadosa presta a regalar algún vegetal, una sopita, un matul de frijoles pero allá abajo es lo más cerca del infierno donde sin haber muerto aun, millones de salvadoreños boquean cual peces fuera del agua, solo esperan el tiro de desgracia para acabar con su indescriptible realidad y sufrimiento. Tiro de gracia al comerciante informal, a la micro empresa, a la mediana empresa y la vida más cara cada día, todo aumenta menos el respeto a la dignidad del salvadoreño. Sufro porque este genocidio no es casualidad, no es fortuito; es una masacre donde el único pecado es ser salvadoreño.

Este genocidio no se trata de diver-gencias en la raza, política o credo sino en la maldad más exquisita. La risa de un niño se convirtió en llanto, el sudor de un hombre en lágrimas, la música en chillido de tripas, el presente en un abismo profundo. Poco puedo hacer, día a día caen amigos, conocidos con sendos tiros de gracia. Solo Dios puede parar esta tragedia, y quizá por nuestro karma ancestral todo está y sucede como debe de ser.Tiro de gracia para mi hermano. Las calles están inundadas de muertos, algunos agonizan, su respiración es jadeante, la mirada pérdida, de su boca sale un hilo de sangre color azul y blanco.

15MÁS QUE PERIODISMODel 28 de mayo al 3 de junio de 2020 Estetoscopio

CEL TIRO DE GRACIA ¿CÓMO DE PERJUDICIAL ES

REALMENTE LA SAL?

Algunos la evitan, otros buscan versiones sin sal de sus productos preferidos... sobre la sal pesa una especie de estigma que nos hace limitar su consumo al máximo, pero quizá estemos yendo demasiado lejos si lo que nos proponemos es eliminarla por completo de nuestra dieta. La nutricionista rusa Elena Solomátina opina al respecto. La sal, denominada cloruro de sodio en jerga científica, es un componente natural de algunos alimentos, pero cada vez está más extendida la creencia de que el rechazo total a esta da buenos resultados cuando tratamos de perder peso o evitar tener la tensión alta. Como producto natural, es bueno y necesario que consumamos una pequeña cantidad diaria de sal (entre 3 y 5 gramos al día), ya que sin esta las funciones neuromus-culares y el proceso digestivo se verían severamente afectados. Pero también causa hipertensión. Esto último se debe a que, en palabras de la especialista, "la sal retiene líquidos y, por tanto, hace que aumente la tensión", pero al mismo tiempo recuerda que esto no es necesariamente malo en el caso de algunas personas: "Las personas que pierden mucha sal necesitan [ingerir] más: es el caso de quienes viven en una zona calurosa o hacen mucho deporte", comenta Solomátina. Eso sí, la doctora recuerda que no hay por qué abusar de este condimento, y que cuanto más lo hagamos, más difícil será parar, ya que podemos acostumbrar al cuerpo a ingerir comida muy salada y eso hará que, al cabo de un tiempo, todo nos parezca soso. Es mejor usar menos sal para poder apreciar el sabor real de los alimentos.

COMPUESTOS QUÍMICOS TÓXICOS INCLINAN A CONTRAER LA

ENFERMEDAD CELIACA La enfermedad celiaca, un trastorno autoinmune que provoca daños intestinales cuando se consume gluten, afecta a mucha gente en el mundo. Solo en Estados Unidos la cifra asciende a unos 3 millones de personas, según algunas estimaciones. Investigaciones anteriores sugirieron que los orígenes de la enfermedad celiaca son en gran parte genéticos y transmitidos de padres a hijos. Sin embargo, en una nueva investi-gación, los elevados niveles en la sangre de compuestos químicos tóxicos que se encuen-tran en algunos pesticidas, en algunos enseres de cocina antiadherentes y en algunos productos ignífugos se han vincula-do a un mayor riesgo de contraer la enferme-dad celíaca en los jóvenes. El equipo integrado, entre otros, por Abigail Gaylord, Jeremiah Levine y Leonardo Trasande, los tres del Centro Médico Langone, adscrito a la Escuela de Medicina en la Universidad de Nueva York en Estados Unidos, ha determinado que los niños y adultos jóvenes examinados en el estudio que en la sangre tenían altos niveles de compuestos químicos denominados diclorodifenildicloroetilenos (DDEs), usados en pesticidas, tenían el doble de probabilida-des de haber sido diagnosticados reciente-mente con la enfermedad celiaca que aque-llos sin niveles altos. En el estudio también se encontró que existían diferencias de género para la enfermedad celiaca relacionadas con las exposiciones tóxicas.

HUMOR

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