Schweizer Eduard Jesus Parábola de Dios

download Schweizer Eduard Jesus Parábola de Dios

of 136

Transcript of Schweizer Eduard Jesus Parábola de Dios

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    1/136

    JESSPARBOLA DE DIOSEduard Schweizer

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    2/136

    EDUARD SCHWEIZER

    JESUS,PARABOLA DE DIOSQu sabemos realmente de lavida de Jess?

    EDICIONES SGUEME, S.A.SALAMANCA2001

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    3/136

    A Rudolt Schnackenburg,compaero tiel en la andaduradel Comentano Evanghco-Cat]coal Nuevo Testamento 1967-1995

    Tradujo Manuel lasagasttsobre el ongInal alemn Jesus, das Clelcll1l1s CortesWas wIssen wlr wlrkltch vom Leben Jesu?

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    4/136

    CONTENIDO

    Prlogo 91. Qu sabemos hoy sobre la vida de Jess? 13l. El Cristo vivo sin una vida de Jess? 16

    2. La historia es indispensable 193. El lugar especial de Jess dentro de su entorno judo. 244. Preguntas crticas 275. Debemos resignarnos? 33

    2. Jess, narrador de parbolas 37l. De nuevo, los criterios 382. El criterio de la desemejanza: las parbolas 393. La parbola de una sola frase de Lucas 13,21 . . 424. Metforas, no comparaciones 485. Jess, la parbola de Dios 53

    3. Jess, predicador Ysanador, amigo de publicanos y pe-cadores, el mesas? 57l. La parbola de la oveja perdida: Lucas 15,3-7 582. La parbola del sembrador: Marcos 4, 3-9 603. El sermn de la montaa 634. Jess, el sanador 665. Jess, amigo de publicanos y pecadores 716. Dichos y hechos de Jess como smbolos de statussocial 72

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    5/136

    4. Jess crucificado 791. La crucifixin de Jess: los hechos 792. Habl Jess de su muerte futura? 813. La crucifixin de Jess: acontecimiento salvador? 854. La parbola del padre com-pasivo: Lucas 15, 11-32. 915. La cristologa explcita de la Iglesia primitiva . . . . 96

    5. Jess, el resucitado 1031. La necesidad del lenguaje mitolgico 1032. La resurreccin de Jess: los hechos 1063. Cmo vieron los discpulos de Jess a su Seor re-sucitado? Los relatos de los evangelios 1124. Qu sucedi en Galilea, en Jerusaln y cerca de Da-masco hacia el ao 30 d. C.? 1155. Vuelta al Jess terreno 1226. La soteriologa explcita de la Iglesia jonica: Juan11,17-29 127

    6. Conclusiones 1311. Karl Barth contra Rudolf Bultmann? 1312. El problema de las religiones y de la reconciliacinuniversal 133

    ndice de autores citados 137ndice de citas bblicas 139

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    6/136

    PRLOGO

    Este libro no estaba planeado. En 1993 el seor Hadidian,de Pickwick Publications, me propuso escribir una breve monografa sobre la cuestin del Jess histrico. Le respond porcarta que probablemente no me sentira con fuerzas ni dispondra del tiempo necesario para tal tarea (de entrada, nocontaba con ayuda para pasar a limpio el borrador ni para larevisin de los pasajes bblicos), y que dado el volumen debibliografa existente, era una obra de caridad no escribirms. Pero aqu est el libro. Debe su aparicin a toda una serie de venturosos azares. Venturosos para m, desde luego; yme gustara que tambin para el lector.Todo empez con la amable invitacin de Allen Churchillpara que fuera tres das a Canad, en septiembre de 1992, ypronunciara en Ottawa (Ontario) las Dominion-ChambersLectures sobre la investigacin de la vida de Jess. El tema,pues, ya me lo haban propuesto el ao 1992. Al siguiente fuiinvitado a dar las James D. Belote - Memorial Lectures,durante los primeros das de 1994, en la Escuela Superior deTeologa baptista de Hong Kong. En ambos lugares, los amplios debates celebrados en un ambiente clido y abierto mesirvieron de estmulo, aprendizaje e inspiracin. En el intermedio de las dos invitaciones abord el tema durante una semana en la Nassau Presbyterian Church del campus de laUniversidad de Princeton (New Jersey), y el dilogo me ense de nuevo muchas cosas. Un miembro de esta comunidad

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    7/136

    me regal el libro de J. D. Crossan, gesto que me oblig (fe-lizmente) a leerlo y analizarlo a fondo antes de redactar mislecciones de Hong Kong. Envi una copia de las lecciones aD. Hadidian con la advertencia de que no pensaba publicarlas(salvo en una traduccin china ya prevista). Al regreso deHong Kong, el doctor Amberg me pidi para la revista Theo-logische Literaturzeitung, en septiembre de 1994. la recen-sin de una monografa muy crtica y controvertida de G. L-demann. Esto me llev a un examen profundo de la hiptesisque considera las apariciones del Resucitado como alucina-ciones psquicas de los discpulos y discpulas de Jess. As,pues, tres invitaciones como profesor y dos obsequios de li-bros impactantes me forzaron a ahondar ms y ms en la pre-gunta quin fue (y es) Jess.La circunstancia decisiva se produjo en mi 81 cumplea-os. Encontr en el buzn las galeradas de mis lecciones deHong Kong, enviadas por D. Hadidian. Era un grato obsequiode cumpleaos, pero tuve que hacer lo contrario de lo que meapeteca: reelaborarlo todo y ampliarlo (especialmente ante lapublicacin posterior del libro de Ldemann). No tena clarocmo y cundo me sentira con fuerzas y tiempo para pasartodo el material a mquina. Con motivo del sermn de finalde curso en la Escuela Superior de Teologa baptista, me en-contr en Rschlikon (Zurich) con mi colega de nuevo testa-mento Kelith Dyer, que a finales de junio deba regresar aAustralia. Se ofreci a examinar el manuscrito antes de esteplazo y pulir estilsticamente mi ingls. Con la colaboracinde Ciare Hutt, una estudiante de intercambio de Aberdeen,aprovechamos los diversos materiales (manuscritos de laslecciones, galeradas provisionales y, sobre todo, mis enmien-das, reelaboraciones y aadidos) para confeccionar un textoen el ordenador legible y listo para la imprenta. Aquello fuede gran ayuda y el alivio definitivo de mis preocupaciones.Por eso tengo que dar gracias a Dios: todo esto me ha ser-vido de acicate para la superacin, el reexamen y el aprendi-zaje. Desde aqu deseo expresar mi agradecimiento a aquellosque me han ayudado; primero, a mis anfitriones: el doctor

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    8/136

    Churchill, en Ottawa; nuestros viejos y buenos amigos, seory seora W. Alston y el profesor Cindy Jarvis, en Princeton(sin olvidar al matrimonio Walker, que nos invit a su mesa ynos obsequi con el libro de Crossan); la Facultad de HongKong (yen ella, mi amigo el profesor John Chow). Despus,mi gratitud a todos los participantes, acadmicos y no acadmicos, que escucharon atentos y dialogaron con talante abierto, y al doctor Dyer con Ciare Hutt por su muy valiosa ayuda.Finalmente, Iast but not least, quiero expresar mi profundoreconocimiento a D. Hadidian, que me hizo trabajar duro, casi a la fuerza, y ha corrido el riesgo de publicar el resultado.

    Algo de la realidad de la Iglesia cristiana se manifiesta enexperiencias muy simples de intimidad y unin. Esto me haocurrido especialmente con Elisabeth, en una convivencia decasi 55 aos de matrimonio, sujeta a todos los avatares; connuestros hijos, nietos y bisnietos; pero tambin con los amigos, algunos de ellos ahora mencionados. Conforme avanzoen mi senectud doy ms importancia a esto.

    La edicin alemanaCuando A. Ruprecht me escribi expresando su deseo depublicar mi modesto ensayo en alemn, por estimar que estavoz era hoy necesaria en el coro (o caos?) de tantas voces,traduje la versin inglesa con cierta libertad, pero sin modificarla, aparte de algunas precisiones y referencias (a veces espordicas y nunca exhaustivas) a trabajos importantes aparecidos en el rea lingstica germana, sobre todo en las notas.Agradezco aqu de corazn a la seora Hannelore Wrgler su

    colaboracin en transcribir y revisar los pasajes bblicos y losndices.Si dedico este libro a Rudolf Schnackenburg con la bellaexpresin de Flp 4, 3, es por los veintiocho aos en que hemosintentado tirar ecumnicamente del carro del EKK (Evangelisch-Katholischer Kommentar) -no como animales fabulo-

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    9/136

    sos, sino como bueyes mansos uncidos al yugo-, animar a co-legas timoratos y apremiar a otros. Fue una buena poca querecordamos con nostalgia porque aprendimos mucho unos deotros en sesiones intensivas de trabajo, y es grato ver que aho-ra otros ms jvenes se dejan enganchar al carro.Sobre la nota 33 del captulo 4, el autor hace constar expre-samente que en ella intenta deshacer un malentendido en sin-

    tona con la Iglesia catlica actual y no polemizar contra ella.Zrich, adviento de 1994.

    Eduard Schweizer

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    10/136

    1QU SABEMOS HOY SOBRE LA VIDA DE JESS?

    0.1. La investigacin histrico-crtica formula esta pregunta desde el tiempo de la Ilustracin. Tiene algn sentidopara aquellos que creen en Jess resucitado? Yo trato de vivircomo un creyente. Por eso creo que lo que el Resucitado dijoa sus discpulos despus de pascua no tiene menos autoridadque lo predicado por el Jess terreno. Estoy convencido deque Jess no utilIz en su actividad prepascual el lenguajepospascual que leemos en el evangelio de Juan, porque estelenguaje --el de los largos discursos, por ejemplo, centradosno en el reino de Dios sino en el yo soy ... de Jess- difiere radicalmente del utilizado en las parbolas de los tres primeros evangelios. Pero estoy igualmente convencido de que,a veces, el cuarto evangelio formula con ms claridad que losotros lo que Jess pens realmente l . Algo similar ocurre yacon los sinpticos (Marcos, Mateo y Lucas). Tampoco ellos

    Las abrevIaturas se ajustan a S Schwertner. InternatlOnales Abkurzungsver-zelchlllS fur Theologle und Grenzgebtete, de Gruyter, Berhn-New York 1974,relmpr en Theologlsche Realenzyklopadle, Ibld 1976, Iss , 145ss, cf XVI1 Cf D M Smllh, Johannme ChllStWlllty, Umverslty of South CarolmaPress ColumbIa - S C 1984, 191 What IS latent m the Synopltcs IS patent mJohn Sobre el problema cf R E Brown, An IntroductlOn to New TestamentChmtology, Pauhst Press, New York 1994,71-73 (versIn cast Introduccin ala cristologa del nuevo testamento, Sgueme, Salamanca 2001)

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    11/136

    escriben relatos puramente histricos, sino que dan testimonio de su fe en este Jess. Tambin en ellos encontramos eleco de unas personas llamadas por Jess a ser testigos suyos.La seleccin de los dichos y episodios que figuran en losevangelios expresa ya una opcin personal, la fe del autor.Aparece as fundido lo que los autores conocen despus depascua y consideran esencial para su propia vida, muerte y resurreccin, con lo que refieren del perodo prepascual.Es importante, sin embargo, distinguir en lo posible entre los dichos del Jess terreno (o los relatos sobre l) yaquellos otros que proceden del perodo pospascual. Estadistincin /la implica la atribucin de mayor o menor autoridad en uno u otro caso, como si las palabras pronunciadasliteralmente por el Terreno o lo relatado sobre l fueran en sms esenciales para nuestra fe que las formuladas despusde pascua o lo dicho entonces sobre l y su verdadera naturaleza; pero el deslinde de los dos estratos nos ayuda a entender realmente los textos de los sinpticos, del cuartoevangelio o de las cartas del nuevo testamento. Slo entendemos bien un dicho de Jess o un relato sobre l, si sabemos en qu situacin fueron registrados para nosotros. Quedetermin al autor a recoger justamente esta sentencia o este episodio en su libro, y qu quiso decir con ellos a sus lectores? Qu fin persegua? Por qu puso este dicho o estahistoria justamente en este contexto, lo formul de este modo o lo recre al escuchar al Seor resucitado? Este examenanaltico de los textos del nuevo testamento trata de averiguar algo del desarrollo del mensaje bblico. Qu problemas se abordaron, a qu preguntas se dio respuesta, frente aqu nueva situacin y ante qu nuevos datos se formul elmensaje de Jesucristo en los trminos del texto actual? Dilucidar esto constituye un aspecto importante en la explicacin y comprensin de ese mensaje.0.2. No podemos olvidar, desde luego, los lmites denuestras posibilidades de investigacin. Es cierto que el Seor resucitado contina hablando hasta hoy. Pero lo quenosotros percibimos debe cotejarse siempre muy cuidadosa-

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    12/136

    mente con los primeros textos reconocidos y trasmitidos porla comunidad de Jess: el nuevo testamento. Concuerdarealmente nuestro saber actual con el mensaje bsico que re-cibieron los primeros discpulos? Es, no ya simple repeti-cin, sino un genuino desarrollo de esa predicacin original?Si lo dicho, obrado y vivido por Jess (en tanto llegamos aconocerlo) debe guiar nuestra comprensin de las sentenciasy relatos del nuevo testamento, tambin stos son a su veznorma para todo el desarrollo posterior de la fe en Jess. Aun-que hubo diversas influencias en la formacin del canon, locierto es que ste conserva los textos que se impusieron porsu contenido durante la primera poca de la Iglesia, lo cual noexcluye obviamente que algunas tradiciones extracannicasconservaran lo esencial en casos concretos.Cuando falta esta cautela, no es posible distinguir entrelos dichos de Jess y los nuestros. La investigacin histrico-crtica no llevar por s sola a la fe, pero evita que degenereen supersticin, porque detecta prejuicios y supuestos muyarraigados y ayuda a distinguir entre lo que hay en el texto ylo que nosotros introducimos en l.0.3. Por eso es lgico preguntar en qu punto nos encon-tramos hoy en el maremgnum de la investigacin modernade la vida de Jess. Esta formulacin es ms amplia que lade investigacin del Jess histrico, que significa en rigorla investigacin del Jess que podemos 'descubrir' y exa-minar utilizando los medios cientficos de la historiografamoderna2. Es evidente que el Jess real fue siempre msque esto, como mi madre fue mucho ms de lo que se puedadescubrir con los recursos del historiador. De hecho, todoslos historiadores modernos tienen que dar un perfil a los he-chos que consideran ciertos, colmando las lagunas hasta for-mar la imagen convincente de una persona viva (o de unahistoria que transcurre en una realidad siempre cambiante).

    2 J P. Meler, A Margma! le\,> Ret/unk/flg the Hlstorlw! lesus 1, Double-day, New York 1991,25 (versIn cast. UnJudo marg/fla!l, Verbo DIVInO, Este-!la 1998)

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    13/136

    Mientras hagan esto con honrada obJetIvIdad, aunque seacon la necesaria participacin personal, y excluyan todos losprejuicios de simpata o antipata, la plasmacin de esa imagen constituye una parte mevitable y fecunda de su obra. Eneste sentido intentaremos exponer las aportaciones que hacela reciente investigacin en torno al conocimiento de la vidade Jess.

    l. El Cristo vivo sin una vida de Jess?1.1. Ya el ao 1906, Albert Schweitzer vino a demostrarnos que no es posible reconstruir una vida de Jess en elsentido corriente del trmino. Se desconoce casi todo paracomponer una biografa de Jess: su familia (salvo algunosnombres), su desarrollo interno y externo, las influencias recibidas de los padres, maestros y amigos, la formacin escolar, etctera. Schweitzer reconoci que los evangelistasno estaban interesados en primer lugar tanto en hacer un relato histricamente correcto de Jess, como en el anunciode su fe en l'. Rudolf Bultmann acogi esta conclusin sinreservas. As, lo que exponen los evangelios es la fe de laIglesia primitiva, por lo que nuestro punto de partida debeser el acontecimiento pascual y la fe de la Iglesia basada enl. En este sentido, Jess resucit en el kerigma, en elmensaje de fe43 A Schweltzer. Die Gefchlhcte der Leben-Jesu-Fonchung. Mohr. Tubmgen 61951 = Von Relmarus zu Wrede. 1906 La breve vIsin panorImcacontemda aqu en los apartados 1 y 2 aparece amplIada y con ms documentacIn enE Schwelzer. Jewfdarstellungen und Cfmstologlen felt RudolfBultmann. en B

    Jaspert (ed ). RudolfBultmanns Werk und Wlrkung. WlssenschaftlIche Buchgememschaft. Darmstadt 1984. 122-1484 R Bultmann. Exegetlca. Mohr, Tubmgen 1967.469 El apartado es uncompendIO de lo que fue Importante para m en sus clases y semmanos de Marburgo. desde 1932 a 1935 Su hIpteSIs de una cnstologa Implcita en la predicacin de Jess aparece recogida en su Theologle des Neuen Testaments (' 1953).8" ed O Merck. 1980,46 (versIn cast Teolog{a del Nuevo Testamento. Sigue-me. Salamanca 42001)

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    14/136

    Esto significa que, despus de pascua, slo encontramos aJess en la predicacin de la Iglesia. Adems, esta predicacin nos presenta correctamente la realidad de Jess. Esto esindudable para todos los que creen en Jess sobre la base delnuevo testamento. Ms an, Bultmann reconoce ya en la actividad del Jess terreno una cristologa implcita; es decir,Jess se presenta en sus palabras y obras como la revelacindefinitiva de Dios. Si esto fue o no as, y de qu modo formul o expres Jess tal pretensin, es teolgicamente irrelevante para Bultmann, ya que la fe no depende de los hechosciertos de la vida de Jess. No puede llamarse fe el considerar verdadero esto o aquello por ajustarse a la realidad histrica. Fe significa que alguien se siente tocado en su ser personal (

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    15/136

    1 2 Esto qued ms claro an en el programa de desmI-tologIzaCIn de Bultmann5 , en el que se produce el trasvasedel lenguaje mtICO de otros tIempos a un lenguaje moderno,comprensIble para nosotros Este lenguaje moderno es, segnBultmann, un lenguaje exIstencIal, refendo a nuestra eXIs-tenCIa Lo que la BIblIa descnbe como lucha de DIos contraSatans o como lucha del espntu contra la carne, la mterpretacln moderna lo descnbe como lucha de la fe contra la tendencIa profunda del hombre a presumir (un trrnmo queaparece en todas las cartas autnticas de Pablo, salvo FIlemn), a compararse con otros fSIca o psqUIcamente, en loeconmICO, en lo artstIco o en lo relIgIOSO, y a valorarse como supenor o mfenor segn el temperamento de cada unoSlo puede lIbrarnos de esto la gracIa de DIOS, el reconocImIento de que todo lo que hacemos es ddIva Lo esencIal esesta lucha dentro de nosotros mIsmos1 3 Ya de estudIante en Marburgo pregunt a Bultmannpor qu, ante este panorama, tenemos necesIdad de JessNos explIc que el telogo se dlstmgue del filsofo en que sabe quantl pondens Slt peccatum, la ImportancIa del pecado,y que por eso necesIta algo ms que una mera doctnna Volva preguntar SI Jess vIene a ser entonces una SImple motlva-cln para adoptar la mIsma VISIn de la VIda que gUI su conducta Podemos tomar esta VISIn, Igualmente, de los evangehstas, de Pablo o de filsofos modernos'] NeceSItaramosentonces saber de Jess ms que de Platn, cuya filosofa podemos adoptar sm conocer lo ms mmmo de su VIda'] Nosera Jess, en el mejor de los casos, un buen ejemplo, sustItUIble por otras personas ms prXImas a nosotros']Cuando Bultmann puso a debate su desmItologIzacIn,muchos nos apresuramos a preguntarle por qu detenerse en

    5 R Bultmann Neuev Tevrament ulld MHhologle, BEvTh 96,1941, despues en OffenbaJullg ulld Heilvgevehehell, Kaiser, Munchen 1941,2769, relmprH W Bartsch (ed), Kelygma ulldM}thov 1, H Relch, Hamburg 1948,1551 Eldebate que sigue esta resumido en P J Achtemeler, AllllltroductlOlllJl the Ne ...Hermelleutle, Westmmster, PhIladelphIa 1969, 55-79, en espeCIal, 56-63 (biblIagrafla 169171)

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    16/136

    la desmitologizacin de Jess y de las ideas relativas a la feen l. No haba que traducIr igualmente el lenguaje sobreDios al lenguaje moderno, y hablar de nuestro propio smismo que nos ensea a entender la vida como un don? 6

    2. La historia es indispensable2.1. Ernst Kasemann abri la veda el ao 1953 con unaclebre conferencia pronunciada ante un auditorio de disC-pulos de Bultmann7 El taln de AqUiles de la posicin de

    Bultmann era sin duda su dificultad para explicar por qu ycmo fue Jess lo que el propio Bultmann admita: algo msque un maestro o un ejemplo, algo ms que un simple modelo para entender que la vida es primariamente un don que nodepende de nuestras obras. Si la salvacin se reduce a un mero cambio de nuestra autocomprensin (en lenguaje deBultmann), o a una conversin (en lenguaje de la Iglesia),creemos en nuestra propia fe, confiamos en nuestra propiaconfianza. Y entonces la salvacin se reduce a una idea.Una idea que marca nuestra vida, pero participa tambin detodos los vaivenes de nuestra entrega a esa idea. La Bibliaanuncia, en cambio, las grandes y buenas acciones de Diosque, sin depender de nuestra conducta y de nuestra actitud interna, acontecieron mucho antes y fuera de nosotros, yestn ah. Los evangelios son narraciones, no filosofa abstracta, y esto es vlido tambin para el antiguo testamento.Cuentan acciones de Dios que acompaaron y guiaron a supueblo en la migracin, y acciones de Jess, en quien Diosvino a nosotros y mediante el cual nos reconcili y llegamos

    6 Propuesta Implcita ya en F Bun, ElltmytllOloglSlel ung odel Elltkel vg-matmerung del Theologle 1, en H W Bartsch (ed ), Kervgma und MvrhM 11, HRelch, Hamburg 1952,85-101, en espeCIal, 90 y 96-98 (cf p 99 los mItos sonnecesanos para una determmada autocomprensIn), propuesta explcita en HBraun y en D Solle (lIlfw, notas 9 y 11)7 E Kasemann, Dar Pmblem des /lIstollrlhen Jerur, en Id, E;egetlflheVenuche und Beflllllungen,Vandenhoeck & Ruprecht, Gottmgen 1960, 1187-214

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    17/136

    a ser hIJOS suyos Todo esto fue historIa mucho antes de quenosotros hICIramos algo por DIOS, y fue pura graCIa de DIOsque mnguna filosofa ha pOdIdo soar DIOs est SIempre extra nos (fuera de nosotros), decan los reformadores2 2 Estas tesIs podan formularse de dlstmtas formasJames Robmsoll habl el ao 1959 de A New Quest of theHlstoncal Jesus8 Hasta qu punto se trata de una llueva m-vestlgacln sobre Jess? Robmson subraya las dos vertientesde la verdad los evangelios no son bIOgrafas smo libros depredicaCIn que anuncian la gracia de DIOS, pero esta graCIase realiz en un vIvir y mOrIr terrenales que puede fijarse dentro de las coordenadas de la histOrIa y la geografa de nuestromundo ASI, lo que encontramos en los cuatro evangelios esen efecto la fe de sus autores, pero una fe que est marcadapor toda la bIOgrafa de Jess (InclUIda su muerte) Esta fepresupone tambIn la resurreCCIn de Jess, que es esencIalpara los evangelIstas RobInson entIende la resurreCCIn, PrImordialmente, como el s (

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    18/136

    tendido Jess (como mesas, como HIjo de Dios, etc.), no enla cristologa. Dios parece desvanecerse detrs del amor fraterno: ver al hermano sigmfica ver a Dios 10.2.4. El ao 1967, Dorothee Solle sustituy a Dios por Jess. Lo que Dios era para el hombre, lo asume ahora Jess,porque Dios ha muerto. Por eso, la resurreccin de Cristo seentiende mejor como recuperacin de la identidad de todos;Dios puede revivir en una sociedad no clasista. Dios, definitivamente, no est ya en el cielo; pero Jess le mantieneabierto el futuro I l . Solle se enfrenta as a una actitud teolgica muy conservadora en la que Dios pas a ser un puro objeto cuya eXIstencia haba que afirmar sm necesidad de comprometerse uno existencialmente. Conozco a pocos telogosque procuren pensar y escribir tan honradamente y tan en serio como Braun y Solle. Para ambos, Jess ocupa el centro,pero en calidad de alguien que vivi y ense como podrahacerlo bSIcamente cualquier ser humano. Cabe preguntar,sin embargo, si Jess, sin un Dios que sea Padre y Seor, noequivale a un embajador que sigue ejerciendo su funcincuando el pas al que representa ha dejado de existir hacetiempo.

    10 H Braun, Der Slnn der neuteftament!tehen Chl/stologle ZThK 54,1957,368-171 Id, Die Problemallk elner Theologle def Neuen TeftamentfZThK 'i7, 1960, 18I I D Solle, Stellvertretung eln Kapllel Theologle naeh dem Tode Got-tef, Kreuzverlag, Stuttgart 1967, en e ~ p e c J a I , 170, 175-181, 190-192 Aparte delo sealado en E Schwelzer, JefUfdantellungen und Chnstologlen sell RudolfBultmann, en B Jaspert (ed ), Rudolf Bultmal/llf Werk und Wlrkung, Wlssenschafthche Buchgememschaft, Darmstadt 1984, 128-117 (por ejemplo, F Belo yM Machovec para A, K Nlederwlmmer para B), hay que remitIr en el rea Im-gustIca germana, Junto a muchos otros a) para la interpretacin poltluHocral,a la polmIca de Alt contra el rearme atmico (no contra el servIcIO mlhtar en general, p 101) Fneden m mog!lch - Die Po!ltlk der Bergpredlgt (Plper, Munchen1981) Jess no es ajeno al mundo, smo transformador del mundo (p 25), Ya 1Baldermann, Der Gott def Fnedens und die Gotter der Macht (NeuklrchenerVerlag, NeuklrchenVluyn 1983) la fe en el becerro de oro, el poder vISIble, hasIdo SIempre, desde I Re 12,21, fundamento de la poltIca (p 83), b) para la mterpretacln PflcolglW, sobre todo a E Drewermann (cf mfra, cap 5, nota 45,y para Nlederwlmmer, cap 1, nota 1'i y cap 'i, nota 2) Aunque parezca extrao,ambas posICIOnes, diametralmente opuestas, estn hoy de moda y sus partIdanoslas defienden en sentido exclUSIVO, a veces mdlstmtamente

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    19/136

    2.5. La tendencIa, constatable a resltuar desde los aos70, la figura de Jess y, en parte la de la IglesIa pnmltlVa, enel contexto del Judasmo, ha supuesto un gIro deCISIVO LatendencIa se adVIerte entre otros muchos, por parte Juda ymuy pronto, en D. Flusser, Schalom Ben-Chonn y PmchasLapIde, y espeCIalmente en numerosos y notables trabajOS deJ. Neusner sobre hlstona y relIgIn del Judasmo de la poca;por parte cnstIana, en J. H. Charlesworth l2 Como Braun ySalle, estos autores se concentran naturalmente en la bIOgrafa terrena de Jess, y dejan de lado, tambIn naturalmente,

    12 E P Sanders, Paul alld PaleHlIlwll ludcmm, 1977, Paul the La .... alldthe lel>lsh People, 1983, leY/IV lJIld ludamn 1985 (todos, Fortress Phlladelphta), J H Charlesworth (ed ), le\" and Clulstwn, y leu leIHlme (Crossroad, New York 1990 y 199 1) Para D Flusser (por ejemplo, le UI SelbstzeugIllfell und Bllddo"umelltell, RoMo 140, 1968, con la concluslOn de p 133 yJess se extmgUlo), Schalom Ben-Chonn (por ejemplo, ley un ludentum,Wuppertal1970, donde cIta p 7 a Wellhausen

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    20/136

    los sucesos de pascua y su repercusIn en la IglesIa pnmltIva,o les restan ImportancIa Reconocen, a veces plenamente, lasmgulandad de Jess, pero lo hacen en el sentIdo de una culmmaCIn dentro de las fronteras del judasmo Relvmdlcan aJess para el judasmo y lo remsertan en IsraelEste gIro en la mvestIgacln de la vIda de Jess es extraordmanamente Importante Jessfue UI1]udo, y lo mIsmovale para todos los autores del nuevo testamento Ahora bIen,en el dIlogo entre judos y cnstIanos hay una dIficultad bsI

    ca la IglesIa ha pensado durante SIglos en trmmos de sustancIa, y hoy lo sIgue hacIendo, aunque a menudo sublImlnalmente Pone as de mamfiesto la herencIa de los gnegos,en especIal de Anstteles Este modo de pensar resulta hoy, SIno errneo, al menos problemtIco La cIencIa moderna concIbe el mundo en trmmos de mOVImIento y energa, y la palabra matena no es ya VIable sm una especIficacIn ultenorEs CIerto que la lengua gnega y la cosmovlsln helenstIcaImpregnaban ya la Jerusaln del tIempo de Jess, por su mfluencla desde ms de tres SIglos atrs, sobre todo en las clases cultas, y muchos judos hablaban en gnego, qUIz mclusoel propIO Jess, aunque apenas cabe sealar en los evangelIosuna frase suya formulada ongmanamente en gnego l1 A pesarde todo, la BIblIa hebrea marcaba fundamentalmente la mentalIdad del pueblo en aquellas esferas de la VIda donde ejercala mXIma autondad, como era la esfera relIgIOso-moral2 6 Cuando un judeocnstIano confesaba a Jess comohijo de DIOS, lo haca en el sentIdo de la BIblIa Segn Sal 2,7, el rey se converta en hIJo de DIOs al ser entromzado Desde entonces DIOs actuaba y hablaba a Israel a travs de l Elttulo de hIJO de DIOs defina, pues, a Jess en lnea dmmIca, no esttIca, cualIficaba su Vida como representacIn deDIOS, pero no su naturaleza como tal Aunque el pensamIento gnego se mfiltr espordIcamente en el nuevo testamento, sobre todo en los escntos tardos, la BIblIa neotestamentana, en especIal el mensaje de Jess, debe entenderse

    11 J P Meler AMwgmal Jelt 258 262

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    21/136

    como un relato sobre el Dios vivo. Esto, en rigor, es algo ob-vio. Cuando nos referimos a un ser vivo, no solemos definir-lo de modo esttico>, sino que contamos algo de su vida. Sialguien me pregunta por mi esposa, difcilmente estar inte-resado en datos cuantitativos sobre su altura y peso; esperaque le cuente, por ejemplo, donde naci y estudi, qu profe-sin ejerca, cmo nos conocimos, lo que hace ahora, su esta-do de salud, etctera. Mayor despropsito an sera una defi-nicin esttica>, de validez intemporal, de Dios o, tambin,de Jess. Atemporalmente vlidas son nicamente las indi-caciones direccionales sobre la accin y la vida de Dios o deJess, como la lealtad, la justicia, la gracia>, etctera,que tienen diferente expresin en cada caso.Que Jess es hijo de Dios no significa, por tanto, que sucuerpo difiera en la sustancia fsica del cuerpo de otras perso-nas, que por sus venas corra, por ejemplo, agua en lugar desangre, como se cuenta de Alejandro Magno. Significa queDios mismo habl, vivi y actu en su vida, muerte y resu-rreccin a favor de nosotros, y que exactamente esto constitu-ye su esencia. Si expresamos nuestra fe en la filiacin divinade Jess en este sentido, nuestro interlocutor judo entiende almenos lo que queremos decir. Algo parecido es aplicable amuchas afirmaciones neotestamentarias, que slo se puedenentender realmente en conexin con sus races en el judasmo,primordialmente en el antiguo testamento.

    3. El lugar especial de Jess dentro de su entorno judo3.1. Como cristiano, yo no tomara en serio al interlocu-tor judo .si no aadiera por mi parte que Jess es para m el

    Hijo de Dios escatolgico, la culminacin definitiva de loque fueron los reyes y los justos, o todo Israel, y a los que laBiblia hebrea pudo llamar hijos de Dios14. Debo precisar14 Celebro que el rabmo Judo J Neusner comclda aqu plenamente con-migo (R J Hutchmson, Whar rhe rabbr raughr me abour J e s u ~ ' ChrTo 1993,sept 13,29)

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    22/136

    tambin que Cristo es para m hijo de un modo nico, nosimplemente en grado superlativo respecto a David o a alguno de los llamados justos en el antiguo testamento. El interlocutor judo y el cristiano podran estar de acuerdo en quela condicin juda de Jess es central y en que el ttulo hijode Dios debe entenderse siempre en el sentIdo de la Bibliacomn del antiguo testamento; pero siempre quedara en suspenso si hay que llamarlo as y, sobre todo, en qu sentidoexacto. Cabe avanzar ms en esta lnea?3.2. Segn Maurice Caseyl5, Jess fue un profeta Judoque nunca se present como mesas. Habl de s con modestIa y us ocasionalmente la expresin hijo del hombre, pero en un sentido general, ms o menos como nosotros decimos este hombre. Esperaba el final inminente del mundo yla llegada definitiva del reino de Dios. Por eso extrem lospreceptos de la Ley y puso especial nfasis en el mandamiento del amor al prjimo. Presinti su muerte, pero confi enuna rehabilitacin (

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    23/136

    diterrnea, que permite obtener muchas enseanzas. En la segunda parte de su libro aborda el problema del Jess histrico a partir de la imagen que de l trasmiten las fuentes literarias. Segn Crossan, la magia y la mesa (

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    24/136

    fuentes como mnimo, independientes entre s, forman unabase slida para la reconstruccin de la vida de Jess. Crossan no pretende conseguir una objetIvidad inalcanzable, pero s una honradez alcanzable24, principio al que cabe asentir plenamente y que no podemos cuestIOnar.

    4. Preguntas crticas4.1. Sin embargo, surgen dificultades. La primera consiste en la cuestin de la cronologa de lasfl/entes utilizadas.

    Cules atestiguan un estrato de tradicin temprano y culesuno tardo? Es obvio que pueden aparecer tradiciones tempranas en fuentes tardas y viceversa; pero cmo se demuestra esto? Y cuando descubrimos el deslizamiento de una posicin a otra, qu direccin o qu sentido sigue? La teora dela doble fuente, segn la cual Mateo y Lucas conocieron eltexto de Marcos y, adems, una recopilacin de dichos de Jess y relatos sobre l (Q), es muy probablemente correcta,aunque algunas particularidades contman siendo muy discutibles. Pero qu pasa con el Evangelio de Toms, donde encontramos extraas ideas de influencia gnstica que parecenhaber surgido en poca relativamente tarda? Hay en l textos anteriores a nuestros evangelios cannicos? Muchos investigadores europeos, a diferencia de los estadounidenses,conjeturan que el Evangelio de Toms depende de los evangelios cannicos. Se conserva en una versin copta que fuehallada en Naghamadi y es muy difcil de fechar25 . Algo pa-

    24 bId. XXXI-XXXIV25 bId, 383 E Hennecke-W Schneemelcher, Neutestamenthche Apokry-phen, Mohr, Tubmgen ; 1987, 202-222, fecha el manuscnto en la transICin delsiglo IV al V, y la redaCCin final del texto, el ao 140 aproXimadamente, lo mstarde a pnnclplOs del siglo I1I, ya que el EvangelIO de T o m ~ es utilizado en losHechos de Toms Ese evangelio combma ya diversas sentencias smptIcas deJess y, en opinin de Crossan, contIene muy pocos dIchos que puedan conSiderarse ongmanos de Jess DISiente R Nordsleck, Re/ch Gottes - Leben der WeltJem elgene B o t ~ c h a f t Unter EmbeZlehung des T/lOmasevangehum, NeukIrchener Verlag, NeukIrchen-Vluyn 1994

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    25/136

    recido hay que decir del Evangelio de Pedro26 , que nos ha llegado en un manuscrito del siglo VIII o IX descubierto enEgipto; esta circunstancia hace que sea dudosa la posibilidadde reconstruir a partir de l una especie de evangelio de lacruz, ttulo que da Crossan a lo que sera un primer antecedente del relato de la pasin27 An ms problemtico esel evangelio secreto de Marcos que cita Clemente de Alejandra, hacia el ao 200, en carta que slo se conserva enuna copia del ao 1750 aproximadamente (en rigor, sloen una fotocopia de la misma)28. Se menciona, en fin, la Carta de Bernab, redactada entre los aos 90 y 13529 , una exposicin alegrica de pasajes del antiguo testamento.4.2. En segundo lugar, Crossan trabaja con estratos tempranos y tardos dentro de Q. No se han demostrado hastaahora los criterios objetivos para distinguirlos, mucho menospara su ordenamiento cronolgico. La distincin an es hipottica, aunque cabe sealar probablemente en algunos de sustextos un desarrollo de la cristologa. Ms importante es sabersi Q fue alguna vez el nico evangelio de una comunidad.Quiz fuera una recopilacin de dichos de Jess utilizada poruna comunidad que, adems, celebraba la pasin y resurreccin y/o las lea en un evangelio (breve) anterior. Tambin esposible que Q fuese manejada desde el principio junto con elevangelio de Marcos, como hoyes costumbre alternar la Biblia con antologas de sentencias de Jess -sobre la vida conyugal, por ejemplo- o de exhortaciones ticas tomadas de To-

    26 Contra J D Crossan (The Hlftonwl Jesus, 385-387), cf J Green, TheGospel (1Peter Source Jor a Pre-Canomwl PaHlOn-Narratlve J ZNW 78, 1987,293-101 Contesta negatIvamente la pregunta, porque el Evangelw de Pedro no esun testIgo mdependlente Tambin G Ludemann, Die Aliferstehung Jew, Vandenhoeck & Ruprecht, Gottmgen 1994, 2RadlUsverlag, Stuttgart 1994, supone que conoci nuestros cuatro evangehos --entonces an no canomzados- (p 160, nota 507)27 J D Crossan, The HfUJI"lcalJesus, 385-387 (cf 462-466) e lIifra, cap 4,nota 1028 bid, 32829 Klaus Wengst, Bamabasbnej, en TRE V, 238-241, lo data entre 130 y132, porque 16, 3s alude a la construccin del Templo de JpIter y no hay en elescnto mnguna referencIa a la guerra de los aos 112- I 35

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    26/136

    ms de Kempis. Yo no creo que en los primeros tiempos existieran comunidades radicalmente diferentes entre s y conevangelios dispares. Hubo naturalmente diversas lneas detradicin; pero Pablo, cuya vocacin parece haberse producido entre uno y tres aos despus de la muerte de Jess, y queactu sobre todo fuera de Jerusaln y de Judea, donde vivanlos judos helenistas, conoce, por ejemplo, una sola Iglesiaprimitiva con diversas concepciones sobre la misin pagana(Gl 1, 17-24; 2, 1-2). En la literatura jonica constatamosque la falta de referencias a la vida y palabras del Jess terreno en las cartas no demuestra en modo alguno que sus comunidades desconocieran el evangelio de Juan (al menos en estado naciente, caso de que surgiera tardamente en la escuelajonica). Por eso considero muy problemtico que existieraalguna comunidad para la cual la cruz y la resurreccin fuesen episodios secundarios304.3. En tercer lugar, siempre es difcil decidir cul es elestrato temprano y cul el estrato tardo de un proceso evolu-tivo, aunque sea posible distinguir claramente ambos estratos.La forma ms compleja es el desarrollo de una forma mssimple (como suele ocurrir), o la ms simple es una abreviacin de la ms compleja (como puede ocurrir)? Un ejemploextravagante es la valoracin que hace Crossan del evangelio secreto de Marcos: Jess se encuentra en Betania; unamujer rechazada por los discpulos le suplica: Hijo de David, apidate de m, y va al jardn con l. All oyen un gritoque llega desde un sepulcro. Jess corre la losa, resucita a unjoven rico y le desvela el misterio del reino de Dios3l Parecetratarse de una combinacin tarda y grotesca que asocia a lamujer de Betania con la resurreccin de Lzaro (Jn 11,38 12,2; cf. Mc 14,3), el grito del ciego de Jeric (Mc 10,47),

    30 E Schwelzer. TheologHche Emleltung m das Neue Testament, GNT 2(1989) 46-52 Tambin son escpltcos sobre la eXIstencIa de una comumdad deQumrn J Halverson, Oral and Wntten Gospel A Critique ofWerner Kelber,NTS 40 (1994) 189s, y M Hengel, Aufgaben der neutestamentlzchen WHsen-vchaft, en ,b,d , 336 Para la cronologa de la VIda de Pablo, cf mIra, nota 3431 J D Crossan, The Hlstorlcal Jesus, 329

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    27/136

    el rechazo de los nios por los discpulos (Mc 10, 13), la remocin de la losa del sepulcro de Jess por el ngel (Mt 28,2), el joven rico (Mt 19,20-22), el joven desnudo envuelto enla sbana (Mc 14,51-52) y, finalmente, la expresin misterio del reino de Dios (en singular slo Mc 4, 11). Esto no parece ser un relato preevanglico; se asemeja mucho ms a laamalgama tarda de los diversos relatos de pascua en el apndice inautntico de Marcos (Mc 16,9-20).Algo por el estilo, aunque no comparable a lo anterior,ofrece el Evangelio de Toms. Hay en l sentencias de Jessque combinan diversos textos de los evangelios cannicos(21, 47 Y76, por ejemplo). Otras contienen inequvocamente,a mi juicio, interpretaciones posteriores; la ms importante deellas, la de la oveja perdida, por ser la ms extensa (107; cf. ladel pez grande, en 8). Cabe sealar tambin 26, 61, 69, 77,79,89, 101, 104, 109. Esto no significa la inexistencia de formas tempranas, pero son difciles de demostrar. Otros textosrecogen la anttesis paulina de la carne y el espritu (29) o lafrase (apcrifa) citada en 1 Cor 2, 9 (17). Ideas como la delcadver del mundo (56) o del hombre originario andrgino(11, 22, 106), incluso el dicho de Jess sobre la conversin deuna mujer en varn para salvarla (114), no proceden de Jess;tampoco la orden de desnudarse sin vergenza para ver al Hijo de Dios (37), o la polmica contra los defensores del tritesmo en lugar del monotesmo o el dualismo (30).4.4. En cuarto lugar, una reflexin a fondo obliga a desechar el testimonio mltiple como criterio exclusivo. Es comprensible que ciertas expresiones e imgenes que ya no tenancabida en la Iglesia pospascual, desaparecieran de la tradicin. De ah que slo consten a veces en una sola fuente (o enninguna). Por ejemplo, la Didaj (16,6-8) incluye la prediccin sobre la seal del Hijo del hombre, el toque de trompeta y la visin del Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo (Mt 24, 30s) (algo semejante encontramos en elApocalipsis de Elas 32, 4, JSHRZ V/3, 251 y la nota d) enforma precisa y teolgicamente elaborada, pero sin la reiterada expresin Hijo del hombre (que falta tambin en otros

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    28/136

    pasajes de la Dldaj). Esto podra atribuirse a una versinpremateana que omita ese ttulo; pero es mucho ms probable que la Didaj o la versin en ella subyacente no recogiera el ttulo por haber cado en desuso poco despus de pascua.Puede verse. tambin la omisin del bautismo de Jess enJuan (Jn 1, 33), etctera.Es lgico, a la inversa, que expresiones e imgenes quefueron importantes para la Iglesia, aunque surgieran despusde pascua, aparezcan varias veces en las fuentes. Por ejemplo,la exhortacin a la vigilancia ante la proximidad del juicio final (el ladrn, no el Seor, como Mc 13, 35 par., ni elnovio, comoMt 25, 1), es sin duda importante en la Iglesiaprimitiva. Por eso aparece esta imagen en Lc 12,39; 1 Tes 5,2; 2 Pe 3, 10, y como palabra de Cristo resucitado en Ap 3, 3;16,5 y en EvTom 21,3'2. Pero este marcado testimonio mltiple no demuestra en modo alguno que proceda del Jess terreno. Siempre es de desear la existencia de varios testigosfiables, como en la cuestin de la autenticidad de un cuadrode Van Gogh, por ejemplo, ya que despus de haber creado lsu estilo otros pudieron imitarlo; pero, probablemente, muypocos podrn engaamos si nos gustan realmente sus cuadrosy los hemos visto una y otra vez. Anlogamente, hay dichosde Jess en los que se manifiesta el mismo espritu, aunquelos trasmita una sola fuente.

    4.5. En quinto lugar hay que mencionar an otra objecin decisiva contra las reconstrucciones de Crossan. Si la actividad del Jess terreno pudiera reducirse a lo que Crossanpropone, quin pudo haber compuesto los evangelios? Habra que imaginar una serie de personas que habran superadoal menos en parte al propio Jess. Quin pudo alumbrar laparbola del hijo prdigo en su forma actual? Quin plasmuna imagen como la del amo que regresa tarde y sirve la cena a los criados (Lc 12,37; cf. 22, 27, Jn 13, 1-17)? Quininvent una escena como la de Getseman? O un relato de lacrucifixin donde Jess expira exclamando Dios mo, Dios32 bId, 2505

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    29/136

    mo, (,por qu me has abandonado?, a la vez que da una granvoz, con la mmedlata confesin del capitn pagano realmente, este hombre era hiJo de DiOs? (,Y hubIeran formulado las mltiples alusIOnes al futuro remo de DiOs sm mSIstIrmucho ms en los detalles apocalptIcoS y, sobre todo, en lasreferencias a la fecha de su vemda?Cabe plantear tambin el tema de la probabllldad hlstnca. Es posible que Jess hablara tan slo de un remo de DIOSya presente o, al menos, no hiciera constar expresamente queese remo no se haba reahzado an, aunque el mensaje delBautista fue de carcter apocalptico y la Iglesia pnmltIva SI-gUi despus de pascua en actitud de espera y qUIz entendimcluso la resurreccin de Jess como fin del mundo y comienzo de los acontecimientos ltimos (cf. nota 183). Pero(,es probable esa tesIs? (,Y es realmente Imagmable que la ltima cena de Jess con los discpulos fuese una cena ordmana?". Y SI Pablo, que haba vlSltado a Pedro (y a SantIago) enJerusaln, permaneciendo all dos semanas, dentro de los cmco pnmeros aos despus de la muerte de Jess '4, atnbuye sutradiCin de la ltima cena al propiO Seor ( l Cor 11, 23),(,no habra descubierto que el relato de la ltima cena de Jess slo pas a ser una hturgIa despus de pascua y sm previOfundamento para ello? (,Podra haber citado las palabras In -terpretativas como palabras del Seor SI no las consideraseciertas?

    33 bid, 361, cf mfra, cap 4,33-734 GI 1, 18-20 La estancia de Pablo en Connto puede fecharse con CIer-ta aproxImacIn, porque Gahn (Hech 18, 12) fue all procnsul desde la pnmavera de ao 51 hasta la pnmavera del 52 (o, menos probablemente, hasta un aodespues) Cf ahora J Murphy Q'Connor, Paul and Cal/lO, JBL 112, 1993,315317 SI calculamos retrocedIendo en el tlempo a partIr de ah, tenemos que fijarla vocaClOn de Pablo entre los aos 32-33 (35 lo ms tarde) Cf G Ludemann,Die Auferstehung lesu, 57s yE Schwelzer, Theologlsche Emleltung m das NeueTevtament, 55s

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    30/136

    5. Debemos resignarnos?5.1. S tan bien como Crossan que ni su reconstruccin

    ni la ma son demostrables. No podemos alcanzar una segu-ridad total. Estamos, por tanto, en un callejn sin salida?Slo caben dos alternativas. Una consiste en asumir la solu-cin originaria de Bultmann: la postura de la Iglesia primiti-va fue una opcin de fe que no es susceptible de ulterior in-vestigacin; no puede demostrarse como recta ni como falsa,y esto plantea el problema de la significacin del Jess terre-no, de su muerte y resurreccin. Entonces, el acontecimien-to salvador corre el riesgo de resolverse en un mero cambiode conciencia por nuestra parte o (dicho con el lenguaje tra-dicional de la Iglesia) en una conversin realizada, quiz,con ayuda de Jess como maestro o modelo. Es esto su-ficiente? Nuestra fe consiste en creer simplemente en el he-cho de nuestra religiosidad? Y no quedaran nuestra fe yconfianza expuestas al vaivn incesante de los sentimientosy las vivencias? La otra alternativa consiste en unirnos a Ka-semann y a muchos otros que le han seguido. Entonces topa-mos con los problemas del historiador. Si el fundamento his-trico es de importancia primordial, quin nos dice si Jessfue un predicador del existencialismo, como lo ve Braun, o unpoltico de izquierdas, como lo entienden S611e y Machovec, oun psicoterapeuta, como parecen sugerir Niederwimmer''i yDrewermann, o un profeta judo, como propone Casey, o un l-der campesino carismtico, como pretende Crossan, o algunaotra cosa?Intentar responder a estas preguntas en los captulos quesiguen, centrndome en tres puntos. Previamente quiero ha-cer las siguientes aclaraciones: Primero, me sumo a la posi-cin de Kasemann, que fue ya la de Karl Barth: en la perso-na de Jess, Dios llev a plenitud su historia con Israel. Esto

    35 K Nlederwlmmer, Jems, Vandenhoeck & Ruprecht, Gottmgen 1968,cf mIra, cap 5, 1 2

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    31/136

    aconteci fuera de nuestras mtenciones y de nuestro conocImiento. La accin divina es nuestra salvacin. Jess es sinduda maestro y modelo (Jn 13, 15), pero es mucho ms queeso (Jn 13, 8). Este ms aparece descrito en numerosasimgenes del nuevo testamento que tratan de significar que lasalvacin aconteci entonces y all, en determinado puntodentro del tiempo y el e s ~ a c i o de la historia terrena. Por esoes de capital importancia la mvestigacin imparcial y autocrtica de la vida y muerte de Jess.5.2. Segundo, la certeza absoluta en los detalles es imposible de alcanzar. Los historiadores de la antigedadclsica acogen a veces con una sonrisa los escrpulos queadvierten en sus colegas del nuevo testamento. Si ellos investigaran la historia de la antigedad greco-romana con elrigor que solemos aplicar nosotros, no llegaran muy lejos;pero nuestro objeto de investigacin es un solo y breve libro, con alguna literatura complementaria; por eso disponemos de mucho ms tiempo para enfoques siempre nuevos.Yo conozco pocos detalles de la vida de mi madre con certeza absoluta. Mi hermana me cuenta a veces un episodio demodo diferente a lo que yo recuerdo. Conservamos, no obstante, una imagen clara de lo que ella era y cmo vivi. Quiz a partir de esta observacin haya que poner un interrogante detrs del proyecto del Seminario sobre Jess en losEstados Unidos. En l se debaten a fondo dichos y hechosconcretos de Jess; despus se somete a votacin, con bolitas de diferente color, el grado de certeza en la calificacinde esos dichos y hechos como autnticos o inautnticas16. Aveces, cuando nos concentramos en problemas aislados, losrboles no nos dejan ver el bosque. Hay por otra parte, como analizaremos en el captulo segundo, otros criterios para la historicidad adems del testimonio mltiple (cf. captulos 1, 4.4; 2, 1.1).

    36 J o Crossan, T/le H l ~ t o l l a L J e s u ~ , 424s R E Brown, An [lltlOductumto New Testamellt Cfmto{of{), 24, para qUIen el 82% de los dichos de Jess sonconSiderados lfiautntlcos

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    32/136

    5.3. Tercero, no podemos enjuiciar a Jess sm refenrnosa su influencia. Lo conocemos a travs de personas impactadas por l internamente, sanadas de males y dolencias corporales o anmicos, que encontraron en l el sentido de la vida yla paz, transformadas radicalmente por l y por la predicacinde sus discpulos. Por eso es imposible trazar una lnea precisa entre la accin de Jess de palabra y obra y la de sus sucesores. Esto lleva a la cuestin del canon. Visto desde fuera, elcanon se form por opciones a veces histricamente muyaleatorias de la Iglesia en los primeros siglos. Su importanciafue secundaria en lneas generales. Se impusIeron los escritosreunidos en el nuevo testamento, fundamentalmente, porquese haban acreditado durante los dos primeros siglos por suvigor espiritual en todas las situaciones posibles. Se conservaron y trasmitieron porque ofrecan ayuda y gua, consueloy estmulo. Salvo muy raras excepciones, no hay escritos,menos an libros, de aquella poca merecedores de ser incluidos sin gnero de duda en el canon, y apenas alguno quedeba ser excluido de rn.5.4. La alternativa es, pues, muy simple: o concluimosque la Iglesia primitiva estaba en el error, no slo en detallessino en 10 fundamental, o concluimos que el nuevo testamento en su conjunto est bien orientado y nos da una imagen correcta de la vida y muerte de Jess y del acontecimiento depascua. Esto implica el problema mencionado al comienzodel primer captulo: la influencia de Jess en sus discpulosse puede descubrir igualo quiz mejor a travs del testimoniode aquellos que, como el autor del cuarto evangelio, empleanel lenguaje propio del periodo pospascual y caracterstico desu tiempo? Si contamos con que el Espritu de Dios actuabaen la Iglesia pospascual -y esto es obviamente una cuestinde fe-, no es necesario trazar estrictamente la lnea divisoriaentre el Jess terreno y la influencia que ejerci en los disc-

    37 Para ser smcero no estoy tan seguro en lo tocante a la Cw fa de Judas,pero no sera parlIdano de exclUirla del canon, y SI algn snodo as lo resolVIera, sera un cambIO muy margmal

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    33/136

    pulos. Esto no debe impedimos, desde luego, indagar crtica-mente aquellos factores extraos que encubrieron o falsearonesta influencia; pero leeremos y oiremos el mensaje con pre-juicio positivo, esperando aprender algo de los autores bbli-cos que dan testimonio de Dios y sus acciones con autoridad,aunque esta autoridad no sea absoluta.

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    34/136

    2JESS, NARRADOR DE PARBOLAS

    Si es verdad que no podemos trazar una lnea precisa entre Jess y la influencia que causa en los otros, tambin lo esque debemos estar atentos y ser sensibles al desarrollo de latradicin desde l hasta el anuncio pospascual de la Iglesia.Una fe que pierde sus races -la vida y muerte de Jess deNazaret datables en el tiempo y el espacio- degenera en ideo-loga, en una vida que se rige por una idea fija, que no piensa sus fundamentos ni permanece abierta a un crecimientovivo. La frase de Pablo, que igualmente hubiera podido formular Jess, cuando soy dbil, entonces soy fuerte (2 Cor12, 10), podra entenderse simplemente como frmula de unafilosofa de la existencia. Entonces significara que los fracasos pueden ser ms provechosos que los xitos, algo queunas veces se cumple y otras no. Pero la frase es para Pablocifra y corolario de una historia, y carece de sentido sin estahistoria. Dicha historia es la de Jess de Nazaret, que murien cruz, extramuros de Jerusaln, el ao 30 aproximadamente, y al que Dios manifest resucitado ante los discpulos (incluido Pablo) poco despus de pascua. Pablo est persuadidode que Dios brind a los humanos, en esta accin, el perdn,el amor y la filiacin divina.Por ser la vida, muerte y resurreccin de Jess el fundamento de toda fe y de toda predicacin, examinaremos pri-

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    35/136

    mero los criterios de credibilidad histrica y analizaremosdespus un hecho indubitable: Jess habl en parbolas.

    1. De nuevo, los criterios1.1. Cules son los criterios para juzgar lo originario, loque es atribuible a Jess mismo? John P.Meier propone comovlidos cmco criterios l . Son los siguientes:a) Dificultades objetivas (

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    36/136

    d) Coherencia (

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    37/136

    en duda. Puede aplicarse a ellas el criterio de desemejanza? Existen recopilaciones de parbolas rabnicas; a pesarde lo cual Ernst Fuchs tuvo que declarar hace algunos aosen Marburgo que lo nico que los investigadores del nuevotestamento haban descubierto en los ltimos cincuenta aosera que Jess cont parbolas. Qu quiso decir con eso, si esque no se trata de un mal chiste? Creo que su afirmacin toca un problema que es, en efecto, extraordinariamente importante para toda la cuestin de la actividad terrena de Jess.Entre las parbolas de los rabinos y las de Jess hay una di-ferencia fundamental. Aqullas parten de un principio a demostrar o desembocan en l; ese principio puede ser un precepto de la Escritura y su interpretacin correcta. La parboladebe entonces ilustrar lo dicho, de suerte que los oyentes olectores asientan y declaren: as es exactamente! Una vezconvencidos de la verdad formulada, pueden olvidar la parbola, que ha cumplido con su cometido. En la primera clasede la escuela elemental, nuestro profesor utiliz muy probablemente algunas imgenes para enseamos el alfabeto: LaF mayscula se parece a una bandera desplegada, verdad?,etctera. Ahora s la forma que tiene una F y no necesito yaimgenes como apoyo memorstico; por eso he olvidado antiguas imgenes que o en la escuela. No es este el caso en lasparbolas de Jess.2.2. Jess no explicaba antes o despus, en lenguaje normal y no figurado, el significado de sus parbolas. No se li-mit a ilustrar (despus o antes) el contenido de una doctrinao precepto. El comienza directamente su relato o lo introducecon un breve giro: El reino de Dios se parece ... , y al finalno recapitula lo dicho en el relato. Cuando encontramos estossumarios en los textos, existe la vehemente sospecha de quefueron aadidos tardamente por la comunidad. As, la extraa historia del administrador desleal en Lc 16, 1-13 va seguida de tres o cuatro intentos de aclaracin: el administradordesleal es lo bastante sagaz para prever las consecuencias deldescubrimiento de sus estafas, mientras que los hijos de laluz olvidan lo que hay que hacer de cara al juicio de Dios; o

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    38/136

    bien: con el Mammon se pueden ganar amigos que le defiendan a uno; o: en contraste con ese administrador, hay que serhonrados aun en lo pequeo; o por ltimo: no se puede servira Dios y al Mammon. Estas aclaraciones muestran los tanteosde interpretacin por parte de los difusores de la parbola.Podemos referirnos tambin a la parbola del juez injusto enLc 18, 1-8. Comienza con la frase: l (Jess) les cont unaparbola para explicarles que deban orar siempre y no desanimarse, y concluye reiterando esta exhortacin con otraspalabras. La rareza de estas interpretaciones y, sobre todo, susdisonancias con lo narrado en la parbola indican que se trata de propuestas tardas de interpretacin.2.3. As pues, una parbola de Jess no puede reducirsea una doctrina o a un estmulo tico que nos permita prescindir de ella, satisfechos de haberla entendido y asimilado internamente. Ocurre algo similar, significativamente, con losprofetas del antiguo testamento. Como las parbolas de Jess,la de Natn en 2 Sam 12, 1-4 narra sin prembulos la historiadel rico que sacrifica la oveja del pobre. Tambin aqu hayrasgos sorprendentes que slo son comprensibles desde larealidad significada (cf. infra, 3.3): la oveja duerme en el senode su propietario y ste la considera como un hijo. La parbola slo se puede entender desde dentro, desde la perspectiva del que oye la frase t eres ese hombre! y comprende que se trata de l mismo, y la escucha y acepta comovoz de Dios a travs del profeta que habla con autoridad divina. La glosa de esta frase en v. 7-9 no parece necesaria, yaque tampoco armoniza con ella, pues la oveja no fue sacrificada (Betsab), sino su propietario (Dras). Resulta as muyclaro que esta parbola es la palabra singular de Dios en unasituacin muy determinada y no la ilustracin de una verdadgeneral. Pero, a diferencia de Jess, Natn habla de una opcin tica de David que el profeta podra formular tambindirectamente, aunque con dudoso xito en este caso.Parece inevitable, en suma, adems de investigar el contenido de las parbolas de Jess, preguntaIJWS por qu empleese lenguaje al exponer el misterio del #!no d.>-Dios. y. no se

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    39/136

    limit a extraer conclusiones ticas, como en el sermn de lamontaa, por ejemplo. Si las parbolas no son meras ilustraciones de doctrinas o preceptos capitales, qu son? El hechode que no podamos ya eludir esta pregunta es -segn Fuchsla aportacIn decisiva que ha hecho la investigacin cientfica del nuevo testamento en nuestro siglo. Por qu el reino deDios tiene que anunciarse as y no puede hacerse comprensible a los humanos sin imgenes?

    3. La parbola de una solafrase de Lucas 13, 213.1. El resultado de la intensa investigacin que mis colegas han realizado en torno a las parbolas de Jess durantelos ltimos decenios5, puede compendiarse en cinco puntosque se ejemplifican en el siguiente texto: Lc 13, 21. Elversculo pertenece a la fuente de los logia Q, y enlaza allcon la parbola del grano de mostaza, trasmitido tambin en

    Mc 4, 30-32. Mientras Lucas recoge ambas parbolas msadelante, en el captulo 13, muy probablemente en correspondencia con el puesto que ocupaban en Q, Mateo sigue aMarcos, pero aade al smil del grano de mostaza la parbola afn de la levadura, tomndola de la tradicin Q. Algo similar observamos en otros pasajes de Mateo.Hay razones slidas para afirmar que la parbola de la levadura pertenece a la predicacin original de Jess, puescumple con los siguientes criterios: l. Dificultades objetivas: levadura es normalmente imagen de algo impuro. Poreso, 2. (

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    40/136

    lenguaje comente de la IglesIa pnmItIva ( l Cor 5, 6-8)6 3TestImomo mltiple la parbola fIgura en Q y en el Evan-gelIO de Tomas 4 CoherencIa aparece estrechamente lI-gada a la parbola del grano de mostaza, que encontramostambIn en Mc 4, 32s Fmalmente, 5 (

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    41/136

    religioso. Jlicher7 y muchos otros han subrayado con raznesto; pero qu significa? La mujer observa primero, simple-mente, que Jess no se acerca a ella con un artculo de fe ocon una nueva ley, sino con una historieta. La historieta hablade una experiencia que ella ha vivido cientos de veces. Estereino de Dios, por lo visto, es algo que tiene que ver con ellay no slo con los hombres, o con letrados que saben leer yhasta entienden el hebreo. Una puede vivir, por lo visto, sinhaber alcanzado un determinado grado de formacin. El rei-no de Dios que anuncia este predicador llega directamente aella.Y ella ha comprendido ya lo ms importante en las par-bolas de Jess: slo puede entenderlas el que se deja implicaren la historia que cuentan. Slo es posible entenderlas desdedentro8. Siempre que nos impresiona una parbola de Jess,tenemos que estar dispuestos a entrar totalmente en ella.El breve enunciado no encierra ninguna nueva informa-cin para ella. Cmo se fabrica el pan, lo sabe desde hacetiempo; pero la afirmacin de Jess le evoca ciertas experien-cias vividas al amasar el pan y la inician en otras experienciascon el Dios que ahora se acerca a ella en el encuentro con Je-ss, para crecer tambin en su vida. Algo de esto acontecesiempre que empleamos un lenguaje figurado. El lenguaje in-formativo normal podemos procesarlo mecnicamente, tradu-cirlo por ordenador a otra lengua; pero esto no funciona enlas imgenes ms simples y primitivas. Si un estadounidensellama honey a su amiga y lo traducimos por miel, resul-ta grotesco para todos los que an no hablan un castellano tanamericanizado que apenas les sorprenda la expresin. El len-guaje figurado requiere un mnimo de disposicin para el in-tercambio lingstico, siquiera para constatar que no rige aquel significado normal, sino uno figurado. Pero la diferencia esmucho ms profunda. Aunque construyamos un ordenadorcapaz de decidir a nivel lingstico si el trmino justo es

    7. A. Juhcher, Die Glelchnsreden Jesu 1, Mohr, Freiburg 21888, 147s, porejemplo8 J D Crossan, In Parables, Harper and Row, New York 1973, 13

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    42/136

    miel o amor, el ordenador no podr contarnos cmo, enqu tono es pronunciado el vocablo, con el amor florido deladolescente que se lo dice por primera vez a su chica o con laindiferencia de una vendedora que pregunta: qu se le ofrece, 'honey'?, sin querer decir otra cosa que seora. En unplano mucho ms elevado, la oyente de Jess ha de escucharcon todos sus sentidos y no mecnicamente. Hasta comprender que esa frase tiene que ver muy directamente con ella. Enefecto, el reino de Dios viene ahora a ella, a esta campesinagalilea.3.3. Tercero. Jess menciona tres medidas (

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    43/136

    pensar siqUIera en cercados y espantapjaros? (Mc 4, 26-28)?Y qu padre se comportara como el de los dos hijos (perdidos) (Lc 15, 11-32)? (cf. tambin, ms adelante, cap. 4, 3.2,mis consideraciones sobre Lc 12,37). Contrariamente a Crossan10, yo no creo que las parbolas sean rlustraciones convincentes para el auditorio porque apelan a la sana razn. Apelantambin a ella, pero lo decisivo es justamente lo inslito, loque provoca extraeza y despierta la atencin de los oyentes.

    Esto aparece con especial claridad en la parbola del hiJO prdigo (cf. infra, cap. 4, 4.4). En un coloquio interdisciplinar de profesores de la Universidad de Ginebra, donde sedebata este relato, el psiquiatra l l seal que la conducta delos dos hijos responde exactamente al modelo de anlisis psicolgico moderno de la pubertad, especialmente en lo relativo al freudiano complejo de Edipo. El hiJo menor de la parbola mata al padre a efectos de su propia conducta, porquese comporta como si el padre hubiera fallecido ya: Dame laparte de la herencia que me corresponde. All y entonces, esta exigencia sin haber precedido la muerte del testador es algo inaudito. Si un hijo quera o deba emigrar, le podan asignar un terreno que recibira a su debido tiempo. El hijo podatambin venderlo, pero de forma que el comprador slo acceda a la posesin del campo despus de la muerte del padre 12 El hijo mayor tambin da muerte al padre a efectos prcticos. Hace tiempo que no lo quiere ni le sirve. Vive y trabajapara el padre que l se forja como ideal; no ama al padre real,sino la imagen que l se hace del mismo. Cierto que amboscaracteres aparecen enfatizados y nos incitan as a identificarnos con ellos, aunque sus rasgos apenas existan en nosotros; pero el mensaje decisivo de la parbola reside en el pa-

    10 Crossan, The HlStoncal Jesus, Harper, San FrancIsco 1991, 350s (versIn cast Jess. vida de un campeSlflO judo, Crtica, Barcelona 1994), cf JulIcher, cItado en mI dIsertacIn EGO E/MI, FRLANT 38 (1939) 114, nota 11, aunque con una leve crtica11 L Belmaert, La parabole de [,enJant prodl[?ue (LuG 15. 11-32) lue parun analyste, en F Bovon-G RouIller (eds ), ExegesH, NeuchiitelPans, Delachaux et Nestl 1975, 136-14412 FItzmyer, The Gospe! aGcordlflg to Luke, 1087

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    44/136

    dre. Con l empieza, con l acaba la parbola y l desempeael papel central en las dos partes. El personaje es en extremosorprendente. Slo Jess, que pretende conocer al Padre celestial mejor que cualquier ser humano en la tierra, puedeatreverse a disear esta imagen de amor sin lmite.Anlogamente, la campesina impresionada por la extraaimagen del montn de harina. supone que el reino de Diosque Jess quiere implantar debe de ser algo increblementegrande y poderoso, y as este Reino cobra un perfil justamente porque Jess narra la parbola y ella la escucha.3.4. Cuarto. Jess emplea el verbo esconder para referirse a lo que hace la mujer con la levadura. No es absurdo,pero en griego, como en espaol, es una expresin inslita.Quiz la mujer se extraa la primera vez que la oye, quiz recuerda ms tarde que Jess no dijo mezclar sino esconder bajo la harina. Puede haber un proceso inconsciente enla mujer, pero el proceso puede suscitarle ciertas preguntasconscientes; por ejemplo, si Jess quiso decir que este reino

    de Dios viene de modo oculto, por muy poderoso y formidable que pueda ser. Ella ha vivido este fenmeno a menudo: lalevadura desaparece en la harina amasada, pero est all, sigue viva y actuando. Ser que ocurre lo mismo con el reinode Dios? La mujer no ve tal Reino ni sus efectos; el mundosigue igual; hay amenazas de guerra, la lluvia llega o se resiste, los hijos son a veces insoportables. Dnde est el reino de Dios? Pero cuando ella fabrica el pan, la levadura es invisible y, sin embargo, hace fermentar toda la masa.La parbola cobra as un sentido nuevo y diferente. Enotra poca y otra situacin, la historia narrada por Jess podrsuscitar un nuevo mensaje adicional en el oyente o lector. Lasparbolas de la oveja perdida y del sembrador lo ilustrarn enel prximo captulo (3, 1-2). La cuarta experiencia de aquellamujer de la montaa de Galilea es que la parbola no ha acabado an, sino que empieza a hablar en forma nueva.3.5. Quinto. La breve parbola concluye: hasta que todoferment. No es desde luego la definicin de un objetosiempre igual, sino el relato de un proceso. Las definiciones

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    45/136

    fijan sus objetos como si stos no pudieran ya cambiar; lashistorias narran una serie de hechos, a menudo dispares entres, que unas veces se suceden sin una continuidad clara yotras manifiestan un desarrollo, pero siempre abiertos haciaadelante, y el oyente puede suponer que han ocurrido u ocurrirn ms novedades. En rigor, Jess no ense a Dios sino que lo narr)); sabe que Dios no es enseable)) en sentido estricto, slo es narrable. Esto me parece decisivo parala comprensin de Jess y del Dios que l quiere introduciren nuestra vida. Esa mujer de Galilea no vuelve a casa conuna nueva doctrina que pueda poseer hasta la muerte; se havisto implicada en una historia que seguir su curso hacia unameta escatolgica, hasta que todo haya fermentado.

    4. Metforas, no comparaciones4.1. Qu son por tanto las parbolas de Jess? De estudiante en Marburgo aprend a distinguir entre parbola y alegora. Una parbola - nos explicaban- tiene un solo puntode comparacin que suele ilustrar la relacin entre dos magnitudes, personas o cosas: lo que hace la levadura con elmontn de harina (fermentarla), lo hace el reino de Dios con

    Israel o con el mundo (impregnarlos progresivamente). Esto parece lgico y no es falso, desde luego. Sabemos quehay cosas o fuerzas de aspecto irrelevante que evolucionanhacia algo mucho ms llamativo o ejercen una amplia influencia. Pero es suficiente? De hecho, en la sencilla historieta que hemos expuesto, hay bastantes ms similitudes entre la imagen y la realidad: la dinmica de la levadura, suocultamiento y la gran cantidad de harina. Es difcil afirmarque estos extremos sean meros ornatos en la parbola de Jess. La parbola de Lc 15, 11-32 ofrece tantos detalles en laconducta de los dos hijos que nos mueven a identificarnoscon ellos, porque se asemejan a lo que nosotros mismos hemos vivido. Pero, sobre todo, lo que el padre hace sintoniza

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    46/136

    punto por punto con lo que sentir el oyente de la parbolacuando el reino de Dios comience a vivir con l y en l.4.2. En la alegora, cada punto del relato tiene su correspondencia en la cosa significada. Un ejemplo tpico es el sueo de Nabucodonosor en Daniel 2, 31-45. El rey ve una granestatua con cabeza de oro, pecho y brazos de plata, vientre ymuslos de bronce, piernas de hierro y pies de hierro mezclado con barro. Se desprende una piedra, lo destroza todo y crece hasta convertirse en una montaa que ocupa toda la tierra.Nadie es capaz de interpretar el sueo hasta que Dios mismorevela el significado al profeta: el pecho y los brazos, el vientre y los muslos son reinos inferiores al imperio de Nabucodonosor; las piernas de hierro significan un imperio muyfuerte; los pies, un reino dividido con su parte de fortaleza ysu parte de debilidad. Luego sern destruidos todos estos imperios y reinos, y comenzar el reino de Dios indestructible.Las alegoras son un lenguaje para los iniciados, no comprensible para los profanos. Slo el que posee la clave delmisterio puede comprender el mensaje. Las imgenes de unaalegora son mscaras que ocultan la cosa significada. Es indudable que Jess no persigui esto con sus parbolas. Poreso nos ensearon tambin en los aos 30 que los rasgos alegricos que asoman en la tradicin de sus parbolas son aadidos secundarios. Lc 19, 12 es un buen ejemplo. Cuando elhombre noble march a un pas lejano para conseguir el ttulo de rey y luego regresar, se alude claramente a Jess,exaltado por Dios para recibir el reino (Lc 22, 29) y volver enla parusa (Hech 1, 11, etctera). Esta distincin entre parbola y alegora, sin ser falsa, tampoco es suficiente.4.3. Si las parbolas de Jess no son meras ilustracionespor comparacin figurada, evidentes para toda persona debuen juicio, ni alegoras para iniciados, qu son entonces?Mi sucesor en Zurich, Hans Weder", explica (con otros in-

    13 Weder, DIe Glel(/ulIsse Jesu als Metaphern, 58 conA WJlder, R Funk,D O Vla, J D Crossan y N Perrin Sobre el ejemplo SIgUIente, cf E Jungel,MetaphortSche Wahrhelt, en P Rlcoeur-E Jungel, Metapher (EvTh Sonderheft)1974,73

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    47/136

    vestigadores actuales) que las piedras con las que se construyen las parbolas no son comparaciones sino metforas yque, por eso, tampoco hay un nico punto de comparacin.Qu se entiende por metfora? El ejemplo clsico es elenunciado Aquiles es un len. Este enunciado no es unasimple comparacin para significar que el hroe de la guerratroyana era como un len, siendo hombre y no animal. La palabra len sirve para describir perfectamente, no u n cualidad fija, sino un aspecto de la conducta de Aquiles. Este, alluchar con tal valor, es tan fiero y tan poderoso como un lendentro del reino animal. La metfora tiene sentido en el contexto de una historia donde es importante el ardor combativo.Aquiles no slo es comparado con un len porque sea semejante en este o aquel aspecto, sino porque la fuerza del lenluchando cobra forma y se hace realidad en l.Podemos aclararlo tambin con un ejemplo moderno.Polticos, peridicos y comentarios televisivos han calificado a la seora Thatcher de Dama de hierro. Todos sabenque ella no se compone de hierro y, sin embargo, esta metfora la caracteriza perfectamente. Expresa mucho ms quesi dijramos que es tenaz, inflexible, resuelta, intransigente. Cul es la ventaja de la metfora sobre las descripciones directas? Una metfora no es algo difuso. Si est bienelegida, graba en el oyente o el lector una imagen muchoms ntida que los trminos puramente informativos. No establece una comparacin lgica para constatar la similitudentre imagen y cosa. Despierta experiencias, sensaciones,en nosotros. Quiz alguna vez nos hemos acercado a unaverja y hemos tenido tal sensacin de impedimento parafranquearla que hemos debido volvernos; o hemos tocadoun barrote de hierro que se encontraba a temperatura bajocero, y algo de nuestra piel ha quedado pegado a l. La metfora nos introduce directamente en una historia, es decir,en la vida. A esto va asociado lo otro: la metfora poseesiempre una anchura de banda mayor que los adjetivosque buscan la definicin. El adjetivo frreo puede sugerirtanto la buena perseverancia como la intransigencia; expre-

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    48/136

    sa, en efecto, el carcter que en la vida real puede ser til onocivo, proteger la vida o matarla, segn la situacin. Unabuena metfora no fija atemporalmente hechos siempreidnticos; no juzga definitivamente. sino que est abierta alfuturo.4.4. Esto mismo vale en parte para la comparacin. Perocuando empleamos metforas. sobre todo cuando narramosen metforas, no suponemos simplemente que la cosa significada con ella sea conocida, sino que ha de aclararse conuna imagen. La metfora comienza envolviendo el objetoen un halo de extraeza que nos hace prestarle atencin.El len con su ardor combativo cobra figura en Aquiles, y

    el hierro con su dureza, que protege o espanta, cobra figuraen una primera ministra. Hay aqu una lnea de conexin conlos discursos jonicos (de estructura lingstica totalmentedistinta), donde Jess declara una y otra vez yo soy la ver-dadera vid, el verdadero pastor, el pan de vida... . Jesspuede iniciar su parbola diciendo el reino de Dios se parece... para dar autoridad a la narracin; pero luego empleametforas que no pretenden ofrecer un nico punto de comparacin. Evocan ciertas experiencias en las personas queapuntan a algo no expresado, pero de importancia decisiva.Describen cosas en trminos llamativos que hacen esperaralgo asombroso. Traen nuevas ideas y no sugieren un hechodefinible, sino una realidad que acontece y tiene futuro. Estoqueda muy claro en la parbola del hijo prdigo. Ese que llamamos padre (Lc 15, 11) no se limita a reproducir losrasgos de Dios. El padre de la parbola va cobrando figuraen la accin de Dios sobre los oyentes, que discurre en paralelo con la narracin. De todos modos, en las parbolas deJess es frecuente que diversas partes de la mitad figuradase corresponden con otras partes de la mitad temtica, justamente porque suele tratarse de un proceso que tiene unprincipio y una meta, y porque la historia de Jess evoca enel oyente ciertas experiencias que, a otro nivel, se convertirn en experiencias del reino de Dios. Por eso no cabe contraponer ya simplemente la mitad figurada y la mitad temti-

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    49/136

    ca. Si es una verdadera parbola, lo que se narra en ella estaconteciendo en la vida del reino de Dios que empieza a germinar en los oyentes.4.5. Esto nos lleva a otro corolario. El mensaje de las pa-rbolas de Jess depende totalmente de su narrador, que esJess mismo. Esto es obligado decirlo cuando nos referimosal perodo pospasc1.!al, en que Jess no aparece corporalmente como narrador. El no es ya visible como lo era a aquellosque un da le oyeron. Los evangelios declaran obviamenteque Jess narr las parbolas recogidas en ellos; pero los lectores de cualquier lugar del imperio romano difcilmente podan apreciar su significado. Por eso, en ocasiones, la Iglesiatuvo que declarar expresamente que estas parbolas se cumplieron en la vida de Jess, y en su muerte y resurreccin(complemento pospascual), y se cumplirn de nuevo en suparusa. El texto de Le 19, 12 (cf. supra, 4.2) fue aadido porla Iglesia pospascual, pero era un prembulo lgico y necesario en ese tiempo. La cristologa implcita se hace necesariamente explcita despus de pascua. En el prximo captulo abordaremos dos de esas ampliaciones de parbolas y, enun ejemplo concreto, tambin el desarrollo en la transmisinde los dichos de Jess. Detrs de este proceso de tradicin est obviamente el problema, ms profundo, de un lenguajeque pretende hablar de la dimensin trascendente del reinode Dios, dimensin que comienza a vivir en hombres y mujeres terrenos, y los moldea y transforma (cf. cap. 3, 1-3.). Enel captulo 5 volveremos sobre el lenguaje mitolgico como condicin irrenunciable para mantener esta dimensin dela verdad14

    14 No enllendo por lenguaje mitolgico, obvIamente, un lenguaje legendano SIllO un lenguaje que osa hablar de una verdad que no se puede descubnr,medIr y verIficar sImplemente con los recursos del hlstonador cIentfico' fotografas, expenmentos (repellbles a dIscrecIn), etc, una verdad que no pretendeser como las otras, SIllO la verdad decIsIva.

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    50/136

    5. Jess, la parbola de Dios5.1. Que Jess es la parbola de Dios se desprende ya delbreve texto de Lc 13, 21.Primero: l es el nico que puede contar parbolas. El

    reino de Dios se parece .... Jess asegura que en su mensaje, ahora mismo, al contar esta parbola, el reino de Dios -y,por tanto, el Dios vivo-llega a los oyentes de sus historias. Siesto no ocurre, todo carece de sentido. Para qu, si no, contar esta historia, y para qu escucharla? Slo la autoridad deJess acredita la verdad del texto Lc 13, 21. Aqu no se apela nicamente a la sana razn. Que me condonen la deudade 50 millones de jornales o que Dios me acoja como el padre de la parbola del hijo prdigo, es algo que no se comprende. Pero si en las parbolas de Jess accede el reino deDios a los oyentes y, por tanto, accede Dios mismo interviniendo activamente, justo porque estas parbolas se cumplenen la conducta de Jess, entonces Jess mismo se convierteen la parbola de Dios. En l, Dios vive entre nosotros.5.2. Segundo: ... se parece a la levadura que tom unamujer.,,. El que quiera entender a Jess, no puede obser-varlo desde la distancia, en actitud de reserva, para decidirluego si lo acepta o no. Jess, con su parbola, entra directamente en nuestro mundo y se abre slo al que acoge comodon el encuentro con l, de forma que ese encuentro puedacambiar su vida. Esto no requiere, en modo alguno, desde elprincipio, un s o un no a una determinada doctrina. El resultado del encuentro queda en abandonarse en manos de Aquelmediante el cual el reino de Dios comienza a vivir en nosotros y en nuestro mundo. Pero as como la parbola slo esaccesible a los que se comprometen con ella, y as como elamor slo comienza a vivir cuando no lo observamos desdefuera sino que nos dejamos cautivar y mover por l, del mismo modo Jess se nos convierte con su narracin en la parbola de Dios cuando empezamos a vivir a la luz de estas historias y a orlas desde dentro.

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    51/136

    5.3. Tercero: ... tres medidas de harma ... Jess es laparbola de Dios porque todos los rasgos llamativos e inespe-rados de sus historias se cumplen en l y en su conducta. Enl, y no en todo tiempo y lugar, se revela el reino de Dios demodo tan sorprendente y llamativo. Si echo demonIos con eldedo de DIOS, es que ha llegado a vosotros el reino de Dios(Le 11, 20 Q). Y si aquel que expir dando un gnto era el Hi-jo de Dios, como reconoce el capitn pagano (Mc 15,39), en-tonces este reino de Dios llega tambin desde l a aquellos queestn perdidos sin remedIO, indefensos y desesperanzados.5.4. Cuarto: ...y lo escondi baJo ... . Pero Jess es laparbola de Dios. Y esto no vale slo para todos los aconte-Cimientos llamativos de sus narraciones que cabe interpretarcomo manifestaciones claras y gozosas del amor y la graciade Dios, y de su triunfo definitivo, y se realizan en la vida deJess. Vale tambin para los otros rasgos que describen el ca-rcter oculto del amor, de la gracia y del triunfo de Dios.Dnde iban a estar ms ocultos que en la debilidad de esteJess que fue objeto de creciente repulsa hasta ser sacrificadodefinitivamente en la cruz? El misterio del reino y del poderde Dios que estaba oculto en la debilidad de Jess, se mani-fiesta as como resurreccin del Crucificado. La necedad delmensaje de la cruz se ha convertido en poder de Dios. Elresucitado de la muerte y anunciado como tal al mundo espara nosotros sabidura, justicia, santificacin y redencin( l Cor 1, 18.30)15. Por eso, la Iglesia no puede recoger la co-secha de sus parbolas y poseerla con actitud triunfalista.Quiz por eso las parbolas comienzan siempre hablando enforma nueva sobre cuestiones nuevas y desde situaciones

    15 Pablo subraya el aspecto personal de esta eqUiparacIn Sostiene pnme-ro, en una sene de proclamas, que lo necIO y dbIl a los oJos del mundo es sabl-duna y poder a los OJos de DIOS, y a la Inversa, la sabIdura del mundo y de sus sa-bIOS es necedad delante de DIOS, y su fuerza, debilIdad Recuerda luego a losconntlos que ellos, necIos y dbiles, plebeyos y desprecIados, pura nada a los oJosdel mundo, son los llamados por DIOS Cabra esperar una contmuacln como y as os habIs convertido en los verdaderos sabIOs, Justos y santos, pero Pa-blo contma extraamente y eso SOIS en Cristo J e ~ s , al cual hIZO DIOS, paranosotros, sabIdura, JUStiCIa, sanllficacln y redencIn

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    52/136

    nuevas. Ser en el fondo el mismo mensaje; por eso mismo,nunca podemos poner lmites a las formas en que las parbo-las nos interpelan hoy y nos interpelarn maana. Jess essiempre el viviente.5.5. Quinto: ...hasta que todo ferment. Jess es la pa-rbola de Dios porque l mismo vivi sus parbolas, porquestas -y el presente del Dios narrado en ellas- se hicieron yse hacen realidad constantemente en su vida y muerte. Perosu obra total, todas sus palabras y acciones, su muerte y re-surreccin, estuvieron constantemente abiertas al futuro deDios. Jess esperaba que Dios saliera fiador de l, de sus pa-labras y obras, y las llevara a cumplimiento. Jess es el prin-cipio esperanza en persona para nuestro mundo.Tal es el lenguaje de la fe. Al final del prximo captulomostrar por qu es, a mi juicio, la nica respuesta posible, sino queremos catalogar a Jess como un enfermo atacado deldelirio religioso.

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    53/136

    3JESS, PREDICADORY SANADOR, AMIGO DEPUBLICANOS y PECADORES, EL MESAS?

    En el captulo anterior he intentado mostrar la importanciacapital de l persona y la autora de Jess para entender susparbolas. Estas hablan de acontecimientos inesperados ysorprendentes que se hacen realidad en su vida. La pretensinde que el reino de Dios llega a los oyentes en la vida de Jesses una cristologa implcita. En la primera mitad del presente captulo veremos cmo esta cristologa pasa a ser ya cristologa explcita en la tradicin de dos parbolas (la ovejaperdida y el sembrador) y en una antologa de otros dichos deJess (sermn de la montaa). Tal explicitacin es, por unaparte, un proceso dogmtico. Detrs est la profesin de fe dela comunidad pospascual: Jess es aquel que rescata a los pecadores para Dios (Le 15, ls) y produce la cosecha de Dios(Mc 4, 20); es decir, Jess es el Cristo (Mt 11, 2.5-6). La explicitacin es, por otra parte, un proceso tico. La cristologacorrespondiente a la situacin pospascual es un reto para lacomunidad. Previene contra la autosuficiencia de una ideologa homognea y eternamente vlida, y seala los constantespeligros que amenazan al grupo de creyentes (Mc 18, 12-14;Mc 4, 14-19; Mt 7,13-27). En la segunda mitad del captuloindagaremos hasta qu punto esa cristologa implcita subyace en la actividad de Jess (curaciones, gapes) y en su propio testimonio (incluida la expresin Hijo del hombre,.

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    54/136

    1. La parbola de la oveja perdida: Lucas 15, 3-71.1. Jess habla del pastor que abandona las 99 ovejas enel campo para salir en busca de la que se ha extraviado. Qusorprende en este relato? Cuando David abandon su rebao

    para luchar contra Goliat, lo dej al cuidado del rabadn (1Sam 17. 20). Nada de eso dice la parbola 1, que subraya porel contrario el inestimable valor de una oveja extraviada. Elriesgo de perder las 99 restantes no le arredra al pastor. La pa-rbola afn de la dracma perdida no ofrece este rasgo; perodestaca tanto como la parbola de la oveja la alegra de la mu-jer que invita a sus amigas y vecinas a celebrar el hallazgo,como hace el pastor segn el versculo 6. Lo mismo ocurre enla versin de Mt 18, 13. El joven alumno con el que comen-t, hace casi sesenta aos, la parbola de la dracma perdida,tena completa razn cuando objet que aquella mujer fuetonta; tuvo que gastar en caf y pastas ms de 10 que valala dracma. Como las dos variantes de la primera parbola,tambin sta enfatiza la alegra desbordante. La alegra cons-tituye el rasgo central de los dos breves relatos. Probable-mente reside ah el objetivo de Jess al contar ambas parbo-las: invita insistentemente a los oyentes a compartir decorazn esta alegra (Lc 15, 32), porque pueden reconocerseen la oveja y en la moneda perdidas y halladas.

    1.2. El sumario de Lc 15, 7 (noasMt 18, 14) desplaza elacento: Da ms alegra un pecador que se enmienda que no-venta y nueve justos que no necesitan enmendarse. Es unaexposicin presumiblemente secundaria, ya que ni la oveja nila moneda vuelven por su cuenta; solamente se narra la bs-queda y el hallazgo por parte del pastor y de la mujer, no larecuperacin de lo perdido. Ambas parbolas cuentan lo queen la narracin de Jess acontece realmente. Los oyentes quehan comprendido esto, comparten con el narrador la alegra

    1 Es tambin la refleXin de J D Crossan, The HSlo/lw[ Jesu, Harper,San FranCISco 1991,351 (versin cast Je. Vida de un campestr/o judo, Cr-tica, Barcelona 1994)

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    55/136

    inslita y desbordante del pastor y de la mujer. En una cristologa implcita, el pastor y la mujer se convierten en metfo-ras de Jess, cuyo servicio en favor de los humanos incluye labsqueda y el hallazgo. Los sumarios de Le 15, 7 Y10 explicitan este acontecimiento: se trata de la salvacin de los pecadores que han realizado el acto de la conversin. La acogida de las parbolas en los evangelios de Lucas y de Mateosignifica ya el ajuste de los relatos a la situacin de sus autores y lectores. Ahora, la participacin en la alegra del pastory de la mujer incluye la entrada en la comunidad de Jess y laruptura con anteriores vnculos sociales.1.3. Lucas introduce as estas parbolas: Todos (!) lospublicanos y pecadores se acercaban a l par,! orle, y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo: 'Este acoge a lospecadores y come con ellos' (15, ls). Lucas parece conocera ciertas personas que menosprecian y no pueden aceptar a unJess que rescata para Dios a personas de baja condicin ymoralmente censurables. Por eso hace constar ahora explci-tamente que Jess es este pastor que encuentra a los pecadores, con gozo de todos los ngeles del cielo. La parbola seconvierte as en advertencia contra los que rechazan al que esel mediador a travs del cual el reino de Dios llega a todos.La cristologa implcita se hizo explcita despus de pascua.

    lA. Mateo vive en una comunidad que parece necesitardeterminadas reglas para ordenar la vida comunitaria, sobretodo cuando hay hermanos y hermanas que requieren atencin y ayuda. Es posible que la comunidad hubiera cado enla autocomplacencia. No son ellos el pueblo de Dios, el rebao de las ovejas encontradas por su Salvador? Quiz cantenen las celebraciones litrgicas, con gratitud y secreta vanagloria al mismo tiempo: Somos las ovejas de su rebao ... .Entonces, la parbola produce el efecto contrario al que Jessquiso expresar con ella. Fomenta su presuncin. Por eso, Mateo coloca la antigua parbola en un nuevo contexto, dentrode un orden comunitario (Mt 18, 12-14). La introduce con laexhortacin a no menospreciar a uno de estos pequeos, yla complementa con la apremiante invitacin a tomar contac-

  • 7/29/2019 Schweizer Eduard Jesus Parbola de Dios

    56/136

    to con los miembros de la comunidad que estn en peligro deperderse, y a hacer lo posible por recuperarlos, rezar por ellosy perdonarlos setenta veces siete. El relato, apenas modificado textualmente, emplea as, de pronto, un lenguaje radicalmente nuevo y anuncia una nueva verdad. Quiz podamos releerlo en estos trminos: Hace tres semanas asista a lacelebracin una seora que falt al domingo siguiente y tampoco estaba hace una semana. No ha vuelto, iY no se te haocurrido ir a su casa para averiguar cmo se encuentra y sinecesita algo! Jess se convierte as en el Seor vivo que invita constantemente a sus discpulos a seguirle y los mueve ahacer lo que sea necesario ahora. Con claro acento tico, lacristologa implcita se hace as explcita gracias a la presencia viva del Exaltado en su comunidad.

    2. La parbola del sembrador: Marcos 4,3-92.1. Qu hay de sorprendente en esta parbola? Primero, habla de una cosecha ubrrima. El rendimiento del cientopor uno es posible, por ejemplo, si de un grano nacen