103997865 Schreiner Josef Introduccion a Los Metodos de La Exegesis Biblica

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BIBLIOTECA HERDERSECCIN DE SAGRADA ESCRITURA Volumen 138

INTRODUCCIN A LOS MTODOS DE LA EXEGESIS BBLICA

INTRODUCCIN A LOS MTODOS DE LA EXEGESIS BBLICA

Obra dirigida por

JOSEF SCHREINER

BARCELONA

BARCELONA

EDITORIAL HERDER1974

EDITORIAL HERDER1974

Versin castellana de RAFAEL PUENTE, de la obra dirigida por JOSEF SCHREINER. Einfuhrung in die Methoden der biblischen Exegese, Echter Verlag, Wurzburgo 1971

OBRA DIRIGIDA POR "Josej Sjreiner CON ARTCULOS DE Josej Sreiner Johannes B. Bauer - JCarl Cehmann rid) Zenger Adolj Smitmans J-teinrid) Zimmermann JCarlbeinz CMller - Qregor Dtetri Dieter A. IVolj

IMPRMASE: Barcelona, 20 de junio de 1973 t JOS M." Guix, obispo auxiliar y vicario general

Echter Verlag, Wrzburg 1971 Editorial Herder S. A., Provenza 388, Barcelona (Espaa) 1974

ISBN 3-429-00178-1 tela, edicin original ISBN 3-429-00179-X rustica, edicin original ISBN 84-254-0903-9 rstica ISBN 84-254-0902-0 tela

E s PROPIEDAD

DEPSITO LEGAL: B. 43.420-1973

PRINTED IN SPAIN

GRAFESA - aples, 249 - Barcelona

PRLOGO

En el libro Palabra y mensaje del Antiguo Testamento se abordaron en algunos captulos las cuestiones hermenuticas y metodolgicas, con el fin de llamar la atencin sobre su importancia y sobre el estado actual de la investigacin. Tales cuestiones quedaron excluidas de la obra siguiente Forma y propsito del Nuevo Testamento, para no alargarla demasiado y para que pudiera ceirse a su temtica y orientacin teolgica. Los problemas de hermenutica y de mtodo habran de recogerse para toda la Biblia en un tercer volumen. Adems ha parecido oportuno no limitarse a describir el curso de la investigacin y sus resultados, sino tambin ofrecer una reflexin crtica y algunos ejemplos prcticos acerca de los mtodos de interpretacin. Tal es el origen del presente libro, compuesto tambin en colaboracin con una serie de acreditados especialistas. Su ncleo est constituido, en conformidad con lo dicho, por los captulos III-VII y x. Desde el punto de vista del estudioso sistemtico se ilumina el horizonte hermenutico de la exgesis histrico-crtica (cap. m) y se analizan los supuestos e implicaciones del punto de arranque metodolgico contenido en ese horizonte. Los mtodos exegticos en un ejemplo tomado del AT y en un ejemplo tomado del NT (cap. vi y vil), al igual que el ejemplo de crtica textual bblica (cap. v), estn pensados como modelos de trabajo a los que deben conducir las reflexiones previas sobre la prctica de la exgesis bblica (cap. iv). Dada la frecuencia con que los estudios exegticos, especialmente los neo7

Prlogo testamentarios, echan mano de los escritos de Qumrn, ha parecido necesario un captulo sobre el uso adecuado de estos textos, a menudo considerados precipitadamente como piezas unitarias (cap. x). No poda faltar una informacin sucinta, pero lo ms exacta posible, acerca de las formas y gneros literarios en el AT y en el NT (caps, v m y rx), supuesta la gran importancia que se concede en nuestro tiempo a los avances del mtodo exegtico sobre la crtica e historia de las formas y de las tradiciones. Los dos captulos iniciales intentan dibujar esquemticamente la trayectoria que ha seguido la exgesis del AT y del NT, para entender as mejor su posicin actual. Por razones de tipo prctico se ha incluido un ndice de los manuscritos y ediciones de la literatura extrabblica de Qumrn (cap. xi); pues semejante compendio es algo que esperan realmente cuantos quieren dedicarse a estudiar esos textos. Por ltimo un vocabulario tcnico (cap. XII) intenta proporcionar al lector del libr una primera orientacin y delimitacin del contenido de algunos conceptos con los que tendr que habrselas en su trabajo. Quizs algn da pueda desarrollarse hasta formar un diccionario exegtico. As ha nacido un libro de trabajo escrito para todos los que quieran iniciarse en la interpretacin de los textos escritursticos. Naturalmente se ha pensado ante todo en los estudiantes de teologa. Pero el libro se dirige asimismo a cuantos intentan entrar en contacto con el estudio exegtico y que estn decididos a ello, cosa que hoy es indispensable para todo el que maneja la Escritura en la predicacin, la clase o la lectura espiritual, supuestos los importantes camoios y progresos de la exgesis. Nadie puede prescindir de familiarizarse con los mtodos de interpretacin. En nuestro tiempo al telogo, empeado en el trabajo prctico de la escuela o de la comunidad, ya no le basta con informarse simplemente sobre los resultados de la interpretacin. Hoy se le pregunta cmo llega a los resultados que expone. Por consiguiente le son necesarios un conocimiento y una reflexin crtica sobre la metodologa empleada, si es que quiere dar cuenta de su predicacin. Para el director de la edicin es un deber agradable el dar las ms cordiales gracias a todos los colaboradores. Pese a sus muchas ocupaciones, han puesto a disposicin todas sus fuerzas y8

Prlogo posibilidades redactando sus aportaciones a veces con gran premura de tiempo. Consecuencia de ello fue que la entrega de manuscritos se demor ms de dos aos. As es como algunos captulos (especialmente los caps. II, ix, x) llevan bastante tiempo esperando su impresin, y no se han podido unificar por completo y en todos los casos las notas y abreviaturas. Por ello pedimos benevolencia y comprensin. Merecen gratitud cordial la editorial que ha sabido presentar magnficamente esta obra bastante difcil desde el punto de vista del ajuste tcnico; el P. Franz Schicklberger y la hermana Mara Leo Susenburger leyeron abnegadamente las pruebas de la edicin original. Wurzburgo, 21 de febrero de 1971JOSEF SCHREINER

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IBreve historia de la exresis veterotestamentaria-. pocas, objetivos, caminos

La comunidad reunida en torno a Jesucristo no ha creado el Antiguo Testamento; lo ha recibido. Sin l no habra llegado1 a ser lo que es, ni su teologa tendra el horizonte de comprensin que le es comunicado por el mensaje veterotestamentario. La Sagrada Escritura de la Antigua Alianza era y es para la Iglesia algo ms que un objeto heredado que se guarda con respeto. En los comienzos ella fue para la Iglesia la palabra de Dios que le .hablaba, le dio la posibilidad de interpretar el acontecimiento salvfico ocurrido en Cristo y le ayud a conocer cul era su sitio y su tarea en el mundo 1 . Por consiguiente haba que intentar comprender lo que aqulla proclama y haba que aplicar a la propia situacin lo que tiene: que decir. La comprensin cristiana de los libros sagrados de Israel era una tarea encomendada ya a las comunidades neotestamentarias. Pero tambin para la Iglesia de todas las pocas ha sido un imperativo la interpretacin del Antiguo Testamento, si es que haba de transmitir su mensaje en su integridad y fuerza original. Con esa interpretacin se mantiene firme, a travs de todos los tiempos, la necesidad de una explicacin que proceda del espritu cristiano. Diversas son las cuestiones que se plantean, las preocupaciones y el espritu de la poca, como son tambin distintos los mtodos que se emplean. No siempre cuentan con la misma1. Para ms detalles vase J. SCHREINER, El mensaje neotestamentario y la palabra de Dios en el Antiguo Testamento, en J. SCHREINER - G. DAUTZENBERG, Forma y propsito del Nuevo Testamento, Herder, Barcelona 1972, p. 11-31.

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Breve historia de la exgesis neotestamentaria

fuerza la atencin a la palabra escrita, el esfuerzo por llegar a un conocimiento ms profundo, el anlisis de lo ya conocido o el afn de lograr una aplicacin adecuada de los resultados2.

I.

Los COMIENZOS: ELEMENTOS DE UNA INTERPRETACIN JUDA Y DE UNA PRIMERA INTERPRETACIN CRISTIANA

La exgesis de los escritos sagrados de Israel tiene su origen ya antes del Nuevo Testamento. En los mismos libros del Antiguo Testamento se encuentran ya interpretaciones y explicaciones de las palabras del Seor hasta entonces promulgadas y registradas, de su voluntad tal como haba sido declarada y puesta por escrito, de su actuacin fijada en las Escrituras; prueba de ello son las tradiciones dobles y las reinterpretaciones. Pero en estos casos no se habla de exgesis; el concepto se emplea por lo general para designar el trabajo de interpretacin de las Escrituras ya terminadas. El esfuerzo exegtico aparece en primer lugar en la traduccin ms antigua del Antiguo Testamento que es la versin de los Setenta. La trasposicin de los textos a una lengua y a una mentalidad diferentes trajo consigo necesariamente una interpretacin y en parte una modificacin del sentido de esos textos; y es que haba que trasladar la redaccin hebrea a una estructura lingstica distinta, y haba que expresar el pensamiento hebreo en frases y giros helensticos. Al traducir los verbos haba que fijarse en los tiempos en que tenan lugar los diversos acontecimientos y no en los posibles tipos de accin. Haba que recoger en conceptos griegos lo que expresaban palabras hebreas que a menudo tenan una2. Las explicaciones que siguen slo pueden ofrecer un bosquejo esquemtico del camino recorrido en las diversas pocas por la exgesis veterotestamentaria. Por eso citamos a continuacin las obras que ms extensamente se han ocupado de la historia de la interpretacin del Antiguo Testamento, que mencionan autores, valoran sus obras y que describen con detalle los distintos perodos; cf. especialmente: L. DIESTEL, Geschichte des Alten Testaments in del christttchen Kirche, Jena 1869; B. SMALLEY, The study of the Bible in the Middle Ages, Oxford 1952; R.M. GRANT, L'interprtation de a Bible des origines chrtiennes, nos jours, Pars 1967; C. SPICQ, Esquisse d'une histoire de Vexgse latine au moyen age (Bibliotheque thomiste xxvi) Pars 1944; J. BONSIRVEN - G. BAEDYM. JUGIE - C. SPICQ - A. ROBERT - L. VAGANAY, art. Interprtation, en DBS ry 561-646;

carga diferente y contenan un significado ms amplio. Haba que aclarar e interpretar muchas cosas para los lectores de la traduccin, o haba que hacerlas inteligibles por medio de una imagen. Naturalmente se introdujeron tambin las ideas propias de los traductores, y en el texto se reflejaron sus propias preocupaciones; sobre todo en la imagen que presentan de Dios y del hombre y en la interpretacin escatolgica de determinados pasajes es posible comprobar los objetivos teolgicos que perseguan3. Debido al gran influjo que adquiri la versin de los Setenta en el mbito cristiano fue el Antiguo Testamento de Oriente, y en su antigua versin latina tambin por mucho siglos el de Occidente, se puso en marcha una direccin hermenutica fundamental que tuvo gran alcance: la interpretacin a partir de la mentalidad y de los mtodos greco-helensticos. Tambin en la transmisin del texto hebreo estaba en marcha un afn exegtico. Pero aqu es mucho ms difcil de captarlo porque los soferim (escribas) y los masoretas, que fijaron el texto uniforme e inalterable, preciso hasta en los detalles, eliminaron de la corriente tradicional las variantes y recensiones discrepantes. Con todo se puede decir que la puntuacin y la fijacin de la pronunciacin impusieron una cierta interpretacin. Los traductores de los Setenta tenan como base el texto puramente consonantico en el que muchas palabras podan vocalizarse de diversas maneras. Con ello,' adquieren en cada caso un sentido completamente distinto, sin;; que el contexto ofrezca siempre una opcin segura. As pues al I fijar su vocalizacin hebrea se fij tambin su significado. S e . delimitaron frases y fragmentos de frases, se intent con ayuda delj qre ( = lo que se debe leer) y en contra del ketib ( = lo escrito) \ subsanar las supuestas o reales corrupciones del texto uniforme. Para la obtencin y fijacin del texto masortico seguramente se? tuvieron en cuenta los resultados de la exgesis halkica y hagg-^j dica y las interpretaciones de los targumim*. De esta manera, a3. Cf. J. SCHREINER, Hermeneutische Leitlinien in der Septuaginta, en O. LORETZ - W. STROLZ, Die hermeneutische Frage in der Theologie, Friburgo de Brisgovia 1968, 356-394. 4. Para los conceptos empleados aqu y en otros pasajes de este libro, vase al final el vocabulario tcnico. Comprese con lo dicho en este captulo E. WRTHWEIN, Der Text des Alten Testaments. Eine Einfhrung in die Biblia Hebraica, Stuttgart 31966, 17-34; J. BONSIRVEN, op. cit. 561-569.

H.J. KRAUS, Geschichte ier histortsch-kritischen chen 21969.

Erforschung des Alten Testaments,

Neukir-

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travs de una seleccin cuidadosa y una conservacin fiel, surgi la forma normativa del texto original, fijada y asegurada bajo el influjo de diversas tradiciones exegticas. todo esto tuvo una gran importancia el mundo sirio-palestino. No es de extraar que sea tambin en su seno donde se acomete la empresa de obtener la versin original de los Setenta (en los Hexapla de Orgenes) y una exacta traduccin latina (por obra de Jernimo). La comprensin de la Escritura propia de la comunidad de Qumrn posee unas caractersticas notables. Ciertamente parece haber conocido tambin la prctica de la explicacin juda de la Escritura, tal como la elaboraron y desarrollaron los rabinos. Pero los intentos de interpretacin que le son peculiares, y que se encuentran en los pesaran, muestran la aplicacin amplia y decidida de algunas sentencias de la Escritura a la situacin propia de la comunidad, al Maestro de justicia y a su obra, a los enemigos y a sus actividades. En este punto su manera de proceder est cerca de las preocupaciones e intereses que movan a la comunidad cristiana en la poca neotestamentaria. Tambin sta relaciona la Escritura y muchos de sus enunciados aislados con su propia situacin y con la idea que tiene de s misma, con sus enemigos y con su futuro, sobre todo con el Seor y su actuacin. Pero la comunidad cristiana no pone su comprensin de la Escritura bajo el lema interpretacin en el sentido de proclamacin de un contenido secreto que ahora se ha revelado, que es lo que haca la gente de Qumrn, sino bajo el concepto de cumplimiento de una accin de Dios anunciada previamente y que ahora, o pronto, se hace realidad. En la contraposicin de estas dos expresiones se manifiesta la diferencia esencial que existe entre las interpretaciones juda y cristiana. Para los judos la Escritura es, en su contenido y extensin totales, la norma nica para el pensamiento teolgico y para la vida, de manera que normalmente la interpretan palabra por palabra, como suele ser el caso en el midras, y la aplican as a las diversas circunstancias. Por el contrario, en el cristianismo primitivo es la tradicin de la vida de Jess y la experiencia de la comunidad guiada por el Espritu la que, justamente a la inversa, permite reconocer de un modo retrospectivo el Antiguo14

Testamento como referencia a la plenitud escatolgicas. De esta manera ya la primera comunidad tiene la libertad de recoger e interpretar aquellos textos que, segn su comprensin guiada por el Espritu, constituyen un anuncio de lo venidero y una explicacin de la voluntad divina que se realiza y acontece en Cristo. Gracias a la actitud crtica con que, segn el testimonio del Nuevo Testamento, Jess devuelve a la Escritura su sentido y objetivo propios, la comunidad consigue tanto distanciarse de las leyes clticas y ceremoniales como el derecho de interpretar el Antiguo Testamento en su conjunto, refirindolo al Seor y a su palabra definitiva. De esta manera se experimenta la validez de las Escrituras de la Antigua Alianza al tiempo que sus lmites. Y aunque los mtodos de interpretacin se parezcan a los judos, como se puede ver especialmente en Pablo, su punto de partida y su orientacin son sin embargo distintos6. Pero en esta diversidad, que aparece ya claramente en el NT, late tambin el problema que habr que superar constantemente a lo largo de la historia y que ciertamente no se le plantea a cada generacin con la misma agudeza y claridad. Es la cuestin acerca de la inteligencia cristiana del Antiguo Testamento y acerca del grado y extensin de su validez. La exgesis debe dar una respuesta, al menos implcita, a este problema.

II.

LA INTERPRETACIN DEL ANTIGUO TESTAMENTO EN LA POCA

PATRSTICA

El uso neotestamentario de la Escritura haba acentuado en los evangelios la lnea proftica, y en la frase de Pablo de ICor 9,10; 10,11, el significado existencial que tienen para el cristiano los textos veterotestamentarios. Clemente de Roma en su Carta a la Corintios, cuya oracin final est cuajada de palabras del Antiguo Testamento, parece recoger la exhortacin del Apstol de que todo ha sido escrito para nuestra instruccin y aviso. Para fundamentar5. W.G. KMMEL, art. Schriftauslegung III. Im Urchristentum, en RGG 'v, 15171520, 1519. 6. Sobre la utilizacin del Antiguo Testamento en el Nuevo Testamento vase el artculo citado en la nota 1.

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Josef Schreiaer su invitacin a una actitud moral y una actuacin cristiana autnticas toma numerosos pasajes de la Escritura, es decir, del Antiguo Testamento. El presentimiento de una diferencia entre ambos Testamentos slo se deja or con sordina en la idea de que en la Nueva Alianza se nos pide ms que en la Antigua a causa de la mayor abundancia de gracia. Por el contrario la carta de Bernab se fija decididamente en el rasgo proftico de los escritos vterotestamentarios, y Justino Mrtir hace de l, en su polmica con el judo Trifn, el punto clave de su interpretacin. El canon del Antiguo Testamento no era entonces una realidad cerradas lo que por otra parte posibilit la adicin de los libros neotestamentarios a la Sagrada Escritura. La preocupacin exegtica se diriga preferentemente a la ley, los profetas y los salmos; en estos escritos se haba preanunciado, segn el dicho transmitido del Seor (Le 24,44), el acontecimiento de Cristo y sus consecuencias. En los escritos profticos y en los poemas de Israel era relativamente fcil descubrir muchos elementos de ese preanuncio. Distinto era el planteamiento para el Pentateuco, pues all, prescindiendo tal vez de los orculos da Balaam (Nm 23s), apenas pareca expresarse ningn anuncio de Cristo ni se contaba propiamente con la era salvfica de la Nueva Alianza. La ayuda vino entonces de parte de la explicacin juda de la Escritura. Siguiendo los postulados de una interpretacin adecuada a los tiempos, cosa que ya se poda comprobar en los Setenta, Filn de Alejandra desarroll y aplic a la interpretacin del Antiguo Testamento un mtodo que abra un sentido nuevo ms all del tenor literal7. Se trata de la alegoresis *, interpretacin conceptual de una alocucin metafrica, o que se entiende como metfora. Es posible que tambin en algn otro sector del judaismo haya aparecido la interpretacin alegorizante. Pueden haber inducido a ello los orculos de los profetas que con frecuencia bajo una expresin metafrica y simblica escondan un sentido ms profundo, que haba que7. Ct. para este captulo: J. CHRISTIANSEN, Die Technik der allegorischen Auslegungswissenschaft bei Pkilon vori Alexandrien (Beitrage zur Geschichte der bibliscben Hermeneutik 7) Tubinga 1969. * En castellano se suele decir alegora, pero hemos preferido respetar la distincin que hace el autor entre la alegora como figura literaria y la alegoresis como mtodo de interpretacin (cf. las notas lexicogrficas, al final del libro). Nota del traductor.

Breve historia de la exgesis neotestamentaria descubrir. Quien tuviera la idea de que el Antiguo Testamento era obra de profetas, como era el caso de la mentalidad juda y cristiana, si bien con una concepcin completamente distinta del objetivo de ese mensaje proftico, fcilmente podra sentirse inclinado a considerar todos los textos posibles como enunciados metafricos y a interpretarlos en consecuencia. Pero Filn reflexiona sobre su mtodo e intenta fundamentarlo cientficamente. Toma de la filosofa platnica el procedimiento dialctico de la divisin de conceptos (diresis), procedimiento en el que se va delimitando cada uno de los distintos elementos, no contenidos en el concepto, y en una serie progresiva se llega a encontrar la idea ltima e indivisible de la cadena, a la vez que se comprueba el parentesco que existe entre los diversos conceptos. Filn arranca de la palabra de la Escritura y busca un concepto ms amplio que por su sentido est relacionado con esa palabra de la Escritura, sta viene a ser entonces el smbolo de aquel concepto8. El smbolo es la expresin de una participacin comn de dos conceptos en una idea. Uno de estos conceptos viene dado por una palabra de las sagradas Escrituras. Slo se llega al conocimiento de la unidad de las ideas a travs del conocimiento de la igualdad y mismidad9. De lo que se trata por consiguiente es de encontrar y probar esa relacin se trata siempre slo de una igualdad, semejanza o identidad parcial 10 . En este procedimiento Filn emplea los medios de conocimiento y de prueba que pone a su disposicin la filosofa. Citemos un ejemplo que puede ilustrar otros muchos: la serpiente de Gen 3,1 se interpreta del placer sensual; pues el placer sensual es tambin intrincado y multiforme como los movimientos de la serpiente n . Adems Filn est convencido de que la Escritura revela el conocimiento de todas las cosas; por consiguiente con ayuda de la alegoresis hay que encontrar (la idea) a que alude la Escritura o que en ella est contenida pero sin desarrollar. Los Padres adoptaron ampliamente este mtodo de interpretacin. Claro que en lugar de la idea filnica ellos colocan (casi8. 9. 10. J. CHRISTIANSEN, op. J. CHRISTIANSEN, op. cit. cit., 44s. 47. cit., 98.

As J. CHRISTIANSEN, op.

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11.

Vase J. CHRISTIANSEN, op. cit., 67ss. 145.

17Schreiner, Introd. 2

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siempre) la revelacin de Cristo. As, por ej., la carta de Bernab, combinando Gen 14,14 con 17,23.27, supone que Abraham introdujo la circuncisin con los ojos del espritu puestos en Jess. La igualdad que hace posible esta interpretacin se obtiene por medio del simbolismo de los nmeros: Abraham circuncid 318 siervos; el signo numrico de 10 es t, el de 8 es r; de ah resulta ^Tjcrou? (Jess); la cifra de 300 es la T, el signo de la cruz, que simboliza la gracia. Se efectuaron numerosas interpretaciones de este tipo. Comn a todas es el hecho de que detrs del texto escriturstico se busca y se encuentra un sentido ms elevado, el sentido verdadero y cristiano. La interpretacin alegrica se practica sobre todo aqu se deja notar el influjo de Filn en la escuela de telogos alejandrinos. Clemente de Alejandra es del parecer de que las verdades ms elevadas slo pueden enunciarse por medio de smbolos. Y que por consiguiente quien quiera llegar al verdadero conocimiento no puede quedarse en el sentido literal de las palabras. Orgenes practica la alegoresis a gran escala. Como exegeta inteligente que es, ve las dificultades, las imposibilidades y las consecuencias indignas de Dios que resultan de una simple traslacin del sentido literal a la revelacin de Cristo y a la realidad cristiana. Dice que de esta manera lo nico que se hace es dar la razn a los judos que se limitan a tomar textualmente las predicciones y consecuentemente ven que, como por ej. Is ll,6ss, no se han cumplido; y, por lo tanto, niegan que la venida del Mesas haya ocurrido ya. Dice asimismo que de esta manera se refuerza la posicin de los herejes, que toman a la letra los enunciados referentes a la venganza, los celos y el arrepentimiento de Dios, para distinguir as al verdadero Dios del Dios de los judos. Por esta razn aplica la distincin que hace, Pablo entre la letra y el espritu les interesaban, limitndose a repetir lo que escribi Jernimo en sus prlogos a los diversos libros de la Biblia18. Pero lo que preocupaba a todos sin que sea posible mencionar y valorar a los numerosos autores en esta breve resea era captar el sentido mltiple de la Escritura. Inspirados en el ritmo ternario de la existencia cristiana fe-esperanzacaridad, establecieron, con el literal, un cudruple sentido de la Escritura: 1. sensus literaUs, el sentido literal, textual; 2. sensus allegoricus, que descubre la doctrina de la Iglesia en la verdad revelada; 3. sensus tropologicus (moralis), que se refiere a la actuacin cristiana; 4. sensus anagogicus, referido al estado de cosas neotestamentarios y celestiales. Con todo no se debe pasar por alto que, a pesar de sus deficientes conocimientos lingsticos, de su inseguridad y de no pocas interpretaciones arbitrarias, los exegetas medievales ahondaron considerablemente en la evaluacin del sentido literal de la Escritura. Ello fue fruto de su ntimo contacto con los padres y de su afn por captar el espritu de la Escritura a travs de su constante lectura y meditacin. Por otra parte, en los siglos XII y xni, como se puede17. 18. W. KAMLAH, Christentum As SPICQ, Esquisse, 374. und Geschichtlichkeit, Stuttgart 21951, 91.

IJJ.

LA EXGESIS VETEROTESTAMENTARIA EN LA EDAD MEDIA

En el milenio siguiente a Agustn no aparecen puntos de vista fundamentalmente nuevos sobre la interpretacin de la Escritura l. Y hacia el final de la poca patrstica se haba empezado a reunir y conservar lo elaborado hasta entonces. Los resultados se recogan fundamentalmente, tanto en oriente como en occidente,16. K. FROR, Wege zur Schriftauslegung, Predigt, Dusseldorf 31967, 22. Biblische HermeneutBc fr Unterrtcht und

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apreciar sobre todo en Toms de Aquino, se hacen los primeros intentos por comprobar la existencia de los gneros literarios, si bien dentro de la terminologa escolstica19. Los autores se dan cuenta de que Dios habla en lenguaje humano, empiezan a apreciar el peso que tiene el sentido literal y a valorar el contexto como una ayuda para la interpretacin, y llegan al conocimiento de que hay que partir de los pasajes claros para iluminar los difciles20. La exgesis del Antiguo Testamento recibi un impulso importante y eficaz de parte de la exgesis juda. Perceptible ya alrededor del ao 1100, este impulso conduce a resultados palpables al alborear el siglo xiv. Judos y cristianos coincidan en la alta estimacin que tenan de la tradicin y de la alegoresis. Ni unos ni otros podan sustraerse al influjo de Aristteles, de modo que se vieron empujados cada vez ms a valorar la importancia del sentido literal. Los nuevos principios influyen particularmente en Nicols de Lyra, que intenta llevarlos a la prctica. Ciertamente que tambin l afirma la triplicidad del sentido mstico, pero se toma en serio la significacin fundamental del sentido literal y postula para su adquisicin segura los mtodos hermenuticos pertinentes, especialmente en el terreno lingstico. Segn l hay que empezar por el sentido literal; postulado que en el fondo no es ms que un reforzar el principio que anteriormente se haba asentado de manera asaz vacilante; a saber, que por lo menos todo lo que tiene importancia dogmtica se contiene tambin en el puro sentido literal21, y que hay que considerar el sentido mstico en absoluta dependencia del literal. Nicols ejerci una influencia de gran alcance, incluso en Lutero.

IV.

LA COMPRENSIN DE LA ESCRITURA EN TIEMPO DE LA REFORMA

Con el alejamiento de las interpretaciones y autoridades tradicionales y con el viraje decidido hacia el texto bblico, tal como19. 20.21.

C. SMCQ, Esquiase, 244-246. C. SPICQ, Esquisse, 250-252.L. DIESTEL, op. cit., 198.

aparecen clara y resueltamente en Lutero, surge el principio protestante de la sola Scriptura: slo la Escritura es fuente y criterio en todas las cuestiones de la fe y de la doctrina eclesistica. En consecuencia, se estableci el postulado de que haba que quedarse en el sentido literal, porque contiene todo lo que puede ser importante para la fe y para la teologa cristiana; se rechaz enrgicamente todo tipo de alegoresis, ya que en el mejor de los casos no pasan de ser reflexiones ornamentales y edificantes. Consecuentemente la investigacin escriturstica volvi su atencin al texto original y a su interpretacin. Las bases de este movimiento las haba creado ya el humanismo con su promocin de los estudios lingsticos y con la edicin impresa de la Biblia hebrea. Entra en el campo visual la participacin humana en la composicin de los libros bblicos, pero no cabe duda alguna de que es Dios quien nos habla desde ellos. Se interpreta el Antiguo Testamento a partir del Nuevo y se lo entiende como un testimonio que apunta a Cristo, Tambin en l se ve en accin la gracia de Dios y la promesa, y en l se encuentra ya la Iglesia de Dios, tanto desde Adn como desde Abraham. Se percibe la diferencia que existe entre ambos Testamentos, pero no se hace de ella un principio de separacin. Se piensa que junto con Israel tambin la comunidad de Cristo espera la irrupcin de su futuro definitivo. A partir de esta posicin fundamental tena que cobrar vigor la tipologa, como en el caso de Karlstadt; y lgicamente en la ortodoxia protestante, que aceptaba una inspiracin literal de la Biblia por parte de Dios, tena que ser la Escritura la que procurara argumentos para probar la doctrina de los reformadores. Una vez afirmada y aceptada la suficiencia universal y la inteligibilidad de la Sagrada Escritura, surge la pregunta de si tambin el no creyente que no est guiado por el Espritu puede percibir y conocer la palabra de Dios; y con ocasin de esta pregunta se enciende la discusin sobre la genuina hermenutica. Y es que el Espritu Santo, que ha inspirado todas las palabras de la Escritura, es quien hace que el creyente las entienda. Por consiguiente, no queda ms remedio que decir que el no creyente podr captar, s, el sentido literal, pero no el enunciado salvfico o de fe, y de esta manera se vuelve otra vez a la hiptesis de los varios sentidos de la Escritura.25

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Josef Schreiner Al mismo tiempo florece la alegoresis en la interpretacin prctica de muchos telogos. Adems lo que se busca sobre todo en la Escritura es la doctrina, y no la historia de Dios con los hombres. Sin embargo el punto de partida para una consideracin crtica e incluso histrica del Antiguo Testamento estaba dado ya con el humanismo. Pero el factor que provoca abiertamente a la crtica, y desempea un papel decisivo, es el dogma de la inspiracin verbal absoluta con todas sus consecuencias hermenuticas22. El pensamiento histrico surge con Cocceius en la teora ya citada de las cuatro alianzas de Dios; y la exigencia de que se clarifique histricamente el origen de los libros veterotestamentarios, peticin que se encuentra, por ej., en Masius (con respecto al libro de Josu) y en Pereira (con respecto al Pentateuco), marca la llegada de la investigacin histrico-crtica del Antiguo Testamento.

Breve historia de la exgesis neotestamentaria textos bblicos, y que slo 100 aos ms tarde tendr repercusiones importantes en Alemania (con J.S. Semler). Despus de estos y otros trabajos preliminares, el Antiguo Testamento se vio sometido en la poca de la ilustracin a un examen crtico que abarcaba todas sus facetas. Bajo el lema Ten el valor de usar tu propio entendimiento, idea que a partir de Kant constituy la divisa de la poca, se modifican la estructura del conocimiento y las normas que haban servido para interpretar el Antiguo Testamento. La nueva tendencia de los espritus repercute primeramente en J.S. Semler con una doble consecuencia: por una parte, se emplea tambin con la Biblia la crtica profana que se aplica a cualquier obra literaria; y por otra, se distingue en ella el contenido divino de la forma humana, se pide una clara diferenciacin y valoracin dentro de los mismos libros veterotestamentarios y se considera que un extracto de ellos sera suficiente para la religin y la fe cristianas. Pero luego aparece con G.E. Lessing el principio de que las verdades histricas casuales no pueden llegar a ser nunca una demostracin de las verdades racionales necesarias, con lo cual la verdad eterna conocida por la razn viene a ser el criterio normativo para todo lo que se encuentra en la Biblia. Al Antiguo Testamento no le queda otra significacin que la de haber sido un medio para la educacin del pueblo elegido en orden a aquella verdad eterna de la razn. As es como el Antiguo Testamento, en parte con Semler y totalmente con Lessing, se hunde en el pasado. Superada la ilustracin, al alborear el siglo xix, J.G. Herder tuvo gran importancia en lo que toca a la concepcin del Antiguo Testamento. Se podra decir que, en un contexto de valoracin de lo natural, el Antiguo Testamento adquire vida en la vivencia del lector que intuitivamente penetra en l, aunque no por eso alcanza una relevancia teolgica y comprometedora frente al hombre autosuficiente. J.G. Eichhorn resume los principios crticos del siglo XVIII y se esfuerza por establecer un nuevo punto de arranque con las posiciones de Semler y de Herder: Dentro de la evolucin del mundo, que representa a escala universal la evolucin natural del hombre desde la infancia hasta la madurez, el Antiguo Testamento ocupa la "edad infantil del mundo". La forma de expresin propia de aquella poca es el mito, que ahora se entiende, contraponindolo a las27

V.

DIVERSAS POSICIONES Y CORRIENTES EN LA EXGESIS VETEROTESTAMENTARIA D E LA E D A D M O D E R N A 2 3

Los objetivos que se anuncian al final de la poca de la ortodoxia protestante no atraen directamente el inters en la poca siguiente. Los esfuerzos por entender el Antiguo Testamento se mantienen durante siglos bajo principios y horizontes mentales de tipo filosfico, hasta que aparece el mtodo histrico-crtico, que por supuesto tampoco est libre de tales prejuicios. Este mtodo se desarrolla y experimenta principalmente sobre el Pentateuco. H. Grotius intenta dar una interpretacin histrica del Antiguo Testamento dentro de la literatura e historia humanas. Spinoza percibe el planteamiento histrico-literario del problema y elabora para solucionarlo una serie de principios hermenuticos. R. Simn sin estar influido por teoras anteriores quiere investigar los orgenes del Antiguo Testamento; serio intento cientfico que por primera vez pone el acento en la historia de las tradiciones de los22. H.J. KRAUS, op. cit., 37s.

23. Aqu hay que referirse a la exposicin de H.J. KRAUS, op. cit. Las indicaciones que pueden ofrecerse en el presente artculo siguen en gran parte el material elaboradopor KRAUS.

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Josef Schreiner historias verdaderas, como una forma de lenguaje, de pensamiento y de representacin de tipo sensorial-infantil, en la cual se manifest la verdad eterna dentro del proceso educativo de la economa salvfica24. De esta manera se impuso en la ciencia bblica la fijacin de unos conceptos cuyas consecuencias an hoy se dejan sentir. Descontento con una exgesis puramente histrico-gramatical, W.M.L. de Wette pone en tela de juicio el valor histrico de los enunciados del Pentateuco s y al mismo tiempo postula la adopcin de una interpretacin que edifique y elabore, es decir que fomente, la vida tica y piadosa. Tal interpretacin apunta siempre a la relacin con Cristo, ve en l a la vez el modelo y el cumplimiento, y llega en un recorrido cauto y reflexivo hasta el presente. Pero al referir los enunciados veterotestamentarios a los valores humanos en general, la relacin entre ambos Testamentos queda otra vez en el aire y sin determinar. Es sobre todo en este punto donde se manifiesta el influjo de los presupuestos filosficos. Tambin la filosofa de Hegel influy de manera fuerte y persistente en la exgesis veterotestamentaria, sobre todo en la teologa bblica que escribi W. Vatke, y en la presentacin de la historia de la religin israelita. El sistema por el que el espritu absoluto llega a la manifestacin y a la conciencia de s mismo a travs de los tres momentos de tesis, anttesis y sntesis se transfiere tambin a la religin con este triple grado: religin natural religin artificial religin revelada. La israelita, como religin sublime, aparece en el lugar ms bajo del segundo grado, y por encima de ella la griega y la romana; el cristianismo constituye el tercer grado26. De esta manera el Antiguo Testamento, enormemente alejado del Nuevo, se sita en la evolucin (general) de la religin y queda sometido al mdulo del espritu absoluto. As pues los diversos impulsos filosficos dieron como resultado una comprensin previa, una especie de superestructura montada sobre la crtica histrica, que repercuti con distintos matices en los diversos autores. Son tres los conceptos fundamentales que aqu24. H.J. KRAUS, op. cit., 137.150. 25. R. SMEND, Nachkritische Schrtftauslegung, burtstag), Zurich 1966, 215-237, 222.26. H.J. KRAS, op. cit., 191s.

Breve historia de la exgesis neotestamentaria aparecen con sorprendente regularidad: evolucin, progreso, personalidad 27. As, por ej., B.H. Ewald quiere trazar en su Historia del pueblo de Israel la historia de la evolucin de la religin verdadera y perfecta. B. Duhm ve en los profetas las grandes personalidades que liberan a la religin de Israel de sus vnculos con la naturaleza. B. Stade, todava con ms decisin que H. Schultz, entiende la teologa veterotestamentaria como una descripcin de la religin revelada en su fase precristiana de desarrollo. En J. Wellhausen se ve cmo las diferentes corrientes filosficas se entremezclan y le llevan a hacer una valoracin peculiar. Wellhausen acude a la historia de Israel para disear a travs de ella la evolucin de la religin; para ello se sirve de dos puntos de referencia que son el nacimiento del Deuteronomio y la datacin tarda del escrito sacerdotal (Priesercodex), tal como la haba expuesto H. Graf. El anlisis lo desarrolla con claridad y agudeza; as dice, por ej., acerca del lugar del culto divino: de los libros histricos y profticos se deduce que no existe indicio alguno de que en la antigedad hebrea hubiera un santuario con derechos exclusivos. El Yahvista (J) aprueba la pluralidad de altares. El Deuteronomio exige la unidad local del culto divino. El escrito sacerdotal (P) la da por supuesta y la transfiere a los tiempos primitivos valindose de la tienda de reunin m. Toda la evolucin termina en el judaismo legal, en el anquilosamiento; se persigue una historia que cuando llega a su final tiene todos los caminos cerrados. Con todo era necesario escribir esta historia crtica de la religin de Israel, en la cual haba trabajado toda la centuria. En cuanto se la pudiera purificar de la valoracin enmaraada, dara sus frutos. En la cita que hemos tomado de la obra capital de Wellhausen sobre el Antiguo Testamento se puede apreciar claramente cul era el campo de trabajo ms importante para la crtica histrica y literaria del siglo xix: la investigacin de las fuentes del Pentateuco. Junto a ella discurra cada vez con mayor fuerza el estudio de los diversos estratos que componan los restantes libros veterotestamentarios. El descubrimiento y exploracin del antiguo oriente oblig a establecer una comparacin del Antiguo Testamento con las cul27. K. FROR, op. cit., 30.

en Parrhesia

(K. BARTH zum 80. Ge-

28.

Prolegmeno

zur Geschichte

Israels,

Berln 31886, v.

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29

Josef Schreiner

Breve historia de la exgesis neotestamentaria

turas y religiones de su entorno, labor que emprendi la escuela de historia de las religiones, como es natural cayendo en bastantes exageraciones (la llamada polmica Bibel-Babel) como suele ocurrir cuando surgen repentinamente nuevos elementos de juicio. Esto mismo impuls tambin a H. Gunkel a poner en marcha el mtodo de la historia de las formas. De esta manera hemos llegado al planteamiento actual del problema, planteamiento que no puede desarrollarse con ms detalle en el marco de este esquema. Nos remitimos al artculo correspondiente en Palabra y Mensaje del Antiguo Testamenta29. Valga una breve mirada perspectiva para cerrar esta exposicin sistemtica de la historia de la exgesis veterotestamentaria, en la que slo se han podido ofrecer algunas indicaciones y referencias, para facilitar la comprensin de las distintas pocas, de sus problemas y de los esfuerzos que en cada una se realizaron. La crtica haba emprendido la tarea de hacer justicia a los textos y a los autores, de liberarlos de las camisas de fuerza en que estaban metidos. Su tarea es el encuentro histrico de la verdad, no la destruccin ciega o, lo que viene a ser lo mismo, la suspicacia hipercrtica de todas las posibilidades del saber al servicio de un principio. En conjunto, la crtica ha realizado esa tarea responsable. Los resultados estn a la luz, por supuesto con ms claridad en lo que tienen de negativos que en lo que tienen de positivos; pero est bien que as sea30. Ahora los textos pueden decir lo que quieren decir y expresarse segn sus caractersticas propias. Para que lograsen esta libertad era necesaria la crtica. El exegeta tiene que hacer lo posible por no introducir sus ideas propias en el mensaje de los textos: lo que ha de hacer es escucharlos y dejar constancia de sus enunciados y propsitos. Por lo tanto no puede limitar sus manifestaciones al estilo y al lenguaje, a la historia y la cultura, a la legislacin o a la vida de aquellas pocas antiguas. Lo que pretenden es poder expresarse acerca de Dios y acerca de las relaciones del hombre con Dios. Pero quien interpreta los escritos de Israel dentro del mbito29. J. SCHREINER, El esfuerzo cientfico para la comprensin del Antiguo Testamento, en id., Palabra y mensaje del Antiguo Testamento, Herder, Barcelona 1972, 48-71. 30. R. SMEND, op. cit., 222.228.

del cristianismo, interroga tambin al Antiguo Testamento como un telogo cristiano. Entonces surge necesariamente el deseo* de encontrar una comprensin cristiana de esos escritos, cosa que ya percibieron y persiguieron los padres. Hay que repensar lo que significan la tipologa, el proceso prediccin-cumplimiento, la abertura del Antiguo Testamento al Nuevo y a la situacin cristiana, as como las lneas fundamentales comunes a toda la Biblia31. Tambin merecen atencin y un esfuerzo honrado por solucionarlas, las nuevas cuestiones que plantean las corrientes propias de cada poca; as en nuestros das, en conexin con la gran importancia de la situacin vital (Sitz im Leben), la relevancia de las estructuras sociales y comunitarias. Slo despus de un trabajo metodolgicamente correcto podr la Biblia pronunciar la palabra que tiene que proclamar para cada poca. Tambin para sus afirmaciones teolgicas y para el mensaje que dirige a los cristianos vale lo que dice H. Gunkel32: Biblia, libro admirable, maestra de la humanidad, fundamento de nuestra existencia espiritual! Te asemejas a aquella gloriosa ciudad de Dios situada en las cumbres ms altas del mundo y cercana al cielo. Los pueblos te contemplan y beben el agua viva que brota de tus fuentes. Aunque generaciones enteras se aparten de ti y te tengan en poco porque no te conocen; una y otra vez vuelve a ti la humanidad. Hace ms de dos milenios que se intenta fatigosamente entender las Escrituras; pero quin podra decir que ha llegado a escudriar sus profundidades? Cada poca la ha visto bajo una luz nueva.JOSEF SCHREINER

31. Vanse las observaciones correspondientes en J. SCHREINER, El esfuerzo cientfico..., op. cit. 32. Die Urgeschichte und die Patriarchen, en: SAT I/i, Gotinga 21?20, v.

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II La exresis del INuevo Testamento y su trayectoria

Con el trmino de exgesis escrituraria se designa la labor prctica de interpretacin de la Sagrada Escritura, mientras que el trmino hermenutica se refiere a la teora de la interpretacin, es decir al establecimiento de una serie de reglas para la comprensin correcta de los textos. En las lneas siguientes no insistiremos tanto en la historia de la hermenutica, cuanto en el proceso de evolucin histrica de la exgesis escrituraria, y ms concretamente en la interpretacin del Nuevo Testamento*.* Remitimos particularmente a la detallada exposicin de W.G. KMMEL, Das Neue Testament, Geschichte der Erforschimg seiner frbleme, Friburgo de Brisgovia 1958; cf. id., Das Erbe des 19. Jahrhunderts fr die neutestamentliche Wissenschaft von heute, en Das Erbe des 19. Jahrhunderts (Evang. Theologentag 1960), editado por W. SCHNEEMELCHER, Berln 1960, 67-89. C. SPICQ en Dict. de Thol. Cath. 15/1 (1946) 694-738, se fija sobre todo en Toms de Aquino como exegeta. En lo que toca al estudio de Lutero cabe citar en particular a K. Hoix, Luthers Bedeutung fr den Fortschrilt der Auslegungskunst, Gesammelte AufsStze zur Kirchengeschichte I, Tubinga 1921 (y passim). Es importante K. SCBOLDEK, Urspriinge und Probleme der Bibelkritik im 17. lahrhundert, Munich 1966. W.G. KOMMEL, Das Neue Testament, Geschichte der Erforschung seiner Probleme, Friburgo de Brisgovia/Munich 19S8 proporciona una amplia visin de la historia del problema, y aunque slo se dedican pocas pginas al estudio de dicho tema en el tiempo anterior al siglo xvil, en cambio la etapa siguiente de la critica se describe con la atencin puesta constantemente en los textos originales (que se citan) de los investigagores estudiados. Finalmente, pero no en ltimo lugar, citemos el logrado artculo Exegese del Lexikon fr Theologie und Kirche (nueva edicin), bien acotado de datos bibliogrficos, as como los siguientes trabajos, dignos todos ellos de ser ledos: R. SCHKACKENBRO, Der Weg der katholischen Exegese irmerhalb der Bibelwissenschaft, BZ NF 2 (1958) 169-176; N. BROX, Die KontinuitSt der Auslegung des NT im Traditionsprozess, BitLit 40 (1967) 3-16 y R. PESCH, Zum Weg der modernen Evangeeforschung, BiLeb (1967) 42-63; id., Neuere Exegese - Verlust oder Gewinn?, Friburgo de Brisgovia 1968, 112-142.

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La exgesis del Nuevo Testamento y su trayectoriaI. INTERPRETACIN EN LA TRANSMISIN TEXTUAL DEL NUEVO TESTAMENTO

No podemos empezar con los comentarios propiamente dichos que escribieron los padres de la Iglesia: ya antes se da, de manera asistemtica, una explicacin de la Escritura en todas las cartas y predicaciones que interpretan y aplican tal o cual texto del Nuevo Testamento. Pero la interpretacin ms antigua es la que ha experimentado el mismo texto cannico a travs de su transmisin escrita y de sus traducciones. La labor del crtico moderno que examina los textos no slo descubre los errores involuntarios de los copistas, sino que tambin ha hecho ver con claridad creciente que en la transmisin de un texto escriturstico ha habido telogos que lo han apadrinado para hacerlo ms comprensible en mltiples aspectos. A veces solamente se aada tal o cual palabra para aclarar el sentido. Cuando en ICo 11,24 dice: ste es mi cuerpo que por vosotros, no pocos cdices completan: es entregado o es quebrantado. Una parte de la tradicin omite en Jn 13,10: salvo los pies. Jess habra argumentado as: El que se ha baado no necesita lavarse, est todo limpio. Slo un copista que no cay en la cuenta de la diferencia que hay entre baarse y lavar (una parte del cuerpo) pudo haber completado el texto de la manera indicada. Con frecuencia fueron tambin puntos de vista teolgicos los que llevaron a ampliar o abreviar un texto. Cuando en Le 23,34 se omite el perdnalos, se trata de una supresin intencionada y que se debe a sentimientos hostiles para con los judos. En un manuscrito sirio antiguo, en vez de salvar a su pueblo se lee salvar al mundo de sus pecados (Mt 1,21); y es que Jess no debe aparecer como salvador de los judos, o al menos no slo como salvador de los judos. En Jn 4,22 se lee que la salvacin viene de los judos; y como esto no gusta se cambia el texto y se pone que viene de Judea. A la inversa, no se quiere chocar con los paganos y entonces se escribe: Cuando oris no seis habladores como los hipcritas (en vez de los paganos) Mt 6,7. En ICor 15,51 se encontr que la frase No todos dormiremos pero todos seremos transformados pona en cuestin la ley univer34

sal de la muerte, y se la cambi por Todos dormiremos, pero no todos seremos transformados. En el texto griego bastaba con cambiar dos palabras para lograr el efecto que se pretenda. En algunas ocasiones se proceda de manera que por medio de pequeas modificaciones no slo se poda dar una nueva interpretacin a una frase de la Escritura, sino tambin obtener de ella una prueba para respaldar una doctrina determinada. Por ej en Jn 1,13 se ha sustituido el plural por el singular: Que no de la sangre, ni de la voluntad carnal, ni de la voluntad del varn, sino de Dios son nacidos. Muy pronto, aunque no con mucha frecuencia, aparece en vez de esta lectura otra que dice: (los que creen en el nombre de aqul), que no de la sangre, ni de la voluntad carnal, ni de la voluntad del varn, sino de Dios ha nacido. Por medio de esta insignificante correccin del texto se ha obtenido la anhelada prueba escriturstica del parto virginal de Mara. Mt 1,25 rezaba al principio con seguridad: hasta que dio a luz a su hijo primognito. Pero, por miedo de que alguien pudiera pensar que Mara haba tenido todava ms hijos, se borr (como se ve por muchos testimonios) la palabra primognito, cosa que en parte ocurri tambin en Le 2,7. Por la misma razn en Le 2,27.33.41.43.48 se sustituyeron las expresiones sus padres o su padre por Jos y Mara o por Jos y la madre de Jess. A partir de estos datos se puede suponer que bastantes modificaciones proceden de una tendencia muy precisa. Por eso en el ltimo tiempo se ha exigido, y con razn, que se preste especial atencin al nexo existente entre las diversas variantes de los textos. Incluso se ha podido ya demostrar a las claras que no pocas versiones de los textos persiguen constantemente la realizacin de un objetivo concreto1. Pero tambin con frecuencia se han suprimido o completado pasajes que resultaban contradictorios o difciles de comprender. As es como se prefiri escamotear los versculos referentes al sudor de sangre (Le 22,43s) y la percopa del perdn otorgado a la mujer adltera (Jn 7,53 - 8,11). En Jn 7,8 se escribi todava no2

1. Cf. por ej. H.J. VOGELS, Handbuch der Textkrtik des Neuen Tstamelas, Bono 1955; E. FASCHER, Textgeschichte ais theologisches Problem, Halle 1953; E.J. EPP, The Theological Tendency of Codex Bezjae Cantabrigiensis in Acts, Cambridge 1966; C. MARTINI, La figura di Pietro secondo le variant del cdice D negli Atti degli Apostoli, Atti della xix Settimana Biblica, Brescia 1968, 279-289.

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Johannes B. Bauer en vez de no, porque no se quera hacer decir a Jess yo no subo a esta fiesta y luego tener que enterarse de que, a pesar de todo, subi (7,14). Cuando es posible se aprovecha la ocasin para deducir del texto alguna doctrina determinada. Cuando Lucas en su prlogo (1,3) dice consciente de su propia labor: me ha parecido tambin a m... escribrtelo todo, bastaba con aadir y al Espritu Santo para convertir a Lucas en testigo de la inspiracin de la Escritura, cosa que efectivamente sucedi en dos antiguos manuscritos latinos y en la traduccin gtica. Desde luego que as fue como surgieron tambin algunas doctrinas extraas. Cuando uno por convicciones ascticas se abstena del vino y de la vida sexual (como por ej. Taciano), tena que resultarle escandaloso que Jess honrase con su presencia y con un milagro unas bodas en las que se bebi hasta el extremo de agotarse el vino. As, pues, introdujo en el texto la explicacin: a causa de la multitud de los invitados (Jn 2,3). Y en Le 2,36 le disgust que una profetisa hubiera vivido siete aos con un hombre, por lo cual escribi siete das. Con estos ltimos ejemplos nos acercamos ya a aquella interpretacin hertica de la Escritura, la cual entre otras cosas fue ocasin de que se compusieran los evangelios apcrifos. En el evangelio de los Ebionitas se deja sentir la mano de los vegetarianos. A la pregunta de los discpulos Dnde quieres que te preparemos la pascua? hacen que Jess responda: Acaso pretendo comer carne con vosotros en esta pascua? Y por medio de una ingeniosa maniobra el alimento del Bautista deja de ser langostas (akris) y se convierte en tortas (enkris); todo es cuestin de modificar una slaba. A veces el evangelio apcrifo se aparta de la tradicin cannica solamente en la ordenacin de los textos. As el evangelio copto de Toms (logion 79) enlaza la alabanza, a la madre de Jess de Le ll,27s con las palabras de Jess sobre la cada de Jerusaln (Le 23,29), para luego poner en boca del Seor una invitacin a la continencia: en verdad solamente son dichosos los continentes 2.2. Muchos otros ejemplos en J.B. BAUER, Die neutestamentlichen Apokryphen, Dusseldorf 1968. Tambin en A. BLUDAU, Die Schriftfalschungen der Harefker, Neutest. Abhandl. n/5, Mnster 1925.

La exgesis del Nuevo Testamento y su trayectoria El hecho de que nuestros textos cannicos se hayan mantenido a salvo de modificaciones tan transcendentales, de tachaduras radicales (como las que llev a cabo un Marcin) y de adiciones considerables es algo que se debe probablemente a la circunstancia de que ya muy pronto adquirieron prestigio cannico y se l&s empez a aplicar aquella frmula antiqusima que se encuentra tambin explcitamente al final del Apocalipsis de Juan (22,18s): No aadir nada al texto, no quitarle nada!

II.

LA EXGESIS EN LA POCA PATRSTICA

Los llamados padres apostlicos hacen tan poca exgesis sistemtica como Justino (f hacia el 165) o como Ireneo (f hacia el 202), por mucha importancia que tenga este ltimo3. Slo a principios del siglo m se empieza a dedicar a la Escritura unos estudios ms detenidos. De todos estos escritos exegticos no quedan ms que algunos nombres y fragmentos. Y esto vale igual para los autores ortodoxos y los herejes. Los alejandrinos Panteno y Clemente (f antes del 215) parece que escribieron obras exegticas notables. De los comentarios de Julio Africano (f despus del 240), un presbtero palestinense, tampoco se nos ha conservado nada fuera de un anlisis de las genealogas de Jess: segn Mt y Le, en el cual se defiende su armona, y un fragmento que pone en cuestin la historicidad de la historia de Susana. Poseemos fragmentos de la explicacin gnstica de la Escritura, sobre todo en los trozos del comentario de Heraclen al evangelio de Juan, citados por Orgenes (f 253/254) en su propio comentario a dicho evangelio. Es bastante verosmil la hiptesis de que los herejes, que intentaban fundamentar en la Escritura sus teoras peculiares, se adelantasen en el trabajo cientfico, especialmente sobre el Nuevo Testamento, a los maestros que se mantenan en estrecha unin con la Iglesia apostlica. Una prueba de ello son los casos de Heraclen y Orgenes. Adems no es de extraar que la gnosis, el conocimiento profundo de las verdades religiosas, como intr3. Vase N. BROX, Offenbarung, Gnosis vnd gnostischer Mythos bei Irenaus von Lyon, Salzburger Patristische Studien, vol. I (1966).

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Johannes B. Bauer

La exgesis del Nuevo Testamento y su trayectoria

prete de toda clase de enigmas, tuviera especial predileccin por todas las percopas o sentencias oscuras y veladas de la Escritura; desde luego ms que la fe sencilla de la masa de cristianos y ms que sus maestros. Los impugnadores de los herejes en la Iglesia antigua acusaban a los gnsticos principalmente de falsificar la Escritura, ms que a base de tachaduras (como Marcin) a base de interpretaciones torcidas. Heraclen utiliza el evangelio de Juan solamente para encontrar en el texto una confirmacin de sus especulaciones mticas: Baj a Cafarnum (Jn 2,12): Cafarnum significa la parte ms exterior del mundo, lo hylico (>XT), adonde l baj. A propsito de Jn 2,13-15 Heraclen opina que la subida de Jess a Jerusaln significa el camino que asciende desde lo hylico hacia la regin psquica. No podemos detenernos ms en estas interpretaciones gnsticas. Por otra parte Marcin, contrario a toda clase de alegoras, cercena rigurosamente el NT para eliminar cualquier expresin que pudiera contradecir sus propias concepciones. Como no concede valor alguno a la antigua Alianza, tacha en Le 22,20 el xaivr) que hay antes de SI8^XY). En Rom 1,16 borra elreptoirovy de esta manera desaparece la posicin privilegiada que Pablo haba reconocido a los judos en la obra de la salvacin. Basten estos datos para caracterizar la manera de proceder de Marcin, sin hablar de la severidad y restriccin con que compuso su canon de los escritos del NT (el AT lo rechazaba por entero). La exgesis patrstica se caracteriza por la actividad de dos escuelas exegticas: por una parte, est el SiSacncaXeiov de Orgenes en Alejandra (que no hay que confundir con la escuela catequtica erigida en el mismo lugar), el cual defiende un triple sentido en la Escritura y busca de diferentes maneras las interpretaciones alegricas y tipolgicas; por otra parte, est la escuela antioquena, fundada por un tal Luciano, la cual en principio otorga ms importancia al sentido literal y slo est dispuesta a reconocer en proporciones limitadas un sentido espiritual de la Escritura. Orgenes, el gran maestro de las Iglesias despus de los apstoles, como lo llama Jernimo, haba de servir de ejemplo y modelo para la ulterior explicacin de la Escritura, sobre todo para la griega, aunque sin limitarse a ella. Su mtodo pas a ser patri38

monio comn de todos los escrituristas posteriores, sin que la apreciacin ulterior que puso en tela de juicio su ortodoxia cambiara en nada las cosas. En adelante fue imposible desprenderse del principio del sentido mltiple de la Escritura, y se busc sin mucho xito, aunque con gran constancia, un camino intermedio entre el sentido literal, tenido en poco, y las fantasas alegricas que tampoco acababan de inspirar mucha confianza. Lo que haba hecho Orgenes era aplicar a la Escritura la tricotoma platnica. Segn sta se pueden distinguir en la Escritura, igual que en el organismo humano, tres elementos que difieren en valor y finalidad. Al cuerpo se equipara la letra, el sentido histrico (T piQTov TCTtfAomxv,v) Tzgyzipoc, xSo^T], 7) Xii SauS/^aXa^, es por una acomodacin al lenguaje corriente, de cuo probablemente litrgico. Unos pocos manuscritos omiten l" en traglka^ leyendo por fanto la conexin del status constructus, que junto con la construccin de genitivo est tambin atestiguado por LXX Hie La y se encuentra en el texto masortico tambin en Sai 99,5; Is 66,1; Lam 2,1. No se puede objetar nada contra el texto masortico (TM), lingsticamente intachable, que quiz quiere establecer una distincin entre el estrado que pertenece a Dios en virtud de su potencia creadora y el que recibe el rey como regalo de Dios. En unos pocos manuscritos de LXX Hie La hay una asimilacin a los pasajes citados. Si en los LXX R falta en o y.pioc,, se trata de una modificacin condicionada por el dominus latino que naturalmente carece de artculo (cf. Ra. sobre Salmo 2,12). V. 2: Parte de los testigos griegos (vase Ra.) omite GOU I o (S), lo cambia por aot (L) y se corrompe en as, una forma de soslayar la dificultad que presenta el hecho de que Yahveh extiende desde Sin el cetro del rey y no el suyo propio. Pero si se toma el salmo 110 como texto (orculo de entronizacin por eso se dice a! principio nem orculo ) propio de un ritual de entronizacin, el TM resulta correcto. Al rey le es entregado su cetro, con lo que el v. 2a se dice como palabra que acompaa a la accin y el v. 26 como frmula de misin. Por eso resulta incomprensible que BHS22. Se da por supuesto que el icetor tiene a mano ios textos utilizados y las siglas adoptadas segn el cuadro correspondiente que suele ofrecer cada edicin; vase W C R T H WEIN, Der Text des AT, Sluttgart "'1966, y Jas obras citadas de Vogsis, MeOger, Zimmermann.

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Josef Schreiner

siga proponiendo selah en vez de yiSlqh. Tampoco LXX, y de manera similar el manuscrito % Sy, han captado plenamente el contenido. Al comienzo de 2b ponen we (xa); pero LXX La Hie mantienen el imperativo, mientras que una parte de la tradicin latina, especialmente Ro, traduce el imperfecto yirdah por dominabiiur (el dominaberis de Ro refleja el imperativo, ms que ser una interpretacin libre y conforme al sentido). Tambin itoarsXe (fut.) podra ser un indicio de que los LXX no entendieron correctamente el gnero del salmo. V. 3: Textualmente es ste el versculo ms difcil del salmo. La tradicin textual revela que existen varias recensiones. Con el TM se podra verter as: Tu pueblo es decisiones voluntarias en el da de tu poder (militar); en ornato sagrado [viene] a ti el roco de tu juventud desde el seno de la aurora (?). Junto a esta recensin est la de !os LXX: Contigo [est] el seoro en el da de tu poder; en el esplendor de los santos te he engendrado del seno antes de la aurora. Para traduc." u,era ao los LXX leyeron seguramente 'immcka en vez de 'amm'ka. (r) p^vj de Ro Ga, traducido por el principium tambin ambiguo, puede que fuera una interpretacin libre de ndbt hecha bajo el influjo del en el da de tu poder que sigue, quizs con ayuda de nedibht', que en Job 30,15 significa dignidad, pero que los LXX no traducen por vpxh e n n m " guno de los dos pasajes en que aparece. Cuando BHS seala la conjetura hMeka por helka, hay que decir que no puede apoyarse en la tradicin textual, sino que reflexiona sobre la lectura de los LXX yo te he engendrado, sin que por eso est respaldado por dicha versin. En vez de tyhadre en ornato, en esplendor el targum de muchos manuscritos a Hie lee ^har^r en las montaas por tanto res en vez de dedet, un trueque de letras muy corriente y fcil . mishr es una palabra de la que no hay testimonios en el resto del ATS y parece que se trata de un nombre. bin en Mt y Le, es una asimilacin al texto de los LXX. Como quiera que se trata de una asimilacin ms que de un cambio, el texto original es el que se aparta de los LXX. Pero esto no vale para el xOstrov de B en lugar de y.Qou rell. = LXX. Aqu se trata probablemente de una modificacin estilstica. En cambio,7coxTv ( = missiyydn) como por ej. Rom 11,26; en todo el captulo 11 de la carta a los Romanos Pablo recalca la afirmacin de Jn 4,22: la salvacin vieno de los judos. Seguramente en todas estas variantes se trata de errores fcilmente explicables en la lectura y de cambios de letras (l en vez de ' ' Y 'l y en vez de m); pero no se puede afirmar que aqu no hay nada mus que errores. Ms bien habr que preguntarse frente a muchas variantes si detrs de cuas no se oculta alguna intencin.

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VIos mtodos exegticos en un ejemplo tomado del Antiguo testamento

La investigacin exegtica de este siglo ha desarrollado un variado abanico de mtodos con los que llevar a trmino el anlisis histrico-crtico de un texto bblico. La tarea ms urgente que se le plantea hoy a una reflexin sobre estos mtodos, es la de coordinar acertadamente los diversos pasos metodolgicos. Se olvida con demasiada facilidad que los nuevos mtodos no son simples posibilidades suplementarias que se aaden a los mtodos practicados anteriormente. Por el contrario, son los nuevos mtodos los que diferencian a los mtodos y planteamientos antiguos, cuya validez y practicabilidad tiene que volverse a pensar y circunscribir en cada caso. As por ej., el mtodo de la historia de la tradicin y el anlisis estilstico estudian desde un ngulo de mira ms preciso una serie de cuestiones que ya antes de la aparicin de esos mtodos entrevio implcitamente el mtodo de la historia de las formas. De una manera semejante, el mtodo de la historia de la redaccin hace avanzar una problemtica que antes era tratada por el mtodo de la crtica literaria, aunque, con frecuencia, de manera insuficiente. La investigacin exegtica no ha tenido siempre ante los ojos este hecho de que son los mismos mtodos ms diferenciados, y aparecidos con posterioridad, los que diferencian y cualifican a su vez a los mtodos que se practicaban con anterioridad. Tambin la pluralidad desconcertante de la terminologa que usan hoy nuestros manuales se puede atribuir en parte a ese desacuerdo que reina todava a la hora de describir los diversos pasos metodolgicos. 129

Erich Zenger Por esta razn lo que intentaremos en las pginas siguientes ser comprender con exactitud el fundamento de los respectivos mtodos y determinar con la mayor nitidez posible cules son sus funciones dentro del proceso total del anlisis histrico-crtico. A tal propsito responde tambin la propuesta que hacemos aqu de emplear una terminologa consecuente y difana para cada uno de los pasos metodolgicos. El uso general del elemento crtica deber recordarnos en primer lugar que se trata siempre de un mtodo. Por consiguiente, preferimos hablar de crtica de la redaccin, crtica de la tradicin, crtica de los gneros, crtica de las formas, que no de historia de la redaccin, etc., ya que stas son ms bien el resultado del proceso metodolgico. Adems, as tendramos una nomenclatura paralela a los trminos de crtica textual y crtica literaria, ya generalizados. La distincin a que aqu se alude entre crtica de las formas y crtica de los gneros, quedar fundamentada cuando se discutan directamente estos pasos metodolgicos. La variante que aqu exponemos frente a la metodologa usual sigue en lo esencial la concepcin metodolgica elaborada recientemente por W. RICHTER 1 . Por esta razn elegimos a modo de ejemplo un texto ya analizado por l 2 . Pero no registraremos expresamente los puntos en que nos apartamos de l, ya sea en lo tocante al mtodo o al contenido. El especialista lo advertir por s mismo, y al visitante la discusin no hara ms que confundirle. El texto elegido es Jue 9; y nos ha parecido adems apropiado porque, por una parte, es difcil desfigurarlo por prejuicios teolgicos y, por otra, necesita precisamente una iluminacin metodolgica para que quede a la vista su contenido teolgico.

A) OBSERVACIONES PRELIMINARES SOBRE EL TEXTOI. E L TEXTO

Antes de proceder al anlisis propiamente dicho es necesario aclarar un poco el texto en sus peculiaridades lingsticas y de contenido. Para ello lo mejor es una traduccin del texto original (teniendo en cuenta la crtica textual, cf. supra), o al menos una lectura atenta de distintas versiones.

El ejemplo de Jue 9 (el signo: seala los hemistiquios a y b de cada verso). Abimelec, hijo de Jerobaal, se fue a Siquem, junto a los hermanos de su madre. :Les habl a ellos y a toda la familia de la casa del padre de su madre dicindoles: 2 Hablad a los odos a todos los notables de Siquem: Qu es mejor para vosotros, que os dominen setenta hombres, todos hijos de Jerobaal, o que os domin uno solo? : Acordaos de que yo soy hueso vuestro y carne vuestra! 3 Habiendo hablado por l los hermanos de su madre a los odos a todos los notables: de Siquem conforme a aquellas palabras, :se inclin su corazn hacia Abimelec, pues se dijeron: ste es hermano nuestro. 4 Le dieron setenta sidos de plata de la casa de Baal de la alianza, :con que pag a los hombres vagos y perversos que le siguieron. 5 Baj con ellos a la casa de su padre, a Ofra, y mat a sus hermanos, los hijos de Jerobaal, setenta hombres sobre una misma piedra. Slo se salv Jotn, el hijo menor de Jerobaal, que pudo esconderse. Reunironse entonces todos los notables de Siquem y toda la ciudadela, y fueron y, por rey, hicieron rey a Abimelec : junto al terebinto de Musab, que est en Siquem. 7 Spolo Jotn y fue a ponerse en la cresta del monte Garizim; y alzando su voz grit :y les dijo: Odme, notables de Siquem, as os oiga elohim a vosotros, 8 Pusironse en camino los rboles para ungir rey sobre ellos, :y dijeron al olivo: S rey sobre nosotros! 9 Les dijo el olivo: Voy a renunciar a mi pinguosidad, con la 13111

1. W. RICHTER, Traditionsgeschichtliche Bonn 21966. 2. Ibid., p. 246-318.

Untersuchungen

zum

Richterbuch

(BBB 18),

130

Erich Zenger

Ejemplo tomado del Antiguo Testamento

que se honran los dioses y los hombres, para ir a mecerme sobre los rboles? 10Dijeron, pues, los rboles a la higuera: :Ven y s rey sobre nosotros! " Y les dijo la higuera: Voy a renunciar a mis dulces y ricos frutos :para ir a mecerme sobre los rboles? 12 Dijeron, pues, los rboles a la vid: :Ven y s rey sobr nosotros! 13 Y les dijo la vid: Voy a renunciar a mi mosto, alegra de los dioses y los hombres :para ir a mecerme sobre los rboles? 14 Y dijeron todos los rboles a la zarza espinosa: :Ven y s rey sobre nosotros! 15 Y dijo a los rboles la zarza espinosa: Si de buena fe queris ungirme rey sobre vosotros, venid y poneos a mi sombra, :y si no, que salga fuego de la zarza espinosa y devore a los cedros del Lbano. 16 Ahora bien: si al hacer rey a Abimelec habis obrado de buena fe y con lealtad; :si habis obrado bien con Jerobaal y su casa, si lo habis tratado segn el mrito de sus acciones 17pues mi padre combati por vosotros :y exponiendo su vida os libr del poder de Madin; 18 levantndoos hoy contra la casa de mi padre y matando a sus hijos, setenta hombres sobre una misma piedra, :y haciendo rey sobre los notables de Siquem a Abimelec, hijo de una esclava suya, porque es hermano vuestro 19 si hoy habis obrado de buena fe y con lealtad con Jerobaal y su casa, :que haga Abimelec vuestra felicidad y que hagis vosotros la suya. 20 Pero si no, que salga fuego de Abimelec y devore a los habitantes de Siquem y la ciudadela, :y salga fuego de Siquem y de la ciudadela y devore a Abimelec. 21 Retirse Jotn y emprendi la huida, yndose a Ber : donde habit por miedo a Abimelec, su hermano. 22 Tres aos fue prncipe Abimelec sobre Israel. a Mand elohim un mal espritu entre Abimelec y los notables de Siquem, :se hicieron traicin los notables de Siquem a Abimelec, 24 para que llevara sobre s el asesinato de los setenta hijos de Jerobaal :y la sangre de ellos cayese sobre Abimelec, su hermano, que los haba matado, y sobre los notables de Siquem, que le haban prestado ayuda para matar a sus hermanos. 25 Pusieron los notables de Siquem en las cumbres de los montes asechanzas, que despojaban a cuantos pasaban cerca de ellos por los caminos, :y lleg esto a conocimiento de Abimelec 26 Vino a Siquem Gaal, hijo de Obed, con sus hermanos. :Los notables de Siquem pusieron en l su confianza; 27 y salieron al cam132

po, vendimiaron sus vias, pisaron e hicieron gran fiesta; :y entrando en la casa de su elohim, comieron y bebieron, maldiciendo a Abimelec. 28 Gaal, hijo de Obed, dijo: Quin es Abimelec y quines somos nosotros, los de Siquem, para que le sirvamos? No sirvieron el hijo de Jerobaal y Zebul, su gobernador, :a los hombres de Hamor, padre de Siquem? Por qu entonces vamos a servirles a ellos nosotros? 29 Quin me diera este pueblo en mis manos! Yo expulsara a Abimelec. :Le dira: Refuerza tu ejrcito y sal! 30 Llegaron a odos de Zebul, gobernador de la ciudad, las palabras de Gaal, hijo de Obed, :y mont en clera. 31 Mand secretamente mensajeros a Abimelec para decirle: :Mira Gaal, hijo de Obed, que ha venido a Siquem con sus hermanos; mira como estn sublevando la ciudad contra ti. 32 Levntate, pues, de noche t y la gente que tienes contigo, :y ponte en el campo en emboscada. 33 Por la maana, al salir el sol, levntate y despliega frente a la ciudad; :y cuando Gaal y los que le siguen salgan contra ti, haz contra ellos lo que puedas. 34 Levantse Abimelec y toda la gente que con l tena, de noche, :y se pusieron en emboscada cerca de Siquem, divididos en cuatro secciones. 35 Sali Gaal, hijo de Obed, y se detuvo a la puerta de la ciudad; :y levantse Abimelec, y la gente que con l tena, de la emboscada. 36 Vio Gaal a la gente y dijo a Zebul: Mira, gente que baja de las cumbres de los montes. :Y le dijo Zebul: Son las sombras de los montes que se te hacen hombres. 37 Volvi a hablar Gaal y dijo: Mira, gente que sale del ombligo de la tierra, :y hay un cuerpo que viene por el camino de la encina de los adivinos. 38 Dijle entonces Zebul: Dnde est ahora tu boca con que dijiste: Quin es Abimelec para que le sirvamos? :No es sa la gente para ti despreciable? Sal, pues, a darle batalla! 39 Sali Gaal, y a la vista de los notables de Siquem, combati contra Abimelec. * Pero Abimelec lo puso en fuga y l emprendi la huida ante l, :y muchos cayeron antes de llegar a la puerta. 41 Abimelec volvi a Aruma, ."mientras que Zebul impidi a Gaal y.a los suyos permanecer en la ciudad. 42 Sucedi al da siguiente que el pueblo sali al campo. Y lo supo Abimelec, 43 quen, recogiendo a su gente, la dividi en tres secciones y se puso en emboscada en el campo: Vio: mira, el pueblo que sale de la ciudad. Arremeti contra ellos y los machac. 133

Erich Zenger44

Abimelec y la seccin que con l tena desplegaron y formaron posiciones a la puerta de la ciudad. : mientras los otros dos cuerpos desplegaban contra todos los que estaban en el campo arremetieron contra ellos. 45Abimelec combati todo el da contra la ciudad, y tom la ciudad; al pueblo que estaba en ella le dio muerte; : destruy la ciudad y la sembr de sal. 46 As que lo oyeron los notables de la fortaleza de Siquem; : se retiraron a la torre del templo de el de la Alianza. 47 Supo Abimelec .que se haban reunido todos los notables de la fortaleza de Siquem; ^ y subi al monte Selmn con toda la gente que con l tena, y tomando en su mano un hacha, cort la rama de un rbol y se la puso al hombro, : y mand a su gente que hiciera prestamente lo que le vean hacer a l. 49 Cort, pues, tambin toda la gente cada uno su rama y siguieron a Abimelec. Las pusieron contra la fortaleza y prendindoles fuego la incendiaron. :As murieron todos los notables de la fortaleza de Siquem, unos mil entre hombres y mujeres. 50 Fue luego Abimelec a Tebes, :1a siti y la tom. 51 Pero haba en Tebes en medio de la ciudad una fuerte torre, en la que se refugiaron todos los habitantes de la ciudad, hombres y mujeres, y cerraron detrs de s :y se subieron a lo alto de la torre. n Abimelec lleg a la torre y la atac. :Se acerc hasta la puerta para pegarle fuego. 53 Entonces una mujer le lanz contra la cabeza un pedazo de rueda de molino :y le rompi el crneo. 54 Llam l enseguida a su escudero y le dijo: Saca tu espada y mtame, para que no pueda decirse de m que una mujer me mat. :E1 joven le traspas, y muri Abimelec. 55 Viendo los hijos de Israel que haba muerto Abimelec, furonse cada uno a su casa. 56 As hizo caer elohim sobre la cabeza de Abimelec el mal :que haba hecho a su padre, asesinando a sus setenta hermanos; 5 ?y sobre las gentes de Siquem hizo caer elohim todo el mal que haban hecho, : cumplindose en ellos la maldicin de Jotn, hijo de Jerobaal.

II.

SORPRENDENTES PECULIARIDADES LINGSTICAS DEL TEXTO

El anlisis supone cierta capacidad y sensibilidad para captar los matices y las particularidades del texto. Si se trata de un texto demasiado conocido y de fcil lectura, conviene distanciarse de l y revolverlo metodolgicamente. Esto puede lograrse planteando las dos preguntas siguientes: 1) Se encuentran en el texto repeticiones llamativas (incluso verbales)? 2) Se encuentra en el texto un vocabulario llamativo (por ej. giros o frmulas estereotipadas, fraseologa teolgica, virajes en la narracin, tal o cual concepto interesante)? Para poder responder a la segunda pregunta se requiere cierta familiaridad con el lenguaje del Antiguo Testamento. Pero con ayuda de unas concordancias, un diccionario, un comentario o un vocabulario teolgico se pueden entender muchas cosas. Luego se ordenan, catalogan las diversas observaciones. El material as reunido podr emplearse a lo largo del anlisis propiamente dicho segn lo exija el fin que se pretende.

El ejemplo de Jue 9 1) Repeticiones llamativas en el texto N. Versculo 1 2a\\3a 2 3 4 5 3611186 5a||18a 6a\\Sa 6a\\l6a\\m Observaciones hablar a los odos a todos los varones de Siquem hermano nuestro/vuestro setenta hombres sobre una misma piedra fueron para hacer rey hicieron rey a Abimelec (6a) hacer rey a Abimelec (16a.8b) les dijo (7b.9a.lla.l3a) dijo a los rboles (15a) ungir..., un/me por rey 135

6 7b\\9a\\lla\\13a \\15a 7 Sa\\15a 134

Erich Zenger reina sobre nosotros voy a renunciar... para ir a mecerme so9 9IU1H13 bre los rboles? los dioses y los hombres 10 9a||13a ven 11 106|1126||146 si de buena fe (15a) 12 15a||16||19a (118,356) si... habis obrado de buena fe y con lealtad (16: ...si habis obrado bien: cf. 8,356: el mucho bien que ste haba hecho) con Jerobaal y su casa (16,19a) 13 156||20a||206 salga fuego de... y devore 14 23s||56s Insistencia en el motivo del castigo 15 256||426 lleg esto a conocimiento de Abimelec (25b) y lo supo Abimelec (42b) 16 27a||42a||336 salieron al campo (27a) sali el pueblo al campo (42a) 43a|]35a||39 salgan contra ti (33 b) sala el pueblo de la ciudad (43a) sali Gaal (35a.39a) quin es Abimelec y quines somos nos17 28||38a otros... para que le sirvamos? (28a) quin es Abimelec para que le sirvamos? (38a) levntate ...y ponte en emboscada en el 18 32||43a||34||35|| campo (32) 25a ...y se puso en emboscada en el campo (43a) levantse .. .y se pusieron en emboscada cerca de Siquem (34) levantse... de la emboscada (35) pusieron... asechanzas (25a) 19 33a||44a||446 despliega (tus hombres) frente a la ciudad (33a) desplegaron (44a.446) 20 346||43a cuatro secciones (346) tres secciones (43a)8 86||106||126||146

Ejemplo tomado del Antiguo Testamento21 35a||406|44a

22 386|]39||45a

23

436||446

24 45a|506 Primer balance:

sali... a la puerta de la ciudad (35a) antes de...la puerta (406) formaron posiciones a la puerta de la ciudad (44a) sal... a darle batalla (386) sali... combati contra Abimelec (39) Abimelec combati (45a) arremeti contra ellos (436) arremetieron contra ellos (446) tom la ciudad (45a) la tom (506) a) 8-14 consisten casi exclusivamente en frmulas repetidas (cf. nms. 6-11) b) 18 consiste fundamentalmente en paralelos literales con el resto del texto (cf. nms. 2.3.5) c) 42-45 tiene muchos paralelos terales en el resto del texto (cf. nms. 15.16.18-22. 24) d) 46-54 apenas tiene un eco en el resto del texto

2) Modismos llamativos 25 lb.5a.18a la casa del padre de su (esto es, de Abimelec) madre en Siquem (16) la casa de su (esto es, de Abimelec) padre en Ofra (5a) la casa de mi (esto es, de Jotn) padre en Ofra (18a) hablar a los odos: modismo estereotipado, atestiguado ya por textos ms antiguos (por ej. Gen 20,8; 44,18; 50,4), usado sobre todo en el siglo vi (cf., entre otros, Gen 23, 13.16 = P; Nm 14,28 P; Dt 5,1; 31,28. 30; 32,44; Jer 26,15; 28,7) 137

26 2a.3a

136

Erich Zenger

Ejemplo tomado del Antiguo, Testamento

27 2b.3b.18b

28 3b

29 6a.20a 30 6a 31 6a.18b.Sb.10b. 126.14&

32 7fc.23a.56a.57a 33 8a. 15a

34 9b.llb.\3b

soy hueso vuestro y carne vuestra, soy vuestro hermano: giro formulstico para designar el parentesco (cf. Gen 2,23) = frmula de parentesco usada tambin para expresar la capacidad de contrato y de confianza en la esfera pblica (cf. Gen 29,14; 2Sam 5,1; 19,13.14) = frmula de solidaridad; aqu dividida en dos miembros y predicada de diversos sujetos. se inclin su corazn: modismo estereotipado, en uso sobre todo en el siglo vi (cf. slo: 2Sam 19,15; Jos 24,23; IRe 8,58; 11, 2.3.4.9; Sal 119,36.112; 147,4; Prov 2,2) [todos] los notables de Siquem y [toda] la ciudadela. proclamaron rey a Abimelec [=mi padre es rey]: etimologa popular? hacer a alguien rey sobre: trmino tcnico aplicado a la eleccin de rey en el reino del Norte (cf. ISam 11,15; 2Sam 2,9; IRe 1,43; 12,1; 16,16.21; 2Re 10,5; 11,12; 14,21; 21,24; 23.30) = frmula de entronizacin; en el verso 6a la formulacin pleonstica del original es ya una variante que se desva de la frmula; en la fbula el s rey sobre es una alusin. elohim ungir rey sobre...: trmino tcnico para designar la uncin real; como modismo estereotipado slo se encuentra atestiguado en el reino del Norte (cf. IRe 19,16; 2Re 9,3.6. 12) = frmula de uncin del rey; aqu se trata de una clara alusin mecerse sobre los rboles: no aparece en ningn otro pasaje del AT. Alusin al cambio frecuente de las ciudades de residencia antes de Samara (880?)138

35 23a 36 24 37 26-40.46-49 38 32-48

39 39s.50

40 48a

mal espritu enviado por Dios: teologmeno (cf. ISam 16,14-23; 18,10; 19,9) fraseologa teolgica: para que llevara sobre s el asesinato... y la sangre... cayese... notables de Siquem o bien notables de la fortaleza de Siquem Acompaamiento de Abimelec: la gente que tienes contigo (32a,) toda la gente que con l tena (34a) la gente que con l tena (35b) la seccin que con l tena (44aj toda la gente que con l tena (48a) Acompaamiento de Gaal: la gente que con l tena (33a) descripcin tcnica, sorprendentemente lacnica, de una batalla con los siguientes miembros: a) verbo de movimiento (salir ; ir) b) verbo de tcnica guerrera (combatir; sitiar) c) verbo de victoria (poner en fuga; tomar) d) noticia de la totalidad de la victoria (campo de cadveres hasta la puerta de la ciudad) Aqu tenemos un esquema fijo que es tpico del tiempo de la primera monarqua Se trata en el fondo de una etimologa popular de la palabra Siquem? Abimelec se puso la rama al hombro = sekem = Siquem.furonse c a d a u n o a su c a s a : m o d i s m o estereotipado (cf. J u e 7,7).

41

55Z>

42 56.57

Primer balance:

fraseologa teolgica: .elohim hizo caer el mal sbrela cabeza... (cf. ISam 25,39; IRe 2,32s.44; 8,32). a) 1-6 emplean con relativa frecuencia modismos estereotipados (cf. nms. 26.27. 28) 139

Erich Zenger b) fraseologa teolgica solamente en 23s. 56s. (cf. nms. 35.36.42) c) en general predominan los verbos de movimiento.

Ejemplo tomado del Antiguo Testamento tradicciones, los cortes, los duplicados, las diferencias de vocabulario, etc., y luego se lo descompona en sus distintos estratos o en sus distintas fuentes. El mismo Antiguo Testamento ofreca algunos modelos para explicar cmo esos diversos estratos haban llegado a formar un texto bblico unitario. As por ej., los libros de los Reyes dan a entender repetidas veces que constituyen un trabajo de sntesis o un resumen de varias fuentes. Encontramos un proceso semejante con la mera comparacin fugaz de la obra del Cronista con los libros que van del Gnesis a los Reyes. El libro de los Proverbios adopta e interpreta de manera comprobable algunos pasajes de la doctrina egipcia del Amen-em-ope. Ciertos dobletes que se encuentran dentro del mismo Antiguo Testamento, en contextos diversos, como por ej. el declogo en x 20,l-17||Dt 5,6-21 o la narracin de Ezequas e Isaas en 2Re 18,14-20,19||Is 36,1-39,8 indican de manera incontrovertible el procedimiento de una complementacin ulterior. El orculo isaiano de Is 7 fue interpretado y ampliado en el llamado memorial de Isaas (Is 6-9), el cual nos ofrece un modelo de comentario, como lo es Is 24-27 frente a Is 13-23. La elaboracin en Is 60 de algunos versos aislados tomados de Is 40-55 responde a la categora de un erudito trabajo de escritorio. Esta tendencia a reelaborar, componer o extractar los textos recibidos de la tradicin no hace del Antiguo Testamento un caso aislado en el oriente antiguo. Tambin de la epopeya de Gilgamesh, por ej., las excavaciones nos han aportado un buen nmero de documentos textuales que en parte difieren considerablemente entre s. Desde luego la crtica literal clsica4, al plantearse la pregunta del origen de un texto veterotestamentario y de su carcter unitario y homogneo, responda bastante rpida y rigurosamente en el sentido de la crtica de las fuentes; es decir intentaba descubrir entre los diversos estratos literarios la fuente originaria que era la que en adelante acaparaba el inters. Este procedimiento corra el peligro de conceder validez exclusivamente al modelo de elaboracin literaria de un texto, y apenas intentaba comprender todo el proceso (el camino y los motivos) que haba dado origen al texto4. Cf. el padre de la Iglesia J. WEIXHAUSEN.

B) EL ANLISISI.

HISTRICO.CRITICO

LA CRTICA LITERAL3

1. El punto de partida metodolgico Dentro de la investigacin histrica toca a la crtica literal averiguar cul es el texto autntico. Cuando se le presenta un texto, ha de comprobar si es unitario, ha de intentar descubrir el origen del todo y de cada una de las partes, para poder juzgar segn estos datos la calidad de la informacin proporcionada por el texto. Desde el siglo XVII la aplicacin de este planteamiento crtico-literario fue completando, de forma lenta pero cada vez ms consecuente, una interpretacin de la Biblia que antes se basaba puramente en el anlisis gramatical (filolgico). A partir de entonces el historiador se formulaba tambin ante un texto bblico las tres preguntas siguientes: 1) Quin es el autor del texto? 2) Cundo y dnde se escribi? \ 3) De qu fuentes se ha servido el autor? Pronto se demostr que en la mayor parte de los textos veterotestamentarios haba participado ms de un autor. Por lo tanto para llegar hasta el texto autntico haba que descubrir antes de nada las diversas manos que haban trabajado en el texto respecx tivo. As se buscaban las tensiones que contena el texto, las con3. STAERK, W., Zur alttestamentlichen Literarkritik. Grundsatzliches und Methodisches, ZAW 42, 1924, 34-47; SEGERT, S., Zur Methode der alttestamentlichen Literarkritik, ArOr 24, 1956, 610421; STOEBB, H.-J., Grenzen der Literarkritik im Alten Testament, TbZ 18, 1962, 385-400; SEELHSMANN, I.L., Hebrasche Erzahtung und biblische Geschichtsschreibung, ThZ 18, 1962, 305-325; RINGGREN, H., Literarkritik, Formgeschichte, berlieferungsgeschichte, ThLZ 91, 1966, 641-650; RENOTORFF, R., Literarkritik und Traditionsgeschichte, EvTh 27, 1967, 138-153.

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Erich Zenger

Ejemplo tomado del Antige Testamento

en cuestin. La referencia apresurada a las fuentes se haca y se hace todava hoy la mayor parte de las veces, por ej. en la crtica del Pentateuco, segn el siguiente esquema: o es J, o es E, o es P; pero semejante decisin no puede tomarse a partir solamente de un texto aislado^ y slo con ste contamos al principio del anlisis, sino siempre a partir de la visin conjunta de un contexto ms amplio. La cuestin del autor, o de los autores (y por consiguiente tambin la cuestin de las fuentes del Pentateuco) slo puede solucionarse legtimamente una vez que se ha estudiado ms de cerca el carcter peculiar de tales textos (el cual no aflora simplemente de las contradicciones y repeticiones observadas por la crtica literal). La investigacin de la historia de las formas ha demostrado que la mayor parte de los textos del Antiguo Testamento han recorrido a menudo una larga historia preliteraria, la cual ha repercutido en la forma con que se ha ido fijando por escrito a lo largo de su tradicin. Slo cuando se ha llegado a conocer en la medida de lo posible la historia completa, oral y escrita, de un texto concreto, se puede plantear la cuestin de su relacin con otros textos. Si es posible llegar a conocer tal relacin (lo que no ocurre siempre, por ej., en los Salmos), se tendr una base ms amplia para determinar de manera fehaciente la identidad del autor o autores del texto (por consiguiente tambin las llamadas fuentes del Pentateuco). Esto quiere decir en concreto que lo mejor es dejar a un lado la cuestin del autor hasta que se haya analizado la forma, el gnero, la tradicin y la redaccin del texto. De aqu la necesidad de determinar con mayor exactitud la conexin de la crtica literal con los restantes pasos metodolgicos. Aqulla ya no se pregunta hoy da por la autenticidad del ^ texto, sino que slp_puede preguntarse rwr_su (^rcter jmjitario. ' Esto tiene lugar por medio de una diseccin del texto en cuestin, dividindolo en fragmentos que, considerados en s mismos, cons;x tituyan unidjd^jdej>easa^ento_.c>._de accin. Semejante unidad puede pensarse en cada caso como obra de un autor (la crtica literal no puede precisar ms; as como tambin ha de dejar pendiente la cuestin de si se trata de unidades de origen oral u escrito, cosa que habr de decidirse en los siguientes pasos metodolgicos); para proceder luego a la investigacin de su forma, 142

/ su gnero y su tradicin. La diseccin de un texto en las citadas unidades puede tener lugar de dos maneras: 1) positivamente: empezando por considerar una nueva unidad cuando empieza un nuevo tema o un nuevo episodio; 2) negativamente: tal unidad queda destruida por la presencia de narraciones dobles y de tenV siones internas. Aqu emplearemos el trmino tcnico unidad menor para designar esos trozos unitarios que han resultado de /. la diseccin del texto por la crtica literal. Una unidad menor est determinada por estas tres caractersticas: /) se manifiesta'por medio de un nuevo comienzo; 2) el tema o acontecimiento que empieza con ella se desarrolla consecuentemente (es decir, sin contraX dicciones ni repeticiones) y llega 3) al resultado que persigue. Desde luego la crtica literal no podr diseccionar un texto en puras unidades menores. Los trozos restantes que no llenan las condiciones de tales unidades menores, reciben aqu el nombre tcnico de fragmentos. Puede darse tambin el caso (por ej., en los Salmos) de que el texto sujeto a anlisis consista simplemente en una sola unidad. Entonces se puede pasar inmediatamente al anlisis de su forma, gnero, etc. Una vez que la crtica literal ha dividido el texto en varias unidades menores y fragmentos, los compara entre s y procura descubrir entre ellos una primera coordinacin recproca y una % relativa estratificacin. Comprueba negativamente cules son las unidades y fragmentos que no poseen un origen comn, y positivamente cules de ellos pueden tener un origen comn, sin llegar a descri/ bir este ltimo con ms detalle. Los criterios para calibrar esas conexiones positivas o negativas de tipo crtico-literal son las series de pensamientos o de sucesos que pueden darse por encima de las pequeas unidades, as como los modismosUamatiyos (co-x mues o exclusivos) de las mismas unidades y fragmentos. A diferencia de la crtica literal corriente, no se va ms all del mismo texto que se ofrece a examen. / En un paso ulterior se estudia fin