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  • 8/3/2019 02 Achtung Revista

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    independiente | cultural | irreverente2 | noviembre 2011 | achtungmag.com

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    Sgenos en

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    consejo de redaccin

    porque me petaMarcos Sanluis

    comecocosAbel Pea

    ilustraciones Roi Paz

    letripMarta Garca Mrquez

    RavesMFIjournalist aka Kunelainen

    fotos Friedrich G. Mller

    entrevistaVioleta Rodrguez

    fotos Anta Garca Sendn

    charly g.Xan do Coto

    ilustraciones Sergio Simunich

    cartas desdeLaura Varela

    Roberto Morln

    librosRosa Bao

    discosSergio Simunich

    pelisDbora Garca

    seriesSergio Simunich

    upandewapiliManuel R. Snchez

    direccin de arteOscar Sanluis

    maquetacinUxo Velo

    ilustracinRoi paz

    Sergio Simunich

    oskinha.es

    publicidadwww.achtungmag.com

    Pablo L. Orosa Oscar Sanluis

    independiente | cultural | irreverente

    Hay dos tipos de personas:las que, cuando sueltas una idea osada,

    te miran con cara de te has vuelto loco,y las que se contagian de tu entusiasmo

    y se suben al carro de cabeza.

    Pablo Gimn

    responsable de EP3 2006 | 20072noviembre2011

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    Se cando chegue este artigo seu poder acaba de perder o em-prego ou a vivenda, ou mbalas das cousas, non ser boa ideaque siga adiante coa lectura. Durante estes tres anos tdalasreexins de economistas, polticos, socilogos e comentaristasteen xirado arredor da idea da crise como un drama, que o .Pero case nunca en parte polo pnico censura na praza p-blica- se ten reexionado sobre os seus benecios e bondades,se as hai.

    Na parte negativa tense dito practicamente todo: o paro, a im-posicin antidemocrtica de gobernos e dun modelo econmico,o grave risco de perda do estado do benestar, o enriquecementodaqueles que provocaron a crise ou a conictividade social.

    Pero, ten producido algn benecio? A resposta esixe o in-tercambio de opinins desde die-rentes disciplinas, pero posible suxerir algunhasideas que conviden de-bate.

    Nunha reportaxe, ElPas xo un percorridopola sorte que correronos reis do ladrillo desdeo estoupido da crise. certo que entre a socieda-de est moi estendida a idea de que algnsdestes especuladores deberon purgar osseus pecados no crcere e que nal-mente conseguirn quedar co seupatrimonio persoal malia a ca-da das sas empresas.

    Mis al deste sentimen-to, o debuxo que ai LuisGmez elocuente: alos protagonistas de losaos dorados del mer-cado inmobiliario se losha tragado la tierra. Nohay msica sino silencioa su alrededor. Se escon-den detrs de abogados oagencias de comunicacin[] . No aceptan entre- vistas. No acuden a ningnacto social. No comparecen enreuniones sectoriales, ni estn encondiciones de dar conerencias enescuelas de negocio. Algunos se deba-ten en la dura lucha por salvar su patrimonio

    personal y han vendido sus yates o sus jets.

    Moitos pensarn que non chega, que a dbeda non est saldada.Pero, a cada destes empresarios non ser un eecto positivo dacrise?

    A censura s especuladores, s banqueiros e s polticos sempreobter boa acollida. O exercicio cil porque ten o aplauso ga-rantido de antemn. A autocrtica mis complexa porque nossita ante o espello, enrntanos coa nosa propia contradicin.Non ser que a escala moito mis pequena compartimos algnsdos pecados con eses especuladores que tanto repudiamos?

    A crise ter algn aspecto positivo, desde o punto de vista per-soal, se somos quen de analizar o noso propio comportamento.P o r q u e algo xemos mal tamn

    os cidadns cando enEspaa os niveis de en-debedamento amiliarson mis preocupantesc propia dbeda pbli-

    ca. Podemos eludir denovo a nosa responsabi-lidade e armar que tenmis culpa quen conce-

    de o crdito ca quen o solicita. Podemos acelo, eademais cargados de razn, pero, nese caso,

    a crise, para ns, non ter servido paranada.

    A situacin econmica ten depositivo o que agamos de au-

    tocrtica, a reaccin social do

    15 M, o desmantelamento,cando menos parcial, dainmoral concepcin doxito e dos camios parachegar a el. Porque, noondo, o problema non a crise; o problema como samos desta.

    A sucesin de renunciasavergonza desde o punto

    de vista democrtico e sita-nos nunha perspectiva de peor

    calidade de vida, menos servizospblicos e menos dereitos laborais.

    Est en xogo a nosa propia concep-cin de cidadns. a propia crise a que

    ten que aprendernos esa leccin.

    @MarcosSanluis vicedecano doColexio Profesional de Xornalistas de

    Galicia, xornalista de Radio CoruaCadena SER e autor do blog El Tnel

    otrotunel.blogspot.com

    ilustracin: oskinha.es

    as bondades da crise econmica

    { }A censura s especuladores, s

    banqueiros e s polticos sempreobter boa acollida. A autocrtica

    mis complexa porque nos sita anteo espello, enfrntanos coa nosa propiacontradicin.

    3noviembre

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    Lo que cualquier votante se planteaba a lahora de decidir si vala la pena levantar-se de la cama el pasado da 20 para ejer-cer su derecho al voto es si servira paracambiar algo. Es una pregunta que nadieen su sano juicio hara a un poltico por-que a) todos los polticos estn a avor delcambio b) todos los polticos arman queellos representan ese cambio y c) lo pri-mero que resulta aectado por ese cambioes la actitud de los partidos polticos unavez ganadas las elecciones. As que, parasaber si es posible mejorar las cosas conun simple voto en una urna, se tiene queacudir a la nica otra uente que realmen-te sabe qu es lo que se cuece en la olla delpoder (dado que son ellos los que aplican

    la llama): los bancos. Es cierto que, hoyen da, las instituciones bancarias, desdeel FMI hasta la CAMP, suren las crticasde la opinin pblica por su participacinirresponsable en la mayor crisis nancie-ra desde el crack del 29. Sin embargo, esinjusto asumir que los directivos de estasinstituciones son unos ineptos solo por-que han protagonizado el descalabro de laeconoma mundial y sumido a millones enla pobreza, de la misma manera que seraun error asumir que un mdico tan reco-nocido como era en su vida pblica Jackel Destripador mat a tantas mujeres de vida alegre en las calles de Londres poruna mala prxis mdica. En ambos casos,hicieron lo que hicieron con una proe-sionalidad digna de admiracin (y de una

    mejor causa).

    Por eso es de tanto inters el memoran-do condencial encargado por Citygrouppara sus clientes ms importantes y queue ltrado en tres partes a la opinin p-blica en 2005-2006. En ella vena a decirque todo iba bien: los ricos eran ms ricosque nunca y los pobres, ms pobres y, loque era mejor: esta tendencia no tena vi-sos de cambiar. Esto ue mucho ms ciertodespus de que estallara la crisis, cuando sedescubri que los ricos han con-seguido acumular un 10% ms dela riqueza nacional. El inormese centraba en Estados Unidos,pas al que dena como pluto-

    cracia (el gobierno de los ricos)pero ste es un concepto igual-mente aplicable a Espaa porque,reconozcmoslo, se puede adivi-nar lo que va a pasar en este pascinco aos antes de que ocurrasimplemente echando un vistazoa EEUU, y no solo en lo que se reere alos extremos de decadencia a los que sepuede llegar en un reality-show, sino enprcticamente todas las tendencias polti-cas, econmicas y sociales. En este opti-mista memorando tambin se estudiabanlos riesgos de que esta situacin cambiaray se llegaba a la conclusin de que el nicoposible peligro, aunque improbable, es quelos pobres (o sea, el 99% de la poblacin)exigiera una distribucin ms justa de la

    riqueza. El dato que mantena abierta estaposibilidad es que, a pesar de que la capa-cidad adquisitiva media no ha parado debajar en los ltimos 30 aos, el voto sigue

    manteniendo el mismo ratio (1/1).Y vistos los resultados electorales, ms de10 millones de esos votos ueron a parar el20N al PP, lo que proporcion al partidoconservador una cmoda mayora absoluta.Es dudoso de que el xito de Rajoy tengaque ver con su ingenioso eslogan Empie-za el cambio, casi tan dudoso como quese deba a su carisma, dado que, segn Sig-ma Dos, el uturo presidente tiene una va-loracin personal de 4,39, mientras que elcandidato derrotado, Rubalcaba, le supera

    y llega al 4,47. Por el contrario, el hechode que la gente valore ms al perdedor queal vencedor de unas elecciones es la prue-ba ms evidente de que en el 20N gan elmal menor: nadie que no sea votante ha-bitual de este partido cree realmente queel PP, incluso con la libertad de accin queda la mayora absoluta, vaya a cambiar latendencia hacia el desmantelamiento delestado de bienestar que inici el PSOE.Rajoy lo sabe, por eso el lder popular es

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    intencionadamente vago al hablar de uturas medidas y preeremantenerse en la dialctica que normalmente se reserva para lanoche de victoria electoral ser el presidente de todos, el moser un gobierno de dilogo y de bsqueda de entendimiento,

    etc. Por eso es inexacto decir que Rajoy no tiene programa: lotiene e incluye lindezas tales como la privatizacin de la sanidady de la enseanza pblica y salarios adaptados a la productividad(o sea, lo que en la lengua verncula se llamaba trabajar a desta-jo), como ya dej sentado su responsable de Economa, CristbalMontoro. Rajoy podra hacer suya esa rase de Durn i Lleida desi explicase cules son mis ideas, perdera las elecciones.

    La gente no vot al PSOE porque est harta de su incapacidadmaniesta para gestionar la crisis ms all de recortar los dere-chos de los espaoles y algunos decidieron no votar a los par-tidos minoritarios por la misma razn (sea cual sea) por la queno retiran el dinero de los grandes bancos y cajas de ahorros a

    pesar de que no les conceden crditos y sus directivos reciben in-demnizaciones millonarias no precisamente adaptadas a su pro-ductividad. Sin embargo, tanto el PP como el PSOE no quierencorrer riesgos: una de las pocas veces en las que se pusieron deacuerdo (la otra ue para introducir en la Constitucin el concep-to democrtico de estabilidad presupuestaria) ue para reormarla ley electoral, en enero de este mismo ao. Entre otras cosas,esta ley establece que todos los medios de comunicacin, inclusolos privados, debern respetar la proporcionalidad inormativa deacuerdo con los criterios de la Junta Electoral, lo cual atenta con-tra la libertad de expresin. Pero adems, la nueva ley haca ms

    dicil presentarse a 88 de los 98 partidos que antes no habanconseguido representacin parlamentaria, y que para estas elec-ciones tuvieron que recoger las rmas del 0,1% de los electoresde cada circunscripcin a la que se presentaran. El Condencial

    calculaba que eso implicaba conseguir 35.000 rmas en todo elterritorio espaol y gastar 300.000 euros. Quiz los males meno-res sospechaban, incluso antes del enmeno del 15-M, que notodo el mundo estaba dispuesto a votar a un sesentn barbudo, exministro de Educacin, ex ministro de Interior, ex portavoz delGobierno, se llamara Rubalcaba o Rajoy.

    A pesar de los esuerzos del PP y del PSOE por simplicar eldilema del pblico reduciendo el abanico de posibilidades, hayalgunos partidos que han conseguido pasar el ltro, ormacionesnacionalistas aparte. La gran mayora son partidos de izquier-das, como Unicacin Comunista de Espaa (UCE) o el PartidoComunista de los Pueblos de Espaa (PCPE). Otros, como el

    Partido Animalista contra el Maltrato Animal (Pacma)abogan por los derechos de los animales y apuestan porel veganismo y el vegetarianismo, lo que quiz no aclaramuchas incgnitas sobre sus polticas econmicas msall del brusco descenso que provocaran en la actividadempresarial de las plazas de toros, mientras que Equo, lacoalicin undada el mes pasado, rene a las ormacio-nes verdes tradicionales y en muchas circunscripcionesest aliada con Izquierda Unida. ambin pas el corteSolidaridad y Autogestin Internacionalista (SAIN),que se denen como socialistas cristianos, Por UnMundo Ms Justo (PUM+J) que tiene como objetivo la

    erradicacin de la pobreza y la deensa de los derechoshumanos, el Partido Humanista (PH) cuya declaracinde intenciones roza el budismo y una plataorma quese orm en agosto y que lleva el expresivo nombre deHartos.org. y que tiene como objetivo declarado elimi-nar el sistema bipartidista reormando la ley electoral yla constitucin.

    Cualquiera de estos partidos orece un cambio mscreble que los dos grandes partidos, pero la mayor par-te de los votantes que se niegan a votar al mal menorni siquiera se los plantean como posibilidades. Muchos

    han decidido entregar su papeleta en blanco (conun-dindolo con el voto nulo) en la creencia de que eso de-jar constancia de su malestar, sin saber que los votos enblanco se suman al total de papeletas emitidas, hacien-do ms dicil para los partidos minoritarios alcanzar el3% necesario para obtener representacin en unas elec-ciones generales. Esta vez no ha habido sorpresas pero

    la gran cantidad de votos que han recibido los partidos polticosminoritarios como UPYD y IU prueban que la posibilidad de uncambio existe, reejada no solo en las pancartas de los manies-tantes y en los panetos de los polticos sino, de orma muchoms creble, en los memorandos condenciales redactados porsesudos analistas que trazan con cuidado sus grcas y estadsti-cas para unos clientes cuyo directorio parece sacado de la revistaForbes. Si estos memorandos le hubieran llegado a la gente envez de los tan temidos sobres con ventanita, quiz hubieran podi-do sacar el mximo partido a su voto en las ltimas elecciones.

    por Abel Pea ilustraciones Roi Paz

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    El viento, el aire y la luz solarson los elementos con los quejuega esta artista norteameri-

    cana para crear espectacularesesculturas areas. Echelmanaprendi en la India el po-tencial artstico de las redesy durante la ltima dcada loha ido exhibiendo por todoel mundo: Oporto, Vancuver,San Francisco, Madrid, NuevaYork o Phoenix.

    El Yeti, el tibetano yeh-teh,tambin conocido en la cultu-ra popular como Abominable

    Hombre de las Nieves existe.Eso al menos es lo que asegu-ran expertos internacionalesque dicen haber encontradoal sur de Siberia evidencias dela existencia de este homnidoprehistrico.

    Escltras en el aireJanet Echelman

    Objetos imposiblesJacques Carelman

    el hombre delas nieves existebUrbUJas

    conGeladas

    eQUilibrios imPosibleslQUido | slido

    { }

    El pasado 11 de octubre Am-ber Miller corri el maratnde Chicago. 6 horas, 25 minu-tos y 50 segundos de esuerzopara recorrer 42 kilmetros.Lo llamativo es que horas des-pus inici un nuevo reto: lascontracciones de un inminenteparto. June, su segunda hija,naci siete horas despus.

    Va: www.emmanuelcoupe.com

    de maratonesy Partos nicos

    Jacques Carelman es un tipopeculiar. Slo as se entiendesu orma de entender la vida.Su exposicin, que ha asom-brado en Bilbao propone unainteresante dicotoma: consu-mismo u objetos imposibles.

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    George own. Islas CaimnDesles y uegos articiales

    para recordar a los bucaneros

    Mirano. ItaliaUn juego de la oca viviente conrelucientes trajes tradicionales

    oronto. CanadBailes, artesanas, gastronomay una competecin de lacross

    Estocolmo. SueciaCine europeo con especialatencin a jvenes talentos

    Pirates Week Festival10|20 noviembre

    Gioco della Oca12| 13 noviembre

    Canadian Aboriginal17|20 noviembre

    Stockholm Festival9| 20 noviembre

    Pollo en salsade yoGUr GrieGo{ }

    nUestro toP aPPs Para Pad

    de pago gratitasFree translatorraduccin a 18 idiomas

    Epicurious RecipesDeleite gastronmico

    World Atlas HDEl mundo en tus manos

    Ultimate experiencesAventuras por vivir

    Air Sharing HDDisco duro virtual

    SketchBook ProDibujar con los dedos

    Real Racing HDConduccin al lmite

    Marvel ComicsAmantes de los cmics

    Paper DiskApunta todas tus notas

    History: Maps of WorldRecuerda como ue

    ingredientes

    preparacin

    425 grs de pechugas de pollo3 dientes de ajo2 cucharadas de aceite1 cucharada de harina de trigo150 ml de agua1 pastilla de caldo de pollo1 yogur griegoPimienta

    caractersticasIngredientes principalespollo, yogurPlato primeroEstilo cocina griega

    Ambiente a diarioTiempo 30 minutosDicultad bajaPrecio econmico

    Cortamos las pechugas de pollo a lo largo en trozos no muy an-chos. Ponemos el aceite a calentar en una cacerola ancha y re-mos los dientes de ajo picados previamente. Cuando empiecena dorarse, aadimos las pechugas de pollo. Dejamos que se dorenpor ambos lados un par de minutos. Luego aadimos la harinay removemos todo hasta que la salsa recubra compeltamente laspechugas.

    Incorporamos el agua -con la pastilla de caldo- y la dejamos her-

    vir a uego lento durante 5 minutos hasta que la salsa espese.Salpimentamos al gusto y listo: a disrutar! Por ltimo, aadimosel yogur griego, lo ligamos a la salsa y... listo para comer.

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    Esoscaminos sinuosos,

    imposibles a veces. Esasfiestas eternas, salvajes a

    veces. Esa gente hippie, no tanto

    a veces. Esa droga sin obstculos,

    ausente a veces. La euforia del xito, dellegar a lugares donde no todos pueden porbarreras sociales o personales, por lo menoslas primeras veces. Estas sensaciones tandispares son las que despiertan las raves,

    esas fiestas ilegales que se organizan el 99%de las veces en fincas privadas y lejanasdonde la polica slo puede observar estabacanal que va ms all de las drogasy la msica electrnica que tanto las

    estigmatiza.

    por MFIjornalist aka Knelainenfotos Friedrich G. Mller

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    Las raves se convierten en unamezcla social que conormaun micromundo cercano a losdems en las relaciones con los

    otros. La principal dierenciaestriba en las continuadas ho-ras de esta que normalmenteven el medioda, en que no hayms control que el propio, y quela msica, sucia por su soni-do, no te deja parar con ritmospsicticos como son el har-tek,drum&bass y psytrance.

    La muerte de un joven duran-te el verano por consumir es-tramonio en la conocida ravedel Monasterio de Perales delRo (Madrid) dispar las dudassobre qu se hace all. Beber,drogarse y escuchar msicaelectrnica entre escombros ygratis parece el modus ope-randi de estas estas que sehan extendido ampliamentedesde hace un lustro por la

    geograa nacional tras desem-barcar desde Londres con elcartel de estas bohemias sal- vajes, que acuaron los modsen los aos 60 con el garagerock psicodlico como tirn.

    Hasta nales de los aos 80 no

    se asemejarn en lo musical alo que conocemos hoy en da yque se ha vuelto una esta ha-bitual en tres centros neurlgi-cos como Madrid, Barcelona yGranada. En estas tres ciudadeslos raveros ya se mueven porlas redes sociales como pez enel agua e, incluso, ya aparecenen pginas webs de electrni-ca como club-b i n g s -pa in

    demostrando su desguetizaciny su aceptacin como alternivaa la esta cotidiana, expuestaal men de los promotores queslo buscan dinero en las es-

    tas de las ciudades.Los mismos tpicos socialesslo que entre ruinasEl escritor Quintiliano deca enel siglo I que mucho ms se de-sea lo que se veda. Pues la ravees as. Las expectativas de lodesconocido y prohibido inci-tan a los ms jvenes a ir all, al

    inramundo segn la ma-yora de la sociedad,

    y testar los

    compases del 2x2 como algo

    nico, salvaje, con gente espe-cial, dierente. Se vuelven msdciles y aprehensivos, por losmenos en sus inicios.

    Nada ms lejos de la realidadse ven entre ruinas los mismostpicos que aectan al resto dela sociedad slo que en su ant-tesis: Gente estirada con rastasque conorman la lite raveraasemejndose a los duros chicos

    del Lacoste que tantocritican, y personas

    de buena amiliaque quieren

    descender alos su-

    Las

    raves seconvierten enuna mezcla socialque conforma un

    micromundo cercano a losdems en las relaciones

    con los otros. La principaldiferencia estriba en las

    continuadas horas de fiestaque normalmente ven el

    medioda, en que no hay mscontrol que el propio, y

    que la msica, sucia porsu sonido, no te deja

    parar con ritmospsicticos

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    entreruinas se ven

    los mismos tpicos

    que afectan al restode la sociedad slo que

    en su anttesis:Gente estirada con rastas

    que conforman la lite raveraasemejndose a los duros

    chicos del Lacoste que tantocritican, y personas de buenafamilia que quieren descendera los supuestos escombros

    de la sociedad y sefuerzan como duros

    antisistemas.

    puestos escombros de la socie-dad y se uerzan como duros

    antisistemas.En nuestros locos intentos, re-nunciamos a lo que somos porlo que esperamos ser, deca elliterato William Shakespeare.Mucha gente sigue este caminoy transorma su orma de vidapara ser un ravero, que no es di-erente ni tiene ninguna sensi-bilidad especial respecto a otroser humano. Ni mejor, ni peor.Ni ms listo, ni ms guapo. Alnal, otro ms de la sociedadcon sus peculiaridades.

    Este micromundo con amor,buenos y malos, similar a lasetentera y pandillera novela ypelcula Te Warriors (1979),slo que sin agresividad, es unconstante intento por alejarsede la sociedad sin conseguirlo.Los actos y personas que des-trozan al capitalismo imperan-

    te, haberlos haylos. Pero msmoda que escisin parece eneste caso que bien se asemejaal movimiento hippie de los 60y 70 por la gente con recursosque lo conorma (la actriz Wi-

    nona Ryder es un ejemplo deayer) que por la cultura e im-plicacin social.

    Las drogas y el rechazo socialLas drogas abundan en las ra-ves y es lo que ms rechazo pro-

    duce en la sociedad. De hecho,la gente piensa que los jvenesslo van a eso. Nadie duda deeste gancho que atrapa an mspor la ausencia de control y quedispara el ritual de consumo li-bre y con ms parloteo que enuna discoteca o local. Pero loindudable, porque haypersonas de aquy de all, esque no

    todos lo hacen.

    El consumo de estupeacientesse puede asimilar como parte

    de la iniciacin del uturo rave-ro, por lo menos si se quiere lle-gar lejos en las relaciones per-sonales, algo bien perseguidopor todos en los estratos y sub-mundos, y que se intuye comoobligatorio dentro del dejarsellevar y probar que caracterizan

    a estas estas tintadas deconsejos que para

    m no tengo.

    C o m o

    todo clan o grupo, hay que te-ner algo en comn y puede quela droga y la msica lo sea msque la losoa de vida. SegnA. V., miembro de un colecti-vo de raves madrileo, el 80%de las personas que van a unrave se drogan. Por lo tanto,

    no consumir puede signicar laexclusin involuntaria por par-te del grupo, con sus mundosidos y sus embaucadores parlo-teos constantes.

    Los tpicos dicen que all to-dos consumen drogas (speed,MDMA, pastillas, tripis, setasalucingenas y ketamina), al-cohol a granel, que son compli-cadas de localizar y que se pue-de estar hasta las 4 de la tardede esta. La realidad es que notodos toman estupeacientespero s se vuelven locos paraencontrarla y as desasar eneste mundo paralelo lleno depolvo que representa otra partems del sistema.

    La moda raveLa moral de la socie-

    dad est en decli- ve por acu-

    dir a

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    las raves? La moda es ser ra-vero? Esas preguntas y tal vezmuchas ms rondan por lascabeza de quien no comprendeeste movimiento en sus inicios

    marginal, pero que ahora estplagado de colectivos comoElectrodelia y Eskombro, queorecen raves dierentes pormsica y pblico.

    La realidad es que la sociedadsuele dar lo que demandan sushabitantes y, por dinero, abu-rrimiento de lo de siempre oganas de probar algo dierente,las raves se han multiplicadoporque algo no unciona en lasurbes; y no son las drogas, queigual de extendidas estn en lasgrandes discotecas.

    La msica, la gente, las horas ce-rradas, los cerca de 10 euros poruna copa... odos son motivosque incitan a ir a estas estasilegales que por la masica-cin, y las ganas de

    llevan a un bucle constante enel que la nocin del tiempo sepierde con apoyo de los estupe-acientes. El psytrance, que no

    tiene nada que ver con el tran-ce progresivo que venden desdeIbiza, se da ms en Sudamricapero en Espaa tambin tienesu ansiada recepcin. El har-tek, que rompe todo el rato con variables como happy-tek, re-presenta ms que ningn otroritmo el ambiente psicticoque a veces reina en estas es-tas donde el aspecto sico se haconvertido en un claro ejemplode moda underground con ras-tas, tatuajes, piercings y dilata-ciones cada vez ms habitualesen las urbes.

    Qu pasar con este movi-miento? Crecer? odo indi-ca que s si no se crean nuevasleyes porque los quinceae-ros van vestidos con SodiedadAlkohlika y rastas en barriosdonde no les tocara por cir-cunstancia. Los bakalillas

    siguen cualquier esta y larave es grande. Y el resto,los curiosos que buscanla novedad, encontrarnel amor por esta estao recordarn ese lugardonde nunca ms irn adesasar.

    hacer negocio de alguno, ya seempiezan a cobrar rompiendouna de las patas de la losoarave: que sea gratuita.

    As, se puede decir que existenraves de clase A y B atendiendoa su pblico. Algo parecido a loque ocurre con los ciudadanosde la Unin Europea, dondelos acuerdos Schengen se res-quebrajan con las expulsionesen Francia de gitanos rumanosporque no son igual de euro-peos.

    Las raves de clase A son las mssucias, con las personas ms ex-pertas y con la msica ms dura y, a veces, moderna, en lo queconstituye el eslabn ms cer-

    cano a las old-rave en el quecobrar est visto

    como un sacri-legio. No todo

    el mundo quequiera pro-bar puedecon ellasp o r q u elas caras

    n u e - v a s

    se ven como un ente espont-neo estero, que no est com-prometido con la supuestalosoa, y acaba semiaisladodentro del todo que representaesa esta. Las de clase B, quebien se podran denominar lasnew-rave, son ms variopintas

    y con msica techno-minimal,como en la amosa rave del t-nel de Boadilla (Madrid).

    res de los aspectos que msimpactan son la msica, la ves-timenta y el entorno. Camposdesrticos, incultivables, losllamados barrizales kosova-res, slo que sin el agua de lazona. Playas aisladas. Bosques.Inraestructuras abandonadasen mitad de la nada... cualquierlugar vale si la polica no pasa yno se molesta.

    El ruido, tal y como algunos ca-lican a la msica electrnica,es una gozada en las raves paraquien quiere ms dentro de losritmos sintticos no correspon-didos en las ciudades.

    El dubstep, un gnero que evo-luciona desde el drum&bass y

    que ahora pega uerte en las sa-las de todo el mundo, se escu-chaba hace aos en estas estasilegales que dan la alternativaa lo comercial y actan comoavanzadilla.

    La tnica de los sonidos de rave

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    Montreal

    Sentado en uno de los bancos de la place Bonaven-ture, en Montreal. Escribo mientras escucho endirecto una versin de Luna Negra.

    Desconozco si son los polticos quienes in-troducen en nuestro da a da conceptos comolibre mercado o globalizacin. Quiz seaalguno de esos librepensadores que, en la som-bra, determinan sobre qu y cmo debemosreexionar. Entre todas estas nuevas -y en sumayora vacuas- aportaciones la que ms me hallamado la atencin ltimamente es el signi-cado de multiculturalidad. Polticos de uno yotro signo esconden tras este subterugio ideas-que no ideologas- tan exibles que permitendeender una cosa y la contraria. Sirva comoejemplo el espectculo del pasado mes de mayo,en plena primavera rabe, cuando la llegadamasiva de inmigrantes nortearicanos, princi-palmente procedentes de nez, a las costas deLampedusa (Italia), llev Alemania y Franciaa proponer la reorma del tratado de Schengen-el cual regula la libre circulacin de ciudada-

    nos en la Unin Europea- y reinstaurar tem-poralmente los controles en las ronteras entrepases en caso de que Europa se enrente a un

    ujo masivo de reugiados. Eso s, que nadiedude del compromiso de Merkel y Sarkozycon los pueblos rabes. Pese a su utilizacineectista, el concepto de multiculturalidad sha estado presente a lo largo de la historia enla creacin de la identidad de los pueblos. A lolargo del siglo XX Norteamrica acogi gus-tosa a millones de inmigrantes. Fast ood decmida rabe. La prosperidad lograda con estemodelo ha sido sustituida por los postuladosde superviviencia econmica. A da de hoyinstalarse en Canad es prcticamente impo-sible. Las exigencias para conseguir un visadoconvierten a los inmigrantes en expatriadoscondenados a trabajos sin uturo que cierran elcrculo del xito. El resultado es la creacin depequeas ciudades-estado dentro del propioMontreal. Chinatown, entre el Old Montreal yla Place dArmes o Little Italy, e escasos me-tros del Mont Royal son ya pequeos guetoscomo los de Varsovia durante el delirio hitle-riano o la propia Pars del siglo XXI. En unosaos los Estados Unidos sern ya viejos y los

    no-ciudadanos comenzarn a quemar cochesy robar supermecados. Entonces nos daremoscuenta de lo que hemos perdido.

    Luna negraLaura Varela

    Nombre: Laura Varela. Titular: Luna Negra

    12noviembre2011

  • 8/3/2019 02 Achtung Revista

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    Bristol

    ...toma distancia. As ue lo que hace un aoocurri. om distancia para ver las cosas conotra perspectiva, hacerme preguntas y buscarrespuestas. En momentos de soledad uno pue-de pensar mucho y llegar a un punto en el queve con otros ojos la realidad. En ese momentonace Luck y desde sus elinos ojos pude cono-cer una nueva vida, una nueva ciudad, otro pas,una cultura completamente distinta e intere-sante a la vez.

    Comenc a descubrir la ciudad andando porsus calles, desde su epicentro hasta la perieria,y como si de un comps se tratase no dej detrazar crculos que, del mal pulso, se acabanconvirtiendo en espirales en donde podas lle-gar una y otra vez al punto de partida y volver aempezar.

    Las noches eran mi reugio y bajo su am-paro no dejaba de descubrir el cambio que enm se haba producido, el de mis hbitos, mialimentacin, la manera de relacionarme con

    el mundo, de alejarme de l, de andar solita-riamente buscando como sobrevivir a cada da.Los antasmas nunca dejaban de estar cerca ylos miedos y la inseguridad eran sus mejoresaliados para intentar hacerme caer. A pesar deello nunca lo consiguieron.

    Recuerdo con mucho cario un momentoen el que me encontr con varios de los mos.La quietud con la que se hayaban debajo de unrbol me dej boquiabierto. El rbol era viejo,majestuoso, preparado para el ro invierno. La

    luz de la luna plasmaba su silueta en un edi-cio gigante, de bloques, que estaba justo detrs,dejando una imagen casi metarica que im-pona. No era de extraar que los asistentes nodejasen de contemplarla espectantes, como sialgo uese a ocurrir. Fue un momento de mu-cha tranquilidad y despus de un da lleno devanalidades la escena permita evadirte e intro-ducirte en lo ms proundo del subconsciente ymeditar.

    Las semanas pasaban dejando atrs el colori-do carnaval de St. Paul, el ambiente estivo delHarbourside Festival en los Docks, o el BalloonFestival y la estampa del Suspension Bridge de

    ondo. Cada mircoles el St. Nicholas Marketcitaba a los amantes de los alimentos rescos.La organic ood era el denominador comn encada uno de los puestos que recorran la cn-trica calle. ampoco pasaba desapercibido elbarrio de Southville con el alternativo GraftiFestival o el mercado de los domingos en elobacco Factory donde por veinte libras po-das tener un puesto y vender lo que quisieses.La ciudad natal de Banksy era un ncleo decultura underground, de gente pintoresca y deluso de la bicicleta. Los cacos tenan su agostohecho, el mercado de segunda mano era muyprolero, y la polica, sin armas, no dejaba derecibir denuncias de bicicletas robadas.

    Las noches seguan siendo mi reugio y elconstante ambiente musical del Old Duke, elStart the Bus, el Mr. Wol; o mi avorito, TeCanteen, educaban mi sentido del odo. Fuecerca de este ltimo donde sucedieron algunasreplicas de los riots londinenses. Los disturbiosno eran algo nuevo en la zona. Meses atrs, los

    vecinos ms radicales no pasaban por alto laapertura de un supermercado de una conocidamultinacional. Era la protesta ciudadana pormantener las tradicionales tiendas que carac-terizan la independiente Stokes Crot. Noso-tros salamos beneciados, y gozabamos de unestn de suculentos desperdicios.

    El tiempo pas, y acompaada de los pocosrayos de sol, la despedida era algo, que sin sa-berlo con certeza, estaba programado desde elmomento en el que dej mi ciudad natal. Qui-

    zs esperaba que la experiencia hubiese sidodierente, haber tenido ms xito, o visitar pordentro St. Mery Church, no lo s, pero al naldej mi piel prestada y volv al lugar dondequiero estar, donde quiero vivir.

    Una vez distorsionada la realidad despertamospara comenzar una nueva aventura ms arries-gada que las anteriores. Encontrarse empren-diendo.

    Hasta pronto... Bristol.

    Cancin recomendada:Jnsi - Grow ill all

    Life is about luck... good and badRoberto Morln

    13noviembre

    2011

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    Croacia es una contradiccin. Por una parte est el tumulto, lascalles de las principales ciudades atestadas de turistas pero porotra el silencio. Quizs por lo que les ha tocado vivir, los croatasson unos grandes amantes del silencio. Es por eso que lejos delmrmol que unciona de adoqun en este pas, los vecinos serenen por las noches en grupitos para tomar una cerveza o unca en un modo casi mute y rodeados de gatos, que tambinaman el silencio. Nadie levanta la voz por encima de los um-brales permitidos y es genial porque t puedes disrutar de estogracias a la red de habitaciones de alquiler establecida en todo elpas y que te permite llegar hasta la cocina y saludar a la abuelacentenaria. Croacia se puede conocer de mil ormas dierentesaunque en todas te encontrars con turistas. Es lo malo de queest tan de moda. Da igual que chantes tu maleta en lo recn-dito de un parque natural o decidas dar la vuelta a la muralla deSton que en los meses de verano e incluso septiembre te vas aencontrar con personas de la misma especie intentando hacerlo mismo que t. Indispensable, alquilar un coche porque conl puedes atravesar toda la lengua adritica y alcanzar la vecinaBosnia o visitar los idlicos paisajes de Montenegro sin que estosuponga un tostn de viaje.

    Si no hay mucho tiempo, lo ideal es intentar quedarse con unpoco de todo. Por un lado, es recomendable visitar las grandesciudades como Dubrovnik. El centro histrico amurallado,que mete la nariz en el Adritico, se caracteriza por tener ca-lles empinadas y muchas escaleras y el eecto teja, donde porencima de las nuevas estn las viejas. La ciudad est completa-mente reconstruida. Por eso, si lo que se va es buscando restosdel conicto lo mejor es acudir a la galera de otos War Photo

    Donde slohabita el silencio

    Marta Garca Mrquez

    14noviembre2011

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    Dnde alojarse

    Apunten esta palabra: sobe. Signica

    habitacin en croata. Croacia es un claro

    ejemplo de cmo la economa puede estar distribuida

    de forma equitativa. Aqu los benecios que

    reporta el turismo no se reparten entre unos

    pocos y los grandes monopolios hosteleros se

    sustituyen por particulares que ofrecen alcoba

    desde los 30 euros. Uno puede preguntar por

    ellos en los puntos de informacin y turismo o

    bien llamando directamente a la puerta. No hay

    compromiso alguno pero las habitaciones suelen

    estar limpias y en buen estado. La mayora

    estn registradas dentro de una red estatal.

    Adems, disponen de aire acondicionado que, en

    los meses de calor, es indispensable y bao

    individual o compartido.

    Equipamiento

    Se recomienda llevar pies de agua. El fondo del

    Adritico est lleno de pedruscos que hacen

    difcil el bao si no se utiliza proteccin

    en los pies. En Decathlon se pueden comprar

    unos de goma por ocho euros. Adems, son igual

    de necesarios si entre los planes est el de

    adentrarse en las cascadas de Krka sin escartaren el intento. Si cabe en la maleta, no duden en

    meter gafas de buceo y tubo. Las profundidades

    del mar croata ofrecen una gran variedad de

    peces de colores. Incluso los hay que tienen

    lengua bda. Lo que s, hay que tener cuidado

    con los erizos. Los fondos estn plagados.

    GastronomaCroacia tiene un poco de todo. Aunque la fama

    se la lleva Istria por sus especialidades y

    su aceite, en cualquier sitio se puede comer

    bien por un mdico precio. Se recomienda probar

    alguno de sus pescados y mariscos. Por las

    noches, uno podr ver terrazas atiborradas de

    turistas comiendo toda clase de bichera de la

    costa adritica y muchos mejillones. Los hay

    que utilizan cuchillo y tenedor para comerlos.

    Dos restaurantesRestaurante Tragos (Trogir. Budislaviceva,

    3) El local est regentado por una familia y

    ofrece todo tipo de pescados y carnes y un

    plato estrella que quita el hipo. Se trata de

    la Trogirska pasticada, una especie de ternera

    que se macera en vino durante 24 horas y que se

    acompaa de oquis. Espectacular. Los postres

    tambin estn muy buenos. Hacen una especie de

    pastas de almendra con azcar glas muy ricas.

    Konoba Marul (Split. Zupina, 34). Cualquierplato de la carta es un xito. Se recomienda el

    bistec de Zagreb que est empanado con jamn y

    queso y lleva una salsa espectacular.

    Limited con imgenes exquisitas sobre todo lo que aconteci.

    Eso s, nadie se queda indierente al verlas, as que lo mejor esque despus, uno intente desconectar y se pierda por el laberin-to dubrvniko hasta localizar uno de los dos garitos situadosen los acantilados a los que solo se accede por pasadizos. Larecompensa ser una cerveza bien ra con vistas a un mar que,en esta parte del mundo, es del mismo color que el jade.Aqu toman dos tipos de cerveza. La Ozujsko guarda un granparecido con la Estrella Galicia. Igual de recomendable es irhasta Mostar por una carretera con lpidas en los arcenes ypuestos de comida donde lo ms comn es encontrarse con bo-tellas de aceite y miel. Una vez en la ciudad con puente, el turis-ta puede jugar a ser Prez Reverte en el 91 pero si lo que pien-san es que Mostar est menos explotado que Dubrovnik estnequivocados. Las calles que rodean al puente viven del souveniras que lo mejor es salir del meollo y respirar del silencio, queen Mostar es especial para tirar hacia uno de los parques natu-rales de Croacia, pongamos por caso Krka, y darse el gusto depegarse un chapuzn entre lo verde. Desde all, lo ms prximoes Split, que llama la atencin por las dimensiones de un pala-cio de Diocleciano que lo abarca casi todo o rogir, una ciudadcon catedral y edicios romnicos y renacentistas que la hacenmerecedora de lo que es. Patrimonio mundial.Adems, Croacia permite realizar un turisteo alternativo por susislas. Cada una con un encanto dierente. Korcula es muy reco-mendable por su tranquilidad y una rica gastronoma regada de

    caldos con personalidad para encontrase al otro lado del charco,en Orebic, con un paraso de playas. Ahora bien, no se esperengrandes arenales. En Croacia, abundan las pequeas lengetasde guijarros rozando el mar o los muelles, donde cada uno es li-bre para jar su parcela. Lo que s es cierto es que desde Istria aDubrovnik de todas y cada una de las maneras posibles, Croaciaconvence, sobre todo, cuando se hace de noche y nadie habla.an solo el silencio.

    15noviembre

    2011

  • 8/3/2019 02 Achtung Revista

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    libros

    Pldoras roJas

    Se llama Andre. Y es una de esas chicas que hipnotiza casi sin querer; hastacuando se sienta en un taburete para nios o habla de naderas, te seduce.Junto a ella, revoloteando, una pandilla de muchachos; de esos que llegan siemprepuntuales a la cena y son autnticos groupies de la misa de doce. En torno a unay otra mesa, les adoctrinan a colorear la inelicidad, y a pesar de estar encorseta-dos en una rgida educacin religiosa, en cuanto pueden coquetean con el deseo.Emas es una de esas novelas sin pausa, bella en orma y ondo, con exhaus-tivas descripciones y que guarda en la recmara duras reexiones de ndoleuniversal, como la amistad o las dierencias sociales, que se aprecian incluso ala hora de la muerte.Bienvenidos al mundo de Baricco.

    Se busca: Alguna respuestapara muchas preguntas.

    Una traductora de manualesde lavadoras a la que no levan los estereotipos.

    Silencios y coraje inundanuna crcel madrilea durantela posguerra.

    Alexandro BariccoEmas

    Una de descubrimientos

    Benjamn PradoOperacin Gladio

    Viola di GradoSetenta acrlico treinta lana

    Dlce ChacnLa voz dormida

    Rosa Bao

    Una nia a la que le gustan los truenos y losoar.Denitivamente, Amlie Nothomb es una de misdebilidades literarias. En ella y en su obra descubresa una novelista sumamente singular, a la que no sele pueden discutir su originalidad e ingenio, ni suconsistencia. Sabe moverse entre la locura y la lu-cidez, como pocos.Esta novela es una de esas locuras literarias tan biencocinadas, cuyo resultado es delicioso. Se trata de

    un relato con una alta carga autobiogrca que de-talla desde lo simblico, con mucha irona y enmar-cado en la cultura japonesa, una serie de potentesdiabluras inantiles, que provocan de todo menosindeerencia.

    elclsico

    AmlieNothom

    Metafsica de lostubos

    16noviembre2011

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    17/26

    discos

    Sonidos perdidosScremingTreesLast words: ...

    Sergio Simunich

    Sin dejar su rock msalternativo, Tricehan conseguido undisco compacto conguitarras de sonidoms seco y metlico.

    ranquilidad y des-truccin se destilanen lo nuevo de losExplosions, un discocoherente con el pos-trock instrumental.

    Los caliornianosretornan a sus orge-nes. Autntico rockde garaje de los 80.

    Major|minorThrice

    Take care, take...Explosions in the sky

    Wasting lightFoo Fighters

    El cuarto lbum de es-tudio de la banda es-

    conde joyas meldicas como New Frontier o la melan-clica Holiday in Spain. Sin embargo la uerza del discoradica en los alegatos juveniles de la hmonima HardCandy y American Girls. Las posteriores re-edicionesdel disco en Reino Unido y Japn incorporan pequeasjoyas como Big Yellow axi, o la versin del clsico deDylan: You Aint Going Nowhere. Con estos sonidosla banda de San Francisco se deslig para siempre de supropio mito: Mr. Jones

    Hard CandyCounting Crows

    el

    clsico

    Pldoras roJas

    Disco indito de la ban-da que no vio la luz en1998 y que llega ahoracomo el mejor disco quepudo engendrar el gru-po liderado por MarkLanegan. Insignia delmovimiento grunge enSeattle, Screaming reesconcibi los sonidos quedan orma a Last Wordstras la gira del aclamadopero poco exitoso Dust.Ninguna discogrca seatrevi a apostar de nue- vo por la banda por loque las nuevas cancionesquedaron en un cajntras la desaparicin de la

    misma en el ao 2000. Elnuevo-viejo lbum reto-ma el sonido ms bsico y rockero de la banda,con aire tenebroso en elque resalta la voz de unsiempre magnco La-negan sin complemen-tos ni adornos.

    17noviembre

    2011

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    El inicio de Melancholia no puede ser ms desconcertante. Una secuencia deimgenes de gran plasticidad y aire onrico que recuerdan a una pelcula de e-rrence Malick o a un videoclip de Bjrk. Pero en pocos minutos el lm vuelvepor los ueros en los que mejor se maneja su director, el de un cine que empleala cmara en mano y los planos cortos para revelar las miserias del ser humano,independientemente de la clase que sea o de la situacin en la que se halle. UnLars von rier bastante contenido nos muestra la reaccin de dos hermanas decaracteres contrapuestos, una depresiva-soadora y otra prctica-conormista,ante un posible cataclismo planetario (estaba cantado que despus del An-ticristo, rier nos traera el apocalipsis). De las tres horas de metraje, lo msdestacable son las interpretaciones emeninas, con una ms que correcta Kirs-ten Dunst y una Charlotte Gainsbourg que va camino de ser canonizada porrepetir con el dans. Sin llegar al nivel de Dancing in the Dark o Dogville,la ltima de rier entretiene y no empacha, pero acusa la alta de un je ne saisquoi que no acaba de convencer a los escpticos, como la que aqu suscribe.

    MelancholiaLars Von Trier

    Cmo afrontar la depresin(y de paso el fn del mundo)

    pelisDbora Garca

    Pldoras roJas

    La pieza que conrma aBalaguer como uno de los

    artesanos ms solventes delcine espaol y de paso le coseun traje a medida a osar.

    Una bula con base verdicallamada a ser la nueva Amliedenida acertadamente comoamar en tiempos de paranoia.

    an esperada como espera-ble. Si el espectador quierever una buena de Spielbergque no se pierda Super 8

    Mientras dermesJaume Balaguer | 2011

    Tmidos annimosJean-Pierre Amris | 2010

    Tintn

    Steven Spielberg | 2011

    elclsico

    La noche delos mertos

    vivientesGeorge A. Romero

    1968Su principal mrito es haber abierto el fln de ese en-traable subgnero de terror que es el cine de zombiesy que ha llegado a sus mximos exponentes con cintascomo 28 das despus, Amanecer de los muertos y laserie Te walking dead. El clsico de Romero orecemucho ms que la etiqueta de peli de culto. Obviando

    un comienzo chusquero y algunos allos de racord quedan ms miedo que los propios muertos vivientes, lapelcula alcanza momentos de mucha tensin, sobretodo en sus ltimos veinte minutos. Contiene ademsuna cida crtica a la experimentacin con energa nu-clear y a los enrentamientos raciales de fnales de los60. La noche... sent los precedentes de cmo debe

    ser un zombie en condiciones: Los zombies son muer-tos vivientes por obra y gracia de un cataclismo nuclear

    o un virus de origen sospechosamente militar, se pirranpor los cerebros, pero no les da reparo rebaar el plato,y tienen ama de ser torpes, pero est cinematogrfca-mente demostrado, que los humanos lo son an ms.

    18noviembre2011

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    La desesperacin deun acomodado pro-esor de qumica lolleva buscar lo prohi-bido en el otro ladode la sociedad.

    Divertida comediade dilogos brillantesy situaciones absur-das y surrealistas.Inconmensurableed Danson.

    El mejor humorbritnico en estaserie en la que dosrikis trabajan en el

    stano de una em-presa. Departamentode informtica, haprobado a enchufar elordenador?...

    Sexo, humor corrosivo y 5 antihroes

    Breaking bad Bored to death The IT crowd

    Joel Fleischman (RobMorrow) es un mdico judo recin licenciado.Una clusula de su becalo lleva a la remota y sin-gular ciudad de Cicely

    (Alaska). All, el joven doctor Fleischman, acostumbra-do a las comodidades y la vida neoyorquina, deber ha-cer rente a un nueva realidad cultural. Las costumbresindias y el aislamiento de Alaska rente al ritmo caticode la metrpolis. Una reexin sobre las pequeas de-cisiones que marcan la vida de una persona con unospersonajes entraables y loscos en esta gran seriehonesta y llena de autenticidad.

    NorthernExposre

    Misfts

    seriesSergio Simunich

    elclsico

    Pldoras roJas

    La gran joya de la E4 britnica. Ungrupo de jvenes problemticos quecumple condena con servicios a lacomunidad son bendecidos (o no)con una serie de superpoderes que re-alzan sus peculiares personalidades.ste es el punto de partido de unaserie que ha revolucionado el pano-rama juvenil con un guin corrosivo,lleno de sarcasmo, violencia y sexoque ha atrado la atencin del granpblico. Sin guerras, villanos, cats-troes ni un mundo que salvar, Mistspropone un viaje al lado ms esper-pntico de la sociedad de la mano desuperhroes domsticos, autnti-cas balas perdidas que se las verncon otros personajes de su calaa, altiempo rdulos e ingeniosos. El elen-co de actores al completo ha saltadoa la ama gracias a Mists, aunquesobre todos ellos domina un per-

    sonaje, Nathan, cuyo uturo marcarel devenir de la serie. Hiperactivo,egosta, soez, bocazas e incorregi-ble, carga con el peso humorsticode las geniales dos primeras tem-poradas. La E4 acaba de estrenar yala tercera de la serie que ha dado elsalto incluso al mundo del cmic.

    19noviembre

    2011

  • 8/3/2019 02 Achtung Revista

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    SILVIAPENIDE

    porVioleta RodrguezfotografaAnta Garca Sendn

    20noviembre2011

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    21/26

    21noviembre

    2011

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    os encontramos en un bar de A Corua que bien po-dra ser la ocina de Silvia Penide.

    No esperaba menos que encontrarte leyendo la Rolling Stone.Siempre me gust la msica. Empec a escribir canciones casipor inercia. Soy autodidacta y me gusta contar historias.

    Cuatro discos dan para muchas historias. El ltimo, Las ErresDobles, da un giro y deja de lado el drama, pero hay algo demelancola. S, melancola positiva. Las Erres Dobles son dis-tintas en cuanto a orma y a contenido porque llevo escribiendodesde los 13 aos y ahora tengo 32. En ese tiempo cambias unmontn: las primeras canciones eran muy ingenuas. Ahora sigosiendo sincera, no hablo de nada que desconozca, hablo de miuniverso penidesco.

    califica sU msica como PoP de aUtor y aseGUra QUe comPo-ne canciones contUndentes QUe si fUeran Un Postre seran

    Una moUsse de chocolate. ha crecido como Persona JUntoa la artista y eso se nota en sUs discos QUe Pasan de la

    inGenUidad ms soadora a la realidad ms GUerrera. hatenido malas exPeriencias y Por eso ahora aUtoedita sUs

    trabaJos y hace labores de desPacho. dice QUe no volver asUbirse a Un escenario con roPa QUe no sea la sUya PorQUe

    no enGaa a nadie. aseGUra QUe est Por encima de la Po-ltica Pero est de acUerdo con la discriminacin Positiva

    hacia el GalleGo.

    n

    22noviembre2011

  • 8/3/2019 02 Achtung Revista

    23/26

    Cmo se sienta uno a escribiruna cancin? Para m es comouna vocacin religiosa, una lla-mada. Me suele pasar cuandoestoy en la cama o viajando. Laprimera seleccin la hago yo, la

    segunda criba es del pblico.

    Me da la sensacin de que lascosas o se hacen a tu manera ono se hacen. S, sobre todo conmi carrera que yo me la guisoy yo me la como. En el ltimodisco incluso me lanc a la au-toproduccin junto a Juan deDios Martn. En trabajos ante-riores tambin tuve suerte conlas discogrcas, me dejaronhacer lo que quera pero en-tonces no participaba en labo-res de despacho. Con Las ErresDobles descubr que se tam-bin es el trabajo del artista, noslo los escenarios. Antes erauna ingenua, hoy no volvera adejar esa tarea a otras personas. Yo organizo mi banda porqueestoy en un momento muy de-

    licado, en la lnea roja de micarrera: no soy una primerizapero tampoco soy una artistaconsagrada.

    Has tenido alguna mala ex-periencia? He tenido proble-mas con los pagos y hojas deruta. e puedes ver tocando en

    sitios a los que t no iras y conropa que no te pondras porqueno te sientes cmoda. No esque sea importante una cosa uotra, pero es todo parte de unapuesta en escena y tienes queestar al cien por cien.

    El ambiente es machista? Nolo creo.

    Es cil moverse entre la bu-rocracia? El que est muy ca-talogado es cil de mover enlos despachos, pero en mi casoni yo s denirme. No me con-sidero cantautora al uso y tam-poco creo que est dentro del

    indie; yo dira que hago un pop

    distinto, de autor, con raz. Soncanciones contundentes que siueran un postre seran una ricamousse de chocolate.

    Mencionas muchas veces laincertidumbre econmica.Eres una artista responsable.Es que yo crec con Silvia Pe-nide. El que es despreocu-pado es porque no le tocel momento de seguir pe-leando por lo que quierede verdad o porque tiene apoyoeconmico. S hubo momentosde inconsciencia cuando empe-c porque los discos salan comochurros, pero luego te das cuen-

    ta de que el pblico quiere ms

    y desea que lo nuevo tambinle guste. Quieres adems gustara los crticos sin decepcionartea ti misma. Cantar y escribir eslo que ms me gusta hacer. Siquiero seguir tengo que tomr-melo en serio. Aunque si estaconversacin la hubiramostenido hace algunos aos sera

    distinta. De hecho, habrallegado tarde.

    Trabajas en otras cosas

    adems. Depende de los pe-rodos. Esta proesin es unamontaa rusa. Hay momentostranquilos y otros como 2010cuando invert en grabar Las

    Erres Dobles lo que gan conel tercer disco. Ahora, con lavista puesta en el quinto traba-jo, tengo un empleo para poderahorrar.

    En tu ciudad, en A Corua,y en Galicia hubo un cambio y gobierna el Partido Popu- lar. Te infuye como artista?Soy una privilegiada porquesiempre estoy por encima de lapoltica, pero te llegan historiaspara no dormir.

    Y en relacin al idioma galle-go? Creo que hay una discrimi-nacin positiva y necesaria. Notodo vale, pero me parece justoque se apoye a quien canta ennuestra lengua. En todo caso, yo tambin escribo en gallego y es una experiencia distinta.Debemos cuidar nuestras ra-ces porque es como cuidar a laamilia, que es la que est siem-pre ah.

    Saber de dnde venimos. Parano perder el norte.

    Tu norte est en Arteixo. S, y de momento me quedo poraqu.

    Mientras la msica siga so-nando. Es el hilo conductor dela vida.

    Qu cancin, que no sea tuya,te alegra? Yo creo que Undes-tructible de Gogol Bordello.En el otro lado, Perect Day deLou Reed.

    De las tuyas, la que me arran-ca una sonrisa es Soy Feliz. Ledebo mucho a esa cancin, esde las primeras.

    Se agradece cuando un artistate da una excusa para rer sinms, gracias Penide por estacharla y hasta otra.

    estoy en la lnearoJa de mi carrera

    23noviembre

    2011

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    iraores, non me odas, si.Branco levantouse da silla e asiu as chaves da moto nopuo. A sa mirada queimballe as costas ao Lois.

    -Agarda un momento. Podmolo alar.-Non hay nada que alar. Faime a transerencia e listo. Sen re-mordementos Miraores.

    Lois Miraores volveuse cara Branco. Aborreca cando lle cha-maba polo apelido. Chirriballe nos odos, como si as vocais sealargasen indenidamente at chocar cun muro de aceiro. Brancosabao. Notballo nas azulas. Poanselle todava mis coloradas,como cando o mestre Enrique mandballe dala leccin de his-toria. Lois sempre ora mis estudioso pero poase moi nervosoao alar diante da xente. Branco azuzbao en baixio. Miraores,Miraores. Lois e Branco coecanse dende cativos. Os pais deLois voltaran a Lugo no 58 e montaran unha panadera no cen-tro, O Pinar, na ra da inera. Cando na casa haba cartos Bran-co, como xa lle chamaban daquela, compraba al o pan para oalmorzo. Despis an xuntos a escola da ra Nova. Cando o Lois

    marchara a universidade a Compostela perderan un pouco o con-tacto. S se van nas estas do vern. Lois destacou rpido comaxornalista e xa de moi novo xo carreira no diario El Progreso.En canto tivo oportunidade chamou a Branco para que traballaracon l como otgrao. Formaran un do espectacular. O punto eo I. Agora levaban mis de dez anos xuntos en Madrid.-Entendo que ests amolado. Eu sei que ti non amachela oto.Estou convencido diso -Lois xo unha parada na ala para com-probar si as sas verbas calmaran algo a Branco- Quizis oioutro otgrao o que lles pagou aos rapaces para que se puxesenal. Eu que sei, puideron pasar tantas cousas. i sabes mellor camin como unciona o noso mundo.

    Branco era un bo otgrao. O mellor da sa xeracin, se cadra.Cubrira a revolucin sandinista en Nicaragua; a guerra das Mal-

    vinas; a invasin de Panam ou a guerra dos Balcns. Inclusoora o enviado especial cada do muro de Berln. Nunca tiveraproblemas e na proesin era un colega valorado, mis al da saama de esquivo e un pouco temerario. De eito, ora propos-to varias veces para ser presidente da Asociacin Nacional deInormadores Grcos de Prensa y elevisin (ANIGP-V),

    anda que sempre rechazara o cargo. Quizis por eso a noticiade que Branco amaara unha oto, na que unha parexa bicbaseapaixoadamente mentres polica e maniestantes enrentbansenunha batalla campal durante as revoltas da primaveira en Gre-cia, correra como a plvora. Falbase de que Branco pagrallesmil euros a cada un para que o xeran.

    -es que entender que a situacin dicil para todos. Sei que odirector cona en ti, pero sabes que os italianos andan detrs dens e arriba non queren ningn conicto, dxolle Lois.-Eu non son ningn conicto. Eu ago o meu traballo o mellorque podo pero por suposto que non lle paguei a ningun para

    que se puxera a tiro de obxetivo. O problema voso, que nonconades na mia palabra e preerides crer o que andan a dicirpor ah.-Non iso Branco, oder. Danos dous meses. oma unhas va-cacins. Volta a Lugo a ver a nena ou ai unha viaxe. En dousmeses todo estar pechado cos italianos e poders voltar aqu senproblemas.

    Branco mantuvo a mirada xa no Lois. Arreca por dentro. Senembargo, levantouse pasenio, marcando cada paso at a porta.-Non entendiches nada Miraores.Branco saiu do edicio coa cabeza ben erguida, sen alar con nin-gun. S mirou de esguello ao pasar diante do despacho do director.Estar ah detrs, escondido cal rata no camarote. raidor. Nin se-quera uches quen de dala cara, pensou. Ao sar ra o sol eneiti-

    pu 2{ }

    Charly G.Xan do Coto

    Ilustracins de Sergio Simunich

    M

    24noviembre2011

  • 8/3/2019 02 Achtung Revista

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    zado do outo-no pechoulleos ollos. Brancoodiaba os actosreexos. Restban-lle control. Moles-

    tballe especialmenteperder o mando dosseus ollos. O nguloperecto dura s unpestaneo, adoitaba adicirlle os novos o-tgraos que entrabanna redaccin. Brancotia os ollos negros epequenos, engaioladosnunha cara longa edelgada. As azulas aundidas suliaban unha gura esbelta, algo

    corva pola sa estatura, que transmita a sensacin mentireira dedebilidade. De eito, pese ao seu aspecto, ora o nico dos ot-graos europeos que aguantara toda a campaa en Kosovo.

    Branco arrancou a sa motocicleta a toda velocidade. Enlou RosRosas at a avenida de Filipinas e despois bordeou o parque deSantander. En pouco mis de dez minutos estaba xa na casa. Den-de que Luca marchara e levara consigo a Nuria o silencio daque-las paredes punzballe o corpo. Branco colgou as chaves na portae sacou as botas. Despis avanzou a oscuras at o silln e deixousecaer. As luces da cidade encendanse e apagbanse intermitente-mente, como se algun estivese a xogar s agochadas. Nos ltimosmeses Branco pasaba as horas mortas as; quedo, a oscuras e cungyn tonic na mesa do saln. Hai uns das atopou unha compa-eira. Viva dous portais mis abaixo, no ltimo piso dun edicio

    modernistasemiruinoso.

    Levantbasecedo e pintaba

    durante variashoras. A iso das

    once tomaba unzume mentras laapoiada na cornixada ventana. Logo voltaba a pintarat o medioda.Entn Brancoperdaa de vista.Intrigballe saberque aca duranteaquel tempo aas-

    tada da sa mirada indiscreta. Ao caer a tarde voltaba a apare-

    cer no seu obxetivo. Poa unhas mallas negras e unha camisetabranca, de espalda nadador, e bailaba durante horas. Case sempreo aca soa, anda que s veces suba outra muller e, as menos, a-cao tamn un home. Nesas ocasins, os invitados acostumaban aquedarse a durmir. Branco detestabao. S esas espordicas visitasinterrumpan a sa relacin. Ela tamn o senta e descorra ascortinas da habitacin. A sa era unha intimidade muda Branconon ora quen de alar con ela, anda que oran xa varias as vecesas que se quedara no portal incapaz de arriscarse a pasar can-do un vecio lle abrira a porta-. Os dous compartan un mundopropio. Branco buscou o seu piso coa mirada. Recorreu unha aunha tdalas alturas do edicio. Non haba ningun. Ela tamnmarchara. Branco revolveuse no sitio. Xa perdera todo o que unhome pode perder na vida. O aire volveuse pesado e hmido.Branco sentase s. Como naquela granxa dos Balcns.

    } continuar

    25noviembre

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  • 8/3/2019 02 Achtung Revista

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    Manel R. Snchezilustrador

    Un momento ntimo, un momentoen el que slo existes t y esa per-sonal especial, ese momento de

    elicidad que te hace otar.

    uPANDEWAPILI

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