Ciencia Goetheana

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El 18 de agosto de 1787, Goethe escribió a Knebel desde Italia: “A juzgar por las plantas y los peces que he visto en Nápoles y Sicilia, si fuera diez años más joven habría estado muy tentado a hacer un viaje a la India, no para descubrir algo nuevo, sino para contemplar a mi propia manera lo que ya se ha descubierto.” En estas palabras se encontrará el punto de vista desde el que tenemos que mirar los trabajos científicos de Goethe. Con él nunca es cuestión de descubrir nuevos hechos, sino de mostrar un nuevo punto de vista, de ver la naturaleza de una manera particular.

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Ciencia GoetheanaRudolf Steiner GA 1En la coleccin de los trabajos de Rudolf Steiner, el texto en alemn se titula Goethes Naturwissenschaftliche Schriften, Einleitungen, (Vol. I en el Boletn Bibliogrfico). Originalmente publicado como introduccin a los Trabajos cientficos Naturales de Goethe en Krschner's Deutsche National Literatur, editado por Rudolf Steiner, con la introduccin, notas a pie de pgina, y anotaciones en cuatro volmenes, 1883-1897. Tambin traducido como Goethe el Cientfico. La forma grfica de la tapa es de Rudolf Steiner (originalmente como un estudio para el libro Verdad y Ciencia). Propiedad literaria registrada 1988 Biblioteca del Congreso Catlogo Tarjeta Nmero: 88-061734 ISBN 0-936132-92-2 (pbk.) Traducido del ingls al espaol por E. W. M. C. Lima-Per, 2007

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ContenidoI. Introduccin II. Cmo Surgi la Teora de la Metamorfosis de Goethe III. Cmo Surgieron los Pensamientos de Goethe sobre el Desarrollo de los Animales IV. La Naturaleza e Importancia de los Escritos de Goethe sobre el Desarrollo Orgnico V. Comentarios Finales Sobre la Visin Morfolgica de Goethe VI. El Camino del Conocimiento de Goethe VII. La Preparacin de los Escritos Cientficos-Naturales de Goethe VIII. Del Arte a la Ciencia IX. La Epistemologa de Goethe X. El Conocimiento y la Accin Humana a la Luz de la Manera Goetheana de Pensar XI. La relacin de la Manera Goetheana de Pensar con Otras Visiones XII. Goethe y las Matemticas XIII. Goethe y el Principio Geolgico Bsico XIV. Goethe y las Concepciones Meteorolgicas XV. Goethe y el Ilusionismo Cientfico-Natural XVI. Goethe como Pensador e Investigador XVII. Goethe Contra el Atomismo XVIII. La Visin del Mundo de Goethe en sus Aforismos en Prosa Notas

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Nota del traductor al espaolLa traduccin al espaol de este libro la entrego como un aporte a la comunidad antroposfica y a todas aquellas personas del mundo de habla hispana interesadas en la Antroposofa que por una u otra razn requieran y/o no tengan acceso a los libros. Sin embargo, debemos considerar que la traduccin que aqu presento es de un texto en ingls que a su vez fue traducido del original en alemn. Es entonces muy importante tener esto en cuenta pues muchas personas consideran que en una traduccin de traduccin podran arrastrarse u originarse ciertas distorsiones del mensaje que podran tambin alterar el sentido de lo que el autor quiso expresar. Edgardo W. Macchiavello C.

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IntroduccinEl 18 de agosto de 1787, Goethe escribi a Knebel desde Italia: A juzgar por las plantas y los peces que he visto en Npoles y Sicilia, si fuera diez aos ms joven habra estado muy tentado a hacer un viaje a la India, no para descubrir algo nuevo, sino para contemplar a mi propia manera lo que ya se ha descubierto. En estas palabras se encontrar el punto de vista desde el que tenemos que mirar los trabajos cientficos de Goethe. Con l nunca es cuestin de descubrir nuevos hechos, sino de mostrar un nuevo punto de vista, de ver la naturaleza de una manera particular. Es verdad que Goethe hizo varios grandes y simples descubrimientos, en la osteologa el hueso intermaxilar, la teora vertebral del crneo; en la botnica la identidad comn de todos los rganos de la planta con la hoja, etc. Pero tenemos que considerar como la vida y alma de todos estos casos individuales la magnfica visin de la naturaleza en la que ellos se soportan; en el estudio del organismo tenemos que fijar nuestra atencin sobre todo en un magnfico descubrimiento que eclipsa todo lo dems: el del propio organismo. Goethe ha establecido el principio por el que un organismo es lo que representa ser; l estableci las causas cuyos resultados aparecen ante nosotros en las manifestaciones de la vida; l establece, de hecho, todo lo que podemos preguntar sobre las manifestaciones de la vida desde un punto de vista preocupado en los principios [ 1 ]. Desde el comienzo, sta es la meta de todos sus esfuerzos con respecto a las ciencias naturales orgnicas; en la persecucin de su meta, esos descubrimientos particulares surgieron como de ellos mismos. l tena que encontrarlos si no deseaba verse ms desfavorecido en su esfuerzo. La ciencia natural ante l que, no conoce al ser esencial de los fenmenos de la vida, y que simplemente investig los organismos como compuestos de partes, segn las caractersticas exteriores, as como se hace con las cosas inorgnicas a menudo tena, a lo largo de su camino, que dar a estos detalles una interpretacin incorrecta, presentarlos bajo una falsa luz. Claro que no se puede ver ningn error en los detalles mismos. Pero los reconoceremos slo despus de haber entendido el organismo, porque sus particularidades, consideradas separadamente, no llevan en s, dentro de ellas, el principio que las explica. Slo pueden explicarse por la naturaleza del todo, porque es el todo que les da ser e importancia. Slo despus de que Goethe precisamente descubriera esta naturaleza del todo hizo que estasCiencia Goetheana

5 interpretaciones errneas se hicieran evidentes para l; ellas no podan reconciliarse con su teora de los seres vivos; la contradijeron. Si quisiera seguir su camino, tendra que disipar tal preconcepcin. ste fue el caso con el hueso intermaxilar. Ciertos hechos slo son de valor e inters si se posee una teora desconocida hasta ese momento por la ms vieja ciencia natural tal como la de la naturaleza vertebral del hueso del crneo. Todos estos obstculos tuvieron que ser sorteados por medio de descubrimientos individuales. Por consiguiente, en el caso de Goethe stos nunca aparecen como fines en s mismos; ellos siempre deben hacerse para confirmar un gran pensamiento, para confirmar el descubrimiento central. No puede negarse el hecho que tarde o temprano los contemporneos de Goethe llegaran a las mismas observaciones, y que todas ellas quizs se conoceran hoy incluso sin los esfuerzos de Goethe; pero an menos puede negarse el hecho que independientemente de l nadie hasta ahora ha expresado su gran descubrimiento de manera tan ejemplar, abarcando todo la naturaleza orgnica [ 2 ] de hecho, nos falta todava una apreciacin parcialmente satisfactoria de su descubrimiento. Bsicamente no importa si Goethe fue el primero en descubrir cierto hecho o slo lo redescubri; el hecho logra su verdadera importancia a travs de la manera que lo adecua a su visin de la naturaleza. Esto es lo que hasta ahora se ha pasado por alto. A los hechos particulares se les ha dado demasiado nfasis y esto ha dado origen a disputas. Uno a menudo ha sealado a la conviccin de Goethe sobre la consistencia de la naturaleza, pero no ha reconocido que lo principal, en la ciencia orgnica por ejemplo, es mostrar que la naturaleza mantiene esta consistencia. Si uno lo llama el typus, entonces debe decir en qu consiste el ser del typus en el sentido de la palabra de Goethe. La importancia de la visin de Goethe sobre la metamorfosis de la planta no est, por ejemplo, en el descubrimiento del hecho individual que la hoja, el cliz, la corola, etc., son rganos idnticos, sino ms en la magnfica construccin en pensamientos de un todo viviente de leyes formativas mutuamente interactivas; esta construccin procede de su visin de la metamorfosis de la planta, y determina, adems de a s misma, los detalles individuales y las fases individuales de desarrollo de la planta. La grandeza de esta idea que Goethe busc extender tambin al mundo animal, alborea en una sola cuando se intenta hacerla vivir en el espritu, cuando uno se encarga de volverla a pensar. Uno llega a ser consciente que este pensamiento es de la misma naturaleza de la propia planta traducidaCiencia Goetheana

6 en idea y viviendo en nuestro espritu as como vive en el objeto; tambin se observa que uno hace que un organismo viva por s mismo directamente en sus partes ms pequeas, que uno no lo imagine como un objeto muerto, acabado, sino ms como algo que evoluciona, que llega a ser, como algo que nunca descansa dentro de s mismo. Como ahora, en lo que sigue intentamos presentar ms meticulosamente todo lo que hemos indicado aqu, al mismo tiempo se aclarar la verdadera relacin de la visin Goetheana de la naturaleza con la de nuestra propia era, y sobre todo con la teora de la evolucin en su forma moderna.

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II Cmo Surgi la Teora de la Metamorfosis de GoetheSi uno rastrea la historia de cmo surgieron los pensamientos de Goethe sobre el desarrollo del organismo, muy fcilmente puede llegar a poner en duda la parte que uno debe atribuir a los ms tempranos aos del poeta, es decir, antes del tiempo de que fuera a Weimar. El propio Goethe le da muy poco valor al conocimiento cientfico-natural que tena en ese perodo: no tena idea de lo que realmente significa la naturaleza externa y ni el conocimiento ms ligero sobre sus llamados tres reinos. En base a esta declaracin, uno piensa normalmente que sus reflexiones cientfico-naturales slo empezaron despus de su llegada a Weimar. No obstante, parece aconsejable remontarse todava ms all si uno no quiere dejar sin explicar todo el espritu de su visin. El animado poder que gui sus estudios en la direccin que queremos describir despus, ya se manifestaba en su ms temprana juventud. Cuando Goethe entr a la Universidad de Leipzig, ese espritu todava era completamente dominante en los esfuerzos cientfico-naturales caractersticos de una gran parte del siglo XVIII, y que fragment toda la ciencia en dos extremos que uno no sinti necesidad de unir. A un extremo estaba la filosofa de Christian Wolff (16791754) que se movi completamente dentro de un elemento abstracto; al otro estaban las ramas individuales de la ciencia que se perdi en la descripcin exterior de interminables detalles, y a eso le falt un esfuerzo para buscar un principio superior dentro del mundo de sus particulares objetos de estudio. El tipo de filosofa de Wolff no podra buscar su camino fuera de la esfera de sus conceptos generales en el reino de la realidad inmediata, de la existencia individual. All se trataron las cosas ms obvias con toda posible minuciosidad. Se descubri que una cosa es un algo que no tiene ninguna contradiccin en s misma, que hay substancias finitas e infinitas, etc., Pero si con estas generalidades uno se acercara a las cosas mismas para entender su vida y trabajo, quedara completamente confundido; no podra encontrar ninguna aplicacin de esos conceptos para el mundo en que vivimos y que queremos entender. Sin embargo, las mismas cosas que nos rodean fueron descritas en trminos ms bien carentes de principios, puramente segn su apariencia, segn sus rasgos exteriores. Por un lado, haba una ciencia de principios carente de contenido vivo que no hurg amorosamente en la realidad inmediata; por otro lado, unaCiencia Goetheana

8 ciencia sin principios, carente de todo contenido ideal; cada una confrontando a la otra sin mediacin; cada una fue estril para la otra. La saludable naturaleza de Goethe se encontr rechazada de la misma manera por ambos tipos de parcialidad [ 3 ]; en oposicin a ellos, desarroll dentro de l las imgenes mentales que despus lo llevaron a la fructfera comprensin de la naturaleza en que se interpenetran comprensivamente la idea y la experiencia, viven mutuamente una en otra, y se hacen un solo todo. Por consiguiente, el concepto que esos dos extremos pudieran asir, por lo menos surgi para Goethe como el primero: el concepto de la vida. Cuando vemos a un ser viviente segn su manifestacin exterior, se presenta a nosotros con varios detalles que se manifiestan como sus miembros u rganos. La descripcin de estos miembros, segn la forma, la posicin relativa, tamao, etc., puede ser tema de la clase de extensa exposicin a la segunda de las dos ciencias que denominamos fiel. Pero tambin se puede describir de esta misma manera cualquier construccin mecnica de partes inorgnicas. Uno olvida completamente que lo principal a tener presente sobre el organismo es el hecho que aqu la manifestacin exterior est gobernada por un principio interno, que el todo trabaja en cada rgano. Esa manifestacin exterior, la yuxtaposicin espacial de sus partes, tambin puede observarse despus de que su vida se destruye, porque todava permanece durante un tiempo. Pero lo que tenemos ante nosotros como un organismo muerto es en realidad nada ms que un organismo. Ha desaparecido el principio que penetr todos los detalles. Contra esa manera de ver las cosas que destruye la vida para conocer la vida, Goethe antes estableci la posibilidad y necesidad de un camino superior. Ya lo vemos en la carta del 14 de julio de 1770 en su perodo de Strassburg en que habla de una mariposa: La pobre criatura tiembla en la red, quitndose sus ms bellos colores; y aun cuando uno la captura ilesa, todava queda all finalmente rgida y exnime; el cadver no es la criatura entera; algo ms le pertenece, una parte principal, y en este caso como en cada otro, la parte principal y ms importante: su vida... Las palabras en Fausto [Parte I, Estudio] tambin tienen su origen, de hecho, en esta misma visin: Quin sabr vivir y describirla bien, Busca primero el espritu a expulsar. l entonces tiene los elementos disponibles Pero falta, ay! El lazo del espritu. [ 4 ]Ciencia Goetheana

9 Como lo menos que se esperara de una naturaleza como la de Goethe, sin embargo, l no se detuvo en la negacin de una visin, sino que busc desarrollar cada vez ms su propia visin; y muy a menudo ya podemos encontrar en las indicaciones que tenemos sobre su pensamiento, de 1769 a 1775, los grmenes de su trabajo posterior. l estaba desarrollando la idea de un ser en que cada parte aviva a la otra, en que un principio est lleno de todos los detalles. Leemos en Fausto [Parte I, Noche]: En el todo cmo todas las cosas se mezclan, Cada una en la otra trabaja, vive! Y en Satyros [Acto 4]: Cmo de la nada surge lo primordial, Lo rodea el poder de la luz a travs de la noche, Imbuyendo las profundidades de todos los seres; As mana la oleada de deseos. Y los elementos se revelan, Con hambre en uno otro se verti, Todo-penetrante, todo-penetrado. Este ser se concibe como subordinado a continuos cambios, pero en todas las fases de estos cambios slo un ser se est manifestndo siempre, un ser que se impone como que perdura, como lo que est constante dentro del cambio. Sobre lo original (Urding), se indica ms en Satyros: Y ondulante arriba y abajo fue El todo y nica cosa eterna, Siempre cambiante, siempre constante! Compare con esto lo que en 1807 escribi Goethe como introduccin a su teora sobre la metamorfosis: Pero si miramos las formas, sobre todo las orgnicas, encontramos que no hay all algo perdurable, algo en reposo, algo completo, sino ms bien se da el caso que todo est en movimiento y flujo continuo. Otra vez contra este flujo, Goethe establece la idea o un algo se afirma en el mundo de la experiencia solo por el momento como lo que es constante. Del pasaje anterior de Satyros, se puede ver bastante bien

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10 que antes de que llegara a Weimar ya exista el fundamento para las ideas morfolgicas de Goethe. Pero debemos tener firmemente presente que la idea de un ser vivo no es aplicada en seguida a cualquier organismo nico, sino que el universo entero es imaginado como tal ser viviente. Lo que mueve a Goethe a esta visin, claro, ser buscado en sus estudios de alquimia con Frulein von Klettenberg y en su lectura de Theophrastus Paracelsus despus de su retorno de Leipzig (1768 69). A travs de un experimento u otro, uno busca afirmar que el principio que penetra el universo entero hace que se manifieste dentro de una sustancia. [ 5 ] No obstante, esta manera de mirar el mundo que bordea lo mstico, representa slo un episodio de paso en el desarrollo de Goethe, y as sucesivamente da paso a una manera ms saludable y ms objetiva de imaginar las cosas. Pero su visin del mundo entero como un gran organismo, como lo encontramos indicado en los pasajes del Fausto y de Satyros citados antes, todava se sita aproximadamente en 1780, como veremos despus de su ensayo sobre la Naturaleza. Esta visin nos confronta una vez ms en Fausto, en el lugar donde el espritu de la tierra es representado como el principio de vida que penetra el organismo universal [Parte I, Noche]: En las corrientes de la vida, en la tormenta de las acciones, Arriba y abajo ondea, De un lado para otro ondea libre, El Nacimiento y la tumba, Un mar infinito, Un variado tejer, Un radiante vivir. Como fueron desarrollndose definidas visiones en la mente de Goethe, en Strassburg lleg a su poder un libro que buscaba exponer una visin del mundo que era la exacta anttesis de la suya. Era el Systeme de la Nature de Holbach. [ 6 ] Mientras que hasta entonces l slo haba censurado el hecho que uno describe lo que est vivo como si fuera una acumulacin mecnica de cosas individuales, ahora podra saberlo, por Holbach, un filsofo que realmente consider lo vivo como un mecanismo. Lo que, en el caso anterior, brot simplemente de una incapacidad por conocer la vida desde sus races, aqu conduce a un dogma pernicioso para la vida. En Poesa y Verdad, Goethe dice sobre esto: Un asunto supuestamente existe deCiencia Goetheana

11 toda la eternidad, y se ha movido por toda la eternidad, y ahora este movimiento supuestamente produce a la derecha e izquierda y en todos lados, sin ms alboroto, los fenmenos infinitos de la existencia. De hecho habramos estado satisfechos con esto, si el autor realmente hubiera construido el mundo ante nuestros ojos de esta materia en movimiento. Pero l poda saber tan poco sobre la naturaleza como nosotros, porque tan pronto ha expuesto unos pocos conceptos generales, en seguida deja la naturaleza para transformar lo que aparece como algo ms elevado que ella, o como una naturaleza superior en la naturaleza, en una naturaleza que es material, pesada, mvil, pero todava sin direccin o forma, y cree que por eso ha ganado mucho. Goethe no podra encontrar nada en esto excepto la materia en movimiento, y contra esto, sus conceptos sobre la naturaleza tomaron una forma an ms clara. Encontramos stos reunidos y presentados en su ensayo Naturaleza, escrito en 1780 aproximadamente. Desde entonces, en este ensayo, los pensamientos de Goethe sobre la naturaleza que hasta entonces slo encontrbamos en indicaciones dispersas se renen, asumen una importancia especial. Aqu nos confronta la idea de un ser que se mantiene en constante cambio y todava permanece el mismo: Todo es nuevo y an lo viejo. Ella (la naturaleza) se transforma eternamente, y dentro de ella no hay momento de quietud, pero sus leyes son inmutables. Veremos despus que Goethe busca una planta arquetpica dentro de la multitud interminable de formas de la planta. Tambin encontramos este pensamiento ya indicado aqu: Cada una de ellas (de las naturalezas) tiene su propio ser, cada una de sus manifestaciones tiene el concepto ms aislado, y an todo constituye una unidad. S, incluso la posicin que tom despus con respecto a los casos excepcionales a saber, no para considerarlos simplemente como errores en el desarrollo, sino ms para explicarlos por las leyes naturales ya es claramente expresado aqu: Incluso lo ms antinatural es natural, y raras son sus excepciones. Hemos visto que Goethe ya haba desarrollado para l un concepto definido de un organismo antes de que llegara a Weimar. Porque, aunque el antedicho ensayo Naturaleza fue escrito slo mucho tiempo despus de su llegada, todava contiene en su mayor parte visiones ms tempranas de Goethe. l todava no haba aplicado este concepto a un gnero particular de objetos naturales, a cualquier ser individual. Para hacerlo necesit el mundo concreto de los seres vivos dentro de la realidad inmediata. Un reflejo de la naturaleza, atravesando la mente humana, no era en absoluto elCiencia Goetheana

12 elemento que poda estimular a Goethe. Sus conversaciones sobre botnica con Hofrat Ludwig en Leipzig permaneceron como muchas sin un efecto ms profundo como las conversaciones durante la cena con los mdicos amigos en Strassburg. Con respecto al estudio cientfico, el joven Goethe parece en total estar como Fausto, privado de la frescura de mirar directamente la naturaleza, que expresa su anhelo en las palabras [Parte I, Noche]: A! Podra pero en la alta montaa Entrar en su [la luna] encantadora luz, Con los espritus revoloteando alrededor de las cuevas de la montaa, Ondeando en sus prados su crepsculo limpia... Parece el cumplimiento de este anhelo cuando, con su arribo a Weimar, le permiten intercambiar despacho y aire de la ciudad por la atmsfera del campo, el bosque, y el jardn. Tenemos que considerar el estmulo inmediato a su estudio de las plantas la ocupacin del poeta de plantar el jardn que le fuera dado por el Duque Karl August. La aceptacin del jardn por parte de Goethe tuvo lugar el 21 de abril de 1776, y su diario, editado por R. Keil, nos informa a menudo desde aquel momento sobre el trabajo de Goethe en ese jardn que se convierte en una de sus ocupaciones favoritas. Un campo aadido para los esfuerzos en esta direccin le fue permitido en el bosque de Thringen donde tambin tuvo la oportunidad de conocer los organismos inferiores en sus manifestaciones de vida. Sobre todo le interesaron los musgos y lquenes. El 31 de octubre de 1777, le pide a Frau von Stein musgos de todas las clases, con las races y humedad, si es posible, para que puedan propagarse. Debemos considerar como muy significante que Goethe ya se estuviera ocupando entonces del mundo de los organismos inferiores y todava despus obtuvo de las plantas superiores las leyes de su organizacin. Cuando consideramos este hecho, no debemos atribuirlo, como muchos lo hacen, a la subestimacin de Goethe de la importancia de lo menos. Desde aquel momento Goethe no abandona el reino de la planta. Es muy posible que se ocupara ya bastante temprano de los escritos de Linnaeus. Escuchamos hablar primero de su familiaridad con ellos en las cartas a Frau von Stein, en 1782. El esfuerzo de Linnaeus era llevar una sistemtica apreciacin global al conocimiento de las plantas. Se descubrira cierta sucesinCiencia Goetheana

13 en la que cada organismo tiene un lugar definido, as que uno poda encontrarlo fcilmente cuando quisiera, para que uno tuviera en total, de hecho, un medio de orientacin dentro del ilimitado nmero de detalles. Con este fin los seres vivientes tuvieron que ser examinados con respecto a su grado de relacin con cada uno de los otros y en consecuencia colocados en grupos. Desde entonces el punto principal de afliccin era conocer cada planta y fcilmente encontrar su lugar dentro del sistema, uno tena que estar particularmente atento a las caractersticas que distinguen una planta de otra. Para hacer imposible el confundir una planta con otra se buscaron principalmente los rasgos caractersticos. Hacindolo as, Linnaeus y sus estudiantes consideraron los rasgos externos tamao, nmero, y situacin de los rganos individuales como caractersticos. De esta manera las plantas de hecho se ordenaron secuencialmente, as como tambin se podran haber ordenado varios cuerpos inorgnicos: segn caractersticas tomadas, no de la naturaleza interna de la planta, sino de los aspectos visuales. Las plantas aparecen en yuxtaposicin externa, sin cualquier necesaria conexin interna. Goethe no estaba satisfecho por esta manera de mirar las cosas debido al concepto importante que tena de la naturaleza de un ser viviente. No se hizo esfuerzo alguno para buscar al ser esencial de la planta. Goethe tena que hacerse la pregunta: En qu consiste ese algo que hace planta a un ser particular de la naturaleza? Y an necesitaban explicacin la interminable diferenciacin de los seres individuales. Cmo ocurre que esa unidad se manifieste en tan mltiples formas? stas deben de haber sido las preguntas que Goethe plante leyendo los escritos de Linnaeus, porque despus de todo dice de l: Lo que l Linnaeus convincentemente busc mantener separado tena que procurar la unidad de acuerdo con la ms profunda necesidad de mi ser. El primer conocimiento de Goethe de los esfuerzos botnicos de Rousseau cae aproximadamente en el mismo perodo que Linnaeus. El 16 de junio de 1782, Goethe escribe al Duque Karl August: Entre los trabajos de Rousseau hay algunas cartas ms deleitables sobre botnica en las que l presenta esta ciencia a una seora de la manera ms comprensible y elegante. Este es un verdadero ejemplo de cmo se debe ensear y complementa a mile. Yo lo uso como excusa para recomendar otra vez el bonito reino de las flores a mi bella dama amiga. Los esfuerzos botnicos de Rousseau deben de haber dejado una profunda impresin en Goethe. El nfasis que encontramos en el trabajo de la nomenclatura deCiencia Goetheana

14 Rousseau surge de la naturaleza de las plantas y les corresponde a ellas, la frescura de sus observaciones, su contemplacin de las plantas por su propia causa, aparte de cualquier consideracin utilitaria todo esto estaba completamente en armona con la manera de Goethe. Y algo ms que los dos tenan en comn era el hecho que haban llegado a estudiar la planta, no con un especfico propsito cientfico, sino ms por motivos humanos generales. El mismo inters los atrajo a la misma cosa. Las siguientes minuciosas observaciones de Goethe en el mundo de la planta ocurren en el ao 1784. Wilhelm Freiherr von Gleichen, llamado Russwurm, haba publicado entonces dos trabajos sobre la investigacin del vivo inters de Goethe: Las ltimas Noticias del Reino de la Planta [ 7 ] y Descubrimientos Microscpicos Especiales sobre las Plantas, Flores y la Floracin, los Insectos, y otras Cosas Notables. [ 8 ] Ambos trabajos trataban de los procesos de fertilizacin de la planta. Se examinaron cuidadosamente polen, estambres y pistilo y se hicieron bellas ilustraciones de los procesos que ocurren all. Goethe repiti estas investigaciones. El 12 de enero de 1785, l escribe a Frau von Stein: Se instala un microscopio, cuando llega la primavera, para re-observar y verificar los experimentos de von Gleichen, llamado Russwurm. Durante la misma primavera l estudia tambin la naturaleza de la semilla, como muestra una carta a Knebel del 2 de abril de 1785: He pensado a travs de la sustancia de la semilla hasta donde mis experiencias alcanzan. Para Goethe, lo principal en todas estas investigaciones no son los detalles individuales; la meta de sus esfuerzos es explorar al ser esencial de la planta. El 8 de abril de 1785, informa a Merck que l haba hecho buenos descubrimientos y combinaciones en botnica. El trmino combinaciones tambin nos muestra aqu que su intencin es construir para l, a travs del pensar, una imagen de los procesos en el mundo de la planta. Sus estudios botnicos lo acercan rpidamente a una meta particular. Tambin debemos tener presente que Goethe, en 1784, ya haba descubierto el hueso intermaxilar sobre el que discutiremos despus en detalle, y que lo haba llevado un significante paso ms cerca al secreto de cmo la naturaleza hace para formar los seres orgnicos. Es ms, debemos tener presente que la primera parte de las Ideas sobre la Filosofa de la Historia de Herder [ 9 ] se complet en 1784 y que las conversaciones entre Goethe y Herder sobre las cosas de la naturaleza eran muy frecuentes en ese momento. As, Frau von Stein informa a Knebel el 1 de mayo de 1784: a lo que probablemente elCiencia Goetheana

15 nuevo libro de Herder llega es a que primero ramos plantas y animales... Goethe ahora se est encontrando muy atento a estas cosas, y todo lo que una vez atraves su mente se pone sumamente interesante. Vemos en ese momento la naturaleza del inters de Goethe en las grandes cuestiones de la ciencia. Por consiguiente parecen bastante comprensibles sus reflexiones sobre la naturaleza de la planta y las combinaciones, reflexiones que hizo durante la primavera de 1785. A mediados de abril de ese ao va expresamente a Belvedere con el propsito de encontrar una solucin a sus dudas y preguntas, y el 15 de junio le comunica a Frau von Stein: no le puedo expresar a usted cun legible se est volviendo para m el libro de la naturaleza; me han ayudado mis prolongados esfuerzos para deletrear; ahora de repente est funcionando, y mi callada alegra es inexpresable. Poco antes de esto, de hecho, l desea escribir para Knebel un corto tratado sobre botnica para convencerlo de esta ciencia. [ 10 ] La Botnica lo atrae tan fuertemente que su viaje a Karlsbad, que empez el 20 de junio de 1785 para pasar el verano all, se convierte en una jornada de estudio botnico. Lo acompa Knebel. Cerca de Jena, encontraron a un joven de diecisiete aos, Friedrich Gottlieb Dietrich cuya caja de especimenes mostraba que justo estaba volviendo de una excursin botnica. Omos hablar ms en detalle de este interesante viaje en la Historia de mis Estudios Botnicos de Goethe [ 11 ] y en algunos informes de Ferdinand Cohn en Breslau que pudo pedirlos prestado de uno de los manuscritos de Dietrich. Luego en Karlsbad, las conversaciones botnicas que se realizan con bastante frecuencia permiten un agradable entretenimiento. De regreso a casa, Goethe se consagra con gran energa al estudio de la botnica; en relacin con la Philosophia Botanica de Linnaeus, hace ciertas observaciones sobre los hongos, musgos, liquenes, y algas, como vemos en sus cartas a Frau von Stein. Slo ahora, despus de que l ya ha pensado y observado bastante, Linnaeus se hace ms til para l; en Linnaeus encuentra el esclarecimiento sobre muchos detalles que lo ayudan en sus combinaciones. El 9 de noviembre de 1785 informa a Frau von Stein: contino leyendo a Linnaeus; no tengo ningn otro libro. Es la mejor manera de leer todo un libro, una manera que debo practicar a menudo, especialmente desde que no termino de leer un libro fcilmente. Este, sin embargo, no est hecho principalmente para la lectura, sino para revisar, y me sirve excelentemente, desde que he reflexionado sobre la mayora de sus puntos. Durante estos estudios se hace mucho ms claro para m, que despus de todo es slo unaCiencia Goetheana

16 forma bsica la que se manifiesta en la multitud interminable de plantas individuales; esta forma bsica tambin le est siendo a l ms perceptible; l ha reconocido ms, que dentro de esta forma bsica est el potencial para una interminable transformacin, por la que una multiplicidad se crea de la unidad. El 9 de julio de 1786 escribe a Frau von Stein: es un volverse consciente de la... forma con que la naturaleza siempre est slo haciendo su papel, y en este hacer produce su mltiple vida. Ahora lo ms importante de todo era desarrollar este perdurable, este elemento constante, esta forma arquetpica con que la naturaleza hace para desarrollarlo en detalle en una configuracin plstica. Para hacerlo, se necesita una oportunidad para separar lo que es verdaderamente constante y perdurable en la forma de las plantas, de lo que es cambiante e inconstante. Tratndose de observaciones de este tipo, Goethe todava haba explorado un rea demasiado pequea. Tena que observar una y la misma planta bajo diferentes condiciones e influencias; para slo a travs de esto realmente hacer que se haga visible el elemento cambiante. En plantas de diferentes tipos este elemento cambiable se hace menos obvio. El viaje por Italia que Goethe haba emprendido desde Karlsbad el 3 de septiembre y que le dio tal felicidad, le trajo todo esto. l hizo ya muchas observaciones con respecto a la flora de los Alpes. No encontr aqu simplemente nuevas plantas antes nunca vistas por l, sino tambin plantas que ya conoca, pero cambiadas. Mientras que en las regiones bajas las ramas y tallos eran ms fuertes y ms espesos, los brotes ms cerca unos a otros, y ms anchas las hojas, ms alto en las montaas, las ramas y tallos se hicieron ms delicados, los brotes se separaron ms para que hubiera ms espacio entre los nodos, y las hojas eran ms con forma de lanza. Lo not por ejemplo en un sauce y en una genciana, y me convenc que no eran especies diferentes. Tambin, cerca del Walchensee not juncos ms largos y esbeltos que en las tierras bajas. [ 12 ] Similares observaciones ocurrieron repetidamente. Por el mar cerca de Venecia, descubre diferentes plantas que revelan caractersticas que slo podra darlas la vieja sal de la tierra arenosa, pero ms aun el aire salado. Relacionar una planta encontrada all que a l le parece nuestra inocente tuslago1, pero aqu estaba provista de afiladas armas, y la hoja era como1

N.T. al espaol: Hierba que dura tres estaciones o ms con largas y redondeadas hojas que parece una cuerda para potros, y flores amarillas que aparecen antes que lo hagan las hojas; nativa de Europa pero ahora casi cosmopolita; antes especialmente usada en medicina. - Tussilago farfara.Ciencia Goetheana

17 cuero, como tambin eran los receptculos de las semillas y los tallos; todo era espeso y gordo. [ 13 ] Goethe consider todas las caractersticas exteriores de la planta, todo lo que pertenece al aspecto visible de la planta como inconstante, como cambiante. De esto sac la conclusin que el ser esencial de la planta, no est en estas caractersticas, sino que debe buscarse a niveles ms profundos. Fue de observaciones similares a las de Goethe que Darwin tambin procedi cuando afirm sus dudas sobre la constancia de las formas exteriores de gneros y especies. Pero las conclusiones a las que arribaron los dos hombres son absolutamente diferentes. Por cuanto Darwin cree que el ser esencial del organismo consiste slo de estas caractersticas exteriores, y, de su mutabilidad saca la conclusin que por consiguiente nada hay constante en la vida de las plantas, Goethe va ms profundo y saca la conclusin que si las caractersticas exteriores no son constantes, entonces el elemento constante debe buscarse en algo ms que est debajo de los cambiantes aspectos exteriores. La meta de Goethe entonces llega a ser desarrollar este algo ms, considerando que los esfuerzos de Darwin van en la direccin de explorar y presentar las causas especficas de esa mutabilidad. Ambas maneras de mirar las cosas son necesarias y se complementan. Es completamente errneo creer que la grandeza de Goethe en la ciencia orgnica se encuentra en la visin que l fue un mero precursor de Darwin. La manera de mirar las cosas de Goethe es mucho ms amplia; comprende dos aspectos: 1. el typus, es decir, la ley que se manifiesta en el organismo, la animalidad del animal, la vida que se da forma a s misma de s misma, que tiene el poder y la habilidad a travs de las posibilidades que estn dentro de ella para desarrollarse en mltiples formas exteriores (especies, gneros); 2. La interaccin del organismo con la naturaleza inorgnica y de los organismos entre s (la adaptacin y la lucha por la existencia). Darwin desarroll slo el ltimo aspecto de la ciencia orgnica. Por consiguiente no se puede decir que la teora de Darwin es la elaboracin de las ideas bsicas de Goethe, sino que es la elaboracin de un aspecto de sus ideas. La teora de Darwin slo ve los hechos que causan el mundo de los seres vivientes para evolucionar de cierta manera, pero no ve ese algo en que esos hechos actan determinativamente. Si slo se sigue el primer aspecto, entonces tampoco puede conducir a cualquier teora completa de los organismos; esencialmente, esto debe seguirse en el espritu de Goethe; el primer aspecto debe ser complementado yCiencia Goetheana

18 profundizado por el otro aspecto de su teora. Una simple comparacin har el asunto ms claro. Tome un pedazo de plomo; calintelo hasta su forma de lquido; y luego virtalo en agua fra. El plomo ha pasado por dos estados, dos fases, una despus de la otra; la primera se provoc por el aumento de la temperatura, la segunda por la disminucin. Ahora la forma que toma cada estado no slo depende de la naturaleza del calor, sino tambin depende mucho esencialmente de la naturaleza del plomo. Un cuerpo diferente, sometido al mismo proceso, manifestara estados bastante diferentes. Los organismos tambin se permiten ser influenciados por el medio que los rodea; ellos tambin, afectados por ese medio, asumen estados diferentes y lo hacen, de hecho, totalmente de acuerdo con su propia naturaleza, de acuerdo con ese ser que los hace organismos. Y este ser se encuentra en las ideas de Goethe. Slo alguien provisto con una comprensin de este ser ser capaz de comprender el porqu los organismos responden (reaccionan) a causas particulares precisamente de una manera y no de otra. Slo tal persona ser capaz de imaginarse correctamente la mutabilidad de las manifestadas formas de los organismos y las relacionadas leyes de adaptacin y de la lucha por la existencia. [ 14 ] El pensamiento de Goethe sobre la planta arquetpica (Urpflanze) asume una forma ms definida en su mente. En el jardn botnico en Padua (Viajes italianos, 27 de septiembre de 1786), donde se acerca a una vegetacin extraa para l, Se le hace ms vivo el pensamiento que uno podra quizs desarrollar para s mismo todas las formas de las plantas a partir de una forma. El 17 de noviembre de 1786, le escribe a Knebel: Mi poco de botnica es por primera vez un placer real, en estas tierras donde una ms feliz, menos intermitente vegetacin est como en casa. Ya he hecho muy buenas observaciones generales cuyas consecuencias tambin le agradarn a algunos. El 19 de febrero de 1787 (vea Viajes italianos), l escribe en Roma que est en camino a descubrir bonitas nuevas relaciones que muestran cmo la naturaleza logra algo tremendo que parece nada: del simple evolucionar de mayor multiplicidad. El 25 de marzo, le pide que le diga a Herder que pronto estar listo con su planta arquetpica. El 17 de abril (vea Viajes italianos) en Palermo escribe lo siguiente sobre la planta arquetpica: All despus de todo debe estar tal uno! De qu otra manera conocera que sta o esa creacin es una planta, si todas no estuvieran formadas segn el mismo modelo. l tena en mente el complejo de leyes de desarrollo que organizan la planta, que la hacen lo que es, y a travs de lo que,Ciencia Goetheana

19 con respecto a un objeto particular de la naturaleza, llegamos al pensamiento, sta es una planta: todo lo que es la planta arquetpica. Como tal, la planta arquetpica es algo ideal, algo que slo puede mantenerse en el pensamiento; pero asume la forma, asume cierta forma, tamao, color, nmero de rganos, etc., Esta forma exterior no es fija, sino que puede sufrir interminables transformaciones que todas estn de acuerdo con ese complejo de leyes de desarrollo y necesariamente las siguen. Si uno ha comprendido estas leyes del desarrollo, esta imagen arquetpica de la planta, entonces uno est en posesin, en forma de idea, como que en cuya naturaleza se encontrara cada simple planta individual, y de la que la naturaleza consecuentemente deriva cada planta y le permite nacer. S, uno incluso puede inventar formas de las plantas, de acuerdo con esta ley, podran surgir por necesidad del ser de la planta y podran existir si aparecieran las condiciones necesarias. As Goethe busca copiar en el espritu lo que la naturaleza logra en el formar de sus seres. El 17 de mayo de 1787 escribe a Herder: Adems, debo confiarle a usted que estoy muy cerca de descubrir el secreto de la generacin y organizacin de la planta, y que es lo ms simple que uno podra imaginar... La planta arquetpica ser la creacin ms esplndida en el mundo, por lo que la naturaleza misma me envidiar. Con este modelo y la clave, se puede seguir inventando plantas siempre que se sigan las leyes; eso significa: que aun si no existieran, todava podran existir, y no son, por ejemplo, sombras e ilusiones de pintores o poetas sino que tienen una verdad y necesidad interior. La misma ley puede aplicarse a todas las otras cosas vivientes. Surge aqu una extensa diferencia entre la visin de Goethe y la de Darwin, sobre todo si se considera cmo es normalmente propuesta la visin de Darwin. [ 15 ] Esta asume que influencias externas trabajan en la naturaleza de un organismo como causas mecnicas y lo cambia de acuerdo con sta. Para Goethe, los cambios individuales son las expresiones del organismo arquetpico que tiene dentro de s mismo la habilidad de asumir mltiples formas y que en cualquier caso dado asumen la forma adecuada a las condiciones circundantes en el mundo exterior. Estas condiciones exteriores simplemente provocan que las fuerzas formativas internas se manifiesten de una manera particular. Estas fuerzas son solo el principio constitutivo, el elemento creativo en la planta. Por consiguiente, el 6 de septiembre de 1787 (Viajes italianos), Goethe tambin lo llama un hen kai pan (el uno y el todo) del mundo de la planta.Ciencia Goetheana

20 Si entramos en detalle a esta planta arquetpica, lo siguiente puede decirse sobre ella. La entidad viviente es un todo contenido que genera sus estados de ser de s misma. Ambos en yuxtaposicin de sus miembros y en sucesin temporal de sus estados de ser, hay presente una relacin recproca que no parece ser determinada por la percepcin sensible de las caractersticas de sus miembros ni por cualquier determinada causa mecnica de lo posterior por lo anterior, pero que es gobernada por un principio superior que est por encima de los miembros y los estados de ser. El hecho que primero se genere un estado particular y otro al ltimo es determinado dentro de la naturaleza del todo; y la sucesin de los estados que median entre uno y otro tambin es determinada por la idea del todo; lo que viene antes es dependiente de lo que viene detrs, y viceversa; para abreviar, dentro del organismo viviente hay el desarrollo de una cosa desde la otra, una transicin de estados de ser de uno a otro; no acabada, separada existencia de la cosa simple, sino ms en continuo llegar a ser. En la planta, la determinacin de cada miembro individual por el todo surge en la medida en que cada rgano es construido segn la misma forma bsica. El 17 de mayo de 1787 (Viajes italianos), Goethe le comunica a Herder estos pensamientos en las siguientes palabras: se me hizo claro, es decir, que dentro del rgano (de la planta) al que nosotros normalmente llamamos hoja, all est escondido el verdadero Proteus que puede ocultarse y manifestarse en cada forma. De cualquier manera que usted la vea, la planta siempre es slo hoja, tan inseparablemente unida con el germen futuro que uno no puede pensar en uno sin el otro. Por cuanto en el animal el principio superior que gobierna cada detalle aparece concretamente ante nosotros como lo que mueve los rganos y los usa de acuerdo con sus necesidades, etc., a la planta todava le est faltando tal real principio de vida; en la planta, este principio de vida se manifiesta slo de la manera ms vaga, que todos sus rganos son construidos segn el mismo tipo formativo de hecho, que la planta entera est contenida como posibilidad en cada parte y, bajo condiciones favorables, tambin puede generarse de cualquier parte. Esto le fue especialmente claro a Goethe en Roma cuando el Consejal Reiffenstein, durante un paseo con l, desprendi una rama aqu y all y afirm que si fuera plantada en la tierra tendra que crecer y desarrollar como una planta entera. La planta es por consiguiente un ser que consecutivamente desarrolla ciertos rganos que son todos en sus relaciones mutuas y en la relacin de cada uno con el todo construidos segn una y la misma idea. CadaCiencia Goetheana

21 planta es un todo armonioso compuesto de plantas. [ 16 ] Cuando Goethe vio esto claramente, su nica restante preocupacin era con las observaciones individuales que le haran posible establecer en detalle las varias fases de desarrollo que la planta genera de s misma. Por eso tambin, lo que era necesario ya haba ocurrido. Hemos visto que por la primavera de 1785 Goethe ya haba hecho un estudio de las semillas; el 17 de mayo de 1787, desde Italia, l anuncia a Herder que tiene bastante claro y sin ninguna duda encontr el punto donde est el germen (Keim). Eso cuid de la primera fase de la vida de la planta. Pero la unidad de la estructura en todas las hojas pronto se revel bastante visiblemente. Junto con numerosos otros ejemplos que lo muestran, Goethe encontr sobre todo en el hinojo fresco, una diferencia entre las hojas ms bajas y las superiores que no obstante son siempre el mismo rgano. El 25 de marzo (de Viajes italianos), l le pide a Herder sea informado que su teora sobre los cotiledones ya estaba tan afinada que uno escasamente podra ir ms all con ella. Slo un pequeo paso quedaba por darse para considerar los ptalos, los estambres, y el pistilo como hojas metamorfoseadas. La investigacin del botnico ingls Hill podra llevar a esto; su investigacin estaba hacindose generalmente conocida en ese momento, y trataba de la transformacin de los rganos individuales de la flor en otros. Como las fuerzas que organizan al ser de la planta heredan la real existencia, ellas asumen una serie de formas estructurales en el espacio. Entonces es cuestin del gran concepto que conecta estas formas hacia atrs y hacia adelante. Cuando estudiamos la teora de la metamorfosis de Goethe, como aparece en el ao 1790, encontramos que para Goethe este concepto es uno de calculada expansin y reduccin. En la semilla, la estructura de la planta est ms fuertemente contrada (concentrada). Con las hojas resulta el primer despliegue, la primera expansin de las fuerzas formativas. Lo que en la semilla est comprimido, en la planta se extiende espacialmente en las hojas. En el cliz las fuerzas se unifican alrededor de un punto axial; en la corola ocurre la siguiente expansin; los estambres y el pistilo se producen a travs de la siguiente reduccin; el fruto surge a travs de la ltima expansin (tercera), despus de la cual toda la fuerza de vida de la planta (su principio entelquico2) se oculta de nuevo en su estado ms altamente concentrado, en la semilla. Aunque podemos seguir2

N.T.: cosa, persona o situacin imaginaria e ideal y perfecta.Ciencia Goetheana

22 muy de cerca casi todos los detalles de los pensamientos de Goethe sobre la metamorfosis hasta su realizacin final en el ensayo que apareci en 1790, no es tan fcil hacer lo mismo con el concepto de expansin y contraccin. An no se cometa el error de asumir que este pensar, que sin embargo est profundamente arraigado en el espritu de Goethe, tambin fue tramado en Italia en su concepto de formacin de la planta. Desde que un desarrollo espacial mayor o menor, determinado por las fuerzas formativas, es el contenido de este pensamiento, y desde que este contenido consiste en lo que la planta presenta directamente al ojo, este contenido ciertamente surgir ms fcilmente cuando uno intente hacer a la planta de acuerdo con las leyes de la formacin natural. Goethe encontr en Roma un arbusto como la planta del clavel que le mostr la metamorfosis con particular claridad. l escribe sobre esto: En vista que no hay manera de conservar esta maravillosa forma, intent dibujarla exactamente, y al hacerlo logr una mayor visin en el concepto bsico de la metamorfosis. Quizs tales dibujos se hacan muy a menudo y esto podra entonces haber conducido al concepto que estamos considerando. En septiembre de 1787, durante su segunda estancia en Roma, Goethe expone el tema a su amigo Moritz; al hacerlo descubre cmo se vuelve vivo y perceptible el tema a travs de tal presentacin. l siempre escribe cunto han conseguido. A juzgar por este pasaje y por otras declaraciones de Goethe, parece probablemente que los escritos de su teora de la metamorfosis por lo menos aforsticamente ya ocurrieron en Italia. l declara ms: Slo de esta manera al presentarlo a Moritz pude escribir en el papel algo de mis pensamientos. Ahora no cabe duda sobre el hecho que este trabajo, en la forma en que lo tenemos, fuera escrito a fines de 1789 y a principios de 1790; pero sera difcil decir cunto de este ltimo manuscrito era una simple correccin y cunto fue agregado. Un libro anunciado para la prxima estacin de Pascua que podra contener algo de los mismos pensamientos, lo indujo por el otoo de 1789 a tomar sus pensamientos y reunir un grupo para su publicacin. El 20 de noviembre le escribe al Duque que est animado para escribir sus ideas botnicas. El 18 de diciembre ya le enva el manuscrito al botnico Batsch en Jena, para que lo examine; el 20 del mismo mes va para discutirlo con Batsch; el 22 le informa Knebel que Batsch ha dado una recepcin favorable al tema. Regresa a casa, trabaja el manuscrito por una vez ms, y luego lo enva de nuevo a Batsch, quin se lo devuelve el 19 de enero de 1790. ElCiencia Goetheana

23 propio Goethe ha contado con todo detalle las experiencias sufridas por el manuscrito as como por la edicin impresa. Despus, en la seccin La Naturaleza e Importancia de los Escritos de Goethe sobre el Desarrollo Orgnico, trataremos sobre la gran importancia de la teora de la metamorfosis de Goethe, as como sobre la detallada naturaleza de esta teora.

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III Cmo Surgen los Pensamientos de Goethe Sobre el Desarrollo de los AnimalesEl gran trabajo de Lavater Fragmentos Fisonmicos para Contribuir al Progreso del Conocimiento y el Amor Humano [ 17 ] apareca durante los aos 1775-1778. Goethe haba mostrado un vivo inters por l, no slo por la supervisin de su publicacin, sino tambin por su contribucin con ese trabajo. Pero lo que ahora es de inters particular es que dentro de estas contribuciones podemos encontrar ya el germen de sus trabajos zoolgicos posteriores. La fisonoma buscaba, en la forma exterior del ser humano, conocer su naturaleza interior, su espritu. Se estudi la forma humana, no por su propia causa, sino como una expresin del alma. El espritu escultural de Goethe, nacido para conocer las relaciones exteriores, no se detuvo all. A mediados de esos estudios fue que trat la forma exterior como un medio para conocer al ser interno, all alboreo en l la independiente importancia de la forma. Lo vemos en sus artculos sobre los crneos animales escritos en 1776, que encontramos insertado en la segunda seccin del segundo contenido de los Fragmentos Fisonmicos. Durante ese ao est leyendo a Aristteles sobre fisonoma, se encuentra estimulado por l para escribir los artculos anteriores, pero al mismo tiempo intenta investigar la diferencia entre el ser humano y los animales. Encuentra esta diferencia en el modo en que toda la estructura humana concede relativa importancia a la cabeza, al alto desarrollo del cerebro humano, hacia donde apuntan todos los miembros del cuerpo, como su lugar central: Toda la forma est all como columna de apoyo para el domo en el que se reflejan los cielos. Encuentra lo opuesto en la estructura animal. La cabeza simplemente cuelga de la espina dorsal! El cerebro, como final de la mdula espinal, no tiene ms alcance del que es necesario para el funcionamiento del espritu animal y para dirigir a una criatura cuyos sentidos estn completamente dentro del momento presente. Con estas indicaciones, Goethe se ha elevado sobre la consideracin de las conexiones individuales entre el ser exterior e interior del hombre, a la captura de un gran todo y a la contemplacin de la forma como tal. Lleg a la visin que la totalidad de la estructura del hombre forma la base de sus manifestaciones ms elevadas de vida, que dentro de la naturaleza particular de este todo est el factor determinante queCiencia Goetheana

25 coloca al hombre en la cima de la creacin. Lo que debemos tener presente sobre todo lo dems es que Goethe busc la forma animal de nuevo en el perfeccionado ser humano; excepto que, con el animal, salen al frente los rganos que sirven ms a las funciones animales, son el punto hacia el que tiende la estructura entera y al que la estructura sirve, considerando que la estructura humana desarrolla particularmente los rganos que sirven a las funciones espirituales. Ya encontramos aqu: lo que revolotea ante Goethe como organismo animal ya no es este o ese real organismo perceptible por los sentidos, sino uno ideal, que, con los animales, se desarrolla ms hacia lo inferior, y con el hombre hacia lo superior. Aqu ya est el germen de lo que Goethe llam el typus, y al que no se refiri a cualquier animal individual, sino a la idea del animal. Y aun ms: Aqu ya encontramos el eco de una ley que enunci despus y que es muy significante en sus implicancias para el efecto, a saber, que la diversidad de formas brota del hecho que se concede preponderancia a esta o esa parte sobre las otras. Aqu ya, el contraste entre el animal y el hombre se busca en el hecho que una forma ideal se desarrolla en dos direcciones diferentes, que en cada caso, un sistema-rgano gana preponderancia y de l la criatura entera recibe su carcter. En el mismo ao (1776), tambin encontramos que Goethe se pone claro sobre el punto de partida para quien quiere estudiar la forma del organismo animal. l reconoci que los huesos son el fundamento de su estructura, un pensamiento que despus confirm definitivamente tomando el estudio de los huesos como su punto de partida en el trabajo anatmico. Por ese ao l apunta una frase que al respeto es importante: Las partes mviles se forman de acuerdo a ellos (los huesos) o bien, con ellos y slo entran en juego en la medida en que las partes slidas lo permiten. Y una mayor indicacin en la fisonoma de Lavater (ya se puede haber notado que yo considero que el sistema seo es el esquema bsico del ser humano, el crneo es el elemento fundamental del sistema seo, y en este dibujo todas las partes carnosas son apenas el color.) puede muy bien haber sido escrito bajo el estmulo de Goethe que a menudo discuti estas cosas con Lavater. Estas visiones son de hecho idnticas a las indicaciones apuntadas por Goethe. Pero Goethe hace una mayor observacin, la que debemos tener particularmente en cuenta: Esta declaracin (que uno puede ver desde los huesos, y de hecho ms fuertemente que todo desde el crneo, cmo los huesos son el fundamento de la forma) que aqu (con respecto a losCiencia Goetheana

26 animales) es indiscutible, se encontrar con una seria contradiccin cuando se aplica a la disimilitud de los crneos humanos. Qu es lo que Goethe hace aqu aparte de buscar el animal ms simple de nuevo dentro del complejo ser humano, como lo expres despus! (1795) De esto podemos lograr la conviccin que los pensamientos bsicos sobre los que despus se construiran los pensamientos de Goethe sobre el desarrollo de la forma animal, ya se haban establecido en l por su ocupacin con la fisonoma de Lavater en el ao 1776. Por este ao tambin empieza el estudio de Goethe sobre los detalles de la anatoma. El 22 de enero de 1776 escribe a Lavater: El duque me haba enviado seis crneos; he notado algunas cosas maravillosas que estn a disposicin de su honor, si usted no las ha encontrado sin m. Sus conexiones con la universidad en Jena le dieron ms estmulo a un estudio ms completo de la anatoma. De esto encontramos las primeras indicaciones en el ao 1781. En su diario, publicado por Keil, bajo la fecha 15 de octubre de 1781, Goethe anota que fue a Jena con el viejo Einsiedel y all estudi anatoma. En Jena haba un estudioso que llev inmensamente ms all los estudios de Goethe: Loder. Este mismo hombre tambin se introduce ms en la anatoma, cuando Goethe escribe a Frau von Stein el 29 de octubre de 1781, [ 18 ] y a Karl August el 4 de noviembre. [ 19 ] A Karl August tambin le expres su intencin de explicarles el esqueleto a los jvenes en la Academia de Arte, y de conducirlos a un conocimiento del cuerpo humano. l agrega: lo hago por mi inters y por el de ellos; los mtodos que durante este invierno he escogido los familiarizarn totalmente con los pilares bsicos del cuerpo. La anotacin en el diario de Goethe muestra que l realmente dict estas conferencias, acabndolas el 16 de enero. Durante este mismo perodo deben haberse producido muchas discusiones con Loder sobre la estructura del cuerpo humano. Antes del 6 de enero, una nota en su diario dice: Demostracin del corazn por Loder. As como hemos visto que en 1776 en Goethe ya albergaban los pensamientos de gran alcance sobre la estructura de la organizacin animal, as no podemos dudar ni por un momento que su estudio completo de anatoma se elev a puntos de vista ms all de la consideracin de los detalles. El 14 de noviembre de 1781 escribe a Lavater y Merck que estn tratando los huesos como un texto al que puede aadirse todo lo que vive y todo lo humano. Cuando consideramos un texto, imgenes e ideas toman forma en nuestro espritu que parecen ser generadas, creadas por el texto.Ciencia Goetheana

27 Goethe trat los huesos simplemente como un texto; es decir, como los contemplaba, surgen en l pensamientos sobre todo lo vivo y todo lo humano. Durante estas contemplaciones, lo deben de haber impactado definidas ideas sobre la formacin del organismo. Ahora tenemos una oda de Goethe, del ao 1782, Lo Divino, que nos permite conocer en alguna magnitud cmo pens en ese momento sobre la relacin del ser humano con el resto de la naturaleza. Los primeros versos se leen: Noble es el hombre, til y bueno! Para eso solo Se distingue De todos los seres Que conocemos. Habiendo asido al ser humano segn sus caractersticas espirituales en las primeras dos lneas de este verso, Goethe establece que solo esto lo distingue de todos los otros seres del mundo. Este solo nos muestra bastante claramente que Goethe consider al hombre, en su constitucin fsica, estar absolutamente conforme con el resto de la naturaleza. El pensamiento al que antes pusimos atencin, se hace ms y ms vivo en l, que una forma bsica gobierna la forma del ser humano as como la de los animales, que la forma bsica slo asciende a tal perfeccin en el caso del hombre que es capaz de ser portador de un ser espiritual libre. Con respecto a su caracterstica percepcin sensoria, los seres humanos tambin deben, como la oda continuar exponiendo: Por leyes de hierro Poderosas, eternas Completa el Crculo Su existencia. Pero en el hombre estas leyes desarrollan en una direccin que le hace posible hacer lo imposible: l distingue, Decide y juzga; l puede al momento Dotar de duracin.Ciencia Goetheana

28 Todava debemos tener presente que mientras estas visiones se desarrollaban ms definitivamente en Goethe, l estaba en viva comunicacin con Herder, que en 1783 empez a escribir sus Ideas sobre una Filosofa de la Historia de la Humanidad. Tambin podra decirse que este trabajo ha surgido de las discusiones entre estos dos hombres, y muchas ideas deben remontarse a Goethe. Los pensamientos expresados aqu son a menudo completamente Goetheanos, aunque indicados en palabras de Herder, para que podamos deducir de ellos una fidedigna conclusin sobre los pensamientos de Goethe en ese momento. Ahora en la primera parte de su libro, Herder sostiene la siguiente visin sobre la naturaleza del mundo. El principio [o idea] de la forma debe presuponerse que atraviesa a todos los seres y se comprende de maneras diferentes. De la piedra al cristal, del cristal a los metales, de stos a la creacin de las plantas, de las plantas al animal, de l al ser humano, vimos que la forma de organizacin asciende, y vimos junto con esto que la fuerza y conduccin de la criatura se diversifica y finalmente todo se une en la forma del hombre, en la medida en que esta forma pudiera abarcarlos. El pensamiento est absolutamente claro: Una forma tpica ideal que como tal no es perceptible a los sentidos, se comprende en un nmero interminable de entidades espacialmente separadas con diferenciadas caractersticas, completamente hasta el hombre. A los niveles ms bajos de organizacin, esta forma ideal siempre se comprende en una direccin particular; la forma ideal desarrolla de una manera particular segn esta direccin. Cuando esta forma tpica asciende hasta el hombre, rene todos los principios de desarrollo que siempre haba desarrollado slo de manera unilateral en los organismos inferiores y se haba distribuido entre diferentes entidades para moldear una forma. De esto, tambin sigue la posibilidad de tan elevada perfeccin en el ser humano. En el caso del hombre, la naturaleza lo dot de un ser que, en el caso de los animales, se haba dispersado entre muchas clases y rdenes. Este pensamiento trabaj con inusual productividad en la filosofa alemana que sigui. Para dilucidar este pensamiento, permtanos mencionar aqu la descripcin que despus diera Oken de la misma idea. En su Libro Manual de Filosofa Natural [ 20 ], l dice. El reino animal es slo un animal; es decir, es la representacin de la animalidad con todos sus rganos que existe cada uno como un todo en s mismo. Un animal individual surge cuando un rgano individual se destaca del cuerpo animal general y todava lleva a cabo las funciones animales esenciales. ElCiencia Goetheana

29 reino animal es simplemente el animal ms altamente desmembrado: el hombre. Hay slo un tipo humano, slo una raza humana, slo una especie humana, justo porque el hombre es todo el reino animal. Hay as por ejemplo, animales en que est desarrollado el rgano del tacto, cuya total organizacin, de hecho, tiende hacia la actividad del tacto y encuentra su meta en esta actividad; y otros animales en que se desarrollan particularmente los instrumentos para comer, y as en adelante; para abreviar, con cada especies de animal, un sistema de rgano sale unilateralmente al frente; la totalidad animal se funde en l; todo lo dems sobre el animal retrocede, se va al fondo. Ahora en el desarrollo humano, todos los rganos y sistema de rganos se desarrollan de tal manera que uno le permite al otro suficiente espacio para desarrollarse libremente, cada uno se retira dentro de esos lmites que necesariamente parecen permitir a todos los otros reconocerse del mismo modo. De esta manera, surge un armonioso trabajar juntos de los rganos individuales y sistemas en una armona que hace al hombre el ser ms perfecto, el ser que une la perfeccin de todas las otras criaturas dentro de s mismo. Estos pensamientos ahora tambin forman el contenido de las conversaciones de Goethe con Herder, y Herder lo expresa de la siguiente manera: que la raza humana ser considerada como la gran confluencia de las fuerzas orgnicas inferiores que, en l, llegaron a formar la humanidad. Y en otro lugar: Y as podemos asumir: que el hombre es la creacin central entre los animales, es decir, que l es la forma elaborada en la que alrededor de l se renen los rasgos de todas las especies en su ms fina esencia. Para indicar el inters que Goethe tom en el trabajo de Herder Ideas sobre una Filosofa de la Historia de la Humanidad, permtanos citar el pasaje siguiente de una carta de Goethe a Knebel del 8 de diciembre de 1783: Herder est escribiendo una filosofa de la historia, como usted puede imaginar, nueva desde su fundamento. Anteayer lemos juntos los primeros captulos; son exquisitos... el mundo y la historia natural estn positivamente apresurndose ahora junto con nosotros. Las exposiciones de Herder en el Libro 3, Captulo VI, y en el Libro 4, Captulo I, al efecto que la postura derecha inherente a la organizacin humana y todo lo relacionado a ella es el prerrequisito fundamental para su actividad de razonar todo esto nos recuerda lo que Goethe indic en 1776 en la segunda seccin del segundo contenido de los Fragmentos Fisonmicos de Lavater sobre la diferencia genrica entre el hombre y los animales, que ya hemos expresado. sta es slo una elaboracin de eseCiencia Goetheana

30 pensamiento. Todo esto nos justifica, sin embargo, asumiendo que en lo principal Goethe y Herder estuvieron de acuerdo todo ese tiempo (1783) con respecto a sus visiones sobre el lugar del ser humano en la naturaleza. Pero esta visin bsica requiere ahora que cada rgano, cada parte de un animal, tambin debe poder encontrarse de nuevo en el hombre, slo rechazarse dentro de los lmites determinados por la armona del todo. Para estar seguro, cierto hueso, por ejemplo, debe lograr una forma definida en una especie particular, debe ser predominante all, pero este hueso tambin debe ser por lo menos requerido en todas las otras especies; de hecho tampoco debe faltar en el hombre. Si, el hueso asume una forma apropiada en virtud de sus leyes, entonces, en el hombre el hueso debe adaptarse al todo, debe acomodar sus propias leyes de desarrollo a aqullas del organismo en su totalidad. Pero no debe faltarle o estar ausente, si no estuviera por ocurrir una divisin en la naturaleza por el que se interrumpira el consistente desarrollo de un tipo. As estaba el tema con Goethe, cuando de repente se dio cuenta de una visin que contradice totalmente este gran pensamiento. Los hombres sabios de ese tiempo estaban ocupados principalmente en encontrar los rasgos que distinguiran una especie animal de otra. Se supona que la diferencia entre el animal y el hombre consista en el hecho que el primero tiene un pequeo hueso, el hueso intermaxilar, entre las dos mitades simtricas de la mandbula superior que sostiene los incisivos superiores y supuestamente estaba faltando en el hombre. En el ao 1782, cuando Merck estaba empezando a mostrar un vivo inters en la osteologa y volva para ayudar a algunos de los estudiosos ms conocidos de ese tiempo, recibi de uno de ellos, del distinguido anatomista Smmerring, el 8 de octubre de 1782, la siguiente informacin sobre la diferencia entre el animal y el hombre: deseaba que usted hubiera consultado a Blumenbach sobre el asunto del hueso intermaxilar, que, siendo otros iguales, es el nico hueso que tienen todos los animales, desde el mono en adelante, incluyendo al orangutn, pero que nunca se encuentra en el hombre; excepto por este hueso, no hay razn para que usted pueda transferir o cambiar todo lo que el hombre tiene por encima de los animales. Por lo tanto le adjunto la cabeza de una liebre para convencerlo que este os intermaxillare (como lo llamaba Blumenbach) u os incisivum (como lo llamaba Camper) incluso est presente en animales que no tienen incisivos en la mandbula superior. Aunque Blumenbach encontr enCiencia Goetheana

31 los crneos de nios nonatos o jvenes un rastro quasi rudimentum del ossis intermaxillaris de hecho, una vez encontr en tal crneo dos totalmente separados pequeos granos de hueso como el real hueso intermaxilar todava l no reconoca la existencia de un hueso como ste. Sobre el asunto dijo: hay un mundo de diferencia entre ste y el verdadero hueso intermaxilar. Camper, el anatomista ms famoso de ese tiempo, era de la misma visin. l se refiri al hueso intermaxilar, por ejemplo, como el que nunca se ha encontrado en un ser humano, ni incluso en el hombre negro. [ 21 ] Merck tuvo la ms profunda admiracin por Camper y se ocup de sus escritos. No slo Merck, sino tambin Blumenbach y Smmerring estaban en comunicacin con Goethe. Su correspondencia con Merck nos muestra que Goethe tena el ms profundo inters por el estudio de Merck sobre los huesos y comparti con l sus propios pensamientos sobre estas cosas. El 27 de octubre de 1782 le pidi a Merck que le escribiera algo sobre el incognitum de Camper, [ 22 ] y para enviarle las cartas de Camper. Adems, debemos notar una visita de Blumenbach en Weimar en abril de 1783. En septiembre del mismo ao, Goethe va a Gttingen para visitar a Blumenbach y a todos los profesores. El 28 de septiembre le escribe a Frau von Stein: he decidido visitar a todos los profesores y usted puede imaginar cunto hay que correr para hacer el circuito en unos pocos das. l sube a Kassel donde se encuentra con Forster y Smmerring. De all le escribe a Frau von Stein el 2 de octubre: estoy viendo cosas muy finas y buenas y estoy siendo premiado por mi tranquila diligencia. La noticia ms feliz es que ahora puedo decir que estoy en el camino correcto y de hoy en adelante nada est perdido. En el curso de estas actividades Goethe se debe de haber dado cuenta, primero, de las prevalecientes visiones sobre el hueso intermaxilar. Por su manera de ver las cosas, estas visiones deben en seguida haberle parecido errneas. La tpica forma bsica segn la que todo organismo debe construirse, por eso se destruira. Para Goethe, no poda haber duda alguna que esta parte, que a un grado ms o menos desarrollado se encontrar en todos los animales superiores, tambin debe tener su lugar en el desarrollo de la forma humana, y slo se retiraran en el hombre debido a que los rganos de consumir la comida en general retrocedieran ante los rganos que sirven a las funciones mentales. En virtud de su total orientacin espiritual, Goethe no poda pensar de otra manera, es decir que el hueso intermaxilar tambin deba estar presente en el hombre. EraCiencia Goetheana

32 slo cuestin de demostrarlo empricamente, de hallar qu forma toma en el hombre y hasta qu punto se adapta a todo su organismo. l logr encontrar esta prueba all por la primavera de 1784, junto con Loder con quien compar en Jena los crneos de humanos y animales. El 27 de marzo le inform sobre el asunto tanto a Frau von Stein [ 23 ] como a Herder. [ 24 ] Ahora no debe sobrevalorarse este descubrimiento individual, comparado al gran pensamiento en el que se sostiene: tambin, para Goethe su valor estaba slo en el hecho que se disip una preconcepcin que pareca dificultar que sus ideas fueran consistentemente seguidas en los ms lejanos detalles de un organismo. Goethe nunca lo consider como un descubrimiento individual, sino siempre slo en relacin con su ms grande visin de la naturaleza. As es como debemos entenderlo cuando, en la antedicha carta a Herder, l dice: tambin debe complacerlo sinceramente, porque es como la piedra angular para el hombre; no le falta; tambin est all! Y cmo! Y en seguida le recuerda a su amigo la perspectiva ms amplia: yo tambin pens sobre l en relacin con toda la imagen, cun bonita estar all. Para Goethe, no poda tener ningn sentido afirmar que los animales tienen un hueso intermaxilar pero que el hombre no tiene ninguno. Si dentro de las fuerzas que forman un organismo est el insertar un hueso intermedio entre la dos mandbulas superiores de los animales, entonces estas mismas fuerzas tambin deben estar activas en el hombre, en el lugar donde ese hueso est presente en los animales, y trabajando esencialmente de la misma manera, salvo las diferencias en la manifestacin exterior. Por eso Goethe nunca pens en un organismo como algo muerto, de rgida configuracin, sino siempre saliendo de sus fuerzas internas de desarrollo, l tuvo que preguntarse: Qu estn haciendo estas fuerzas dentro de la mandbula superior del hombre? Definitivamente no poda ser cuestin de si el intermaxilar est presente o no, sino slo de cun parecido es, de cmo es, de la forma que ha tomado. Y esto tuvo que ser descubierto empricamente. Se hizo sentir cada vez ms en Goethe la idea de escribir un trabajo ms comprensivo sobre la naturaleza. Podemos llegar a esta conclusin por las diferentes cosas que dijo. Le escribe a Knebel en noviembre de 1784, cuando le enva el tratado sobre su descubrimiento: por el momento me he abstenido de mostrar el resultado al que Herder ya apunta en sus ideas, que es el nico que no puede encontrar la diferencia entre el hombre y el animal en losCiencia Goetheana

33 detalles. Aqu el punto importante es que Goethe dice que por el momento se ha abstenido de mostrar el pensamiento bsico; por consiguiente quiere hacerlo despus, en un contexto mayor. Adems, este pasaje nos muestra que los pensamientos bsicos de Goethe que nos interesan, sobre todo las grandes ideas sobre el typus animal estaban presentes mucho antes de ese descubrimiento. Porque Goethe admite aqu que indicios de ellos ya se encuentran en las ideas de Herder; sin embargo, los pasajes en que ellos ocurren fueron escritos antes del descubrimiento del hueso intermaxilar. Por consiguiente el descubrimiento del hueso intermaxilar es slo resultado de estas importantes visiones. Para personas sin estas visiones, el descubrimiento debe de haber permanecido incomprensible. Fueron privados de la nica natural e histrica caracterstica por la que diferenciar al hombre de los animales. Ellos tenan un pequeo vislumbre de los pensamientos que dominaron a Goethe y que antes indicamos: que los elementos dispersos entre los animales se unen armoniosamente en la nica forma humana; y as, a pesar de la similitud de las partes individuales, los elementos establecen una diferencia en el todo que da al hombre su alta jerarqua en la sucesin de seres. Ellos no miraban las cosas idealmente sino ms de una manera externamente comparativa; y para esta ltima aproximacin, el hueso intermaxilar no estaba en el hombre. Ellos entendan poco lo que Goethe les estaba pidiendo: ver con los ojos del espritu. sa tambin fue la razn para que existiera una diferencia en el juicio entre ellos y Goethe. Por cuanto Blumenbach, quien despus de todo tambin vio el tema bastante claramente, lleg a la conclusin que hay un mundo de diferencia entre ste y el verdadero osse intermaxillari', Goethe juzg el asunto as: Cmo puede una diversidad externa, no importa cun grande sea, explicarse ante la necesaria identidad interna? Al parecer Goethe deseaba elaborar este pensamiento de una manera consistente y se ocup mucho de esto, particularmente en los aos siguientes. El 1 de mayo de 1784, Frau von Stein escribe a Knebel: el nuevo libro de Herder estima que probablemente nosotros primero fuimos plantas y animales... Goethe est ahora hurgando muy pensativamente en estas cosas, y cada cosa, una vez que ha atravesado su mente, se pone sumamente interesante. Se nos hace particularmente claro hasta qu punto vivi en Goethe el pensamiento de presentar sus visiones sobre la naturaleza en un trabajo ms grande cuando vemos que, con cada nuevo descubrimiento que logra, no puede dejar de expresamente comunicar a sus amigos laCiencia Goetheana

34 posibilidad de ampliar sus pensamientos a toda la naturaleza. En 1786, le escribe a Frau von Stein que quiere ampliar sus ideas sobre la manera en que la naturaleza genera su multiplicidad de vida, con una forma principal sobre todos los reinos de la naturaleza, sobre todo su reino. Y cuando en Italia la idea de la metamorfosis en las plantas est plsticamente en todos sus detalles ante su espritu, escribe en Npoles el 17 de mayo de 1787: La misma ley puede aplicarse... a todo lo que vive. El primer ensayo en Manuales Morfolgicos (1817) [ 25 ] contiene las palabras: Puede que, por consiguiente, lo que a menudo so en mi espritu juvenil aparece como un libro, como un boceto, como una coleccin incompleta. Es una gran lstima que no ocurriera tal trabajo de la mano de Goethe. A juzgar por todo lo que tenemos, habra sido una creacin que hubiera superado con creces todo lo de esta clase que haya sido hecho en los tiempos recientes. Se habra vuelto una regla, un canon del que cada esfuerzo en el campo de la ciencia natural tendra que partir y contra lo cul se podra probar el contenido espiritual de tal esfuerzo. El ms profundo espritu filosfico, que slo la superficialidad podra negar a Goethe, se habra unido con amorosa inmersin de uno dentro de lo que es dado a la experiencia sensoria; lejos de cualquier deseo unilateral de fundar un sistema que pretenda abarcar a todos los seres en un esquema general, este esfuerzo le concedera a cada individuo su justo merecimiento. Nos habramos ocupado aqu del trabajo de un espritu en quien ninguna rama individual del esfuerzo humano se abre paso a expensas de todas las otras, sino ms en quien la totalidad de la existencia humana siempre ronda en el trasfondo cuando se ocupa de un rea particular. Por esto, cada actividad recibe su justo lugar en las interrelaciones del todo. La objetiva inmersin de uno mismo en los objetos observados provoca que el espritu humano se una totalmente con ellos, de tal manera que las teoras de Goethe aparezcan a nosotros, no como si un espritu humano las sustrajera de los objetos, sino como si los objetos formaran estas teoras dentro de un espritu humano que, observando, se olvida de l mismo. La objetividad ms estricta hara el trabajo de Goethe el ms perfecto de la ciencia natural; sera un ideal por el que cada cientfico natural tendra que esforzarse; para el filsofo sera un modelo arquetpico de cmo encontrar las leyes de la contemplacin objetiva del mundo. Uno puede concluir que la epistemologa surge por todas partes, ahora como una ciencia filosfica bsica slo ser capaz de fructificar cuando tome como punto de partida la manera de pensar y de mirar el mundo de Goethe.Ciencia Goetheana

35 En los Anales de 1790, el propio Goethe da la razn del porqu no ocurri este trabajo: La tarea fue tan grande que no poda lograrse en una vida aislada. Si uno procede desde este punto de vista, los fragmentos individuales que tenemos de la ciencia natural de Goethe toman una inmensa importancia. Aprendemos a valorarlos y entenderlos debidamente, de hecho, slo cuando los consideramos como salidos de ese gran todo. Sin embargo, en el ao 1784, el tratado sobre el hueso intermaxilar sera producido como un tipo de ejercicio preliminar. Para empezar, no sera publicado, porque Goethe escribe de esto a Smmerring el 6 de marzo de 1785: Desde que mi pequeo tratado no est en absoluto titulado para llegar al pblico, es considerado simplemente como un borrador, me agradara escuchar algo que usted quisiera compartir conmigo sobre esta materia. No obstante se llev a cabo con todo el posible cuidado y con la ayuda de todos los estudios individuales necesarios. Al mismo tiempo, se procur la ayuda de jvenes que, bajo la gua de Goethe, tenan que llevar a cabo los dibujos osteolgicos de acuerdo con los mtodos de Camper. Por consiguiente, el 23 de abril de 1784, le pide a Merck informacin sobre estos mtodos y hace enviarle a Smmerring los dibujos Camperianos. A Merck, Smmerring y a otros conocidos les pide esqueletos y huesos de cada tipo. El 23 de abril, le escribe a Merck que le agradara mucho tener los siguientes esqueletos: ... un myrmecophaga, bradypus, len, tigre, o esqueletos similares. El 14 de mayo, le pide a Smmerring el crneo del esqueleto de su elefante y del hipoptamo, y el 16 de septiembre, los crneos de los siguientes animales: del gato monts, del len, del oso joven, del incognitum, el oso hormiguero, el camello, un dromedario, el len marino. Tambin solicita de sus amigos artculos individuales de informacin: de Merck la descripcin de la parte palatal de su rinoceronte y particularmente la explicacin acerca de cmo el cuerno del rinoceronte realmente se asienta en el hueso nasal. En este momento, Goethe est absolutamente absorto en sus estudios. El crneo del elefante arriba mencionado fue dibujado por Waitz desde muchos lados segn el mtodo de Camper, y Goethe lo compar con un gran crneo que posea y con otros crneos animales, por eso descubri que en este crneo todava no haban desarrollado la mayora de las suturas. En relacin con este crneo, hace una importante observacin. Hasta entonces se asumi que en todos los animales los incisivos estaban incluidos en el hueso intermaxilar, y que los dientes caninosCiencia Goetheana

36 pertenecan al hueso de la mandbula superior; se supona que slo el elefante era una excepcin. Se supona que los dientes caninos estaban contenidos en el hueso intermaxilar. Este crneo ahora le mostraba tambin que ste no era el caso, como lo declara en una carta a Herder. Sus estudios de osteologa lo acompaan en el viaje a Eisenach y a Braunschweig que Goethe emprende durante ese verano. En el segundo viaje, en Braunschweig, quiere estudiar la boca de un elefante nonato y mantener una conversacin cordial con Zimmermann. Le escribe ms sobre este feto a Merck: deseo tengamos en nuestro armario el feto que tienen ellos en Braunschweig: sera rpidamente disecado, esqueletizado y preparado. Yo no s qu valor tiene tal monstruo en espritu si no se desmembra y se explica su estructura interna. De estos estudios sale el tratado que se reporta en el Contenido I de los escritos cientficonaturales en la Literatura Nacional de Krschner. Loder le fue muy til a Goethe poniendo en orden este tratado. Con su ayuda nace una terminologa latina. Es ms, Loder prepara una traduccin al latn. En noviembre de 1784, Goethe le enva el tratado a Knebel y el 19 de diciembre a Merck, aunque slo poco antes (el 2 de diciembre) l cree que no recibir mucho de l antes de fin de ao. El trabajo estaba provisto de los dibujos necesarios. Por inters de Camper fue incluida la traduccin latina mencionada. Se supona que Merck enviara la investigacin a Smmerring. Esta ltima la recibi en enero de 1785. De all fue a Camper. Cuando echamos una mirada a la manera en que fue recibido el tratado de Goethe, nos confrontamos con una imagen bastante desagradable. Al principio nadie tiene el rgano para entenderlo excepto Loder, con quien haba trabajado, y Herder. Merck se alegra por el tratado, pero no se convence de la verdad que se afirma all. En la carta en que Smmerring informa a Merck de la llegada del tratado, leemos: Blumenbach ya tena la idea principal. En el prrafo que empieza As no puede haber ninguna duda,' l [Goethe] dice desde que el resto de ellos (los bordes) han desarrollado juntos'; el nico problema es que estos bordes nunca estuvieron all. Tengo ahora delante de m las mandbulas de los embriones, que van de tres meses de edad a la madurez, y ningn borde fue visto alguna vez hacia el frente. Y se explica el asunto por la presin de los huesos unos contra otros? S, si la naturaleza trabaja como un carpintero con martillo y cuas! El 13 de febrero de 1785, Goethe le escribe a Merck: he recibido de Smmerring una carta muy frvola. l realmente quiere hablarme de eso. O de mi! Y Smmerring le escribe a Merck el 11 de mayo de 1785: Goethe,Ciencia Goetheana

37 como puedo ver en su carta ayer, todava no quiere abandonar su idea sobre el ossis intermaxillaris. Y ahora Camper. [ 26 ] El 17 de septiembre de 1785 le comunica a Merck que las tablas que los acompaan no fueron en absoluto dibujadas segn sus mtodos. De hecho las encontr bastante defectuosas. Es elogiado el aspecto exterior del bello manuscrito y se critica la traduccin latina incluso el consejo que se le da al autor es que debe repasar su latn. Tres das despus, le escribe que ha hecho varias observaciones sobre el hueso intermaxilar, pero que debe continuar sosteniendo que el hombre no tiene ningn hueso intermaxilar. l est de acuerdo con todas las observaciones de Goethe excepto las que pertenecen al hombre. El 21 de marzo de 1786 le escribe de nuevo que, adems de un gran nmero de observaciones, ha llegado a la conclusin: el hueso intermaxilar no existe en el hombre. Las cartas de Camper muestran claramente que poda entrar en la materia con la mejor posible voluntad, pero que no pudo entender a Goethe en absoluto. Loder en seguida vio el descubrimiento de Goethe bajo la luz correcta. l le da un lugar prominente en su manual anatmico de 1788 y lo trata desde ese momento en adelante en todas sus escritos como un hecho de la ciencia totalmente vlido sobre el que no puede haber la menor duda. Herder le escribe a Knebel sobre esto: Goethe me ha presentado su tratado sobre el hueso; es muy simple y bonito; el ser humano viaja el verdadero camino de la naturaleza y la fortuna viene a encontrrselo. Herder pudo de hecho mirar el tema con el ojo espiritual con que Goethe lo vio. Sin este ojo, una persona no podra hacer nada con esta materia. Uno puede verlo mejor por lo siguiente. Wilhelm Josephi (instructor en la Universidad de Gttingen) escribe en su Anatoma de los Mamferos [ 27 ] en 1787: al ossa intermaxillaria tambin se le considera ser una de las principales caractersticas que diferencian a los monos del hombre; todava, segn mi observacin, el ser humano tiene tambin tal ossa intermaxillaria, al menos en los primeros meses de su vida, pero normalmente han desarrollado muy temprano ya en el tero de la madre con el verdadero hueso de la mandbula superior, sobre todo en su apariencia externa, as que a menudo no queda rastro alguno de su presencia. El descubrimiento de Goethe es tambin totalmente establecido aqu, no como se exige para la consistente comprensin del typus, sino ms como la expresin del hecho directamente visible por el ojo. Si uno confa slo en el ojo, entoncesCiencia Goetheana

38 slo depende de una oportunidad feliz si se encuentra o no precisamente tal espcimen en el cul se pueda ver exactamente el asunto. Pero si uno alcanza el significado del asunto de la manera ideal de Goethe, entonces estos especimenes particulares sirven simplemente como confirmacin del pensamiento, estn all para demostrar abiertamente lo que de otra manera oculta la naturaleza; pero la propia idea puede encontrarse absolutamente en cualquier espcimen; cada espcimen revela un caso particular de la idea. De hecho, si uno posee la idea, a travs de ella es capaz de encontrar precisamente los casos en que particularmente se expresa la idea. Sin embargo, sin la idea uno est a merced de la oportunidad. Uno ve, en realidad, que despus de que Goethe haba dado el impulso para su gran pensamiento, entonces uno gradualmente se convenca de la verdad de su descubrimiento a travs de la observacin de numerosos casos. Merck continuaba vacilante. El 13 de febrero de 1785, Goethe le enva una mandbula superior dividida de un ser humano y de un manat, y le da los puntos de referencia para entender el asunto. De la carta de Goethe del 8 de abril, aparece que hasta cierto punto Merck logr una conclusin. Pero pronto de nuevo la cambi, para el 11 de noviembre de 1786 le escribe a Smmerring: segn lo que oigo, Vicq d'Azyr ha incluido en su libro el llamado descubrimiento de Goethe. Smmerring gradualmente abandona su oposicin. En su libro Sobre la Estructura del Cuerpo Humano [ 28 ] dice: en 1785 mereci ser reconocido pblicamente el ingenioso esfuerzo de Goethe, de la osteologa comparativa, para mostrar, con dibujos bastante correctos, que el hombre tiene el hueso intermaxilar de la mandbula superior en comn con los otros animales. Fue ms difcil el logro sobre Blumenbach. En su Manual de Anatoma Comparativa [ 29 ] en 1805, l todava era de la opinin que el hombre no tena ningn hueso intermaxilar. Sin embargo, en su ensayo de Principios de Filosofa Zoolgica, escrito en 1830-32, Goethe ya puede hablar de la conversin de Blumenbach. Despus de la comunicacin personal, se puso de lado de Goethe. De hecho, el 15 de diciembre de 1825 se presenta a Goethe con un bonito ejemplo que confirm su descubrimiento. Un norteamericano busc la ayuda del colega de Langenbeck, Blumenbach, por un os intermaxillare que era prominente de un modo bastante parecido a un animal. Nosotros todava tenemos que hablar de ms tardos adherentes a las ideas de Goethe. Pero aun debe mencionarse aquCiencia Goetheana

39 el logro de M.J. Weber, al separar con cido ntrico diluido de una mandbula superior un hueso intermaxilar que ya haba crecido en esa. Goethe continu su estudio de los huesos aun despus de la finalizacin de este tratado. Los descubrimientos que al mismo tiempo estaba haciendo en botnica avivan aun ms su inters en la naturaleza. l continuamente est pidiendo prestado relevantes objetos de sus amigos. El 7 de diciembre de 1785, Smmerring se molesta porque ese Goethe no le est devolviendo sus cabezas. De una carta de Goethe a Smmerring del 8 de junio de 1786 nos enteramos que por entonces todava tena sus crneos. En Italia tambin lo acompaaron sus grandes ideas. Como el pensamiento de la planta arquetpica tom forma en su espritu, tambin llega a conceptos sobre la forma del hombre. El 20 de enero de 1787, Goethe escribe en Roma: estoy algo preparado para la anatoma y tengo que adquirir, aunque no sin esfuerzo, cierto nivel de conocimiento del cuerpo humano. Aqu, a travs de la interminable contemplacin de las estatuas, nuestra atencin es continuamente atrada por el cuerpo humano, pero de una manera superior. El propsito de nuestra anatoma mdica y quirrgica es simplemente conocer la parte, y para esto tambin servir un msculo raqutico. Pero en Roma las partes no significan nada a menos que al mismo tiempo presenten una forma noble y bonita. En el gran hospital de San Spirito, para los artistas han preparado un muy bello cuerpo muscular de tal manera que su belleza lo hace una maravilla. Realmente podra tomarse por un semidios desollado, un Marsias. Tambin es costumbre aqu, siguiendo a los antiguos, estudiar el esqueleto no como una artificialmente ordenada masa de huesos sino ms con ligamentos todava adheridos de los que recibe alguna vida y movimiento. Lo principal para Goethe es conocer las leyes por las que la naturaleza moldea las formas orgnicas y especialmente las humanas y conocer la tendencia que sigue la naturaleza al formarlas. Por un lado, Goethe est buscando dentro de la serie interminable de formas de las plantas, la planta arquetpica con la cul se puede inventar ms plantas que deben ser consistentes, es decir, que estn totalmente de acuerdo con esa tendencia en la naturaleza y que existiran si estuvieran presentes las condiciones ms convenientes; y por otro lado, Goethe intent, con respecto a los animales y el hombre, descubrir las caractersticas ideales queCiencia Goetheana

40 estn totalmente de acuerdo con las leyes naturales. Poco despus de su retorno de Italia, escuchamos que Goethe est diligentemente ocupado con la anatoma, y en 1789, le escribe a Herder: tengo para exponer un recientemente descubierto harmonium naturae. Lo que se describe aqu como recientemente descubierto puede ser parte de su teora vertebral sobre el crneo. Sin embargo, la realizacin de este descubrimiento se desploma en el ao 1790. Lo que saba hasta entonces era que todos los huesos que forman la parte de atrs de la cabeza representan tres vrtebras espinales modificadas. Goethe concibi el asunto de la siguiente manera. El cerebro representa simplemente una masa de la mdula espinal llevada a su ms alto nivel de perfeccin. Por cuanto en la mdula espinal acaban y empiezan los nervios que si