Wittgenstein y el neopositivismo

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    CAPITULO 111Sntesis Crtica de la

    Teora del Conocimiento deRussell.Wittgenstein

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    Debido al papel importante que ha jugado principalmente la Principia Mathematica de Russell y Witehead (1910-1913) en el desarrollo del neopositivismo, juzgo necesariohacer una referencia sucinta de los rasgos propios conferidos por la rama inglesa.

    La riqueza de esta obra ha merecido ya una vasta crtica que por s sola ameritara un trabajo monogrfico. Pre'JCupado por la involucin ulterior de la escuela, me interesasubrayar aqu las constantes del idealismo subjetivo positivista que con Russll culmina una etapa importante. Lateora del conocimiento subjetivo, que domina al neopositivismo, recoj e la cosecha de los fundadores de la escuela,adaptndola a una precisa transformacin mateintica de lalgica que obligar ms tarde a la salida liguistica del simbolismo formal que en Wittegenstein apunta un paso inter-medio. En aras de la brevedad, llamar de Russell la filosofa que fue escrita en colaboracin con Witehead.

    Russell o la determinacin matemtica de la filosofa.Al "concepto de relacin" Russellle da cabida en sus"funciones proporcionales" con lo cual intenta fundir losprincipios del algebra con el concepto lgico de clase. SegnRussell, hay dos direcciones en la matemtica; una, que l

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    llama constructiva y que desecha, y otra de abstraccin progresiva que conduce a la simplicidad lgica. Al llegar a estepunto no debe preguntarse en qu consisten las definicionesy deducciones, sino por la clase de los conceptos y de los prin .cipios segn las cuales se hace viable la definicin y la deduccin. Cuando la filosofa de Russell encara este asunto,adquiere visos de sistema (otro de los viejos odios positivistas), esquematizndolo todo bajo las denominaciones l6gicasde clase y Clase de clases que les da a los nmeros naturales.

    Pero este devaneo lgico neopositivista y sus implicaciones linguisticas ulteriores no es otra cosa que una aaganzams enfilada contra la concepcin cientfica, del mundo. Conello pretende redu cir a cero la historia de la filosofa y aporta r un mtodo "novsimo" que resuelva de una vez (as loafirm en su euforia inicial) la secular diferencia filosficaentre idealismo y materialismo.

    Bajo el pretexto -muy laudable- de atacar al tradicionalismo secular, esto es, bajo el propsito positivo de ponerlepunto final a la especulacin idealista. niega la objetividaddel conocimiento cientfico y propone una nueva va del cO>-nocimiento basado en la evidencia emprica y el "mtodocientfico". La verosimilitud de este planteamiento se consigue enfatizando la falsedad de lo a priori, subrayando la incapacidad de la lgica para alcanzar, por s sola, la verdad.Pero de paso niega la capacidad de la inferencia lgica; olvida que la deduccin lgica es capaz de alcanzar la verdadcientfica. Y an ms, que su certidumbre ser segura siparte de premisas igualmente ciertas.

    Colgndole a la razn las culpas del racionalismo, cometeotra inconsecuencia: separa a la filosofa de las ciencias.Esto lo plantea invocando la ineficacia de la especulacinidealista en el desentraamiento de los principios cientficos.106

    Habla de las ciencias como si se tratara de disciplinas encargadas de resolver y descu brir nuevas generalizaciones a propsito del mundo; y de la filosofa como si le estuviera vedado este gnero de cosas. Afirmada la impotencia de la inferencia lgica, posterga la filosofa a mera proposicin suigneris. He aqu, precisamente, un rasgo de la elucubracinde Russell que la sita dentro de los marcos del ms ranciopositivismo: encomendarle a las ciencias particulares lo quees atributo de la filosofa. No hay que agregar que la filosofa negada es la cientfica con el fin de darle paso al idealismo subjetivo. La novedad del neopositivismo ingls consiste en hacerlo contraponiendo al apriorismo el empirismo.Al sostener Rus&ell qUE los hechos y las generalizacionesacerCa del mundo deben adquirirse empricamen te: una parte atravs de las percepciones y otra por medio de la tcnicade las ciencias naturales, de paso franco al machismo y susvariantes.

    Colocado el neopositivismo dentro de la corriente emprica asimila junto con la tradicin subjetivista la rmora delsoilpsismo. Pero como no puede permanecer indiferente a lacrtica interpola al empirsmo el anlisis lgico; junta la ob.jetividad idealista, contenida en el "anlisis lgico", al empirsmo de "las percepciones" y las tcnicas ms refinadasde la ciencia natural. Russelllogra esos aadidos con el anlisis lgico de las percepciones que estn hechas de percepciones y teora cientfica. y a eso limita la tarea de la filo-.sofa. Resulta comprensible el papel secundario que le reserva: analizar y hacer ms claras las imprecisiones lgicasde la teora cientfica. Se trata de limpiar de "embrollos intelectuales" las verdades ya establecidas. Es una meto:lolo-.ga de la precisin lgica. y si esto es ya una reduccin considerable del campo de la filosofa, su angostamiento lo aumenta la concepcin subjetiva en que se apoya proposiciones que no expresan la realidad material sino percepcio-

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    nes y tcnica cientfica. Es cierto que la lgica formalse ocupa de la correccin del pensamiento y que el lenguajecientfico tiene proposiciones; pero una y otra cosa por smismas no pueden -suplantar la objetiYic1ad cientfica.

    Este y:ositivismo lgico conserva del viejo positivismola separacin entre las sensaciones y los objetos materiales,su amor a la ciencia, que la reduce a la claridad lgica de lasverrlades tericas analizadas. Srvese, siguiendo la tradicinpositivista, del equvico que surge de una mala comprensindel proceso del conocimiento y defiende este equvoco, ya bastante d e s e n m a ~ c a r a d o , con el anlisis lgico. De dnde partela verosimilitud de ta l planteamiento ? Ya referamos m-"l;"Irriba el origen matemtico neopositidsta; esta identificacin de la lgica COn la matemtica se convierte de hecho enuna metodologa surgida oela necesidad de un conoemientoexacto de los nuevos descubrimientos matemticos. Es ciertoque la ciencia ma.temtica ha impuesto la necesidad de defini r con precisin sus llneyOS avances : nos referimos al clculo

    c l i f e r e n ~ i a l y a los problemas lgicos a l inherentes. Problemas lgicos vinculados directamente con la precisin y laclaridad del principio matemtico en cuestin. Dentro delclculo diferencial hata que formular correctamente la funcin diferencial. Como se sabe el problema surge al intentardefinir la velocidad de un cuerpo en movimiento, en un instante de tiempo dado, concebida denho de distancias infinitamente pequeas e instantes de tiempo igualmente pequesimos. Es un problema nacido al calor de una mayor penetraein en el avance del conocimiento del micromundo. Ascomo el empiriocriticsmo se aiimento de la confusin queJxajo consigo el derrumbe de la concepcin mecanicista delmundo llamada por ellos la crisis de las cien::ias, tambin elneopositivismo quiere sacar partido de las diferencias existentes entre las leyes del micromundo y las ya establecidas108

    del macromundb. La lnea idealista concretase, partiendo deesas diferencias, a eludir y atacar la concepcin cientfica delmundo, apuntalando la especulacin metafsica. Carga decontenido positivo las especulaciones del idealismo subjetivopositivista, deformndo la verdad planteada y la solucin delproblema. En vez de propiciamos una solucin cientfica delproblema, manteniendo la orientacin general que brinda elmaterialismo dialctico, y aplicando la comprobacin p r c ~tica de cada ciencia en parrticular, dan rienda suelta a la especulacin anticientfica, apoYndose en el empirismo y en elformalismo - l a herencia directa de Frege y los epnimos dela escuela- esquematizando soluciones al margen de la ciencia en desarrollo.

    Russel1, haciendo a un lado la solucin cientfica del anlisis diferencial aportado por las matemticas, consistenteen desechar la idea de cantidades infinitas por la de cantidades finitas, dio paso a la especulacin, acogindose a la ideade la doble serie de nmeros. En vez de la verdad objetivacientfica prefiri encomendarse al misterio irracional.

    No se puede ignorar que el problema traa arare!adoimplicaciones de orden filosfico concomitantes a la reladnde una distancia cuya multiplicidad se acorta en funcin deun lmite de espacio y tiempo cada vez m s y ms pequeo.El problema de lo infinitesimal, que es 10 referido, se e ~ e m -plifica con la raz cuadrada de dos. Como no es posible el1-contrar un nmero entero cuyo cuadrado sea dos, por milesde aos se llamaron nmeros irracionales a la serie de nmeros %, % .. . ) que se apro:;maban al cuadrado de dos.Los m a t e m ~ t i c o s resolvieron el "misterio" llamando nmeros racionales a la serie que se aproxima a la raz cuadradade dos; pero Russell le asign un doble lmite (superior einferior) a la serie de nmeros "naturales" (0-1-2-3-4-5-6-II!) de manera que se mantuviera la seriacin de nmeros ra-

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    cionales e rracionales. Incluy dentro de esta seriacin paria-da los nmeros imaginarios (raz cuadrada de menos de uno)para concluir afirmando que el anlisis de los nmeros natu-raels comprenda a los nmeros racionales, irracionales eimaginarios. Bien entendido que cada uno de estos nmeros,fuera de anlisis de Russell, tiene asegurada su factibilidadmatemtka. No 8e olvide aqu lo que ya nos ense Engelsrespecto a las cualidades de lo matemtico y a ;ropsito delas modificaciones que sufren los nmeros cuando cambiande sistema. Russell da un paso ms hacia el idealismo afir-mando, a su vez, que los 'nmeros pueden ser analizados entrminos no precis amente matemticos, sino lgicos. De estamanera, siguiendo a Frege, identifica a la matemtica con]a lgica.

    Pitgoras maravillado ante el descubrimiento del concepto del nmero transform estos conceptos en el ser de lascosas; el neopositivismo, confuso y confundiendo, pretendetransformar el anlisis matem tico en mtodo lgico. Nad iepuede negar la relacin existente entre la lgica y la mate-mtica; lo que precisa, entonces, es sealarla y no obscurecerla. Mientras el marxismo ha precisado que la magnituddefine lo matemtico, el neopositivismo, despreciando el critc:rio de la prctica, se esfuerza en refundir la matemticaen la lgica, reduciendo 10 general a lo particular.

    Afirmando Russell que la matemtica pura puede serderivada de la lgica la erige en premisa mayor de su siste-ma. El paso ulterior consiste en suponer que los nmeros na-turales pueden interpretarse como las clases lgicas. Esta esuna de las esquematizaciones claves del neopositivismo. Deacuerdo con la lgica, la clase comprende a las unidades o individuos que abarca una extensin conceptual dada. Todaslas mesas del mundo forman la dase conceptual mesa, etc.Pues bien, todo el trabajo del neopositivismo se limita a cons-110

    tatar la coincidencia numrica entre individuos de clases di.ferentes, cuando se da entre ellos alguna propiedad en ca-mn. Conseguido esto se seala como nota comn la propiedad numrica y la identifica con el concepto de clase, trans-formando el concepto de nmero natural en la clase de lasclases. El nmero natural transformado en una clase lgicaespe('ial lo eleva Russell a la condicin de categora dedas las cosas (unidades, individuos). El truco, como se puedeapreciar, se refiere a una in terpreta cin abso luta del concep.to de magnitud. El razonamiento, dentro de los lmites delconcepto, se mueve ampliando o reduciendo su extensinsegn que generalice o concrete; la mayor riqueza de connido trae aparejado una mayor concrecin como, a la inversa,la mayor esencialidad presupone una mayOr pobreza. Russell,habiendo identificado la matemtica con la lgica, le confiere al proceso de abstraccin el limite de la magnitud;identifica la generalizacin extrema con la magnitud. Fre-

    ge dijo que lo ms general es lo simple y que esto es arit-mtica. El nmero natural de RusselI como la clase de lascIases responde al mismo punto de vista de Frege. Quedamos conformes? Cuesta hacerlo porque no es cierto quelo ms general sea 10 ms simple ni mucho menos que lamagnitud encarne esa simpleza. Parecera que nos contradijramos cuando antes hemos aceptado que la mayor abstraccin responde a una prdida de la riqueza de la abstraccin. Vacamos de contenido a los conceptos? Deninguna manera, el concepto expresa lo esencial del contenido. Y la esencialidad del mundo ser la magnitud?Engels nos demostr que esto es falso; la aplicacin delas matemticas se limita a medida que se pasa de las ciencias exactas y naturales a estratos ms complejos de larealidad ta l el caso de las ciencias sociales y del espritu. Porotra parte, la lgica, como teora del conocimiento que es,expresa el reflejo de la naturaleza en el hombre.

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    "Pero no es un reflejo simple, inmediato, completo,sino el proceso de un a Rerie de abstracciones la formacin y el desarrollo de concepts, leyes etc., y estosconceptos, leyes, etc., (pensamiento, ciencia - "L aIdea lgica") abarcan condicional, aproximadamente,el carcter universal, regido po r leyes, de la naturaleza en eterno desarrollo y movimiento" (70).No veo la simplicidad de la abstraccin lgica ni mu

    cho menos en su contenido y, en todo caso la simplicidadde la abstraccin corresponde a un grado mu y nfimo deella. Al respecto dice Lenin:

    " . . . as la generalizacin m s simple, la p r i ~ e r a ym s sencilla formacin de conceptos (j uicios, silogismos, etc.) denota ya el conocimiento cada vez msprofundo del hombre en cuanto a la conexin objetiva del mundo" (71).Hay una referencia todava ms directa. Dice Hegel:"Por consiguiente, el pensamiento abstrayente nodebe se r considerado como un simple apartamientodel material sensible, de cuya realidad se dice que noqueda disminuidas con ella, sino que su superacin,y su reduccin (como simple apariencia) a lo esencial es lo qe se manifiesta nicamente en el concep-to" (72).A esto acota Lenin;"E n esencia, Hegel tiene toda la razn frente a Kant.El pensamiento que se eleva de lo concreto a lo abstracto -s iempre que sea correcto (NB) (y Kant eo-

    (70) Lenin "Cuadernos Filosficos", pg. 176.(71) Idem. pg. 173.(72) Idem. pg. 164.112

    mo todos los filsofo;:;, habla del pensamiento correct o ) - no se aleja DE la verdad, sino que se acerca ael13.. La abstraccin de la materia, de un a ley de lanaturaleza, la abstraccin del valor. etc.; en un a palabra, tcJas la s abstracciones cientficas ( c o r r e ~ : : t a s ,serias, no absurdas) reflejan la naturaleza en fonnam s profunda, veraz y COMPLETA. De la percepcinviva al pensamiento abstracto, y de ste a la prctica:ta l es el camino dialctico del conocimiento de la

    v e ~ d a d , del conocimiento de la realidad objetiva" (73).Quiere decir que la identidad neopositivista (lo gene-

    ra l es lo simple) corresponde al desprc:io kantiano por larazn, convertida en "u n simple pensamiento del materialsensible". A 3 nos explicarnos que pueda refundirla en laabstraccin matemtica cuya caracterstica es justamente, ese descarnamiento de la realidad que trae aparejadoel concepto de cantidad. Trastrocada la esencia lgica en lamatemtica a la cual, po r otra parte, se le concibe idealistamente, consigue el instrumento indiferenciado - e l smbolo numrico- que puede aplicarse indistintamente acualquier cosa. Pasemos del reflejo de la naturaleza en suforma "ms profunda, veraz y completa" al de la nominacin en abstracto, unilateral, indiferenciadamente de ese reflejo. .

    La clase sirve de fundamento en el anlisis de las matemticas puras desde el momento que el nmero natural esuna clase de gran extensin, al mismo tiempo porque elpropio anlisis cae bajo el dominio oc la visin lgica yno matemtica. De esta suerte, el anlisis de todas las matemticas se convierte en un anlisis de clase que Russellhace extensivo a todos los dominios del saber. La concepcin neopositivista de clase cumple el papel de mtodo l-(73) Idem. pg. 165.

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    gico. He aqu lo propiamente lgico del llamado positivismolgico; la clase numrica transformada en mtodo (neopi-tagorismo), sacando partido de las dificultades matemticas que plantea el anlisis infinitesimal, sin desestimar lasimplicaciones propiamente lgicas que competen a la apli-cacin de las leyes de la definicin lgica de un cambioeminentemente dialctico. Sera, en todo caso, un problemade los que ataen a las relaciones sobre la lgica formal ydialctica.La otra cara del positivismo ingls se entronca direc-

    tamente con la vieja tradicin empirista inglesa.Elevado a mtodo este tipo de anlisis lgico, Russellaborda el problema de la realidad exterior. Y al enfrentar

    se al problema fundamental de la filosofa, no vacila entomar los "datos" como el punto de partida. Estos "datos",segn l, son la masa de conocimientos impuestos a nues-tras investigaciones filosficas como un todo indudable-mente dado. Reconoce tres clases de "datos": 1) los hechosconocidos a travs de" la experiencia comn, 2) los hechosque nos llegan a travs de la memoria y el testimonjo deotros y 3) los principios cientficos. :Afirma que acepta es-ta "masa comn de conocimientos" y a la ciencia, bajo eltestimonio respectivo del sentido comn o de la simple ob-servacin, como datos de la filosofa. Por lo que el caminoser someter ese fondo de datos al anlisis lgico, paradescubrir sus elementos ltimos e irreductibles y demos-trar que cualquier enunciado puede se r traducido a esos,elementos. Aqu repite lo mismo que hizo para convertir losnmeros naturales en cIase de clases.

    Respecto a la veracidad de los datos sometidos al an-lisis lgico, segn Russell, presentan una diferencia degrado que debe tomarse en cuenta al hacer el anlisis lgi-con con el objeto de desechar los dudosos y quedarnos con114

    los indubitables. La crtica maxista reconoce, con razn, queeste planteamiento no es ms que una copia del "claro ydistinto" cartesiano. Respecto a la naturaleza del "dto",Russell, no titubea en presentarlo como datos de lossentidos. Datos de los sentidos y leyes lgicas, he ah lossimientos en que descansa el edificio neopositivista. De l-gico subraya nicamente la forma de las proposiciones, ha-ciendo a un lado su contenido; de los datos de los sentidosrepite ms o menos lo que ya haba dicho el empirismo.

    Cuando la duda cartesiana ha destacado lo cierto dela "masa comn de conocimientos", nos topamos con deter-minados elementos irreductibles (Mach pinto y parado)que el sentido comn seala como provenientes de las percep-ciones de cada una de las personas en lo individual. No escapaque esa masa comn de conocimientos est limitada a lasproposiciones provenientes del sentido comn que se hantomado de la ciencia; no va ms all. Y en cuanto a su con-tenido, el empirismo que profesa, le dice que, no hay otracosa que datos de los sentidos. La novedad estriba en ais-larlos al mximo, concibindolos percibidos por solapersona, desde un cierto ngulo y un solo "aspecto" de lacosa. Su entmdasmo le lleva a proponer una nueva interpretacin de la materia apoyndose en las explicacionesque nos brinda el sentido comn, partiendo del supuestoque no existe una substancia permanente (Barkeley). Mi-nimiz adas las cosas al "aspecto" que de ellas percibe al-guien con ayuda del sentido comn, transformada la ohje-tividad material en un supuesto desechable, lo que resta,dentro de esas percepciones expresadas en las proposicio-nes, no es ms que las sensaciones aisladas. El mundo ex-terior, la realidad objetiva, reedtase al estilo de Mach comouna combinacin de elementos -sensaciones- de la cualse excluye la objetividad material. Evidentemente, el pro-ducto del anlisis lgico sobre el mundo exterior no hace

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    ms que repetir una de las tantas combinaciones del positivismo: Berkeley-l\1ach.Combinaciones que, como sabemos, pueden multipli

    carse segn que se niegue francamnete el concepto de materia (Berkeley) o se le acepte como "cosa en s" (Kant),orientados, en ltima instancia, a encubrir el solipsismo,el taln de Aquiles del idealismo subjetivo. El perfeccionamiento de las sutilezas en el camino recorrido de Berkeleyal neopositivismo le hace perder la coherencia del primero a cambio de una oscilacin entre el empirismo y el apriorismo. Por fuerza tiene que reconocerse la claridad del primero, la congruencia de sus elucubraciones, frente a lasoscuras novedades de sus epgonos. Berkeley sostiene abiertamente que lo nico que se conoce son los elatos de lossentidos, negando la existencia de una materia independiante: las nuevas eRcuelas se obstinan en hacer ambiguaesta afirmacin, introduciendo nombres que teng'an paren-tesco con los conceptos cientficos (la debilidad idealistaaferrndose al prestigio materialista), afanosamente empeadas en subjetivizar uno tras otro los conceptos cien.tficos. El neopositivismo incorpora la solucin de Ma'ch oacepta cnicamente el solipsismo y ante la evidencia del absurdo se refugia en lo irracional.

    La tesis JVIach-Russell (los datos sens ibles como elemento ltimo de la realidad conocida) frena en seco su carrera hacia el abismo solipsista COn la rozadera del an-lisis lgico, el otro elemento de su eclecticismo filosfico,iniciando una fuga hacia el lenguaje que termina en el formulismo simblico de Carnap. Evidente regresin o involucin filosfica, resumida en el fin asignado por Russell:la tarea de la filosofa ser constatar las formas lgicas delas proposiciones, haciendo abstraccin de su contenido ydel proceso del 'Pensamiento que les dio origen. Abandonofranco de la teora del conocimiento y de la epistemologa.116

    Impotencia del neopositivismo frente a lo que ms estima:el conocimiento. Me parece que tienen razn quienes afirmanque el error ha consistido en confundir subjetivamente elhecho de que el cientfico cree un cuadro fsico del mundocon la creacin misma del mundo po r el cientfico (74).Por eso le resulta fcil detenerse en torno a la armona lgica del sistema abstracto de la visin c i e n t f i ~ a del mun-do. Vemos, una vez mas, cmo se acude a la invencin platnica de llamar a la forma lgica (la idea) 10 determinante (el ser).

    Sin embargo, este neoplatonismo' es apenas un amagocircunscrito a la lgica de las construcciones gramaticales,como primer paso, que finaliza en un lgebra del lenguaje.

    Este anlisis subjetivo de las proposiciones produce, de primera mano las proposiciones elementales. Tal denominacin responde directamente a la c o n c e p ~ i n empirista que sustituye a las cosas concretas por cierta propiedad o cierta relacin percibida por un solo individuo. Asla proposicin elemental se construye partiendo precisamente de los tnninos: "cosa", "propiedad" y "relacin".

    A las proposiciones elementales siguen las complejasobtenidas a base de asignarle a aqullas los "valores" de"verdad" o "falsedad". Al llegar aqu estamos en lo queel neopositivismo llama la "funcin de la verdad". De acuerdo con la jerga neopositivista esta funcin obliga a la polarizacin de las proopsiciones en dos extremos: verdadero(p) y falso (no p) , segn que p sea verdadero ono.

    La proposicin "negativa", derivada de la aplicacinde la funcin de la verdad, es considerada la forma mssimple de esta funcin. Pero, si en vez de una preposicin(74) Kursanov, G.A., "Gnoseolg a del l1l'agmatismo contemporneo, MOfIC 1958,

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    se toma dos ("p" y "q") se ampliar el conjunto de las fun-ciones de la verdad dando paso a las proposiciones "com-puestas". Estas formas compuestas, que para Russell noson ms que otras tantas funciones de la verdad, se resuelvan a base de la Inferencia matemtica. As, la propo-sicin compuesta "p contiene a q" ser falsa si "p" es ver-dadera y "q" falsa y a la inversa, etc.

    Una nueva forma de las proposiciones son las genera-les o genralizaciones. La diferencia entre proposiciones ele-mentales, funciones de la verdad y generales descansa enque las primeras afirman alguna propiedad o relacin deuna cosa o de un objeto, las segundas de una combinacinde propiedades o de relaciones y las ltimas se refierena la universalidad o particularidad de una propiedad, relacin o combinacin de relaciones. Estos dos tipos de ge-neralizaciones se pueden expresar como siguen: "Para ca-da X, F (x) es verdadero y "hay por lo menos una x parala cual F (x) es verdadero". No hace falta realizar muchoeesfuerzo para percatarse que las famosas formas del anlisis lgico de las proposiciones tiene un parecido terriblecon las clasificaciones de los juicios en universales, particulares y singulares de la lgica formal. Una mera dupli-cacin? Ya veremos esto en detalle en otra ocasin.

    El problema que por ahora nos preocupa se centra enla confusin originada por Russell al pretender reducir ladeduccin lgica a deduccin matemtica. No se puede ig-norar que la deduccin matemtica descansa en las leyeslgicas; el anlisis matemtico logra una claridad ms ar moniosa precisamente porque expresa un orden lgico. Larelacin cuantitativa y espacial que sustancia el anlisis matemtico expresa una simplicitud que no es sinnimo desuprema universalidad 0, en todo caso, no es la mximageneralizacin cuya profundidad y amplitud va ms allde la magnitud. Profundidad que le conviene por igual a118

    cantidad y calidad, espacio y tiempo, pensamiento y ser,las categoras ms amplias del conocimiento humano. Alno precisar ta l distincin el neopositivismo aplica la deduc-cin matemtica donde debera operar la deduccin lgi-ca. Recurdese lo que nos dijo Engels, adems, a propsitodel carcter material de la deduccin matemtica. Esto eslo que hace Russell sus llamadas funciones de la ver-dad. La inferencia neopositivista conserva el aspecto ex-terno de la deduccin lgica cuando Telaciona las premisas(proposiciones) con la conclusin (una proposicin que unea las anteriores); sin embargo, la deduccin lgica debepartir de verdades demostradas (de premisas ciertas) yno solo de la observacin del orden lgico. Toma el ordenlgico desestimando la objetividad reflejada y la pruebadirecta matemtica; pero hay algo ms.

    Esencialmente la cantidad es la unidad de lo discretoy lo continuo, que tiene que reflejarse en la deduccin ma-temtica. Notable es el resultado de este hecho cuando,guiados por una falsa concepcin matemtica de la lgica,tomamos la relacin de los trminos silogsticos por lacontinuidad matemtica Al llegar aqu me doy cuenta queno ha sido vana mi preocupacin por distinguir la lgicade la matemtica. Especialmente, cuando el neopositivis-mo, desde Frege, ha querido ver en la abstraccin lgicalo simple indeterminado. Vimos que en su esfuerzo por pre-cisar la naturaleza del pensamiento, concluy atribuyn-dole como nota propia lo verdadero. Debemos acreditar aquienes afirman que lo hecho por Frege fue apartar el contenido de los conceptos y queda rse exclusivamente con suextensin - l a verdad- (75). Cometi el error de no verla unidad dialctica entre lo general y lo individual. En(75) Aseev, "Nepositivismo la Lgica Matemtica". Notas cient-f:cas de la Universidad de Leningrado. Facultad de Filosofa.Problemas de Lgica. Prensa Universitaria, 1959 No. 265.

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    todo caso el hecho que quiero subrayar aqu responde alcarcter propio de la abstraccin matemtica; desnuda depropiedades a la cosa con el fin de aislar su magnitud. Eluno le va bien desde una piedra hasta una formacin econmica social. Encontrar cierta similitud entre la extenl"in de los conceptos lgicos y la de los nmeros es la basedel malabarismo neopositivista, Esto es posible slo a base de una teora del conocimiento que desecha el contenidode los conceptos y encuentra en esa indterminacin una similitud con el simplismo de la abstr accin matemtica.Comprobemos ahora cmo la continuidad matemtica y laausencia de contenido conduce al absurdo cuando se opera, en la deduccin con un criterio de verdad exclusivamente lgico.

    Aplicando las formulaciones algebracas del anlisislgico, propias de las llamadas proposiciones compuestas,podemos, con relativa facilidad, trocar lo falso en verdadero y a la inversa. Cuando se sustituye el si condicionalpor el signo llegamos con facilidad al absurdo simplementeporque un trmino no sigue a otro necesariamente, segnsucede con el razonamiento lgico. En el razonamiento formulizado: A implica a B as como no-A implica a B, si Aes falsa entonces la relacin, "A es verdadero y B es falso",ser tambin falsa; luego no-B A ,no-A y B) es verdadero y por consiguiente, si A, entonces A y B ser verdadero,lo que es un sofisma evidente. El enredo consiste en contraponer ,como p r e m i ~ a cierta la conclusin :r;roblemticainferida del primer razonamiento que nos lleva a una segunda conclusin en la cual llamamos verdadero lo que yahabamos juzgado como falso. En todo razonamiento lgicoel "lA falso" sigue inrlefectiblemente un "A es verdadero"

    ~ o m o necesariamente falso. Pero suplantando la necesidadlgica por la continuidad meatemtica. en conceptos que slo tienen extensin, podemos formular "verdades" tan gro-120

    tescas como que Napolen era enuco a base de contraponerle el juicio evidentemente falso: la luna es de queso.Quirase o no la formalizacin lgica por si misma tienefunciones subaltel'nas, tan menguadas que no alcanza lacondicin de un sustituto de la lgica,A eso conduce invertir la relacin del problema filosfico fundamental. El anlisis lgico de las formas de lasproposiciones no ha hecho ms qe esquivar la confrontacin Llireda del objeto material de esas proposiciones. Quedse preguntando el por qu de las proposiciones. Su res

    puesta fueron las proposiciones elementales (las llama tomos, y molculas a las "funciones de la verdad" ms com-jas) o sea que la naturaleza de las proposiciones depen.de de la verdad o falsedad de las elementales y a stas seles define por la colocacin que guardan sus trminos aldeterminar a los Ilobjetos". Tngase presente que se tratade la propiedad o de la relacin de un solo objeto. En consecuencia, el significado de la proposicin se deriva del objeto que alimenta a cada trmino. Se trata de hacer coincidir la combinacin de los trminos de una proposicin conlas relaciones especficas de objetos irdividuales cuyas propiedades se conciben aisladas. En tal enso, se llama verdadera una proposicin, cuando hay una correspondencia entr e sus trminos y la propiedad o relacin aislada del objeto individual. Ser falsa, en caso contrario.

    El carcter emprico del positivismo lgico irrumpe denuevo en cuanto, pese al rodeo minuciosamente cumplido,pasa de las proposiciones a las proposiciones elementales,de stas al ordenamiento de los trminos y de aqu a lasrelaciones y propiedades del "objeto". Fiel a la escuela, lleg al lmite mismo del problema no osando ir ms all dela esfera del otjeto sensible. La teora del conocimiento deRussell-Whitehead intenta, por todol'l los medios a su alean-

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    ce, mantener un abismo entre la realidad material y elpensamiento sirvindose del formulismo lgico para escamotear al idealismo subjetivo.Wittgenstein: hacia la "Filosofa de Lenguaje".Wittgenstein (Tractatus Lgico-Pilosophicus) sostuvo que"LA PROPOSICION ES EL RETRATO DE UN HECHO".Con ello quiere decir que nosotros mismos ponemos en elretrato (la proposicin) en vez del objeto reflejado a loselementos del retrato (los trminos de la proposicin).

    Qu es entonces 10 reflejado? Wittgenstein explicaque lo nico que puede darse entre el retrato y la realidadson las formas lgicas; lo que ha y de comn entre las proposiciones y la realidad es la lgica. De aqu que las proposiciones sern verdaderas o falsas si coinciden o no conla realidad. Confiado en su descubrimiento precisa que elretrato lgico de un hecho es el pensamiento; por lo que elpensamiento es lo oculto dentro de la proposicin. Realidad y lgica, hecho y pensamiento, aparecen identificados.Con este retorno a Platn (Hegel lo es en igual medida)aparece ms congruente la teora sobre la naturaleza delsignificado de la verdad o falsedad de las proposiciones. Silas proposiciones elementales obedecen a determinada disposicin de los trminos, la colocacin de stos obedece asu correspondencia con el significado. De acuerdo con estaconclusin el camino recorrido por el conocimiento va delas palab ras al pensamiento, para llegar a concluir fcilmente que el mundo lo es de palabras. Estamos en los umbrales del "sintaxismo" y el "semantismo". La involucin delneopositivismo apunta indudablemente hacia 10 que Lenintipific como la forma ms degenerada de la filosofa bur.guesa.122

    Al haber limitado la comparacin entre el significadoy las palabras como criterio de la verdad, el neopositivista asegura que liquid de un tiro el problema ancestral dela filosofa, anulando de paso toda su historia. Triste eplogo el de esta tercera. lnea que se anunciaba tan segura yaudaz frente al viejo problema de toda Filosfa: materialismo vrs. idealismo. Pero su fracaso empirista le aconsejotro exceso ms: suprimir la contradiccin filosfica. Estolo explica Wittgenstein descorchando a las palabras de sucontenido objetivo, concibindolas como meros soportes deexpresin de las "formas lgicas". Sobre simplificar a lalgica, el extremo que de ella no queda ms que la articula.cin deductiva del lenguaje (ms bien, un ordenamiento deductivo matemtico), le niega al lenguaje la capacidad de ex-presar la realidad lgica. Afirma concretamente, que ellenguaje nicamente puede mostrarnos las formas lgicaspero no puede decirnos qu son. A eso obedece su divisinentre lo mostrado y 10 significado. Como justificacin esgrime el argumento de que el lenguaje no puede decirnosqu cosa es el mismo: no puede decirnos qu cosa son lasformas lgicas, aunque s mostrarlas. y cuando se ve apu.rado'a contestar por la objetividad del hecho y de las ciencias responde con una invocacin mstica. Le sirve de pretexto la imposibilidad que tienen las ciencias de alcanzarun conocimiento absoluto de las cosas y asegura que las proposiciones cientficas afirman los hechos sin decirnos lo queson. Esta evasin anticientfica persigue ponerle un lmiteal pensamiento. En verdad, estrechar an ms sus lmitesfue la obra de Wittgenstein como respuesta obligada dequien est dispuesto a borrar la historia de la filosofa contal de no encararse a la objetividad material. Es este aspecto gnoseolgico del neopositivismo el que mejor definesu naturaleza retrgada y anticientfica.

    Llegando a este punto la mecnica neopositivista acude123

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    al procedimiento restrictivo del pensamiento bajo la premisa de lo que tiene o no sentido. Las frases sin sentido semiden por Si l falta de correlacin con las formas lgicas y,a la inversa, tienen significado las que logran esa correlacin. Cmo saber cules tienen o no sentido? Wittgenstein propone el rigor lgico y la verificacin.

    Antes de seguir hagamos algunas consideraciones alo ya apuntado. En primer lugar, sobresale el principio dec.omparacin puesto en juego para invalidar el criterio cientfico de la verdad. No podemos negar que en el proceso delconocimiento se produce una comparacin entre las proposiciones y el pensamiento; es ms, el lenguaje es el vehculo de expresin del pensamiento. Y si precisamos a n ms,en el conocimiento cientfico la comparacin opera entre losdatos de la experiencia sensible y las proposiciones. No slo la proposicin y los datos de la experiencia se comparanen el proceso del conocimiento, sabernos que los conceptoslgicos tambin tienen en los datos de la experiencia sufuente ce origen. La va del conocimiento sensible es unava materialista del conocimiento, la exageracin o deformacfn empirista consiste en hacerla absoluta transformando a las sensaciones en sinnimo del ser, levantando un abismo entre la objetividad material y su reflejo sensible. Enel caso del neopositivismo veamos que la variedad ha consistido en dejar de lado la relacin sensaciones-objetos materiales o convertirlo en un pobre caso de fidesmo, y limita r la comparacin a la que se da entre el pensamiento (mejor, las "formas lgicas") y las proposiciones. Al tomar estecamino suuraya al lenguaje como la solucin. Esto es loque lo diferencia del machismo apegado al sensualismo ya la neutralidad del mundo. Pero acusa los mismos rasgosgenerales comunes a todo el positivismo, resuelve subjetivamente el problema bsico de la filosofa; descarta comoimposible el conocimiento de las relaciones esenciales de las]24

    cosas, sus leyes objetivas y el vnculo entre causa y efecto;limita el conocimiento cientfico a la descripcin empricade sucesos, hechos, fenmenos.

    El neopositivismo al proponer como criterio de verdadla comparacin entre las proposiciones y las "formas lgicas" le da al lenguaje una naturaleza distinta a la suya, noprecisamente el de medio material de expresin del pensa-.miento sino el de la objetividad misma. A eso se debe queaparezca, si no cierta, sugestiva la afirmacin de que el lenguaje muestre, pero no dice lo que es en s. No es ocioso repetir que la materialidad del lenguaje no puede identificarse con el concepto filosfico de la materia, porque ademsde parcial za r a este ltimo estaramos limitndolo groseramente; desplazaramos lo infinito del mundo materialal embudo del lenguaje simblico. Desencantado de la extensin del concepto como verdad del pensamiento va alsignificado del lenguaje en busca de una objetividad m sconvincente. Se ve claro, por otra parte, que el positivismode hoy da, ha tenido que refugiarse en el significado dellenguaje, donde ha y ms de un problema, porque la c o n c ~ -cin cientfica del mundo ha terminado po r expulsarlo definitivamente del campo de la filosofa.

    La distincin entre 10 mostrado y el significado nacede una mala comprensin de la relacin entre la lgica y lasintaxis; concretamente de la circunstancia que las palabras toman su sentido po r el orden que ocupan en la oracin.

    El Diccionario de la A c a d ~ m i a de la Lengua Espaoladefine la sintaxis como la parte de la Gramtica que ensea a coordinar y unir las palabras para formar las oraciones.En definitiva trata del orden que deben tener las partes dela oracin. 'Quin establece este orden? El gran fillogoamericano, Andrs Bello, dice que es el uso y el rgimen o

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    la dependencia mutua de las palabras. Existe pues una unidad lgica. Por eso la gramtica moderna hace radicar enlas leyes del juicio la interpretacin del orden sinttico. Laslicencias a este orden - l a sintaxis figurada- se refierena las adulteraciones a la lgica con el fin de conferirle elegancia a la expresin. Aqu cabe recordar lo que ya apuntbamos a propsito de la diferencia entre los conceptos y elsentido de las palabras. El contexto de la frase le imprime:;'entido a las palabras, vocablos que a veces, por s solos,no expl'esan otra cosa que un simple nexo. Quirese mayornimiedad que la relacin manifestada por las preposiciones.Sin embargo, debido a que el idealismo subjetivo recurre alo individual de la experiencia sensible crea un problemainexistente al forzar una comparacin, digna del materialismo vulgar, -entre las partes de la proposicin y el ordenlgico de la expresin analizada. Aqu hay un visible deseode identificar la gl'amtica con la lgica. Me explico mejor.Si la verdad propuesta por Wittgenstein se circunscribiera ala correlacin de las proposiciones elementales con las compleja, correlacin que en ltima instancia, est determinada por la que guardan los trminos de la proposicin elemental y la propiedad o relacin aislada de un objeto individual, la percepcin sensible (porque no son otra cosa lasproposiciones atmicas) somtese al orden gramatical (elmismo esquema kantiano: lo indefinido del fenmeno y el orden de la razn) o sea que la sintaxis ocupa el puesto de lalgica. No puedo dejar de hacer notar el rasgo positivistade esta nueva sustitucin de la filosofa por otra disciplina particular. El error de bulto est en confundir el orden sintctico con la lgica: la mayor universalidad de lalgica frente a la especificidad nacional del lenguaje.

    Cuando Wittgenstein ejemplifica con la necesidad deatribuirle al concepto de mancha el color y no, por ejemplo,el sonido, da un paso ms en la sustitucin de la lgica por126

    la gramtica. Esta tergiversacin se basa en el mismo equvoces referido arriba. Nuestro autor ha trocado la definicilgica en el atributo gramatical. En la definicin se fijalos rasgoS esenciales del objeto definido y lo diferenciamode los objetos que le son semejantes. Quiero decir que determinamos al mximo el contenido del concepto; hay unevidente limitacin de la extensin del concepto definidoPrecisamente, lo proporcionado de la definicin consiste eque la extensin del concepto determinado ha de ser iguaa la del determinante. Bello dice que el adjetivo predicadosin limitar la extensin del sustantivo, anuncia una cualdad del objeto. Al menos con la gramtica espaola la diferencia entre la operacin lgica de la definicin y el atributo gramatical no amerita mayor discusin. En todo casola definicin cientfica fija la esencia del objeto, recogel principio, la ley, lo necesario. Wittgenstein, por otra parte, ha querido darle a lo atributivo ese carcter necesariosin duda viendo en el atributo lo que dice la gramtica inglesa y alemana. No obstante, ya se le atribuya al sujetouna cualidad pasajera (adjetiVO) o un fenmeno (verbo)por s mismos, esas partes de la oracin, no fijan lo esenciadel sujeto. No veo que podamos por simple predicacin fija r lo esencial de las cosas. De su peso cae la no identidadentre la predicacin gramatical y la lgica. El sujeto y epredicamento lgicos no siempre coinciden con sus congneres gramaticales. Ahora bien, las cualidades y losfenmenos atribuiblese a un sustantivo deben cumplircon las leyes lgicas del juicio. Y en el caso que nosocupa ' -e l ejemplo de Wittgenstein sobre la atribucin del color a la mancha- se atiene al carctratribu,tivo del juicio. Aqu las referencias de propiedades, estados, relaciones, correspondientes a un objeto deljuicio se hace atendiendo a su contenido. En definitiva parte de la existencia objetiva de ese contenido. El ,punto de

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    partida empirista del neopositivismo que no va ms all dela conespondencia entre las_ "proposiciones elementales" ylas propiedades sensibles del "objeto", pretende salvar lafalta de objetividad de su planteamiento con el carcteratributivo del juicio. Esto no basta. Ya sabemos que el contenido del juicio 110 es una mera relacin lgica. La objtividad lgica es, en todo caso, un reflejo de las propiedadesfundamentales del mundo exterior. Por eso la triquiuelade Wittgenstein se reduce a invitarnos a no infringir la leyde identidad. La mancha no podr ser nunca un sonidomientras rija la sintxis regular y no estemos compelidosa las urgencias musicales de un Rimsky Korsakov. Mistifica la lgica gramatical en un intento de escamotear la necesidad objetiva, la ley de la causalidad material. La lgicadel lenguaje obedece a una regularidad que corresponde ala del mundo. Pero al desligarla de l la dejamos librada ala arbitrariedad subjetiva o al racionalismo idealista; laextensin que hace Wittgenstein de la concordancia entrelgiea y las proposiciones al campo fsico, asignndolo a lageometra el papel de una sintaxis del espacio, subraya lacara racionalista del positivismo lgico, orientada a encubrir la limitacin del pensamiento propio del idealismo s u b ~jetivo. ,La lgica vertida a sintaxis con pretenciones de unaconcepcin del mundo corresponde a la orientacin anticientfka del idealismo contemporneo. Quiero decir que el neopositivismo al hacer absoluta la sintaxis regular no slo sigue fiel al error comn a todo el positivismo, sino enfangala fertilidad de nuevos campos cientficos.

    El neopositivismo ingls renquea adems al no lograrexplicar cmo se relac ionan l as proposiciones con los hechos, porque hasta aqu las formas lgicas que "muestranel significado" no lo desentraan. El mtodo apenas cumple la primera parte; concordancia de la lgica con las proposiciones. Wittgenstein habla entonces de un principio que128

    nos diga como deben verse las propOSICiOnes verdaderas,cuando lo son. Mostramos algo que es lgico, afirma, perotenemos que constatarlo. No basta que las proposicionesestn de acuerdo con las leyes lgicas; hace falta comprobarlas, verificarlas. Una vez ms, lo cierto sirve deescu-do a 10 falso. La ciencia ensea que la simple concordancia,o la rectitud lgica, no es suficiente para alcanzar la verdad; se necesita que las premisas de las cuales se partesean verdaderas. Pero este criterio cientfico no es el quele interesa al neopositivismo si bien no desprecia su r e l ~cin formal, por lo que tambin habla de comparar las proposiciones con la realidad.

    Para seguir adelante el neopostivismo ingls le pidiprestado al "Crculo de Viena" el concepto de la VERIFI-CACION de l\1oritz Schlick, discpulo y heredero (1922) dela ctedra "de Mach", "las ciencias inductivas", por lo queWittgenstein viene a se r una especie de lazo de unin entrela escuela austriaca y la inglesa, dndole a sta un contenido cada vez ms empirista.

    La verificacin tal como la entiende el neopositivismoconstituye el sometimiento de las proposiciones al veredicto de "mi experiencia". Si afirmo que existe el Kremlin debo asistir a la "Plaza Roja" y constatar por "m" propia experiencia" sus refulgentes estrellas de rub, la alta murallaalmenada, sus vastos jardines, la mole imponente de su fbrica abombada de cpulas o leer una descripcin del KremHn, verlo en televisin, el cine o en fotografas. En cambio,habrn proposiciones cuya constatacin empric a rsultedifcil o imposible, entonces la verificacin desautoriza suformulacin por falta de sentido. Toda aquella copia (proposicin) cuya significacin no puede se r comparada conlos hechos que me brinda (mi) experiencia est descartadapor falsa. Este es el principio del cual se sirve el neoposi-

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    tivismo para rechazar como metafsicos tanto los postulados de idealismo objetivo como de la ciencia. Enconsecuencia tan errneo, falso o falto de sentido esdecir que la realidad objetiva tiene una existenciafuera de la experiencia como que Dios existe, y, aunms, que las cosas percibidas no son algo distintoa se r percibido, debido a que todo ello escapa a la verificacin de mi experiencia personal. Si no hay forma de verificar un juicio convirtindolo en datos sensibles de unaexperiencia individual, aislada, debe ser rechazado por metafsico, con lo cual He desecha no slo los postulados de todala filosofa anterior, sino que incluso sirve de anDa defensiva contra las crticas que le salen al paso al solipsismo, enel cual cae la verificacin. Salta a la vista que el espejismodel argumento escolstico neopositivista consiste en mantener el empirismo subjetivo en su forma ms agwla (solipsismo), defendindolo con la "sintaxis". El significadode una proposicin (el orden lgico: sintaxis) ajustada ami experiencia ( p e ~ c e p c i o n e s individuales: solipsismo) esla verdad. As toda experiencia individual viene a sustituirla objetividad cientfica si pese a la lgica con que est construda, no cae en el lecho de la infidelidad subjetiva; todarealidad queda constreida a "mi expriencia". La limitacin del pensamiento es de proporciones alarmantes y lacapacidad destructiva del principio de verificacin es ungolpe dirigido fundamentalmente al conocimiento cientfico.

    Ese papel limitativo del conocimiento, como negar atoda la filosofa por falta de sentido, es una herencia directa del principio de la "economa del pensamiento" deMach o el del "mnimo esfuerzo" de A venarius, cuyos antecedentes agnsticos se pierden en Kant y Hume. Llamarmetafsico o no verificable el conocimiento fuera de las sensaciones es identificarse decididamente con el empirismo.130

    Con el principio de verificacin, el neopositivismo se postrade hinojos ante Mach.La novedad neopositivista respecto al viejo empirismo, especialmente del siglo pasado, puesto que Hume nollega a la veTificacin porque en su aserto gnoseolgico no

    se plantea la diferencia entre verdad, falsedad y desconocimiento cientfico, consiste en aceptar la existencia de cosasfuera de la experiencia humana (aun cuando a ello no leconfiera rango cientfico) y en no circunscribirse al principio de las probabilidades que lo juzga deficiente pOTquecomo criterio de la verdad se limita a suponer que la prueba de los juicios no va ms all del contenido de las operaciones de prueba. En resumen, vuelve ms sutil el concepto subjetivo del principio de verificacin.

    Al definir el criterio de la verdad por la comparacinentre las proposiciones y la experiencia lo refiere a la comparacin de las frases con los "datos inmediatos" de "mi"experiencia 0 , ms preciso, de la lgica gramatical inherente al significado de la proposicin con las sensaciones individuales de una persona. Esta comparacin de la lgica(la forma lgica contenida en la sintaxis de las frases) conlos reflejos sensibles confunde. adems del conocimientolgico con el sensible, la lgica con la gramtica y, por ende, las palabras con las sensaciones. E incluso identifica ala verdad con las operaciones de prueba de la certeza; porlo que el conocimiento de la frase viene a ser la prueba dela verdad a la falsedad de esa frase, y el conocimiento cientfico aparece como la suma total de las operaciones deprueba. ,La verdad, el conocimiento y el conocimiento cientfico resultan fundidos en las operaciones de prueba o verificacin del criterio de la verdad. La verdad vuelve a presentarse como el nico rasgo del concepto. 0, en otras palabras, la falta de significado es sinnimo de negacin ab-

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    soluta de la posibilidad de probar un juicio (frase, proposi-cin). Esto antepone, en el neopositivismo, la prueba lgica ala gramatical; primero habI1 que adecuar las proposicio-nes a la lglca y, finalmente, a los "hechos" con las propo-siciones. Justamente, lo contrario que sostena el agnostis-mo de Hume.

    De aeuerdo entonces con el princlpIO de verificacin,la comparacin tiene que realizarse entre dos juicios; unoque proviene de la inferencia de frases construdas segnlas formas lgicas y otro emanado de la observacin emp-rica individual. Hasta aqu el esquema tiene elementos jus-tos, pues, el materialismo tiene en cuenta ese tipo de rela-cin, excepcin hecho del aislamiento que el neopositivismole confiere a la experiencia individual. La pr&ctica social (laexperiencia del materialismo) no tiene nada que ver con"m i experiencia". Concebir a la prctica como el productode una experiencia individual referida a instancias nicases un recurso sutil del neopositivismo que concluye por atri-buirle a las palabras un contenido que no les corresponde ytransformar a las sensaciones (;TI el contenido de las propo-siciones. Y en cuanto al otro j u i : ~ i o , el que se construye par-tiendo de la "inferencia lgica", es decir, a base de las fa-mosas proposiciones "atmicas" como contenido, fuera de lamecnica operacional de la lgica sintctica, no es otra cosaque las emociones y percepciones del sujeto. Como se puedeapreciar, no hay nada de materialismo en la verificacin.Tanto en el caso de la via "lgica" como en el de las frasescon significado comrarado a la l.'ealidad, el punto de partidHes lo sensible o emocional subjetivo. En ambos casos se par-te de la experiencia individual escrita genricamente porquellamarla "ma" sera formular una frase sin sentido (nohabra ninguna frase - s e da cuenta el n e o p o s i t i v i s m o ~"prot ocolar" p "atmica" comparable con "mis sensacio-nes"). As el neopositivismo rechaza por faltos de sentido132

    muchos juicios cientficos que no pueden adecuarse directa-mente con algo "visto" por "mi" experiencia. Por lo tantouna gran cantidad de leyes cientficas deben tenerse comoenunciados y no como juicios porque les falta la verificacin.Para empezar resulta ms que imposible verificar los jui-cios universales y particulares cuya generalizacin estmuy alejada de las descripciones sensibles. Ante este atolla-dero el neopositivismo propone, por boca de Hans Reichen-bach, que las leyes cientficas sean tratadas como juiciosque tienen implicaciones con el principio de probabilidad.E:sto supone que adems de la verdad o la falsedad se in-cluya un nuevo concepto que es el de la "imposibilidad dela verificacin". Si algo no est verificado no quiere esto de-cir que sea incierto y habr que reconocer como un merohecho el que ciertos juicios pueden ser verificados directa-mente. Al llegar a este punto el principio de verificacindeviene habilidad; debemos ingenirnoslas para hacer quecasen un juicio general (la ley cientfica) con las frases cons-tt'uidas a base de impresiones personales. Ni que decir quecon la incorporacin de este principio la pretendida solidez,precisin, y la misma vigencia del principio de verificacin,recibe un golpe mortal; la verificacin cede su pnesta a laclasificacin. En esencia, esta probabilidad o "verificabili-dad" de juicios ciertos no verificados directamente se limitaa descomponer las leyes o enunciados cientficos a ba!'le tantode las condiciones tcnicas como de las medidas prcticas quedeben realizarse en cada caso cientfico, volviendo "verifica-ble" esa serie de medidas o pasos. En pocas palabras, buscadarle un contenido concreto que permita confrontar lo sen-sible con el enunciado general de la ley cientfica. As, porejemplo, si afirmamos que existe carbn en el fondo de latierra , el neopositivismo describe las medidas qe deben to-marse paar extraer carbn del fondo de la tierra, da unadescripcin detallada de los pasos tcnicos cumplidos en esa

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    extraccin, buscando la manera de hacer que concuerdenesa serie de jukios sensibles (protocolo) de la descripcln,tomados aisladamente, con las construcciones lgicas delenunciado cientfico. El resultado es un esquema arbitrarioque exhibe a cada paso las limitaciones de una clasificacinconstruda sobre las bases de "mis impresiones". Ni ms nimenos que embutir los conceptos cientficos dentro de lasreglas de un rompecabezas.

    En la verificacin encirrase la contraprueba de la "ve-rificabilidad": la ausencia de falsedad debe ser c o n ~ e J i d acomo la razn suficiente de la verificacin. Si queremos proba r que la burguesa es ladrona, debemos partir de la pruebadel juicio de falsedad "no hay burgueses ladrones". Elevarla ausencia de falsedad a premisa central de un razonamiento es la consE'cuencia direda de sustituir la causalidad cientfica por la lgica de las oraciones. Y en cuanto a la imposibilidad de compaginar los juicios cientficos con los juLiosde observacin o juicios dE' protocolo, corresponde a la imposibilidad de identificar el contenido sensible de estos juidoscon la estructura lgica del lenguaje. Pero los juicios de protocolo presentan otra contradiccin sealada oportunamente por la crtica marxista (76). En efecto, el juicio de protocolo fija un suceso en un momento dado. el cual debe coincidir con otros sucesos anlogos que acaecieron despus deeste juicio inicial, si queremos cumplir con la verificacin.En cambio, con los juicios cientficos ta l procedimiento esfalso, porque no se logra esa rectificacin directa debido aque estos juicios no tienen una relacin inmediata COn loshechos y, por otra parte, el juicio de observacin rara elneopositivismo est concebido metafsicamente aislado.(76)

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    Quien desee una relacin de ste y o t r o ~ 1 aspectos de la crLtic a tocados en ste captulo, puede remitirse a la obra deMaurice Conforth "Science versus Idealism", London 1955, ala que he seguido en sus trazos esenciales.

    Finalmente. el neopoBitivismo entra en contradiccinal dal' cabi(a a lo mORtrado como distinto de lo probado, porque repite la misma inconsecuencia del empirista Berkeleyquien concluye introduciendo las ideas no empricas bajo elnombre de nociones. Resulta que la gran mayora de las ideasfilosficas manejadas por WittgE-nstein en su Tractatus pueden calificarse de no verificables o de ideas sin sentido. Pre-tende superar la contradiccin afirmando que las verdadesfilosficas se muestran a s mismas an cuando no puedandecirse. No haee falta volver a repetir la crtica ya trans-crita, en estas pginas para evidenciar la incapacidad manifiesta de la verificacin empirista . Volvi a surgir latrampa de hacer pasar la experiencia por "mi experiencia".Tergiversacin amaada. La naturaleza social de la experiencia y del conocimiento son postulados cuya prueba se computa con la historia de la humanidad entera.

    ,E n su libro, "Investigaciones Filosficas", Wittgensteinrealiza la autocrtica de su primera etapa, la del Tratado, reconociendo la inconsecuencia del atomismo de la experienciapropuesta, descartando su pretensin de ver en el l e n ~ a j eel retrato de hechos que se fijan en l por medio de formaslgicas, desafortunadamente, esta consecuente autocrticase detiene en el lenguaje al que, no obstante reconocerle lacondicin de medio de comunicacin entre los hombres, sigueemplendolo como escudo anticientfico. Afirma que la problemtica filosofa obedece a la falta de precisin en el lenguaje. Otro nuevo f'ubterfugio con el cual tuerce la buenaintencin a u t o c r t i ~ a y elude enfrentarse de nuevo a las preguntas fundamentales de la filosofa, asegurando que no deben ser planteadas o que, si lo son, debern reducirse 2-, unadiHcusin sobre la propiedad del lenguaje. De esta manerala escuela inglesa corre frenticamente al encuentro del semantismo, de la lgica simblica, hacia la escuela austriaca,hoy con cierto auge en Norteamrica.

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    140

    . ~ ~ ~ .

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    I

    INDICE DE MATERIAS

    N ota del EditorPrlogo.....Una Vieja Pugna

    Captulo 1

    La Crtica de la Filosofa MarxistaLos epgonos de HegelLa modernizacin" del

    subjetivo .... marXismo:Captulo 1I

    Antecedentes del NeopositivismoLa Teora del Conocimiento de FregeLa Lgica de Peirce . . . '

    el idealismo

    Pg.57

    91114

    28

    475190

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    Captulo III Pg.Sntesis Crtica de la Teora del Conocimiento deRussell-Wittgenstein ................... 103

    Russell o la determinacin matemtica de la fiJo-sofa 105

    Wittgenstein: hacia la "Filosofa del Lenguaje" 122Bibliografa . . . . . . ..... . . 137

    142